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ESPECIES RARAS Y
COMUNES EN EL
BOSQUE TROPICAL

4.1. Diversidad de especies y rareza

La característica más sobresaliente de un bosque tropical es el gran número de especies e individuos que constituyen el estrato arbóreo. Existen evidencias de que una hectárea de tierra firme en la Amazonia de Brasil contiene de 200 a 300 especies arbóreas. En México Espinoza (1987) reporta en las etapas más avanzadas de la sucesión 75 especies por hectárea. Jackson, 1981, citado por Kageyama (1996) estudió, en la selva Atlántica de Brasil, 227 especies diferentes. La consecuencia principal de esa diversidad es la presencia de muchas familias o la predominancia de alguna de ellas; por lo general, en la composición del bosque tropical algunas especies están representadas por un gran número de individuos, mientras que otras ocurren en muy baja densidad por hectárea.

Por ejemplo en el sitio experimental de la Isla Barro Colorado, Condit et al (1996) enumeran todas las especies leñosas, árboles, arbustos y lianas mayores de 10 milímetros de diámetro a 1.30 m de altura, en tres censos sucesivos realizados durante 1982, 1985 y 1990 en una parcela de 50 ha que el Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical mantiene en Panamá. Los autores reportan un total de 313 especies con rangos de presencia extremos que van desde uno hasta 40,511 individuos en las 50 ha. La población total es de 244,228 individuos, que representan un promedio de 4885 plantas por hectárea. El 36.74 % de las especies (115) presentan de 1 hasta 50 individuos, o sea de 0.02 a 1.0 individuos por ha en promedio. A continuación se pueden observar los datos para algunas de las especies, entre ellas algunas meliáceas de los géneros: Cedrela, Guarea y Trichilia y el equivalente a su frecuencia por hectárea:

Tabla 3. RESULTADOS DEL CENSO PARA EL SITIO EXPERIMENTAL DE LA ISLA BARRO COLORADO, PANAMÁ, DEL INSTITUTO SMITHSONIANO DE INVESTIGACIÓN TROPICAL (1996)

Año del censo198219851990
Especie50 ha1 ha50 ha1 ha50 ha1 ha
Hybanthus prunifolius39,87279741,15482340,511810
Trichilia tuberculata12,92725813,16626313,298266
Alseis blackiana7,5951528,0571618,424168
Guarea grandifolia551.1571.14621.24
Guarea guidonia178135.62182936.58196839.36
Astronium graveolens651.3591.18661.32
Terminalia amazónica621.24601.2591.18
Tabebuia guayacan761.52741.48731.46
Tabebuia rosea3166.3230063166.32
Cedrela odorata50.120.0490.18
Ceiba pentandra721.44671.34611.22
Cordia alliodora1112.221082.161192.38
Dendropanax arboreus180.36180.36160.32

Condit et al, 1996.

Kageyama, Namkoong y Roberds (1991) señalan que para los bosques tropicales de la Floresta Atlántica de Brasil, cerca de 30 % de las especies presentes, están representadas por uno o menos de un individuo adulto por hectárea, siendo estas denominadas como especies raras, por otro lado alrededor del 30 % de los individuos del bosque se refieren sólamente a tres de las especies más comunes en la comunidad.

Kageyama (1996) hace énfasis en que la rareza de las especies puede ser considerada una cuestión evolutiva en los trópicos, en donde la interacción de plantas y animales imprimió un sistema de defensa en las plantas, siendo la rareza una de estas estrategias para su protección contra los animales y microorganismos (Janzen, 1970). Otra estrategia evolutiva sería la producción de compuestos químicos secundarios en algunas de estas especies (Kriecher, 1990).

Por otro lado, la polinización y la dispersión de semillas en las especies raras son realizadas por vectores de vuelo largo, mostrando nuevamente el carácter evolutivo de la rareza (Kageyama y Patiño, 1985; Bawa y Ashton, 1991). Gandara (1995) encontró, por análisis de isoenzimas que algunos alelos raros pueden ser detectados en individuos localizados a más de 950 metros de su origen en poblaciones naturales de Cedrela fissilis, en Brasil.

Lo interesante es que las especies de Swietenia y Cedrela son clasificadas como monóicas (Gandara, 1995). El polinizador de S. mahagony detectado por Howard et al (1995) es un insecto muy pequeño, un Thrips (Thysanoptera). En Brasil, Cedrela fissilis fué estudiada por Crestana (Kageyama, 1996) y encontró solamente Thrips visitando las flores de la especie; a su vez Parraguirre y Calix (1996) reportan en México, la presencia de Thrips visitando las flores de S. macrophylla, confirmando que posiblemente estos dos géneros podrían tener este polinizador común.

4.2. Swietenia y Cedrela asociadas con rareza

De acuerdo a las evidencias existentes, las especies de meliáceas no siguen los patrones de regeneración de la mayoría de las especies más comunes, o sea aquellas que presentan alta densidad de individuos por hectárea (Patiño y Marín, 1991; Kageyama, 1996). Muchas de las especies de importancia económica, como Swietenia y Cedrela, se clasifican en el grupo de especies raras. Gandara (1995) encontró en un bosque natural primario en Brasil una densidad de 34 indivíduos adultos en 270 hectáreas, o 1 árbol en cada 8 hectáreas. Para S. macrophylla, FUNTAC (1990) encontró 1 árbol por 10 hectáreas (mayores de 20 cm de diámetro) en Acre-Brasil; Gullison y Hardner (1993) observaron una densidad de un árbol por 8 hectáreas en Bolivia; Veríssimo et al (1995) apunta una densidad de 1 árbol por 4 hectáreas (mayores de 30 cm de diámetro) en la Amazonia Brasileña; Miller (1940) encontró en Belize un árbol por hectárea; y Ciferri ((1933) cuatro árboles por hectárea en Santo Domingo.

En el caso de México, en los inventarios forestales realizados en Ejidos del sur de Quintana Roo por los Servicios Forestales correspondientes, se obtuvieron los árboles de caoba por hectárea expresados en el siguiente cuadro (Patiño, 1995).

Debe señalarse que los árboles con diámetros menores o iguales a 15 cm son más numerosos, permitiendo una incorporación a las clases de diámetros cortables que pueden garantizar, en el futuro, que la especie permanezca y que la oferta de madera no disminuya.

Para el estado de Campeche, México, también a partir de inventarios forestales realizados en la parte centro y sureste se han obtenido cifras similares a las presentadas para las poblaciones de Quintana Roo (Patiño, 1996), para la frecuencia y abundancia de especies arbóreas, que coinciden en lo general con lo expresado por Patiño (1987).

Tabla 4. PRESENCIA DE CAOBA (SWIETENIA MACROPHYLLA KING) EN LAS ÁREAS FORESTALES PERMANENTES EN EL SUR DE QUINTANA ROO (DATOS DE INVENTARIOS DE OCTUBRE DE 1990)

 Diámetro menor o igual a 15 cmDiámetro aprovechable mayor de 50 cm
NOMBRE DEL EJIDONúmero de árboles por haÁrea Basal m2/haVolumen fuste limpio m3/haNúmero de árboles por haÁrea Basal m2/haVolumen fuste limpio m3/ha
Caobas3.630.452.740.530.231.24
Plan de la Noria5.780.332.340.080.030.16
Divorciados11.11 1.137.951.070.382.28
Manuel Ávila Camacho4.910,673.680.660.271.41
Petcacab6.680.845.360.920.362.00
Nohbec6.061.006.631.140.583.63
Tres Garantías4.680.563.120.510.251.20
Botes8.290.784.720.700.241.21
PROMEDIOS6.390.724.570.700.291.64

Fuente: Memoria General de Inventario, Sociedad de Productores Forestales Ejidales de Quintana Roo, S.C.

Figueroa (1994) reporta que, con excepción del Petén, en Guatemala no se han realizado inventarios sistemáticos para conocer la abundancia de especies maderables y al respecto, citando a Lundell (1937), reporta densidades de 15 caobas por hectárea para esa región.

Un estudio reciente en Guatemala (AHG-APESA, 1992; citado por Figueroa, 1994) que cubrió 3.67 millones de hectáreas (30% del total de la superficie del país), con una intensidad de muestreo de 0.47%, indica que el Petén cuenta aún con más de 2.6 millones de hectáreas de bosques, lo que representa el 70% de la superficie total de este Departamento. De esta superficie, el 74% se consideran bosques con alteraciones muy ligeras pero sujetos al aprovechamiento selectivo de especies de Swietenia y Cedrela.

Figueroa (1994) señala que para los bosques del Petén en Guatemala, creciendo sobre roca madre aluvial y caliza, la presencia de árboles de Swietenia macrophylla fue de 2.25, 2.34 y 2.30 caobas por hectárea. También señala que en sólo cinco de un total de 151 sitios de muestreo, la caoba apareció como la especie más frecuente; el volumen potencial estimado para esta región de Guatemala es de 4.0 millones de m3 de dimensiones comerciales.

Cedrela odorata es una especie que presenta una menor proporción de individuos por hectárea, que Swietenia macrophylla, en Quintana Roo México se presenta un promedio de 0.65 árboles de cedro por hectárea, considerando individuos de 15 a más de 85 centímetros de diámetro normal, mientras que para árboles entre 45 a 65 cm de diámetro, sólo existen 0.175 árboles por ha de cedro, como puede observarse en la tabla 5 siguiente, mientras que el el caso de Swietenia macrophylla para diámetros mayores de 50 cm existen 0.70 árboles por hectárea, como puede observarse en la tabla 4 anterior.

Tabla 5. PRESENCIA DE ÁRBOLES DE CEDRO (CEDRELA ODORATA) POR HECTÁREA EN LAS ÁREAS FORESTALES PERMANENTES EN EL SUR DE QUINTANA ROO (DATOS DE INVENTARIOS DE OCTUBRE DE 1990)

Ejido o ComunidadÁrboles por hectáreaTotal de Árboles por ha
Rangos de diámetro en centímetros
15–2425–3435–4445–5455–6465–7475–84> 85
Tres garantías0.1180.1240.0470.0410.0120.0180.0120.0060.378
Caobas0.5090.2060.0700.0530.0400.0090.0090.0180.914
Botes1.4610.5340.1690.1970.0560.084 0.0282.529
Nuevo Guadalajara0.2810.3690.1930.1050.0700.0530.018 1.089
Chac choben0.0870.0330.0220.0220.011   0.175
Divorciados  0.067 0.067   0.134
Noh Bec0.016 0.004  0.008  0.028
Petcacab0.1250.0900.0540.0480.0210.0060.004 0.348
P. Noria0,0660.010.0330.0500.066   0.232
Valores medios0.3330.1720.0730.0740.0430.0300.0110.0170.647

Fuente: Memoria General de Inventario, Sociedad de Productores Forestales Ejidales de Quintana Roo, S.C.

Por otro lado, en bosques secundarios, estas especies raras presentan una alta densidad de individuos que Gandara (1995) considera como anormal; y señala que en muchos casos existen árboles presentando varias bifurcaciones debido a la alta intensidad del ataque de Hypsipyla. Esto permite evidenciar el carácter normal para la rareza y anormal para la alta densidad de individuos, o que las especies raras evolucionaron para este carácter.

Esto significa que hay necesidad de que en la utilización de estas especies, sea considerada esta característica como muy importante para la definición de técnicas de manejo o plantación. Según Gandara (1995) la rareza de las especies puede ser un factor evolutivo para una fuga de los enemigos naturales de la especie, ya sea insectos y/o microrganismos.

Kageyama (1996) comenta que las especies raras, o con una baja densidad normal de individuos por área, como S. macrophylla, C. odorata y muchas otras, presentan por lo general una regeneración natural caracterizada por una alta mortalidad de plántulas y árboles jóvenes, que va de acuerdo con su estatus de especie rara.

Las población de estas especies tienen falta de individuos en las clases intermedias, con sólamente una clase de plántulas en la regeneración y una clase de adultos (Flores-Negron y Lombardi, 1990), con reclutamiento de las plantitas hasta jóvenes sólamente cuando las mismas están ubicadas en los claros, condición muy rara. Esta condición dificulta mucho el manejo sostenido de poblaciones de estas especies, por dificultad de predicción de regeneración después del aprovechamiento de los árboles escogidos (Negreros-Castillo y Mize, 1993).

De esta forma, se puede decir que las especies importantes de Meliaceae pueden servir de modelo y extrapolarse a otras especies, de un grupo de árboles que son emergentes en el dosel, con baja densidad de individuos en los bosques naturales, con dificultad de regeneración y de reclutamiento de adultos, determinando que sean especies con extrema dificultad de manejo, o de difícil control de sus poblaciones. Todas estas dificultades, juntas con la gran presión, en términos de aprovechamiento indiscriminado en la gran mayoría de los sitios, hace que la situación de las especies de Swietenia y Cedrela sean consideradas muy vulnerables en cuanto a sus recursos genéticos. Tal vez por esto existe tan poca información consistente sobre el manejo de estas especies en bosques naturales. Lo anterior justifica más aún un esfuerzo coordinado para acciones de investigación sobre estas especies por la FAO.


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