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SERVICIOS AMBIENTALES

La traducción de informaciones ecológicas en términos económicos es una necesidad creciente sentida por la sociedad y, en particular, por los altos funcionarios con facultades decisorias de los gobiernos de América Latina. Desde hace algunos años, organismos nacionales y regionales incursionan en la valoración de servicios ambientales en dos niveles: por un lado, la valoración de funciones ecológicas (servicios ambientales) específicas, y por el otro, la valoración parcial de ecosistemas, que incluyan no solamente los bienes que generan, sino también las principales funciones ecológicas propias de estos ecosistemas.

El propósito de las evaluaciones parciales de ecosistemas no es solamente académico, ya que se pretende que ellas sirvan a dichos funcionarios como herramientas de planificación. Estas evaluaciones proveen criterios económicos y técnicos para evaluar la sostenibilidad de los sistemas de manejo de los recursos naturales -especialmente el bosque- y su contribución o incidencia en la conservación de las funciones ecológicas y en la generación de bienes. Para ello, es necesario ajustar los precios de mercado de los bienes (valores de uso directo) a valores económicos; e identificar formas de valorar económicamente las funciones y servicios ambientales que no se intercambian en el mercado. En este último caso, la metodología comúnmente utilizada es la que permite definir valores de uso indirecto y valores de no uso (de opción y existencia).

Los casos que a continuación se presentan fueron elaborados, en su mayoría, por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), e incluyen tanto evaluaciones de servicios ambientales particulares como evaluaciones parciales de ecosistemas.

ALMACENAMIENTO Y FIJACION DE CARBONO EN QUERCUS COSTARICENSIS EN UN BOSQUE DE ALTURA DE LA CORDILLERA DE TALAMANCA, COSTA RICA3

Milena Segura Madrigal, CATIE.

Los cambios globales en la composición de la atmósfera, como consecuencia de las emisiones de gases con efecto invernadero, han sido provocados e incrementados por actividades del ser humano: la producción, la transformación, el manejo y el consumo de energía; el cambio de uso de la tierra; los procesos industriales; la agricultura y la producción de desechos; entre otros. Los ecosistemas tropicales representan una opción para mitigar las emisiones de los gases con efecto invernadero, ya que tiene la capacidad de almacenar y fijar el carbono emitido a la atmósfera debido, entre otras cosas, al rápido ritmo de sucesión y el elevado consumo neto de CO2.

Con el propósito de determinar la cantidad de carbono en la biomasa de un bosque de altura, este estudio pretende cuantificar física y monetariamente el almacenamiento y fijación de carbono, así como plantear los lineamientos básicos de una metodología para determinar carbono. El área de estudio es un robledal de altura, ubicado en la cordillera de Talamanca, Costa Rica, en el área Experimental Villa Mills-Siberia, del Proyecto Silvicultura de Bosques Naturales (PROSIBONA/CATIE).

Metodología

Para determinar la cantidad de carbono almacenado y la capacidad de fijación de los ecosistemas forestales es fundamental contar con información sobre la cantidad de biomasa, y el crecimiento de las especies que lo conforman. Asimismo, es necesario conocer el volumen existente en el ecosistema y la proporción de carbono en el material vegetal, para obtener así la cantidad de carbono almacenado y fijado en la biomasa del fuste y el total por hectárea. Para ello, se elaboró una tabla del volumen comercial total (incluye defectos y tocón) y el volumen comercial neto (libre de defectos y sin tocón) para encino (Quercus costaricensis), con el fin de cuantificar la biomasa y la cantidad de carbono almacenado en los robledales y obtener así las tablas de biomasa y carbono. Además, se elaboró una tabla de residuos, con el propósito de cuantificar la cantidad de carbono que vuelve a ser emitido a la atmósfera en forma de dióxido de carbono.

Resultados y discusión

La información proviene de 348 árboles de encino de las Parcelas Permanentes de Muestreo y del camino forestal, cubicados a partir de 10 cm dap. Se calculó el volumen total y neto y se probaron algunos modelos matemáticos, los que indican que existe una correlación significativa entre el diámetro y el volumen comercial total y neto. El modelo que mejor ajustó los datos fue el logarítmico con un R-ajustado de 0,98 para ambos casos; la ecuación para el volumen comercial total es:

-8.912860 + 1.902337 (Lnd) + 0,836041 (Lnh)

y para el volumen comercial neto:

-8.904686 + 1.932912 (Lnd) + 0,766025 (Lnh)

La tabla de residuos indica que el volumen de desperdicio aumenta con el volumen, debido a que el rendimiento de la industria es de 45 a 50 por ciento.

Para cuantificar el carbono en la biomasa por clase diamétrica a diferentes alturas (0, 1,3, 6, 10 y 15 m) y en el fuste por albura, duramen, corteza y madera (albura + duramen), así como en ramas y raíces de diferente diámetro, se realizaron análisis químicos. Un muestreo preliminar en cuatro árboles derribados por el viento permitió verificar las diferencias entre la altura de ramas, fuste y raíces. La cantidad de biomasa de ramas y raíces se obtuvo a partir de un sólo árbol de encino de 69 cm de diámetro. Las ramas se cubicaron hasta 4 cm de diámetro y el volumen fue de 2.2596 m3, con un factor de apilamiento de 0,65 m3/estéreos. La biomasa de raíces fue de 0,562 t con una densidad de 0,65, para un volumen de 0,8643 m3. A cada muestra obtenida se aplicaron análisis químicos, tales como:

- Materia orgánica: No fueron considerados en la decisión del muestreo final debido a la inconsistencia de los datos.

- Cenizas totales: Asume supuestos con respecto a la ecuación de fotosíntesis. Los datos muestran que no hay diferencias entre la cantidad de carbono en diferentes alturas, ni por albura, duramen, corteza y madera, ni entre ramas (43,28 por ciento), fuste (42,83 por ciento) y raíces (43,26 por ciento).

- Calorimetría (Método propuesto): Al igual que en el análisis anterior, no hay diferencias con respecto a la cantidad de carbono en las ramas (45,44). La diferencia con el método de cenizas radica en que no se basa en supuestos.

- Análisis del nitrógeno: Los datos muestran que el mayor contenido de nitrógeno se encuentra en la corteza a 10 m de altura con 0,45 por ciento y en raíz con 0,64 por ciento; en menor cantidad en la albura (0,05) y duramen (0,02).

- Análisis del contenido de la pared celular, hemicelulosa y celulosa: No fueron considerados ya que se hace necesario determinar la cantidad de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno de cada uno de los componentes de la pared celular, lo que provoca un error más alto en el análisis.

Como no se encontraron diferencias en la cantidad de carbono con respecto a la altura en el fuste y ramas, ni en raíces, se realizó el muestreo final por clase diamétrica y clase de iluminación. Se seleccionaron 15 árboles de las PPM en un bosque primario con manejo y 5 en bosque primario sin manejo; se tomaron muestras de corteza y madera a 0,40 m del suelo. Como no se cuenta con información de incrementos para el bosque sin manejo, se trabajó con los datos del bosque primario con manejo.

Los análisis para carbono por el método de cenizas totales y calorimetría muestran que ni el diámetro ni la clase de iluminación influyen en la cantidad de carbono presente en la biomasa de corteza y de madera. La cantidad de carbono contenida en un árbol se distribuye de la siguiente forma: 0,74 en ramas, 1,42 en fuste y 0,25 en raíces. La biomasa por concepto de ramas y raíces de Q. costaricensis fue de 1,7 por ciento adicional.

La cantidad de carbono almacenado por la especie en un bosque primario, por clases diamétricas a partir de 10 cm dap, se calculó a partir de la biomasa total (130,82 t/ha) y el carbono almacenado fue de 56,26 t/ha. La capacidad de fijación de carbono para un bosque con manejo silvicultural se estimó en 1,87 t/ha, considerando un incremento volumétrico de 3,5 m3/ha/año.

Para valorar financieramente la contribución del servicio de fijación de carbono de estos bosques en relación con otros servicios y bienes ambientales, tales como protección de aguas, turismo y productos no maderables, se estimaron los costos y retornos del Área Experimental de Villa Mills, los que se consideran altos pues son parte de investigaciones y no de uso comercial. Los indicadores financieros se calcularon para diferentes escenarios de uso productivo del bosque a contar de tres valores por tonelada de carbono, según precios de comercialización a nivel internacional, a saber: $10/tC de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz en Costa Rica, $0,5/tC en Bolivia y un valor promedio de $5/tC.

Cuadro 1. Indicadores financieros para diferentes escenarios del uso productivo en un bosque de altura.

Uso productivo del bosque

Valor actual Neto

Beneficio/costo

Madera

1.177,72

1,32

Carbono $10/tC

139,68

 

Carbono $5/tC

69,84

 

Carbono $0,5/tC

6,98

 

Madera más carbono $10/tC

1.298,77

1,35

Madera más carbono $5/tC

1.238,25

1,34

Madera más carbono $0,5/tC

1.183,78

1,32

Madera más carbono $10/tC y otros servicios

2.043,15

1,55

Madera más carbono $5/tC y otros servicios

1.982,63

1,54

Madera más carbono $0,5/tC y otros servicios

1.928,63

1,52

Carbono $10/tC más otros servicios

998,66

 

Carbono $5/tC más otros servicios

928,83

 

Carbono $0,5 tC/ha más otros servicios

865,97

 

Los bienes y servicios ambientales se valoraron en $50/ha en el caso de la protección de aguas; los productos no maderables en $51/ha y el turismo en $14/ha.

Los valores actuales netos indican que produciendo madera a un ciclo de corta de 20 años, con una tasa de 12 por ciento, el valor actual será de $1.177,72 y el B/C de 1,32; en contraposición, el bosque para la venta de carbono genera $139,68 con un valor de $10/tC, $69,84 a un precio de $5/tC y de $6,98 a $0,5/tC. Con el uso del bosque -suponiendo que se recibirán ingresos por madera, carbono, protección de aguas y productos no maderables- el VAN aumenta a $2.043,15 con un B/C de 1,55. El VAN para un productor es de $998,66 únicamente con la venta de servicios.

Conclusiones

Los servicios de protección de aguas y productos no maderables provocan un aumento en el flujo de caja por su alto valor, seguidos por la fijación de carbono y el turismo. Los servicios que requieren de mayor inversión en capacitación e infraestructura, entre otros, son el turismo y los productos no maderables; la protección de aguas y el almacenamiento y fijación de carbono no requieren inversión.

CAPACIDAD Y RIESGOS DE ACTIVIDADES FORESTALES EN EL ALMACENAMIENTO DE CARBONO Y LA CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD EN FINCAS PRIVADAS DEL AREA CENTRAL DE COSTA RICA

José Joaquín Campos y Rosalba Ortiz
Unidad de Manejo de Bosques Naturales, CATIE

En 1996, con La Ley Forestal 7575 (art. 3 inciso k), Costa Rica reconoce oficialmente los servicios ambientales que los bosques naturales y plantados ofrecen, mediante un mecanismo de pago por servicios ambientales (PSA). Esta es una medida novedosa que permite un pago a los dueños de bosques y plantaciones forestales por los servicios ambientales que esos ecosistemas brindan a la comunidad costarricense y mundial. Su principal fuente de financiamiento es el impuesto selectivo al consumo de combustibles, un tercio del cual se destina para el PSA, según lo estipula el artículo 69 de la Ley Forestal.

Se reconoce el derecho a un PSA a los propietarios de bosque en áreas comprendidas entre 2 y 300 ha dedicadas a la conservación, manejo y regeneración de bosque natural, y 1 ha o más para reforestación o manejo de plantaciones. Las solicitudes se presentan a través de las oficinas regionales en forma individual o colectiva. El Fondo Nacional de Servicios Ambientales (FONASA), creado mediante art. 46 de la Ley Forestal 7575 – antes llamado FONAFIFO - es el ente financiero que centraliza los recursos y emite los certificados para PSA. Por decreto, el Poder Ejecutivo establece las áreas prioritarias, el monto a pagar por hectárea y el plazo máximo para la presentación de las solicitudes (Reglamento Ley Forestal 7575, Art. 38). Los montos a pagar dependen de la disponibilidad de recursos; actualmente los montos se entregan a lo largo de cinco años4, y se distribuyen en diferentes porcentajes según la actividad forestal.

Cuadro 1. Montos asignados al pago de Servicios Ambientales en Costa Rica según actividad forestal.

Actividad

Monto total ($EE.UU./ ha)

Monto total (Colones/ha)

Año

% de pago anual/ha

     

1

2

3

4

5

Manejo de bosque

371,5

94.000

50

20

10

10

10

Conservación y regeneración de bosque

237

60.000

20

20

20

20

20

Reforestación

608,6

154.000

50

20

15

10

5

Plantaciones establecidas

237

60.000

50

20

15

10

5

Fuente: Decreto Ejecutivo, MINAE-No.26977, 26 de mayo 1998.

Tipo de cambio 1 dólar EE.UU.= 253 colones (mayo1998).

El estudio analiza las actividades forestales de manejo y protección de bosque natural y plantaciones forestales, en fincas privadas sujetas al pago de servicios ambientales y una actividad alternativa de uso de la tierra (pastos), con el objetivo de determinar los beneficios y riesgos asociados en conservación de biodiversidad y secuestro de carbono, y su impacto económico y social.

El análisis se centró en las fincas privadas del Area de Conservación Cordillera Volcánica Central (ACCVC), zona pionera en la implementación de mecanismos financieros para el PSA. El ACCVC abarca una extensión de 594.500 ha, con tierras en la vertiente Pacífica y en la del Caribe. Su rango altitudinal va desde 20 m en las llanuras de la zona limítrofe con Nicaragua, hasta 3.432 m en el Volcán Irazú.

Metodología

Selección de principios, criterios e indicadores

Se seleccionó un sistema de jerarquía de principios, criterios e indicadores (C&I) en tres dimensiones: biofísica, social y económica. El requisito de selección era identificar indicadores fáciles de medir desde el escritorio, basándose en la experiencia de investigación y trabajo de campo de expertos científicos y técnicos, y en las percepciones y vivencias de propietarios de bosque.

Evaluación de indicadores e integración de resultados

La evaluación de indicadores se realizó con dos poblaciones: la primera correspondió a los propietarios de bosques con PSA, y la segunda, a un grupo de expertos investigadores y extensionistas que trabajan en aspectos biofísicos, económicos y sociales de ecosistemas forestales. Para cada C&I se definió una función difusa que permitiera integrar niveles. La función difusa está basada en la teoría de conjuntos difusos y permite integrar conceptos de vaguedad e incertidumbre dentro del análisis matemático. Para ello, se definieron intervalos de variación que permiten dar valores a cada indicador (se utilizaron tres: 0 a 1; 0 a 100 y 1=bajo, 2=medio, y 3=alto), los que se traducen a una sentencia de 0-1 en términos de criterios y luego en términos de principios. Por último, los valores de los principios se integran a nivel de dimensión y se brinda un resultado de 0-1 por cada dimensión y por cada actividad.

Resultados

La evaluación biofísica se realizó solo a nivel de expertos. En la escala de 0-1, la protección y manejo de bosque natural presentó valores de 0,79; las plantaciones 0,44 y los pastos 0,07 solamente. La protección se favorece por su capacidad de mantenimiento de ecosistemas; en manejo de bosques, el valor es intermedio, porque hay ciertos impactos en los procesos extractivos que alteran el ecosistema. En términos del carbono, el manejo de bosques es una actividad que fija carbono en forma continua y permite el almacenamiento en madera en pie y en bienes durables. En cambio, el bosque protegido sólo contiene carbono almacenado y la fijación se realiza exclusivamente en términos del mantenimiento del ecosistema.

Cuadro 2. Principios, criterios e indicadores evaluados por dimensión según científicos, técnicos y dueños de bosques.

Principios (P)

Criterios (C )

Indicadores (I)

Algunos ejemplos

Dimensión biofísica*

 

P1. Mantenimiento de ecosistemas

C1. Flujo de energía

C2. Poblaciones de flora y fauna se mantienen

C3. Se mantiene la diversidad de especies

P1/C1/ I1. Grado de erosión

P1/C2/I1. Capacidad de mantener poblaciones viables

P1/C3/I1. Grado de diversidad

P2. Fijación y almacenamiento de carbono

C1. Carbono

P2/C1/I1. Almacenamiento de carbono

Dimensión social

 

P1. Beneficio continuo e intergeneracional de la actividad

C1. Aceptación social de la actividad

C2. Fomento de la educación y capacitación

C3. Participación de la gente local

P1/C1/I1. Valoración de la actividad

P1/C1/I2. Oportunidad de capacitación sobre la actividad

P1/C3/I2. Participación local en toma de decisiones

Dimensión económica

 

P1. La actividad contribuye a la satisfacción de necesidades básicas del propietario de la tierra

C1. La actividad genera beneficios económicos

C2. Integración con otras actividades

C3. Apoyo legal y político

P1/C1/I1. Ingresos generados por la actividad

P1/C2/I1. Se facilita la integración de actividades conexas

P1/C3/I2. Asistencia técnica efectiva

P2. Existen mercados para servicios ambientales

C1. Existen mercados para carbono.

C2. Existen mercados para biodiversidad.

P2/C1/I1. Existe mercado para Carbono

P2/C2/I1. Existe mercado para Biodiversidad

* La dimensión biofísica no fue evaluada con los dueños de bosque

** Algunos indicadores de la dimensión económica y social varían entre dueños de bosques y expertos científico/técnicos.

En la dimensión económica resultaron valores de 0,67 para protección, 0,76 para manejo de bosque, 0,66 para plantaciones y 0,61 para pastos, según los expertos. Los dueños de fincas las valoraron con 0,64, 0,46, 0,60 y 0,60 respectivamente. Los C&I evaluados señalan problemas para las actividades de manejo de bosques y plantaciones forestales, básicamente por desconocimiento y difícil acceso a los mercados. Esta debilidad hace que la actividad de pastos siga siendo una opción más rentable por sus beneficios inmediatos; por eso, el dueño de la finca prefiere dejar las áreas marginales para manejo de bosques y plantaciones.

La evaluación social muestra valores de 0,10 para bosque protegido, 0,28 para manejo, 0,43 para plantaciones y 0,54 para pastos, según los dueños de bosques, y de 0,41, 0,14, 0,37 y 0,30 respectivamente, según la evaluación de los expertos. Estos últimos coinciden en que las actividades forestales deben verse como una actividad complementaria para los pequeños productores, aún cuando el único objetivo del bosque sea la producción de madera. Los dueños de bosque insisten en la necesidad de capacitación en el uso múltiple del bosque.

Conclusiones

Costa Rica ha sido pionero y continúa desarrollando mecanismos, tanto a nivel nacional como internacional, para reconocer la importancia y el valor de los servicios ambientales de los bosques que posee. Sin embargo, algunos aspectos deben mejorarse; por ejemplo, en términos sociales, es necesario mejorar la participación local en el proceso de toma de decisiones e incrementar la educación a niños en el tema. Además, es necesario capacitar a los propietarios en manejo y protección de bosques y promover actividades de bajo impacto que generen empleos en bosques protegidos.

En la dimensión económica se manifestó la necesidad de fortalecer el conocimiento de los dueños de bosques sobre los beneficios que el manejo y la protección ofrecen; de brindarles asistencia técnica, acceso a los mercados de bienes y servicios del bosque y fortalecer actividades que incrementen el valor agregado de los productos, y con ello, los ingresos de los propietarios del bosques.

Bibliografía

Chomitz, K.; Brenes, E.; Constantino, L. 1998. Financing Environmental Services the Costa Rican Experience. World Bank, report.20 p.

Finegan, B., Palacios, W.; Zamora, N., In Press. Ecosystem-level forest biodiversity and its evaluation by Criteria and Indicators. 1998. In: Alain Franc et al. (Editors), Indicators for Sustainable Forest Management. CABI and IUFRO.

Prabhu, R; Colfer, J.P.; Venkateswarlu, P.; Cheng, Ley; Soekmadi, R.; Wollenberg, E.1996. Testing criteria and indicators for the sustainable management of forests: Phase I, Final Report. CIFOR, The European Union, GTZ, The Ford Foundation, USAID.

Ruitenbeek, J.; Cartier, C. 1998. Rational Explotations: Economic Criteria & Indicator for Sustainable Management of Tropical Forests. Center for International Forestry Research (CIFOR). Indonesia 50 p.

ESTUDIO EN EL BOSQUE LATIFOLIADO DEL PETEN5, GUATEMALA

Gustavo Sención y Tania Ammour
Area de Manejo y Conservación de Bosques y Biodiversidad, CATIE.

En 1994, el CATIE inició, a través del Proyecto Conservación para el Desarrollo Sostenible en América Central (Proyecto Olafo), una evaluación económica de los servicios ambientales generados por el bosque latifoliado del Petén. El área del estudio está situada en la Concesión Comunitaria de San Miguel, en la Reserva de la Biósfera Maya, una de las principales formaciones boscosas de Centroamérica. La Reserva de la Biósfera Maya ha sido tradicionalmente una importante fuente de especies maderables de valor comercial y productos no maderables. Sin embargo, también genera varios servicios ambientales que no habían sido valorados económicamente hasta ahora.

El área del estudio pertenece a la zona de vida bosque subtropical, con una estación seca marcada de cinco meses por año. La temperatura promedio anual es de 23°C y la precipitación pluviométrica promedio anual es de 1.530 mm. El bosque evaluado tiene una extensión de 6.400 ha y contiene más de 100 especies de árboles. Sin embargo, más del 50 por ciento de la biomasa leñosa total del bosque está conformada por diez especies únicamente: Pouteria durlandii, Brosimum costaricanum, Dendropanax arboreus, Pseudolmenia spuria, Sebastiana longicuspis, Spondias mombin, Manilkara zapota, Pouteria campechiana, Vitex guameri y Pouteria amygdalina. El área se encuentra en una zona de frontera agrícola típica: tiene una baja densidad poblacional (2 habitantes/km2), alto nivel de analfabetismo y bajo nivel de organización social y comunitaria, como consecuencia de los procesos de migración desde diferentes zonas de Guatemala, México, Belice y El Salvador, durante las últimas tres décadas. Las actividades productivas de las comunidades relacionadas con el bosque son agricultura migratoria y extractivismo selectivo de madera y productos no maderables.

Metodología

La metodología de evaluación que se empleó fue desarrollada por Barbier et al. (1994), en colaboración con el CATIE y la UICN, y puede aplicarse en tres niveles: evaluación del impacto, evaluación parcial y evaluación total. Esta metodología considera la producción de bienes (uso directo), servicios (uso indirecto) y atributos (valor de no uso) en cada ecosistema. La evaluación del ecosistema se realizó empleando métodos estándares de valoración económica, que permiten obtener un valor estimado de cada servicio ambiental generado por el bosque.

En este caso se realizó una evaluación económica parcial. El procedimiento metodológico estuvo dividido en cuatro fases principales:

i. Identificación de los servicios y atributos generados por el ecosistema.

ii. Jerarquización de los servicios identificados sobre la base de su valor actual y potencial, y su importancia económica y ecológica en el ecosistema.

iii. Selección de los servicios a ser valorados y de los métodos de valoración física y económica de acuerdo con la disponibilidad y calidad de información.

iv. Valoración de los servicios identificados y del ecosistema en general. La suma de los beneficios netos de cada servicio valorado permite obtener un valor parcial del ecosistema.

Valoración física

En total se identificaron cinco servicios y un atributo del bosque latifoliado del Petén. De éstos, se seleccionaron tres servicios y un atributo para ser valorados económicamente (cuadro1).

Cuadro 1. Servicios ambientales identificados y seleccionados para la valoración económica del bosque latifoliado en Guatemala

 

Identificados

Seleccionados

Servicios

• Turismo

• Secuestro de carbono

• Reciclaje de nutrientes

• Control de erosión

• Recarga de acuíferos

• Secuestro de carbono

• Reciclaje de nutrientes

• Control de erosión

Atributo

• Biodiversidad

• Biodiversidad

Secuestro de carbono

Pare evitar problemas de doble conteo con la evaluación del control de erosión, no se incluyó el carbono contenido en el suelo y en las raíces. El secuestro de carbono fue valorado únicamente sobre la base de la biomasa aérea seca. Se utilizó un factor de conversión de biomasa seca a carbono de 50 por ciento, propuesto por Brown y Lugo (1990) en Sención (1996), y un factor de expansión de biomasa de 1,6, propuesto por Brown y Lugo (1984), en Sención (1996).

La ecuación para calcular el inventario de carbono en la biomasa aérea seca fue la siguiente:

IFC = V * FEB * D * FCC

donde

IFC = inventario físico de carbono (t ha-1)

V = volumen total (m3 de madera ha-1)

FEB = factor de expansión de biomasa

D = densidad de la madera (0,62 t m-3)

FCC = factor de conversión de biomasa a carbono (0,5)

El flujo anual representa la cantidad de carbono secuestrado anualmente, y la estimación se basó en el incremento anual promedio del área basal (m2ha-1año-1), considerando las diferentes especies y clases diamétricas (Gálvez 1996 en Sención 1996), como se presenta en la siguiente ecuación:

FFC = IAP * FCV * D * FCC

donde

FFC = flujo físico de carbono (t ha-1año-1)

IAP = incremento anual promedio (m2ha-1año-1)

FCV = factor de conversión de volumen (como el cociente aritmético entre el volumen y el área basal de diferentes clases diamétricas)

D = densidad de la madera (0,62 t m-3)

FCC = factor de conversión de biomasa a carbono (0,5)

El precio económico asignado al carbono secuestrado fue de 5,50 $EE.UU./t-1. Este valor fue determinado de acuerdo con los precios de los derechos de secuestro de carbono pagados por diferentes organizaciones internacionales que financian proyectos de reforestación (Dixon et al. 1993 en Sención 1996).

Control de la erosión

El inventario físico del suelo fue estimado según la densidad aparente del suelo y la profundidad del suelo arable. El flujo de suelo, equivalente a la pérdida por erosión, fue estimado con la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE). Se consideró únicamente la pérdida de suelo por erosión hídrica.

La ecuación básica usada para la estimación del inventario de suelo fue:

IS = PS * A * DA

donde:

IS = inventario de suelo (t ha-1)

PS = profundidad del suelo arable (0,2 m)

A = área (10 000 m2)

DA = densidad aparente (t m-3)

La ecuación empleada para estimar el flujo de suelo (USLE) fue:

E = R * K * LS * C

donde:

E = erosión (t ha-1año-1)

R = factor de lluvia y escurrimiento

K = factor de erodabilidad del suelo

LS = factor de longitud y gradiente de la pendiente

C = factor de cobertura y manejo de cultivos

Sobre la base de los parámetros para el bosque latifoliado del Petén, la erosión anual estimada fue de 2,6 t ha-1año-1.

Reciclaje de nutrientes

El reciclaje de nutrientes fue evaluado según la proporción de N, P, K en la biomasa aérea seca:

IFN = V * FEB * D * PNPK

en donde:

IFN = inventario físico de nutrientes (tN,P,K ha-1)

V = volumen total (m3 de madera ha-1)

FEB = factor de expansión de biomasa

D = densidad de la madera (0,62 t m-3)

PNPK = proporción de nutrientes en la biomasa seca (tN,P,K t-1)

Para estimar el flujo anual de nutrientes se consideró la proporción de N,P,K en la materia orgánica seca del suelo:

FFN = MOS * PNPK

en donde:

FFN = flujo físico de nutrientes

MOS = materia orgánica seca

PNPK = proporción de nutrientes en la biomasa seca (tN,P,K t-1)

Para la evaluación económica del inventario y flujo de reciclaje de nutrientes, se utilizó el precio económico de un fertilizante químico, considerando una proporción de 45 por ciento de N,P,K en el fertilizante.

Biodiversidad

El atributo de biodiversidad fue valorado sobre la base de la importancia nacional e internacional de la Reserva de la Biósfera Maya. El enfoque metodológico consideró el apoyo de organizaciones internacionales para la conservación de la biodiversidad en la Reserva. Los valores para el inventario y para el flujo anual fueron determinados según el financiamiento total (inventario) y anual (flujo) disponible para la Reserva, ajustados por hectárea de bosque. Este valor refleja la disponibilidad de pago de la comunidad internacional para conservar la biodiversidad tropical del área. Se consideraron cuatro fuentes de financiamiento: la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID), la Agencia Danesa para el Desarrollo Internacional (DANIDA), la Agencia Noruega para el Desarrollo (NORAD) y la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI).

Valoración económica

En el área del estudio (6.500 ha) se obtuvo un valor total del inventario de los servicios generados por el bosque de 5.072.850 $EE.UU., lo que equivale a 780 $EE.UU./ha-1, mientras que el valor del flujo anual fue de 195.543 $EE.UU., equivalente a 30 $EE.UU. la ha-1. Estos valores son comparables a los obtenidos por Carranza et al. (1996), de 24 a 72 $EE.UU./ha-1 para el flujo anual de un bosque tropical. Los valores económicos de los inventarios y flujos de los servicios evaluados se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Valores económicos de los inventarios y flujos de servicios ambientales generados por el bosque latifoliado del Petén

Servicio/atributo

Inventario ($EE.UU/ha)

Flujo ($EE.UU./ha/año)

Secuestro de carbono

89,76

0,000528

Reciclaje de nutrientes

47,27

11,58

Control de erosión

463,00

-0,1648

Biodiversidad

34,63

7,40

Fuente: Sención 1996

Los servicios ambientales, en términos de inventarios y flujos, conforman la mayor parte del valor total del bosque (80 por ciento y 62 por ciento respectivamente). El control de erosión contribuye con el 73 por ciento del valor total del inventario de los servicios, mientras que el reciclaje de nutrientes tiene la proporción más alta del valor de los flujos anuales (62 por ciento).

En relación con el valor total de servicios y atributos, el control de erosión genera el 59 por ciento del valor total del inventario, el secuestro de carbono genera el 11 por ciento y las demás funciones generan menos del 6 por ciento cada una. El alto valor del control de erosión se debe principalmente a las características del suelo: su formación calcárea y estructura débil hacen que al remover la cobertura boscosa, el suelo se erosione fácilmente. Aún con otros métodos de valoración económica para la erosión de suelos, el resultado es alto.

En relación con el valor económico del flujo de los servicios, el reciclaje de nutrientes y la conservación de la biodiversidad contribuyen al 62 por ciento y 39 por ciento del total, respectivamente. El alto valor económico del reciclaje de nutrientes refleja la baja fertilidad del suelo y la importancia del bosque para mantenerlos en la vegetación aérea y liberarlos con la caída de hojas y ramas.

Conclusiones

Los lineamientos generales aplicados en la evaluación económica del bosque latifoliado del Petén demuestran que es posible valorar los servicios ambientales económicamente. Además, los métodos de valoración existentes se pueden aplicar a condiciones particulares de los países en vías de desarrollo. La evaluación en términos de inventario y flujo permite reconciliar economía y ecología. Los resultados evidencian que el capital natural (inventario), cuando es valorado a base de su potencial productivo, genera flujos (intereses) que dependen de las prácticas de manejo del ecosistema.

En general, los servicios ambientales generados por el bosque tienen un alto valor económico y significan una parte importante del valor económico total del ecosistema. La evaluación económica de los servicios ambientales generados por el bosque es una herramienta útil que provee elementos para la toma de decisiones.

Bibliografía

Barbier, E.B., Costanza, R. and Twilley.R. en colaboración con Tania Ammour et.al. 1994. Guidelines for Tropical Wetland Evaluation. Report. “Taller Internacional de trabajo para la elaboración de un manual de evaluación económica de bienes y servicios de los humedales tropicales”. CATIE, Turrialba, Costa Rica. Serie Técnica. Informe Técnico No. 231. 63p.

Sención, G. 1996. Valoración Económica de un Ecosistema Bosque Subtropical: Estudio de Caso San Miguel La Palotada, Petén, Guatemala. Tesis M.Sc., Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Turrialba. 132 p. más anexos.

EVALUACION ECONOMICA DEL SERVICIO DE SUMIDERO DE CARBONO EN DIFERENTES ECOSISTEMAS FORESTALES

Rosalba Ortiz, Area de Economía y Sociología Ambiental, CATIE.
Markku Kanninen, Programa de Investigación,CATIE.

La capacidad de fijación y almacenamiento de carbono es reconocida como un servicio que brindan los bosques naturales y plantados a nivel global; de ahí la recomendación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de utilizar los bosques para mitigar el aumento de la concentración de gases con efecto invernadero.

Este documento recopila las experiencias del Area de Economía y Sociología Ambiental del CATIE en la valoración del servicio de sumidero de carbono en ecosistemas de bosque natural y plantaciones. El objetivo del estudio es comparar los niveles de fijación y almacenamiento de carbono por hectárea, en distintos ecosistemas de bosque tropical, y mostrar los beneficios económicos para cada actividad productiva. Los estudios realizados se centran en bosques húmedos de tipo secundario, primario manejado y en plantaciones forestales en Costa Rica, Chile y Bolivia.

Metodología

Este estudio se basa en los siguientes estudios de casos:

1. Bosque primario de parcelas testigo y para dos sistemas de manejo (liberación y dosel protector) del sitio experimental La Tirimbina, Costa Rica (Rodríguez 1998)

2. Parcelas demostrativas para bosque secundario en los sitios experimentales I.Hutchinson, Finca La Tirimbina, Finca Los Espaveles y sitio experimental El Cerro, Florencia de San Carlos, Costa Rica (Ortiz et al. 1998)

3. Bosque subhúmedo estacional de Lomerío, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, bajo dos escenarios de manejo (protección y manejo de bajo impacto) (Solís 1998)

4. Plantaciones forestales de Costa Rica (Ramírez y Gómez 1998)

5. Plantaciones forestales de Chile; almacenamiento y fijación actual y futuro, bajo cinco escenarios de manejo hasta el 2015 (Mery y Kanninen 1998).

Cálculo del almacenamiento y fijación del carbono

Los detalles de los métodos varían según el estudio y están presentados en los informes respectivos. Sin embargo, todos estos estudios han utilizado el siguiente marco metodológico y secuencia de trabajo: 1) estimación de la biomasa total y del contenido de carbono en los árboles, 2) estimación del crecimiento y la productividad por unidad de área por sitios o tipos de bosque, 3) cálculo del potencial de almacenamiento y fijación, con diferentes escenarios de manejo.

Valoración de la fijación neta y del almacenamiento de carbono

Los servicios de almacenamiento y fijación neta de carbono plantean diferencias en términos de valoración. Por el servicio de almacenamiento (stock) de carbono se paga un precio por evitar que ese carbono pase o se libere en la atmósfera; es decir, se paga por evitar el cambio de uso y las emisiones potenciales. En el caso de la fijación neta (flux) de carbono, se valora la acción de remover partículas de dióxido de carbono (CO2) que están actualmente en la atmósfera; el valor se estima según el costo de mitigación de la remoción de esas partículas.

En la valoración del servicio del bosque como sumidero de carbono se utilizaron dos precios de referencia: el precio máximo de mercado de 10 $EE.UU./MgC (1 Mg = 1 tonelada), negociado por Costa Rica en sus iniciativas de mecanismos de desarrollo limpio (MDL) con el gobierno de Noruega por el pago de servicios de almacenamiento de carbono. Los MDL se refieren a iniciativas cooperativas entre dos o más gobiernos con el propósito de reducir emisiones futuras de CO2 , o para secuestrar CO2 que actualmente se encuentra en la atmósfera. De esa forma, un país emisor paga por la existencia o plantación de bosques en otro país que tenga emisiones menores. La negociación entre Costa Rica y Noruega se considera como una fase piloto en la estrategia mundial para legitimizar este tipo de transacciones.

Además, se utilizó el precio de 154 $EE.UU./MgC por el servicio de fijación neta de carbono, que corresponde al máximo costo marginal social estimado para la mitigación de CO2. El costo marginal social de mitigación se refiere al costo que para la sociedad tiene el mitigar una unidad adicional de CO2 que va a la atmósfera. Usualmente se mide a través de un análisis costo/beneficio, que se descuenta bajo la óptica de una tasa de actualización social (Fankhauser y Tol 1995).

Resultados

En términos de almacenamiento de carbono, los bosques primarios tienen ventajas comparativas en relación con el bosque plantado y de tipo secundario (Cuadro 1). Los bosques primarios muestran acumulaciones de biomasa total en el suelo superiores a los 134 Mg ha-1 en promedio, que significan niveles de almacenamiento de carbono de 60 MgC ha-1. En el caso de los bosques secundarios, los mayores niveles promedio de biomasa se presentan entre los 20 y 35 años edad, cuando llegan a 150 Mg ha-1. Con un estimado de 45 por ciento, que representa el contenido de carbono por tonelada de biomasa (Brown et al. 1989), esto significa un almacenamiento de carbono de 67,5 MgC ha-1. Sin embargo, en edades menores a los 20 años y superiores a los 40 años, los niveles de biomasa se reducen hasta 96 y 112 Mg ha-1 para un almacenamiento de 50 MgC ha-1.

El bosque secundario muestra tasas de fijación neta anual promedio de 2,5 MgC ha-1 a-1, mientras que los bosques primarios manejados oscilan entre 0,21 y 1,04 MgC ha-1 a-1 y las plantaciones muestran tasas de fijación neta anual desde 2,8 hasta 9 MgC ha-1 a-1.

Cuadro 1. Acumulación promedio de biomasa (Mg ha-1), almacenamiento (MgC ha-1) y fijación (MgC ha-1 a-1) de carbono en ecosistemas forestales y su valoración

Ecosistema

Forestal

Tasa fijación promedio (MgC ha-1 a-1)

(a)

Biomasa promedio por ha (Mg ha-1 )

(b)

Almacena

miento de C (MgC ha-1 )

(c)=(b)*0.45

Valor de MgC = 10 $EE.UU. precio de negociación (Costa Rica)

d=(c)*10

Valor en términos de mitigación de CO2 (154 $EE.UU./
MgC ha-1); e=(a)*154

Bosque primario

Fincas testigo
(Costa Rica)

0,83

117,6

67,9

679

127,8

Bosque primario intervenido, dosel protector (Costa Rica)

0,21

121,3

54,5

540,5

32,34

Bosque primario intervenido
de Lomerío (Bolivia)

1,04

153,6

69,1

690

160,16

Bosque secundario
(Costa Rica)

2,5

150

52

520

385

Plantaciones
(Chile)

2,8

144,5

65

650

431,2

Plantaciones
(Costa Rica)

4

_

_

_

616

El valor del secuestro de carbono, como medida de mitigación, es menor por hectárea, pero su periodicidad debería ser anual; el valor de fijación o secuestro neto fluctúa entre 385 y 616 $EE.UU./MgC ha-1 en bosques secundarios y plantaciones, y alcanza solamente la mitad de este valor en el caso de bosques primarios. Las diferencias son menos significativas en el caso del almacenamiento de carbono, donde los bosques plantados y los secundarios, muestran valores de 520 a 600 $EE.UU./MgC ha-1 y los bosques primarios de 690 $EE.UU./MgC ha-1; a diferencia del valor de mitigación, este valor podría ser negociado por intervalos de hasta 20 años (negociación MDL Costa Rica-Noruega).

Conclusiones

Si se considera la mitigación del CO2 que actualmente está en la atmósfera, los bosques secundarios y las plantaciones forestales tienen gran justificación como medidas tendientes a la mitigación. En este sentido, se puede argumentar que el pago por este servicio debería ser superior en ecosistemas de bosque secundario y plantado, en comparación con bosques de tipo primario, donde los crecimientos son más estables y con tasas menores.

Para evitar futuras emisiones o liberación de carbono producidas por cambios o alteraciones bruscas en los ecosistemas forestales, es de gran importancia el hecho de que los ecosistemas de bosque primario almacenan mayor cantidad de carbono por hectárea, en comparación con bosques naturales secundarios y plantados. Por lo tanto, el pago por servicios ambientales debería favorecer a los ecosistemas de bosques primarios.

La forma de negociar los proyectos tendientes a desarrollar MDL entre dos países debe considerar el tipo de servicio que ofrece el país dueño de bosque (fijación neta o almacenamiento), lo que va a determinar el monto del pago y la periodicidad del mismo. Los proyectos que estimulan bosques con crecimientos netos cada año deberían recibir pagos mayores, porque están mitigando CO2 atmosférico, además de evitar posibles emisiones futuras.

Bibliografía

Brown, S., Andrew, G., Lugo, A. 989. Biomass Estimation Methods for Tropical Forests with Applications to Forest Inventory Data. Forest Science 35:881-902.

Fankhauser, S. and Tol, R. 1995. Recent Advancements in the economic assesment of climate change costs. Centre for Social and Economic Research on the Global Environment (CSERGE) and Vrije Universiteit, Amsterdam. CSERGE-Working Papers No.31. 38 p.

Finegan, B. 1992. El potencial de manejo de los bosques húmedos secundarios neotropicales de las tierras bajas. Colección Silvicultura y Manejo de Bosques Naturales No. 5. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). Turrialba, Costa Rica.

Mery, G., Kanninen, M. 1998. Las plantaciones forestales y el secuestro de carbono en Chile. Trabajo especial. In: Actas Primer Congreso Latinoamericano IUFRO, El Manejo Sustentable de los Recursos Forestales, Desafío del Siglo XXI, 22 al 28 de noviembre de 1998, Valdivia, Chile (CD-ROM). 14 p.

Ortiz, R., Finegan, B., Ramírez, O. 1998. Bosque secundario de Costa Rica: opción económica para iniciativas de implementación conjunta para reducir el CO2 atmosférico. Revista Forestal Centroamericana (Sometido).

Ramírez, O. and Gómez, M. 1998. Economic Value of the Carbon Sink Services of Costa Rica’s Forestry Plantations. Aceptado en Revista Forestal Centroamerica, CATIE.

Rodríguez, L. 1998. Implicaciones económicas del almacenamiento de CO2 en un bosque húmedo tropical de Costa Rica, bajo diferentes estrategias de intervención. Tesis Mag. Sc. Turrialba, C.R., CATIE.73p.

Saldarriaga, J., Darrel, W., Tharp. M. 1988. Long term chronosequence of forest succession in the upper Rio Negro, Colombia and Venezuela. Journal of Ecology 76:938-958.

Solíz, B. 1998. Evaluación económica del almacenamiento y fijación de carbono en un bosque subhúmedo estacional de Santa Cruz, Bolivia. Tesis M.Sc. CATIE. Turrialba, Costa Rica. 113 p.


3 Resumen elaborado sobre la base de la tesis de Segura, M. 1997. Almacenamiento y fijación de carbono en Quercus costarricensis, en un bosque de altura en la Cordillera de Talamanca, Costa Rica. Licenciatura en Ciencias Forestales, Heredia, Costa Rica, Universidad Nacional. 126 p.

4 Todos quienes se acogen al PSA deben ceder sus derechos por fijación de carbono a FONASA, para que a través de la Oficina Costarricense de Implementación Conjunta (OCIC) se comercialicen a nivel internacional. Según decreto No.26975-MINAE (mayo 1998), los propietarios de bosque quedan comprometidos a prestar servicios ambientales por cinco años en el caso de protección del bosque, o en los plazos que cada contrato establezca para manejo de bosque natural o plantaciones. Estos compromisos quedan inscritos en el Registro Público y afectan su finca directamente.

5 Resumen elaborado sobre la base de la tesis de Sención, G. 1996. Valoración económica de un ecosistema de bosque subtropical: estudio de caso San Miguel La Palotada, Petén, Guatemala. Tesis M.Sc., Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Turrialba, Costa Rica. 132 p.

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