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Consultas en Internet en apoyo de los
programas forestales nacionales

J. Cinq-Mars

Jean Cinq-Mars es Presidente del Comité Internacional y de la Estrategia Forestal Nacional para 2004-2006, Coalición de la Estrategia Forestal Nacional del Canadá.

La coalición encargada de desarrollar la Estrategia Forestal Nacional
del Canadá para el período comprendido entre 2003 y 2008 recurrió a
Internet para poder llegar a un mayor número de interesados, especialmente
las comunidades y los jóvenes que viven en zonas remotas.

La primera Estrategia Forestal Nacional del Canadá se elaboró en 1981. En ese momento, el acceso seguro a la fibra maderera constituía el principal interés, y fueron relativamente pocos los especialistas forestales, en su mayoría funcionarios gubernamentales, que tomaron parte en la formulación de la estrategia en cuestión. A partir de 1981, el proceso de elaboración de la estrategia ha seguido la corriente de las reflexiones estratégicas al ir incorporando toda una variedad de beneficios de los bosques que, además de la producción maderera, incluyen los valores espirituales, los servicios ambientales y la silvicultura urbana.

En consonancia con las tendencias actuales, la elaboración de la estrategia forestal nacional se ha basado en forma creciente en la participación pública y en la celebración de frecuentes consultas con todos los interesados, incluido el público en general. La intervención del público en la elaboración de las nuevas estrategias ofrece diversas ventajas, por ejemplo:

Una novedad en la elaboración de la Estrategia Forestal Nacional para 2003-2008 consistió en la realización de consultas a través de Internet. Con ello se pretendía mejorar las políticas forestales mediante el fomento de una participación más incisiva, el aprendizaje y el intercambio de experiencias y conocimientos especializados. Otra finalidad consistía en favorecer una mayor transparencia en el proceso democrático de elaboración de la política forestal.

Como punto de partida, en el sitio Web de la Estrategia Forestal Nacional se publicó el borrador de un documento en que se recogía la visión sobre la estrategia, así como un calendario del proceso de elaboración y una lista de las fases principales correspondientes, que se distribuyeron también a los miembros usuales de la comunidad forestal.

En el documento de visión se exponían las aspiraciones de los canadienses respecto de la situación de sus bosques en un plazo de 20 a 30 años y de su utilización. El comité de la coalición de la Estrategia Forestal Nacional responsable de dicha sección recibió numerosos comentarios –en buena parte a través de Internet– que respaldaban esa visión.

Una vez que el comité directivo de la Estrategia Forestal Nacional hubo aceptado el documento de visión, se celebraron varias reuniones regionales en todo el país a fin de definir los objetivos
de la estrategia. Al mismo tiempo, la coalición efectuó diversas consultas a través de Internet con objeto de contactar con los canadienses que no habían podido tomar parte en las reuniones pero deseaban participar en la planificación de la estrategia. Mediante anuncios en publicaciones especializadas, revistas y conferencias, además de envíos por correo a la comunidad forestal, se informó a los interesados acerca del proceso de elaboración de la estrategia y de las fuentes de información y documentación disponibles en la Web.

El primer borrador de estrategia forestal nacional se presentó en el curso de una reunión de alcance nacional y se publicó simultáneamente en Internet. Gracias a la difusión que se dio al borrador, que posteriormente se volvió a redactar hasta lograr un consenso general, la versión actual de la Estrategia Forestal Nacional abarca un abanico de cuestiones más amplio que las estrategias anteriores.

De los 145 informes de consultas que se enviaron al equipo de la coalición encargado de redactar la Estrategia Forestal Nacional, 120 se transmitieron a través de Internet. Después de publicarse una segunda versión de la estrategia, la coalición recibió 45 informes de consultas, todos ellos por Internet.

Como era la primera vez que la coalición de la estrategia se valía de Internet como medio de contacto y comunicación con la comunidad forestal, el comité directivo de la estrategia decidió celebrar las consultas tanto por Internet como por correo tradicional. Aunque no se llevó a cabo una evaluación comparativa de los costos, resulta mucho menos costoso publicar los documentos en la Web que enviarlos por correspondencia.

El resultado final de las consultas: la Estrategia Forestal Nacional del Canadá para 2003-2008

ENSEÑANZAS DEL USO DE INTERNET COMO MEDIO DE CONSULTA

El proceso de consulta emprendido en el Canadá demuestra que es posible llegar a más interesados a través de Internet que mediante la organización de reuniones. Este tipo de instrumento puede ser particularmente útil en los países de grandes dimensiones, donde a las personas que viven en zonas remotas les resulta difícil y costoso tomar parte en las reuniones. Si bien la coalición de la Estrategia Forestal Nacional celebró cinco reuniones regionales y una de alcance nacional, las observaciones individuales que se recibieron por Internet durante toda la fase de desarrollo provenían de personas que no habían asistido a ninguna de ellas.

El uso de Internet facilita la identificación y representación de aquellas perspectivas regionales que de lo contrario podrían quedar excluidas del proceso de consulta. En una situación ideal, lo más indicado sería que se celebraran reuniones en todo el país, pero a menudo esto no es posible debido a las limitaciones presupuestarias y de tiempo. El uso de Internet elimina la necesidad de reunir a diversas personas en un mismo momento para realizar algo.

Otra ventaja considerable reside en la velocidad. El uso de Internet puede reducir el tiempo que se requiere para consultar a los interesados acerca de un documento dado, además de dar la posibilidad de distribuir y consultar un mayor número de borradores, lo que redunda en una mejor calidad del producto final. En opinión de muchos, si se contesta a un mensaje por correo electrónico no sólo se participa más eficazmente en la consulta pública, sino que se ahorra tiempo.
El uso de Internet para consultar al público favorece la participación activa en la formulación de políticas pues ofrece a los ciudadanos la posibilidad de tomar parte en las fases posteriores del proceso y no únicamente en la fase de acopio de información. Asimismo, Internet brinda la oportunidad de responder a las distintas aportaciones.

Sin embargo, cabe preguntarse si las respuestas recibidas a través de Internet representaban a todas las partes interesadas en la Estrategia Forestal Nacional del Canadá. Tal vez quienes contestaron por ese medio formaban un grupo más organizado o preparado (por ej. con intereses en juego en el resultado) que quienes habían participado en las reuniones o no habían logrado hacerlo. La formulación de comentarios a través de Internet podría favorecer en mayor medida a los usuarios más familiarizados con el uso de computadoras. Si bien en las regiones con una amplia cobertura de Internet y un buen nivel de conocimientos de informática este hecho no plantea problemas, el acceso limitado a Internet puede generar un sesgo más pronunciado en las zonas remotas , como las áreas rurales. No obstante, pueden observarse sesgos también en los medios de comunicación más tradicionales. En este sentido, sería interesante determinar si los envíos postales tradicionales llegan eficazmente a las comunidades aisladas; de no ser así, quizás deban crearse otros medios que permitan comunicar con esas comunidades. A este respecto, un comité directivo podría desempeñar una función importante para prestar más atención a las opiniones y comentarios de las comunidades que poseen una menor capacidad de expresión u organización o menos conocimientos de informática.

Es preciso que los encargados de las consultas en Internet tomen algunas precauciones para velar por su imparcialidad y eficiencia. Por ejemplo, en el Reino Unido se ha instituido un código de prácticas para asegurar que se cumplan unas normas comunes durante las consultas públicas a nivel gubernamental (Oficina del Consejo de Ministros, 2004); en el código se establecen los seis principios siguientes, que deben aplicarse a todas las consultas y en los documentos conexos:

Las consultas de documentos a través de Internet y los mensajes por correo electrónico pueden ser modalidades de participación en las consultas públicas más eficaces, que además absorben menos tiempo
J. Lejeune

OTRAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES EN APOYO DE LOS PROGRAMAS FORESTALES

Aunque la Internet todavía no está al alcance de todos, ya no puede considerarse una novedad. La rapidez del desarrollo tecnológico ha dado lugar a la aparición de otros medios de comunicación e información en el mercado, como los teléfonos celulares, que permiten enviar mensajes de texto, los podcasts (archivos de video o audio que se transmiten por Internet con arreglo a una suscripción gratuita o de pago, con objeto de reproducirlos en dispositivos móviles o computadoras personales) y los blogs (diarios en línea sobre un tema determinado), que podrían contribuir a contactar con un número de personas aún más elevado. Al desarrollar o revisar los programas forestales en el futuro convendría tener en cuenta estos medios para difundir información u organizar debates electrónicos.

Según las previsiones, el número de teléfonos celulares a nivel mundial, que actualmente asciende a unos 2 000 millones, aumentará a 3 000 millones de aquí a 2008, y buena parte de esta expansión se registrará en los países en desarrollo (ABI Research, 2006). Gracias a su capacidad para enviar y recibir mensajes de texto, los teléfonos celulares tienen buenas posibilidades de convertirse en instrumentos de consulta pública cada vez más importantes, sobre todo en las zonas que aún carecen de servicios de Internet y líneas terrestres. En muchos lugares, hoy día se accede a Internet a través de los celulares mucho más que a través de las computadoras portátiles sin cable. Esto no significa que llegará a leerse el texto integral del borrador de una estrategia forestal en un teléfono celular, pero sí que es posible transmitir por medios electrónicos populares los mensajes relacionados con los plazos de las consultas u otros anuncios.

Además de las innovaciones en materia de componentes electrónicos, las novedades recientes comprenden programas informáticos que dan a los usuarios de determinados sitios Web la posibilidad de agregar, eliminar o editar su contenido. El más conocido de estos sitios gestionados por la comunidad es Wikipedia, una enciclopedia multilingüe en línea de libre acceso desarrollada y mantenida por voluntarios que aúnan sus conocimientos para ir aumentando su contenido. Todo el que lo desee puede ser miembro de ella y contribuir, o modificar los temas tratados. Wikipedia, que se puso en marcha en 2001, actualmente cuenta con una base de datos de unos 8 gigabytes. Si una labor conjunta de tal envergadura es viable a escala mundial, también es posible concebir unos programas forestales elaborados a través de modelos de participación electrónicos similares. Ahora bien, en tal caso seguiría siendo necesario que algunos representantes de los interesados se encargaran de la coordinación a fin de conciliar las opiniones divergentes y resolver cuestiones controvertidas.

CONCLUSIÓN

El creciente reconocimiento de los asuntos de interés para la sociedad civil y la incorporación de estos temas en los programas de los acuerdos y convenios internacionales dieron lugar en los años noventa del siglo pasado a los primeros casos de formulación interactiva de políticas. Los enfoques interactivos de políticas como los programas forestales nacionales se consideran un medio cada vez más importante para la mejora de la gobernanza sectorial. Las nuevas tecnologías como Internet facilitan la participación de un público más amplio en la elaboración de políticas y programas forestales. Como resultado de ello, las administraciones públicas poseen razones de más para dejar de aplicar a la formulación de las políticas enfoques impuestos desde arriba y aceptar el reto de coordinar o favorecer enfoques que partan desde la base.

Las nuevas tecnologías de comunicación electrónica presentan otra ventaja. Los jóvenes de hoy las consideran mucho más que simples instrumentos, pues forman parte de su cultura. En la mayoría de los países occidentales se estima que pueden compensar el descenso en el número de votantes, particularmente en la generación más joven. La utilización de comunicaciones electrónicas en la elaboración de programas forestales podría ser un estímulo para la participación de los jóvenes y, por ende, para la intervención activa de las generaciones futuras, que en última instancia son quienes se beneficiarán de las decisiones de hoy en materia de ordenación forestal.

Los teléfonos celulares, gracias a su capacidad para enviar y recibir textos, tienen buenas posibilidades de convertirse en instrumentos de consulta pública cada vez más importantes
K. Cramer

Bibliografía

ABI Research. 2006. Mobile cellular industry as set for the year of the 3G phone. Comunicado de prensa, 7 de febrero. Disponible en: www.abiresearch.com/abiprdisplay.jsp?pressid=595

Cabinet Office.
2004. Code of Practice on Consultation. Londres, Reino Unido. Disponible en: www.cabinetoffice.gov.uk/regulation/consultation/code/index.asp

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