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7. RECOMENDACIONES

Considerando el amplio marco de referencia dado a la Consulta, y la diversidad de recomendaciones que surgieron de la discusión, los participantes acordaron agrupar sus recomendaciones de acuerdo a las distintas audiencias a las que van principalmente dirigidas. Los grupos acordados son los siguientes:

  1. las organizaciones internacionales,
  2. los Gobiernos,
  3. los acuicultores y administración de pesquerías,
  4. los conservacionistas,
  5. los investigadores científicos.

Gran parte del esfuerzo necesario para llevar a cabo la Consulta proviene del trabajo continuo del Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) para establecer una estrategia global para la conservación de los recursos genéticos. Por esta razón la Consulta dio particular atención a las actividades necesarias para establecer e implementar una estrategia global de conservación de los recursos genéticos de los peces. Muchas de las recomendaciones siguientes en todas las categorías, fueron formuladas para contribuir al desarrollo de tal estrategia global, como fue propuesto por el PNUMA para la conservación a largo plazo. El primer conjunto de recomendaciones, dirigido a las organizaciones internacionales, está particularmente encauzado a lograr apoyo institucional para programas de conservación de los recursos genéticos y en este caso se proporcionan detalles adicionales en los apéndices. De la misma manera las recomendaciones a los científicos primariamente, tratan de proporcionar fundamentos para tales estrategias.

El grupo también consideró acciones inmediatas para la administración más efectiva del uso actual de los recursos acuáticos. Las recomendaciones concernientes a dichas acciones están agrupadas principalmente con las dirigidas a los gobiernos, a los administradores de pesquerías y a los acuicultores.

7.1 Recomendaciones dirigidas primariamente a las organizaciones internacionales

  1. La FAO, a través de programas cooperativos con otros organismos internacionales debería promover en las comunidades relacionadas con las pesquerías y con la acuicultura, a niveles regionales y nacionales, una concientización profundamente arraigada de los conceptos de la preservación genética. Estos objetivos deberían ser cumplidos a corto plazo por medio de la elaboración y distribución de manuales de capacitación y de documentos informativos, que requieren ser seguidos inmediatamente por talleres.

  2. Los criterios biológicos para la elaboración de proyectos de administración de las reservas acuáticas necesitan ser definidos a partir de principios genéticos, ecológicos y demográficos. Una consulta de expertos, que cuenten con antecedentes teóricos, experimentales o de aplicación, y representen las áreas críticas del conocimiento debería ser llevada a cabo para definir los criterios biológicos del proyecto y de la administración de las reservas acuáticas, a fin de preservar los stocks genéticos naturales de peces y de otros organismos acuáticos. La Consulta debería incluir en sus consideraciones principios genéticos, ecológicos y demográficos.

  3. Se recomienda establecer centros internacionales, preferentemente de carácter regional, donde grupos de investigadores experimentados deberían: (1) reunir datos básicos biológicos y genéticos sobre stocks de peces sujetos o potencialmente sujetos a explotación, y (2) divulgar tal información a través de catálogos, boletines, etc., a fin de proporcionar mecanismos más directos para la resolución de problemas y controversias biológicos relevantes a nivel internacional, particularmente los relacionados con la explotación de las especies ícticas. Atención especial se debe dar a los componentes, y a las especies que puedan ser consideradas para introducir en cuencas distintas o a través de fronteras nacionales (ver apéndice 2).

  4. La Unesco y tal vez otros organismos internacionales, como la FAO y la UICN, deberían considerar el establecimiento de un programa de educación y capacitación, a niveles nacional y regional, sobre la conservación y preservación de los recursos genéticos de los peces y de otros organismos acuáticos. Como base de su labor educativa, el programa debería compilar información básica (a) sobre la diversidad y vulnerabilidad de los recursos genéticos acuáticos, (b) sobre los procedimientos para la identificación de las especies y poblaciones vulnerables y (c) sobre los métodos apropiados que aseguren que la información sobre la vulnerabilidad y sobre los peligros a los que están sujetos los recursos genéticos, sea tomada en cuenta por organismos competentes para actuar (ver apéndice 3).

  5. La lluvia ácida es hoy por hoy una amenaza particularmente seria para los recursos genéticos de los organismos acuáticos y un problema que requiere una acción internacional. La FAO y otros organismos internacionales públicos y privados deberían promover que los gobiernos acuerden protocolos adecuados para el control de la cantidad de azufre que sea descargado a la atmósfera.

  6. Se alienta a las muchas organizaciones internacionales establecidas para reglamentar la explotación de las poblaciones de peces (por ejemplo Comisión Asesora Europea sobre Pesca Continental - CAEPC -, Consejo Internacional para la Exploración del Mar - CIEM -, la Comisión de Pesquerías de los Grandes Lagos, etc.) en sus esfuerzos para evitar la extinción y el deterioro genético de poblaciones valiosas.

7.2 Recomendaciones dirigidas primariamente a los gobiernos

  1. Las introducciones de especies nuevas en sistemas acuáticos, a menudo han tenido serias consecuencias sobre los recursos existentes. Los gobiernos que no cuenten con procedimientos para asegurar que un análisis objetivo de los riesgos preceda la introducción de un organismo acuático en aguas nacionales, deben, de inmediato, tomar medidas para establecerlos. Los datos genéticos, conductuales y ecológicos, así como su potencial para introducir enfermedades, deberían ser incluidos en el análisis de riesgos. En conexión con esto, los gobiernos deben estar conscientes de que la probabilidad de fuga de especies acuáticas cultivadas (aun de aquéllas mantenidas únicamente con propósitos de investigación) es tan alta que los esfuerzos para confinar los animales acuáticos importados de ninguna manera obvia la necesidad de evaluar tal riesgo.

  2. Los gobiernos deberían considerar urgentemente el establecimiento de reservas marinas y de agua dulce de acuerdo a los principios que se han establecido para las reservas terrestres (ver 7.1, recomendación 2 y 7.4, recomendación 2).

  3. Los gobiernos deben insistir que se evalúen los impactos potenciales de proyectos de desarrollo hidroeléctrico, de irrigación u otros relacionados con las pesquerías y los recursos genéticos ícticos, desde las primeras etapas de estudio, a fin de que se asegure la posibilidad de examinar alternativas adecuadas.

  4. El deterioro medioambiental (por contaminación, azolvamiento y erosión, etc.) representa generalmente una amenaza más importante para la preservación de los recursos genéticos ícticos, que su explotación directa. Los gobiernos deseosos de proteger estos recursos, no deberían escatimar esfuerzo alguno para asegurar que el daño medioambiental a los cuerpos de agua naturales, sea minimizado.

7.3 Recomendaciones a los acuicultores y administradores de pesquerías

  1. Los criaderos de peces deberían estar preocupados por la continua adaptación (viabilidad, vigor, fecundidad) de sus stocks y deberían mantener el tamaño efectivo de población, Ne, de los stocks de 50 o más para la cría a corto plazo y para programas de cultivo, y mucho más (alrededor de 500) para la protección de la variabilidad genética de las líneas. Las técnicas que involucran consanguinidad deberían ser utilizadas sólo para metas genéticas específicas y sólo cuando un estricto control genético sea posible y pueda ser usado junto con otros programas de selección.

  2. Los investigadores que trabajen en el área de la acuicultura, en sus esfuerzos para lograr la domesticación, deberían colectar stocks fundadores de tantos lugares dentro del ámbito de distribución como sea posible, con el fin de asegurar que, por lo menos en sus etapas iniciales, se parta de una base genética lo más amplia posible. Estos stocks deberían someterse a una amplia gama de análisis genéticos para asegurarse que el grupo fundador pertenece a la misma especie y que los individuos son compatibles cromosómica y genéticamente.

  3. La investigación sobre las técnicas artificiales de propagación, incluyendo las de fertilización y desarrollo in vitro, debería tener alta prioridad para poder auxiliar en programas de preservación genética durante las etapas iniciales de la domesticación. El uso de técnicas especializadas de cría, tales como la ginogénesis, están siendo éxitosamente aplicadas en la domesticación de algunas especies de peces y debería lograrse un mayor desarrollo de ellas como parte de los esfuerzos para domesticar nuevas especies o grupos genéticos.

  4. Los esfuerzos de los acuicultores e investigadores deben dirigirse, no sólo a preservar y mantener los stocks actualmente domesticados en unidades de cultivo, sino también a preservar y mantener las poblaciones silvestres filogenéticamente próximas de estos grupos genéticos como valiosos reservorios de variación genética. Además es importante documentar el proceso de la domesticación, incluyendo el origen e historial de los stocks silvestres.

  5. Los investigadores que trabajan en el área de la acuicultura, los acuicultores y los administradores de pesquerías, deben estar conscientes de las limitaciones de los métodos actuales de estimación de la variación genética, especialmente cuando sean utilizados para determinar a priori cuáles especies, poblaciones geográficas o grupos deben ser seleccionados para ser domesticados o para repoblar aguas naturales.

  6. Las piscifactorías que llevan a cabo programas de introducción o de repoblación en zonas naturales deberían estar conscientes del hecho de que pueden producirse cambios genéticos en los ecosistemas naturales como consecuencia de la utilización de poblaciones endogámicas. Tales stocks son adecuados únicamente para pesquerías basadas en la extracción y repoblación de un cuerpo de agua, y ello sólo si es probable que no se mezclen con los stocks nativos. Deberían asimismo tomar consciencia de las posibles consecuencias genéticas y en la ecología de los stocks naturales de peces y en las pesquerías, resultantes de usar reproductores con desviaciones en sus frecuencias alélicas, genotípicas y fenotípicas, recolectados en un área para producir semilla para la repoblación de otra zona.

  7. Los acuicultores, los investigadores que trabajan en acuicultura y los administradores de pesquerías naturales deberían encaminar sus esfuerzos hacia el desarrollo de metodologías, protocolos y sistemas de cría basados en la genética, para la generación de grupos genéticos adecuados para repoblar pesquerías naturales deterioradas (especialmente las de aguas continentales). En este esfuerzo debería también incluirse metodología de evaluación de la productividad y de la supervivencia de las características del grupo liberado.

  8. Las técnicas morfológicas, merísticas y electroforéticas deberían ser utilizadas cuando se juezgue adecuado, para estudiar las especies ícticas comercialmente explotadas, a fin de encontrar mercadores poblacionales específicos de cada especie. Las poblaciones que puedan ser identificadas por fenotipos o frecuencias génicas peculiares, deben ser monitoreadas para evitar la sobrepesca de grupos específicos y así disminuir la probabilidad de eliminar los recursos genéticos de poblaciones singulares.

  9. Grupos de trabajo anteriores han recomendado que se establezca un sistema internacional para la designación de cepas y stocks ícticos utilizados en la acuicultura y en pisicifactorías. Aunque exista la opinión de que esto es todavía impráctico, creemos que los criadores deberían iniciar este procedimiento para algunos peces, por ejemplo, la carpa común, la trucha arco iris, la Tilapia nilotica, y que las discusiones podrían iniciarse en una futura reunión internacional de criadores de peces o acuicultores. La Oficina de la FAO de los recursos fitogenéticos podría proporcionar antecedentes utilizando su amplia experiencia en la preservación de razas naturales definidas genética y geográficamente.

7.4 Recomendaciones dirigidas primariamente a la comunidad conservacionista

  1. Debería incrementarse el esfuerzo encaminado a identificar las poblaciones explotadas o en peligro de extinción, a resolver algunos de los problemas taxonómicos más importantes existentes en algunas partes del mundo (especialmente en Sudamérica y Africa) y a comprender la función de las diversas especies de peces en los ecosistemas de estas regiones.

  2. Se debería planear una secuencia de reuniones internacionales en los años inmediatos a fin de definir los lugares y la forma en que se deben establecer parques marinos y de agua dulce (Reservas de la biósfera). Cada reunión o grupo de trabajo debería reunir expertos regionales y científicos especializados en un hábitat específico Deberían incluirse por ejemplo, hábitats de manglar, arrecifes coralinos, aguas salobres, ríos tropicales y hábitats lacustres tropicales mayores. A fin de facilitar la creación de parques marinos y de agua dulce, debería establecerse un grupo de trabajo para discutir y determinar las dimensiones y formas geográficas de las reservas genéticas acuáticas naturales, tomando en consideración criterior ecológicos, demográficos y genéticos (ver sección 7.1, recomendación 2 y sección 7.2, recomendación 2).

  3. Se debería colaborar con los administradores de acuarios y con los aficionados a fin de mantener stocks de especies raras o en peligro de extinción, tal como se lleva a cabo en los zoológicos de aves y mamíferos, tomando en plena consideración la necesidad de mantener poblaciones adecuadamente grandes de cada especie.

  4. Se debe considerar la creación de proyectos nacionales o internacionales de monitoreo de peces, tales como el de la vigilancia de la trucha silvestre y de la umbra, que se está organizando actualmente.

  5. Existe la necesidad general de identificar áreas geográficas importantes, especies y sus ámbitos de distribución a fin de proporcionar antecedentes para la toma de decisiones sobre dónde, qué y cómo se deben iniciar los programas de preservación de peces potencialmente amenzados de extinción. Los conservacionistas deberían colaborar con organismos tales como la UICN para catalogar los recursos genéticos en peligro de extinción.

7.5 Recomendaciones dirigidas primariamente a la comunidad científica

  1. Las razas fisiológicas han sido reconocidas desde hace muchos años y, sin embargo, no se conoce si las diferencias fisiológicas entre poblaciones de peces son representativas de diferencias genéticas. La variación fisiológica está influida por variables medioambientales que hacen que las bases genéticas de estas variables sean de difícil elucidación. Investigaciones sobre estos problemas son necesarias con urgencia.

  2. El monitoreo de la variabilidad genética en poblaciones ícticas naturales y cultivadas tiene muchas ventajas. Sin embargo, no se sabe si los diferentes métodos de evaluación de la variabilidad genética sean representativos de varianza genómica per se. Por lo tanto, se recomienda complementar investigaciones sobre este tema. Las correlaciones entre variación electroforética, merística y morfológica deben examinarse en numerosas especies ícticas para determinar cuáles métodos proporcionan estimaciones fidedignas de la variación genética de las especies. Estos estudios deberían ser enriquecidos, siempre que sea posible, con el examen de cambios inducidos artificialmente en la variación genética a través de la consanguinidad.

  3. Por varias razones, se considera conveniente el monitoreo genético (electroforético) de diversas especies y poblaciones de peces en el transcurso de su explotación: por ejemplo (1) existe la posibilidad de que patrones de cambio similares sean detectados en diferentes poblaciones explotadas; (2) se puede encontrar y utilizar como indicadores de sobreexplotación, correlaciones bioquímicas con cambios en la estructura de los grupos de edad o talla.

  4. Los avances recientes en las técnicas de ingeniería genética permiten vislumbrar que la transferencia de información genética entre especies de peces no emparentadas, será posible en el futuro próximo. Las investigaciones sobre este tema deben ser alentadas ya que ampliarán la base de los recursos genéticos disponibles para las pesquerías.

  5. Las investigaciones sobre la criopreservación de esperma, huevos y embriones de peces, deben acelerarse.

  6. En las regiones tropicales donde gran parte de los ecosistemas se conocen muy deficientemente y gran parte de las especies no han sido descritas, se deben emprender amplios estudios ecológicos y sistemáticos (taxonómicos).

  7. Es necesario realizar investigaciones acerca del control de los híbridos estériles y de su repercusión en el ecosistema. Es particularmente importante evaluar el eventual escape genético de los stocks híbridos estériles y su posible impacto en las poblaciones silvestres.


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