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Actividades forestales de la FAO

COFO 2009/Semana Forestal Mundial

«Los bosques en un mundo de cambios» era el tema general del 19º período de sesiones del Comité Forestal (COFO) realizado en la Sede de la FAO, en Roma, del 16 al 20 de marzo de 2009. Bajo la bandera de la Primera Semana Forestal Mundial, la reunión bienal de los Países Miembros de la FAO se expandió para dar la bienvenida a la participación de muchas organizaciones asociadas. Este evento atrajo a más de 550 participantes.

El discurso inaugural estuvo a cargo de la Sra. Gro Harlem Brundtland, Enviada Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, ex Primera Ministra de Noruega y jefa de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (mejor conocida por la elaboración del amplio concepto político de desarrollo sostenible, publicado en el Informe sobre Nuestro futuro común, de 1987). La Sra. Brundtland, en su ponencia, pidió la elaboración de políticas comunes en materia de bosques y el cambio climático y puso en evidencia la urgencia de incluir los bosques en un Protocolo post-Kyoto de acuerdos climáticos, subrayando que la reducción de la deforestación y de la degradación forestal sería la forma más rentable de enfrentar el cambio climático. Puso en evidencia, además, que el futuro acuerdo debería proteger los derechos de las personas que dependen de los bosques.

La ordenación forestal sostenible, en relación con el cambio climático, fue uno de los dos temas principales abordados en el COFO. Las ponencias dejaron en claro que las cuestiones del cambio climático son un potencial para el financiamiento de las actividades de ordenación forestal –sobre todo por medio de la inclusión de un sistema de reducción de emisiones derivadas de la deforestación y de la degradación de los bosques (REED) en el acuerdo post-cambio climático 2012–. Los delegados hicieron hincapié en que cualquier acuerdo en materia de REED debe tomar en cuenta la amplia gama de valores que suministran los bosques.

Los debates recalcaron las relaciones entre la ordenación forestal sostenible y la REED, y subrayaron que para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos se deben destinar suficientes recursos financieros a la ordenación forestal sostenible. La estrategia conjunta para el cambio climático, presentada por la Asociación de Colaboración en Materia de Bosques (ACB) (véase Unasylva 231/232, p. 87), subrayó la exigencia de que la comunidad forestal se presentara en un bloque unido para garantizar que se incluya la ordenación forestal sostenible en el acuerdo futuro sobre el clima.

El segundo tema principal abordado en el COFO tiene que ver con el cambio institucional en un mundo dinámico. El debate se concentró en la forma en que las agencias forestales del sector público necesitan adaptarse a los cambios económicos, políticos, sociales y ambientales a todos los niveles para volverse más sensibles a las exigencias de la sociedad y más eficientes en el suministro de servicios económicos y ambientales.

En sesiones paralelas a las que presentaban los puntos de la agenda oficial del COFO, se realizaron aproximadamente 20 eventos especiales de la Semana Forestal Mundial para garantizar una mayor participación de las organizaciones intergubernamentales y un debate extraprogramático, más informal, entre los países. Entre los temas abordados, el futuro de la investigación forestal pública; nuevas perspectivas en la educación forestal; los incendios y el cambio climático; adaptación forestal al cambio climático y acceso a financiamiento para la ordenación forestal sostenible. Entre los principales oradores había líderes y representantes de muchas organizaciones asociadas a la ACB.

Uno de los eventos especiales fue un diálogo entre jefes de departamentos forestales, que brindó a los participantes una oportunidad para debatir sobre los desafíos que enfrentan –por ejemplo restricciones presupuestarias; cambios en las expectativas, exigencias y actividades de las sociedades y de las partes interesadas; cambios en las prioridades y estructuras gubernamentales; estrés ambiental como el cambio climático, incendios, agentes patógenos y plagas– y para intercambiar innovaciones para enfrentar estos retos, incluyendo procesos que produzcan financiamiento y asociaciones con el sector privado.

Por último se realizó una sesión especial sobre los impactos de las turbulencias económicas mundiales en el sector forestal. Los miembros del panel expusieron preocupaciones sobre el hecho de que la crisis económica mundial probablemente llevaría a reducciones en las inversiones y en el suministro maderero, pérdidas de empleos y sobreexplotación de los recursos forestales para la subsistencia. Sin embargo, un resultado principal de la sesión fue el de poner en evidencia el papel que puede tener la ordenación forestal sostenible en respuesta a la crisis económica. El mensaje central fue que las inversiones en el sector forestal podían no sólo crear millones de empleos, sino enfrentar el cambio climático al mismo tiempo. Esta sesión sentó las bases para muchos de los artículos de este número de Unasylva.

Gro Harlem Brundtland pronuncia el discurso inaugural del 19º período de sesiones del Comité Forestal de la FAO, 17 de marzo de 2009

O. Ndoye


Silla gigante de madera, donada por Federlegno –la federación industrial italiana de la madera–. Se exhibe en el atrio de la FAO, recordando que utilizar la madera es saludable

IISD/D. Birchall


Estrategia de la FAO para los bosques y las actividades forestales

En su 19º período de sesiones el Comité Forestal (COFO) aprobó la Estrategia de la FAO para los bosques y las actividades forestales, elaborada por medio del proceso consultivo tal y como había sido estipulado el 18º período de sesiones del COFO en 2007.

La nueva estrategia encaja en el marco de las reformas actuales de la FAO y, en particular, del nuevo marco de trabajo de ordenación, basado en los resultados adoptados por la Organización de acuerdo con las recomendaciones de una evaluación externa independiente realizada de 2005 a 2008. Las reformas de la FAO se están implementando por medio de un plan de acción inmediato adoptado en noviembre de 2008.

La nueva estrategia para los bosques y las actividades forestales contiene tres metas globales para la sociedad que, en su conjunto, incluyen:

  • proceso de toma de decisiones entre los sectores informado, coor-dinado, transparente y participativo, basado en la información oportuna y exacta;
  • mayor contribución de los árboles, los bosques y la actividad forestal en los medios de subsistencia, el alivio de la pobreza, la seguridad alimentaria y el suministro sostenible de materias primas y energía; y mayor conciencia de estos beneficios;
  • buenas prácticas de ordenación forestal que aumenten los recursos forestales y, por lo tanto, generen mayores contribuciones de los bosques y árboles a la mitigación del cambio climático, a la lucha contra la desertificación, a la conservación de la biodiversidad y a la garantía de la calidad del agua, al igual que a una mayor conciencia sobre estos servicios de ecosistema.

La estrategia identifica nueve funciones principales de la FAO en el sector forestal:

  • proporcionar perspectivas a largo plazo y liderazgo en el monitoreo y evaluación de las tendencias en los recursos y servicios forestales y la producción, consumo y comercio de los productos forestales;
  • generar, divulgar y aplicar las informaciones y conocimientos, en particular, las estadísticas;
  • impulsar el desarrollo de las directrices voluntarias, apoyar la creación de instrumentos jurídicos nacionales y promover su implementación;
  • articular las políticas y las opciones estratégicas y asesorar a fin de mejorar los aspectos sociales, económicos y ambientales del desarrollo y conservación forestal;
  • suministrar apoyo técnico, promover la transferencia de tecnología, favorecer los cambios y la creación eficaz y la capacidad institucional sostenible para la consecución de una ordenación forestal sostenibile;
  • realizar actividades de promoción y comunicación para movilizar la voluntad política y promover el reconocimiento mundial de las acciones necesarias para lograr la ordenación forestal sostenible;
  • brindar enfoques integrados interdisciplinarios e innovadores para relacionarlos a la labor en el sector forestal y en otros sectores importantes que tienen repercusiones en los bosques;
  • trabajar mediante asociaciones y alianzas sólidas en las que la acción conjunta es necesaria;
  • ofrecer conocimientos especializados y facilitar vínculos entre los niveles nacional, regional y mundial.

Enfoque en los resultados
En la Conferencia de la FAO, en noviembre de 2008, los Países Miembros aprobaron en principio un marco de trabajo estratégico revisado, basado en 11 objetivos estratégicos para la Organización, como un todo; entre éstos se incluye un objetivo específico forestal: «Ordenación sostenible de bosques y árboles». El proyecto de Marco Estratégico de la FAO 2010-2019 identifica seis resultados organizacionales principales para el cumplimiento de este objetivo:

  • Las políticas y prácticas que afectan a los bosques y a la silvicultura se basan en información oportuna y fiable.
  • Se refuerzan las políticas y las prácticas que afectan a los bosques y a la silvicultura mediante la cooperación internacional y el debate.
  • Se refuerzan las instituciones rectoras en materia de bosques y se mejora la toma de decisiones, con inclusión de la participación de las partes interesadas del sector forestal en el desarrollo de políticas y legislación en materia forestal, fomentando así un medio propicio para las inversiones en silvicultura e industrias forestales. La silvicultura se integra mejor en los planes y procesos nacionales de desarrollo, considerando las interfaces entre los bosques y otros usos de la tierra.
  • Se adopta más ampliamente la ordenación sostenible de los bosques y árboles, como resultado de lo cual se reduce la deforestación y la degradación de los bosques y aumenta la contribución de los bosques y árboles a la mejora de los medios de vida, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo.
  • Se realzan los valores sociales y económicos y los beneficios para los medios de vida de los bosques y árboles, y los mercados de productos y servicios forestales contribuyen a hacer de la silvicultura una opción de utilización de la tierra más viable desde el punto de vista económico.
  • Los valores ambientales de los bosques y la silvicultura se aprovechan en mayor medida y se aplican efectivamente las estrategias para la conservación de la biodiversidad forestal, la adaptación al cambio climático y la mitigación del mismo, la rehabilitación de las tierras degradadas y la gestión de los recursos hídricos y de la fauna y flora silvestres.

Estos resultados no se pueden lograr sólo por medio de la FAO, sin embargo, esta Organización puede ofrecer una contribución importante. Para cada resultado, la estrategia identifica prioridades para guiar a la FAO durante el período 2010-2013. Se están elaborando resultados determinados e indicadores bajo el Plan a plazo medio de la FAO, se dará seguimiento y control al avance y se informará a los órganos rectores de la FAO, incluyendo el COFO.


Comité industrial reflexiona sobre los impactos de la crisis financiera

La contracción económica mundial estaba siendo un punto fundamental de la agenda cuando el Comité Asesor sobre el Papel y los Productos Madereros (CAPPM), uno de los órganos estatutarios de la FAO en el sector forestal, se reunió en la Sede de la FAO en Roma para su 50º período de sesiones, el 26 de mayo de 2009.

El Comité, incluyendo a los ejecutivos superiores del sector de la industria privada de todo el mundo, se reúne anualmente para brindar asesoramiento a la FAO sobre cuestiones relacionadas con la industria del papel y de los productos forestales, en apoyo a los esfuerzos de los Países Miembros para el desarrollo sostenible.

Los informes nacionales preparados por los miembros del CAPPM pusieron en evidencia las cuestiones trascendentales y el desarrollo empresarial durante el año precedente. Entre las cuestiones fundamentales se identificaron: el cambio climático; el desequilibrio potencial en los mercados debido a los esquemas de emisión comercial; el suministro y la calidad de las aguas; cuestiones sobre la certificación, incluyendo la dificultad de aplicar certificaciones en las pequeñas explotaciones agrícolas; el mercado energético y las responsabilidades sociales de las empresas.

El aspecto empresarial más importante identificado en los informes por país fue, sin lugar a dudas, la situación económica precaria que produjo dificultades en la obtención de préstamos, pérdidas en las ventas al por menor y en la confianza de los consumidores y disminución en los gastos de publicidad. Los menores costos de producción y los precios de la materia prima fueron concebidos como señales de alivio, pero los menores costos de transporte de mercancías estuvieron agravando la competencia. El Comité hizo hincapié en que la situación económica, excepcionalmente incierta, requiere una rápida habilidad de reajuste al igual que medidas para mejorar la productividad y la competitividad. Al disminuir la demanda de exportaciones, la competitividad del costo adquiere una importancia fundamental.

La sesión que se concentró en los impactos de la crisis financiera en la industria forestal trató de analizar, al mismo tiempo, algunas formas de salir de la crisis, con atención particular en las construcciones verdes y en una mayor integración entre biocombustibles y productos químicos verdes con las industrias forestales. El incremento de la construcción con madera y la sustitución de materiales de construcción no renovables con madera fueron percibidos como una base potencial para el resurgimiento de los aserraderos y de las industrias procesadoras madereras, por ejemplo, especialmente en Europa. Algunas de las industrias forestales internacionales líderes han anunciado sus intenciones de integrar la producción de biocombustibles en los aserraderos donde se procesa la pasta de madera. Entre las tecnologías de biorrefinería perseguidas se incluye la producción de biogasóleo, bioetanol y combustible pesado producido con la biomasa residual de los bosques (p. ej., cortezas, troncos y ramas) y la sintetización y purificación del gas derivado de la madera. En términos de un mercado energético más tradicional, proveniente de la madera, la disminución de los precios de la madera es un buen presagio para la manufactura de pellets de madera.

Otra sesión abordó la exigencia de que la industria trabaje en conjunto para lanzar mensajes positivos y revertir la errónea percepción que se tiene sobre la madera y las industrias madereras.

El Comité revisó también los progresos industriales pertinentes, relacionados con los bosques y el cambio climático y métodos para que la industria forestal se comprometa en las negociaciones en curso sobre el cambio climático.

El día después de las sesiones del CAPPM, la FAO albergó también el período de sesiones del Consejo Internacional de Asociaciones Forestales y Papeleras.

Para mayor información sobre el ACPWP, véase: www.fao.org/forestry/51819

Tenencia de bosques, gobernanza y empresas forestales en África Central y Occidental

En África Central y Occidental, como en muchas regiones, la gobernabilidad poco consolidada y la inseguridad en la titularidad de derechos, a menudo socavan las contribuciones de la actividad forestal a los medios de vida y a las economías locales, nacionales y regionales, al igual que a la sanidad del medio ambiente. La aclaración y el reconocimiento de los derechos de tenencia pueden abrir oportunidades para que las comunidades forestales inviertan en, y refuercen, el uso sostenible de los bosques.

En la Conferencia internacional sobre la ordenación forestal de base comunitaria y la empresa, realizada en Brasil, en 2007, los participantes africanos propusieron una conferencia de seguimiento para trazar un plan-calendario en función de la expansión sistemática de la tenencia, ordenación y empresa forestal de base comunitaria, en África, para estipular objetivos a cumplirse para el año 2015. Para esta finalidad, el Ministerio de Bosques y de Flora y Fauna Silvestres, de Camerún, albergó la Conferencia sobre tenencia de bosques, gobernanza y empresas forestales: nuevas oportunidades de sustento y riqueza en África Central y Occidental, del 25 al 29 de mayo, en Yaundé (Camerún). El objetivo de la conferencia era catalizar acciones nuevas y más amplias, por parte de los gobiernos y de las organizaciones de la sociedad civil, para una tenencia de tierras y forestal más segura en la región.

La reunión fue organizada por la FAO, la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), la Iniciativa de Derechos y Recursos, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN), el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), el Centro Mundial de Agrosilvicultura (ICRAF), Intercooperación, la Alianza Mundial de Comunidades Forestales y la Comisión de Bosques del África Central (COMIFAC). Este evento atrajo a unos 250 participantes de todas las regiones.

La Conferencia comprendió nueve sesiones que abordaron los siguientes aspectos:

La Conferencia se cerró con un acuerdo sobre un calendario de actividades a ser implementadas por los gobiernos y actores sociales, el «Objetivo 2015». Estas actividades incluyen:

Mayor información sobre la conferencia en: www.itto.int/en/workshop_detail/id=44270000

Avanzar en el manejo de incendios a nivel comunitario

Cada año, los incendios afectan a unos 350 millones de hectáreas de tierras, causando daños a la propiedad, a los recursos naturales y a los medios de vida y, con mucha frecuencia, cobrando vidas humanas. Los incendios forestales sin control contribuyen también al calentamiento mundial, a la contaminación del aire, a la desertificación y a la pérdida de la biodiversidad. Los países en desarrollo son, a menudo, los más susceptibles.

El control de los incendios no puede estar completamente en manos de las agencias gubernamentales ni de las comunidades, por sí solas. Por esta razón, la FAO promueve la gestión de incendios de base comunitaria (CBFiM), un enfoque en el que los residentes de la comunidad (con o sin la colaboración de las demás partes interesadas) tienen un papel fundamental en la decisión de los objetivos y prácticas para la prevención, control y uso del fuego. La gestión puede ser efectiva, especialmente, en los lugares donde la ignición por parte de los seres humanos es la causa primaria de incendios. En los últimos cinco años la FAO y la organización Conservación de la Naturaleza (TNC) han preparado en conjunto y presentado programas de formación y talleres para difundir este enfoque.

En marzo de 2009, por ejemplo, la FAO, TNC y la Administración Forestal Estatal de China realizaron un taller en Xishungbanna, provincia de Yunnan (China sudoccidental) para promover la CBFiM en China y en otras partes de Asia, por medio del uso de ejemplos locales y mundiales. En Asia, la frecuencia e intensidad de los incendios y la gravedad de los problemas de contaminación asociados con las nubes de polvo y humo han aumentado en los últimos 30 años. En China, los incendios forestales son más extensos y numerosos en las regiones de alta densidad de bosques y remotas del interior de Mongolia, Yunnan, Guangxi y Guizhou, donde las condiciones climáticas son extremas (incluyendo fuertes vientos) y están limitados tanto el acceso a las instalaciones como la prevención y control de incendios. En el taller, estudiosos de incendios forestales, directores, políticos y organizaciones no gubernamentales (ONG) del Asia nororiental analizaron opciones viables de manejo del fuego en sus condiciones particulares socioculturales, ambientales y geográficas.

La CBFiM se basa en los siguientes principios, que están siendo elaborados desde 2001 por el Project FireFight South East Asia (proyecto de combate de incendios en Asia suroriental), iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN), junto con la FAO, el Centro Mundial del Monitoreo de Incendios (GFMC) y agencias gubernamentales alemanas, tailandesas y estadounidenses; estos principios han sido probados en entornos tropicales, templados y sabanas. El manejo de incendios:

Mayor información sobre la CBFiM en: www.fao.org/forestry/firemanagement

Publicaciones sobre CBFiM en el sitio: www.fao.org/forestry/35893

Ken King, 1929–2008

Ha llegado recientemente a la FAO la noticia del sensible fallecimiento de Ken King, Subdirector General del Departamento Forestal de la FAO de 1974 a 1978, el 20 de julio de 2008 en Georgetown (Guyana).

Kenneth Fitzgerald Stanislaus King nació en Georgetown (Guyana Británica), el 22 de agosto de 1929. Tras completar sus estudios de educación secundaria comenzó su carrera como oficial forestal en el Departamento Forestal de Guyana, cargo al que renunció para continuan sus estudios en el Reino Unido. Concluyó sus estudios de ingeniería forestal en la Universidad de Bangor (País de Gales), y se recibió en derecho en la Universidad de Londres, ambos títulos en el mismo año (1956). En 1962 concluyó un doctorado en Economía Forestal en la Universidad de Oxford con una tesis doctoral sobre la utilización de tierras en los trópicos.

King llegó a la FAO en 1964, trabajando inicialmente en un proyecto en Nigeria sobre asesoramiento para la fundación de una facultad forestal en la Universidad de Ibadan. En 1968 fue nombrado Jefe de la Sección de Planificación del Desarrollo en la Dirección de Montes y Productos Forestales, en la Sede de la FAO, Roma. En 1970 fue nombrado Oficial forestal y de uso de tierras en el Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial. En 1972, King regresó a Guyana para servir al gobierno de su país, como Vicepresidente de la Corporación Estatal de Guyana (GUYSTAC), una organización global de supervisión de las empresas públicas, y después como Ministro del Desarrollo Económico.

Sin embargo, abatido por las dificultades en la ejecución de los planes de desarrollo nacional preparados bajo su dirección, King, regresó a la FAO en 1974, esta vez como Subdirector General del Departamento de Montes (hoy Departamento Forestal). Durante su trabajo en este cargo el departamento agregó programas orientados hacia la solución de las exigencias de las poblaciones rurales, fortaleciendo materialmente el componente forestal comunitario de este trabajo.

En 1978 abandonó la FAO para desempeñarse como primer Director general del Centro Mundial de Agrosilvicultura (ICRAF) en Nairobi (Kenya). Esta posición fue seguida por su nombramiento como Representante Regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Addis Abeba (Etiopía).

En 1991 regresó a su país, desempeñándose en los años siguientes en algunas posiciones ministeriales y políticas. De 2002 a 2004 fue Embajador en Bélgica y Representante Permanente ante la Unión Europea. Mientras se encontraba en Bélgica su salud se deterioró; presentó su dimisión para recibir tratamiento médico en Santa Lucía.

Su esposa, Joyce, murió en 2005. Dejan a un hijo y una hija.

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