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Cambio climático y productos forestales no madereros: vulnerabilidad y adaptación en África occidental

M. Idinoba, F. Kalame, J. Nkem, D. Blay e Y. Coulibaly

Monica Idinoba, Fobissie Kalame y Yacouba Coulibaly trabajan en el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), Ouagadougou (Burkina Faso).
Johnson Nkem trabaja en el CIFOR en Bogor (Indonesia).
Dominic Blay trabaja en el Instituto de Investigaciones Forestales de Ghana, Kumasi (Ghana).

Reforestación de Euphorbia balsamifera especie de la que se obtienen productos medicinales en Dori (Burkina Faso)
F. Bationo

Los ecosistemas forestales de África occidental proporcionan numerosos productos forestales no madereros (PFNM) –alimentos, sustancias medicinales y materiales de construcción– muy valiosos para los medios de vida rurales y las economías nacionales. En años recientes, la subregión ha experimentado simultáneamente sequías extremas (a consecuencia de lluvias menos frecuentes) e inundaciones (a menudo causadas por lluvias esporádicas e intensas cuyos efectos se asocian a los de una cubierta forestal reducida) que han afectado a la capacidad de regeneración natural y la supervivencia de los recursos.

Las investigaciones realizadas por el Proyecto para los bosques tropicales y la adaptación al cambio climático del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR) en algunas comunidades locales del norte de Burkina Faso indican que ha habido una reducción significativa en la distribución y disponibilidad de algunas especies de PFNM y que su productividad es sumamente variable; estos factores se han traducido en una mayor vulnerabilidad de las comunidades que dependen de los bosques. Los cambios registrados se atribuyen al aumento de la temperatura y a patrones cambiantes de pluviosidad, que se combinan con las repercusiones de actividades humanas tales como la deforestación, la expansión agrícola, la sobrecosecha, los incendios anuales de matorrales y el sobrepastoreo.

En localidades como Djomga y Gnalalaye, algunas valiosas especies de árboles de las que se obtienen PFNM (por ejemplo, Adansonia digitata, Diospyros mespiliformis y Anogeissus leiocarpus) se han extinguido. Aunque la extinción de una especie no puede relacionarse por completo con la variabilidad y el cambio del clima, la comunidad local opina que las sequías recurrentes han contribuido considerablemente a las modificaciones en la composición de las especies. Este punto de vista corresponde a los resultados de investigaciones realizadas por el Programa de acción para la adaptación nacional de Burkina Faso. Aunque el término «cambio climático» no figura en el léxico meteorológico de las comunidades locales, la gente menciona en seguida fenómenos como la disminución de las lluvias, el aumento de la temperatura y diferencias climáticas que se han observado a lo largo de los decenios, y estiman que la pérdida de especies demuestra, a nivel local, los cambios derivados del clima, en especial en la zona saheliana.

Se han adoptado diferentes medidas de adaptación destinadas a reducir la vulnerabilidad mediante prácticas de ordenación forestal y de conservación. Para facilitar la evolución del ecosistema forestal en las condiciones de los cambios climáticos actuales y pronosticados, el programa gubernamental de reforestación y forestación de Burkina Faso se propone establecer zonas ecológicas para especies arbóreas forestales tras el desplazamiento hacia el sur de los patrones de pluviosidad. Para asegurar un suministro constante de PFNM, los agricultores están llevando a cabo labores de protección y conservación en sus tierras agrícolas de determinadas especies de árboles particularmente útiles (por ejemplo, Vitellaria paradoxa, Parkia biglobosa y Adansonia digitata). Los institutos de investigación de la región –el Instituto Forestal de Ghana, el Instituto de Medio Ambiente y de Investigación Agrícola y el Centro Nacional de Semillas Forestales de Burkina Faso, y el Departamento Forestal del Instituto de Economía Rural de Malí– han emprendido actividades de mejoramiento de la resistencia y adaptación de especies de árboles útiles a sequías recurrentes y fuegos de matorrales.

Debido a la escasez de recursos financieros, la eficacia de estas medidas tropieza sin embargo con la carencia de un material de plantación mejorado. Por lo demás, la región no dispone aún de un sistema de planificación dinámico en el que participen todas las partes interesadas locales, de distrito y nacionales; y tampoco existe un enfoque forestal de ecosistema que comprenda una vigilancia y evaluación continuas, indispensables para la eficacia de las acciones de adaptación.

Para mayores informaciones acerca de la labor del Proyecto para los bosques tropicales y la adaptación al cambio climático en África occidental, véase: www.cifor.cgiar.org/trofcca/_ref/africa/index.htm


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