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Apéndice D. Declaración del Director-General de la FAO

ALOCUCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL DE LA FAO A LA CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA ÁFRICA EN SU 23° PERÍODO DE SESIONES

Johannesburgo, Sudáfrica, 4 de marzo de 2004

Excelentísimo Señor Thabo Mbeki, Presidente de la República,
Señoras y Señores Ministros,
Señoras y Señores Delegados,
Excelencias, Señoras y Señores:

Es un gran placer para mí estar en este país, símbolo del renacimiento africano para dirigirme a los ministros y a los demás responsables de la agricultura africana que participan en la 23ª Conferencia Regional de la FAO para África, en este espléndido Centro Sandton. Quisiera expresar mi gratitud al Presidente Thabo Mbeki y a su Gobierno por su acogida calurosa y su generosa hospitalidad.

Excelencias, señoras y señores:

(Situación de la alimentación y de la agricultura en el mundo)

Durante la primera mitad de los años 90, el número de personas subnutridas ha disminuido en 37 millones. Por el contrario, durante la segunda mitad del decenio, se ha incrementado en 18 millones. Los progresos en muchos países chocan con un retroceso en otros. En 1999-2001, había 842 millones de personas subnutridas en el mundo, de los que 798 millones estaban en los países en desarrollo, 34 millones en los países en transición y 10 millones en los países industrializados. A este ritmo, el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de disminuir a la mitad el número de hambrientos antes del año 2015 solo se alcanzará en 2150.

En 2003, la utilización mundial de cereales se acercó a 1 970 millones de toneladas, superando la producción en 100 millones de toneladas.

Los precios de numerosos productos de exportación de los países en desarrollo son más bajos que nunca. El café y el algodón constituyen los ejemplos más espectaculares, pero sucede lo mismo con el cacao, el azúcar y el banano. Así, los precios mundiales del café han caído de unos 135 dólares de EE.UU. por tonelada a mediados de los años 90 a menos de 50 dólares de EE.UU. por tonelada estos dos últimos años. Los ingresos que los países en desarrollo obtienen de las exportaciones de algodón han disminuido, pasando de 3 500 millones de dólares de EE.UU. en 1996 a menos de 2 000 millones estos últimos años. Además, 43 países extraen de un solo producto agrícola más del 20 por ciento de sus ingresos por exportación totales y más de un 50 por ciento de sus ingresos por exportación de productos agrícolas.

Tras el fracaso de la Conferencia ministerial de Cancún, las negociaciones se reanudaron al final de la reunión del Consejo General de la OMC en diciembre de 2003. El compromiso de realizar el programa de Doha para el desarrollo en el sector agrícola ha sido confirmado en la mesa redonda organizada sobre este tema el 2 de diciembre de 2003 durante la 32ª Conferencia de la FAO, puesto que una política de apertura y equidad comercial es indispensable para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. A este respecto, el papel del Comité de Problemas de Productos Básicos de la FAO en el diálogo es más importante que nunca. En este contexto, deseo invitar a los representantes de los ministerios de comercio a la próxima reunión de dicho Comité en febrero de 2005.

A precios constantes de 1995, la ayuda exterior al desarrollo del sector agrícola pasó de 27 000 millones de dólares de EE.UU. a 10 o 15 000 millones durante los años 90, cuando sería necesario duplicar esta cifra e incrementar la cuota de la agricultura en los presupuestos nacionales para acelerar sensiblemente los avances en la reducción de la subnutrición.

(Mesas redondas sobre la financiación del desarrollo agrícola)

Con el fin de movilizar tales recursos financieros, la FAO decidió, en concreto, organizar conjuntamente con los bancos regionales de desarrollo unas mesas redondas sobre la financiación de la agricultura al margen de cada una de las Conferencias Regionales de 2004 en las regiones en desarrollo.

(Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después)

Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después de junio de 2002 en Roma, los Jefes de Estado y de Gobierno decidieron acelerar la aplicación del Plan de Acción de la Cumbre y llamaron a la constitución de una Alianza Internacional contra el Hambre.

Se están pues creando alianzas nacionales en los Estados Miembros para movilizar a los gobiernos, a los parlamento, a las ONG, a la sociedad civil, al sector privado y a las organizaciones profesionales agrícolas.

(Agricultura)

Los países en desarrollo deben responder al reto de la productividad agrícola de la competitividad de los mercados para mejorar su seguridad alimentaria.

Actualmente, los suelos sufren un deterioro acelerado que afecta a 21 millones de hectáreas de tierras cultivables y tendría que suponer la pérdida irreversible de 6 millones de hectáreas. En las zonas áridas y semiáridas que cubren un 45 por ciento de la superficie del planeta, la ordenación integrada de las tierras, de las aguas y de los fertilizantes puede disminuir sensiblemente este fenómeno.

La agricultura urbana y periurbana, los microhuertos escolares y familiares permitirían mejorar rápidamente el estado nutricional de la población pobre con unas inversiones relativamente modestas. La FAO ha emprendido proyectos de este tipo en todas las regiones del mundo, especialmente con los recursos del Programa de Cooperación Técnica y de los fondos de TeleFood.

La ganadería proporciona medios de vida a cerca de 800 millones de pobres de las zonas rurales y permite satisfacer de un 30 a un 40 por ciento del total de las necesidades alimentarias.

Las enfermedades transfronterizas de los animales, como las fiebres aftosas, del Valle del Rift y hemorrágicas, la peste porcina, la pleuroneumonía contagiosa bovina, la gripe aviar, constituyen motivos de preocupación para el comercio y la salud pública. Sin embargo, hay avances claros en este campo. El número de países exentos de la peste bovina supera ya los 105 y crece con regularidad, pero los países afectados, las organizaciones regionales e internacionales, las ONG y los donantes deberán, no obstante, trabajar de concierto para eliminar los últimos focos de infección. La lucha contra las antiguas y las nuevas epidemias es un desafío importante al que la FAO y sus asociados se esfuerzan en responder en el marco de un Sistema de prevención de emergencia de plagas y enfermedades transfronterizas de los animales y las plantas (EMPRES).

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura ha sido ya ratificado por 34 países. Entrará en vigor cuando esta cifra alcance los 40 países, probablemente durante el primer semestre de 2004. En este marco, la FAO estimula la conservación de los conocimientos indígenas, especialmente en materia de biodiversidad agrícola.

(Montes)

Se organizará una reunión ministerial sobre asuntos forestales en Roma, en 2005, para estudiar las recomendaciones de las Comisiones regionales y tomar decisiones estratégicas sobre el porvenir del sector.

(Pesca)

A escala mundial, casi se ha agotado un 10 por ciento de las reservas de pescado y un 18 por ciento está sobreexplotado, especialmente en razón de la pesca ilícita, no declarada y no regulada, de nuevas tecnologías más eficaces y del exceso de capacidad de las flotas pesqueras. Esta situación se ve agravada por la falta de seguimiento y vigilancia de buques, en particular vía satélite mediante radiobalizas.

La FAO convocará, por tanto, una reunión de ministros de pesca en Roma en 2005 para relanzar las medidas necesarias en este terreno.

(Desarrollo agrícola sostenible)

En el campo de la agricultura y el desarrollo rural sostenible, la FAO está elaborando un proyecto cuatrienal para las regiones montañosas en colaboración con 250 organizaciones de la sociedad civil en 90 países en estrecha colaboración con 65 gobiernos y organizaciones intergubernamentales.

La Conferencia internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo tendrá lugar en Mauricio en agosto de 2004. La FAO participa activamente en esta iniciativa y organizará una Conferencia de ministros sobre el desarrollo de la agricultura de los pequeños Estados insulares en Roma, en 2005.

Las mujeres, que no obstante aportan un 60 por ciento a la producción agrícola en los países en desarrollo, tienen un acceso desigual a los recursos productivos. La FAO se esfuerza por hacer frente a este problema elaborando indicadores para políticas apropiadas.

(Situaciones de urgencia)

A finales de 2003, 38 países pasaban por privaciones de alimentos graves que precisaban una asistencia internacional. No obstante, la ayuda alimentaria en cereales ha caído a 7,4 millones de toneladas en 2001-2002, es decir, 2,3 millones de toneladas, o un 23 por ciento, menos que en 2000-2001.

Ocho millones de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas murieron por VIH/SIDA entre 1985 y 2000 en los 25 países más afectados. Para hacer frente a esta situación, la estrategia aplicada por la FAO se sitúa en el nivel de las políticas agrícolas y rurales y de los programas, proyectos y marcos institucionales.

Señor Presidente de la República,
Excelencias,
Señoras y Señores:

(Situación de la alimentación y de la agricultura en la Región)

África es la única región del mundo donde la producción alimentaria media por habitante no deja de bajar desde hace 40 años. Si las tendencias actuales persisten, el número de personas subnutridas en el continente crecerá hasta el año 2015, contrariamente a las demás zonas de los países en desarrollo.

En 1999-2001, un 26 por ciento de la población africana, es decir, 207 millones de personas, padecía subnutrición crónica.

Las tasas de subnutrición actuales y las tendencias alarmantes justifican ampliamente que se conceda al desarrollo agrícola de África un grado de prioridad elevado.

Además, la agricultura aporta un 17 por ciento del PIB, un 57 por ciento de los empleos y un 11 por ciento de los ingresos por exportación.

Los países del continente sufren por la variabilidad de la producción, la mediocridad de los rendimientos y la fuerte dependencia respecto de las exportaciones de productos primarios, en un contexto de escasa elasticidad de la oferta y de gran inestabilidad de los precios. La agricultura africana está infracapitalizada, es poco rentable y no es competitiva.

Varias razones se encuentran en el origen de esta situación. Así, el uso de insumos modernos es insignificante. Solo se utilizan 22 kg. de abonos por hectárea de tierras cultivables en África, frente 144 kg. en Asia, por ejemplo. La tasa de utilización es aún menor en África subsahariana, con solo 10 kg. por hectárea.

Las semillas seleccionadas, que han supuesto el éxito de la revolución verde en Asia y en América Latina, apenas se utilizan en África. Las carreteras rurales, los medios de almacenamiento y de acondicionamiento escasean enormemente.

Otro factor juega un papel preponderante en el débil rendimiento de la agricultura del continente: es el agua. África no se beneficia de sus recursos hídricos, sean estos de superficie, subterráneos o pluviales. Solo utiliza un 1,6 por ciento de sus reservas de agua disponible para el riego, en comparación con un 14 por ciento en Asia.

Solo se riega un 7 por ciento de las tierras cultivables en África frente a un 40 por ciento en Asia. Si se excluyen los cinco países más avanzados en este terreno, Marruecos, Egipto, Sudán, Madagascar y Sudáfrica, el porcentaje para los restantes 48 países del continente baja al 3 por ciento.

Los rendimientos de la agricultura irrigada son tres veces más elevados que los de la pluvial. Sin embargo, la actividad agrícola en el 93 por ciento de las tierras cultivables en África depende de una pluviometría caprichosa con un riesgo alto de sequía. En un 80 por ciento de los casos las urgencias alimentarias están vinculadas al agua y sobre todo al déficit hídrico.

El escaso control del agua y la falta de infraestructuras constituyen, por tanto, los factores estructurales limitativos que explican en gran parte la falta de productividad y de competitividad de la agricultura africana.

Entre 1990 y 2000, las mayores pérdidas anuales medias de vegetación forestal se registraron en África: un 0,78 por ciento frente a un 0,41 por ciento en América del Sur y un 0,2 por ciento a escala mundial.

Desde hace diez años, la producción africana de pescado se encuentra estancada y la disponibilidad por habitante no deja de disminuir La oferta aparente ha caído de 9 a 7 kg/persona/año. A escala mundial, la oferta de pescado procede cada vez más de la acuicultura, que proporciona ya casi un 30 por ciento de la producción total, pero en África, la contribución de este subsector es mínima.

Señor Presidente de la República,
Excelencias,
Señoras y Señores:

(Programa de la Conferencia)

(Actividades del CAADP/NEPAD)

La Conferencia regional habrá de debatir la aplicación del Programa general de la NEPAD para el desarrollo de la agricultura africana, aprobado en la reunión ministerial especial de la Conferencia Regional de la FAO para África que se celebró en Roma el 9 de junio de 2002. Dicho Programa recibió un apoyo capital en julio de 2003, con ocasión de la segunda reunión ordinaria de la Asamblea de la Unión Africana en Maputo, donde los Jefes de Estados y de Gobierno aprobaron la Declaración sobre la agricultura y la seguridad alimentaria en África. Desde entonces, la FAO ha reforzado su asistencia a los Estados Miembros de la Región para apoyar sus actividades. En septiembre y diciembre de 2003, acogió la reunión de los representantes de los 18 Estados Miembros del Comité para la realización del Plan de la NEPAD, así como a los del Banco Africano de Desarrollo, del FIDA, del PMA y de la sociedad civil, para estudiar la forma de apoyar la realización del Programa general.

Hoy se les invita a intercambiar información sobre las medidas que habrán tomado individual y colectivamente para realizar los compromisos de Maputo y el Programa general y a estudiar la cuestión de la financiación de dicho Programa. La FAO informará sobre su cooperación con los Estados Miembros a este respecto. Su apoyo se ha centrado especialmente sobre la actualización de las estrategias nacionales para la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola en el horizonte del año 2015, la preparación para 50 países de programas y leyes programa, así como de proyectos financiables con miras a la convocatoria de grupos consultivos de financiación. Ayudará también a los Estados Miembros a cumplir el compromiso adquirido en la Declaración de Maputo de asignar en un plazo de cinco años un 10 por ciento, como mínimo, del presupuesto nacional a la agricultura y de dotarse de un sistema de seguimiento de los resultados.

(Integración en el CAADP de los sectores forestal, pesquero y ganadero)

La Conferencia estudiará igualmente una propuesta preliminar de integración de los componentes pesqueros, forestales y ganaderos en el Programa general, elaborada conjuntamente entre la NEPAD y, en particular, la FAO. A la luz de las conclusiones de la Conferencia, se elaborará un proyecto de síntesis. Este documento será objeto de estudio por los ministros responsables de cada sector y deberá también someterse al estudio de la NEPAD y de la Unión Africana antes de que pueda ser presentado a los Jefes de Estado en la tercera sesión de la cumbre de julio de 2004, en Addis Abeba.

(Sistemas de reservas de seguridad alimentaria en África)

Para dar un seguimiento a la Declaración de Maputo, la FAO ha sometido a su atención un documento de información sobre los sistemas de reserva de seguridad alimentaria a escala regional. Se trata de una aportación a un estudio más amplio en el cual participan el PMA y otros asociados.

El Programa especial de seguridad alimentaria, propuesto como programa de la NEPAD por la Conferencia Regional de El Cairo, deberá jugar un papel de catálisis, junto con los programas regionales de seguridad alimentaria, para la aplicación concreta del Programa general de desarrollo de la agricultura en África.

(Repercusiones de la realización del CAADP sobre la producción y utilización de fertilizantes en África)

Las implicaciones del Programa general sobre la producción y utilización de fertilizantes en África serán también objeto de estudio. La mejora rápida de la productividad agrícola dependerá en gran medida de la utilización de fertilizantes y, por tanto, de su disponibilidad, especialmente a partir de un incremento de la producción local.

(Comercio agrícola)

África solo representa un 3 por ciento del comercio agrícola mundial. La comunidad internacional debería adoptar unas reglas de juego más equitativas que permitiesen a los pequeños productores no subvencionados hallar salidas para sus productos. Los productores se encuentran a merced de las fluctuaciones del mercado y del apoyo proporcionado a los agricultores en los países desarrollados, que en 2002 alcanzó a 318 000 millones de dólares EE.UU. La FAO seguirá facilitando el apoyo correspondiente a los Estados Miembros, sobre todo en capacitación e información.

Señor Presidente,
Excelencias,
Señoras y Señores:

Con el liderazgo adecuado y la voluntad política apropiada, África debe y puede cambiar esta situación. Ya existen ejemplos alentadores en varios países.

Esta voluntad política se ha consolidado ampliamente, como lo demuestran la Declaración histórica de Maputo sobre la agricultura y la seguridad alimentaria en África y la reciente cumbre extraordinaria de Sirte sobre la agricultura y el agua.

Los compromisos asumidos tienen que traducirse ahora en programas coherentes, realistas y eficaces, que se están preparando con el apoyo de la Organización. Necesitaremos además movilizar fuentes de financiación internas y externas.

Les deseo pleno éxito en su trabajo y gracias por su amable atención.


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