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Una Comunidad de práctica en materia de
financiación forestal en América Latina

Uno de los mayores problemas para la implementación de los programas forestales nacionales (PFN) es la financiación de la ordenación forestal sostenible. Los mercados tradicionales y los mecanismos existentes (por ejemplo líneas de crédito y las desgravaciones fiscales) son un buen comienzo, sin embargo a menudo no son suficientes para que el sector forestal sostenible sea competitivo con otros tipos de aprovechamiento de la tierra, especialmente en lo que concierne a los  bosques naturales. Ante esta situación, algunos países de América Latina, tales como Brasil, Colombia, Costa Rica y México, se hallan a la vanguardia en la formulación, ensayo y aplicación de nuevos mecanismos financieros (por ejemplo el pago para los servicios ambientales) así como en el mejoramiento de los mecanismos ya existentes (por ejemplo los valores relacionados con los bosques) a fin de aumentar las posibilidades de financiación forestal.

Otro problema que se presenta a medida que las iniciativas evolucionan es la recopilación, el análisis y la disponibilidad de la nueva información, experiencias y conocimientos acerca de la financiación forestal a nivel local, nacional, regional e internacional.

Para promover la innovación en la financiación y la distribución de información entre los programas forestales nacionales de los países latinoamericanos, la FAO, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)  y la Comi­sión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), con el apoyo de los Países Bajos y Alemania y las instituciones líderes responsables de los programas forestales nacionales en 18 países de América Latina, establecieron en 2005 una asociación de gestión de conocimientos llamada Comunidad de práctica en materia de financiación forestal en América Latina. Otras instituciones se están asociando paulatinamente, entre ellas, Tropenbos International, el Mecanismo para los programas forestales nacionales, el Mecanismo mundial de la Convención de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África (CLD), la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), la Sociedad Brasileña de Silvicultura y Forest Trends.

En la actualidad existen dos iniciativas, un proyecto de FAO/Países Bajos/UICN y un proyecto amazónico de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica y la OTCA que están apoyando la Comunidad de práctica, impulsando los estudios nacionales sobre la financiación forestal. Estos estudios que han sido concluidos en Brasil, Colombia, Costa Rica y México, están en preparación en otros 14 países. Ambos proyectos utilizan métodos similares y coordinan sus actividades mediante la Comunidad de práctica.

La Comunidad de práctica está colaborando con las instituciones nacionales para que formulen estrategias de financiación nacional de vasto alcance como un componente de sus programas forestales nacionales. Una estrategia nacional para la financiación forestal consiste básicamente en una visión general de todas las necesidades financieras y medios para fomentar la utilización y la conservación sostenible de los bosques en un determinado país de acuerdo con sus políticas y objetivos de desarrollo.

La estrategia puede proporcionar orientación a los encargados de la formulación de políticas y a las partes interesadas en los bosques sobre la manera de financiar, a corto y largo plazo, las actividades planificadas para la ordenación forestal sostenible, tomando en cuenta las diferentes utilizaciones de los recursos y ecosistemas forestales. Brasil y Costa Rica son dos ejemplos en los que los proceso de los PFN ponen en práctica tales estrategias.

El éxito de una estrategia nacional para la financiación forestal depende de su capacidad de relacionar todas las alternativas viables para la financiación forestal en un único instrumento de planificación. Para ser completa, debe identificar las condiciones y variaciones necesarias para que funcionen los mecanismos de financiación (véase Figura). Asimismo, necesita identificar los múltiples bienes y servicios existentes y potenciales que los bosques del país pueden suministrar (no sólo madera) y todos los posibles proveedores (lado derecho de la Figura). Por consiguiente, identifica las fuentes potenciales de financiación para los diversos bienes y servicios (lado izquierdo de la Figura). Es la estrategia que propone los instrumentos y mecanismos que pueden vincular los proveedores con los usuarios (es decir, los que han de pagar) del modo más efectivo y eficaz. Sin embargo, esto sólo puede realizarse si las condiciones políticas, jurídicas e institucionales se crean para atraer los fondos destinados a la ordenación forestal sostenible.

La Comunidad de práctica ha obtenido, hasta el momento, una serie de enseñanzas importantes.

  • Los países están debatiendo varias ideas para los mecanismos innovadores de financiación, sin embargo, su implementación sigue siendo escasa, probablemente porque no existen las condiciones necesarias (políticas, jurídicas e institucionales). Los países de la región se diferencian enormemente en su nivel de progreso en este campo, lo cual se puede traducir en una buena oportunidad para intercambiar conocimientos.
  • La carencia general de datos acerca de los flujos financieros en el sector forestal de América Latina dificulta la comprensión de los mecanismos de financiación forestal. El desarrollo de nuevos mecanismos de financiación también es complejo por la falta de conocimientos acerca del valor de los servicios (por ejemplo la conservación de la biodiversidad) y de algunos productos forestales no madereros, y sobre la voluntad de los consumidores de pagar por ellos. Por consiguiente, la valoración de los bienes y servicios que en la actualidad no se comercializan sigue siendo un importante aspecto de una estrategia para la financiación forestal.
  • Los mecanismos de financiación eficaces, al parecer, funcionan especialmente bien cuando se aplican a nivel local (por ejemplo en un distrito específico o cuenca hidrográfica), donde la identificación de las partes interesadas, la negociación y el seguimiento son relativamente fáciles, permitiendo la transparencia operativa.
  • La financiación forestal proporciona aún mas posibilidades de fortalecer la relación del sector forestal con otros sectores, en particular con el de finanzas y de planificación.

El interés internacional en la experiencia latinoamericana sobre la financiación forestal parece estar creciendo. Por ello, la Comunidad de práctica y sus asociados también están estudiando las posibilidades de intercambiar las experiencias y conocimientos fuera de la región. El primer esfuerzo fue un taller interregional de este tipo de intercambio entre los países de Asia y América Latina, celebrado en Chiang Mai, Tailandia, en noviembre de 2006. Se está planificando una iniciativa similar para los países de América Latina y África en 2007, y con toda probabilidad se realizarán otras iniciativas de este tipo.

Mayor información acerca de la Comunidad de práctica en materia de financiación forestal en América Latina se halla disponible en: www.fao.org/forestry/site/33408/sp


Modelo de estrategias nacionales para la financiación de la ordenación forestal con fines múltiples


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