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Productos forestales

Perspectivas mundiales de los productos forestales

Segunda parte del informe preparado por el Comité de Productos Básicos de la FAO (continuación del texto aparecido en Unasylva, Volumen 16 [2] Número 65)

EN LAS PÁGINAS anteriores se expone la estructura regional del consumo en 1957/59 y la estimación de las necesidades en 1970, por lo que se refiere a cinco categorías generales de productos forestales. Las cifras totales aparecen en el Cuadro M del Anexo, del que es un resumen el Cuadro 5 que puede verse en esta página.

NECESIDADES TOTALES DE MADERA EN 1970

Ya se ha llamado la atención sobre el gran ingrediente de conjetura que encierran los pronósticos. Sin embargo, estas cifras presentan otro aspecto que tampoco debería pasarse por alto. Todos los productos - madera aserrada, madera contrachapada, los diferentes tipos de tableros, puntales para minas y postes, papel para periódicos, papel y cartón, leña, etc. - van expresados en su equivalente en madera rolliza, o sea, el volumen de madera rolliza normal (medida real) que su producción requiere. Y esto implica toda una serie de suposiciones sobre los factores de conversión: cuánta madera aserrada o madera contrachapada puede obtenerse de las trozas, cuánta pasta puede obtenerse de la madera para pasta, cuánta pasta se necesita para hacer una tonelada de papel o de cartón. No disponemos aquí de suficiente espacio para tratar el problema que supone encontrar un promedio satisfactorio de coeficientes técnicos o factores de conversión. Baste con advertir que si bien las proyecciones tienen en cuenta un margen para las mejoras técnicas, la inseguridad es tal que no se puede pretender una precisión para las cifras de las columnas finales. Sin embargo, sirven para mostrar los órdenes de magnitud que nos interesan.

Se espera que las necesidades de leña disminuyan o permanezcan inalterables en las regiones más industrializadas: América del Norte, Europa, la U.R.S.S. y Oceanía. En las demás regiones habrá probablemente modestos aumentos, excepto en el Lejano Oriente, donde la alta cifra de 1970 (principalmente en el Asia meridional) presupone un aumento considerable del empleo de la leña como combustible en sustitución de las deyecciones. Pero, de hecho, solamente una intensa campaña de masas tendiente al establecimiento de plantaciones que proporcionen leña a las aldeas, hará posible dicho aumento. Pero a menos que esto suceda, el próximo decenio será testigo de nuevas y desastrosas incursiones en el capital monte, ya que hay pocas perspectivas de poner para entonces otras fuentes de energía al alcance económico de los millones de personas que constituyen la población rural.

Para 1970 habrá un aumento muy considerable de las necesidades de madera industrial en todas las regiones: aumento que, en general, será mucho más rápido en las regiones menos industrializadas.

¿Será posible atender a tales necesidades? El último inventario mundial de recursos forestales1 mostró que, en conjunto y en términos de disponibilidades materiales de madera, la pregunta podría contestarse con un sí rotundo. El capital forestal del mundo es suficiente para proveer a todas las necesidades previsibles, si se administra correctamente para que su rendimiento vaya en aumento. Algunos países, incluso regiones enteras, quizás tengan que crear nuevos recursos forestales adicionales, y a otros les resultará más económico hacer eso mismo que abrir a la explotación bosques hasta ahora no aprovechados. Pero el problema no es sencillamente el de la disponibilidad material de madera, sino también el de los medios para elaborarla.

1 Inventario forestal mundial, 1958 (FAO, 1960).

CUADRO 5. - TODOS LOS PRODUCTOS FORESTALES: CONSUMO EN 1957/59 Y ESTIMACIÓN DE LAS NECESIDADES EN 1970

Región



Consumo en 1957/59

Necesidades en 1970

Madera Industrial

Leña

Total

Madera Industrial

Leña

Total

Millones de metros cúbicos

América del Norte

324

56

380

438

34

472

América Latina

43

178

221

67

202

269

Europa

205

105

310

285

100

385

U.R.S.S.

244

125

369

359

125

484

Cercano Oriente

8

8

16

11

13

24

Lejano Oriente

91

255

346

139

412

551

China continental

34

16

50

85

20

105

Oceanía

16

8

24

21

8

29

Africa

15

110

125

24

131

155

TOTAL

980

861

1 841

1 429

1 045

2 474

En esta sección no se ha querido analizar región por región el problema de la satisfacción de las necesidades futuras. De hecho, es cuestión ésa que constituye el tema central del ciclo de estudios regionales de los que procede gran parte de las cifras citadas en este capítulo. La conveniencia, o la viabilidad de una autarquía nacional o regional, no es sólo una cuestión de recursos forestales, futuras necesidades, y posibilidad de realizar las necesarias inversiones en bosques e industrias madereras. En todas las regiones, los bosques, además de producir madera, desempeñan varias funciones importantes - por ejemplo, la de proteger el suelo y regular su régimen hidrológico -, funciones éstas que en muchos países tienen mayor importancia económica que la de suministrar madera. Además, en varios de los países industrializados más adelantados, está tomando cada vez más importancia el papel recreativo del bosque. De ningún modo es menos importante la nueva demanda a que está dando lugar la urbanización, los ingresos más altos y el número mayor de horas libres disponibles; la cual ya ha tenido repercusiones importantes en la economía de la ordenación de montes de una serie de países, repercusiones destinadas a extenderse y acentuarse.

Excede, sin embargo, de la órbita del presente estudio, la discusión a fondo de la multiplicidad de las funciones que desempeña el bosque. Por consiguiente, en las secciones que siguen al resumen del comercio reciente, nos contentaremos con examinar, en términos muy generales, algunas de las consecuencias de las proyecciones de la demanda para 1970, con particular referencia a las perspectivas que ofrecen para la dasonomía y los sectores madereros de los países en donde son actualmente bajos los ingresos.

COMERCIO

Madera aserrada (incluyendo traviesas y madera para cajerío)

Todas las regiones importantes del mundo satisfacen sus necesidades de madera aserrada con el suministro nacional, pero aun así es grande la cantidad que entra en el comercio interregional. El Cuadro 6 muestra las importantes tendencias que ha habido en el comercio neto de madera aserrada de las regiones durante la última década.

CUADRO 6. - TENDENCIA DEL COMERCIO NETO EN MADERA ASERRADA (INCLUYENDO TRAVIESAS Y MADERA PARA CAJERÍO)

Región


1947-49

1957-59

Millones de metros cúbicos (A)

América del Norte

+ 3,4

+ 2,5

América Latina

+ 0,1

+ 0,1

Europa

+ 0,1

- 3,8

U. R. S. S.

- 0,1

+ 3,3

Asia (excluída China continental)

- 0,2

+ 0,1

Oceanía

- 0,4

- 0,6

Africa

- 1,3

- 1,2

El aspecto más notable del cuadro es la creciente posición deficitaria de Europa con relación a su papel de exportador neto, aunque las exportaciones netas no representasen aún, en el período de 1957-59, sino un 5 por ciento del consumo. La U.R.S.S. ha recuperado la posición que ocupaba antes de la guerra como el país abastecedor europeo más importante, y las exportaciones de América del Norte han disminuído en consecuencia con relación al nivel que tenían en los primeros años de la posguerra. América Latina es exportador neto de un porcentaje muy pequeño de la producción (1 a 2 por ciento). El comercio asiático de madera aserrada parece estar más o menos en equilibrio, mientras que Oceanía y Africa son importadores netos, principalmente por las necesidades de madera aserrada de coníferas. La creciente producción de las plantaciones de coníferas de Africa meridional y oriental y de Nueva Zelandia está tendiendo a reducir las posiciones de importación neta, especialmente en relación con el consumo total.

Madera contrachapada

Aunque es considerable el comercio intrarregional, la mayor parte de las regiones suministran el grueso de sus propias necesidades de madera contrachapada. Las principales corrientes comerciales son las que van del Lejano Oriente, especialmente del Japón, y de la U.R.S.S., a América del Norte y a Europa, respectivamente. Existe una exportación considerable y creciente de trozas de especies frondosas para chapas, de Africa a los países del oeste y el sur de Europa, varios de los cuales son exportadores netos de madera contrachapada. El aumento registrado en el consumo y en las exportaciones del Japón se basa en las importaciones de trozas de Filipinas y Borneo del Norte.

El interés se concentra en la madera contrachapada por la rapidez con que va creciendo su importancia y por el régimen de la exportación de trozas para chapas de Africa, Asia y América del Sur, hacia países más desarrollados, para la manufactura de madera contrachapada destinada a la exportación, lo cual puede dar una verdadera oportunidad a los países subdesarrollados para fomentar la manufactura y aumentar el comercio. Los fallos registrados en los suministros europeos, que están siendo cubiertos hoy, en gran parte, con trozas importadas, es de esperar que aumenten considerablemente durante la próxima década.

El y en menor medida Surinam y Nigeria, cuentan ya con un comercio de exportación de madera contrachapada digno de tenerse en cuenta.

Tableros de fibra

Además de sus exportaciones al resto de Europa, los países escandinavos (a los cuales debe Europa en gran parte su posición como exportador neto del 10 por ciento de la producción) proporcionan al Lejano Oriente y a América Latina del 20 al 30 por ciento de su consumo. Hay un grupo pequeño de países en las regiones menos desarrolladas que son exportadores netos, pero la cantidad total que entra en el comercio interregional es pequeña comparada con el consumo mundial.

Tableros de partículas (madera aglomerada)

El comercio de tableros de partículas es todavía relativamente pequeño, y la única corriente digna de atención es la que constituye el comercio intrarregional europeo.

No es probable que el comercio interregional de tableros de partículas adquiera importancia en la próxima década.

Pasta y papel

Los últimos quince años han sido testigos de algunos cambios importantes en el comercio internacional de la pasta y el papel. En los Cuadros E a G del Anexo aparecen los detalles relativos al comercio regional neto de pasta y de varias clases de papel, y el Cuadro K del Anexo recoge los cambios habidos de 1946/8 a 1960, cambios que se resumen en el Cuadro 7, que aparece más adelante. Como a nosotros solamente nos interesan las tendencias y las magnitudes generales, esperamos que se nos perdone la incongruencia de sumar las cifras relativas a la pasta y al papel (la razón papel: pulpa depende de la clase del papel o cartón producidos).

En 1946/8 Europa y América del Norte tenían una exportación neta combinada de 2 millones de toneladas de pasta y papel. Todas las demás regiones del mundo eran importadoras netas. También América del Norte carecía de suficiente pasta de madera, escasez que compensaban con creces las exportaciones netas de papel, en gran parte papel para periódicos procedente del Canadá. Pero, en conjunto, Europa era con mucho el abastecedor más importante de otras regiones. En 1957/9 se produjo un cambio radical. Europa y América del Norte suministraban a las otras regiones, en conjunto, más de 2,5 millones de toneladas de pasta y papel; pero cerca de las dos terceras partes de esa cantidad procedían de América del Norte. De hecho, las exportaciones europeas habían experimentado una reducción de medio millón de toneladas, y el aumento en las exportaciones netas de papel estaba más que contrarrestado por la transición a un déficit de pasta. En 1960, las exportaciones netas combinadas de las dos regiones llegaban a cerca de 3 millones de toneladas, pero la contribución de Europa se había reducido a menos de la décima parte; de hecho, Europa importaba, en total, más de medio millón de toneladas de pasta. Se advertirá también que en los últimos anos la U.R.S.S. se ha convertido en un exportador neto, principalmente de pasta.

En Oceanía, el Cercano Oriente, el Lejano Oriente y Africa el déficit combinado de pasta y papel ha aumentado en forma constante. También aumentó en América Latina hasta 1957/9, aunque se redujo algo en 1960. Es interesante advertir que las regiones menos desarrolladas - América Latina, el Cercano Oriente, el Lejano Oriente y Africa - que en 1946/8 importaban 230.000 toneladas de pasta y 1.140.000 toneladas de papel en conjunto, en 1960 importaron 650.000 toneladas de pasta y 1.860.000 toneladas de papel. Este empeoramiento en la posición neta comercial, de más de 1 millón de toneladas de pasta y papel, se produjo a pesar de los diligentes esfuerzos realizados, especialmente en América Latina y Asia, para desarrollar la producción local. Da una idea de dichos esfuerzos el aumento de la producción de papel y cartón en las regiones menos desarrolladas - América Latina, Africa y Asia (menos Japón) - registrado en 1946-48 a 1960, que pasó de 900.000 toneladas a 2 millones de toneladas. Así pues, la relativa dependencia de la importación en que se encuentran estas regiones se redujo del 57 al 26 por ciento del consumo durante el período indicado.

CUADRO 7. - COMERCIO REGIONAL NETO DE PASTA Y PAPEL 1946/8, 1957/9 Y 1960

El aumento considerable que se prevé necesidades de papel de las regiones en proceso de desarrollo para los próximos 10 años, ya se ha señalado en la sección precedente; el papel es en realidad un elemento clave para los programas de fomento cultural y progreso industrial. La experiencia del pasado decenio, como puede verse en las cifras del Cuadro 7, indica que serán necesarios considerables esfuerzos para impedir que el déficit actual siga aumentando. Cierto que podrían obtenerse suministros de regiones más industrializadas. Aunque Europa está claramente destinada a convertirse en una región de déficit neto creciente, a pesar del exceso actual de capacidad, hay mucho campo en América del Norte para aumentar la capacidad de producción. La U.R.S.S. ya tiene planes ambiciosos para ampliar su capacidad en materia de pasta y papel, y aunque el grueso de la nueva producción irá seguramente a alimentar el relativamente exhausto mercado nacional, el margen disponible para la exportación podría ciertamente aumentarse si fuese necesario. El principal problema (para 1970) no es el de encontrar suministros, sino el de encontrar divisas para pagarlos. Esto hará redoblar sus esfuerzos a los países de las regiones menos industrializadas para establecer nuevas fábricas de pasta y papel, sobre la base de recursos indígenas, durante la presente década.

Otros productos de madera

Poco es el comercio internacional de madera utilizada en rollo, exceptuando el caso de los puntales para minas, en Europa, donde son considerables las exportaciones de la U.R.S.S., de los países escandinavos, de Francia, de Austria y de Alemania Oriental al Reino Unido, la República Federal de Alemania y Hungría.

La leña no entra en el mercado internacional sino en cantidades muy limitadas, a causa del alto costo de su transporte con relación al valor de la madera misma. También es limitado el movimiento de leña dentro de los países y el problema de la oferta tiende a ser de carácter muy local, que exige evaluaciones muy detalladas para determinar las presuntas escaseces.

Aunque es importante el movimiento de la madera para pasta dentro de las regiones, el único comercio interregional digno de tenerse en cuenta es el del Canadá a Europa.

PROBLEMAS Y PERSPECTIVAS

Solamente después de considerar algunos de los hechos fundamentales relativos a la economía mundial maderera y de estudiar cuidadosamente los cambios registrados en los últimos años, se comprenderá el resultado de las estimaciones de las necesidades de madera para 1970. Algunos de los datos pertinentes aparecen en el Cuadro 8.

El contraste entre el consumo de madera industrial per capita en América del Norte, Europa, Oceanía y la U.R.S.S. por una parte, y, por la otra, en América Latina, el Cercano y el Lejano Oriente, Africa y China continental, es extraordinario. De paso, debe advertirse que el Lejano Oriente ocuparía un lugar mucho más bajo si se excluyera el Japón (0,06 metros cúbicos per capita sin el Japón). Se observará también que los niveles de consumo de madera industrial no guardan relación visible con la riqueza o con la pobreza de los recursos forestales indígenas. De hecho, es la necesidad de madera industrial la que determina el grado de explotación de los recursos indígenas y la importancia de la industria de elaboración de la madera.

CUADRO 8. - COMERCIO NETO DE PRODUCTOS FORESTALES Y SUPERFICIE DE BOSQUE PER CAPITA POR REGIONES

Región




Superficie de bosque per capita



Consumo de madera industrial por millar de personas


Comercio neto

Volumen

Valor

1960

1955

1960

1955

1960

Hectáreas

Metros Cúbicos

Millones de metros cúbicos ®

Millones de dólares.

América del Norte

3,8

1,74

+ 12,2

+ 13,0

+ 394

+ 470

Europa

0,3

0,53

- 3,7

- 17,5

- 263

- 598

Oceanía

6,4

1,18

- 3,1

- 3,3

- 158

- 172

Subtotal

1,6

0,93

+ 5,4

- 7,8

- 27

- 300

América Latina

5,3

0,16

- 4,2

- 3,7

- 122

- 215

Cercano Oriente

0,2

0,10

- 1,8

- 2,1

- 120

- 92

Lejano Oriente (excluída China continental)

0,5

0,11

- 0,7

- 2,0

- 51

- 55

Africa

3,1

0,07

1,3

+ 0,8

- 80

- 130

Subtotal

1,6

0,11

8,0

7,0

- 373

- 492

TOTAL (excluída la U.R.S.S. y
China continental)

1,6

0,36

- 2,6

- 14,8

- 400

- 792

U.R.S.S.

5,5

1,16

+ 4,6

+ 12,7

...

1+ 182

China continental

0,1

0,03

...

...



TOTAL MUNDIAL

1,5

0,34

-

-

-

-

+ = Exportaciones netas; - = Importaciones netas.1 = 1969.

CUADRO 9. - AFRICA, ASIA Y AMÉRICA LATINA: ESTRUCTURA DEL COMERCIO DE PRODUCTOS FORESTALES EN 1960

Producto


Unidad, en millares


Importaciones


Exportaciones


Comercio neto
Cantidad Valor

Millones de dólares

Trozas para aserrío y trozas para chapas

Metros cúbicos

7 360

10 800

+ 3 440

+ 36

Madera aserrada (inclusive traviesas y madera para cajerío)

"

4 930

3 774

- 1 155

- 33

Pasta de madera

Toneladas

770

105

- 665

- 88

Papel y cartón

"

2 145

290

- 1 860

- 368

+ = Exportaciones netas; - = Importaciones netas.

Otra cosa que llama la atención en el cuadro es que sólo dos regiones del mundo - América del Norte y la U.R.S.S. - eran exportadores netos (en términos de volumen) de madera, el ano de 1955: en 1960 se le sumó Africa. Todas las demás regiones en desarrollo, as; como Europa y Oceanía, arrojan un déficit en su comercio maderero (equivalente en madera rolliza).

Entre 1955 y 1960 se han registrado varios hechos importantes, según se desprende del cuadro. La balanza positiva de América del Norte fue poco más o menos la misma, de 12 a 13 millones de metros cúbicos. También fueron iguales las balanzas negativas del Cercano Oriente, Oceanía y América Latina (2, 3 y 4 millones de metros cúbicos respectivamente). Pero el déficit de Europa aumentó de 4 a 18 millones de metros cúbicos - el cambio más grande registrado en el quinquenio, con gran diferencia. En la práctica, el consumo europeo de madera industrial aumentó durante este período unos 27 millones de metros cúbicos, de los cuales, cerca de la mitad procedían de los propios recursos de Europa y la otra mitad de las importaciones mayores que se hicieron de otras regiones. Hoy día, Europa es la principal región deficitaria en madera, aunque a principios del decenio de 1950 su balanza comercial maderera era aún positiva en términos materiales. Se observará que el creciente déficit de Europa ha sido cubierto principalmente con el incremento de las importaciones procedentes de la U.R.S.S., la cual, a pesar de que su consumo doméstico está aumentando rápidamente, ha logrado recuperar el lugar preeminente que ocupaba antes de la guerra como abastecedora de madera blanda aserrada a Europa Occidental.

Considerados en relación con la producción o el consumo totales, los movimientos del comercio neto hacia el interior y hacia el exterior de las diversas regiones no aparecen muy importantes. Las exportaciones netas de América del Norte y de la U.R.S.S. representan un 4 ó 5 por ciento de la producción de madera industrial. En las regiones deficitarias, con excepción del Cercano Oriente, las importaciones netas representan el 17 por ciento, o menos, del consumo nacional de madera industrial.

Sin embargo, el movimiento de madera en unidades de volumen (equivalente en madera rolliza) no es más que una parte del cuadro. Más significativas son las balanzas en términos de valor, y a este respecto, las cifras del cuadro anterior revelan un hecho curioso. El haber logrado Africa una balanza activa de intercambios, en términos de volumen, no ha impedido el deterioro de su balanza pasiva, en términos de valor, a razón de unos 50 millones de dólares anuales. La balanza pasiva de América Latina en el comercio de productos forestales se ha duplicado casi, hasta alcanzar una cifra de 215 millones de dólares. El déficit de Asia ha cambiado poco: unos 50 millones de dólares en ambos anos.

Estas cifras tienden a magnificar grandemente el déficit del volumen comercial, puesto que las exportaciones de esas regiones a Europa y América del Norte se componen sustancialmente de madera no elaborada, mientras que las importaciones consisten, sobre todo, en productos de celulosa de gran valor. Los aumentos en las exportaciones japonesas de madera contrachapada, y las deducciones en las importaciones de Israel, han invertido esta tendencia en el Lejano y el Cercano Oriente. El Cuadro 9, que da algunos detalles relativos a la estructura del comercio en Asia, Africa y América Latina, considerados en conjunto, en 1960, aclara la tendencia general.

Los 3,5 millones de metros cúbicas de trozas para aserrío y para chapas a que ascendieron las salidas netas de estas tres regiones, produjeron una utilidad neta de sólo 36 millones de dólares, suma ésta neutralizada casi del todo por la entrada neta de 1 millón de metros cúbicos de madera aserrada, nada más. La entrada neta, de 2,5 millones de toneladas de pasta y papel, requirió un desembolso neto de 460 millones de dólares, aproximadamente. Los artículos manufacturados de papel agregaron a esta cifra otros 75 millones de dólares más.

El Cuadro 9, examinado junto con el Cuadro 8, revela las posibilidades de economías de importación que pueden hacerse en las mencionadas regiones, siempre que sea posible ampliar las instalaciones para elaborar la madera, sobre todo para pasta y sus productos. Igualmente claro es el hecho de que las ganancias de la exportación podrían ser acrecentadas si antes de la exportación pudiera elaborarse una proporción más alta de la madera que ahora se exporta en rollo.

Como se ha indicado antes, Europa es en la actualidad la mayor región deficitaria del mundo por lo que toca a la madera. El alza ininterrumpida de sus necesidades de madera industrial que se prevé para el presente decenio (véase el Cuadro 10) junto con la inelasticidad de su propio suministro de madera industrial, por lo menos a plazo medio, hacen esperar un creciente déficit en términos de volumen y de valor durante el curso de los próximos años. La importancia que esta situación puede tener para proporcionar mercados a la exportación de productos forestales de las regiones en desarrollo, se verá más claramente si examinamos un poco más detalladamente la estructura actual del comercio europeo de productos forestales.

CUADRO 10. - COMERCIO NETO EUROPEO DE PRODUCTOS FORESTALES EN 1960

Producto



Cantidad

Valor

Unidad, en millones


Exportaciónm

Importación


Comercio neto


Exportación

Importación

Comercio neto


Millones de dólares.

Trozas para aserrío y para chapas








Coníferas

Metros cúb. ®

1,3

2,5

- 1,2

27

47

- 20

No coníferas

»

1,0

5,2

- 4,2

33

258

- 225

Madera aserrada








Coníferas

Metros cúb. (a)

16,9

21,9

- 5,0

620

935

- 315

No coníferas

»

1,5

2,2

- 0,7

73

167

- 94

Otros productos aserrados

»

1,0

0,75

+ 0,25

31

40

- 9

Puntales para minas y postes

Metros cúb. ®

2,9

3,3

- 0,4

43

42

+ 1

Madera para pasta

»

6,0

8,0

- 2,0

62

103

- 41

Pasta de madera

Miles de Tm.

5,9

6,4

- 0,5

668

800

- 132

Papel para periódicos

»

1,6

1,4

+ 0,2

205

198

+ 7

Otros tipos de papel y cartón

»

3,4

2,7

+ 0,7

705

530

+ 175

Tableros de fibra

»

0,75

0,58

+ 0,17

66

57

+ 9

Madera contrachapada y chapas

»

0,75

1,01

- 0,26

142

175

- 33

Otros productos forestales

»

...

...

...

371

291

+ 80

TOTAL

Metros cúb. ®

1 91,0

1 1 108,4

1- 17,4

3 046

3 643

- 597

+ = Exportaciones - = Importaciones.
1 Cantidades estimadas en equivalente de madera rolliza.

Así pues, en 1960, los beneficios netos que Europa obtuvo del extranjero por sus manufacturas de papel y cartón, se vieron neutralizados casi del todo por el costo de las importaciones netas de madera para pasta y pasta de madera que tuvo que hacer con el fin de sostener la producción de papel de la región. La madera aserrada de coníferas fue el principal renglón deficitario, siendo la U.R.S.S. la proveedora principal, aparte de otras cantidades mucho más pequeñas procedentes de América del Norte. Las importaciones de frondosas, por su parte, le cuestan alrededor de 320 millones de dólares. Casi todo lo importado consistía en maderas tropicales: la mayor parte entró en Europa en forma de trozas para su ulterior transformación en madera aserrada, madera contrachapada y chapas. Las perspectivas son en extremo favorables para incrementar las importaciones de madera de frondosas tropicales, dado que la mayoría de ellas se destina a usos finales estrechamente relacionados con el desarrollo económico regular y la elevación de los niveles de vida. También es probable que crezca el déficit de madera rolliza de coníferas, y aunque hay prometedoras fuentes de las mismas en América Central y del Sur, así como en Africa y Asia, es evidente que a estas regiones geográficamente más lejanas no les será fácil competir en el mercado europeo con la madera aserrada de la U.R.S.S. y canadiense, en precio ni en uniformidad cualitativa.

Las perspectivas de la pasta y de sus productos son algo inciertas. En este momento (1962) hay en Europa un considerable exceso de capacidad, y es posible que las instalaciones que en la actualidad se están construyendo o planeando, acentúen aún más el desnivel entre la capacidad de producción y la demanda efectiva. Sin embargo, este fenómeno tiene probabilidades de ser sólo temporal. La demanda de productos de celulosa sigue subiendo en una forma gradual y constante - Europa aún debe recorrer un largo camino para igualar a la América del Norte en el consumo normal de papel - en tanto que los posibles emplazamientos de nuevas instalaciones se van agotando. Hacia fines del decenio es muy posible que las fábricas no integradas de papel (las que han de adquirir su pasta en el mercado), así como las fábricas de pasta y papel que dependen en parte de la madera importada, tropiecen con dificultades para la obtención de su materia prima. Parece que en un futuro no muy lejano, y con mayor razón en un plazo más largo, habrá magníficas posibilidades para que las regiones en desarrollo contribuyan a solucionar el creciente déficit europeo de pasta y papel, sobre todo considerando que varios países poseen grandes superficies, aptas por su suelo y su clima para la producción de fibras de madera a un ritmo mucho más acelerado del que es posible en Europa.

Toda discusión acerca de las perspectivas que se ofrecen a las regiones en desarrollo acaba por concentrarse, naturalmente, en Europa, ya que el déficit de Europa es El mayor y, además, tiene probabilidades de crecer aún más. Pero también otras regiones ofrecen la esperanza de mercados nuevos o en expansión: América del Norte es ya un importador neto de un 8 por ciento de chapa y madera contrachapada - el valor de sus importaciones ascendió a cerca de 150 millones de dólares en 1959 - y aunque el Japón es todavía el importador principal, el creciente empleo de maderas de lujo en la fabricación de muebles y en los revestimientos, que perdurará con la elevación de los niveles de vida, ofrece un posible mercado en América del Norte a las exportaciones de chapa y madera contrachapada de los países en desarrollo que disponen de suministros de maderas de frondosas tropicales. También es posible que, al subir los niveles de vida, la U.R.S.S. se constituya en mercado para madera aserrada, chapa, madera contrachapada y trozas de especies tropicales. Algunos de los países más industrializados de las regiones en desarrollo ofrecen posibilidades a la exportación de los países de ingresos más bajos. El Japón importa más de 150 millones de dólares de madera en trozas, adquiridas principalmente en las Filipinas y en Borneo, y está ahora buscando nuevas fuentes de suministro para satisfacer las necesidades adicionales de madera que exigirá sin duda el desarrollo de su economía. Evidentemente, los abastecedores asiáticos actuales y futuros, preferirán exportar una proporción cada vez mayor de su producto en forma elaborada, siempre que las condiciones locales sean propicias al establecimiento de instalaciones para la transformación de la madera. Por último, en cada una de las regiones en desarrollo existen varios países con insuficientes recursos forestales indígenas (por ejemplo, India, la República Arabe Unida y Uruguay), en donde, con el desarrollo económico, podrían crearse nuevos mercados para los productos forestales de los países vecinos.

En gran número de países, el desarrollo de la industria forestal se ha visto entorpecido por el hecho de que mientras en varias ramas de la industria maderera son muy grandes las economías de escala (notablemente en las de papel para periódicos, pasta para papel y tableros de fibra), los mercados nacionales son aún relativamente pequeños en muchos de ellos. Esto ha significado que, en una fábrica adecuada para satisfacer el mercado nacional, los costos de producción resultan demasiado altos, comparados con los de las gigantescas fábricas modernas de los principales países exportadores. Por eso, a pesar de la protección que significan la distancia y el flete, a menudo se requerirá un arancel protector muy alto para que el producto nacional pueda competir con los importados. A medida que los mercados internos crecen, ese obstáculo disminuye. Evidentemente, el movimiento actual hacia la integración regional y económica ofrece la posibilidad de adelantar la fecha en que puedan establecer esos países fábricas eficaces y viables adicionales. Además, para la fabricación de casi todas las clases de papel se requiere una mezcla adecuada de fibras cortas y largas. La existencia de fuentes complementarias de fibra en los países vecinos es, en varias regiones, otro de los factores que pesan en favor de la solución del problema del desarrollo de la industria forestal sobre una base regional.

Este capítulo, por las razones que se han expuesto al principio, concentra su atención en la tendencia de la demanda de productos forestales en varias regiones del mundo, no tratándose de la oferta más que de pasada. Sin embargo, se ha hecho referencia a la estructura del comercio reciente y actual de los productos forestales, y se han señalado algunos de los cambios que pueden ocurrir durante la presente década y después. La conclusión más importante que de ello podría sacarse es, quizás, que muchos de los países donde los ingresos son bajos hoy día tienen ya la posibilidad, y la necesidad, de una considerable expansión de sus industrias forestales. Esta necesidad se plantea porque, a medida que se desarrollan las economías de esos países, es preciso disponer de más artículos elaborados de madera (muchos de los productos forestales se caracterizan por elasticidades - ingresos bastante elevados), que no será factible seguir importando en cantidades cada vez mayores del extranjero. Al mismo tiempo, los mercados en crecimiento ensanchan la gama de productos forestales, que pueden establecerse con éxito si tienen en cuenta aquellas líneas de producción susceptibles de grandes economías de escala. Esta tendencia puede acelerarse muy bien en las zonas en que los esfuerzos en pro de la integración económica conducen realmente a una ampliación del mercado.

CUADRO 11. - RESUMEN DE LAS PROYECCIONES PARA PRODUCTOS FORESTALES

Ahora bien, mientras los planeadores del desarrollo de los montes y las industrias forestales se preocuparán seguramente, las más de las veces, de las considerables posibilidades de economizar importaciones que ofrecerá ese desarrollo, son muchos también los países bien dotados de materias primas y otros factores de producción, cuyas nuevas industrias habrán de ser orientadas hacia la exportación. En este caso el objetivo principal será el contribuir con una cantidad mayor a cubrir el creciente déficit europeo de madera. Este déficit comprende: madera aserrada de coníferas, trozas y madera aserrada de frondosas y, posiblemente, pasta y papel. Los países en desarrollo capaces de ofrecer madera aserrada de coníferas tendrán que luchar con formidables competidores ya bien atrincherados, es decir, el Canadá y la U.R.S.S. Tampoco se debe ser muy optimista acerca de la posibilidad de exportar considerables cantidades de pasta y papel a Europa, por lo menos hasta fines del decenio aproximadamente. Pero el mercado europeo de trozas y madera aserrada de frondosas, y quizás también el de madera contrachapada de estas mismas especies, debería expandirse sin interrupción. Más aún: hay buenas perspectivas de incesante crecimiento para los mercados de maderas tropicales en todos los países industrializados de las zonas templadas.

RESUMEN

La evaluación resumida de las perspectivas que hay para los productos forestales durante la próxima década, tiene inevitablemente que pasar por alto muchos detalles importantes y limitarse a generalizaciones no muy precisas. Ello se debe en parte, a la versatilidad del material y a la diversidad de su empleo, así como al número variable de fases por las que, en su elaboración, tiene que pasar ese material desde que sale del monte hasta su consumo final. Y en parte, se debe también a la complejidad de las operaciones de producción. El turno o «ciclo de cultivo»puede durar de 6 a 8 años, en el caso de las plantaciones de ciertas especies de crecimiento rápido, hasta un siglo o más en el de muchas de las especies frondosas que crecen en los montes naturales. En el caso de una especie determinada, en un lugar dado, existe por lo general la posibilidad de elección sobre lo que se quiere recoger, puesto que el momento en que se hace la aorta determina, tanto cualitativa como cuantitativamente, el producto cosechado. Otra característica importante es que el acto de recoger el producto destruye un elemento del capital forestal: «la planta» de producción; así, pues, la cosecha de hoy determina la cosecha de mañana.

Los estudios recientemente terminados, y los que se están haciendo actualmente, muestran que las necesidades mundiales de madera industrial (maderas destinadas a todos los usos menos a combustible) ascenderán notablemente - quizá en un 50 por ciento (Cuadro 11) - para 1970. La importancia de este aumento vería de región en región, y la estructura del consumo, que ha experimentado modificaciones esenciales desde la última guerra y que es también muy diferente entre las distintas regiones, continuará cambiando. En todas las regiones crecerá más rápidamente la demanda de productos de pasta y de materiales para artículos laminados derivados de la madera (tableros contrachapados, tableros de partículas y tableros de fibra) que la de madera aserrada (la cual, sin embargo, conservará su primer puesto entre las maderas elaboradas de consumo); en cambio, crecerá con relativa lentitud la demanda de madera consumida en su forma original de madera rolliza (puntales para minas, postes, pilotes, otros puntales, etc.). Todas las regiones importantes cubrirán, como lo hacen hoy, la demanda de productos forestales, totalmente o en gran parte, con la producción de sus bosques indígenas, aunque en el caso de muchos países, considerados individualmente, no será así. Pero el volumen del comercio interregional de productos forestales, que es ya de gran importancia, es muy posible que aumente.

En el comercio internacional ocupa actualmente el primer lugar la madera aserrada de coníferas. La mayor parte de ésta es objeto de tráfico intrarregional: del Canadá a los Estados Unidos, de Europa septentrional y central al oeste europeo. Pero también hay importantes corrientes interregionales. El déficit total de Europa se cubre con cantidades importantes procedentes de la U.R.S.S. y con cantidades, cuyo volumen fluctúa, procedentes de América del Norte; la región del Mediterráneo, que es deficitaria en madera, y partes de Africa, reciben suministros de la U.R.S.S., de Europa septentrional, de Europa central, e incluso del Canadá. El déficit europeo es seguro que aumentará en el próximo decenio. Aunque la fuente lógica de suministros adicionales continua siendo la U.R.S.S., si las exportaciones de ese país no se ampliaran suficientemente, o se volvieran muy caras, la diferencia se cubrirá con exportaciones de fuentes geográficamente más remotas. No solamente podrían entonces incrementarse los embarques de ultramar, sino que también habría campo para exportar coníferas indígenas de América Central y coníferas plantadas en la zona meridional de América del Sur.

De interés mucho mayor para los países de renta baja - puesto que hay muchos más interesados - son las perspectivas del comercio de frondosas, en especial de especies tropicales. Europa, América del Norte y el Japón recurren ya en grado considerable a América Central y del Sur, Africa occidental y Asia sudoriental para surtirse de una gran variedad de frondosas tropicales. Estas se utilizan finalmente, en forma de madera aserrada, chapeada, contrachapeada, en la construcción o en la elaboración de múltiples bienes durables del consumo, como por ejemplo muebles. Como en el oeste de Europa y en América del Norte, desde que acabó la guerra, es satisfactorio el ritmo del desarrollo económico, aumentán los niveles de vida y es más igual la distribución de la renta, el volumen de esa corriente del comercio interregional ha estado aumentando constantemente durante los últimos diez años, y puede confiarse en que continúe aumentando con la misma constancia durante los próximos diez. Además, hay muchas esperanzas de que se desarrollen mercados para esos productos en Europa Oriental y en la U.R.S.S. Las perspectivas de la oferta son buenas, pues aunque en el pasado los montes fueron explotados en varios países con exceso o en forma desacertada (lo que fue causa de que se agotaran las existencias o se elevaran los costos) hay muchos otros que cuentan todavía con abundantes recursos forestales no explotados. Por lo tanto, parece que podría lograrse un aumento en el volumen de las exportaciones de frondosas tropicales del orden del 30 por ciento, durante el próximo decenio. Por lo que se refiere al valor, el aumento (en términos reales) podría ser mayor si mayor fuese el porcentaje de madera que se elaborara antes de la exportación. Hoy día, una gran parte de este comercio se hace en forma de trozas. Sin embargo, hay graves limitaciones para lograr algo en ese sentido, ya que son los factores técnicos, quizá tanto como los políticos, los que han determinado la forma en que este tipo de comercio ha evolucionado históricamente.

Desde que terminó la segunda guerra mundial se ha observado un progreso extraordinario en el grupo de industrias que fabrican láminas a base de madera. Los adelantos técnicos han multiplicado las utilizaciones de la madera contrachapeada y los tableros de fibra, y ha surgido un nuevo ramo industrial, el de los tableros de partículas (madera aglomerada). Todas esas industrias crecerán en el próximo decenio y serán muchos los países que inicien por primera vez su producción. Es poco probable, sin embargo, que se modifique sustancialmente la estructura actual del comercio. La única excepción posible sería la madera contrachapeada; tal vez sigan el ejemplo de Filipinas uno o dos de los países mejor dotados y adapten sus industrias para la exportación del producto acabado, en lugar de contentarse con embarcar trozas para la manufactura en el exterior de la madera contrachapeada.

El grupo de productos de pasta parece destinado a un decenio memorable. El papel y el cartón sirven en la actualidad para muchos usos industriales, así como culturales; sostienen además, por su empleo en el embalaje, la actual revolución de los métodos de distribución. El consumo mundial de papel y cartón, que en 1950 ascendía a 38 millones de toneladas, pasó en 1960 a 74 millones de toneladas, y se estima que aumentará otros 50 millones para llegar a los 124 millones de toneladas en 1970. Aunque todavía corresponde a Europa, América del Norte y Oceanía el 80 por ciento del consumo mundial, la demanda está subiendo mucho más, relativamente en los países de renta baja. Sin embargo las regiones en desarrollo todavía dependen considerablemente de las más avanzadas, para abastecerse de estos productos esenciales. Y esta dependencia (en términos de tonelaje importado) ha aumentado, a pesar de los grandes esfuerzos por establecer nuevas industrias y ampliar las existentes, sobre la base de los recursos indígenas. En la actualidad, las importaciones netas de pasta y papel cuestan a la América Latina, Africa y Asia 530 millones de dólares al año, y son varios los motivos que hacen crecer más aún esta demanda de importación. Uno de ellos es la carencia de abastecimientos propios de las fibras empleadas tradicionalmente para fabricar papel, que padecen muchos de esos países (aunque hoy en día esto no es un obstáculo técnico insuperable). Otro es la falta de capital. El tercer motivo es que muchos mercados nacionales son todavía relativamente pequeños, y que muchas ramas de esta industria no sean económicas sino realizadas en gran escala. La reciente tendencia a la integración económica de las regiones en desarrollo puede ayudar a vencer este último obstáculo; lo razonable de tal solución se ve reforzado por el hecho de que en varias regiones hay países vecinos cuyos recursos de fibras se complementan unos a otros en cuanto a las propiedades para su empleo en la manufactura de papel.

A fines de este siglo tal vez haya cambiado radicalmente la estructura mundial del comercio de pasta y papel. En Europa, la industria puede alcanzar dentro de un decenio los límites máximos de su probable desenvolvimiento en relación con las disponibilidades de madera. En realidad, una de las razones del rápido incremento actual de la capacidad (y del exceso de capacidad de hoy día) en esta región es precisamente la necesidad de asegurar el derecho de prioridad sobre los lugares adecuados. Puede muy bien concebirse que una actuación semejante surja con el tiempo (aunque en un futuro mucho más lejano) en América del Norte. Con todo, las necesidades de papel seguirán ciertamente aumentando en ambas regiones.

Existen dentro de las regiones en desarrollo superficies considerables de monte que todavía no se explotan. Y aunque en su mayoría son montes heterogéneos de frondosas tropicales, sin duda hay que pensar en la forma de aprovecharlas, cuando se hayan vencido las dificultades técnicas. Pero quizá sea más importante el hecho de que haya grandes extensiones cuyas condiciones climáticas y edáficas permiten el cultivo de las fibras que se utilizan en la manufactura de papel, a un ritmo diez veces mayor que en aquellas regiones de Europa y América del Norte que son actualmente los centros principales de producción de pasta de madera, y a un costo machísimo menor. Existen muchos lugares e propósito - en América Latina, Asia, Africa y el Mediterráneo - donde la creación de bosques artificiales podría eventualmente sostener importantes industrias de papel y pasta orientadas hacia la exportación.

Pero todo esto rebasará los diez años próximos. Las perspectivas de las exportaciones interregionales (en contraste con las intrarregionales) de pasta o papel de los países donde actualmente la renta es baja no son muy buenas para la próxima década, aunque no sea más que por el exceso de capacidad productora que existe hoy día tanto en Europa como en América del Norte. Esta situación, a juzgar por lo que actualmente se conoce sobre planes de expansión de las instalaciones, puede prolongarse durante varios años. Por ello, en el período inmediato, es indudable que los países en desarrollo tratarán sobre todo de reducir las inmensas sumas que pagan por la importación de esos productos o de impedir que sigan subiendo. Aunque se trata de una industria de capital intensivo, su capacidad para economizar importaciones le asegurará la máxima prioridad; la parte de divisas extranjeras de la inversión inicial (cerca de la mitad) se recuperará con las economías que la producción de un año, aproximadamente, permita hacer en las importaciones. La cooperación económica regional eficaz, como se señaló anteriormente, es una forma de asegurar el éxito de estos esfuerzos.

J.C.W.
S.L.P.

CUADRO K DEL ANEXO. - COMERCIO NETO EN PASTA DE MADERA, PAPEL Y CARTÓN

CUADRO L DEL ANEXO. - TROZAS PARA ASERRÍO Y TROZAS PARA CHAPAS: BALANZA COMERCIAL, 1957-1959

Región


Coníferas

Frondosas

Total

Millones de metros cúbicos

América del Norte

- 0.07

- 0. 11

- 0. 18

América Latina

+ 0.02

+ 0.07

+ 0.09

Europa

- 0.77

- 2.75

- 3.52

Occidental

(- 0.69)

(- 2.62)

(- 3.31)

Oriental

(- 0.08)

(- 0.13)

(- 0.21)

U. R. S. S.

+ 0.93

+ 0.05

+ 0.97

Cercano Oriente

- 0.11

- 0.01

- 0.12

Lejano Oriente

- 0.59

+ 0.07

. - 0.52

Oceanía

+ 0.04

- 0.26

- 0.22

Africa

- 0.04

+ 3.02

+ 2.98

CUADRO M DEL ANEXO. - TODOS LOS PRODUCTOS FORESTALES: CONSUMO RECIENTE Y FUTURAS NECESIDADES ESTIMADAS


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