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Cartografiar la pobreza y el hambre para contribuir a borrarlas del mapa

A FIN DE COMBATIR el hambre y la pobreza eficazmente, es importante saber dónde se concentran las poblaciones hambrientas y empobrecidas. Las estimaciones nacionales del número de personas subnutridas o de la proporción de la población que vive con menos de 1 dólar EE.UU. diario proporcionan indicaciones útiles de los progresos nacionales a lo largo del tiempo. Sin embargo, no se pueden utilizar para concentrarse en aldeas determinadas y en las condiciones que originan la pobreza y el hambre de sus habitantes.

Aprovechando técnicas recientemente desarrolladas que producen estimaciones de la pobreza local, cierto número de países han utilizado la tecnología del sistema de información geográfica (SIG) para levantar mapas detallados de la pobreza. Esos mapas pueden combinarse con otros datos georreferenciados, para destacar las zonas donde el hambre y la pobreza se combinan con otros problemas sociales, económicos y ambientales. Los mapas pueden indicar, por ejemplo, zonas agrícolas semiáridas con acceso deficiente a carreteras y altos niveles de bocio y analfabetismo femenino. Esa información se puede utilizar entonces para preparar programas que aborden los problemas locales específicos.

Forma de elaborar los mapas de la pobreza

Los mapas de la pobreza se elaboran con frecuencia mediante una técnica conocida como «estimación en áreas pequeñas». Este método combina los datos censuales con información obtenida de encuestas como el Estudio de medición de los niveles de vida.

Considerado separadamente, cada conjunto de datos ofrece claras ventajas y limitaciones. Los datos procedentes de censos de población y agrícolas abarcan todos los hogares, por lo que permiten una localización exacta a nivel local. Sin embargo, los censos se realizan con poca frecuencia y rara vez incluyen todo el conjunto de indicadores que necesitan quienes elaboran las políticas. Las encuestas por hogares, en cambio, se realizan con más frecuencia y reúnen a menudo todos los indicadores pertinentes, como los ingresos y los gastos de consumo de los hogares. No obstante, se basan en pequeñas muestras, suficientes para elaborar perfiles nacionales estadísticamente válidos pero no para la cartografía a nivel de aldea.

El método de estimación en áreas pequeñas proyecta las pautas apreciables en los datos de la encuesta sobre grupos de hogares demográfica y socialmente similares que pueden determinarse con arreglo a los datos más amplios del censo. Esas proyecciones pueden utilizarse entonces para «predecir» niveles medios de pobreza de una aldea o grupo de aldeas de sólo 500 hogares.

Utilización de los mapas para combatir el hambre

Un número creciente de países utilizan mapas de la pobreza para dirigir los proyectos de ayuda alimentaria y obras públicas a zonas en donde viven las personas más pobres (véanse los recuadros). Como ese método de localización de la pobreza depende de datos de censos y encuestas, los mapas pueden no reflejar las penurias estacionales de alimentos. Sin embargo, proporcionan una referencia valiosa para la planificación y el seguimiento. La experiencia de varios países sugiere que los mapas contribuyen también a una mayor conciencia y participación, porque las personas los encuentran fáciles de entender.

La aplicación de la técnica de estimación en áreas pequeñas para cartografiar la pobreza en los países en desarrollo es relativamente nueva. Una gran parte de la labor básica ha sido realizada por un grupo del Departamento de Investigación del Banco Mundial. Otras aplicaciones experimentales han sido financiadas por el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IIPA), la Fundación Rockefeller, el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional, la Ayuda Noruega y la Secretaría del SICIAV.

Más recientemente, el Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional, el PNUMA/GRID-Arendal y la FAO han iniciado un proyecto para incorporar instrumentos de análisis espacial en la cartografía de la pobreza. Esos instrumentos ayudarán a analizar los vínculos entre la pobreza y el medio ambiente. Representar cómo las concentraciones de pobreza se superponen a diferentes zonas agroecológicas, los principales sistemas de producción de cultivos alimentarios o las zonas frágiles vulnerables a la degradación puede ayudar a encontrar medidas eficaces y sostenibles para combatir el hambre.

Los mapas de la pobreza de Malawi ayudan a orientar los proyectos de obras públicas

Con ayuda del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IIPA), Malawi ha preparado un Atlas de estadísticas sociales. Los mapas de la pobreza incluidos en el atlas han sido utilizados por el Programa mundial de alimentos y el Fondo de acción social de Malawi para orientar proyectos de obras públicas que proporcionen empleo y mejoren la infraestructura en las comunidades empobrecidas. Se espera que los mapas del atlas se utilicen para ayudar en la distribución de fertilizantes y simientes gratuitos en el marco del programa de equipo básico.

Combinar los mapas de la pobreza con mapas de otros indicadores socioeconómicos y ambientales puede revelar factores que contribuyen al hambre y sugerir vías de actuación. Muchas zonas del Malawi meridional y central muestran a la vez altas tasas de pobreza y bajos rendimientos de maíz.

 

Los mapas ayudan a Panamá a distribuir almuerzos escolares a los niños más pobres

Panamá ha aplicado la cartografía de la pobreza para ayudar a asignar 150 millones de dólares EE.UU. facilitados por medio de su Fondo de inversión social (FIS). Un programa de almuerzos escolares financiado por el FIS utilizó esos mapas para llegar a 120 000 niños sumamente pobres de 1 500 escuelas. Una división del Ministerio de Salud está combinando los mapas de la pobreza con encuestas en las comunidades para seguir y evaluar los programas de nutrición.

El método de «alimentos por trabajo» llega a las comunidades más pobres de Camboya

Camboya ha emprendido importantes iniciativas de cartografía de la pobreza y la inseguridad alimentaria. El Programa mundial de alimentos utilizó un mapa de la pobreza a nivel comunitario para ayudar a asignar 50 millones de dólares EE.UU. de ayuda alimentaria. Los proyectos de «alimentos por trabajo» para construcción de carreteras, escuelas y centros de salud y rehabilitación de medios de riego se destinaron a las comunidades más pobres. Un comité interministerial del SICIAV está coordinando los esfuerzos para preparar mapas de la inseguridad alimentaria más detallados, con la participación y el apoyo de una red de SICIAV que incluye a los principales organismos donantes, las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales. Esos mapas se utilizarán para planificar y orientar una amplia serie de programas destinados a reducir el hambre y la pobreza.

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