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No.3  julio 2008 | ||
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Perspectivas de cosechas y situación alimentaria | |
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Exámenes regionales
En África del Norte ha comenzado la recolección de los cereales de invierno (principalmente trigo y cebada), que constituyen la mayor parte de la producción cerealícola de la subregión, y los pronósticos más recientes de la FAO cifran la producción total de trigo (el cultivo principal) en cerca de 16 millones de toneladas, 18 por ciento más que el nivel reducido por la sequía del año anterior, mientras la de cebada se cifra en unos 3 millones de toneladas, alrededor de un 7 por ciento más que en 2007. Las perspectivas son favorables en Egipto, el mayor productor de la subregión, donde la producción de trigo debería superar en alrededor de un 12 por ciento a la del año pasado y en un 9 por ciento a los niveles medios recientes. En Argelia, también se pronostica una cosecha de trigo superior a la media en alrededor de un 7 por ciento. En Marruecos, los pronósticos más recientes apuntan a una recuperación sustancial de la producción cerealícola con respecto a la cosecha reducida a causa de la sequía del año pasado, aunque sería inferior a la media. La producción de trigo se pronostica en 3,7 millones de toneladas, más del doble del nivel bajo del año pasado pero todavía alrededor de un 15 por ciento por debajo del nivel medio. En cambio, en Túnez las perspectivas son menos favorables y este año se prevén cosechas menores, como consecuencia principalmente de una humedad del suelo insuficiente durante la siembra y de las lluvias irregulares recibidas posteriormente en las principales zonas productoras. Pese a los incentivos concedidos por el gobierno a los agricultores para aumentar la producción, se pronostica provisionalmente que la producción de trigo disminuirá con respecto a los 1,4 millones de toneladas del año pasado a unas 870 000 toneladas. También se prevé una producción de cebada inferior a la media.
Los países de África del Norte se han visto afectados gravemente por los altos precios internacionales de los cereales debido a su alto grado de dependencia de las importaciones. Los gobiernos han aplicado una serie de medidas destinadas a contrarrestar el aumento brusco de los precios mundiales, tales como la exención de los aranceles, los controles de los precios y la concesión de subvenciones, que han ejercido una presión considerable sobre las finanzas públicas. En Argelia, por ejemplo, se estima que el sistema de subvenciones al pan le cuesta al gobierno alrededor de 50 millones de USD cada mes. A pesar de estas medidas, la inflación continúa acelerando en toda la subregión: en Egipto, la tasa de inflación anual alcanzó el 16,4 por ciento en abril de 2008, frente al 6,9 por ciento en diciembre de 2007, impulsada principalmente por los aumentos de los precios en el sector alimentario, donde la tasa de inflación anual pasó del 8,6 por ciento en diciembre de 2007 al 22 por ciento en abril de 2008. Se supone que el aumento previsto en la producción de trigo, principalmente en Marruecos y Egipto, atenuará en esos países los efectos del alza de los precios internacionales de los productos básicos en el acceso a los alimentos. En Túnez, donde se pronostica una disminución importante de la producción, la inflación de los precios al consumidor disminuyó en mayo por primera vez en casi un año situándose en 5,3 por ciento. La llegada al mercado de la nueva cosecha local hizo bajar la inflación de los precios del 8,1 por ciento en abril al 7,1 por ciento en mayo. 
A pesar de las diversas medidas adoptadas por los gobiernos, los precios altos y en aumento continúan afectando en toda la subregión al poder adquisitivo de los consumidores y a su acceso a los alimentos. En Dakar, la capital del Senegal, el precio del arroz importado, el alimento básico más importante, era un 20 por ciento más alto en abril de 2008 que en el mismo período del año pasado. En el mismo país, esta cifra fue del 43,1 por ciento en Diourbel y del 47,1 por ciento en Tambacounda. La situación no es mejor en la parte central y oriental de la subregión, menos dependiente de las importaciones del mercado internacional: en Ouagadougou (Burkina Faso), Bamako (Malí) y Niamey (Níger), el precio del mijo, el principal alimento básico en esos países, ha aumentado a principios de junio de 2008 un 33 por ciento, 33 por ciento y 24 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo período del año pasado. En el mismo período, el precio del arroz importado había subido un 87 por ciento, 39 por ciento y 13 por ciento, respectivamente. Con toda probabilidad la tendencia alcista en los precios de los cereales continuará hasta que lleguen a los mercados las nuevas cosechas locales. 
La evolución de la situación alimentaria a corto plazo dependerá sobremanera de la producción de la campaña agrícola que acaba de comenzar. Es probable que la superficie aumente significativamente impulsada por los precios altos y las diversas medidas adoptadas para mejorar la producción, tales como la concesión de subvenciones a las semillas y fertilizantes. Sin embargo, las precipitaciones son todavía el factor determinante principal de los rendimientos debido a la extensión limitada de las tierras de regadío. Aunque hasta ahora las lluvias han sido irregulares en toda la subregión, según el pronóstico anual del Centro Africano de Aplicaciones Meteorológicas para el Desarrollo (ACMAD) y el Centro Agrhymet, se prevé que en los meses venideros las precipitaciones mejorarán. Para la región saheliana, que recibe alrededor del 80 por ciento de sus precipitaciones anuales en los meses de julio a septiembre, existe una probabilidad mayor de que las precipitaciones de este año sean entre normales y superiores a lo normal. Para los países costeros del Golfo de Guinea, se pronostican precipitaciones cercanas a lo normal. En estos últimos países se está ya en plena estación de las lluvias y los cultivos de maíz de la temporada principal se están desarrollando satisfactoriamente en el sur y el centro, mientras en el norte están despuntando el mijo y sorgo de la única cosecha. En pocas palabras, en general las perspectivas iniciales para las cosechas son favorables en África occidental, y la difícil situación alimentaria actual debería aliviarse algo a partir de septiembre.
En África central, a pesar de las medidas adoptadas por los gobiernos para amortiguar el impacto de los altos precios internacionales de los productos básicos, los precios de los alimentos continúan subiendo en los mercados internos, minando gravemente el poder adquisitivo de los consumidores. En la República Centroafricana, el precio del arroz aumentó un 71 por ciento entre enero y junio. Los precios de otros artículos alimentarios como la yuca, el aceite y la carne se han duplicado con creces en el mismo período. En el Camerún, donde últimamente el gobierno aumentó los sueldos de los funcionarios públicos en un 15 por ciento y eximió de los aranceles de importación a una serie de productos alimenticios, los precios de los alimentos continúan aumentando igualmente. En ambos países, las lluvias han sido suficientes desde el comienzo de la campaña agrícola en abril y está a punto de comenzar la recolección de la primera cosecha de maíz de 2008. Se prevé que ello atenuará los efectos del alza de los precios internacionales de los productos básicos. En la República Centroafricana, sin embargo, la recuperación agrícola continúa viéndose obstaculizada por la persistencia de los disturbios civiles y una disponibilidad insuficiente de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales, donde se señala que cerca de 300 000 personas han tenido que abandonar sus hogares en los dos últimos años. La continua inseguridad que afecta tanto al Chad como a la región de Darfur, en el Sudán, amenaza con desestabilizar aún más la situación en las partes septentrionales del país.
La recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2008 ya ha comenzado o está a punto de comenzar en Somalia, Tanzanía, Uganda y Kenya. En Etiopía, está en marcha la recolección de la cosecha secundaria “belg”. Aunque las importantes lluvias de marzo a mayo mejoraron hacia el final del período, los totales acumulados son inferiores a lo normal en zonas extensas de Etiopía, Somalia, algunas partes de Kenya occidental y en la región de Karamoja, en Uganda. Por consiguiente, en esos países las perspectivas para las cosechas siguen siendo generalmente malas. En el Sudán ha comenzado la siembra de los cultivos principales de cereales secundarios de 2008. En Eritrea, han comenzado las siembras de las cosechas de cereales “Kiremti” que se recogerán a partir de noviembre. El índice de la vegetación (INDV) es bajo en la región del Mar Rojo Norte debido a unas lluvias inferiores a la media recibidas durante los primeros meses de 2008. Según los informes, en la meseta central las condiciones de crecimiento son normales gracias a unas precipitaciones suficientes. Debido a unas condiciones atmosféricas generalmente favorables y a un aumento marginal de la superficie plantada con sorgo, el cereal principal que se produce, se estima que la producción total de cereales de 2007 ha aumentado unas 60 000 toneladas a 462 000 toneladas. Sin embargo, a pesar de los importantes aumentos experimentados en los últimos años, la producción interna de cereales es insuficiente para atender las necesidades y se tienen que importar grandes cantidades de cereales. En el mercado de Asmara los precios de los alimentos se han mantenido en una tendencia ascendente desde julio de 2007, con graves consecuencias para un gran número de personas vulnerables. En Etiopía, no obstante las lluvias moderadas caídas en mayo, el total acumulado para la temporada de marzo a mayo fue inferior a lo normal, lo que provocó una sequía en grandes extensiones del país, sobre todo en las zonas de la cosecha secundaria “belg”. Como consecuencia, se supone que la producción de esta cosecha, que se está recogiendo en este período, debería resultar gravemente menguada en comparación con las excelentes cosechas de los últimos años. Según los informes, la disponibilidad de agua ha disminuido en algunas regiones, siendo las más afectadas las de Afar, Somali y las tierras bajas de Oromiya. En cambio, Etiopía occidental ha experimentado lluvias abundantes y bien distribuidas desde el comienzo de la temporada a finales de marzo. Las lluvias de mayo fueron beneficiosas para el crecimiento de la cosecha temprana de la temporada principal “meher”, cuya producción dependerá mucho, sin embargo, de las condiciones atmosféricas hasta la recolección a partir de octubre. En Kenya, las lluvias inferiores a la media caídas entre marzo y mayo en el norte del Valle del Rift y en las provincias nordoccidentales han reducido ulteriormente el volumen de agua disponible, que ya era insuficiente de resultas de una mala temporada entre octubre y diciembre de 2007. Según se prevé, en los principales distritos cerealícolas de la región del Rift Norte, como Trans-Nzoia, Uasin Gishu y Lugari, la producción de maíz resultará gravemente reducida. Además del desplazamiento de los agricultores y de un régimen meteorológico irregular, entre los factores determinantes de la merma de la producción cabe señalar el aumento de los precios del combustible y de los insumos agrícolas y los costos elevados de la mano de obra. Gracias a unas lluvias suficientes recibidas en las zonas bimodales del sur del Rift y Kenya occidental, la situación de la cosecha de maíz es buena, y algunos productores de las zonas del sur del valle del Rift han señalado la siembra temprana de maíz verde/fresco cuya recolección podría comenzar en agosto. El Ministerio de Agricultura ha estimado la producción del maíz de lluvias largas de este año en 2,16 millones de toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que en 2007/08 y un 15 por ciento por debajo del nivel medio de los últimos años. Con el afán de aumentar la producción cerealícola el gobierno ha emprendido algunos proyectos tales como la diversificación de los cultivos, la intervención en el suministro de insumos con el abastecimiento de fertilizantes y semillas, el arriendo de tractores y el establecimiento de una línea de crédito para los productores. En Somalia, se prevé que la cosecha de cereales principal Gu, que se recogerá a partir del mes próximo, será mala como consecuencia del retraso y escasos resultados de las lluvias en la mayor parte del país. En muchas zonas meridionales, ya en mayo los cultivos se habían marchitado y secado, y aunque a principios de junio unas lluvias ligeras favorecieron la reposición de los recursos hídricos, llegaron demasiado tarde para beneficiar a los cultivos. Unas lluvias intensas caídas últimamente han causado algunas inundaciones en Mogadishu. También han predominado condiciones secas en las regiones ganaderas centrales de Galagadud e Hiran, así como en algunas zonas ganaderas del norte. La situación de los cultivos es extremadamente mala en las zonas tanto de sorgo como de maíz y el índice de vegetación del maíz en Lower Shabelle durante este período del año es el más bajo de los diez últimos años. En el Sudán, la producción de la cosecha de trigo de regadío recogida hace unos meses se estima en 587 000 toneladas, volumen superior a la media quinquenal pero un 16 por ciento por debajo de la excelente cosecha de 2007. Ha empezado la siembra de los cultivos de cereales secundarios de 2008, principalmente sorgo y maíz. Según los informes, la disponibilidad de insumos agrícolas es entre normal y superior a lo normal. Las lluvias que se reciban entre julio y septiembre serán decisivas para el arraigo y desarrollo de los cultivos, la mayoría de los cuales se cosechará a partir de noviembre. En la República Unida de Tanzanía, la recolección de las cosechas principales de cereales secundarios, principalmente maíz, se terminará el mes próximo. Gracias a unas lluvias normales, la producción debería ser superior a la del año pasado y a la media quinquenal. Es probable que la producción arrocera sea marginalmente superior a la cosecha de 1,4 millones de toneladas del año pasado. Esta buena cosecha debería ser suficiente para atender las necesidades alimentarias nacionales y traducirse en una baja de los precios de los cereales al por mayor como ya consta por los informes procedentes del Distrito de Mbeya. En Uganda, ha comenzado la recolección de las cosechas principales de cereales secundarios. Las lluvias normales recibidas en la mayor parte de las zonas productoras del país indican una producción agropecuaria normal. En cambio, las lluvias inferiores a lo normal caídas en la región de Karamoja darán lugar a malas producciones por segundo año consecutivo.
En Somalia, la pérdida de la cosecha Gu de 2008, después de dos campañas inferiores a la media (Gu 2007 y Deyr 2007/08), ha determinado una situación crítica en el suministro de alimentos. La situación humanitaria está empeorando rápidamente debido a una combinación de factores, tales como el aumento de los precios de los alimentos, una importante devaluación del chelín somalí, el trastorno de los mercados y del comercio internos, y una creciente inseguridad civil. Actualmente, se estima que necesitan asistencia 2,6 millones de personas – alrededor de una tercera parte de la población – lo que representa un aumento de más del 40 por ciento desde enero de 2008. El número de las personas internamente desplazadas se estima en 1.1 millones. El desplazamiento de la población de la capital aumentó en un 20 por ciento desde enero de 2008, llevando el número de las personas que han huido de Mogadishu desde febrero de 2007 a un total de 860 000. Según la FSAU (Unidad de Análisis de la Seguridad Alimentaria) es probable que la situación humanitaria continúe empeorando en los meses venideros, y para fin de año es posible que un total de 3,5 millones de personas, alrededor de la mitad de la población, necesite ayuda de subsistencia o asistencia humanitaria. En Etiopía se señalan condiciones secas en zonas extensas del país, incluidas aquéllas en las que se produce la cosecha secundaria “belg”. Aunque esta cosecha representa sólo una pequeña parte del total de la producción nacional de cereales, en las regiones de Amhara y Tigray, donde la producción se ha reducido gravemente, alrededor de un millón de personas depende de esta cosecha para alrededor de la mitad de su consumo anual de alimentos. Últimamente, el gobierno y los asociados humanitarios estimaron que se necesitaban aproximadamente 510 000 toneladas de cereales para satisfacer las necesidades de ayuda alimentaria de emergencia para 4,6 millones de personas hasta noviembre de 2008. Esta estimación del número de personas necesitadas representa un aumento de 2,6 millones en comparación con la estimación de abril de 2008. Además, esta cifra podría aumentar ulteriormente ya que hay otros 8 millones de personas que padecen de inseguridad alimentaria crónica. De una necesidad total de 598 000 toneladas, sólo hay disponibles o se han prometido 130 000 toneladas, o sea un 30 por ciento. Por consiguiente, para evitar que empeore la situación del suministro de alimentos de las personas afectadas, se necesitan inmediatamente contribuciones para la distribución de ayuda alimentaria. El PMA ha anunciado que, debido a un déficit de financiación, se ha visto obligado a reducir la asistencia alimentaria a decenas de miles de beneficiarios en zonas afectadas por la sequía y que, sin nuevas contribuciones, podría no estar en condiciones de responder plenamente a las crecientes necesidades de ayuda alimentaria derivadas de la sequía. Con el afán de reducir el impacto del 20 por ciento de inflación en las personas afectadas por la pobreza, el gobierno decidió cancelar los impuestos al valor agregado y sobre los ingresos brutos para los cereales alimentarios y la harina – que constituyen más de la mitad del consumo humano del país – así como todos los tipos de impuestos al aceite de cocina, y la sobretasa al jabón. También ha establecido medidas que incluyen la concesión de subvenciones directas e indirectas, y ha invertido 372 millones de ETB (38 millones de USD) para subvencionar el trigo y 3 520 millones de ETB (366 millones de USD) para subvencionar el combustible. Se mantendrá la distribución actual de 25 kg de trigo a los habitantes urbanos de bajos ingresos, introducida en marzo de 2007, así como la distribución de aceite comestible y otros productos. La población dedicada al pastoreo y los habitantes pobres de las zonas urbanas de Djibouti necesitarán asistencia de socorro como consecuencia de la disminución de la seguridad alimentaria debida a las lluvias insuficientes y al aumento de los precios de los alimentos. Se necesitan transferencias directas e indirectas de recursos, sobre todo subvenciones de mercado y suministro de agua y alimentos, para apoyar al número creciente de hogares afectados de inseguridad alimentaria. También hacen falta medidas sanitarias preventivas para evitar los brotes de enfermedades transmitidas por el agua. En Eritrea, los altos precios actuales de los alimentos y la inflación continúan afectando a un gran número de personas vulnerables, a la vez que las tensiones regionales nuevas y antiguas podrían provocar un desplazamiento en gran escala y aumentar las necesidades humanitarias. Los brotes de enfermedades, como el cólera y el paludismo, siguen siendo un motivo de preocupación durante la actual estación de las lluvias. Situación que se agravará por la falta de fuentes de agua potable y de servicios de saneamiento y la presencia de otras enfermedades endémicas, como la fiebre amarilla y la meningitis. Unas lluvias suficientes caídas en Kenya desde el comienzo de la temporada (marzo) en la mayoría de las zonas de pastores han mejorado la disponibilidad de pastizales y agua, promoviendo la productividad del ganado y la producción lechera. Sin embargo, los conflictos, los precios altos de los cereales y otros bienes esenciales, las enfermedades de animales como la peste de los pequeños rumiantes propagada actualmente en las zonas septentrionales, han reducido al mínimo los beneficios que los pastores pueden obtener de las lluvias, han socavado su recuperación después de la sequía, y aumentado su inseguridad alimentaria. En general, es probable que la situación de la seguridad alimentaria empeore debido a la sequía, a las pérdidas de la producción de alimentos causadas por las enfermedades de los animales y de los cultivos, y al aumento de los precios de los alimentos y de los insumos agrícolas, así como al trastorno de los mercados. Más de 500 000 personas afectadas por el clima de violencia desatado después de las elecciones, incluidas 113 000 PDI asentadas en 134 campamentos, así como alrededor de 230 000 PDI presentes en los distritos de Mount Elgon continuarán necesitando en los meses venideros asistencia humanitaria y de recuperación. En la provincia nordoriental se señala una afluencia constante de refugiados procedentes de Somalia. Los hogares de las partes orientales del Sudán meridional padecen actualmente un alto grado de inseguridad alimentaria debido a la escasez de alimentos derivada de las pérdidas de cosechas, tras las inundaciones tempranas y superiores a lo normal del año pasado. La escasez se ve agravada por el aislamiento respecto de los mercados, debido al mal estado o falta de caminos y a la inseguridad. En Rubkina y Ruweng la situación del suministro de alimentos podría empeorar en los meses venideros debido a una escalada del conflicto en la frontera entre el Sudán septentrional y meridional que comenzó en diciembre de 2007. Se prevé que las 50 000 personas desplazadas en el interior del país como consecuencia de los disturbios civiles desatados en mayo en Abeyei regresen a sus hogares en las próximas semanas. En el norte, el desplazamiento y la pérdida de los medios de subsistencia deberían continuar en Darfur, donde en los primeros cinco meses de este año se han desplazado otras 180 000 personas. Es probable que la limitación del acceso humanitario debida a las restricciones impuestas por motivos de seguridad, el hacinamiento en los campamentos, los recursos hídricos limitados y una mala cosecha de cereales aumenten las dificultades de las personas vulnerables. Es verosímil que en el distrito nordoriental de Karamoja, en Uganda, continúe la crisis alimentaria. Se estima que más de 700 000 personas padecen inseguridad y necesitan ayuda alimentaria de emergencia como consecuencia de los daños causados por las inundaciones en 2007, la situación prolongada de inseguridad, las lluvias insuficientes recibidas en los últimos tres meses, el descenso de los precios del ganado, y la presencia de melazo en el sorgo. El gobierno ha proporcionado algunos aperos agrícolas y semillas a los agricultores, pero la población necesita todavía socorro alimentario para disponer de suministros hasta la próxima cosecha. En otras zonas bimodales del país hay reservas alimentarias y suministros de mercado suficientes para garantizar una seguridad alimentaria constante.
En Eritrea, debido a un aumento generalizado de los precios en los mercados internacionales, en Asmara los precios de los alimentos han ido aumentando constantemente desde julio de 2007. En mayo de 2008, el precio al por menor de la harina de trigo, cotizado en 3 700 ENR por 100 kg, era casi un 9 por ciento más alto que el mes anterior y más del doble del precio vigente en mayo de 2007. Análogamente, en mayo de 2008 el precio al por menor del maíz alcanzó los 2 700 ENR por 100 kg, más del doble del precio de julio de 2007. En Etiopía, los precios de los cereales continuaron aumentando en 2008 tras haberse debilitado ligeramente al final de 2007. En Addis Abeba, el precio del trigo aumentó a 438 USD por tonelada en abril, frente a los 426 USD por tonelada en marzo. En abril, el maíz se cotizó en el mismo mercado a 324 USD por tonelada, comparado con los 160 USD por tonelada de un año antes. Con los altos precios vigentes actualmente, se prevé que para los hogares pobres será más difícil acceder a suministros alimentarios suficientes. 
En Kenya, debido a la cosecha de maíz muy reducida obtenida en los principales distritos maiceros de la región del Rift Norte, el precio del maíz en el mercado de Nairobi – que en el período comprendido entre mayo de 2007 y enero de 2008 había fluctuado entre 199 USD por tonelada y 222 USD por tonelada – para mayo de 2008 había aumentado a 387 USD por tonelada. En Somalia, la escasez de suministros de cereales como consecuencia de dos malas cosechas consecutivas, el aumento significativo de los precios de los productos básicos importados, y la creciente demanda de las PDI, hicieron subir todavía más los precios de los alimentos. En general, en la zona del sorgo los precios de este producto han aumentado más del 60 por ciento desde enero de 2008. En abril, los precios más altos del sorgo eran los del mercado de Beletweyne (7 500 SOS por kg) y Hudur (7 250 SOS por kg). Los más bajos se registraron en Bardera y Baidoa, donde el sorgo se cotizó en 3 600 SOS por kg y 5 150 SOS por kg, respectivamente. En el Sudán, los precios del sorgo y mijo se mantienen estables en un nivel alto en todos los mercados principales. Este año, las tendencias descendentes estacionales en los precios, que normalmente se producen durante el período inmediamente posterior a la cosecha, fueron menos marcadas que en los años anteriores. En Jartum, el precio al por mayor del sorgo que en el período comprendido entre noviembre de 2007 y febrero de 2008 había fluctuado entre 40 SDG y 47 SDG por saco de 90 kg , para abril había aumentado a 82 SDG por saco de 90 kg . Los precios del trigo, situados en torno a los 100 SDG por saco de 90 kg en el período comprendido entre octubre y diciembre, en abril alcanzaron los 140 SDG por saco de 90 kg.
En la República Unida de Tanzanía, debido a una prohibición gubernamental de las exportaciones, a las importaciones de grandes cantidades de maíz y a unas perspectivas favorables para la cosecha de maíz que se está recogiendo ahora, en los últimos meses los precios al por mayor bajaron en Dar-es-Salaam, de suerte que el precio de mayo (289 USD por tonelada) era 46 USD más bajo que el precio máximo alcanzado en enero. En Uganda, a pesar de las previsiones de una cosecha normal, en mayo el precio del maíz había subido a 370 USD por tonelada, aproximadamente 200 USD más por tonelada que en enero, apenas cuatro meses antes.
La producción total de cereales de la subregión en 2008 (incluidos los pronósticos de pequeñas cantidades de trigo de la cosecha secundaria actualmente en curso en algunos países) se estima en 27,3 millones de toneladas, aproximadamente un 17 por ciento más que en 2007 y el nivel más alto desde 2000 (véase el Cuadro 5). Ello se debe fundamentalmente a una campaña excelente en Sudáfrica, donde la producción de maíz y otros cereales se recuperó de forma pronunciada después del nivel bajo del año pasado. También aumentaron con respecto a los niveles mayormente bajos del año pasado las producciones en Swazilandia, Botswana y Mozambique, mientras Zambia, Malawi, Angola y Zimbabwe obtuvieron cosechas menores que en 2007. Con respecto al maíz, el principal cultivo básico de la subregión, la producción total se estima en 20 millones de toneladas, un 25 por ciento más que el resultado no tan satisfactorio del año pasado. Excluido Sudáfrica, la producción total de los restantes países ha disminuido en comparación con el año pasado, pero es superior a la media quinquenal (Figura 10).
La siembra de la cosecha de trigo de 2008 en Sudáfrica, que representa alrededor del 90 por ciento de la producción total de trigo de la subregión, y la siembra de otros cultivos de la temporada secundaria, se han realizado en mayo y junio en las zonas productoras meridionales y centrales. Las estimaciones iniciales cifran la superficie en alrededor de un 19 por ciento más que el año anterior, en atención a los altos precios internos e internacionales actuales.
En base a la excelente cosecha de Sudáfrica, la FAO estima una necesidad menor de importaciones de cereales para la subregión en su conjunto en la campaña comercial 2008/09 en comparación con 2007/08. Pero, si se excluye Sudáfrica, la necesidad total de importaciones de cereales de los otros países debería aumentar en un 11 por ciento, aunque para el maíz el aumento debería ser incluso más pronunciado, de más de una tercera parte (Cuadro 6 y Figuras 11 y 12). Como consecuencia del descenso notable de la disponibilidad interna de cereales per cápita, combinado con una reducción significativa de la capacidad de importaciones comerciales debida a los altos precios de los alimentos y del combustible, se estima que la demanda de ayuda alimentaria aumentará considerablemente en la subregión.
Los precios de los cereales principales son más altos al comienzo de la nueva campaña comercial que en el mismo período del año pasado debido a una demanda internacional y regional sólida (Figura 13). En Sudáfrica, tras una cosecha excelente, el precio del maíz se ha debilitado algo desde el comienzo de la campaña pero se mantiene muy por encima de los precios correspondientes del año pasado. Por ejemplo, en mayo de 2008 el precio del maíz blanco (precio al contado en Randfontein), situado en 1 784 ZAR por tonelada, era un 8 por ciento más alto que un año antes. En Mozambique, en junio de 2008 el precio del maíz (precio al por mayor en Maputo), de 8,57 MZN (Metical Mozambique) por kilogramo, era un 57 por ciento más alto que en el correspondiente mes de 2007. En Malawi, el precio del maíz al por menor en Lilongwe ha ido subiendo desde mayo de 2007. El precio máximo registrado en abril de 2008 parece haber sido una reacción exagerada del mercado ante los pronósticos iniciales inciertos y contradictorios relativos a la cosecha actual. En Madagascar, el precio poscosecha del arroz ha empezado a subir en junio, antes de lo habitual. 
Del 29 de abril al 23 de mayo de 2008, la FAO y el PMA llevaron a cabo conjuntamente, a petición del gobierno de Zimbabwe, una misión de evaluación de cultivos y del suministro de alimentos (MECSA), que estimó la disponibilidad total interna de cereales para 2008/09 en 840 000 toneladas, alrededor de 40 por ciento menos que el suministro interno del año pasado. La producción nacional de maíz de la temporada principal de 2008 se estima en 575 000 toneladas, aproximadamente un 28 por ciento menos que la producción de 2007, que ya había sido un 44 por ciento menor que la de 2006. El país necesita alrededor de 2,1 millones de toneladas de cereales, incluidos 1,9 millones de toneladas para el consumo humano directo. En los últimos siete u ocho años la producción y productividad agrícolas medias han disminuido. Los agricultores reasentados recientemente cultivan sólo la mitad aproximadamente de la tierra total que se les ha asignado debido a la falta de energía de tracción animal y combustible y a las escasas inversiones en infraestructura. Las granjas comerciales en gran escala producen menos de una décima parte del maíz que producían en los años noventa. La productividad de las granjas comunales que solían producir la mayor parte del maíz nacional también ha disminuido a una cuarta parte en alrededor de diez años. Según la misión, la necesidad de importaciones de cereales de Zimbabwe entre abril de 2008 y marzo de 2009 será de 1,2 millones de toneladas, de los cuales el maíz (alimento básico) representa alrededor de un millón de toneladas. El total de las importaciones comerciales de cereales podría alcanzar las 850 000 toneladas, dejando un déficit de 380 000 toneladas. La asistencia alimentaria necesaria entre junio de 2008 y marzo de 2009 podría ascender a 395 000 toneladas de cereales. La situación se ha agravado este año debido a unas graves limitaciones económicas derivadas de la hiperinflación y la continua crisis de la balanza de pagos, la entrega de semillas fuera de tiempo, la escasez de fertilizantes, la no rentabilidad de los precios de los cereales, el deterioro de la infraestructura y una racha seca prolongada después de lluvias excesivas. Pareciera que hubiera pocos incentivos para que los agricultores produjeran más allá de sus necesidades de subsistencia, dada la falta de un canal de comercialización alternativo y de controles de los precios, con los precios de compra inflexibles en un marco de hiperinflación (véase la Figura). Los precios del maíz y de otros productos básicos fundamentales son controlados por la GMB, que establece el precio de compra para los agricultores y el precio de venta para los molineros (y el precio de la harina de maíz para los consumidores), para los grupos vulnerables y otros usuarios comerciales (principalmente como pienso). Pero los agricultores comercializan el maíz en cantidades pequeñas (las así llamadas ventas “de agricultor a agricultor”) y los pequeños comerciantes en mercados no oficiales y, a menudo, clandestinos. El precio de compra de la GMB, uniforme en todo el país, ha ido aumentando discretamente y, por lo general, se ha mantenido muy por debajo del precio al por menor del mercado paralelo. Aún cuando el aumento del precio actual va a la zaga de la vertiginosa inflación general de los precios, en equivalentes de dólar los precios están manteniendo la tendencia alcista debido a la funesta cosecha de este año y al aumento de los precios en el mercado internacional. Además, los mercados de mano de obra rural son muy disfuncionales e ineficientes debido a una desinformación sobre los sueldos y sobre los focos de excedentes y déficit de mano de obra, especialmente en un entorno inflacionario galopante. Los altos costos del transporte y la separación física entre las zonas excedentarias (relacionadas por lo general con las localidades comunales) y las zonas de gran demanda (normalmente en zonas comerciales en gran escala y A2) han agravado los problemas de suministro. Entre 1998 y 2007 la economía de Zimbabwe se ha contraído en alrededor de un 45 por ciento, con una tasa de inflación anual estimada en más de 350 000 por ciento para marzo de 2008, la más alta en todo el mundo, que ha reducido espectacularmente el poder adquisitivo de la población, limitando su acceso a los escasos suministros de alimentos locales. 
El análisis de la seguridad alimentaria de los hogares indica que alrededor de 2 millones de personas de las zonas rurales y urbanas probablemente sufran inseguridad alimentaria entre julio y septiembre de 2008, y la cifra aumentará a 3,8 millones de personas entre octubre y diciembre, hasta culminar en 5 millones en el período álgido del período de hambre entre enero y marzo de 2009. En 2008/09, la población afectada de inseguridad alimentaria necesitaría asistencia alimentaria por un total de aproximadamente 395 000 toneladas de cereales. También se necesitarían otros alimentos como aceite, leguminosas y suplementos, para abordar las necesidades básicas de los grupos más vulnerable. Para contribuir a mejorar la seguridad alimentaria a corto y mediano plazo en el país, la misión recomendó: • El suministro urgente, por parte del gobierno y de la comunidad internacional, de semillas de calidad y fertilizantes. Mucho antes del próximo período de siembra que comienza en octubre deberían entregarse variedades apropiadas de maíz y de semillas de grano pequeño. • La apertura del sistema de comercialización de granos al sector privado con objeto de asegurar que puedan importarse cereales y transportarse rápidamente a las zonas necesitadas. • Que la comunidad internacional y el gobierno adopten una política de diálogo para promover una producción sostenible de alimentos y una situación general de seguridad alimentaria mediante inversiones en la mecanización y la infraestructura agrícolas.
La recolección de las cosechas de trigo de invierno y de las primeras cosechas de arroz de 2007/08 está casi terminada en toda la subregión, mientras han comenzado los preparativos de la tierra y la siembra de las cosechas principales de arroz y cereales secundarios con la llegada generalmente puntual de las lluvias monzónicas. En los países situados en torno al cinturón ecuatorial, la temporada principal del arroz está muy avanzada. En China, prácticamente ha terminado en las principales provincias productoras la recolección de la cosecha de invierno de 2008, que representa alrededor del 95 por ciento de la producción total de trigo de China. La producción total del país en 2008, que incluye aproximadamente 5,1 millones de toneladas de trigo de primavera, se estima ahora provisionalmente en un volumen sin precedentes de 112,5 millones de toneladas, un 2,4 por ciento más que el alta marcada el año pasado. Este aumento es el resultado del apoyo del gobierno a la producción de trigo (subvenciones directas y alza del precio de compra) y del tiempo favorable imperante en las principales regiones productoras. También se prevé una producción récord de maíz, de 154 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas más que el alta del año pasado. En la India, la recolección de la cosecha de trigo de 2008 está casi terminada y la producción se estima provisionalmente en un volumen sin precedentes de 78 millones de toneladas, el más alto en 8 años y 2,2 millones de toneladas más que el récord establecido el año pasado, gracias al tiempo favorable y a los mayores insumos utilizados durante el período vegetativo principal. Este nivel de producción debería cubrir la demanda interna en 2008/09. En 2006/07 (abril/marzo) el país importó unos 6,7 millones de toneladas de trigo y en 2007/08 las importaciones se redujeron a unos 2 millones de toneladas debido a la buena cosecha obtenida en 2007. Ha comenzado la siembra de las cosechas principales de cereales secundarios Kharif, que se recogerán a partir de septiembre. Las perspectivas iniciales son favorables gracias a la llegada oportuna del monzón sudoccidental y a los precios altos de los cereales. Sin embargo, el resultado de la campaña Kharif dependerá mucho todavía de las lluvias monzónicas sudoccidentales de julio y agosto. 
En contraste con la producción máxima de cereales en China y la India, en otras partes de la subregión como en Pakistán y la República Islámica del Irán se prevén cosechas menores. La producción de trigo de Pakistán en 2008 se estima ahora en 21 millones de toneladas, 1,5 millones de toneladas menos que el año pasado, a causa de una reducción de la superficie debida a retrasos en la siembra, a una menor disponibilidad de agua para riego, a las semillas de calidad inferior y a los precios altos de los fertilizantes. En la República Islámica del Irán acaba de empezar la recolección del trigo y se pronostica que, a causa de la sequía, la producción de 2008 descenderá unos 3 millones de toneladas con respecto al nivel máximo del año pasado, a 12 millones de toneladas. Con esta producción menguada, las importaciones de trigo en 2008/09 (abril/marzo) podrían aumentar a más de 2 millones de toneladas, lo que representaría el nivel más alto de importaciones en cinco años, durante los cuales el país fue en gran medida autosuficiente en trigo. En base a los primeros indicios, la producción arrocera podría alcanzar en la subregión un nivel récord de más de 600 millones de toneladas en 2008, un 1,2 por ciento más que el récord establecido el año pasado. En toda la región se prevén aumentos importantes, ya que los productores se sienten atraídos por los precios. La recolección de la cosecha de arroz boro en Bangladesh ya está terminada y se estima de nivel excelente. En los países del hemisferio sur la temporada está muy avanzada. En Sri Lanka, se ha recogido la cosecha principal de arroz Maha de 2008, plantada en octubre y noviembre de 2007. La producción arrocera de la presente temporada se estima en 2,12 millones de toneladas, unas 149 000 toneladas más que la cosecha del año pasado. Análogamente, también se señala una buena producción de la cosecha principal de arroz en Indonesia.
El 2 y 3 de mayo de 2008 el ciclón Nargis azotó Myanmar con vientos de hasta 200 km por hora, que arrasaron toda la región del delta Ayeyarwady (Irrawaddy) y la ciudad principal (y antigua capital) del país. Las cifras oficiales cifran el número de los muertos y desaparecidos en más de 130 000. Más de 2,4 millones de personas resultaron gravemente afectados, de los cuales más de 750 000 necesitan asistencia alimentaria inmediata. Las zonas más afectadas han sido las de los distritos de Ayeyarwadi, Bago, Mon, Kayin y Yangon. Muchas familias perdieron sus cosechas, reservas de alimentos, ganado, estanques piscícolas u otros bienes de producción. La situación de la seguridad alimentaria en el país, que ya era grave, debería empeorar mucho más ya que el ciclón ha afectado la fuente alimentaria del país, situada en la parte meridional. Al 23 de junio, se había entregado en las zonas afectadas asistencia alimentaria por un total de unas 17 000 toneladas. En China, un terremoto, el más violento de los últimos 30 años, azotó la provincia sudoccidental de Sichuan el 12 de mayo. A principios de junio, las víctimas se calculaban en más de 69 000 personas y los heridos en más de 374 000. Pero estos números podrían aumentar, porque todavía quedan unas 18 000 personas desaparecidas. Se estima que en total han resultado afectados 45,6 millones de personas, incluidos los 15 millones de personas evacuadas, de los cuales unos 5 millones están viviendo en viviendas precarias. Según estimaciones oficiales, otros 10 millones de personas aproximadamente están viviendo por debajo de la línea de pobreza como consecuencia del terremoto. La mayor parte de la población afectada por el terremoto depende críticamente de la agricultura para su subsistencia y muchos son vulnerables a la inseguridad alimentaria. En la República Popular Democrática de Corea, se está realizando a toda marcha el trasplante del arroz, actualmente la actividad agrícola más importante del país. Según los informes, el problema más urgente para la producción agrícola de este año es la falta de fertilizantes. La situación del suministro de alimentos sigue siendo inestable a causa de las inundaciones que devastaron los cultivos del año pasado. Se estima que el déficit de cereales para la campaña comercial 2007/08 (noviembre/octubre) es de alrededor de 1.66 millones de toneladas. Para mayo de 2008, en Pyongyang el precio del arroz había aumentado a un nivel máximo de 3 000 won por kg, casi el cuádruple del precio del mismo mes del año pasado. El precio del maíz está en torno a los 1 500 won por kg, cinco veces más alto que en mayo de 2007. El país tiene que depender de la asistencia exterior ya que su capacidad para importar comercialmente sigue siendo limitada por el mal funcionamiento de la economía y el reciente aumento en los precios de los alimentos. Los Estados Unidos prometieron suministrar al país 500 000 toneladas de ayuda alimentaria en los meses venideros y acaban de llegar los primeros envíos. Más de 300 000 personas de nueve distritos del lejano y medio oeste de Nepal están haciendo frente a una situación alimentaria inestable como consecuencia de las malas cosechas debidas a la sequía. Se trata de regiones del país ya crónicamente pobres debido a su escasa productividad y a un deficiente acceso a los mercados. Con el aumento de los precios, es probable que empeore la inseguridad alimentaria, situación que llegará a ser grave durante el período de carestía a partir de junio. El problema se ha agudizado por el aumento de los precios de los alimentos en todo el país. Al final de junio el tifón Fengshen arrasó el archipiélago de Filipinas, afectando a 11,2 millones de personas en 38 provincias. Se prevé que los daños a los edificios y a la infraestructura, incluidas por lo menos 111 454 casas, excedan de 24,1 millones de USD. Según los informes, sufrieron daños o quedaron destruidas unas 300 000 hectáreas de cultivos de arroz en la región de Visayas occidental y en otras 12 provincias. En Timor-Leste la inseguridad alimentaria debería continuar, debido a las consecuencias de la constante inestabilidad así como del alto grado de dependencia del país respecto de las importaciones de cereales. Debido a los precios altos, el país está haciendo frente a dificultades cada vez mayores para conseguir en el mercado mundial las cantidades de arroz suficientes para satisfacer las necesidades de importaciones. El número de las personas con inseguridad alimentaria o muy vulnerables a la inseguridad alimentaria ha aumentado significativamente debido a los disturbios civiles de 2006, que causaron el desplazamiento de 100 000 personas, de las cuales alrededor de 70 000 huyeron de Dili para buscar refugio en los distritos rurales al amparo de sus parientes. El índice elevado de desempleo, especialmente en los distritos rurales (80 por ciento), representa otro factor de inestabilidad social y de inseguridad alimentaria. En Bangladesh, todavía se están ejecutando operaciones de socorro humanitario en gran escala destinadas a prestar asistencia a los 8,9 millones de personas más perjudicadas por el ciclón Sidr, que el 15 de noviembre afectó hasta 30 distritos. La merma de la producción arrocera de 2007 y el aumento de los precios de los alimentos desde 2007 (Figura 14) están repercutiendo considerablemente en la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables tanto de las zonas urbanas como rurales. En Sri Lanka, la seguridad alimentaria del país ha continuado viéndose afectada por el recrudecimiento del conflicto civil, así como por el alza de los precios de los cereales (Figura 15). Desde el comienzo de 2008, unas 5 000 personas murieron en los enfrentamientos y la situación de la seguridad alimentaria ha empeorado. En Colombo, los precios del arroz y de la harina de trigo aumentaron en junio de 2008 en un 67 por ciento y 75 por ciento, respectivamente, comparados con los del mismo período en 2007. 
En el Iraq, la producción de trigo de 2008, que acaba de recogerse, se estima en 1,5 millones de toneladas, un 36 por ciento menos que en 2007 y el nivel más bajo en muchos años, tras unas condiciones atmosféricas generalmente desfavorables durante toda la campaña. La merma de la cosecha de cebada casi totalmente de secano es más pronunciada todavía, con una producción cifrada en sólo 450 000 toneladas, lo que representa una disminución de aproximadamente un 60 por ciento comparada con la de 2007. Las importaciones de trigo en 2008/09, que supuestamente seguirán siendo sólidas debido al nivel bajo de la producción interna, se pronostican en unos 3,8 millones de toneladas, frente a 3 millones de toneladas en 2007. Debido a un cierto mejoramiento en la situación de seguridad, los refugiados iraquíes de la República Árabe Siria y Jordania continúan regresando a sus hogares, aunque todavía no se han notado desplazamientos en gran escala. Se estima que en 2007 han regresado al Iraq alrededor de 45 000 individuos que vivían en Siria. Desde 2003, más de 4,2 millones de iraquíes han abandonado sus hogares, de los cuales alrededor de 2 millones son PDI, mientras el resto están viviendo como refugiados en los países vecinos, principalmente Siria y Jordania. Últimamente, el gobierno ha anunciado que había asignado 195 millones de USD para alentar a las PDI y a los refugiados a volver a sus hogares. Este dinero es principalmente para los gastos de viajes de los que están fuera del Iraq, y una ayuda financiera e indemnización para aquéllos cuyas propiedades sufrieron daños durante su ausencia. En Afganistán, las perspectivas para la cosecha de secano de 2008 actualmente en curso y para la de regadío que se recogerá en los próximos meses no son buenas. Las precipitaciones recibidas en la mayor parte del país durante el período comprendido entre octubre de 2007 y mayo de 2008 fueron inferiores a lo normal. Las zonas centrales del país y las zonas occidentales de tierras altas recibieron menos nieve de lo habitual, mientras el sur, normalmente más seco, ha experimentado un tiempo excepcionalmente húmedo este año, tras un período de condiciones extremadamente frías en enero y febrero, que causaron pérdidas en el trigo de invierno. Unas temperaturas superiores a lo normal en la mayor parte del país agravaron la situación de la escasez de humedad, al derretir la nieve antes de tiempo y evaporar más agua de lo normal. Es posible también que las nevadas intensas y la falta de lluvias durante la presente campaña provoquen una escasez de agua para riego, lo cual afectaría a la temporada de cultivos preinvernales de agosto, septiembre y octubre de 2008, y, por ende, a la cosecha de 2009. En esta fase inicial, se prevé provisionalmente que la cosecha de cereales de 2008 no alcance más que los 4 millones de toneladas, cerca de 15 por ciento menos que la de 2007 (4,5 millones de toneladas). Según las estimaciones, en 2008/09 la necesidad de importación de cereales aumentará a 1,2 millones de toneladas, incluida la ayuda alimentaria. Se ha trazado un plan de regeneración agrícola a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo, se distribuirán semillas mejoradas y fertilizantes a 3,4 millones de agricultores en noviembre y diciembre. También se distribuirán forrajes a más de medio millón de productores e insecticidas para 450 000 hectáreas. Además, está previsto establecer 25 empresas y ayudarles a mejorar semillas.
Las perspectivas para la cosecha de cereales de 2008 son variadas. Las precipitaciones de invierno han sido inferiores a lo normal en Asia Central, lo cual ha perjudicado a los cultivos de invierno y suscitado preocupación acerca de la suficiencia de las reservas de riego para los cultivos de primavera en toda la región, que normalmente procede de la fusión de nieve en la meseta central. Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán son los países afectados particularmente. En Tayikistán los cultivos sufrieron también temperaturas invernales extremadamente frías y, más avanzada la temporada, las invasiones de langostas. En espera de una evaluación de los daños causados por las langostas, la producción de cereales de 2008 en Tayikistán se estima provisionalmente en 660 000 toneladas, cerca de un 20 por ciento por debajo del nivel medio de producción y menos que la ya mala cosecha del año pasado. En cambio, las condiciones de crecimiento de la presente campaña han sido buenas en Armenia, Azerbaiyán y Georgia. En Uzbekistán, donde las precipitaciones también fueron limitadas, se prevé una producción media comparada con la excelente cosecha del año pasado. En Kazajstán, donde la superficie sembrada con trigo aumentó en un millón de hectáreas, se pronostica oficialmente que la cosecha será de sólo unos 14 millones de toneladas comparada con la producción máxima de 16,5 millones de toneladas del año pasado. Sin embargo, en Kazajstán el trigo se siembra en primavera y no se recoge hasta septiembre. Las siembras se retrasaron por el tiempo frío imperante en mayo y las precipitaciones inferiores a lo normal recibidas en la región durante el invierno de este año. Se pronostica que la producción total de Kazajstán estará cercana a los 17 millones de toneladas; de los cuales los cereales secundarios representarán 2,5 millones de toneladas, siempre que predominen condiciones atmosféricas normales hasta el final de la cosecha. Una difícil situación del suministro de alimentos reina en Kirguistán, donde entre diciembre de 2007 y mayo de 2008 los precios de los productos alimenticios básicos han subido de forma pronunciada, por ejemplo: en un 81 por ciento la harina; 100 por ciento la mantequilla; 59 por ciento los huevos, 22 por ciento la carne y 20 por ciento el aceite vegetal. Como los precios del trigo y del pan juegan un papel importante en la seguridad alimentaria del país, el gobierno ha llegado a un acuerdo con Kazajstán para importar trigo, no obstante la prohibición de las exportaciones en ese país. Sin embargo, las exportaciones de girasol y aceite vegetal de Kazajstán, de las que Kirguistán depende para dos terceras partes de sus necesidades, están vedadas hasta el 1° de octubre, lo que agrava la difícil situación del suministro en Kirguistán. En Tayikistán, la producción menor de cultivos alimentarios prevista para este año, en el marco actual de los precios altos de los alimentos y el combustible, agravará el problema básico de la seguridad alimentaria que es el del acceso a una alimentación suficiente y equilibrada. Debido a las pérdidas de trigo y de cultivos básicos, la población afectada tendrá que recurrir a las compras de mercado antes de lo habitual, en un momento en el que las familias ya están gastando hasta un 81 por ciento de sus ingresos en alimentos y prácticas de subsistencia insostenibles, tales como retirar a los niños de las escuelas o consumir las semillas suministradas. Los precios de los alimentos básicos han subido bruscamente. Entre marzo de 2007 y marzo de 2008, el precio del trigo subió en un 100 por ciento, el pan en un 86 por ciento, la carne de oveja en un 38 por ciento, el aceite vegetal en un 137 por ciento y las legumbres en un 68 por ciento. Debido a la mala cosecha, la necesidad de importaciones de cereales de 2008/09 se estima en un nivel alto de 556 000 toneladas, principalmente trigo. El país está teniendo dificultades para importar comercialmente, de manera que para socorrer a la población pobre hará falta ayuda alimentaria.
Gracias a unas condiciones secas favorables, la recolección de la cosecha principal del trigo de invierno de regadío de 2008 está muy avanzada en los estados productores clave de México, como Sonora, Guanajuato, Baja California y Michoacán. La producción estacional se prevé en un volumen sin precedentes de 3,4 millones de toneladas. 
En todos los países de América Central está muy avanzada la siembra de las cosechas de cereales secundarios y frijoles de la primera temporada (principalmente de secano) de 2008. En México, para mediados de junio habían llegado lluvias importantes en las zonas occidentales y centrales de la meseta meridional, que mejoraron la humedad del suelo para la siembra después de algunas semanas de sequía. En el Caribe, todavía se está sembrando en Cuba, pero ya se ha comenzado a cosechar en Haití y la República Dominicana, donde las perspectivas para la producción son favorables gracias a unas precipitaciones bien distribuidas durante todo el período vegetativo. Según se prevé, la superficie total de cereales secundarios de 2008 alcanzará el nivel sin precedentes de 12,9 millones de hectáreas, aproximadamente un 3 por ciento más que el récord establecido el año pasado, debido principalmente a las mayores intenciones de siembra para la cosecha de la primera temporada de México, motivadas por los precios internacionales altos. La siembra de la cosecha de arroz de la temporada principal de verano de 2008 ha comenzado en toda la subregión y las intenciones de siembra apuntan a una superficie de alrededor de 693 000 hectáreas, ligeramente superior a la del programa de siembra de la misma temporada en 2007. En base a los resultados de las cosechas ya iniciadas, y suponiendo condiciones normales y rendimientos medios para los cultivos que se están sembrando ahora, la producción total de cereales de la subregión se pronostica provisionalmente en un volumen máximo de 42,7 millones de toneladas, 1,9 millones de toneladas más que el nivel alto alcanzado el año pasado y alrededor de un 14 por ciento más que media de los últimos cinco años.
La recolección de las cosechas de cereales secundarios y arroz de la temporada principal de 2008 está muy avanzada y en la mayoría de los países se espera una producción sin precedentes o superior a la media. Las estimaciones provisionales cifran la producción total de cereales secundarios en la subregión en un nivel máximo de 99,5 millones de toneladas, alrededor de 5,8 millones de toneladas más que el nivel récord del año pasado. Ello se debe a una combinación de factores, tales como el aumento de un 4,6 por ciento de las plantaciones de maíz en atención a los precios internacionales altos y los rendimientos superiores a la media debidos a unas condiciones atmosféricas favorables durante el período vegetativo. En Brasil, la producción de la cosecha de maíz de la primera temporada se pronostica oficialmente en un volumen récord de 40 millones de toneladas, aproximadamente un 10 por ciento más que el máximo registrado el año pasado. El aumento se debe fundamentalmente a los rendimientos mayores obtenidos gracias a unas condiciones atmosféricas buenas unidas a una utilización mayor de semillas seleccionadas y a unos niveles mejores de fertilización. En el estado de Paraná, responsable de alrededor de una cuarta parte de la producción de la cosecha de maíz de la primera temporada, se estima que los rendimientos medios alcanzarán por primera vez las 7 toneladas por hectárea, alrededor de un 25 por ciento más que la media de los últimos cinco años. En los estados del centro-oeste, la sequía actual está favoreciendo la recolección de la cosecha de maíz de la segunda temporada (safrinha) de 2008 que estará terminada para finales de julio. La producción de la segunda temporada también se pronostica provisionalmente en un nivel récord de 18,4 millones de toneladas; debido principalmente a los altos precios internacionales vigentes durante el período de la siembra, que indujeron a los agricultores a aumentar la superficie sembrada a 5 millones de hectáreas, con respecto a los 4,6 millones de hectáreas en 2007. Además, pese a algún retraso en el período de siembra debido a retrasos en la terminación de la cosecha de soja, se prevé que también los rendimientos del maíz de safrinha sean muy superiores a la media (más de 3,7 toneladas por hectárea), debido a unas precipitaciones bien distribuidas y a las aplicaciones oportunas de fertilizantes. En Argentina, la recolección de la cosecha de maíz de 2008 está prácticamente terminada y las estimaciones oficiales provisionales apuntan a una producción de alrededor de 21 millones de toneladas, aproximadamente 1 millón de toneladas menos que el año anterior, en el que se obtuvieron rendimientos máximos. En Uruguay, la falta de precipitaciones y las heladas caídas en abril y mayo han perjudicado los rendimientos de la cosecha del maíz de verano de 2008 y, aunque no se dispone todavía de estimaciones oficiales, la producción prevista en un récord de 440 000 toneladas tendrá que revisarse a la baja por lo menos en un 15 por ciento. La producción total de arroz de la subregión se estima provisionalmente en 23,8 millones de toneladas, alrededor de un 8 por ciento más que la producción obtenida en 2007, debido a las cosechas mayores en Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Venezuela, donde la recolección está prácticamente terminada. La siembra de la cosecha de trigo de invierno de 2008, que se recogerá a fin de año, está muy avanzada en las principales zonas productoras de Brasil y Paraguay, mientras se señalan algunos retrasos en la Argentina y Uruguay debido a los niveles bajos de humedad del suelo. En Argentina, el principal productor de trigo de la subregión, las intenciones oficiales de siembra de trigo se han ido reduciendo gradualmente desde mayo (en medio millón de hectáreas) como consecuencia de la sequía, unida a los costos mayores de los productos agroquímicos y a la escasez de combustible, que han inducido a los agricultores a no sembrar trigo. En Brasil, la superficie plantada debería aumentar en un 22 por ciento aproximadamente en comparación con el año anterior, en atención a unas buenas perspectivas de ingresos motivadas por el aumento del precio mínimo garantizado por el gobierno y la prohibición de las exportaciones en la Argentina (un proveedor habitual de trigo al Brasil). En base a las informaciones más recientes, la superficie total plantada en la subregión se pronostica provisionalmente en 8,8 millones de hectáreas, aproximadamente un 6 por ciento más que el año anterior y un volumen muy semejante a la media de los últimos cinco años. Sin embargo, la superficie definitiva dependerá todavía de las condiciones atmosféricas durante el resto del período de siembra, especialmente en Argentina y Uruguay, donde la siembra se ha visto obstaculizada por la sequía.visto obstaculizada por la sequía.
En los Estados Unidos, a finales de junio la recolección del trigo de invierno estaba bastante avanzada en los estados meridionales, pero marchaba a un ritmo algo menor de la media a causa de algunas precipitaciones intensas. Aunque hay alguna preocupación por la posibilidad de que la excesiva humedad haya influido negativamente en la calidad del grano, especialmente en el estado productor principal de Kansas, hasta ahora no hay indicios de pérdidas cuantitativas. El pronóstico oficial más reciente cifra la producción de trigo de invierno en unos 49 millones de toneladas, cerca de 20 por ciento más que el año anterior. Las informaciones más recientes continúan apuntando también a una cosecha mayor de trigo de primavera, que en su mayor parte estaba en condiciones entre buenas y excelentes a finales de junio, en una superficie que se estima superior en alrededor de un 9 por ciento a la del año pasado. Por consiguiente, se pronostica que la producción total de trigo alcanzará los 66 millones de toneladas aproximadamente, 10 millones de toneladas más que el año anterior y la cosecha mayor desde 1998. Con respecto a los cereales secundarios, las perspectivas han empeorado considerablemente en las últimas semanas debido a la persistencia de lluvias intensas que retrasaron la siembra del maíz en muchas de las zonas productoras principales y provocaron inundaciones que causaron la pérdida de cultivos ya sembrados. Según el informe oficial de USDA Acreage Report de 30 de junio, que ya había intentado verificar el efecto de las lluvias a través de una encuesta especial de último minuto realizada a finales de junio, la superfice de maíz cosechada en 2008 podría resultar de alrededor de 31,9 millones de hectáreas, frente a los 35 millones de hectáreas en 2007. Aunque ya se preveía una gran parte de la disminución debido a las menores intenciones de siembra de este año, las condiciones adversas podrían dar lugar a una disminución de la relación entre la superficie sembrada y la superficie cosechada, a la resiembra o no de algunos cultivos perdidos, o a la dedicación de más tierra a otros cultivos como la soja, que tienen un ciclo de crecimiento más corto. Dada la probabilidad de alguna disminución en las perspectivas de rendimiento de los cultivos tardíos o damnificados por el exceso de agua, la cosecha total de maíz de los Estados Unidos en 2008 se pronostica ahora en alrededor de 293 millones de toneladas, pero mucho dependerá todavía de las condiciones atmosféricas en los meses venideros. 
\En Canadá, las perspectivas para las cosechas de cereales de 2008 siguen siendo favorables. Atraídos por los precios fuertes, los agricultores han aumentado la superficie total de trigo en alrededor de un 16 por ciento tras el giro que habían hecho el año pasado hacia las semillas oleaginosas. En particular, se señala un aumento pronunciado de cerca del 27 por ciento de la superficie sembrada con trigo duro, que generalmente ofrece los rendimientos mejores. Sin embargo, contrariamente a la práctica normal en los últimos años, de las rotaciones de cultivos entre el trigo y las semillas oleaginosas, la superficie extensa de trigo de este año no ha sido a expensas de las semillas oleaginosas. En efecto, la superficie sembrada con colza-canola para la cosecha de 2008 también ha aumentado a un nivel récord, debido asimismo a los precios buenos para este cultivo. Aunque una parte del incremento de la superficie aumentada del trigo y de la colza-canola se ha debido a una disminución de la tierra plantada con cebada y avena (los cereales forrajeros principales), el incremento se ha visto favorecido también por el cultivo de superficies habitualmente dedicadas a barbecho de verano, que en las provincias de praderas habían disminuido en los últimos años a niveles bajos sin precedentes. Suponiendo condiciones normales durante todo el período vegetativo, se pronostica que la cosecha de trigo de 2008 alcanzará los 24,8 millones de toneladas, alrededor de un 24 por ciento más que en 2007.
En la Unión Europea las perspectivas para las cosechas de cereales de 2008 siguen siendo favorables. La producción total de cereales de los 27 países se pronostica en cerca de 296 millones de toneladas, un 13,6 por ciento más que el año anterior. La mayor parte del incremento se prevé en las partes orientales entre los estados miembros más recientes, donde las condiciones de crecimiento de este año han sido particularmente buenas y se prevé una fuerte recuperación de los rendimientos y de la producción respecto a los niveles reducidos a causa de la sequía del año pasado. Sin embargo, entre los países centrales y septentrionales, en los que se suprimió el requisito obligatorio de detracción de tierras para la campaña 2007/08, el aumento de las superficies plantadas y la previsión de rendimientos mejores están contribuyendo también a una producción mayor del grupo en este año. Del pronóstico total de cereales, se prevé que el trigo represente 138 millones de toneladas, casi un 15 por ciento más que el año pasado, mientras se considera que la producción de cereales secundarios aumentará a 155 millones de toneladas, cerca de un 13 por ciento más que en 2007. También son satisfactorias las perspectivas para la producción de cereales de 2008 en los países de la región balcánica no pertenecientes a la UE y se prevé que su producción se recuperará ampliamente del nivel reducido por la sequía de 2007. En Serbia, unos rendimientos buenos han compensado parcialmente la disminución de la superficie sembrada con trigo, estimándose la producción en 1,7 millones de toneladas. Ello bastaría para atender a las necesidades internas, pero dejaría un margen pequeño para las exportaciones. En cambio, se pronostica que la producción de maíz pasaría de 4 a 6 millones de toneladas y en tal caso, quedaría un excedente exportable de alrededor de 1 millón de toneladas. En la CEI europea, las siembras de primavera están mayormente terminadas y ha comenzado la recolección temprana de los cultivos de invierno plantados en 2007. En toda la región, el trigo, la cebada y el centeno de invierno han hibernado bien y los suministros de humedad para el desarrollo de los cereales de primavera son suficientes. Como reflejo de los precios altos de los cereales en 2007, se estima que la superficie total sembrada con trigo ha aumentado en 2,4 millones de hectáreas a 33,8 millones de hectáreas. Gracias a unas condiciones de crecimiento satisfactorias tanto durante el invierno como en lo que va de la primavera y el verano, se pronostica que la producción total de trigo en la subregión aumentará a 73 millones de toneladas, un 13 por ciento más que la buena cosecha de 2007. Análogamente, son buenas las perspectivas para los cereales secundarios, que todavía se están desarrollando. La superficie sembrada aumentó en 1,6 millones de hectáreas y, si predominan condiciones atmosféricas normales hasta el final de la cosecha, todo parece indicar que los rendimientos medios se recuperarán de forma pronunciada de los niveles afectados por la sequía del año pasado. Según pronósticos provisionales, la producción de los cereales secundarios alcanzarán los 59,5 millones de toneladas, o sea un 18 por ciento más que el año pasado. En la Federación de Rusia, el mayor productor de la subregión, la superficie total de cereales para la cosecha de 2008 se pronostica en cerca de 46 millones de hectáreas, 2,6 millones de hectáreas más que en 2007. La producción de trigo se prevé en un nivel excelente de 51 millones de toneladas, mientras la de cereales secundarios podría alcanzar casi los 32 millones de toneladas. En el período comprendido entre el 1° de julio de 2007 y el 30 de mayo de 2008 las exportaciones de granos han alcanzado los 13,2 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que el año anterior (2006/07 julio/junio), lo que representa más o menos el excedente exportable del país estimado en 2007/08. Los altos derechos de exportación introducidos el 29 de enero de 2008 (después que se había vendido la mayor parte de los excedentes de la cosecha de 2007) se han derogado con efecto a partir del 1° de julio. Si se cumple el pronóstico relativo a la producción de 2008, el país volverá a contar con un excedente considerable respecto a las necesidades internas previstas, aunque una parte será necesaria para reponer las existencias de intervención del gobierno. En Ucrania, la recolección ha comenzado y, si las condiciones atmosféricas siguen siendo normales hasta el final de las operaciones, la producción de 2008 se pronostica en aproximadamente 40 millones de toneladas, un 46 por ciento más que la cosecha reducida a causa de la sequía del año pasado. La producción de trigo podría alcanzar los 20 millones de toneladas mientras los cereales secundarios constituyen la mayor parte del resto. Las exportaciones del país en 2007/08 (julio/junio), derivadas de la cosecha de 2007, se estiman en aproximadamente 3 millones de toneladas, menos de los excedentes estimados y las existencias remanentes han aumentado considerablemente. Sin embargo, se han suprimido los contingentes de exportación y el país podría tener un excedente exportable de 12 millones de toneladas en 2008/09. Tanto en Ucrania como en la Federación de Rusia los precios de los granos se han debilitado considerablemente en las últimas semanas en vista de las buenas cosechas venideras.
A finales de junio las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 2008 eran generalmente favorables enAustralia, aunque el período de siembra no fue tan bueno como se había previsto. Salvo Australia occidental, la mayoría de las principales regiones de producción invernal del país recibieron precipitaciones otoñales inferiores a la media, lo que supone que muchos cultivos se sembraron en condiciones secas o fuera del período óptimo de siembra. Sin embargo, pese a estas dificultades, se pronostica que la superficie sembrada con trigo aumentará en un 13 por ciento a un nivel récord de 14 millones de hectáreas, gracias a unos precios relativamente fuertes, que alentaron a los agricultores a cultivar el máximo de superficies posible, aún reduciendo las tierras de pastoreo, para tratar de mejorar el flujo de caja después de dos años de sequía. En base a este pronóstico relativo a la superficie, y suponiendo un tiempo normal durante el resto de la campaña, el pronóstico oficial de ABARE de mediados de junio cifra la producción total de trigo del país en 2008 en 23,7 millones de toneladas, lo que representa un incremento de aproximadamente un 80 por ciento respecto a la cosecha reducida por la sequía del año anterior. También se considera que después de la sequía del año pasado aumentará de forma pronunciada la producción de cebada, recuperándose a casi 8 millones de toneladas después de apenas 6 millones de toneladas producidos en 2007. Se estima que la producción de la cosecha de cereales de verano de 2008 (principalmente sorgo y maíz), ya recogida, ha aumentado de forma pronunciada, pero la producción de arroz descendió bruscamente por falta de reservas de agua para riego en la zona productora principal. |
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