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PRIMERA PARTE (Contd.)

4.7. Participación del Estado

4.7.1 Instituciones Coordinadoras de la actividad

Los avances de la acuicultura han estado acompañados por una serie de cambios en la organización institucional y en el marco legal del subsector acuícola. En los últimos años, y dada la necesidad de ajustar la estructura institucional a las nuevas condiciones macroeconómicas, en la mayoría de los países latinoamericanos se han presentado reestructuraciones de variado orden en las entidades rectoras de la acuicultura. Esta misma circunstancia ha motivado a que se estudie el establecimiento de nuevas reglamentaciones sobre el ejercicio de la actividad, a fin de facilitar la implantación de proyectos productivos.

a) Conflicto de intereses y condiciones jurídico-institucionales

Cualquier planteamiento sobre la viabilidad de la acuicultura, tiene que partir del reconocimiento de la existencia de conflictos e intereses en el uso de las zonas costeras y aguas continentales, así como en el aprovechamiento de los recursos biológicos. Es indudable que existen conflictos alrededor de la propiedad, el uso y la degradación del medio ambiente acuático, la mediación del estado, la participación de la comunidad y la privatización en el uso de los ambientes acuáticos.

Por otro lado, se debe tener presente la diversidad sociocultural existente a nivel de los países, caracterizada por una heterogeneidad y unas especificidades locales donde es necesario conciliar el interés privado con el interés común. Esto no siempre significa que desaparezca el conflicto de intereses, debido a que se requiere del establecimiento de garantías de propiedad y una clara reglamentación en el establecimiento de concesiones y permisos que consientan el funcionamiento de los cultivos a nivel industrial, así como su articulación con empresas acuícolas de pequeña y mediana escala.

Para el desarrollo de la acuicultura, además de su justificación técnica y económica, es necesario incluir consideraciones de tipo social y de desarrollo sustentable. De esta manera se podrán compatibilizar los intereses e integrar los conceptos de manejo de recursos ante una política de apertura a la internacionalización de la economía y una tendencia menos intervencionista del estado, que se hace presente en la concepción neo-liberal que tiende a generalizarse en la Región.

La organización institucional en relación a la administración, la investigación y el desarrollo tecnológico de la acuicultura por lo general no opera coordinadamente en los países, y por ende afecta el desarrollo del sector acuícola.

b) Marco institucional

En concordancia con las políticas establecidas sobre reducción del gasto público, privatización, mejoramiento de la eficiencia de las entidades estatales, simplificación de trámites y descentralización administrativa, los gobiernos de varios países modificaron la estructura del subsector acuícola, concediéndole una mayor jerarquía aparente dentro de la organización del sector agropecuario o pesquero. Sin embargo, puede señalarse que en algunos casos las modificaciones son nominales y que el fortalecimiento de la estructura sectorial, en términos de personal, presupuesto y poder de decisión sigue siendo muy reducido, en particular en aquellos países donde el aporte de la acuicultura al PIB es poco significativo.

En los 19 países de la Región que elaboraron los informes nacionales, las decisiones de política y dirección de la actividad acuícola están a cargo de instancias relacionadas en una mayor proporción con el sector agropecuario (Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay, Venezuela), seguido por el de pesca (Cuba, México y Perú), por el de economía (Chile, Nicaragua) y, en un caso particular (Brasil) por el sector de medio ambiente y recursos renovables.

Dada la necesaria integración funcional y operativa entre la acuicultura y la pesca (artesanal e industrial) en los diferentes países, la ejecución de programas acuícolas, otorgamiento de permisos, licencias y concesiones, y en general la coordinación de todas las actividades relacionadas con la actividad, están articuladas con el sector de las pesquerías que dispone en algunos casos de instituciones especializadas (INPA, Colombia; Inape, Uruguay), en otros de Direcciones Nacionales (DNPA, Argentina; Digepesca, Honduras; Enacui, Cuba; DGA, México; Dinaac, Panamá; DPA, Paraguay; DGA, Perú; DRP, República Dominicana; DGSPA, Venezuela), y en los restantes de centros y servicios de desarrollo (CDP, Bolivia; Sernap, Chile; Cendepesca, El Salvador; Inpesca, Nicaragua). Cada organización cuenta con unidades específicas de administración en acuicultura que han venido fortaleciéndose en mayor o menor grado (Tabla 43).

Como se señaló anteriormente, varios países durante 1991 consideraron necesario ajustar la estructura y organización del sector pesquero y de la acuicultura a fin de impulsar el desarrollo de la actividad. Tal es el caso de Colombia, donde fue creado el Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura (INPA), de Argentina, con la constitución de la Dirección de Acuicultura, y de Honduras, con la creación de la Dirección General de Pesca y Acuicultura.

Sin embargo, el marco institucional continua presentando una debilidad originada por los bajos niveles de participación económica que tiene el subsector acuícola en la mayoría de los países. La disminución de la inversión pública y la marcada tendencia a reducir personal, no son condiciones óptimas para el desarrollo armónico de la actividad y, por lo tanto, es ahora que se debe de considerar el establecimiento de mecanismos y estrategias de coordinación, que permitan que las unidades responsables puedan impulsar adecuadamente el desarrollo de la acuicultura, en coordinación efectiva con los sectores productivos y académicos.

Es de particular importancia señalar que el sector privado se está organizando en asociaciones locales y nacionales de productores, a través de las cuales se ha iniciado un proceso de concertación de programas con el sector público, como se puede observar en Colombia, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú y Venezuela.

En el anterior contexto, el futuro de la actividad dependerá en gran medida de los niveles de integración y concertación de acciones entre los sectores público y privado, así como de la creación de empresas mixtas, que permitan aunar esfuerzos en la consecución de propósitos prioritarios que se identifiquen de manera conjunta, con participación interdisciplinaria y multi-institucional y así comprometer efectivamente a todos los agentes vinculados con la actividad en los programas de desarrollo que conjuntamente se formulen, ejecuten y evalúen.

4.7.2 Planificación

En la mayoría de los países, se ha identificado la necesidad de organizar eficientemente los recursos de infraestructura, humanos y financieros, a fin de promover el desarrollo de la acuicultura. No obstante los esfuerzos realizados tanto a nivel de los gobiernos, como de las agencias internacionales de cooperación técnica y financiera, no se cuenta con planes integrales y suficientemente detallados para el desarrollo de la acuicultura, que hayan sido adoptados específicamente en el marco de los planes nacionales de desarrollo económico y social.

Cuando se dispone de programas institucionales, los mecanismos de adopción y ejecución de los mismos presentan dificultades asociadas al estado de evolución del sistema de coordinación de la actividad y frecuentemente no disponen de los presupuestos necesarios para su implementación. Además, se continua presentando la duplicidad de funciones originadas en la falta de comunicación y carencia de planes que coordinen las acciones de las numerosas entidades vinculadas con la acuicultura, tanto en lo correspondiente a la investigación y transferencia de tecnología, como en la ejecución de programas de expansión y fomento acuícola.

Durante la reunión preparatoria del I Curso Avanzado Regional en Planificación y Gerencia en Acuicultura, realizada por el Proyecto Aquila II en Ciudad de México en mayo de 1993, se señaló que la actividad de planificación como instrumento para alcanzar el desarrollo de la acuicultura, ha tenido una evolución discontinua debido a las orientaciones de la política macroeconómica, en la cual predomina un enfoque de economía de mercados y una disminución drástica en la intervención del Estado, situación que se presenta en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe.

La reducción del interés por formular planes de desarrollo se debe en gran medida al escaso éxito de la planificación normativa y al cambio del modelo de desarrollo, donde la sustitución de importaciones ha sido reemplazada por la internacionalización y apertura de la economía. Es importante anotar que los países desarrollados utilizan la planeación implícita o explícita dentro de los esquemas de desarrollo, razón por la cual, en el contexto internacional, es indispensable que, en los países de la Región, la expansión de la acuicultura se enmarque dentro de un sistema de planificación integral que tome en cuenta las orientaciones del sector público así como los requerimientos del sector privado, para alcanzar los niveles de competitividad requeridos.

Considerando el entorno y las tendencias existentes en los países de la Región, es importante promover e instrumentar un sistema de planeación estratégica que permita, por un lado, orientar el proceso de desarrollo de la acuicultura, integrar y racionalizar las acciones del Estado y del sector productivo, y por otro, evaluar los resultados que se obtengan tanto a nivel micro y macroeconómico, como en el ámbito social.

La planificación estratégica puede describirse como un proceso que permite determinar el marco general en el cual han de alcanzarse unos objetivos y metas por medio de la aplicación de estrategias específicas, medidas de política y programas. Como tal, no sólo es un paso fundamental en la preparación de un plan, sino que proporciona los fundamentos esenciales para la formulación apropiada y coordinada de programas y proyectos (planificación táctica) y para la definición de los detalles de su ejecución (planificación orgánica).

Merecen destacarse algunos aspectos esenciales del enfoque de planificación estratégica:

A diferencia de los países desarrollados, la planificación estratégica se utiliza escasamente en América Latina, no obstante que se trata de un instrumento compatible con los preceptos de la economía de mercado.

El consolidamiento de la capacidad de análisis macro y microeconómico, así como de planificación estratégica en la acuicultura constituye para la Región una labor de singular importancia pues permite llenar el vacío que se presenta en este campo en la mayoría de los países.

4.7.3 Legislación

Uno de los elementos que restringen el desarrollo de la acuicultura es la carencia de un marco legal específico para la actividad, que regule las diferentes escalas de producción acuícola, en materia de definición de objetivos y propósitos, permisos, concesiones y restricciones requeridos para el desarrollo de los cultivos, así como la simplificación de los procedimientos y trámites legales, con miras al establecimiento de una “Ventanilla Única”.

La normatividad existente sobre acuicultura está contemplada de manera general en las leyes de pesca. No obstante, por la creciente participación del sector privado, se ha detectado que las disposiciones no son lo suficientemente explícitas o que se requiere del cumplimiento de reglamentaciones originadas en otros sectores como es el caso con la tenencia y uso de tierras y playas, el cumplimiento de normas ambientales y disposiciones emanadas de los sectores económicos y crediticios. Un diagnóstico de la situación señala que en la mayoría de los países no existe unidad de criterios en la aplicación de las reglamentaciones, lo que hace que los trámites para implantar proyectos de acuicultura se tomen demasiado tiempo, desmotivando al inversionista.

Es importante señalar la actual adopción de políticas macroeconómicas que eliminan o disminuyen drásticamente los estímulos que venían siendo otorgados a sectores promisorios, como la acuicultura. Por otra parte, es oportuno mencionar el énfasis que se otorga a las normas ambientales y de protección de los recursos naturales renovables en los países de la Región, las cuales deben ser adoptadas por el sector productivo sin contar en la práctica con claros procedimientos que articulen todas las normas establecidas para el otorgamiento de permisos, licencias y concesiones. La solución a esta problemática podría ser el establecimiento de planes de ordenamiento territorial y ambiental a través de los cuales se establezcan áreas y requisitos que permitan al inversionista determinar, con mayor grado de certidumbre, la posible implantación de proyectos acuícolas.

Es de interés mencionar que varios países cuentan con una reciente Ley de Pesca (Chile, Colombia, México y Perú), y que en otros existen proyectos de legislación pesquera (Argentina, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Venezuela) que están siendo sometidos a estudio y consideración, tanto por el poder Ejecutivo como Legislativo de cada país. Es necesario mencionar que las Leyes establecen los marcos legales que sirven de fundamento a la reglamentación que se requiera específicamente en cada caso, por ello se considera indispensable que dichos reglamentos sean explícitos y que integren la normatividad existente, de forma tal que se unifiquen las disposiciones y se faciliten los trámites exigidos (Tabla 43).

Tabla 43. Marco institucional y legal de la acuicultura en América Latina y el Caribe
PAISINSTITUCIONLEGISLACION
Dirección políticaEjecución
ArgentinaSecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca- Subsecretaría de PescaDirección Nacional de Pesca y Acuicultura (DNPA/Inidep)Existe anteproyecto de Ley de Acuicultura y Pesca Continental.
BrasilMinisterio del Medio AmbienteInstituto Brasileño del Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama)Decreto Ley №221/67 que establece la ordenación pesquera y de acuicultura (Código de Pesca). Decreto (Portaria) №1582/89 Ibama, que establece registro y normas para actividades acuícolas.
BoliviaMinisterio de Asuntos Campesinos y AgropecuariosCentro de Desarrollo Pesquero (CDP)Reglamento de Pesca y Acuicultura (1990).
ChileMinisterio de Economía, Fomento y Reconstrucción - Subsecretaría de PescaServicio Nacional de Pesca (Sernap)Ley de Pesca (1991).
ColombiaMinisterio de AgriculturaInstituto Nacional de Pesca y Acuicultura (INPA)Ley de Pesca (1990) y Reglamentos.
Costa RicaMinisterio de Agricultura y Ganadería (MAG)Dirección General de Recursos Pesqueros y AcuiculturaLa legislación no tiene normas específicas en el campo de la acuicultura.
CubaMinisterio de la Industria PesqueraDirección de Acuicultura. Empresa Nacional de Acuicultura (Enacui)Una Ley General de Pesca que incluye acuicultura está elaborada y sujeta a la aprobación de la Asamblea Nacional.
EcuadorMinisterio de Industrias, Comercio, Integración y Pesca- Subsecretaría de Recursos PesquerosDirección General de PescaLa Ley de Pesca vigente no contempla una legislación específica sobre la actividad, pero se está analizando un anteproyecto de normativa específica para el desarrollo de la acuicultura.
El SalvadorMinisterio de AgriculturaCentro de Desarrollo Pesquero (Cendepesca)Ley de Pesca (1981), regula la acuicultura.
GuatemalaMinisterio de Agricultura, Ganadería y AlimentaciónDirección de Pesca y AcuiculturaExiste un proyecto de Ley Pesquera en estudio del Congreso Nacional.
HondurasSecretaría de Recursos NaturalesDirección General de Pesca y Acuicultura (Digepesca)Ley de Pesca (1959). Existe anteproyecto de Ley General de Pesca y Acuicultura.
MéxicoSecretaría de PescaDirección General de Acuacultura (DGA-Sepesca)Ley de Pesca y su Reglamento (1992).
NicaraguaMinisterio de Economía y DesarrolloDirección de Promoción y Desarrollo Pesquero (Mede-pesca)Ley de Pesca (1961). Existe anteproyecto de Ley General de Pesca y Acuicultura.
PanamáMinisterio de Desarrollo Agropecuario (MIDA)Dirección Nacional de Acuicultura (Dinaac)No existe régimen jurídico específico. Cultivo de camarón marino reglamentado por la Ley 11/74 sobre ejercicio comercial/industrial.
PerúMinisterio de PesqueríaDirección General de Acuicultura (DGA)Ley General de Pesquería y Reglamento.
ParaguaySubsecretaría de Estado de Ganadería (MAG)Departamento de Pesca y Acuicultura (DPA)Existe un proyecto de Ley de Pesca.
República DominicanaSecretaría de Estado de AgriculturaDepartamento de Recursos Pesqueros (DRP)Ley 5914/1961, regula la acuicultura.
UruguayMinisterio de AgriculturaInstituto Nacional de Pesca (Inape)Ley de Pesca (1969). La legislación no tiene disposiciones aplicables a la acuicultura
VenezuelaMinisterio de Agricultura y Cría.Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (Sarpa)Existe un proyecto de Ley Orgánica de Pesca y Acuicultura.

4.8. Estructura de apoyo

4.8.1 Capacitación

En diversas reuniones y documentos (tales como FAO 1976, 1976a, 1978, 1978a, 1983 y Vinatea 1974), se ha planteado la necesidad de una buena formación y capacitación de recursos humanos a los diferentes niveles (obreros, técnicos medios, profesionales y postgraduados) como requisito indispensable para el desarrollo de la acuicultura. De acuerdo con los estudios sectoriales, se puede concluir que en la mayoría de los países de la Región existen cursos formales e informales a diversos niveles.

a) Nivel básico de trabajadores de campo

A nivel de obreros la mayoría de los acuicultores son autodidactas. En algunos países se han organizado cursos de entrenamiento informales de una a varias semanas de duración sobre temas diversos como piscicultura de aguas cálidas, truchicultura, ostricultura, mitilicultura y camaronicultura. Normalmente, dichos cursos son preparados por las instancias coordinadoras de la actividad, por corporaciones de desarrollo locales o por institutos de capacitación agrícola a través de los subprogramas pesqueros, con carácter casual y discontinuo.

b) Nivel medio

Al nivel de técnicos medios existen en varios países de la Región (p. ej.: Argentina, Brasil, Colombia, México y Venezuela), cursos de capacitación formal en áreas de acuicultura, que son dictados en Liceos Náuticos Pesqueros, Centros de Estudios Tecnológicos del Mar, adscritos a los Ministerios o Secretarías de Educación. Lamentablemente en la mayoría de los casos se ha reportado una alta deserción del alumnado en estos centros de capacitación media.

En muchos países de la Región también se han ofrecido cursos informales de actualización en diversas áreas como: nutrición, reproducción y técnicas de cultivo de grupos específicos. En la mayoría de los casos, éstos son organizados por centros o estaciones de acuicultura u organizaciones de productores nacionales, a veces con la cooperación de organismos regionales e internacionales.

En general, para la Región se puede decir que hay una deficiencia de cursos formales permanentes, debidamente estructurados para la capacitación en los niveles básico y medio.

c) Nivel profesional (3er nivel)

En base a la información revisada sobre capacitación en acuicultura profesional en 31 países de la Región5 (Cabrera y Salaya, 1993) se encontró que solamente en Ecuador, existe una carrera de Licenciatura en Acuicultura mediante el sistema tradicional, la cual tiene una duración de 4 años y que se inició en 1987 en la Escuela Superior Politécnica de Guayaquil (Calderón, 1993). Así mismo, la gran mayoría de los profesionales que trabajan en esta actividad, egresaron de carreras tales como Biología, Agronomía, Veterinaria, Zootecnia e Ingeniería Pesquera, donde tomaron algunos cursos electivos en acuicultura y piscicultura. Una proporción relativamente muy baja ha cursado la carrera de Ingeniería mención Acuicultura o Piscicultura, así como biología mención Acuicultura Marina en países como Brasil, Chile, Costa Rica, México, Perú y Venezuela, pero sin lograr una formación básica, equilibrada e integral de la actividad que permita un eficiente y eficaz desempeño como profesional en el campo de la acuicultura en sectores privados o públicos.

Asimismo en varios países de la Región se están dictando cursos de Técnico Superior en Acuicultura pero sin la debida aceptación y demanda por parte del estudiantado y del sector.

Con la idea de enfrentar el problema de capacitación de profesionales en acuicultura que contemple áreas tales como acuicultura, hidrobiología, ingeniería, disciplinas contables, administrativas, económicas y legales, acorde con las necesidades reales y previsibles, se propone crear una Licenciatura en Acuicultura con carácter regional por el sistema mixto (formal y a distancia) con pasantías en granjas acuícolas comerciales, optimizando la integración del sector académico y el sector productivo.

La implementación de esta licenciatura podría hacerse paralelamente en varios países de la región (se sugiere que se podría iniciar en Brasil, Chile, Ecuador y México), en universidades o instituciones equivalentes que tengan la infraestructura física y los recursos humanos necesarios. Así mismo se requiere de una dinámica empresarial productiva que de soporte a la nueva carrera.

La implementación de esta carrera por el sistema mixto permitirá la elaboración de textos y audiovisuales en las diferentes especialidades, que servirán a nivel regional, optimizándose de esta forma el aprovechamiento de los recursos humanos existentes, así como de laboratorios e instalaciones de acuicultura.

d) Diplomado

Se ha observado (ibid.) que en muchos casos se contrata personal profesional de una diversidad de disciplinas para realizar funciones técnicas y administrativas. Esto obliga al personal a auto informarse sobre la marcha, lo cual genera ineficiencias y pérdidas de tiempo extraordinarias. Con el objeto de subsanar en lo posible este problema se propone la idea de implementar el diplomado en Acuicultura General, dirigido a profesionales que deseen especializarse en esta disciplina.

La finalidad es habilitarlos para interactuar profesionalmente en el ámbito de la acuicultura desde su propia profesión. Este diplomado puede ofrecerse en el sistema escolarizado y se contempla la posibilidad de establecerlo también dentro del sistema abierto (a distancia) a fin de hacerlo accesible a todos los interesados sin necesidad de desplazarse de su sitio. Este Diplomado se ha programado para dictarse en 6 módulos, con una duración equivalente a 40 horas de clase-pizarrón del sistema escolarizado.

e) Nivel de Postgrado (Especialidad, Maestría y Doctorado)

El objetivo del Postgrado en Acuicultura es situar al alumno en la frontera del conocimiento a fin de adquirir y generar nuevos conocimientos mediante la investigación. La amplitud y la profundidad del tema, así como los niveles de conocimiento, son los elementos que hacen la diferencia entre cada categoría del postgrado.

5 Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Santa Lucía, San Vincent, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Entre 1981 y 1989, funcionó, con el apoyo de la FAO, el Centro Regional Latinoamericano de Acuicultura (Cerla) en Pirassununga (Brasil), donde se capacitaron más de 200 profesionales de 19 países de la Región, en cursos de un año de duración a nivel de postgrado.

Actualmente se dictan en algunos países de la Región cursos de “especialidades y maestrías en Acuicultura” con una alta orientación hacia aspectos hidrobiológicos o biotecnológicos, con niveles académicos que en opinión de algunos especialistas son deficientes. Además en algunos casos se otorgan estos títulos con cuatro o cinco asignaturas sobre el tema. Así mismo, al comparar algunos programas analíticos de las asignaturas se ha observado que lamentablemente son muy similares a los que se están dictando tanto en niveles de técnicos medios como de licenciatura de otras profesiones. En varios países de la Región se ha observado que algunos de los cursos de postgrado en el área de Acuicultura se dictan en instituciones que no cuentan con el debido soporte de infraestructura física, recursos bibliográficos, laboratorios y estaciones de acuicultura bien acondicionadas, un ambiente de estudio propicio y suficiente contacto con el sector productivo.

Algunos de estos programas son implementados desde la perspectiva y preferencia del grupo de profesionales involucrados, más que orientados a resolver necesidades y problemas nacionales o regionales. Además se ha observado que en estos cursos llegan profesionales de áreas muy diversas como Biólogos, Agrónomos, Veterinarios, Ingenieros Pesqueros, Ecólogos, Geólogos, Ingenieros Acuicultores, etc…, con formaciones bastante disímiles que no permiten optimizar el nivel del postgrado. Lo anteriormente expuesto sugiere la idea de elaborar programas de postgrado en Acuicultura dirigidos a los egresados de la Licenciatura en Acuicultura.

La característica fundamental del postgrado debe ser orientada hacia la preparación de profesionales capaces, entre otros, de crear nuevos sistemas de acuicultura y optimizar los existentes. Los egresados del postgrado estarían en capacidad para hacer nuevos planteamientos en el proceso de desarrollo de la Empresa acuícola, mismos que involucrarían a todos los campos afines a la acuicultura: biotecnología, hidrobiología, manejo medioambiental, socioeconomía, etc…

Finalmente, es recomendable que—por ejemplo, en un contexto Copescal y/o Asociación Latinoamericana de Acuicultura (ALA) —se conforme una instancia de coordinación para la enseñanza de la acuicultura profesional, con el objetivo de lograr una integración y colaboración latinoamericana con economía de gastos y potenciación de resultados, mediante la elaboración conjunta de: programas, contenidos, libros de texto y material didáctico. Asimismo, esta instancia puede analizar las posibles especializaciones nacionales y/o regionales y las posibilidades de intercambio de profesores, investigadores y alumnos. Los sistemas de universidad mixto (sistemas escolarizado y abierto) pueden resultar altamente benéficos y recomendables en algunos países de la Región, debido a que permiten optimizar el uso de los recursos humanos y financieros.

f) Cursos de actualización

En la mayoría de los países de la Región durante los últimos cinco años, se han incrementado en forma significativa los cursos de actualización para profesionales que trabajan en el sector. Estos cursos se están dictando en las diversas áreas del conocimiento acuícola como: Reproducción, Nutrición y Alimentación, Genética, Patología y Procesamiento Postcosecha, así como cursos de Planificación y Gerencia en Acuicultura. La duración de los cursos, muchos de los cuales son de carácter regional o subregional, es de 1 a 12 semanas.

Estos cursos han sido de gran aceptación regional y han cumplido sus objetivos, permitiendo actualizar y elevar el nivel de los profesionales participantes. Sin embargo se debe optimizar la realización y coordinación de los mismos en la Región.

En el caso específico de los cursos organizados por el Proyecto FAO Aquila II, los mismos han tenido una demanda mayor de la prevista, lo cual sugiere que muchos de estos cursos podrían dictarse en el futuro a nivel nacional o para dos o más países subregionales que tengan intereses similares.

A los efectos el Proyecto ha preparado, publicado y distribuido un Manual6 cuyo objetivo es de ofrecer una guía que le permita a las instituciones del sector público y privado, y en general al personal vinculado con la acuicultura de los diferentes países, contar con una orientación detallada para la organización, realización y evaluación de cursos nacionales o subregionales en materia de planificación y gerencia en acuicultura. Además, el Manual facilitará la orientación a los profesores que a nivel nacional se vinculen a cursos de esta naturaleza, así como la selección de los participantes.

4.8.2 Investigación

Siendo la investigación un soporte indispensable para el desarrollo de la acuicultura, la FAO, a través del Proyecto Aquila II, se encargó de realizar un análisis detallado para América Latina y el Caribe, que se puede también considerar como contribución al seguimiento del Estudio Internacional sobre Investigación en Pesca y Acuicultura (Strategy on International Fishery Research—SIFR), promovido por la comunidad internacional de donantes bilaterales y multilaterales.

Los resultados obtenidos se presentan en extenso como segunda parte del presente documento.

El análisis que se llevó a cabo en 19 países de la Región incluye el marco institucional, las investigaciones que se ejecutan en las diferentes áreas y centros acuícolas, la cooperación interinstitucional e interdisciplinaria y la participación de la investigación dentro de los planes de desarrollo de cada uno de los países, a fin de precisar la orientación futura de la misma. Asimismo, con base al diagnóstico, se identifican las prioridades y se establece un plan de acción que permita optimizar el apoyo de la Cooperación Internacional en programas de investigación para el desarrollo de la actividad en un marco regional y subregional.

4.8.3 Difusión e intercambio de la información

Uno de los problemas que enfrenta la Región es la escasa difusión e intercambio de la información en el sector de la acuicultura, entre los países y a nivel nacional, debido principalmente a la insuficiencia de recursos presupuestarios. Aunque se observa que se han incrementado los trabajos en los diferentes aspectos relacionados con la actividad, su difusión e intercambio no han crecido en la misma magnitud.

En la Región se dispone de tres medios de difusión periódica de la información:

Lo anterior sugiere que los boletines, circulares o revistas deberán editarse con subscripción pagada.

Situación similar se observa para algunas revistas nacionales no específicas sobre acuicultura como la Revista de Investigaciones Marinas de la Universidad de la Habana, donde se han publicado resultados de investigaciones en acuicultura, y cuya continuidad está en peligro por problemas financieros. Afortunadamente la Universidad de la Habana y la Universidad Nacional Autónoma de México han firmado un acuerdo para darle a la revista un carácter regional, con un comité editor conformado por investigadores de varios países de la Región.

A los efectos de mejorar la situación del intercambio de información, el Proyecto Aquila II ha implementado en 1992 una actividad denominada “Sistema Informático para la Planificación de la Acuicultura en Latinoamérica y el Caribe” (SIPAL), diseñada con el objetivo de permitir la implementación y manejo de bancos de datos del sector de acuicultura provenientes de varias fuentes nacionales, regionales y globales. En esta actividad, que se encuentra en su fase de realización de un prototipo, se han incorporado Cuba, Chile, Colombia y México. El propósito es que todos los países de la Región se vinculen gradualmente al sistema.

6 Capacitación en planificación y gerencia en acuicultura—Manual-guía. Documento de Campo №18 del Proyecto GCP/RLA/102/ITA Aquila II. FAO. México, D.F.1994.

Como comentario final, se debe hacer hincapié en que esta actividad no tendrá éxito si los coordinadores nacionales y los interesados no participan activamente en el suministro de información y el uso del banco de datos. Así mismo es necesario plantear que este sistema debe ser autosostenible financieramente ya que de lo contrario no se podrá asegurar la continuidad del mismo y posiblemente fracase como otros programas de bancos de datos.

4.8.4 Extensión

Otro de los problemas reiteradamente planteado en los informes nacionales, así como en las diversas reuniones sobre la actividad es el referente a la extensión en acuicultura.

En líneas generales el extensionismo en la mayoría de los países ha sido realizado por las instancias coordinadoras de la actividad como parte de la asistencia a los pescadores artesanales y a los acuicultores rurales, así como algunas asociaciones de carácter privado y mixto, sobre todo en países como Brasil, Panamá y Perú. También los Centros de Investigación y Universidades en la mayoría de los países han venido realizando labores de extensión, pero sin un adecuado plan de acción y de financiamiento.

Comparando los estudios sectoriales realizados en 1988–89 y en 1992–93, se observa que las actividades de extensión se han debilitado, detectándose que la mayoría de los países se caracterizan por:

Dada esta situación crítica, es necesario plantear algunas estrategias que permitan que la actividad de extensión pueda cumplirse eficientemente:

Generalmente, el número de extensionistas debidamente capacitados en los países de la Región es insuficiente, por lo que es recomendable organizar programas regionales o subregionales para capacitar y entrenar el personal especializado que se requiere. Para este fin, las instancias coordinadoras de la acuicultura en los países deberán prestar la debida atención si se quiere desarrollar la actividad.

4.8.5 Cooperación regional

Los países de la Región Latinoamericana y el Caribe han recibido importantes contribuciones para el desarrollo de la acuicultura, provenientes de las agencias de cooperación internacional. Esta cooperación se ha canalizado a través de proyectos que tienden a crear o mejorar la infraestructura disponible, apoyar la ejecución de investigaciones, promover programas de extensión y transferencia de tecnología, capacitar recursos humanos, mejorar la capacidad de planificación, contribuir a la difusión de información y facilitar el proceso de integración y cooperación horizontal, tanto a nivel institucional como de investigadores y productores vinculados a la acuicultura.

El éxito o fracaso de la cooperación internacional depende de los compromisos institucionales, de la capacidad de organización, y gestión, y en general del grado de compromiso que los organismos receptores tengan con los proyectos a fin de suministrar oportunamente los presupuestos de contrapartida requeridos, otorgar los medios materiales correspondientes y asignar el personal que garantice el cumplimiento de los objetivos que se pretenden alcanzar. Asimismo, es oportuno indicar que los resultados que se logren dependen igualmente de los términos que establezca cada agencia internacional, así como de la necesaria coordinación que debe de existir entre los diferentes donantes, a fin de evitar duplicidad de esfuerzos y competencia.

En una visión de conjunto de la cooperación recibida por los países de la Región, es conveniente destacar las actividades que viene cumpliendo el Proyecto Aquila II en 32 países, en materia de capacitación de recursos humanos en áreas tales como planificación y gestión de la acuicultura, soporte a investigaciones sobre nutrición, patología, aprovechamiento de embalses y lagunas costeras, así como difusión de información a través de publicaciones técnicas y conformación de un sistema de información subsectorial.

Igualmente, la FAO, a través de Proyectos de Cooperación Técnica (PCT) financiados con recursos propios, viene apoyando la organización institucional, la elaboración de planes y normas jurídicas para el desarrollo del sector pesquero y acuícola en países tales como Colombia, Cuba, Nicaragua, Paraguay y Venezuela.

El Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID-Canadá) propició la constitución de la Red Regional de Acuicultura, mecanismo de integración y cooperación regional que integró a 14 países de la Región a través de Grupós Técnicos de Trabajo, cursos de capacitación y difusión de información mediante la edición de un boletín periódico con una cobertura de 42 países. El CIID brindó su cooperación a proyectos de investigación sobre cultivo de peces tropicales y moluscos en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú.

La Agencia Internacional de Cooperación Japonesa (JICA) financió la construcción y dotación del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas “Edgar Arellano Moncayo” (Cenaim), de la Espol, en Guayaquil, Ecuador. Esta agencia facilitó los recursos financieros para la construcción del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad del Norte, Coquimbo, Chile, y continúa apoyando la realización de cursos de capacitación en cultivo de moluscos. Además, brindó su colaboración para el establecimiento de un centro piscícola en el Lago Titicaca, en la orilla boliviana.

El Cyted, patrocinado por el gobierno de España, contribuye a la conformación de Redes Temáticas sobre cultivo de camarón marino y moluscos, facilitando fondos para reuniones técnicas y cursos de capacitación en los mencionados campos.

La Comisión de Comunidades Europeas y Oldepesca vienen desarrollando el Programa Regional de Apoyo al Desarrollo de la Pesca Pradepesca en el Istmo Centroamericano, que contempla un proyecto de acuicultura que entre sus actividades apoya la formación y capacitación de recursos humanos; generación y transferencia de tecnología en cultivos de tilapias, camarones marinos y de agua dulce y el fortalecimiento de infraestructura física, así como divulgación y documentación en acuicultura e intercambio lateral de experiencias.

Igualmente, el PEC (Perú, Ecuador, Colombia)—también financiado por la CCE—tiene elementos de acuicultura.

Por otra parte, los países vienen recibiendo ayuda bilateral y multilateral de programas del PNUD, OEA, así como de los gobiernos de Bélgica, China, España, Francia, Holanda, Israel, Italia, Suecia y Reino Unido sobre aspectos específicos relacionados con la expansión de la actividad acuícola.

La reducción de recursos financieros, tanto a nivel de los países como de los fondos de cooperación internacional, dirigidos para el desarrollo de la acuicultura en América Latina y el Caribe, obliga al establecimiento de planes concretos de acción, donde los gobiernos y agencias donantes concentren sus esfuerzos en aquellas actividades prioritarias que se identifiquen, con el objeto de impulsar de manera más eficiente el desarrollo de la acuicultura a las diversas escalas de producción.

Si bien es importante considerar proyectos específicos a nivel de cada país, es indudable la necesidad de propender por el establecimiento de un proyecto regional de cooperación en acuicultura, que asesore la formulación, puesta en marcha y seguimiento de planes nacionales subsectoriales, contribuya al intercambio de conocimientos y experiencias, y a la vez promueva investigaciones y cursos de entrenamiento para conformar y mejorar una “masa crítica” interdisciplinaria que facilite la transferencia tecnológica al sector productivo y auspicie la difusión de información. Las anteriores consideraciones son la base indispensable para alcanzar los niveles de producción y productividad deseables, para que la acuicultura sea competitiva en el nuevo contexto internacional, se constituya en una actividad autosostenible en concordancia con las características ambientales, y contribuya de manera real a la solución de los problemas socioeconómicos presentes en los países Latinoamericanos y del Caribe.

Para lograr la consolidación de un proyecto regional de cooperación, se deberá tener en cuenta por una parte, las experiencias y resultados obtenidos por el Cerla, el Proyecto Aquila y la Red Regional de Acuicultura de América Latina auspiciada por el CIID—Canadá y, por otra, la necesidad de establecer una estrategia regional que concerte intereses comunes y distribución equitativa de beneficios, mediante la definición de prioridades que permitan el establecimiento de acciones conjuntas que puedan ser coordinadas de manera permanente en el largo plazo.

4.9 Estrategias de desarrollo de la acuicultura en la Región

Cualquier estrategia para el desarrollo de la acuicultura debe tomar en consideración la situación socioeconómica crítica que existe en la mayoría de los países de la Región y los estudios de prefactibilidad que se hayan realizado para el cultivo de la especie en cuestión.

Con todos los grados de elasticidad que implican las diferentes clasificaciones de tipos o niveles de acuicultura, se ha considerado conveniente analizar algunas estrategias relacionadas con la acuicultura rural o de pequeña escala, acuicultura industrial de mediana y gran escala (intensiva y semintensiva), piscicultura de embalses y acuicultura en lagunas costeras a fin de tratar de determinar una adecuada y eficaz implementación de las mismas.

4.9.1 Acuicultura rural

De acuerdo a lo planteado en el taller de acuicultura rural realizado en el contexto del VII Simposio Latinoamericano de Acuicultura (Barquisimeto, Venezuela 23–27/12/1992), con la participación de investigadores de 11 países de la Región7, se considera que la acuicultura que se ha llamado tradicionalmente rural, puede dividirse en dos tipos bastante diferenciados:

  1. La acuicultura de los “pobres”, constituye en gran parte lo que se ha llamado acuicultura de subsistencia pero comprende también a los productores que no llegan a consumir todo lo que producen y por lo tanto comercializan una pequeña parte en forma bastante simple (vecinos, pequeños mercados cercanos a la granja, pequeños caveros).

  2. La acuicultura de los “no pobres”, comprende a productores con un cierto grado de solvencia económica. Por lo general es la que practica el campesino medio o hacendado, como parte de todo el complejo de actividades agropecuarias en general y un gran porcentaje de la producción es comercializada.

7 Ver también: M. Martínez Espinosa. 1992. La acuicultura rural: del mito a la realidad. En: Aquila II: Informe septiembre '92 - febrero '93. FAO. México, D.F. 1993; y Entre la acuicultura de los “más pobres” y la de los “menos pobres”. Documento de Campo No21 del Proyecto GCP/RLA/102/ITA Aquila II. FAO. México, D.F. 1994.

Las implicaciones de esta división de la acuicultura rural entre Tipo I y Tipo II son evidentes, sobre todo desde el punto de vista de la planificación y la formulación de proyectos de desarrollo. Los proyectos de Tipo I son de clara orientación social en los cuales el Estado juega un papel preponderante. Dos preguntas surgen inmediatamente al respecto: ¿Qué tipo de acuicultura tiene buenas probabilidades de constituir un verdadero instrumento de ayuda para los “grupos-objeto” más pobres o menos desarrollados? (es decir: ¿Sirve la acuicultura para ayudar a los más pobres?). La segunda pregunta es ¿ Dado el nuevo escenario en la Región derivado de un nuevo modelo de desarrollo con un Estado mucho menos interventor, cual será el futuro de este tipo de actividades, netamente dependientes de la ayuda estatal?.

Con respecto a la primera pregunta y haciendo abstracción de los casos particulares, existen indicios, no sólo en América Latina, sino también en otras partes y en especial en África, de que la acuicultura no siempre es la mejor opción para ayudar a “los más necesitados”. Se considera que la aceptación de este hecho por parte de los apasionados entusiastas de la “acuicultura social” constituiría un logro verdaderamente positivo y evitaría que se siguiera gastando tiempo y dinero en proyectos destinados al fracaso. En los últimos tiempos se le ha comenzado a prestar atención al tema éxito/fracaso de los proyectos de acuicultura rural (sobre todo del Tipo I). Todavía no se tiene una comprensión cabal del problema, lo cual no es de extrañar porque este se enraíza con el tema nada fácil del DESARROLLO RURAL o, si se quiere dramatizar, con el tema todavía más difícil del DESARROLLO. De ahí que sea tan importante darle continuidad a lo que se está haciendo en este campo, pero sobre todo es impostergable que se tome una posición al respecto, en la Región.

Contestar la segunda pregunta, sobre el papel del Estado ante las nuevas reglas de juego, es prácticamente imposible puesto que este es un proceso que todavía está en plena cocción. Un análisis imparcial de la historia reciente del tema no parece mostrar un futuro muy promisorio. Si las cosas no anduvieron bien cuando este tipo de proyectos recibía el apoyo de los Gobiernos, no se puede esperar que ahora prosperen cuando los Gobiernos se están retirando de este y otros campos. Es cierto, sin embargo, que puede llegar a ser más factible para el Estado, aun en las nuevas condiciones, la promoción de la acuicultura rural del Tipo II en donde se da una activa participación de los grupos sociales con poder de gestión, que el desarrollo de la acuicultura rural de orientación netamente social.

Debe admitirse, sin embargo, que el grado de prioridad que los Gobiernos otorguen al desarrollo de la acuicultura rural de los Tipos I y II, y la selección de los grupos-objeto en cada caso, son el resultado de decisiones políticas que atañen exclusivamente a los Gobiernos.

Sin embargo, los profesionales en acuicultura, deben establecer prioridades y orientar a los gobiernos, puesto que en la mayoría de los países se cuenta con recursos limitados. De ahí que el análisis sea de tipo general, en base a las tendencias que hoy en día se observan.

Con respecto a la acuicultura rural de Tipo I, esta no podrá ni deberá abandonarse, pero se tienen que precisar programas y acciones en comunidades específicas, tratando de analizar las posibilidadede éxito que la acuicultura pueda tener en estas comunidades, y no continuar con esos programas nacionales de tipo general.

Con relación a la acuicultura rural de Tipo II, en lineas generales ha sido menos apoyado en la región, pero sin embargo se han desarrollado algunos proyectos por iniciativas privadas, organizaciones no gubernamentales (ONGs) o con apoyo de gobiernos o instituciones estatales, provinciales y municipales. Se cree que este tipo de acuicultura tiene un potencial considerable. Desafortunadamente, esta estrategia de acuicultura casi no ha sido tocada por los Gobiernos y las Agencias de desarrollo.

La acuicultura “industrial” ha contado con los medios para desarrollarse casi al margen de la intervención estatal y en el extremo opuesto, la acuicultura rural de Tipo I ha recibido durante bastante tiempo la atención de los Gobiernos con resultados no siempre satisfactorios. La acuicultura rural que aquí se ha llamado de Tipo II se basa en los campesinos medios y hasta grandes que incluyen esta actividad entre las demás de su granja o hacienda. Aun cuando parte de la producción se consuma localmente, se da casi siempre un excedente que aumenta la oferta de pescado en lugares a los que difícilmente llega este producto y a precios más bajos que los que normalmente se pagan.

Los problemas que enfrenta el de desarrollo de la acuicultura rural Tipo II son principalmente de tipo empresarial y tienen, como es natural, componentes técnicos, económicos y sociales. En cualquier caso, los factores limitantes son de naturaleza bastante distinta a los que se han reportado al analizar la acuicultura rural de Tipo I (FAO 1990). La experiencia indica que para el Tipo II no es tan difícil la adopción de la actividad pero si lo es la superación de un cierto nivel de intensidad. Solamente la aplicación de técnicas y métodos empresariales puede motivarlo a aumentar su producción en intensidad y en área.

En la estrategia que se propone se deben adoptar criterios de desarrollo para áreas geográficas de los países o subregiones, que incluyan los componentes institucionales, técnicos, socioeconómicos y de comercialización.

Con este propósito se deben identificar casos en países que cumplan con los siguientes requisitos:

4.9.2 Acuicultura industrial

El desarrollo de la acuicultura tipo industrial (intensiva o semintensiva) en la Región se ha caracterizado por el cultivo de especies de elevado valor económico para exportación.

Según la información recibida de varios países, se cita que los cultivos intensivos tienen mayores tasas internas de retorno (TIR), que los cultivos semintensivos. Sin embargo la adopción del nivel intensivo o semintensivo dependerá de muchos factores tales como: capacidad de tecnología, recursos humanos, tasas de intereses del financiamiento, costos de la tierra y de la mano de obra, costos de la energía, el abastecimiento de semillas, alimentos y fertilizantes, incentivos gubernamentales a la actividad, así como de los mercados previstos y los grados o niveles de riesgo de la especie a cultivar.

Se ha estimado que la producción industrial por acuicultura en 1990 fue de 139,000 t (FAO 1992a), lo que representó el 50% del total de la producción acuícola de ese mismo año. Dentro de esta clasificación están incluidos camarones marinos, salmones, truchas y la producción de tilapias de Jamaica y Colombia.

En 1991, con base a los datos enviados por los países se ha estimado que la producción de carácter industrial fue del orden de las 200,000 t, lo que representó el 58% del total de la producción para ese año.

Actualmente el cultivo de pectínidos se ha reactivado con nuevas inversiones de tipo industrial en Chile, México y Perú. Los precios de los productos de este grupo han mejorado tanto en forma congelada como en conservas al aumentar los precios de exportación de ostión chileno de 10.4 y 8.3 US$/kg en 1991 a 11.3 y 17.2 US$/kg en 1992. Para comienzos de 1994, se situaban los precios en 10.3 y 19.9 US$/kg, respectivamente (Aquanoticias Internacional, 1993 y 1994).

Por el contrario, de acuerdo con la información recibida de los países, el cultivo tipo industrial del camarón de agua dulce, Macrobrachium rosenbergii — como se mencionó anteriormente — ha bajado sus niveles de producción y el interés de los inversionistas de la Región.

Los problemas que afectan el desarrollo de la acuicultura industrial, están relacionados con los niveles de eficiencia y productividad logrados hasta el presente, las variaciones existentes en la comercialización de la producción y los ajustes de carácter operativo y administrativo en las empresas que exige los cambios que se presentan tanto a nivel de cada país como en el ámbito regional.

El factor que más afecta el desarrollo de este tipo de acuicultura, según lo reportado prácticamente por casi todos los países de la Región, está representado por las altas tasas de interés, que en algunos casos presentan valores hasta del 105% de interés anual. Considerando que el financiamiento es un instrumento necesario para lograr la expansión productiva, se hace indispensable adecuar los esquemas financieros a las características de la actividad en términos de instrumentos, períodos de gracia, intereses, garantías, que les permita a los productores competir en igualdad de condiciones, con otras regiones fuera del continente.

Es imprescindible establecer estrategias de desarrollo, que contemplen entre otros los siguientes aspectos.

  1. Fortalecimiento del sistema científico-tecnológico.

  2. Promover e implementar un sistema de información de precios, mercados y oportunidades, tanto a nivel de los países como de la Región. A los efectos se recomienda apoyar y fortalecer Infopesca.

  3. Mejorar los canales de comunicación entre el sector público y privado, a fin de establecer mecanismos de coordinación a través de los cuales se concerten los planes, programas y acciones que deben adoptarse, para solucionar los problemas que afronta el sector productivo.

  4. Promover la formación de asociaciones de productores y fortalecer aquellas que ya están constituidas, con el propósito de lograr a mediano plazo que el sector productivo pueda adelantar aquellas actividades donde el Estado disminuya su participación y donde el sector privado pueda ser más eficiente. Esto permitirá financiar investigación por parte de las asociaciones usando infraestructura pública.

  5. Apoyar el intercambio de experiencias y asistencia técnica entre los diferentes países y adelantar actividades conjuntas que se identifiquen como prioritarias, lo que permitirá aunar esfuerzos y optimizar los recursos humanos, de infraestructura y financieros disponibles.

4.9.3 Piscicultura de embalses

La piscicultura de embalses como acuicultura de repoblación se inicia en la Región a principios de siglo, basándose principalmente en especies exóticas como trucha, carpa y tilapia. Actualmente México, Brasil y Cuba son los países que la realizan con mayor intensidad.

De acuerdo con FAO, la definición adoptada de acuicultura de embalses es cuando las especies son cosechadas por individuos o asociaciones que han sido sus propietarios durante el período de cría. Se dice por otra parte, que una cosecha es el resultado de la actividad pesquera cuando los organismos acuáticos, en su condición de bien común, pueden ser explotados por cualquiera con o sin la respectiva licencia.

De acuerdo con la anterior definición, la producción de piscicultura en embalses en la Región para 1990 fue estimada en el orden de las 27,000 t8.

8 Sin el espíritu de abrir una disputa sobre dicha definición (si es pesca o es acuicultura) la producción estimada para el mismo año en base a los datos proporcionados por los países fue del orden de las 170,000 tm (México 111,029; Brasil 57,000 y Cuba 21,617).

Sobre el tema se ha escrito bastante en la Región y a nivel mundial; no obstante, dada la nueva situación socioeconómica en la mayoría de los países por la política “neo-liberal” imperante, se recibe la impresión, en base a la mayoría de los estudios sectoriales, que a esta actividad se le está dando menos prioridad y que se debe cambiar su estrategia de enfoque, dirigiéndola a una explotación autosostenible.

Las principales limitantes que han afectado el cultivo en embalses no son de orden técnico sino institucional, logístico y financiero (Loria y Martínez, 1990). Por lo general la administración y manejo de estos cuerpos de agua se hace bajo la responsabilidad de más de un organismo público y todo ello hace muy difícil, en primer lugar obtener los recursos necesarios y después organizar y continuar todas las operaciones que exige la actividad — que no son solamente sembrar y pescar.

No obstante lo anterior, en algunos países de América Central con un gran potencial, a los problemas anteriores también se suman los de tipo técnico relativos a las especies a sembrar, tamaño de los alevines, esfuerzo y organización de la pesca.

En el II Taller sobre manejo y explotación acuícola de embalses, realizado por el Proyecto Aquila II en Ciudad de México entre el 19 y 21 de agosto de 1992, con la participación de especialistas de varios países de la Región, se plantearon diferentes aspectos de interés entre los cuales hay dos de mayor prioridad para tratar de optimizar la actividad:

  1. Es necesario promover un modelo de DESARROLLO AUTOSUSTENTABLE en el aprovechamiento piscícola de los embalses, el cual debe interpretarse tanto en su acepción económica como ecológica. En ambos casos el concepto deberá encontrar su justificación en la necesidad de romper gradual y fehacientemente cualquier posible dependencia de los beneficiarios potenciales tanto de las entidades gubernamentales como de agencias de cooperación.

  2. Ha sido evidente que en los diversos países de América Latina, salvo el caso de Cuba, donde se ha mostrado interés por promover el aprovechamiento del potencial productivo pesquero de los embalses, los esfuerzos se han centrado fundamentalmente en los embalses mayores de 10,000 hectáreas y prácticamente no se han considerado para un trabajo sistemático a los pequeños y medianos embalses, en particular a los cuerpos de agua permanentes con dimensiones entre 100 y 2,000 ha, que tienen mucha mayor posibilidad de manejo acuícola.

    Este último tipo de embalses es presente en todos los países, aunque en pocos casos se tenga una idea aproximada de su disponibilidad.

    Por otra parte, los trabajos de acuicultura semintensiva o intensiva desarrollados en otras regiones (principalmente Asia), han ratificado la importancia que tienen los pequeños embalses, con mayor productividad de organismos acuáticos y con menos problemas de tipo logístico y sociopolítico, por lo que es importante recabar información sobre las experiencias desarrolladas dentro y fuera de la Región.

En base a lo antes expuesto, se incluyó en el Proyecto Aquila II el análisis de una estrategia que favorezca la incorporación de los pequeños y medianos embalses a la producción de organismos acuáticos a través de la acuicultura. Al respecto, debe considerarse lo siguiente:

Al levantar esta información, se podrá disponer, en los países de la Región, de un inventario cuyo potencial productivo podrá ser “inferido” sobre la base de los rendimientos registrados en cultivospiloto desarrollados en embalses-tipo oportunamente seleccionados así como de una evaluación perspectiva de la rentabilidad de la producción a escala comercial, donde mercado e integración de los productores serán elementos sustantivos.

Por otra parte, los modelos piloto a establecer deberán disponer de un proceso previo de planificación que permita asegurar la promoción de acciones comercialmente viables. El diseño general de esta línea, con las características anotadas, se considera como una prioridad para la Región, por lo cual es conveniente precisar en lo posible los países y las instituciones interesadas además de las ya participantes (Brasil, Cuba, Colombia, México, Nicaragua y Venezuela).

4.9.4 Acuicultura en lagunas costeras

Tradicionalmente las lagunas costeras han sido áreas naturales para el desarrollo de la pesca artesanal y de la acuicultura tipo extensiva. Paralelamente son áreas de gran interés ambiental, turístico y económico.

Las lagunas litorales son los ecosistemas más complejos del ambiente marino, donde se involucran toda una gama de fenómenos hidrobiológicos, hidrodinámicos, geológicos, biológicos, climáticos, económicos, sociales, culturales e incluso políticos, sobre todo cuando están sujetas a un intenso aprovechamiento, o bien, cuando en sus márgenes se desarrollan diversas actividades económicas y se asientan comunidades humanas. La importancia de los sistemas lagunares, que representan un gran potencial de recursos pesqueros para la Región, radica en su alta productividad primaria.

El desarrollo de la acuicultura en lágunas costeras debe orientarse hacia aquellas que reciben aportes de agua dulce y que tengan un intercambio con el mar. Asimismo, deberá beneficiar prioritariamente a las poblaciones locales, que tradicionalmente han basado sus sustentos en la extracción de recursos de las lagunas.

En líneas generales en la Región existen numerosas lagunas costeras, donde se han desarrollado proyectos de cultivos comerciales de ostras y camarones. En base a los estudios sectoriales de los países de la Región, así como en las recomendaciones de los dos Talleres sobre manejo y aprovechamiento de las lagunas costeras con fines acuícolas realizados por el Proyecto Aquila (primera fase), en Caracas del 12 al 16 de diciembre de 1988 y por Aquila II en Ciudad de México del 9 al 12 de febrero de 1993, respectivamente, se ha considerado que se debe priorizar la actividad teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  1. En la Región se han invertido cuantiosos recursos en la investigación sobre lagunas costeras, sin el debido y eficiente aprovechamiento de los resultados de las mismas.

  2. Se debe optimizar un enfoque integrado que permita el desarrollo de la acuicultura en las lagunas costeras de la Región, a un nivel compatible con el medio ambiente y que logre a su vez los beneficios socioeconómicos esperados. Para ello se requiere considerar cuatro áreas de estudio relevantes: hidrodinámica, tecnología de producción, socioeconomía y administración.

    El equilibrio hidrodinámico es esencial para el correcto manejo de las lagunas costeras, que reciben aporte de aguas dulces y marinas. La implantación de actividades sustentables de acuicultura está en función del tamaño de las lagunas y de las obras de infraestructura requeridas. Por lo tanto, para minimizar los riesgos ambientales, es indispensable adelantar estudios hidráulicos que garanticen el correcto uso y desarrollo de proyectos acuícolas y de pesca artesanal.

    La tecnología debe ser compatible con el sistema ecológico lagunar a fin de optimizar la producción tanto en las capturas provenientes de la pesca como a través de los cultivos que se implanten. El aprovechamiento óptimo natural de semilla silvestre y la intensidad de los cultivos deben ser evaluados a fin de prevenir impactos negativos en el ambiente.

    En el ámbito de los aspectos socioeconómicos, cabe destacar, que el desarrollo de la “acuicultura ecológica” requiere de un conocimiento social y económico tanto en el área lagunar como en las zonas de influencia de las mismas, para así determinar el impacto en relación con el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades locales.

    Por lo anterior es indispensable:

    El último aspecto, administración, se relaciona con la adecuada ejecución y gestión de proyectos de acuicultura, por lo cual es indispensable:

  3. Desarrollar un proyecto piloto regional, en lagunas tipos, para lo cual los países deberán seleccionar la laguna, sobre la cual se tenga la información mínima requerida en los aspectos biológicos, ambientales, legales y operacionales, así como las instituciones y el personal responsable de la actividad.

  4. Recabar información y lograr la participación de especialistas de otras regiones del mundo como: Asia, Mediterráneo y Norteamérica con la finalidad de intercambiar información, metodologías y experiencias en la gestión de proyectos para el desarrollo de la actividad.

4.10. Comercialización de productos de la acuicultura

En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe la producción proveniente de la acuicultura está estrechamente ligada al mercadeo de los productos pesqueros, debido a que se emplean los mismos procesos de post-producción y canales de comercialización. Tampoco existe una separación entre los datos de comercialización de los productos provenientes de acuicultura y de pesca.

En el caso de Chile, en particular para el salmón cuya producción ha sido orientada hacia la exportación, se realizaron estudios y se desarrollaron mecanismos específicos.

4.10.1 Comportamiento del comercio exterior

En general, la información disponible sobre el comercio exterior de los productos acuícolas de los países de la Región es relativamente escasa, con la excepción de Chile y Ecuador, los cuales aportaron en 1991 el 62.2% del total de la producción regional por acuicultura.

La exportación de productos pesqueros y de la acuicultura tuvo, en el perído 1980–1990, un crecimiento de 60,338 toneladas, al pasar de 1'359,257 t a 1'419,595 t (FAO, 1992c).

En 1990, de acuerdo con los diagnósticos nacionales de Chile y Ecuador, las exportaciones de productos acuícolas de estos países fueron del orden de las 76,000 toneladas (Chile: 24,800 t y Ecuador 51,800 t), lo cual indica que el pequeño crecimiento de las exportaciones de productos pesqueros en el período 1980–90 provino de la producción acuícola, la cual a comienzos de la década aún estaba por desarrollarse.

Así mismo cabe destacar que, en 1992, Chile incrementó sus exportaciones en un 108% con respecto a 1990, al alcanzar las 51,698 toneladas (salmón: 37,529 t; trucha: 11,114 t; alga seca: 1,503 t; agar: 1,233 t; ostión: 241 t; ostras: 57 t y turbot: 17 t), por un valor F.O.B. de US$287 millones, lo que indica el avance de la acuicultura y la dinámica desarrollada para la exportación de sus productos. Para 1994, estas cifras se han duplicado nuevamente.

En el caso de Ecuador, las exportaciones de camarón marino en el año 1991 fueron del orden de las 77,000 toneladas, con un valor F.O.B. de US$491, lo cual significó un incremento del 156% de la producción exportada y del 69% del valor con respecto a 1986. Este menor crecimiento en el valor de las exportaciones fue debido a la caída del precio del camarón, que en 1986 se situó en 9,250 US$/t (F.O.B.), mientras que el precio promedio en 1991 apenas fue de 6,500 US$/t (F.O.B.).

Los otros países de la Región, durante 1991 y 1992, han exportado principalmente camarón marino, trucha y tilapia, pero no se dispone de los datos de exportación.

4.10.2 Principales mercados objetivo de la producción acuícola

América Latina, por sus condiciones geográficas, vínculos económicos y políticas de apertura, ha tenido como principales objetivos la exportación de productos provenientes de la pesca y la acuicultura, a los Estados Unidos, Europa y Japón. Estos tres mercados son altamente competidos y exigentes en cuanto a calidad, volumen y regularidad de suministro. En general, la mayoría de los productos de la acuicultura, a excepción de aquellos provenientes de cultivos de tipo industrial, no logran cumplir totalmente con estos tres requisitos.

De acuerdo con datos correspondientes a 1990 y 1991 los principales productos exportados y sus relativos mercados son:

4.10.3 Mercado interno

Los cultivos semicomerciales y de pequeña escala orientan la producción hacia mercados domésticos, a través de canales de comercialización convencionales. Si bien en algunos casos se han presentado dificultades de colocación de los productos, ello obedece principalmente al alto precio de venta del producto. Es importante señalar que los gustos y preferencias del consumidor se han modificado, como se puede apreciar en el menor tamaño en que es aceptado un pez nativo como la cachama en Perú (250 g), Colombia (500 g) y Brasil (700 g), países en los cuales los consumidores requerían tamaños superiores a los 1,000 g. Igualmente se debe comentar la alta aceptación que ha tenido la tilapia (mojarra) en los consumidores mexicanos.

4.10.4 Perspectivas de comercialización

Si bien es cierto que la acuicultura puede producir especies con orientación a los mercados internos, es necesario tener en cuenta que la Región Latinoamericana y del Caribe enfrenta grandes retos que tienen que ver con la necesidad de garantizar su participación en el mercado mundial no sólo de aquellos productos que han logrado posicionarse, tales como el camarón y el salmón, sino de los que están en proceso de expansión como es el caso de la tilapia roja y trucha, ante un mercado cada vez más exigente e incierto.

La posibilidad de consolidar ciertos mercados objetivos (Japón, Europa y Estados Unidos) debe superar las dificultades que se presentan en materia de competencia de suministro, calidad y precios. Por ello, es importante orientar los esfuerzos al estudio de sistemas de post-producción y de mercadeo que permitan tener una calidad óptima y disponer de la información necesaria para poder competir con los demás países productores. Lo anterior supone que la producción se realice en términos de una eficiencia tal, que permitan que los cultivos tengan la rentabilidad necesaria que justifique las inversiones.

Por otro lado, es necesario explorar las posibilidades que tiene el mercado regional y subregional de América Latina y el Caribe, a fin de contar con alternativas que en un momento dado hagan viable la expansión de la acuicultura. Lo anterior implica necesariamente elaborar estudios de mercado que evalúen las necesidades, preferencias y poder adquisitivo de las poblaciones asentadas en centros urbanos y así facilitar la colocación de la producción acuícola en condiciones de competitividad frente a otros productos de origen pesquero y pecuario.

4.11. Perspectivas de desarrollo

La acuicultura a nivel mundial tiene una alta potencialidad debido fundamentalmente a las pocas posibilidades de aumentar la oferta de productos pesqueros provenientes del medio natural. Esta situación no es ajena a Latinoamérica y el Caribe, región que tiene una amplia zona costera y está irrigada por cuencas hidrográficas que presentan condiciones propicias para el desarrollo de la actividad no sólo a nivel de subsistencia sino a pequeña, mediana y gran escala. En el continente Latinoamericano la acuicultura no ha sido tradicional, iniciándose hace no más de medio siglo, y por ello su desarrollo no ha sido tan evidente como en el Este y Sudeste Asiático.

Si bien en la última década la acuicultura tomó un impulso en varios países y se observa un crecimiento general en la Región, es claro que esta actividad no ha logrado alcanzar altos niveles de desarrollo y se constituye como un subsector marginal de la economía en la mayoría de los países, con algunas excepciones como son las producciones alcanzadas en Ecuador y Chile.

Sin lugar a dudas los cambios en las políticas encaminados a internacionalizar la economía, hacen prever que la acuicultura deberá modificar sus estrategias de desarrollo y adoptar modelos que consideren un mejoramiento en la eficiencia tanto en la producción, como en el procesamiento y mercadeo de sus productos a nivel nacional, regional e internacional.

Al analizar las nuevas medidas macroeconómicas que se vienen presentando en los países del continente, y los niveles de desarrollo alcanzados en la acuicultura, se presentan una serie de interrogantes como son: ¿cuál es el futuro de la actividad en la Región? ¿cuáles serán las posibilidades de competir en los mercados domésticos y externos? ¿en qué medida participará la actividad en la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad de los recursos acuáticos? ¿cuál será su contribución al mejoramiento de la calidad de vida de la población?

El desarrollo de la actividad debe considerar las condiciones que enfrenta la Región para insertarse en un contexto mundial que se caracteriza por la internacionalización de los mercados y la globalización de la economía. Ello exige tomar en cuenta la necesidad de superar las limitantes relacionadas con las restricciones existentes en el gasto público, la presión inflacionaria, el servicio de la deuda externa, y la definición del papel del estado y sus relaciones con el sector privado.

El futuro de la acuicultura en la Región dependerá de múltiples factores que guardan relación, no sólo con la concertación de intereses entre el sector público y el privado, sino en la capacidad de adoptar tecnologías de punta que permitan alcanzar niveles eficientes de producción y productividad y así poder competir en un mercado cada vez más exigente, en términos de calidad, suministro regular y bajos precios.

En este marco, es necesario tener en cuenta un conjunto de aspectos como son:

  1. El futuro de la acuicultura demanda de un esfuerzo continuo de planificación, por lo que es indispensable establecer criterios de gestión de administración, así como la adopción de legislaciones que tomen en cuenta las características del sector, la concertación de intereses y el mejoramiento del soporte institucional que apoya el desarrollo de esta actividad productiva.

  2. Es necesario resaltar la estrecha relación que existe entre el desarrollo de la acuicultura y las características ambientales, por lo que es indispensable establecer planes de ordenamiento que tomen en cuenta los recursos naturales renovables y el medio ambiente, así como consideraciones antropológicas y sociales relacionadas con las comunidades que tradicionalmente vienen aprovechando estos recursos. Bajo condiciones ambientales favorables y con el soporte tecnológico e institucional requerido se podrá determinar y aprovechar la potencialidad que ofrecen las zonas rurales y costeras para el desarrollo acuícola.

  3. En la proyección futura de la actividad, tiene particular relevancia la generación y transferencia de tecnología. A pesar de que existen en los países de la Región núcleos de investigadores y centros especializados, existen vacíos en áreas tales como fisiología, nutrición, control sanitario, genética, procesamiento post-cosecha, economía y administración acuícola, que requieren no sólo del apoyo de infraestructura y equipos, sino de personal calificado que configure una sólida base, idónea para asimilar en forma permanente los cambios tecnológicos que requiere la acuicultura.

  4. La capacitación de personal no sólo debe considerar la formación de una “masa crítica” de ejecutivos, sino la formación de personal a nivel medio y operativo, que apoye la ejecución de actividades de investigación, manejo y funcionamiento de las unidades de producción, post-producción y mercadeo de productos.

  5. La cooperación técnica y financiera externa ha jugado un papel activo en el desarrollo de la acuicultura, sin embargo, las posibilidades futuras de expansión se asocian con un mayor potenciamiento de la cooperación internacional, mediante procesos de coordinación y complementariedad de los diversos proyectos y programas de cooperación existentes y que se prevean realizar.

    El fortalecimiento de mecanismos de cooperación regional, que integren y faciliten el intercambio multilateral y la cooperación horizontal son de fundamental importancia. Por lo tanto es indispensable institucionalizar, a través de los organismos regionales como COPESCAL u otras instancias, un sistema de cooperación de largo plazo, que permita superar las deficiencias que se presentan por la interrupción y falta de continuidad de acciones de apoyo al proceso de desarrollo regional de la acuicultura.

Por último, es necesario destacar que América Latina y el Caribe tienen excelentes posibilidades de integrar más dinámicamente la acuicultura a las estrategias de desarrollo nacional y regional, pues existen factores que viabilizan esta actividad como son: la presencia de condiciones ambientales propicias, la existencia de núcleos de investigación y profesionales capacitados, y la experiencia del sector privado, que ha identificado la acuicultura como una actividad productiva que muestra opciones propicias de inversión.

Las limitantes institucionales, socioeconómicas y legales identificadas requieren de un esfuerzo conjunto y concertado que le permita a la actividad acuícola constituirse como una opción alternativa de producción que beneficie equitativamente a la población de la Región y que contribuya de manera efectiva a mejorar las condiciones socioeconómicas de los países.

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