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4 Estimados de cobertura forestal y tasas de deforestación

El siguiente paso, luego de seleccionar las referencias más consistentes o confiables para las estimaciones de la cobertura forestal y las tasas de deforestación, es la ejecución de los cálculos para encontrar dichos valores, lo cual se hace mediante una simple extrapolación lineal que permite obtener la diferencia entre las superficies reportadas en los dos últimos periodos seleccionados y la media anual entre estos dos valores.

4.1 Deforestación absoluta y relativa

Tabla 6. Valores de la deforestación anual absoluta y porcentual, por países.

País

Cubierta Forestal

Al 2000

Deforestación anual 1990-2000

Tasa anual de deforestación (%) 1990-2000

Tasa anual de deforestación

1980-1990

Argentina

34,648,222

-285,111

-0.8

 

Belize

1,347,823

-35,625

-2.3

 

Bolivia

53,068,062

-161,075

-0.3

 

Brasil

481,599,300

-2,226,400

-0.4

 

Chile

15,535,696

-20,307

-0.1

 

Colombia

49,601,300

-190,470

-0.4

 

Costa Rica

1,968,253

-15,774

-.0.8

 

Ecuador

10,556,870

-137,220

-1.2

 

El salvador

120,590

-7,251

-4.6

 

Guatemala

2,849,722

-53,743

-1.7

 

Honduras

5,382,500

-58,970

-1.1

 

México

55,205,278

-630,574

-1.1

 

Nicaragua

3,277,900

-117,200

-3.0

 

Panamá

2,876,333

-51,899

-1.6

 

Paraguay

23,370,013

-122,978

-0.5

 

Perú

65,215,364

-268,794

-0.4

 

Uruguay

1,292,298

50,149

5.0

 

Venezuela

49,506,000

-217,539

-0.4

 

TOTAL

857,423,524

-4,593,345

0.535*

 

*Media ponderada

Figura 2. Tasas de deforestación annual en % por países, en orden descendente

4.2 Tendencias de la deforestación

La deforestación entendida como la eliminación de la cubierta forestal de un determinado sitio y orientada al cambio de uso de la tierra, mantiene un ritmo mas o menos permanente de avance en todos los países estudiados; los valores absolutos de la deforestación en la mayor parte de los países, parece llegar a un nivel tal en que el porcentaje del área deforestada anualmente con relación al área de bosque existente o remanente, se incrementa a una tasa constante, esto significa que los valores absolutos tienden a una desaceleración, pero como las áreas absolutas de los bosques se van reduciendo gradualmente, los porcentajes de deforestación siguen siendo iguales e incluso en algunos casos en ligero aumento.

Para establecer con más precisión los niveles de deforestación, es menester repasar algunas de las definiciones más importantes adoptados por el programa FRA y que aparecen a continuación.

Tabla 7. Definición de las unidades reportadas en FRA2000.

Clase de cobertura de la tierra

Definición

Superficie total1

Superficie total (del país) incluída la superficie cubierta por cuerpos de aguas interiores, pero excluyendo las aguas territoriales mar adentro.

Bosque

Tierra con una cubierta de copa (o su grado equivalente de espesura) de más del 10 por ciento del área y una superficie superior a 0,5 hectáreas (ha). Los árboles

deberían poder alcanzar una altura mínima de 5 metros (m) a su madurez in situ. Puede consistir ya sea en formaciones forestales cerradas, donde árboles de diversos tamaños y sotobosque cubren gran parte del terreno; o formaciones forestales abiertas, con una cubierta de vegetación continua donde la cubierta de copa

sobrepasa el 10 por ciento. Dentro de la categoría de bosque se incluyen todos los rodales naturales jóvenes y todas las plantaciones establecidas para fines forestales, que todavía tienen que crecer hasta alcanzar una densidad de copa del 10 por ciento

o una altura de 5 m. También se incluyen en ella las áreas que normalmente forman parte del bosque, pero que están temporalmente desarboladas, a consecuencia de la intervención del hombre o por causas naturales, pero que eventualmente volverán a convertirse en bosque.

Incluye: viveros forestales y huertos semilleros que forman parte integral del bosque; caminos forestales, senderos talados, cortafuegos y otras pequeñas áreas abiertas; bosques que integran parques nacionales, reservas de la naturaleza y otras áreas protegidas que sean de interés espiritual, cultural, histórico o científico; cortavientos y cinturones de protección formados con árboles, con una superficie superior a 0,5 ha

y un ancho mayor a 20 m; plantaciones utilizadas principalmente para fines forestales, incluidas las plantaciones de árboles de caucho y rodales de alcornoque;

Excluye: Tierras utilizadas primordialmente para prácticas agrícolas.

Otras tierras boscosas

Estas abarcan ya sea tierras donde la cubierta de copa (o su grado de espesura equivalente) tiene entre 5 y 10 por ciento de árboles capaces de alcanzar una altura de 5 m a su madurez in situ; o tierras con una cubierta de copa de más del 10 por ciento (o su grado de espesura equivalente) en la que los árboles no son capaces

de alcanzar una altura de 5 m a su madurez in situ (por ej. Árboles enanos o achicados); o aquellas donde la cubierta arbustiva abarca más del 10 por ciento.

Otras tierras

Tierras no clasificadas como forestales u otras tierras boscosas especificadas más arriba. Incluye tierras agrícolas, praderas naturales y artificiales, terrenos con construcciones, tierras improductivas, etc.

Aguas interiores

Superficie ocupada por ríos, lagos y embalses importantes.

1) La Superficie total de tierras se define como Superficie total, sin considerar las aguas interiores.

Nota: La definición de bosque aplicada en el FRA 2000 requiere una mínima cubierta forestal y puede ser muy diferente de la definición legal de bosque (o tierra boscosa) (por ejemplo, las definiciones legales pueden designar una superficie forestal bajo un Acta o un Decreto Forestal sin tomar en cuenta la presencia real de una cubierta forestal).

Tabla 8. Definiciones sobre unidades específicas que integran la unidad de otras áreas forestales.

Bosques naturales alterados por el hombre

Incluyen:

bosques primarios alterados asociados con el madereo selectivo de variada intensidad..

diversas formas de bosques secundarios formados después del madereo de bosques primarios.

Bosques manejados modificados por el hombre con la silvicultura y la regeneración asistida.

Arbustos

Se refiere a tipos de vegetación donde los elementos madereros predominantes corresponden a arbustos, es decir, plantas boscosas perennes, con una altura que por lo general sobrepasa los 0,5 m pero no alcanza los 5 m a su madurez y sin una copa definida. Los límites en altura deberían interpretarse con flexibilidad, especialmente la altura mínima del árbol y la máxima del arbusto, que pueden variar entre 5 y 7 m, aproximadamente.

Sistema de barbecho forestal

Se refiere a todos los complejos de vegetación boscosa derivados de la tala del bosque natural para la agricultura migratoria. Está formado por un mosaico en distintas fases de reconstitución, e incluye trechos de bosques no talados y campos agrícolas que no pueden en la práctica disgregarse para calcular su superficie, especialmente mediante imágenes via satélite. El sistema de barbecho forestal corresponde a una clase intermedia entre usos forestales y no forestales de la tierra. Parte de la superficie sin cultivar puede tener la apariencia de un bosque secundario e incluso la parte que se está cultivando suele tener la apariencia de un bosque, debido a la presencia de cubierta arbolada. No siempre es posible hacer una distinción precisa entre bosque y barbecho forestal.

Excluye: Áreas que tengan una cubierta de matorrales, arbustos o árboles como la ya citada, pero con menos de 0,5 ha y 20 m de ancho, que se clasifican en la categoría de “otras tierras”.

Otras tierras boscosas se dividen en no alteradas y alterados por el hombre, de acuerdo con las definiciones que se aplican a los bosques. Otras tierras boscosas no alteradas por el hombre generalmente incluyen formaciones de arbustos, matorrales, etc. Otras tierras boscosas alteradas incluyen sistemas de barbechos forestales y formaciones arbustivas derivadas de la degradación de formaciones forestales precedentes.

Tabla 9. Definiciones de deforestación y degradación de bosques.

Deforestación

Este término se refiere al cambio en el uso de la tierra que ha traído consigo la eliminación de la cubierta de copa, que se ha reducido a menos del 10 por ciento. Los cambios dentro de la clase forestal (por ej. de bosque cerrado a bosque abierto) que afectan negativamente el rodal o sitio y, en especial, disminuyen la capacidad de producción, se denominan degradación forestal.

Degradación de los bosques

Ésta adopta diferentes formas, especialmente en las formaciones abiertas que se originan principalmente con las actividades humanas, tales como pastoreo excesivo, sobre-explotación (especialmente para obtener leña), incendios frecuentes; o es provocada por ataques de insectos, enfermedades, parásitos u otros fenómenos naturales, tales como ciclones. En la mayoría de los casos, tal degradación no se manifiesta en una disminución de la superficie de vegetación boscosa, sino más bien en una disminución gradual de la biomasa, en cambios en la composición de las especies o en la degradación del suelo. El aprovechamiento de bosques para producir trozas para aserrío o chapas, sin un adecuado plan de manejo, puede contribuir a la degradación si la extracción de árboles maduros no va acompañada de su regeneración o si el uso de maquinaria pesada causa la compactación del suelo o la pérdida de superficie forestal productiva.

El recurso forestal, en la mayor parte de los países latinoamericanos, esta integrado por los bosques naturales y plantados, las tierras con cobertura de vegetación leñosa y las tierras con capacidad de uso mayor forestal, es decir aquellas que por su aptitud o vocación natural de producción, tienen mayores ventajas comparativas en el uso forestal que en otros usos, sin embargo en el sistema de clasificación que usa el FRA, y para fines prácticos sólo se tiene en cuenta aquellas áreas que tienen una cobertura arbórea actual, sea ésta con bosque abierto o denso (cerrado), lo cual permite hacer un cálculo más preciso sobre la evolución en el tiempo, de la cobertura forestal arbórea neta.

El proceso de deforestación está necesariamente vinculado a una serie de factores o causales que muchas veces no es posible analizar en forma aislada, en realidad existen una serie de factores recurrentes, que dependiendo de las características ecológicas y socio-económicas de cada país, pueden tener mayor o menor influencia en la tala de bosques en la región tropical, donde normalmente se presentan las tasas más altas de deforestación o eliminación de la cubierta forestal. Desde hace mucho tiempo atrás se ha tratado de desarrollar modelos que puedan predecir o explicar las causas inmediatas de la deforestación o hacer estimaciones sobre las tendencias en el futuro inmediato, lo cual generalmente se enfrenta al problema de situaciones coyunturales o imprevistas que modifican sustancialmente los resultados previstos.

Para las estimaciones sobre las tendencias de la deforestación entre el año 1980 y 1990, el programa FRA-1990, desarrolló una fórmula o modelo que fué aplicado a fin de calcular la superficie promedio que supuestamente se había deforestado durante dicho período en base a lo cual fueron elaboradas las estadísticas correspondientes.

La base del modelo utilizado en 1990, para las estimaciones de los cambios de cobertura, se sustentó fundamentalmente en el crecimiento del la población humana, que juntamente con un planeamiento pobre del desarrollo económico, son las principales fuerzas que dirigen el comportamiento humano que traen como consecuencia la deforestación, (Scotti, 1990, Palo 1986)

También se asumió que la reducción del área de bosques aumenta en forma relativamente lenta en las primeras fases, luego se aceleran y finalmente la intensidad se reduce en la fases finales, siguiendo los principios del proceso del crecimiento biológico. La conexión matemática entre la densidad de la población y la cobertura forestal fue desarrollada utilizando datos sobre cobertura forestal en cierto número de regiones y sub-nacionales en países tropicales. Finalmente las tasas de deforestación fueron estimadas asumiendo que el crecimiento de la población es determinante en el decrecimiento de la cubierta forestal. En la reunión de expertos del FRA, Marzo2000 se discutió ampliamente este tema, habiendose recomendado, tal como ya lo había decidido el programa FRA, que no se continúe con la utilización del referido modelo debido a que no ofrecía garantías sobre la validez de los resultados finales, los que en su mayoría parecian estar sobreestimados, debido a su muy estrecha y fuerte dependencia con el crecimiento poblacional.

En la revisión de los “modelos Económicos de Deforestación en los Trópicos”Kaimowitz y Angelsen (1998), concluyen que la accesibilidad a las tierras forestales, precios de la madera y productos agrícolas, así como oportunidades de mercado en grandes distancias, tienen efectos positivos en la deforestación, “población y migración”, ambos afectan las tasas de deforestación, pero en una marera compleja que no puede decirse simplemente que el crecimiento de la población promueve la deforestación”

En un estudio de caso que está siendo ejecutado por la Universidad de Reugters (FRA2000 Working paper 27) para el FRA, sobre causas de la deforestación, el trabajo fué sub-dividido en cuatro segmentos: compilación de referencias, elaboración de un sistema codificado que resume las contribuciones de estos estudios, entrenamiento de personal para la codificación y el resumen de los resultados, de lo cual se producirá un estudio completo denominado Análisis Comparativo, Cuantitativo (siglas QCA en Inglés)

Si bien este trabajo puede contribuir al mejor conocimiento de las causas y consecuencias de la deforestación, el problema mas serio se presenta en la colección de datos reales y precisos sobre una serie de variables, que por lo general no son posibles de conseguir a niveles macro, por lo que cualquier análisis cuantitativo que se haga normalmente será más detallado y preciso en contextos o áreas relativamente pequeñas, en las que puede ser posible manejar este tipo de parámetros; aún en contextos relativamente homogeneos desde el punto de vista ecológico y socioeconómico, existen una serie de factores impredecibles que aparecen en forma coyuntural, como consecuencia de medidas económicas y sociales que pueden incrementar rápidamente las tasas de deforestación en períodos muy cortos.

Un buen ejemplo de lo que sucede en los procesos de la deforestación, es lo que se constata en la región amazónica brasilera, que el Instituto de Pesquisas Espaciais (INPE) del Brasil viene monitoreando anualmente desde el año 1978, utilizando imágenes que satétile que recubren todo el territorio de la denominada Amazonia Legal, cuya superficie total es de aproximadamente 500 millones de hectáreas. La serie histórica del monitoreamiento de la deforestación se presenta en la siguiente tabla:

Tabla 10. Deforestación anual en la Amazonia legal en miles de hectáreas.

Año

1000 ha

1988

21130

1989

17860

1990

13821

1991

11130

1992

13786

1993

14896

1995

29059

1996

18161

1997

13227

1998

17383

Figura 3. Serie histórica de la deforestación absoluta en la Amazonia legal del Brasil

De conformidad con esta tabla y el correspondiente gráfico, se puede notar que no existe una tendencia clara en todo la serie histórica registrada durante los últimos 10 años, al principio se presenta una neta reducción de las tasas de deforestación entre los años 1988 y 1992, sin embargo en 1995 se presenta un alza enorme que equivale a prácticamente al doble del promedio de los años anteriores , para luego bajar nuevamente en el año 1996 y 1997, a partir del cual comienza a subir nuevamente. Este ejemplo es muy importante ya que por la magnitud de las superficies registradas y las grandes diferencias entre ellas, los cambios pueden notarse más claramente, además es uno de los pocos ejemplos en en mundo tropical en el que se lleva a cabo un control tan preciso y continuo.

En términos generales se puede decir que no existe una tendencia definida o clara de la deforestación, en todo caso existen varias tendencias en un período de tiempo relativamente corto, es posible que de no haberse presentado el caso anómalo del año 1995, la tendencia sería a una ligera reducción del ritmo anual de la deforestación. Consultando con los profesionales brasileros, sobre las posible causas que pueden haber influido en un incremento tan radical de la deforestación en el referido año, se llegó a la conclusion siguiente: a finales del año 1993 el nuevo Gobierno Brasilero aprobó un plan económico llamado el Plan Real,que consistía en establecer una tasa de cambio fija para la moneda brasilera, la que en los años previos sufrió de un proceso de devaluación extremo (con devaluaciones del orden de los 20 a 40% mensual), una vez que la moneda nacional se estabilizó, se produjo un embalse de capital muy fuerte que en gran parte fue derivado o invertivo en la amazonia para el establecimiento de zonas agropecuarias y otros usos alternativos al bosque natural.

La lección de este caso es que, si bien hay fuerzas o causas generadoras y orientadoras del proceso que estan permanentemente presentes, como puede ser la densidad poblacional, la demanda de alimentos, escacéz de tierra agrícola, baja productividad etc. y que en todo caso son previsibles y hasta controlables, también hay otros factores políticos macroeconómicos e incluso microeconómicos coyunturales que pueden modificar en forma significativa o dramática las tendencias .

En base a la información analizada en la mayor parte de los países de la América Latina, se hizo un ejercicio rápido de análisis de correlación sobre las tendencias de la deforestación o tasas anuales promedio de deforestación en tres periodos sucesivos, de acuerdo con una correlación lineal y otra logarítmica, de lo cual se obtuvieron los valores r2 para las correlaciones lineales y logarítmicas de un total de trece países, en el caso del Brasil se separaron los datos de la región amazónica y fuera de la amazónia, los resultados se muestran en la tabla siguiente:

Tabla 11. Valores de r2.

País

R2 Log

R2 Lineal

Correlación

Belize

0.941

0.969

Alta

Bolivia

0.707

0.996

Alta

Brasil

0.0037

0.0015

Baja

Brasil2 *

0.154

0.03

Baja

Colombia

0.431

0.478

Baja

Costa Rica

0.806

0.453

Baja

Ecuador

0.988

0.967

Alta

EL salvador

0.053

0.35

Baja

Guatemala

0.577

0.442

Baja

Honduras

0.982

0.783

Alta

México

0.837

0.965

Alta

Nicaragua

0.822

0.949

Alta

Panamá

0.942

0.94

Alta

Perú **

1

1

 

Venezuela

0.435

0.026

Baja

* Excluyendo dato de 1995

* sólo se utilizaron dos referencias y port lo tanto el resultado de r 2 no es representativo.

En los casos de Costa Rica, El salvador y Venezuela los valores de r2 logarítmico y lineal son bajos o muy bajos, sin embargo en países como Belize, Ecuador, Honduras, México y Nicaragua, los niveles de correlación son más o menos similares y relativamente altos, lo cual indica que en principio existe o se presenta una tendencia más o menos estable en los procesos de deforestación en estos países.

Figura 4. Valores de r2 para las equaciones logarítmicas y lineales

Algunos ejemplos:

Honduras

Figura 5a. Serie histórica y tendencia de la deforestación en Honduras

Figura 5b. Serie histórica y tendencia de la deforestación en Venezuela

Figura 5c. Serie histórica y tendencia de la deforestación en Brasil

Figura 5d. Brasil 2 (Amazonia, usando el promedio 93-95, para el año 1994)

4.3 Causas de la deforestación

Un primer raciocinio que es necesario hacer para abordar el problema de la deforetación, es el referente a la definición de recurso forestal o lo que es el dominio forestal, lo cual no es lo mismo que definir bosque; El dominio forestal es el ámbito o contexto agregado a nivel nacional definido por límites técnicos, territoriales y legales que están formalmente administrado por la autoridad forestal del país. Lamentablemente en la mayor parte de los países en desarrollo el dominio forestal no está formalmente establecido y en todo caso se reduce solamente a las áreas boscosas que se otorgan en contratos o concesiones, así como los llamados bosques nacionales.

El bosque en sí, es el componente más importante del recurso forestal, pero además del bosque están las denominadas tierras forestales o tierras de capacidad de uso mayor forestal sean estas para la producción o protección, tal como fue definido previamente en este capítulo, todo ello es técnicamente considerado como parte del dominio forestal.

El sector forestal o la administración forestal de los países, sobre todo de aquellos en que las tasas de deforestación son elevadas, deben tener muy claramente definido el dominio forestal, que les corresponde administrar o que les “pertenece”, y que debe estar demarcado técnica, física y legalmente, sin embargo en la mayor parte de los casos, las administraciones forestales sólo se ocupan de los bosques o “de lo que va quedando de los bosques”, luego de un intensivo, agresivo e incontrolable proceso de deforestación que es originado por diversas causas pero que al mismo tiempo son parte del plan de desarrollo o estrategia de otros sectores oficiales en los mismos países.

Los ministerios de agricultura de los países, son las entidades que administran la tierra, incluyendo las tierras forestales y toman decisiones sobre el destino de las mismas, incluyendo el cambio de uso de forestal a agrícola o pecuario, proceso en el cual por lo general las administraciones forestales no tienen mayor intervención, éstas sólo intervienen cuando se trata de otorgar un contrato forestal, autorizar una extracción o imponer sanciones por el uso ilegal de los productos forestales y, por lo tanto su autoridad mayormente no alcanza a cubrir el problema del cambio de uso en sí, sin embargo son culpadas por la deforestación.

La profusión de organismos públicos con ingerencia directa en el destino de la posesión o propiedad de la tierra, necesariamente dificulta y hasta entorpece la adecuada labor de las administraciones forestales, las que no cuentan con peso político suficiente como para contrarestar las tendencias y decisiones tomadas por otros organismos, en cuanto al destino final de posesión de las tierras forestales.

Una definición muy clara del dominio forestal bajo una administración estable, bien implementada y autónoma, pero en adecuada coordinación con los otros sectores usuarios y de la tierra, puede contribuir a reducir la tala indiscriminadad de los bosques, considerando que ese dominio está no solo definido sinó también delimitado geográfica y físicamente, tanto en los documentos cartográficos, como en el terreno. En muchos mapas o sistemas de clasificación de la vegetación natural se excluyen del dominio forestal a las tierras deforestadas, las cuales automáticamente pasan a formar parte del dominio agropecuario, sólo por el hecho de haberse producido un cambio de uso, con lo cual la administración forestal va perdiendo partes importantes de su dominio, tal como se dijo más arriba

El problema de definiciones o dominios es fundamental, a pesar de que no es necesariamente el orígen o causa principal de la deforestación. Los mapas de cobertura vegetal y uso actual o potencial de la tierra también entran o contribuyen a hacer más complejo el contexto de dominio de los recursos naturales, cuando no existe una adecuada coordinación intersectorial o interdisciplinatria, entre los especialistas y las instituciones responsables del uso de la tierra. Por lo tanto las imprecisiones, discrepancias y conflictos en el uso de este recurso, generan un vacío de autoridad que es muy fácilmente aprovechado por quienes estan interesados en modificar el uso de la tierra para fines diferentes a los forestales.

La pobreza extrema y la falta de recursos alternativos para sobrevivir o agenciarse de un ingreso mínimo, es de hecho un factor muy determinante en el cambio del uso del bosque o la tierra forestal a la producción agrícola que de hecho es mucho más inmediatista en los resultados, aunque muchas veces con resultados económicos negativos aún en las primeras fases de su establecimiento. La principal preocupación de los estratos sociales menos favorecidos, es el de agenciarse el mínimo de recursos para alimentarse y satisfacer otras necesidades primarias , y ésto es lo que motiva a una ocupación inmediata y masiva de las tierras forestales, que además no tienen un “dueño” conocido o con suficiente autoridad reconocida frente a los otros sectores de la administración pública. Es muy frecuente el hecho de que la ocupación, distribución y titulación de la tierra, sea ésta forestal o no, se haga sin la menor participación de la autoridad forestal, el uso u ocupación de la tierra se convierte así en un tema más de orden político inmediatista que de planificación ordenada y respeto a los principios ecológicos o medioambientales, con la consecuente tala indiscriminada de bosques.

Tal vez una alternativa viable en este caso de conflicto de dominios en términos territoriales, sea el ejercer la autoridad o establecer normas claras y exigentes sobre la forma del uso de la tierra y no necesariamente sobre su posesión, tal como ya va apareciendo en algunas legislaciones forestales en la América Latina, por ejemplo el caso del Brasil, (en el que parece no hay forma inmediata de controlar la entrega de tierras a campesinos o grandes terratenientes), el código forestal exige actualmente que en la tierra asignada o posecionada por privados, el 80% debe continuar con cobertura forestal permanente, lo cual teóricamente limita el área máxima a ser talada al 20% (actualmente en el Brasil el área deforestada en la región amazónica esta cerca al 14%), un camino similar aunque en proporciones menos exigentes, siguen las legislaciones forestales de Bolivia y el Perú. Si bien esta alternativa permite mantener una cubierta forestal mínima a nivel nacional, contribuyendo al control de la deforestación, al mismo tiempo también genera un problema de espacios suficientemente amplios en forma continua, que puedan ser dedicados exclusivamente al manejo forestal sostenido, ya que la rentabilidad económica del manejo del bosque natural exige por un lado grandes superficies de bosques y por otro lado no puede funcionar en la medida en que existan interferencias debidas a actividades que pueden ser consideradas como antagónicas.

Otro problema que se debe afrontar en relación a la alternativa antes mencionada es que los pequeños agricultores carecen también de recursos y tecnología para hacer que la tierra produzca en niveles económicamente rentables, de tal forma que las necesidades primarias se puedan cubrir en tiempos relativamente cortos y con superficies mínimas, ya que de lo contrario el ciclo de corta tiene que repetirse en forma periódica y permanente, requiriendose superficies que pueden sobrepasar largamente el porcentaje del área que les ha sido asignada.

En muchas zonas donde la deforestación es una actividad cotidiana, también la bajísima productividad por hectárea es parte del sistema económico, que dista mucho de lograr una producción mínima razonable (ya que muchas vecesestá en niveles 10 veces inferiores a lo normalmente esperado), sin embargo la productividad puede aumentarse significativamente hasta hacerla más rentable, sin mayores esfuerzos técnicos o económicos, con la aplicación de tecnologías simples adaptadas a las condiciones ecológicas del trópico húmedo. El principal problema de la productividad en la región tropical húmeda está en la insistencia con cultivos tradicionales que no son propios de la capacidad o vocación ecología del área. El trópico húmedo cuenta con dos grandes fuentes energéticas básicas, como son la energía solar y la amplia disponibilidad de agua, lo cual permite producir una gran cantidad de biomasa vegetal, sin embargo no tiene potencial para la producción de proteinas en base a frutos, semillas o granos que demandan un alto consumo de minerales que precisamente son muy escazos en los suelos de ésta región.

La ampliación de la frontera agrícola debe reconocerse como un proceso importante y hasta necesario, que eventualmente significará ceder o sacrificar parte del territorio o dominio forestal en favor de la actividad agropecuaria, lo cual debe hacerse en una forma planificada y coordinada entre los diferentes sectores de la administración y los usuarios, sin embargo lo que sucede es que casi siempre es expontánea, desorganizada o incluso puede ser dirigida pero en forma antitécnica o empírica, lo cual sucede en todos los casos en que el único interés de los administradores de los recursos naturales (el Estado o gobierno) sólo tienen motivaciones políticas, o se aplican medidas económicas drásticas que en algunos casos desfavorecen la capacidad adquisitiva de la población, cuyos estratos menos pudientes tienen que recurrir al uso del recurso natural, para agenciarse de alimentación, energía, o productos para el mercado (cash crop); en otros casos las medidas económicas favorecen en forma muy importante a un sector de la población, que por falta de planificación también decide invertir en la explotacíon de la tierra, como medio más inmediato y probablemente el más accesible y barato, como es la tala del bosque y la siembra inmediata de algún cultivo o pasto. Nuevamente en este caso la ausencia de una autoridad clara y competente sobre el dominio del recurso forestal, tiene una gravitación importante.

Otro factor muy importante, que es parte de toda la problemática de la deforestación en los países tropicales, es el escaso valor efectivo que se da al bosque en su estado natural, y su participación en la economía nacional; en una sociedad de mercado y aún más, en un proceso de globalización de la economía, en la que los países pobres no están preparados para enfrentar el reto, los recursos naturales en su estado original pierden gran parte de su atractivo y valor intínseco para importantes sectores de la población, que requieren necesariamente de recursos monetarios inmediatos para poder subsistir, lo que los lleva a intervenir el bosque para su cambio de uso y dedicarlo a la producción de productos de mercado, preferentemente agrícola o a la sobre-tala efectuada por las empresas madereras de las especies forestales valiosas, con lo que también el bosque queda descapitalizado y por lo tanto pierde gran parte de su valor, razón aparentemente suficiente para luego proceder a su tala y quema.

El Sector forestal, salvo muy escazas excepciones, tiene una participación mínima en la economía formal de los países en desarrollo, a pesar de que su participación en la subsistencia de las poblaciones rurales y la economía informal tiene niveles muy importantes, pero que no son contabilizados o tenidos en cuenta por los gobiernos, por lo que el sector forestal en sí está en franca desventaja política frente a otros sectores productivos, aún considerando que la relación costo-beneficio del aprovechamiento adecuado del bosque es más ventajosa, pero los volúmenes económicos totales son muy poco significativos.

4.4 Orientaciones de política sobre el tratamiento al recurso forestal y factores influyentes en el control o avance de la deforestación

Un recorrido rápido por algunos países, para analizar y tratar de interpretar las principales fuerzas motoras de la deforestación, permite tener una idea e información más objetiva sobre este tema, como son los casos que a continuación se presentan.

4.4.1 Brasil

En el informe que la delegación del Brasil peresentó a la XXI reunión de la COFLAC, en Setiembre del 2000 en Bogotá, se presenta un cuadro resúmen de la problemática de los recursos forestales en dicho país, bajo el título de “Aspectos de Política que afectan los bosques y las actividades Forestales”, como sigue:

Tabla 12. Descrição de algumas políticas que afetam as florestas e as atividades florestais.

TEMA

INFLUÊNCIAS POLÍTICAS

Política Agrária

e Fundiária

Um sistema de alta concentração de terras onde pequenas propriedades (com menos de 10 ha) representam menos que 3% do total das terras produtivas, enquanto que as grandes propriedades (com mais de 10.000 ha) representam mais do que 40%. Adicionalmente, os baixos níveis de produtividade agrícola nas áreas de fronteira contribuem para a constante derrubada de áreas de floresta.Titularidade da terra baseada no uso, i.e., baseada na área convertida para a agropecuária. Portanto, a legalização permite o desmatamento.

Política Econômica e Social

Uma distribuição de renda altamente concentrada com 66,1% da renda total sendo percebida pelas famílias mais ricas que correspondem a 20% do total de famílias, enquanto somente 2,3% da renda das famílias mais pobres correspondem a outros 20% do total. Esta desigualdade cria uma imensa oferta de mão-de-obra de baixa renda disposta a encontrar ocupação em áreas de fronteira.

Os juros altos e a falta de linhas de créditos não estimulam o desenvolvimento florestal de várias regiões do país.

Política Agrícola

Um sistema fiscal e creditício para atividades agrícolas que desconsidera as características agroecológicas do solo e o emprego de práticas de manejo que resultaram de mera transferência de tecnologias agrícolas de Áreas com outras características ecológicas.

Devido ao alto valor da madeira nas áreas de fronteira, as atividades madeireiras desempenham um papel importante no financiamento do desmatamento ou mesmo obtendo vantagens de licenças legais de desmatamento2, para a abertura de novas áreas de agropecuária.

Política Ambiental

Um conjunto excessivo de normas e regulamentos para a atividade florestal, somado a burocracia e a fragilidade institucional contribuem para o uso ilegal e irracional dos recursos florestais, gerando uma concorrência “desleal” com os que praticam o manejo florestal sustentável.

Políticas de Desenvolvimento Regional

Programas de desenvolvimento regional em áreas de fronteira baseados em construção de estradas que, embora hoje sejam menos ambiciosos, contribuíram efetivamente para estimular atividades econômicas e promover fluxos migratórios.

Política Industrial

A falta de uma política de modernização do parque industrial madeireiro, principalmente na Região Amazônica, contribui para a baixa eficiência e competitividade do setor e coloca em risco a sustentabilidade da floresta. A ausência de uma política industrial corrobora para o uso de um pequeno número de espécies da floresta tropical e o baixo valor agregado dos produtos florestais disponibilizados no mercado.

Fuente: Informe de brasil a la 21 reunión de COFLAC

Tal como puede apreciarse de este análisis, la mayor parte de los problemas que afectan a los bosques en el Brasil, provienen de decisiones o políticas de gobierno, antes que una decisión expontánea de la población, sin embargo la casi totalidad de las causas estan ligadas a problemas probreza, medidas económicas que favorescen la decisión de recurrir al recurso natural y particularmente al forestal como fuente alternativa de recursos inmediatos.

Accesibilidad a los recursos y falta de planificación en los programas de ocupación de la tierra

La mayor parte de los bosques nativos del Brasil, pertenenecn al sector privado, lo cual es considerado como un factor importante en la definición de las inversiones y de políticas sectoriales de éste país. Se estima que el bosque natural o nativo del brasil, con potencial de producción maderera es de aproximadamente 412,000,000 ha., Informe del Brasil a la 21 reunión de COFLAC) de éste total el 30% es de dominio público, incluyendo los bosques nacionales, las reservas indígenas, los parques nacionales y otras unidades de conservación, la mayor parte de los 288 millones de hectáreas restantes son bosques privados, de esta superficie aproximadamente el 15% son considerados como áreas de preservación permanente, de acuerdo con el Código Forestal brasilero (márgenes de los ríos, nacientes de las cuencas hidrográficas y otros) y se estima que los bosques productivos (254 millones de hectáreas) pueden producir en forma sostenida un total de 367 millones de metros cúbicos de madera por año.

La expansión agrícola es el factor más importante en el cambio del uso de la tierra, considerando que la amazonía brasilera posee una pequeña proporción de tierras aptas para este fin (estimada en un 20% de tierras con potencial agrícola ) y por lo tanto se supone que la expansión agrícola debe darse de acuerdo a una zonificación del potencial y uso del suelo, lo cual casi nunca se dá. La propia Ley agraria del Brasil establece como objetivo proteger el medio ambiente, garantizar su uso racional y estimular la recuperación de los recursos naturales.

Los proyectos de colonización no reconocen la actividad forestal, pues una pequeña industria de aserrío que consume anualmente unos 10,000 metros cúbicos de madera, requiere de una superficie de 20,000 hectáreas considerando un rendimiento mínimo sostenible del orden de los 5M3/ha/año, para asegurar un patón de vida medio de una familia.

Durante el año 1998 el Brasil hizo una revisión de su política sobre el impuesto territorial, estableciendose que las tierras que permanecen con cobertura forestal recibieran un trato preferencial, ello trajo como resultado un impuesto menor a las tierras con cobertura forestal permanente, lo cual puede ser consderado como un mecanismo importante para incentivar a los propietarios rurales a mantener el bosque (el actual Código Forestal establece la obligación de dejar el 80% del área forestal sin cortar).

El manejo forestal

El manejo forestal en el Brasil ha venido evolucionando o siendo modificado sobre la base de la evolución que ha sufrido el contexto institucional dentro del cual se administra el recurso forestal. En el año 1991 el IBAMA elaboró el la norma No.80 en el que aparecen las primeras directrices sobre el manejo forestal sostenible y en el año 1994 fue instituido legalmente el manejo forestal sostenible en el Código Forestal, más recientemente en diciembre de 1998 se emitieron normas que permiten agilizar los trámites administrativos para reducir la burocracia para permitir que los planes de manejo fueran hechos por asociaciones o cooperativas de productores, con el agregado de varias propiedades en un mismo plan y el Decreto No.2.788 creó el plan de manejo simplificado para aquellos que presentaran planes demanejo en superficies menores a las 500 ha.

4.4.2 Colombia

Colombia, otorga un espacio importante en sus informes nacionales a la participación del sector forestal en la economía nacional, como parte de su estrategia para asegurar la preservación de los mismos a través de un manejo sostenible; se menciona que, al año de 1994, el valor del mercado nacional de productos forestales, tomando la participación de silvicultura, madera, muebles de madera y papel de imprenta, según el sistema de cuentas nacionales de Colombia, la participación del en el PIB sería del 2.37%, equivalente a $ 5.946.253 millones de pesos de 1994, que a una tasa de cambio de $ 2.000/US$, tendría un valor de US$ 2.973.126.500

La información consolidada sobre la balanza comercial correspondiente al año de 1995, permite establecer que dicha balanza es negativa en US$ 116.568.253, siendo las exportaciones US$ 145.209.745 y la importaciones US$ 261.777.998, sin embargo, se denota frente a los años anteriores un crecimiento constante del comercio internacional de productos forestales.

Establecimiento y manejo de áreas forestales protegidas

Como estrategia para el desarrollo de áreas forestales protegidas, Colombia avanzó en la consolidación de un Sistema Nacional de Areas Protegidas, que está integrado por las Unidades de Conservación del Sistemas de Parques Nacionales Naturales, Reservas Forestales Protectoras, Reservas Naturales de la Sociedad Civil y otro tipo de áreas de carácter regional y local.

Las actividades relacionadas con este tema se orientaron a diseñar estrategias, mecanismos e instrumentos requeridos para la puesta en marcha del Sistema Nacional de Areas Naturales, también en la definición de una estrategia para que la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques asumir la tarea del SINAP, a nivel regional.

Sobre el tema de recreación pasiva y turismo, según la Unidad Administrativa Especial de Parques Nacionales Naturales, durante 1999 se reportó un ingreso de 420.495 visitantes. Los bajos niveles de visitantes a los parques nacionales naturales, tienen en buena medida su origen en la convergencia de dos variables críticas de la demanda de bienes y servicios en el sector hotelero y turístico, la cual ha disminuido en un 30% en comparación con 1998. De una parte, la persistencia de elementos recesivos en la economía general, con sus efectos en el empleo y en el ingreso de personas, familias y empresas; además de las crecientes amenazas a la seguridad en los desplazamientos hacia las diferentes áreas, vía terrestre, marítima y aún aérea.

En resumen, Colombia considera que una mejor valorización del bosque y sus productos, así como una mejor participacioón del sector forestal en el productro bruto interno del país, puede contribuir en forma significativa a disminuir la tasa de deforestación anual, ello también acompañado de una política de ampliación del sistema nacional de áreas naturales protegidas.

4.4.3 Cuba

De conformidad con lo informado por la delegación Cubana a la XXI reunión de la COFLAC, Cuba no posee deforestación, al contrario tiene una tasa positiva de forestación

La Ley Forestal cubana establece la prohibición de los desmontes o el traspaso de las áreas forestales a otros destinos o usos agrícolas y cuando así se requiera por excepción y por un interés del Estado, el cambio de uso será autorizado únicamente por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros con la obligación del financiamiento o el establecimiento por la entidad solicitante de igual área forestal en otro lugar, lo cuál ha brindado un mecanismo adecuado para evitar la deforestación. Se trabaja en el manejo de los bosques naturales en especial se concentra el trabajo en los bosques secundarios y fundamentalmente en los bosques semicaudifolios que se reponen por rebrotes y en la formación manglar y en los jucarales que tienen la propiedad de una alta regeneración. Se ha trabajado y se incrementan las acciones en el manejo de bosques degradados con los tratamientos silvícolas de mejoras para la rehabilitación de estos bosques naturales degradados y su enriquecimiento con especies valiosas para incrementar su valor económico y natural. Se ejecutan planes de manejo en 312 proyectos de áreas protegidas en acciones de protección, conservación y desarrollo de la Flora y la Fauna y se ejecutan acciones de protección forestal con medidas contra incendios.

Se trabaja a partir de lo establecido en la Ley Forestal por disminuir la presión sobre los bosques naturales y fortalecer el aprovechamiento forestal en los bosques, con el incremento del Impuesto Forestal de los productos de bosques naturales y la disminución de las producciones de leña y usos directos provenientes de bosques naturales.

Los bosques naturales deforestados, que incluye el área deforestada o sin cubierta forestal que es área de patrimonio forestal que no posee bosques, en ellos se encuentran las áreas de mal drenaje, áreas que tienen dificultades para ser utilizadas para otros usos diferentes al forestal, áreas de difícil acceso, la pre-montaña no apta para ganadería que era patrimonio ganadero y ha pasado al patrimonio forestal en la pre-montaña y zonas bajas áreas cafetaleras de bajos rendimientos, las fajas protectoras de embalses y cauces que están cultivadas o en usos de otros destinos que por la ley tienen que ser forestadas y se consideran como deforestadas, pero que requieren altas inversiones para su preparación y altos financiamientos.

El área total existente en el año 1998 era de 251.0 M Ha y en el 1999 es de 256.5 M Ha.

En la Dinámica anual se producen unas 4.0 Mil Ha anuales como promedio de bosques naturales secundarios como producto del aprovechamiento forestal, que no se hace a tala total, o sea en tala selectiva y se mantienen árboles semilleros con alto valor de regeneración natural y llevandose a cabo aciones de manejo silvícolas en ellos.

En conclusión, Cuba otorga una gran importancia a una estricta legislación y fuerte administración forestal, así como al adecuado manejo de los recursos forestales, incluyendo bosques naturales y secundarios, para evitar la deforestación.

4.4.4 México

México también da bastante importancia a la participación del sector forestal maderero, en la economía nacional, asi:

En 1999 la producción nacional forestal de productos maderables se calculó en 8.8 millones de metros cúbicos en rollo. El valor de la producción de materias primas, a precios corrientes, se estima en 4,472 millones de Pesos Mexicanos.

Se calcula que México cuenta con 22 millones de hectáreas con potencial para la producción maderable comercial. En éstas, se estima un volumen total de madera de 2,800 millones de m3, de los cuales 1,800 corresponden a bosques templados, que es donde se localiza el mayor potencial maderable de la industria forestal, y 1,000 millones en selvas, donde pueden elaborarse productos de alto valor comercial para el mercado internacional.

En 1999 el PIB del sector forestal ascendió a 17,530 millones de Pesos, lo que representó un crecimiento del 1.3% con respecto a 1998 que fue de 17,299 millones. La participación del sector en la economía nacional fue de 1.2% del valor del PIB Nacional, el cual ascendió a 1,501,008 millones de Pesos.

La balanza comercial de productos forestales en 1999 presentó un déficit de 1,338 millones de Dólares USA, superior en un 25% al registrado en 1998 que fue de 1,074 millones. El déficit se registró principalmente en los productos celulósicos, cuyas importaciones ascendieron a 404 y 449 millones de dólares en 1998 y 1999, respectivamente.

Tal como en el caso de Colombia, México también otorga una especial importancia a la valorización de los bosques naturales y sus productos, así como a la participación del sector forestal en la economía nacional, como medios necesarios para evitar la tala indiscriminada de los bosques.

4.4.5 Perú

El desarrollo socioeconómico y el proceso de deforestación de la zona de la selva amazónica del Perú, se caracteriza por periodos marcados, cuyas causas han sido principalmente las políticas orientadas hacia la explotación de recursos naturales. Hasta antes de 1542, la ocupación primaria de los nativos de la selva amazónica fue la caza y la pesca. En las ultimas décadas del siglo XIX la población de la región amazónica creció rápidamente debido a las actividades del caucho, pero especialmente en las tres ultimas décadas del siglo XX se presenta un desborde económico y demográfico en la región amazónica peruana. Con el propósito de garantizar plenamente el derecho de propiedad y de promover las inversiones en el medio rural, el Ministerio de Agricultura está impulsando decididamente el proceso de titulación y de inscripción registra al de los predios rurales a nivel nacional; la apertura de redes viales terrestres y la ausencia de una correlación política de ocupación urbana y rural de los espacios, han sido parte de las causantes de la deforestación de amplías extensiones de bosques tropicales en la Amazonía peruana.

Un trabajo sobre de deforestación en la zona de Iquitos, hecho por la Universidad Nacional de la Amazonía, indica que los patrones de deforestación están ligados a diferentes tipos de asentamientos. El asentamiento “espontáneo pionero” es el que se encuentra a lo largo de los ríos principales del área de estudio: Amazonas, Marañón, Nanay, Itaya, Momón y Tamshiyacu, en áreas donde los suelos son relativamente fértiles. En los últimos decenios, la deforestación ha afectado especialmente la zona de influencia inmediata de carreteras construidas por el Estado, muchas veces caracterizadas por suelos pobres como es el caso de la carretera Iquitos-Nauta. Es evidente la falta de reglamentación de algunas normas muy importantes, la armonización de una adecuada coordinación institucional y la carencia de recursos económicos y logísticos para la lucha contra la depredación forestal.

Tabla 13. Tasa de crecimiento promedio anual de Población del Area de influencia de la carretera Iquitos-Nauta (1981-1993).

Ambito

Tasa de crecimiento

Promedio anual (%)

Total área de influencia

Iquitos

Nauta

Centros poblados rurales*

Población asentada en el eje de la carretera**

3,43

3,60

6,80

1,72

7,41

Fuente: INEI 1996

*Incluye la población asentada en el proyecto de la carretera

**Calculada en base a la población censada de los años 1981 y 1993, respectivamente

Tabla 14. Area deforestada por período según imágenes de satélite estudiados.

Período

Años

Area deforestada

(ha)

Area deforestada

(%)

Deforestación

Anual (ha/año)

1983-1985

1985-1989

1989-1993

1993-1995

1983-1995

2

4

4

2

12

13269

22442

12693

2678

51082

1,6

2,7

1,5

0,3

6,2

6634,5

5610,5

3173,2

1339,0

4256,8

Otro aspecto importante a resaltar en el caso del Perú es su preocupación en el ordenamiento territorial ( orientado a corregir problemas como los que mencionan en el caso de Iquitos) para un control y manejo más eficiente de los recursos forestales, tal como por ejemplo aparece en el texto del reglamento de la nueva Ley Forestal promulgada en el mes de Julio del 2000, cuyos artículos más importantes relacionados con el uso del recurso forestal son:

Artículo 28º.- Recursos que integran el patrimonio nacional forestal y de fauna Silvestre

Integran el Patrimonio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre:

a. Los recursos forestales y de fauna silvestre mantenidos en su fuente; y

b. Las tierras cuya capacidad de uso mayor es forestal y las de protección, con bosques o sin ellos.

Artículo 29º - Incorporación automática al patrimonio nacional forestal y de fauna silvestre

Efectuada la clasificación de tierras e identificadas aquellas cuya capacidad de uso mayor es forestal se incorporan automáticamente al Patrimonio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, sujetas a las normas y condiciones técnicas que para su aprovechamiento y manejo se establecen en la Ley y en el presente Reglamento.

Artículo 30º - Intangibilidad

El Patrimonio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre es intangible para fines distintos a los establecidos en la Ley y el presente Reglamento.

Artículo 31º- Mapa del patrimonio forestal nacional

El INRENA, elaborará el Mapa del Patrimonio Forestal Nacional, a nivel nacional y por departamentos. Para ese efecto, las dependencias del Ministerio de Agricultura, en particular, y en general las dependencias de nivel central y regional del sector público nacional brindarán el apoyo requerido por el INRENA para la elaboración y digitalización de los respectivos mapas, incluyendo la memoria explicativa de los mismos.

Artículo 32º- Patrimonio forestal del Estado

El Patrimonio Forestal del Estado está constituido por los recursos forestales y de fauna silvestre, y por las tierras cuya capacidad de uso mayor es forestal y las de protección, que no son de dominio privado.

Artículo 33º- Mapa del patrimonio forestal del estado

El INRENA, elabora el Mapa del Patrimonio Forestal del Estado a nivel nacional y por departamentos.

Artículo 34º- Inscripción en los registros públicos

El mapa de cada unidad, según su categoría, y la correspondiente memoria descriptiva son aprobados por Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Agricultura.

Las unidades que integran el Patrimonio Forestal del Estado, según su categoría, se inscriben en los Registros Públicos a favor del Estado. El INRENA efectúa los trámites para la inscripción de cada unidad.

El Decreto Supremo aprobatorio, el mapa y la respectiva memoria descriptiva, constituyen título suficiente para la inscripción en los Registros Públicos.

De esta forma la administración forestal peruana asume legalmente la autoridad suficiente para asegurar que lo que fue clasificado como bosque o tierra forestal, quede permanentemente bajo su jurisdicción y que luego bajo ninguna circunstancia puede ser motivo de cambio de uso.

Otro aspecto que es importante señalar con relación a las estrategias que se siguen para la conservación de los bosques, es el manejo de los bosques secundarios, lo cual tiene tres ventajas u objetivos concretos como son:

a. La administración forestal retoma su autoridad sobre un área que anteriormente pasaba al dominio del sector agrícola.

b. A través del manejo sostenido, el bosque secundario se convierte en un resultado o fase terminal a muy corto plazo, con resultados económicos importantes y no un simple proyecto o perspectiva de largo plazo.

c. Los agricultores que participan en el programa de manejo de bosques secundarios, se afianzan y consolidan en el terreno ocupado, disminuyendo la presión por la búsqueda de nuevas áreas.

4.5 Relación de la deforestación con los parámetros macroeconómicos

Si bien el proceso de deforestación en los países de la región tropical, estan sujetos a variaciones drásticas motivadas por decisiones económicas o políticas coyunturales, al mismo tiempo existen una serie de factores macro o microeconómicos que tienen una significativa influencia en las tasas de deforestación, y que pueden explicar con más objetividad, las razones o causas de la deforestación.

Con el fin de hacer un anásisis rápido sobre la relación que estos parámetros pueden tener en las tasas anuales de deforestación, se han tomado algunos de de parámetros macroeconómicos más importantes para los países de Centro América y América del Sur tropical (14 países), a partir de lo cual se establecen las correlaciones lineales corresponientes entre la tasa de deforestación anual y los parámetros socioeconómicos, obteniendose los valores de r2, que indica el grado de correlación existente entre la tasa de deforestación registrada para los países indicados, durante la última década y los indicadores macroecoómicos actuales.

Tabla 15. Tasas de deforestación e indicadores macroeconómicos por países.

PAIS

Tasa annual de deforestación

%

PBI

Crecimiento

Annual, %

Densidad

Poblacional

Hab/Km2

Crecimiento anual de la población %

% de población rural

PBI Por persona

US Dollar

Costa Rica

0.8

2.6

67.1

2.4

50.3

2160

El Salvador

4.8

1.2

278.4

2.2

54.9

1320

Guatemala

1.9

0.8

98

2.9

58.5

1110

Honduras

1.1

0

50.5

3

56.1

580

México

0.9

0.9

49.1

2.1

24.7

3750

Nicaragua

3.6

0

36.5

3.7

37.1

360

Panamá

1.8

1

35.3

1.9

46.8

2580

Bolivia

0.3

1.4

6.8

2.4

39.2

770

Brasil

0.4

2

19.1

1.7

21.8

3020

Colombia

0.4

2.3

33.8

1.7

27.3

1400

Ecuador

1.3

0.8

41.4

2.2

41.6

1170

Paraguay

0.5

1.3

12.5

2.8

47.3

1500

Perú

0.4

3

18.6

1.9

27.8

1490

Venezuela

0.4

2

24.8

2.3

7.2

2840

Tabla 16. Resultados obtenidos de estas correlaciones son lo que se muestran en la tabla siguiente.

Parámetro correlacionado con la tasa de deforestación

R2 para correlac. lineal

Influencia sobre la cubierta for.

Densidad poblacional

0.6260

Negativa

Crecimiento anual del PBI

0.2486

Positiva

% de población rural

0.2103

Negativa

Tasa de crecimiento de la población

0.1514

Negativa

PBI por persona

0.1068

Positiva

Como puede apreciarse de la tabla de resultados con los valores de r2 , el factor que resulta ser el más influyente en el proceso de deforestación es el de densidad poblacional, es decir la necesidad de espacio vital para vivir y alimentarse, que es más fuerte que la necesidad de conservar el medio ambiente, sobretodo en sociedades en las que no existen alternativas válidas o concretas de sobrevivencia mediante oportunidades de trabajo, ingresos adecuados para financiar la canasta familiar etc. en el caso de la densidad poblacional, la influencia de este factor en considerada negativa ya que a mayor densidad, la tasa de deforestación aumenta o sea que la cubierta forestal se reduce. Un segundo factor influyente pero en sentido favorablea la conservación del bosques, es el del crecimiento anual de producto bruto interno, el cual significa mejoras en las oportunidades de trabajo para la población, incluso mejores precios para los productos agrícolas de mayor consumo, de lo cual las poblaciones rurales particularmente, pueden beneficiarse produciendose una influencia positiva en la conservación de los recursos naturales y en especial de lo bosques naturales.

El porcentaje de población rural en los países (que en general tienen una tendencia clara a la disminución), tiene también cierta influencia negativa, aunque aparentemente poco significativa, lo mismo que la tasa anual de crecimiento poblacional cuya correlación con las tasas de deforestación es muy débil, sin embargo lo que es importante destacar es que en ambos casos la influencia es claramente negativa, tal como se puede apreciar en los gráficos que se muestran sobre las correlaciones efectuadas. El valor del PBI per cápita según estos resultados, tiene una influencia positiva pero aparentemente poco significativa, ya que el hecho de existir un alto PBI por persona, no siempre significa que todas las personas y sobretodo la gente que vive en el medio rural, se beneficie de ello, lo cual es diferente a la tasa anual de crecimiento del PBI, que sí tiene influencia directa e inmediata en toda la población particularmente en el aumento de la oferta de fuentes de trabajo, que es un factor extremamente importante para evitar la búsqueda de alternativas de sobrevivencia en base al uso desordenado de los recursos naturales.

Figura 6a Figura 6b

Figura 6c Figura 6d

Figura 6e

En el caso de México (SARH, 1994) como una de las conclusiones importantes del Inventariuo forestal nacional llevado a cabo en 1994, se establece los siguiente: “Es fácil observar que los estados que tienen mayor población rural en habitantes por kilómetro cuadrado, son los que han tenido un impacto más fuerte en sus recursos foreestales, como es el caso del los estados de Máxico, Tlaxcala, Hidalgo, puebla y Guanajuato. Por otra parte estados con una baja densidad de población rural como Baja california Sur, Baja california, Chihuahua y durango, han tenido una afectación muy baja en sus recursos forestales en calidad y cantidad”. Para comprobar en forma más objetiva esta conclución hecha en el documento en referencia, se hizo un análisis de correlación entre los cambios anuales en la cubierta forestal y la densidad total y rural de la población en la matyor parte de los estados de México (considerados con información más confiable), tal como está presentado en la tabla siguiente:

Tabla 17. Deforestación annual total y relativa por habitante.

Estado

Def. anual

Problación total

Población rural

 

Km2 x 1000

H/km2

H/km2

California Norte

- 23,421

2.07

22.79

California Sur

- 73,431

0.98

4.49

Chihuahua

- 76,426

2.21

9.80

Durango

- 57,084

4.68

10.99

Guanajuato

- 29,960

47.11

128.77

Guerrero

- 23,516

19.97

41.84

Hidalgo

- 5,663

50.45

91.37

Jalisco

- 12,528

12.31

67.82

México

- 4,757

71.45

458.22

Michoagan

- 10,969

23.54

61.34

Moreles

- 3,290

34.85

242.38

Nayarit

- 5,853

11.70

30.83

Nuevo León

- 17,358

3.83

47.88

Puebla

- 15,560

42.99

120.39

San Luis de P

- 4,630

14.12

31.48

Simaloa

- 37,163

13.57

37.79

Tamaulipas

- 50,071

5.44

28.75

Chiapas

- 39,100

26.56

44.56

Quintana Roo

- 49,771

2.65

10.14

Tabasco

- 10,598

30.28

60.15

Vera Crux

- 43,962

37.14

84.83

Yucatan

- 29,629

7.59

35.51

R2

 

0.51

0.46

El análisis de correleción efectuado permite etablecer que sí existe una correlación clara, aunque no muy alta, entre los parámetros de densidad poblacional y la superficie anual deforestada por estado, siendo en este caso que la densidad de la población rural tiene un índice de correlación ligeramente más alto que el de la población total. Según esta tabla el área promedio que se deforesta por cada habitante en un kilómetro cuadrado en el medio rural es de 0.082 ha o 0.019 ha en el caso de la población urbana.

De los análisis hechos, se puede considerar que los factores más influyentes en la deforestación son la densidad poblacional que es negativa a la conservación del recurso forestal, y el crecimiento del producto bruto interno que tiene en general una influencia inversa a la anterior es decir positiva en la conservación del bosque. Es claro que el manejo de estos fatores o indices macroeconómicos debe hacerce en una manera constante o permanente de monitoreo, para lo cual es absolutamente necesario contar con información muy precisa, por lo que el análisis debería hacerse sobre contextos más reducidos o manejables, como por ejemplo una determinada región del país.

4.6 Comentarios

Del recuento de las causas que los países atribuyen a la deforestación y las formas de controlarla, se puede concluir que en principio no existe una sóla causa o que en todo caso ésta no se presenta en forma aislada sinó que existen varios otros factores que en su conjunto establecen un contexto bastante complejo, sin embargo es posible mencionar algunas motivaciones que parecen ser las más importantes, no necesariamente en el orden en que se mencionan.

i. Pobreza extrema y falta de oportunidades de trabajo y de ingresos familiares suficientes para la población menos favorecida económicamente

ii. Falta de políticas y legislación y estrategias adecuadas o políticas erradas sobre la ocupación del espacio forestal en el trópico húmedo

iii. Insuficiente capacidad en la toma de decisiones de la autoridad forestal en la ocupación y uso de la ?????

iv. Falta de planificación en la ocupación del territorio y uso de tecnologías inadecuadas o deficientes en el uso de las tierras y bosques

4.6.1 Pobreza extrema y falta de oportunidades de mejores ingresos para la población

Los índices macroeconómicos en los países tropicales del continente americano, tal como ya se vió anteriormente, son abismalmente más bajos que el de los países industrializados, así por ejemplo el PBI percápita anual promedio para la región sudamericana es igual a 1700 Dólares USA es decir prácticamente 15 veces menos que los países industrializados, pero en todo caso el problema no radica sólo en la cifra tan baja del PBI, sino pero sobretodo en la forma en que esta riqueza está distribuida, ya que la estructura social en los países en desarrollo está establecida de tal forma que existe un sector mayoritario de la población que no tiene acceso a un ingreso mensual o anual que le permita satisfacer sus necesidades mínimas en forma razonable y, una minoría tiene exceso de ingresos, por lo tanto la falta de medios económicos para sobrevivir o alcanzar un nivel de autosuficiencia económica, empuja a las poblaciones con menos recursos a buscar formas de subsistencia en base a los recursos naturales que están más a la mano.

En diversos estudios llevados a cabo en la región amazónica se ha podido establecer que los niveles de vida de las poblaciones rurales son extremadamente deficitarios o que en todo caso su subsistencia se da en gran parte gracias a la recolección o caza de productos naturales obtenidos del bosque o rios (caso de las poblacionmes nativas) o a una agricultura de subsistencia muy precaria (población de colonos). Los diversos trabajos realizados en este contexto, establecen que una familia para poder subsistir con alimento (muchas veces deficiente en proteinas o vitaminas) y vivienda precaria, requiere trabajar un mínimo de 0.5 ha por persona al año y, considerando que la tierra mantiene su capacidad productiva por un periódo máximo de tres años, cada familia con un promedio de 5 miembros debería talar anualmente 0.85 ha. nuevas de bosques, ello únicamente para alimentarse y tener un techo, sin embargo para acceder a otros servicios o comodidades mayores, el promedio de tala annual por família se incrementaría en forma geométrica, por lo tanto la tasa anual de deforestación no puede ser únicamente explicada por el crecimiento poblacional sinó también por una demanda constante de mayores ingresos en base a mayor cantidad de tierra para la producción agropecuaria, esto quiere decir que si aún la población no creciera, la demanda continúa constante y aún incrementándose, y en consecuencia habrá necesidad de más tierra forestal para hacer frente a los niveles mínimos de subsistencia de la población, ya que la tierra va perdiendo en forma constante y acelerada su capacidad de producción.

En un trabajo de Zonificación ecológica-Económica relaizado en ‘la Provincia de Nampula, Mozambique (Malleux 1999) se estableció, que la producción agropecuaria tradicional que se desarrolla en dicha provincia (considerada como la de mayor densidad poblacional y una de las más productivas del país), la producción media de alimentos por hectárea, bajo sistemas de secano, estaba bastante por debajo de las necesidades anuales de consumo de una persona, lo cual quiere decir que una hectárea de cultivo no alcanzaba para alimentar a una persona cuyo consumo anual se estima en un mínimo de 500 Kg. de alimentos, siendo la media de producción de la provincia menor a los 400 kg/ha/año. Ello significa que cada persona que naceo se adicionan a la población requiere de 1.2 ha. Nuevas de cultivo, es decir 1.2 ha. menos de bosques o vegetación natural. Sin embargo con sistemas muy sencillos de mejor manejo del agua, adecuada selección de suelos y cultivos, la producción podría aumentar fácilmente en un 50 a 100%, lo cual áun estaría lejos de ser una buena producción. Al mismo tiempo se estableció una correlación entre la productividad agrícola y la tasa de deforestación, por localidades específicas (distritos) llegandose a la conclusión de que a mayor productividad la tasa de deforestación era significativamente menor

El crecimiento anual de la economía y no necesariamente el PBI percápita es también un importante indicador de los procesos de deforestación. Ya se mencionó que la ocupación del bosque natural es utilizada por las poblaciones pobres (al margn de los problemas generados por las grandes empresas o el sistema conocido como “ranching”), para agenciarse de recursos mínimos de sobrevivencia; por lo tanto el crecimiento de la economía permite abrir nuevas oportunidades de trabajo que pueden aliviar la presión sobre los recursos naturales.

Utilizando el modelo APM, aplicado a la zona central de la región amazónica peruana, en el Departamento de San Martín (Perez O. 1989) hizo un estudio sobre las factores influyentes en la deforestación, para ello formuló dos escenarios distintos, el primero consideraba los índices macroeconómicos normales y ninguna mejora en la productividad agropecuaria, de las tierras que habían sido habilitadas para tales fines, el segundo escenario considera los mismos índices macroeconómicos y un paquete tecnológico que contribuye a mejorar la productividad, las conclusiones fueron las siguientes:

“En el caso del escenario I, el mayor incremento en la superficie deforestada se dá en el área de cultivos de subsistencia, con 4.7 veces, y se triplica el área dedicada a cultivos para el mercado, requiriendose un total adicional de 2,884,000 ha en un horizonte de 50 años para una población total de 371,000 habitantes, es decir 7.8 ha/habitante o 0.15 ha/hab/año; en el caso del escenario II también se produce una demanda importante de superficie adicional, pero significativamente menor que en el caso anterior, siendo la demanda adicional de tierras igual a 1,626,000 ha, es decir 4.8 ha/habitante o 0.08 ha/hab/año” . según éste análisis, en el supuesto del escenario I, en el plazo de 10 años se agotarían los bosques remanentes dentro de las fincas y en 35 años los bosques destinados a fines industriales, reduciendose además en 1.5 millones de ha. la superficie de los bosques de protección. En el caso del escenario II, en los mismos plazos, se agotarían los bosques comunales de las fincas y los bosques industriales, sin embargo no se manifiesta una presión sobre el bosque de protección. La adición del aprovechamiento racional de los productos y servicios del bosque contribuirían mucho más a mejorar los ingresos familiares de los agricultores y por lo tanto a reducir la presión sobre el bosque”.

4.6.2 Políticas, legislación y estrategias adecuadas de parte de los gobiernos

En numerosos casos las políticas legislaciones y estratégias a nivel nacional, no son las más convenientes para el desarrollo del sector forestal. Durante la década del 60 se dió el boon del crecimiento poblacional, sobre lo cual los gobiernos comenzaron a adoptar medidas de política para aliviar la presión demográfica y los conflictos sociales que cada vez se hacían más complejos y de gran envergadura, al mismo tiempo las propias poblaciones comenzaron a buscar alternativas inmediatas a la falta de recursos, produciendose en consecuencia un gran proceso migratorio hacia la región de la amazonía, como válvula de escape que favorecía la política inmediatista y populisdta de muchos gobiernos, generando una nueva y aparente alternativa de solución al problema de mucha gente que en los centros urbanos no tenían mayores posibilidades.

La venta, sea por interés estrictamente político inmediatista o por desconocimento, del espejismo verde de la amazonía, como forma de aliviar las presiones sociales y demográficas de las regiones más densamente pobladas y empobrecidas, es el origen del serio conflicto que hoy tienen que afrontar los gobiernos y la población con la ecología. Promover la “colonización”de la amazonia en base a actividades agrícolas tradicionales como alternativa para solucionar el problema del déficit alimenticio, fuentes de trabajo y generar riqueza en cortos plazos de tiempo, es el gran error que cometieron los políticos y técnicos mal informados sobre las posibilidades de desarrollo en la región amazónica.

Las deciciones políticas de los Gobiernos de los países en los que el gran drama es salir de los niveles del subdesarrollo en forma rápida, muchas veces estan por encima de los intereses ecológicos, pero a la larga traen consecuencias irreversibles y que son contrarias a los objetivos inicialmente planteados.

La ocupación del bosque húmedo tropical por las poblaciones se da en diferentes formas, desde las más remotas en el tiempo, que son los asentamientos humanos de comunidades nativas que, con el paso del tiempo han desarrollado sistemas de aprovechmiento sostenible del recurso forestal, pero que requiere grandes espacios territoriales para poblaciones relativamente pequeñas; luego vienen las actuales corrientes migratorias de grupos poblacionales que se desplazan en forma expontánea o los llamados procesos de colonización alentados y apoyados por los gobiernos que concentran importantes grupos poblacionales en un territorio relativamente pequeño y sin previo estudio de su capacidad de uso mayor. El problema principal no radica solamente en las migraciones u ocupaciones del espacio forestal sinó en la forma en que utiliza la tierra para diferentes fines.

En el año 1978, el IGAC, Ministerio de defensa y el CIEF hicieron un estudio sobre el desarrollo de la colonización en Colombia (IGAC-Mindefensa-CIEF 1978) en el que enumeran las principales causas que conducen a las poblaciones a asentarse en la zona del trópico húmedo amazónico o de la cuenca del Orinoco, esta son: a) fuerte concentración de la tierra en grandes propiedades, b) Agricultura diversificada y de subsistencia en pequeñas propiedaddes desarticuladas, c) fuerte presión demográfica, d) fuerte presión sobre la tierra, relacionada con disponibilidad física, niveles de productividad demasiado bajos y distribución de la propiedad, e) existencia de grandes diferencias entre los niveles de vida de la población rural y urbana, f) grandes problemas de desempleo en áreas rurales y urbanas, g) bajos salarios, h) conflictos socio-políticos que se crean en consecuencia, i) existencia de grandes extensiones de tierras despobladas, j) programas oficiales de ocupación de tierra en áreas de especial interés y, k) existencia de colonos profesionales que negocian con baldíos. “más de los dos tercios de de los colonos proceden de regiones donde impera el minifundio y la concentración de tierras representada en los latifundios” indicando además que es muy importante tener en cuenta los factores de atracción como los espacios vacíos , en los que aparentemenete no existe un registro patrimonial a favor de ninguna institución a persona.

En resumen el problema central se sitúa en la cuestión socio-económica que vinculada con intereses políticos y falta de planificación , hacen que las polblaciones necesitadas encuentren en la zona boscosa la oportunidad de asentarse sea en forma dirigida por el Estado o por iniciativa propia.

En lo referente al problema de manejo de los suelos, el mismo documento indica que “algunos colonos, en lugar de sembrar pastos, luego de las primeras cosechas agricolas , continúan con una o más cosechas adicionales en el mismo terreno, haciendo que la reducción paulatina de los rendimientos, los obliga a abandonar el área degradada y repetir el proceso de agotamiento del suelo en otro sitio, abandonando o vendiendo el anterior”. Comparando los índices de producción de la agricultura en tierras de colonización amazónica y los promedios nacionales, se establece que la producción en las tierras de colonización en promedio, producen el 15% de la producción nacional por hectárea, ello quiere decir que para producir la misma cantidad de productos agrícolas, la coloniozación requiere de casi 7 veces más superficie de tierras, situación que si bien con el tiempo ha mejorado, aún está muy lejos de alcanzar producciones razonables desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo.

Es importante hacer notar un problema de fondo que se presenta con la visión técnica y unisectorial que subsiste en la mayor parte de las administraciones del uso y ocupación de las tierras, que se manifiesta en buena parte en las definiciones o reglamentos adoptados por algunas instituciones rectoras del sector agrario, por ejemplo en el caso de Colombia, el INCORA (Instituto Colombiano de Reforma Agraria) cuando define en más de dos décadas atrás, colonización, en la siguiente forma “un asentamiento de grupos humanos en terrenos baldíos que mediante la explotación de los recursos naturales (léase suelos), buscan mejorar su nivel de vida e incorporar dichos terrenos a la economía nacional” . En el concepto del terreno baldío se encuentra una gran parte del orígen o explicación de los frentes migratorios a la región forestal amazónica, tal como sucede en todos los países que integran la cuenca, ya que un terreno baldío se entiene copmo un área sin uso o abandonada y por lo tanto un espacio vacío que los Ministerios de Agricultura intentan llenar y en las que las administraciones forestales no tienen el poder suficiente para regular u oponerse a este uso indiscriminado e irracional.

Para tener una idea de como se presentan los procesos de ocupación de la región amazónica o en general de los bosques tropicales, y cual es su influencia en los procesos de deforestación, se presenta el siguiente cuadro sinóptico.

Tabla 18. Esquema de los sistemas de ocupación uso de la tierra,a partir del bosque.

Forma de ocupación del territorio

Forma de uso del suelo

Ocupación del territorio y % de área deforestada, por unidad familiar, comunal o empresarial

Influencia en la deforestación

1.-Asentamientos nativos tradicionales

Pequeñas superficies (0.5-1.0 ha/familia) y rotaciones de largo plazo, alta dispersión

Requiere grandes extensiones de territorio, la superficie deforestada es mínima (<1%)

Muy baja

2.-Agricultura de subsistencia de baja tecnología, expontánea

Pequeñas y medianas superficies (7.5 ha/familia) y rotaciones cortas, alta concentración

Ocupa grandes espacios continuos o en bloques, la superficie talada puede llegar al 100% pero un 60 a 70% se mantiene en barbecho

Muy grande, problemas serios de erosión

3.-Agricultura y ganadería comercial, expontanea

Medianas y grandes superficies (media de 100 ha), mayormente con cultivos o pastos permanentes no se dan rotaciones, uso intensivo de fertilizantes, concentración media

Ocupa superficies importantes en espacios no compactos, se tala el 100% del área

Grande, problemas de erosión

4.-Cultivos y Plantaciones permanentes industriales y ganadería extensiva de grandes empresas

Grandes bloques superficiales (media de 10,000 ha), uso intensivo de fertilizantes y pesticidas, muy alta concentración

Ocupas grandes bloques simétricos y se tala el 100%

Muy grande, problemas de erosión

5.-Colonización dirigida por el estado, pequeños y medianos agricultores

Pequeñas y medianas parcelas agropecuarias (media de 10 ha/familia)con apoyo técnico inicial, alta concentración, en total puede abarcar algunas centenas de miles de ha.

Ocupa espacios medianos y bajo control inicial, se comporta como la modalidad 3 y 4

Grande, expansivo.

Tabla 18. Cont.

6. –Extracción forestal selectiva de pequeña escala

Generalmente pequeñas y medianas áreas de bosques bajo el sistema de contratos forestales o concesiones otorgadas por el Estado, con concentraciones importantes de maderas valiosas (1000 a 10,000 ha)

Ocupa espacios relativamenbte pequeños pero en forma muy dispersa y muy difícil de controlar

No genera directamente deforestación pero sí la descapitalización del bosque

7.- Extración forestal selectiva y/o masiva de gran escala

Grandes concesiones forestales, que generalmente sobrepasan las 50,000 ha, distribuidas en forma dispersa. Operan a traves de carreteras especialmente construidas para tal fin

Ocupa espacios grandes y generalmente están en conflicto con los pequeños agricultores y extractores forestales. A lo largo de las carreteras de acceso a las concesiones se generan asentamientos agropecuarios expontaneos de pequeños agricultores

Cuando la extracción no responde a un plan de manejo serio genera importantes daños y descapitalización del bosque y deforestación alrededor de las concesiones

8.- Extración minera y de petroleo

Pueden ser asentamientos expontaneos o en contrato con el estado, por lo general abarcan grandes superficies

Requiere de obras de infraestructura de exploración, explotación y transporte bastante importantes

Generan deforestación intensiva localizada pero atraen mucha población flotante que también deforesta, además son fuentes de polución extrema

9.- Represas

En su totalidad son construidas por o a traves del Estado, en zonas planas o de poca pendiente inundan grandes superficies de tierras, que pueden modificar el paisaje y la ecología

Generalmente ocupan grandes superficies en forma permanente

La vegetación natural es eliminada por inundación, lo que también se considera como deforestación

10.- Cultivos de Coca

En algunos países, como Bolivia, Ecuador y Perú, el cultivo y cosecha de la hoja de coca es legal pero en superficies restringidas y para uso medicinal o masticación de la hoja

Legalmente ocupa superficies pequeñas, pero el cultivo ilegal está bastante expandido, aunque en totalidad no representa más del 5% del área total dedicada a cultivos de subsistencia o comerciales

Requiere de tala raza y uso intensivo de fertilizantes y pesticidas

4.6.3 Capacidad de decisión y control de la autoridad forestal

Este tema ya fue ampliamente comentado anteriormente, sin embargo es necesario insistir en la necesidad de dar una efectiva e importante participación a la administración forestal en el proceso de asignación de tierras a terceros, en tierras forestales y para fines que no sean forestales.

La clasificación de tierras por capacidad de uso mayor y la zonificación ecológica-económica son procedimientos que deben usarse intensamente a fin de establecer en forma clara y estable los límites físicos de las tierras forestales, sin embargo ello es necesario hacerlo en forma conjunta o coordinada con los otros sectores del Estado que tienen relación directa e incluso indirecta con el uso de la tierra. El uso de la tierra es un problema inter-sectorial extremamente complejo, que está rodeado de intereses políticos económicos y sociales , dentro de lo cual tiene especial importancia el contexto ecológico.

Actualmente con los avanzados sistemas de información geográfica (SIG) es posible elaborar complejos mapas que estan basados en diferentes fuentes temáticas, como geología, suelos, vegetación, clima, población etc. con el fin de zonificar un determinado territorio de acuerdo con su vocación natural y las necesidades de la población, dentro de un plan de desarrollo coherente y de largo plazo. La zonificación ecológica-económica viene a ser un excelente medio para establecer, en forma coordinada e intersectorial, el uso adecuado de los espacios y de los recursos naturales, estableciendo los límites físicos y normativos para cada tipo de uso del suelo, y que además requiere de un proceso participativo involucrando a la sociedad civil organizada, lo cual permite establecer un compromiso formal de las partes para un uso sostenible de los recursos naturales.

Existen varios ejemplos o casos que se pueden citar en cuanto a la prevalencia de las decisiones políticas de corto plazo, contra los intereses del sector forestal o la preservación del recurso forestal, tal es el caso del Bosque Nacional Alexander Von Humbolt en el Perú (el más antiguo y representativo del país, en el que se han desarrollado importantísimos proyectos de manejo forestal sostenible ejecutados por la FAO,ITTO y JICA), este bosque fué creado en la década del 60 con una superficie total de 650,000 ha. y en la actualidad sólo cuenta con menos de 300,000 ya que el resto fué declarado como areas para fines de colonización agropecuaria o agroforestal por decisión del Gobierno a través del el Ministerio de Agricultura, pasando sobre la autoridad forestal. En Colombia por ley 1959 se crean siete grandes reservas forestales, con una superficie aproximada de 38.5 millones de ha. en la región amazónica , sin embargo por decisiones políticas del Estado o presiones de la propia población, al año 1987 ya se había substraido de estas reservas el equivalente al 46.6% de la superficie original (INDERENA 1987), lo cual determinó a fines de la década del 80 el INDERENA decidió intervenir en forma más directa en el proceso de asignación de tierras mediante el análisis detallado y dando opinión técnica sobre los expedientes se presentan para asignación de parcelas para fines no forestales, habiendose logrado una cierta dismunución en el proceso de sustracción de áreas a las reservas forestales, como es el caso de las reservas de Caguán y “Margen Derecha Rio Guayabero-Zona Calamar” donde inicialmente se solicitaron sustraer 1,650,000 y 1,000,000 de ha respectivamente, lograndose disminuir dichas superficies a 437,000 y 221,0000 ha respectivamente.

Uno de los códigos y estrategias de desarrollo forestal más avanzados y con evidentes indicios de éxito en la América Latina tropical es el de Costa Rica, manifiesto en su Plan de Desarrollo Forestal 2001-2010 (MAE-MINAE-ONF, 2000) en el que se establecen los principales lineamientos de política forestal del país, entre los que tienen especial importancia a) “El ordenamiento territorial para el desarrollo de actividades de manejo, conservaciuón y desarrollo sostenible de los bienes y servicios relacionados con los bosques, como principal herramienta para expresar el compromiso político de largo plazo del Poder Ejecutivo...... de manera que permita establecer o actualizar periódicamente las áreas geográficas de intervención de la política forestal, definiendose el área destinada al manejo, conservación y desarrollo sostenible de los bienes y servicios relacionados con los bosques”, b) Consolidación del sistema de información geográfica que sirva como plataforma para: i) mantener un registro actualizado de la situación de los recursos forestales, ii) facilitar la toma de decisiones en las diferentes áreas de la política y administración forestal y, iii) la incorporación adecuada de los resultados de la actividad en el sistema de cuentas nacionales.

Las políticas generales enunciadas y que forman parte del plan nacional, establecen claramente la necesidad de identificar y delimitar con presición y en forma permanente el recurso forestal, el que adjudicado en responsabilidad a una institución gubernamental estable y con suficiente autoridad, debe llevar a cabo la implementación de los planes de manejo así como el monitoreo o seguimiento de los mismos, de tal manera que pueda lograrse un catastro detallado sobre un recurso permanente, haciendo posible incluso obtener información consistente y detallada para su registro en las cuentas nacionales. Ello sólo puede ser posible en base a una real política estable y de largo plazo, que es lo que generalmente no se dá en la gran mayoría de los países en desarrollo. Un primer paso para implementar esta política fue la elaboración del mapa de capacidad de uso de las tierras en Costa Rica, también llamado “mapa ideal” en el que se delimitan las tierras aptas para uso agropecuario, agropecuario restringido, plantaciones, manejo forestal, protección y áreas protegidas, que establecen la necesidad de mantener el 62.3% del país bajo cubierta forestal permanente.

En el caso del Perú, a partir de 1999 y de acuerdo con la nueva Ley forestal, la Dirección General Forestal del INRENA tiene la responsabilidad de emitir opinión sobre los expedientes de titulación de tierras en la región amazónica peruana, como requisito indispensable para la continuación del proceso, sin embargo hasta la fecha no se ha podido evaluar el impacto que esta medida pueda tener sobre la tasa anual de deforestación. En el caso del Brasil, a principios del 2001 se aprobó una modificación al Código Forestal del país, mediante el cual toda tierra destinada a fines agropecuarios deberá mantener una cobertura mínina forestal del 80%., cuando al principio era sólamente el 20% y posteriormente aumentado al 50%. El problema en estos casos es cómo hacer el control real de campo, que permita garantizar que estas disposiciones se cumplan a cabalidad, ya que ello requiere de un enorme despliegue logístico y por supuesto de recursos económicos bastante abultados, que generalmente las administraciones forestales no disponen.

Estos ejemplos se repiten frecuentemente en toda la región tropical, tanto en America Latina, Asia y Africa, lo cual corrobora el hecho de la necesidad de reforzar la autonomía y autoridad de las administraciones forestales en cuanto a las decisiones sobre ocupación, propiedad y uso de la tierra.

4.6.4 Planificación en la ocupación del territorio y uso de tecnologías en el uso de las tierras y bosques

Por un lado el interés político de los gobiernos, los intereses económicos de las grandes empresas transnacionales y, por otro lado, el poco conocimiento sobre las formas más adecuadas de intervenir en las regiones tropicales, ha traido como consecuencia un enorme proceso de deforestación iniciado en la decada del 50 e intensificado en las décadas del 60 y 70, en su mayor parte con el apoyo de las mayores instituciones financieras internacionales.

La región tropical, tal como ya previamente se mencionó, tiene un gran potencial para la generación de biomasa, y en condiciones normales muy poco potencial para la producción de granos o frutos, que es a lo que generalmente se orienta la actividad agrícola tradicional.

En una comparación hecha sobre la capacidad de uso de los suelos y el uso actual, en Nicaragua ( FAO-CATIE 2000) se establece una relación inversa para los casos de ganadería y forestales, así la superficie de suelos con vocación ganadera es de 22,500 Km2 y el uso actual en ganadería es el doble, 44,500 Km2. En el caso del uso para fines forestales la relación es totalmente inversa, el área con capacidad de uso mayor para fines forestales es de 44,500 km2 y en uso actual sólo 26,000 km2.

En el caso del Perú, la ONERN (Zamora 1971), actualmente INRENA, ha elaborado un mapa de capacidad de uso de los suelos, llegando a la conclusión de que en la región amazónica, sólo el 2.7% de la superficie total es apta para cultivos anuales en limpio, 13% para cultivos permanentes y pastos, 45.6% para producción Forestal y 38.7 % para fines de protección, actualmente el área ocupada por las actividades agropecuarias es cercana al 12% de la región amazónica peruana, es decir muy cercana a los límites máximos establecidos por el sistema de clasificación de suelos según su potencial de uso, sin embargo el mayor problema está en las áreas actualmente ocupadas no coinciden con la clasificación de uso, ello es debido a alto grado de informalidad del proceso de ocupación de la tierra y en parte también a que muchas áreas aptas para la agricultura no tienen un buen acceso.

Dourojeanni (1981), en un estudio realizado sobre el uso de la tierra en el Departamento de San Martín, región amazónica peruana, llega a la conclusión de que de un total de 615,375 ha de bosques que fueron talados con fines agrícolas en un area de colonización agropecuaria, dirigida por el Estado, sólamente 137,878 ha estaban en uso o produciendo y que 477,497 ha permanecían en barbecho cubiertas por bosque secundario, es decir el 77% del área talada, lo que establece una proporción de casi 1/5 de área en producción con relación a la superficie total desmontada, de lo cual se podría establecer que el periodo medio de rotación (en caso de que éste funcionara) es de 3 años únicamente, lo cual definitivamente es muy corto para permitir una recuperación de la capacidad productiva del suelo y en consecuencia una acelerada pérdida de productividad de los suelos.

La disponibilidad de buena informaciópn cartográfica previa a cualquier proceso de ocupación de la tierra, es fundamental en la prevención de procesos extremos de deforestación, ya que con una mejor zonificación, los planificadores y los tomadores de decisiones pueden establecer planes de ocupación bastante más razonables y mucho menos destructivos; el objetivo no es paralizar totalmente la tala de bosques, sinó hacer que ésta sea lo menos perjudial posible en términos ecológicos y económicos para el país y los propios usuarios. Tal es el caso ocurrido e mediados de la década del 70 en el Perú, en que el Instituto Nacional de Planificación encargó a un grupo de profesionales hacer los estudios previos y plantear la estrategia de ocupación de una nueva área de colonización dirigida por el Estado (Proyecto Especial Pichis Palcazú), el equipo de profesioonales llegó a la conclusión de que si no se consolidaba un previo plan de ocupación de la tierra en base a una adecuada zonificación, ecológica y económica, así como la cautela de los derechos adquiridos por los usuarios ya ubicados en el área (básicamente comunidades nativas), no debería continuarse con ninguna actividad de implementación del programa de colonización, especialmente la construcción de la carretera de acceso (que era lo primero que los Ministerio de Agricultura y el de Transportes, tenían planeado), el proyecto se paralizó, hasta que hubo un cambio de gobierno y de política, procediendose finalmente a aperturar la carretera, antes que la estrategia de ocupación y acondicionamiento previo del área estuviera definida, con las consecuencias propias de estos procesos sin adecuada planificación traen inmediatamente.

Otro caso peruano es el del Departamento de madre de Dios, en el que el incremento significativo de la población, debido a procesos migratorios, se ha concentrado fundamentalmente en la actividad aurífera y las actividades de servicios de Puerto Maldonado (Perú). En la primera actividad, se registran problemas de cambios en el paisaje, el movimiento de tierras y diversos procesos sociales. Estos problemas, conjuntamente con la extracción selectiva de los productos de la biodiversidad (castaña y madera), así como con la contaminación de los cuerpos de agua, por la explotación del oro, y los niveles de pobreza, conforman la problemática ambiental central de esta parte de la zona sur de la Amazonía. La deforestación, si bien es cierto, en la actualidad, es poco significativa (80,000 ha), presenta la posibilidad de incrementarse por la fuerte presión de la población migrante. Cerca de tres millones de habitantes, ubicados principalmente en las partes altoandinas de los departamentos del Cuzco, Abancay y Puno con problemas de tierras y pobreza, el gran potencial aurífero y petrolero regional y la existencia de dos grandes proyectos carreteros, son los factores que pueden agudizar los problemas actuales de la zona sur de la Amazonía Peruana.

Para evitar una catástrofe ecológica, especialmente debido a la tala indiscriminada de bosques, el gobierno regional con el apoyo de algunas ONGs y programas especiales de apoyo al manejo y conservacion de los recursos forestales (BIOFOR), se llevó a cabo un trabajo de zonificación ecológica-económica de todo el departamento de Madre de Dios, habiendose llegado a establecer las superficies y zonas para usos de la tierra, tal como se puede ver en la tabla transcrita más abajo. Si bien éste trabajo fué realizado en forma técnicamente impecable, se puede notar que a pesar de todas las previsioners, se establece un área importante para uso agropecuario, sea este independiente o asociado con actividades de manejo y/o conservación forestal, lo cual como se pudo observar posteriormente es consecuencia del uso de un reglamento de clasificación y uso de la tierra que es utilizado por el Ministerio de Agricultura (MA 1980), desde hacen más de 25 años y que definitivamente ha demostrado ser totalmente obsoleto, ya que el uso de la tierra, según el citado reglamento se basa fundamentalmente en las condiociones o características físicas del suelo (pendiente, profundidad, textura, drenaje y MO), haciendo completa abstracción de la cubierta vegetal, la biodiversidad, el contexto cuenca hidrográfica y otros indicadores fundamentales que pueden hacer variar en forma importante los resultados finales de la ZEE.

A manera de ejemplo se muestra la tabla de resultados obtenidos en la ZEE del Departamento de Madre de Dios.

Tabla 19. Zonas ecologicas economicas del departamento de Madre de Dios.

ZONAS ECOLÓGICAS ECONÓMICAS

SUPERFICIE

Ha

%

1. ZONAS PRODUCTIVAS

2’941,996

34.6

1.1. Zonas para Uso Agropecuario

1’252,972

14.6

1.1.1. Zonas para cultivo en limpio con calidad agrológica media asociado con cultivo permanente.

186,680

2.20

1.1.2. Zonas para cultivo en limpio con calidad agrológica baja asociado con pastos.

9,361

0.10

1.1.3. Zonas para cultivo en limpio con calidad agrológica baja asociado con protección.

174,009

2.00

1.1.4. Zonas para cultivo en limpio con calidad agrológica media asociado con protección.

56,796

0.70

1.1.5. Zonas para cultivo permanente con calidad agrológica baja.

307,713

3.60

1.1.6. Zonas para cultivo permanente con calidad agrológica baja asociado con pastos.

121,654

1.40

1.1.7. Zonas para cultivo permanente con calidad agrológica baja asociado con protección.

48,845

0.60

1.1.8. Zonas para pastos con calidad agrológica media asociado con protección.

26,423

0.30

1.1.9. Zonas para pastos asociado para cultivo permanente.

157,223

1.80

1.1.10. Zonas para pastos con calidad agrológica baja asociado con protección.

164,268

1.90

1.2. Zonas para Producción Forestal y otras Asociaciones.

1’655,449

19.6

1.2.1. Zonas para manejo de rodales de castaña asociado con pastos y cultivo permanente.

246,493

2.90

1.2.2. Zonas de manejo de rodales de castaña asociado con forestales.

305,958

3.60

1.2.3. Zonas para producción forestal.

824,064

9.70

1.2.4. Zonas para producción forestal asociado con pastos.

222,420

2.69

1.2.5. Zonas para producción forestal asociados con protección.

56,514

0.70

1.3. Zonas para Producción Pesquera.

33,575

0.40

1.4. Otras Zonas Productivas.

   

1.4.1. Areas de interés turístico.

   

1.4.2. Areas de explotación aurífera.

   

2. ZONAS DE PROTECCIÓN ECOLÓGICA

3’272,979

37.8

2.1. Zonas de protección de Laderas de Montaña.

256,694

3.00

2.2. Zonas de Protección de Pantanos y Aguajales.

63,502

0.70

2.3. Zonas de Protección de Cochas

1,297

0.00

2.4. Zonas de Protección de Colinas Fuertemente Disectadas.

444,757

5.20

2.5. Zonas de Protección Asociado con Pastos.

89,070

1.00

2.6. Parque Nacional del Manu.

1’366,611

16.00

2.7. Zona Reservada del Manu.

218,213

2.60

2.8. Parque Nacional Bahuaja – Sonene.

148,595

1.70

2.9. Zona Reservada Tambopata – Candamo

648,240

7.60

3. ZONAS DE TRATAMIENTO ESPECIAL

2’159,735

25.4

3.1. Zonas de Alta Diversidad Cultural y Riesgo Inmunológico.

2’126,284

25.00

3.2. Zonas de Alto Riesgo Ambiental por Actividad Minera.

33,451

0.40

4. ZONAS DE VOCACIÓN URBANO – INDUSTRIAL

2,879

0.00

4.1. Zona de Expansión Urbano – Industrial.

2,879

0.00

5. OTRAS ZONAS

174,048

2.00

5.1. Centros Poblados.

853

2.00

5.2. Otros Cuerpos de Agua

173,195

0.00

TOTAL

8’518,263

100


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