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2. Tendencias y estructuras del comercio agrícola internacional

Para ayudar a que se comprenda mejor el modo en que el comercio contribuye a la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, este capítulo comienza examinando la función del comercio en la economía mundial. Partiendo de ese examen, se estudiará cómo se están modificando las estructuras del comercio y se cotejarán las diferencias entre países desarrollados y en desarrollo en el comercio agrícola internacional2 .

La economía mundial, incluida la agricultura, se está integrando rápidamente a través del comercio. Al mismo tiempo, las exportaciones de los países en desarrollo se están diversificando cada vez más, de manera que esos países dependen menos de las exportaciones agrícolas de lo que dependían con anterioridad. Además, los países en desarrollo se están convirtiendo rápidamente en sus mejores mercados para los productos agrícolas.

Las exportaciones de productos agrícolas elaborados están aumentando y en la actualidad representan casi la mitad del comercio agrícola mundial. Este fenómeno tiene su origen en tendencias demográficas, sociales y económicas que están transformando los mercados agrícolas y alimentarios de los países en desarrollo. Los supermercados, por ejemplo, se están convirtiendo rápidamente en un elemento importante en los países en desarrollo.

Los países menos adelantados se enfrentan con problemas específicos en los mercados agrícolas mundiales. Están mucho menos integrados en la economía mundial que los países en desarrollo en su conjunto, y esta característica es especialmente notable en el caso de sus sectores agrícolas. Al igual que el conjunto de los países en desarrollo, los países menos adelantados han registrado una disminución de las exportaciones agrícolas como porcentaje de las exportaciones totales, pero sus importaciones agrícolas, en su mayor parte alimentos, no han disminuido como porcentaje de las importaciones totales, y actualmente se enfrentan con un déficit amplio y en rápido aumento de su balanza comercial agrícola.

Comercio agrícola y economía mundial

En los últimos decenios se ha observado un aumento espectacular de la integración de la economía mundial a través del comercio. La Figura 1 muestra las tasas de crecimiento medio anual del PIB mundial y de las exportaciones mundiales de bienes y servicios. El comercio mundial de bienes y servicios está creciendo con mayor rapidez que el PIB mundial.

El comercio mundial de productos agrícolas ha aumentado también de manera más rápida que el PIB agrícola mundial, aunque a un ritmo más lento que el comercio global de bienes y servicios y que el PIB global (Figura 2). El crecimiento más lento de la producción y el comercio agrícolas revela la disminución de la importancia relativa de la agricultura en la economía y el comercio mundiales.

En la Figura 3 se ilustra el resultado del crecimiento más rápido del comercio (exportaciones más importaciones) comparado con el de la producción. La intensidad del comercio, expresada como relación entre el comercio total de bienes y servicios y el PIB total, ha pasado de menos del 30 por ciento hace tres decenios a casi el 50 por ciento en la actualidad. Esta tendencia ha sido aún más espectacular en el caso del comercio agrícola (incluido el de productos pesqueros y forestales), que ha crecido desde cerca del 60 por ciento a más del 100 por ciento durante ese mismo período. Esta gran intensidad del comercio agrícola evidencia el carácter complementario de la producción agrícola en diferentes zonas agroecológicas y el alto nivel del comercio intrasectorial.

No obstante, la creciente importancia del comercio agrícola en relación con la producción agrícola no ha impedido que dicho comercio haya perdido su importancia relativa como componente del comercio internacional. De hecho, aunque el comercio agrícola sigue creciendo, su participación en el comercio total de mercancías no ha dejado de disminuir, pasando de cerca de un tercio hace cuatro decenios a un 10 por ciento aproximadamente en la actualidad, como se observa en la Figura 4.

Reorientación geográfica del comercio agrícola

Los últimos cuatro decenios han sido también testigos de importantes cambios en la estructura geográfica del comercio agrícola. Una parte creciente de las exportaciones agrícolas mundiales procede de los países desarrollados. La mayor parte de este crecimiento corresponde a los países de la Unión Europea (UE), cuya participación en las exportaciones agrícolas totales ha pasado de algo más del 20 por ciento a comienzos del decenio de 1960 a más del 40 por ciento en la actualidad. Este aumento se debe en gran medida al comercio dentro de la UE, que representa cerca del 30 por ciento del comercio agrícola mundial.

A la inversa, en los últimos cuatro decenios los países en desarrollo han visto cómo su participación en las exportaciones agrícolas mundiales disminuía desde casi un 40 por ciento a un 25 por ciento aproximadamente a comienzos del decenio de 1990, antes de recuperarse hasta cerca del 30 por ciento actual. Esta evolución contrasta con la participación en constante aumento de los países en desarrollo en las exportaciones totales de mercancías. Durante ese mismo período, la proporción de las importaciones agrícolas mundiales compradas por los países en desarrollo ha pasado de menos del 20 por ciento a cerca del 30 por ciento (Figura 5).

La función del comercio agrícola en la estructura general del comercio ha cambiado tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. En los cuatro últimos decenios, los países en desarrollo han sido testigos de una importante disminución de la parte correspondiente a las exportaciones agrícolas en sus exportaciones totales de mercancías, acompañada de un descenso más lento de la parte correspondiente a la agricultura en sus importaciones totales (Figura 6). Han pasado de tener un saldo neto positivo en su comercio agrícola, con unas exportaciones muy superiores a sus importaciones, a estar en los últimos años en una situación en la que las importaciones y las exportaciones se han mantenido más o menos en equilibrio.

Los países desarrollados han visto cómo su participación tanto en las exportaciones como en las importaciones agrícolas disminuían más lentamente en ese mismo período (Figura 6). En la actualidad, el comercio agrícola se mantiene en equilibrio en los países desarrollados y en desarrollo y corresponde a cerca del 10 por ciento tanto de las importaciones como de las exportaciones totales de mercancías.

Tanto en el grupo de los países desarrollados como en el de los países en desarrollo se ha observado una creciente integración de los sectores agrícolas en los mercados mundiales, expresada como relación entre el comercio agrícola (exportaciones más importaciones) y el PIB agrícola (Figura 7). Esta integración es sumamente acusada en el caso de los países desarrollados, debido a los niveles muy altos de intercambio de productos agrícolas, especialmente entre los países de la UE.

Como se observa en la Figura 8, la función del comercio agrícola varía entre las regiones de países en desarrollo. Sólo la región de América Latina y el Caribe ha mantenido una firme posición como exportador neto de productos agrícolas. De hecho las exportaciones agrícolas siguen ocupando un lugar destacado en las exportaciones totales de mercancías de la región, aunque su proporción se ha reducido a cerca de la mitad en los últimos 40 años, pasando de cerca del 50 por ciento a entre el 20 y el 30 por ciento en los años más recientes.

En el África subsahariana, la parte correspondiente a los productos agrícolas en sus exportaciones ha registrado un descenso aún más acusado, pasando de más del 60 por ciento hace cuatro decenios al 20 por ciento aproximadamente en la actualidad. La región sigue siendo un exportador neto de productos agrícolas, pero sus importaciones y exportaciones agrícolas están más equilibradas que en el caso de América Latina y el Caribe.

En cuanto a Asia y el Pacífico, tanto las exportaciones como las importaciones agrícolas representan en la actualidad menos del 10 por ciento de las exportaciones o importaciones totales; sólo en los últimos años ha pasado la región a ser importador neto de productos agrícolas.

La región del Cercano Oriente y África del Norte se caracteriza por un importante déficit en su comercio agrícola, que se inició a partir de 1973, al crecer rápidamente las importaciones a raíz del alza repentina de los precios del petróleo. Desde entonces, las exportaciones agrícolas han representado, en el mejor de los casos, algo más del 5 por ciento de las exportaciones totales de mercancías, y las importaciones agrícolas representan actualmente alrededor del 15 por ciento de las importaciones totales de mercancías.

Los cambios en la estructura del comercio agrícola de las regiones de países en desarrollo se reflejan también en su participación en el comercio agrícola internacional (Figura 9). A excepción del Asia y el Pacífico, en todas las regiones
se ha observado un descenso de su participación en las exportaciones agrícolas mundiales, aunque la región de América Latina y el Caribe ha recuperado parte de su cuota de mercado en el curso del decenio de 1990.

Uno de los fenómenos más impresionantes que muestra la Figura 9 es la gradual marginación del África subsahariana en los mercados internacionales de exportaciones agrícolas; la parte correspondiente a la región en las exportaciones agrícolas mundiales ha disminuido paulatinamente desde casi el 10 por ciento hace cuatro decenios a un 3 por ciento aproximadamente en la actualidad. En cuanto a las importaciones, se observa la tendencia contraria: en todas las regiones de países en desarrollo aumenta su participación en las importaciones agrícolas mundiales, con la única excepción del África subsahariana.

El comercio agrícola en los países menos adelantados

Los países menos adelantados constituyen un caso especial por lo que respecta a las tendencias a largo plazo del comercio agrícola mundial. Las exportaciones agrícolas de este grupo de países han disminuido espectacularmente como porcentaje de sus exportaciones globales, mientras que las importaciones agrícolas han representado sistemáticamente en torno al 25 por ciento de sus importaciones totales (Figura 10). Los países menos adelantados han pasado de ser exportadores netos a ser importadores netos de productos agrícolas, y desde finales del decenio de 1980 su déficit comercial agrícola se ha ampliado rápidamente.

Estos países muestran un grado de integración de su sector agrícola en los mercados mundiales notablemente bajo en comparación con el conjunto de los países en desarrollo (Figura 11). A mediados del decenio de 1960, su comercio agrícola (exportaciones más importaciones) representaba algo más del 20 por ciento de su PIB agrícola, lo que suponía una proporción similar a la de los países en desarrollo en general. Desde entonces esa proporción sólo ha aumentado ligeramente en los países menos adelantados, hasta cerca del 30 por ciento, mientras que en el conjunto de los países en desarrollo ha aumentado hasta cerca del 50 por ciento.

El comercio agrícola dentro de las regiones

En los últimos decenios la intensidad del comercio agrícola dentro de las regiones ha mostrado una tendencia ascendente (Cuadros 1 y 2).

CUADRO 1
Destino de las exportaciones agrícolas, por regiones (porcentaje)

Región
exportadora

Año

Destino

Países
desarrollados

UE-15

Canadá y los Estados Unidos

Países en transición

Países en desarrollo

Asia y el Pacífico

América Latina y el Caribe

Cercano
Oriente y África del Norte

África subsahariana

Todo
el mundo

1980

73

50

10

3

27

10

6

8

3

1985

74

48

15

2

26

8

5

9

3

1990

78

53

13

2

22

8

5

7

2

1995

75

48

12

5

25

11

6

6

2

2000

75

43

15

5

25

11

6

6

2

2002

76

44

15

6

24

11

6

6

2

                   

Países desarrollados

1980

74

53

9

3

26

8

7

9

3

1985

76

53

14

2

24

7

5

9

3

1990

81

60

11

2

19

7

4

6

2

1995

80

55

11

6

20

8

5

5

2

2000

81

50

14

6

19

8

5

5

1

2002

81

51

14

6

19

8

5

5

2

                     

UE-15

1980

82

76

4

3

18

2

3

10

4

1985

84

76

8

2

16

2

2

9

3

1990

88

82

5

2

12

2

2

6

2

1995

89

79

4

6

11

2

2

5

2

2000

89

73

6

5

11

3

2

5

2

2002

90

73

6

6

10

2

1

4

2

                   

Canadá y los Estados Unidos

1980

65

29

14

3

35

13

14

6

2

1985

67

22

22

1

33

11

12

7

3

1990

70

22

24

1

30

12

10

6

1

1995

67

18

25

2

33

15

11

6

1

2000

67

13

32

1

33

12

14

6

1

2002

65

12

35

1

35

13

15

5

1

                   

Países en transición

1980

89

63

8

14

11

1

1

8

1

1985

88

58

7

18

12

2

2

8

0

1990

88

66

4

12

12

1

1

10

1

1995

92

44

1

46

8

2

0

5

0

2000

87

39

2

39

13

5

0

7

0

2002

84

40

2

36

16

8

0

8

0

                   

Países en desarrollo

1980

67

35

14

2

33

18

5

7

2

1985

69

35

17

3

31

13

5

11

2

1990

69

33

19

2

31

14

6

8

2

1995

63

28

17

3

37

19

8

8

3

2000

62

25

19

3

38

18

8

8

3

2002

60

25

18

4

40

19

8

9

4

                   

Asia y el Pacífico

1980

61

24

12

2

39

27

2

9

2

1985

62

21

14

3

38

24

1

10

2

1990

63

21

12

2

37

26

2

8

2

1995

57

16

12

3

43

32

1

7

2

2000

57

15

14

2

43

32

1

7

2

2002

52

14

12

3

48

35

1

8

3

                   

América Latina y el Caribe

1980

75

44

23

4

25

2

18

4

1

1985

75

43

25

3

25

4

11

9

2

1990

75

39

31

2

25

4

14

6

1

1995

67

33

27

3

33

8

19

5

2

2000

68

28

30

3

32

7

18

5

1

2002

66

28

28

4

34

10

17

7

2

                     

Cercano Oriente y África del Norte  

1980

72

65

1

5

28

2

0

23

4

1985

61

44

7

4

39

2

0

35

1

1990

68

51

6

4

32

3

1

27

1

1995

64

43

5

11

36

4

1

30

1

2000

63

42

5

10

37

4

1

30

2

2002

58

38

4

10

42

6

1

33

2

                     

África subsahariana

1980

85

71

9

2

15

3

0

3

8

1985

86

71

14

2

14

4

0

2

8

1990

75

67

5

1

25

5

0

2

18

1995

71

59

5

2

29

8

1

5

14

2000

61

46

5

2

39

11

1

8

19

2002

66

50

6

3

34

8

1

6

20

                     

Fuente: Base de datos COMTRADE de las Naciones Unidas.

CUADRO 2
Origen de las importaciones agrícolas, por regiones (porcentaje)

Región
importadora

Año

Origen

Países
desarrollados

UE-15

Canadá y los Estados Unidos

Países en transición

Países en desarrollo

Asia y el Pacífico

América Latina y el Caribe

Cercano Oriente y África del Norte

África sub-sahariana

Todo
el mundo

 

1980

67

36

23

2

33

12

13

2

6

1985

66

37

21

2

34

13

14

2

5

1990

71

43

21

2

29

11

11

2

4

1995

69

39

22

4

31

13

12

2

4

2000

69

36

20

5

31

13

13

2

3

2002

69

38

18

5

31

12

13

2

3

                     

Países desarrollados

1980

68

38

23

2

32

10

13

2

7

1985

67

41

20

2

33

11

15

2

6

1990

73

48

19

2

27

10

12

2

4

1995

72

46

19

4

28

11

12

2

4

2000

72

43

18

5

28

11

12

2

3

2002

73

46

16

5

27

10

12

2

3

                     

UE-15

 

1980

73

54

16

3

27

6

10

2

8

1985

73

59

10

3

27

6

12

2

7

1990

79

68

8

3

21

5

9

2

5

1995

79

68

8

4

21

5

9

2

5

2000

79

63

7

4

21

5

9

2

4

2002

80

65

5

5

20

5

9

2

4

                     

Canadá y los Estados Unidos

 

1980

54

14

29

1

46

10

30

1

5

1985

57

19

30

1

43

10

28

1

4

1990

60

17

34

1

40

11

27

1

2

1995

59

14

38

1

41

13

25

1

2

2000

61

15

38

1

39

13

24

1

1

2002

61

16

37

1

39

13

24

1

1

                     

Países en transición

 

1980

68

31

22

8

32

6

19

4

2

1985

64

28

6

20

36

13

17

5

1

1990

67

43

7

12

33

6

13

8

7

1995

80

44

5

29

20

5

9

2

3

2000

77

35

6

33

23

7

10

3

2

2002

74

38

6

27

26

8

13

3

3

                     

Países en desarrollo

1980

62

24

26

2

38

23

9

2

4

1985

64

23

27

2

36

21

10

3

3

1990

64

22

30

1

36

19

11

3

3

1995

59

18

30

3

41

20

14

3

3

2000

58

16

28

3

42

20

15

4

4

2002

55

12

27

5

45

21

17

4

4

                     

Asia y el Pacífico

 

1980

55

7

31

0

45

38

5

1

2

1985

58

9

30

1

42

34

5

1

2

1990

59

10

32

0

41

31

6

1

3

1995

57

10

31

3

43

31

7

1

3

2000

55

10

24

4

45

32

8

1

4

2002

52

8

22

5

48

34

10

1

3

                     

América Latina y el Caribe

1980

66

22

40

0

34

3

31

0

0

1985

65

17

45

0

35

3

31

0

0

1990

67

18

45

1

33

3

29

0

0

1995

59

14

42

1

41

3

37

0

1

2000

61

10

48

0

39

3

35

0

1

2002

63

8

51

0

37

3

34

0

1

Cercano Oriente y África del Norte

 

1980

69

43

16

5

31

10

8

7

7

1985

70

42

17

4

30

12

7

8

3

1990

69

41

19

4

31

11

7

10

3

1995

67

34

22

8

33

11

8

10

3

2000

62

29

19

6

38

13

10

12

4

2002

57

23

16

10

43

10

15

14

4

                     

África subsahariana

1980

70

48

17

0

30

12

5

1

12

1985

67

47

14

0

33

12

12

1

7

1990

62

53

7

0

38

16

2

2

18

1995

54

40

12

1

46

21

9

2

15

2000

51

33

11

1

49

16

7

2

23

2002

45

27

11

1

55

22

8

3

22

                     

Fuente: Base de datos COMTRADE de las Naciones Unidas.


Dentro de los países desarrollados, el comercio agrícola sigue siendo en gran medida endógeno, y lo es cada vez más: aproximadamente el 80 por ciento de las exportaciones agrícolas de los países desarrollados se destinan a otros países desarrollados y más del 70 por ciento de las importaciones agrícolas de los países desarrollados son originarias de otros países desarrollados.

Especialmente importante es la función del comercio entre los países de la UE, puesto que más del 70 por ciento de sus exportaciones se destinan a otros países de la UE y más del 60 por ciento de sus importaciones proceden de ellos. El comercio agrícola entre países de la UE representa el 30 por ciento del total del comercio agrícola mundial.

Aunque es mucho menor, en cifras tanto absolutas como relativas, que el comercio interno de la UE, el comercio entre los Estados Unidos de América y el Canadá ha crecido rápidamente desde 1980, debido a la creciente importancia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y antes de éste a la del Acuerdo de Libre Comercio entre el Canadá y los Estados Unidos, en la configuración de sus corrientes comerciales.

En cambio, aunque el comercio agrícola entre los países en desarrollo se ha incrementado, especialmente durante el decenio de 1990, estos países siguen dependiendo en gran medida de los países desarrollados, a la vez como mercados de sus exportaciones agrícolas y como proveedores de sus importaciones agrícolas.

La proporción de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo destinadas a otros países en desarrollo pasó del 31 por ciento en 1990 al 40 por ciento en 2002, mientras que el porcentaje de las importaciones de países en desarrollo procedentes de otros países en desarrollo aumentó del 36 al 45 por ciento durante ese mismo período.

Esta tendencia al aumento de la importancia del comercio entre países en desarrollo desde 1990 es común a todas las regiones y responde al hecho de que una parte creciente del comercio agrícola tiene lugar dentro de cada región.

Los productos elaborados y la función de los supermercados

La parte correspondiente a los productos elaborados en el comercio agrícola ha aumentado tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, pero sigue siendo mucho mayor en el primero de esos grupos (Figura 12).

Existen grandes diferencias entre los países en desarrollo. En los países menos adelantados, la parte correspondiente a los productos elaborados en el comercio agrícola total es considerablemente menor que en el conjunto del grupo y ha disminuido gradualmente. Sólo en los últimos años del decenio de 1990 ha comenzado a aumentar la participación de los productos elaborados en las exportaciones agrícolas de los países menos adelantados.

El rápido crecimiento del comercio de productos agrícolas elaborados guarda menos relación con la reforma de las políticas de comercio agrícola que con las enormes transformaciones demográficas y económicas que están teniendo lugar en todo el mundo en desarrollo. El desarrollo urbano, la incorporación de la mujer al empleo remunerado y el aumento de los ingresos han incrementado el costo de oportunidad de comprar y preparar alimentos sin elaborar y contribuyen a explicar la rápida orientación hacia los alimentos elaborados que se está registrando tanto en el comercio internacional como en los mercados nacionales.

La rápida expansión de los supermercados en muchos países en desarrollo está relacionada con el crecimiento del comercio de alimentos elaborados. Las investigaciones indican que en América Latina, donde esta tendencia está más avanzada, la cantidad de frutas y hortalizas compradas a los productores locales por los supermercados para abastecer los almacenes locales es dos veces y media superior al total de las exportaciones de productos de América Latina al resto del mundo (Reardon y Berdegué, 2002).

Muchos de los supermercados que están surgiendo en los países en desarrollo son propiedad de cadenas multinacionales con sede en Europa, el Japón o América del Norte. Estas empresas se enfrentan con unos mercados saturados y una intensa competencia en sus mercados de origen y han sido atraídas por los márgenes de beneficio más altos que pueden obtenerse invirtiendo en estos nuevos mercados. La liberalización de las políticas que regulan la inversión extranjera directa en el sector minorista ha favorecido esta tendencia.

Estas cadenas mundiales difunden prácticas que promueven la eficiencia en la logística y en la gestión de existencias, lo que da lugar a un sistema de compras centralizadas y de distribución unificada. La organización del comercio minorista está sufriendo una transformación consistente en un aumento del volumen por proveedor, una reducción del número de proveedores, una rápida desaparición de las pequeñas empresas minoristas de propiedad familiar y una disminución de la importancia de los mercados centrales. Los mayoristas e intermediarios tradicionales están dejando paso a mayoristas especializados y a empresas de exportación con nuevas funciones en los mercados nacionales. También se están viendo afectadas las instituciones del mercado agroalimentario, debido al rápido aumento de la aplicación de normas privadas y el incremento gradual de la utilización de contratos.

Estos nuevos supermercados no están dirigidos únicamente a los consumidores de ingresos más altos. En Asia y América Latina, se están expandiendo en barrios más pobres, ciudades más pequeñas y zonas rurales, orientándose hacia los consumidores de clase media y baja. Las prácticas de compra de los supermercados están transformando los mercados agroalimentarios de los países en desarrollo, lo que tiene consecuencias importantes para los pequeños agricultores y las comunidades rurales. Es necesario introducir cambios fundamentales en la estructura de las pequeñas explotaciones agrícolas para que estén en condiciones de suministrar sus productos con arreglo a las normas de los supermercados.

Los agricultores tienen que producir lo que exigen los supermercados tanto en cantidad como en calidad. Con frecuencia tienen que cumplir prescripciones de certificación que son más rigurosas que las normas oficiales sobre inocuidad de los alimentos. Para satisfacer las exigencias de los encargados de las compras se necesitan unos niveles de conocimientos y tecnología que los pequeños agricultores no suelen tener. Puede que hayan de invertir -individual o colectivamente- en riego, invernaderos, camiones, almacenes refrigerados y tecnologías de envasado, entre otras cosas. Es necesario que estén en condiciones de seleccionar y clasificar sus productos, cumplir los requisitos relativos a los plazos y la entrega y documentar sus prácticas de cultivo. Además, es necesario que estén en condiciones de subsistir durante el período comprendido entre la entrega y el pago, lo que presupone acceso al crédito.

En las últimas fases del proceso productivo, los cambios pueden reportar beneficios a los consumidores en forma de una mayor variedad, una reducción de la estacionalidad y precios más bajos de los productos alimenticios. Por lo que respecta a la inocuidad de los alimentos, ahora es más sencillo rastrear el origen de la contaminación, pero también existe el riesgo de que se distribuyan rápidamente alimentos malsanos que puedan entrar en la cadena alimentaria.

Conclusiones principales

Algunas de las tendencias fundamentales del comercio agrícola internacional tienen consecuencias importantes para los pequeños agricultores y las personas expuestas a la inseguridad alimentaria. Aunque están reconociendo gradualmente esas consecuencias, es necesario que los encargados de formular políticas adapten rápidamente las políticas y programas locales, nacionales e internacionales si quieren evitar una ulterior marginación de esos grupos.


2 Los datos sobre agricultura utilizados en este capítulo comprenden los cultivos, la ganadería y los productos forestales y pesqueros tanto elaborados como sin elaborar.


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