Página precedente Indice Página siguiente


4. ACTIVIDADES DEL EXPERTO Y RESULTADOS DE LAS MISMAS

El experto visitó los posibles emplazamientos de la piscifactoría en el Callejón de Huaylas y realizó análisis químicos de las fuentes de agua; determinó la temperatura y turbidez del Río Macara, para obtener los valores medios y las variaciones. Pidió que un laboratorio especializado en el examen de metales pesados realizara un análisis complementario y algunos ensayos que no era posible efectuar en forma satisfactoria con el equipo de que el experto disponía.

Visitó también otros posibles emplazamientos y la estación pesquera de Junín, en la provincia del mismo nombre.

4.1 Posibles tomas de agua en el Callejón de Huaylas

El Callejón de Huaylas es una zona de gran variedad; los cortados picos nevados de la Cordillera Blanca bordean al este el valle del Río Santa, a cuyo oeste se extiende la Cordillera Negra, más templada. Los grandes cambios de altura hacen que el clima sea muy poco uniforme. El Río Santa divide el estrecho valle, corriendo hacia el norte; en su cabecera está el lago Conococha (elevación 4 100 m) y sus numerosos tributarios siguen acrecentando el caudal del río hasta que gira hacia el oeste y desciende para desembocar en el Océano Pacífico, a 332 km de sus fuentes.

Los desechos de las minas y el gran caudal del Río Santa desaconsejan su empleo para abastecer de agua una trutifactoría. El experto considera que hay que orientarse mas bien hacia sus afluentes, alimentados por glaciares y engrosados ocasionalmente por las lluvias. El Río Quillcay (3 060 m en Huaraz), como ya se ha dicho, es demasiado frío para un crecimiento óptimo de las truchas; este mismo inconveniente presentan los afluentes del Río Santa al sur de Huaraz (entre otros se examinaron los ríos Pariac y Olleros).

El Río Pariac estaba muy claro en aquella estación del año (julio–septiembre), pero mostraba signos de fuerte escorrentía durante la estación de las lluvias (octubre–abril). Los análisis químicos realizados por el Dr. Shell en mayo de 1971 revelaron un pH conveniente (7,8) y una dureza total de 50 ppm.1 El valle del Río Pariac es estrecho y abrupto hasta el punto en que se une con el Río Santa. El caudal mínimo se estimó en torno a 1 m3 por segundo, que sería poco para una gran trutifactoría.

El Río Olleros, situado algo más al sur y a mayor altura, tiene gran caudal pero no es satisfactorio desde el punto de vista de la oalidad del agua, ya que los análisis químicos realizados por el Dr. Shell indicaron un pH2 de 6,3 y una dureza total de 35 ppm.

El Río Macara confluye en el Río Santa unos 26 km aguas abajo - o sea al norte - de Huaraz. Esta zona ofrece el mejor emplazamiento, aparte de otras ventajas para una gran trutifactoría; por esta razón se describe con detalle en la sección 4.2.

El Río Buin, algo más al norte, se utiliza abundantemente para el riego; cualquier uso adicional de sus aguas podría plantear conflictos con los usuarios actuales. Dado que las temperaturas del agua a esta menor altitud serían adecuadas para obtener buenos índices de crecimiento, se sugiere que se estudie ulteriormente este posible emplazamiento para determinar el caudal disponible durante un largo período.

Los afluentes del Santa ofrecen agua abundante para una explotación trutícola extensiva (el caudal de todos los examinados, excepto el Pariac, era superior a 2,5 m3 por segundo). Sin embargo, presentan otras limitaciones:

  1. Las aguas de los afluentes que desembocan en el Santa en Huaraz y aguas arriba de Huaraz son en general muy frías.

  2. La pendiente de las laderas del valle hace que el número de emplazamientos accesibles sea limitado.

  3. Los análisis indican, en general, que las aguas tienen poca dureza total y ligera acidez.

  4. Las poblaciones de peces que ya existen en los afluentes pueden ser vectores de enfermedades.

  5. Durante la estación de las lluvias se producen fuertes escorrentías.

1 ppm - parte por millón.
2 pH - logaritmo negativo de la concentración de hidrogeniones efectivos o actividad en equivalentes gramo por litro (1).

4.2 Río Macara

4.2.1 Características físicas

La zona propuesta para el emplazamiento de una gran trutifactoría está situada al sudeste de la confluencia del Río Macara con el Río Santa. La zona en cuestión, de unas diez hectáreas, está limitada al este por la carretera Caraz-Huaraz y desciende hacia el oeste, hasta el Río Santa. Los picos nevados Copa y Tocllarajau dominan la zona desde el este. Los terrenos en cuestión se utilizan actualmente para el cultivo de cereales y alfalfa. En huertas vecinas se encuentran limoneros y naranjales y a lo largo de las cercas y en las zonas no cultivadas crecen agave y otros tipos de vegetación nativa y eucaliptos.

La altitud es de 2 744 m; la latitud 9°19' S; la longitud 77°36' W. El suelo es típico del valle del Río Santa, con mucha grava y grandes rocas. No existen datos sobre las precipitaciones en Macara, pero a 26 km al sur, en Huaraz, la media pluviométrica durante los últimos seis años ha sido de 790,2 mm; como a medida que se desciende por el valle las precipitaciones disminuyen, es de esperar que las anuales en Macara sean del orden de 640 mm.

La temperatura media atmosférica en Huaraz es 13,6° C; la del mes más cálido (septiembre) es 14,5° C y la del mes más frío (julio) 12,6° C. La poca diferencia entre la temperatura máxima y la mínima es típica de los climas tropicales; la variación más amplia de temperatura es la que se registra entre la noche y el día. La temperatura media de Macara es algo más alta.

Cerca del lugar elegido existen líneas de transmisión de energía eléctrica; hay también servicio telefónico.

En general, el emplazamiento y los servicios disponibles son perfectamente adecuados para la construcción de una gran piscifactoría.

4.2.2 Toma de aguas - Río Macara

Igual que sucede con la temperatura atmosférica, las mayores variaciones en la temperatura del agua son las que se producen entre la noche y el día. El mínimo, 10° C, se registra antes de la salida del sol; el máximo, 13,9° C, en horas postmeridianas, con cielo despejado. Cuando el cielo está nublado, la máxima es de 11,6° C; esa temperatura se alcanza hacia las 11 horas y sigue aumentando o permanece igual durante las primeras horas de la tarde, según la nubosidad. Como buena parte de los días, tanto durante la estación de las lluvias como después de ella, el cielo está nublado en las horas postmeridianas, la temperatura de 11,6° C es la máxima más frecuente. La temperatura media del agua es pues de unos 10,6° C (este resultado se basa en mediciones hechas en julio, suponiendo que las variaciones estacionales son ligeras. El Dr. Shell registró 11,0° C en mayo a las 10.45 horas, cifra que está de acuerdo con lo indicado).

El caudal durante la estación seca se calcula en 5,5 m3 por segundo; este sería el mínimo; el máximo varía según las precipitaciones en la cuenca hidrográfica del Río Macara. El agua se desviaría hacia la piscifactoría construyendo una presa a través del río y haciendo discurrir el agua por un canal. Los análisis químicos del agua realizados por el Dr. Shell y por el Ministerio Peruano de Sanidad pueden verse en el Cuadro 1. El oxígeno disuelto a una altitud de 2 744 m y a las temperaturas del agua mencionadas, será probablemente de unas 8 ppm. Como el equipo utilizado para los análisis sobre el terreno dio resultados mucho más elevados, hay que suponer que se produjeron errores y que la concentración indicada es más exacta.

Tres factores revelados por estos análisis requieren un examen más atento:

  1. La poca dureza del agua (60 a 80 ppm) hace necesario que los conductos para el suministro de agua para las instalaciones de producción no sean de cobre ni de hierro galvanizado.

  2. La turbidez (16–56 unidades Jackson) se debe a la presencia de materiales muy finos de glaciación; según la información recibida de la Corporación de Santa, esto se debe a una falla que se produjo por debajo del lago Puacaranracocha durante el terremoto del 31 de mayo de 1970. La falla cambió el curso del Río Vinoyapama (afluente del Río Macara), desviándolo hacia una zona de detritus glaciares. No es posible determinar con certeza los efectos de estos materiales en las truchas, pero se sabe que la presencia de sedimentos en el agua de las piscifactorías puede dañar las agallas e influir en la capacidad de alimentarse de los peces. Debe analizarse mensualmente la situación, tomando las medidas necesarias para resolverla en caso de que persista; otra solución sería aplazar todos los planes o elegir otra fuente para el suministro de agua (como el Río Buin).

  3. La concentración de cobre, 0,004 ppm, aunque no importante, debe controlarse de nuevo al menos cada tres meses, ya que la presencia de concentraciones pequeñas en aguas blandas puede tener efectos tóxicos en los jaramugos. La toxicidad del cobre varía considerablemente según las condiciones del agua, ya que el anhídrido carbónico y los carbonatos lo precipitan fácilmente; los daños que puede producir dependen también de la presencia de otros elementos disueltos, por lo que no es posible establecer el contenido mínimo de cobre admisible en truticultura.

4.3 Alimentos para peces

La mezcla de carne y harina que actualmente se utiliza en la estación pesquera de Ancash es satisfactoria cuando se suministra, como allí, a pequeña escala, pero no sería posible utilizarla en un vasto programa, ya que el hígado escasea en el Callejón de Huaylas. Los alimentos granulados secos ofrecen muchas ventajas y su uso está muy difundido en muchos países. El índice de conversión del alimento en carne es aproximadamente la mitad del de la mezcla de carne y harina; este factor hace los costos comparables, aunque el costo de los gránulos secos sea doble del de la mezcla de carne y harina.

Los alimentos granulados secos ofrecen además otras ventajas, como la facilidad de almacenamiento y transporte y la mayor uniformidad de su consistencia.

Dado que con este tipo de alimento el índice de conversión es más bajo, para su empleo se requieren nuevas directrices y técnicas y es necesario capacitar especialmente a los trabajadores encargados de esta labor. De ello pueden ocuparse los fabricantes de alimentos granulados; otra solución sería hacer lo necesario para estudiar las técnicas utilizadas en otros países.

En el Cuadro 2 puede verse la composición de los alimentos. Esta ración ha sido preparada por la Oficina de Pesca y Caza Deportiva del Gobierno de los Estados Unidos en su Diet Testing Center de Spearfish (South Dakota, EE.UU.). Para que el Gobierno peruano pueda preparar por sí mismo los granulados tendría que contar con el equipo y la tecnología adecuados. Lo más práctico por el momento, sería utilizar las marcas de valor ya comprobado utilizadas en otras partes.

4.4 Proyecto de la piscifactoría

La producción anual de la piscifactoría propuesta, según el Ing. Ernesto Herrera Melgar, habría de ser de 200 000 kg de truchas de talla comercial. Hasta que se disponga de más información, supondremos que la talla conveniente es de 25,4 cm (184 gramos de peso). Esto significa que la piscifactoría debe producir un millón de truchas aproximadamente.

Actualmente las piscifactorías peruanas pueden disponer de huevos de trucha de mayo a septiembre. Si fuera posible asegurar el suministro de huevos en otros períodos podrían producirse truchas de talla uniforme a lo largo de todo el año. Conviene explorar esta posibilidad, estando atentos a no introducir en las piscifactorías peruanas nuevos organismos patógenos de la trucha.

Haskell ha demostrado que si se conocen las temperaturas que tendrá el agua durante un determinado período, es posible estimar el aumento de talla de los peces. Con una temperatura media anual del agua de 10,6° C (51,1° F) y considerando que para un aumento de la talla de 2,4 cm se requieren 25 unidades de temperatura, se puede esperar un aumento mensual de 1,27 cm. Esto implica que, dadas las temperaturas del agua del Río Macara, para lograr peces de talla comercial serán necesarios 18 meses.

Utilizando esta información y algunos principios reconocidos sobre crecimiento, siembra y densidad puede determinarse el número y las dimensiones de los canales necesarios y el caudal que cada uno de ellos requiere (véase el Cuadro 3).

La información que aparece en el Cuadro 3 se basa en tres cambios de agua por hora; con un caudal menor será necesario disponer de más canales, por tanto es muy importante que el caudal por minuto, según se ha dicho, sea el mínimo. Debido a la grava del suelo, no se aconseja ni recomienda el empleo de canales de tierra, ya que la erosión de las orillas y la pérdida de agua constituirían un problema importante. Dado que se dispone de agua abundante (más de 5 m3 por segundo), la piscifactoría debe planearse de manera que no sea necesario reutilizar el agua en forma alguna. Los principales beneficios que se obtendrán empleando el agua una sola vez serán una mejora de la calidad de los peces y una reducción de la difusión de enfermedades.

En este plan no está prevista la construcción de canales para reproductores, ya que se traerán de otras piscifactorías estatales huevos embrionados de trucha.

Los estanques de cría de alevines deberán estar en el mismo edificio que la sala de incubación. Suponiendo que se incuben 600 000 huevos en junio y 600 000 en setiembre, serán necesarias seis incubadoras de ocho bastidores.

En el almacén para los alimentos de los peces cabrán los gránulos secos necesarios para tres meses. En una empresa de este volumen, resultará más conveniente el almacenamiento a granel. Si se utiliza una alimentación a base de harina y carne, será necesario un frigorífico para la carne, un almacén para la harina y una sala para mezclarlas.

Habrá que construir al menos tres o cuatro oficinas y residencias; las oficinas estarán en el mismo edificio que la sala de recepción, los estanques de elevenaje y la sala de incubación. A causa del olor, es mejor no almacenar el alimento para los peces en este mismo edificio. Deberá construirse otro almacén para vehículos y equipo y un taller completo de reparaciones.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente