Están en marcha los preparativos para el XIII Congreso Forestal Mundial, que tendrá lugar en Buenos Aires (Argentina) del 18 al 25 de octubre de 2009. Se prevé que este evento atraerá a cerca de 4 000 participantes de más de 100 países. El Congreso Forestal Mundial se celebra cada seis años bajo el patrocinio de la FAO y el país anfitrión.
El Congreso comprenderá una semana de disertaciones, conferencias, mesas redondas, actos paralelos y exposiciones. En las dos semanas posteriores, se propondrán viajes de estudio hacia diversos tipos de bosques del país. Las instituciones de varios sectores de la Argentina estarán a cargo de la organización del Congreso, con la asistencia y el asesoramiento de la FAO.
El tema del XIII Congreso Forestal Mundial será «Desarrollo forestal: equilibrio vital», que ofrecerá múltiples oportunidades de analizar los aspectos sociales, ambientales y económicos de los recursos naturales en los contextos local, regional y global. Se hará hincapié en la importancia de la ordenación sostenible de todo tipo de bosque así como en la contribución de los recursos forestales a la sostenibilidad del planeta. El Congreso deparará asimismo una oportunidad para conocer los distintos ecosistemas de diferentes regiones del mundo, además de los puntos de vista de las personas y organizaciones con un interés común en los bosques, entre ellos académicos, productores forestales, ambientalistas, pueblos indígenas y poblaciones rurales, responsables de la ordenación forestal, técnicos especializados, y encargados de las políticas. El Congreso proporcionará por consiguiente una verdadera panorámica mundial sobre el futuro de los bosques.
La República Argentina posee cerca de 33 millones de hectáreas de bosques nativos y 1,1 millones de hectáreas de plantaciones forestales, que abarcan una gran heterogeneidad de ecosistemas; desde las selvas húmedas hasta los bosques subtropicales, templados, semiáridos y áridos. Gracias a esta variedad y a una extensa red de zonas protegidas, los viajes de estudio ofrecerán una oportunidad sin igual de conjugar el estudio de diversas realidades forestales locales con el placer de disfrutar de bosques de gran belleza escénica.
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| A. NABULON |
El impacto del cambio climático en los bosques de América del Norte fue uno de los temas centrales de debate en la 22ª reunión de la Comisión Forestal para América del Norte, que se celebró en Vancouver, Colombia Británica (Canadá) los días 23 y 24 de octubre de 2006. Dadas las altas probabilidades de que siga aumentando la variabilidad climática, los representantes de los tres Estados Miembros de la Comisión –el Canadá, los Estados Unidos de América y México– convinieron en que precipitaciones, sequías y olas de calor más intensas representarían una amenaza cada vez mayor para la salud de los bosques. Por ejemplo, el brote de escarabajo del pino de montaña que está devastando los bosques de Colombia Británica puede presagiar brotes cada vez más agudos de plagas forestales. Los delegados estaban de acuerdo en que la adaptación al cambio climático era uno de los grandes desafíos para el futuro y recomendaron que todas las comisiones forestales regionales de la FAO abordaran esta cuestión en 2008.
En su reunión precedente de 2004, la Comisión había convenido en emprender, por primera vez en 47 años, una evaluación para establecer sus puntos fuertes y deficiencias a fin de que fuera más fácil determinar los medios para aumentar la eficacia de su labor. En el informe de la evaluación, que se presentó en la reunión, se señaló que si bien la Comisión no había tenido amplias repercusiones en la política forestal de los tres países, había resultado eficaz como foro técnico, y sus grupos de trabajo habían aportado contribuciones útiles dentro de sus ámbitos temáticos (gestión sobre los incendios, cambios atmosféricos y bosques; productos forestales; insectos y enfermedades forestales; silvicultura; inventarios, seguimiento y evaluación de los bosques; recursos genéticos de los bosques; y ordenación de cuencas hidrográficas). La Comisión ha actuado como agente catalizador para la difusión de recursos con la finalidad de prevenir y manejar los incendios y las plagas forestales y los brotes de enfermedades que cruzan las fronteras nacionales. Estas iniciativas representan un modelo para otras regiones
Los gobiernos nacionales y locales son consumidores importantes de productos de madera y papel. Algunos de ellos han elaborado, o están en vías de elaborar, políticas de adquisiciones con objeto de asegurarse de que los productos forestales provienen de explotaciones legales y gestionadas de forma sostenible.
A fin de estimular el intercambio de experiencias entre los países que ya aplican ese tipo de políticas y los que aún deben hacerlo, el Comité de la Madera de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) y la Comisión Forestal Europea de la FAO celebraron el 5 de octubre de 2006 un foro en Ginebra (Suiza), titulado «Políticas de adquisiciones públicas de productos de madera y papel y su impacto en la ordenación forestal sostenible y los mercados madereros». Agrupó a autoridades gubernamentales nacionales y locales y a diversas asociaciones industriales y comerciales, empresas exportadoras e importadoras y organizaciones no gubernamentales que se ocupan de medio ambiente, a fin de debatir sobre las maneras de fomentar la elaboración de políticas de adquisiciones públicas y de armonizarlas entre los diversos países y evitar la aparición de obstáculos al mercado.
El documento de debate de la reunión se basó en las conclusiones de un reciente estudio de la FAO, titulado “Public Procurement Policies for Forest Products and their Impacts” (Políticas de adquisiciones públicas de productos forestales y sus efectos). Asimismo se presentaron los resultados de un estudio del equipo de especialistas sobre mercados y comercialización de productos forestales titulado “Market Effects of Public Procurement Policies for Wood and Paper Products in the UNECE Region”, (Efectos en el mercado de las políticas de adquisiciones públicas para los productos de madera y papel en la región de la CEPE). Representantes de diversos países europeos y de Estados Unidos expusieron las políticas vigentes en sus países, y los representantes de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) presentaron los puntos de vista de los países exportadores de las regiones tropicales.
El foro se centró en los siguientes interrogantes:
El foro se mostró de acuerdo en la importancia de las políticas de adquisiciones, pues si bien resulta difícil comprobar sus efectos positivos en la sostenibilidad de la ordenación forestal, desalientan la extracción y el comercio ilegales de la madera. Asimismo pueden aportar un modelo de conducta para el sector privado.
Su aplicación presenta dificultades, como la complejidad de las evaluaciones de los sistemas de certificación y los problemas que se plantean al utilizar pruebas de sostenibilidad procedentes de otros documentos. Las políticas de adquisiciones públicas no resolverán todos los problemas de inmediato, por lo que se propuso que los encargados de su aplicación adoptasen un enfoque gradual.
Los agentes del mercado se mostraron preocupados por algunos aspectos de las políticas de adquisiciones públicas, como los trámites exigidos, la diversidad de enfoques entre los distintos países y el riesgo de que se originen barreras al comercio innecesarias. También señalaron el riesgo de que las políticas públicas discriminen a las empresas forestales en pequeña escala o administradas por las comunidades y a los países menos adelantados.
En la actualidad, sólo la compra de productos madereros está supeditada a políticas públicas, dirigidas a garantizar la sostenibilidad. Ésto unido a la posibilidad de costos de transacción elevados, puede hacer que se les sustituya por materiales competidores menos inocuos para el medio ambiente. Es preciso afrontar este problema.
Además, las políticas de adquisiciones públicas se refieren exclusivamente a los productos madereros primarios, con el resultado de que cierta cantidad de madera producida de manera no sostenible o ilegalmente se hace llegar a los mercados en forma de productos con valor agregado, y así soslayar dichas políticas. El foro llegó a la conclusión de que los gobiernos debían considerar la posibilidad de incluir los productos con valor agregado en sus políticas de adquisiciones públicas. En algunos países este proceso ya está en marcha.
Es importante que los países y los interesados intercambien información y cooperen, y que coordinen sus acciones. A partir de estas experiencias se observó que algunos países con políticas públicas vigentes en esta materia están colaborando mutuamente.
Las actas publicadas podrán consultarse en los primeros meses de 2007. Para más información visite el sitio: www.unece.org/trade/timber/docs/tc-sessions/tc-64/2006PolicyForum.htm
La industria mundial de productos forestales puede desempeñar una función importante en la lucha contra el cambio climático mediante la utilización de las materias primas, el aumento de la eficiencia, el uso de energía renovable en el proceso productivo, la producción de bioenergía y la expansión de sus actividades a los productos de biorefinerías, al tiempo que fomenta la competitividad del sector.
Es la conclusión a que se llegó en el Seminario Internacional sobre Energía y la Industria de Productos Forestales, celebrado en Roma los días 30 y 31 de octubre de 2006, en cuya ocasión aunaron sus esfuerzos distintas organizaciones no gubernamentales y la industria mundial de productos forestales. Los participantes recalcaron que esta evolución es factible si se dispone de un marco de políticas sobre energía y bosques integradas y equilibradas a nivel mundial. En este ámbito, los gobiernos, la industria, las instituciones y la sociedad pueden cumplir una función fundamental.
La industria de productos forestales es uno de los principales consumidores de energía y en 2003 utilizó el 6 por ciento de la energía total destinada a uso industrial. También produce energía: es el único sector que ya genera aproximadamente el 50 por ciento de sus propias necesidades energéticas, en su mayor parte a partir de biomasa renovable con emisiones de carbono neutrales. Aún así, la industria puede hacer más por potenciar su eficiencia, reducir su dependencia de los combustibles fósiles y aumentar el uso de fuentes de energía renovable. Los participantes examinaron las formas en que la industria podría utilizar y producir bioenergía e incrementar la eficiencia energética.
El seminario fue organizado por la FAO, la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el Consejo Internacional de Asociaciones Forestales y Papeleras (ICFPA), en colaboración con la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD).
Las actas de la reunión pueden consultarse en Internet: www.fao.org/forestry/site/34867/en/