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Resumen ejecutivo


Este documento ha sido producido directamente por el Programa de Apoyo a los Modos de Vida (LSP).[1]

Su tema central son los enfoques centrados en las personas o basados en los modos de vida[2] en uso dentro de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), así como los enfoques de desarrollo aplicados en regiones con diferentes entornos culturales y lingüísticos.

Su objetivo consiste en extraer algunas enseñanzas de la aplicación de los enfoques centrados en las personas en la FAO y, en cierta medida, en distintos contextos de desarrollo (culturales, lingüísticos, etc.).

Las actividades realizadas acerca de los enfoques centrados en las personas o en los modos de vida sostenibles (MVS) nos ayudarán a contestar los siguientes interrogantes:

El presente estudio se basa en los siguientes enfoques de desarrollo:

Se optó por dividir los contextos culturales y lingüísticos en tres grupos amplios, a saber: anglófono, francófono y latinoamericano.

Se utilizaron cinco métodos distintos para obtener información acerca del uso de esos enfoques en la FAO y en sus diferentes ámbitos de actuación:

De esta metodología se desprende que el presente documento consiste esencialmente en un examen de la experiencia acumulada en la FAO respecto de la aplicación de los enfoques centrados en las personas. Aunque también se ha analizado la documentación existente en la materia y se han aprovechado algunas de las conclusiones que aparecen en ella, este documento se centra en las experiencias prácticas adquiridas por los funcionarios de la FAO.

En la primera parte del documento se presenta un resumen de las conclusiones que, junto con una ulterior participación del personal de la FAO y algunos expertos externos, pueden ofrecer un medio para acceder a enfoques de desarrollo que sean pertinentes y aplicables, sin perder de vista las limitaciones institucionales y temporales.

Durante las entrevistas, los funcionarios de la FAO señalaron que por lo general aplicaban al diseño y la ejecución de los proyectos una serie de principios, métodos y elementos impulsores que correspondían a las prácticas más acertadas según su propia experiencia. Pronto nos dimos cuenta de que había una gran semejanza entre los elementos claves, las referencias y los diversos instrumentos en poder de los funcionarios de la FAO, que en conjunto podían considerarse la práctica habitual en el ámbito extraoficial de la Organización. En una de las entrevistas realizadas este planteamiento amplio se denominó "enfoque sin nombre":

Nuestro enfoque principal podría llamarse enfoque sin nombre, es decir, un planteamiento no sistemático que se basa en la experiencia general, en principios participativos amplios y en métodos específicos para un sector dado. Las misiones son demasiado breves para que otros métodos puedan surtir efecto.

Otro hallazgo muy interesante se refiere a la cultura institucional imperante en la Sede de la FAO, en la que se destacan dos orientaciones:

Ambas tendencias pueden considerarse reacciones ante los enfoques de desarrollo "importados" y por ello reflejan algunas de las características básicas de la cultura institucional de la FAO, como son:

Las entrevistas dejaron de manifiesto que el escollo más importante para los enfoques centrados en las personas es la dificultad de ponerlos en práctica. Por ejemplo, si por un lado el principio de participación es común a todos los enfoques analizados (excepto el de desarrollo rural integrado), por el otro se carece de tiempo suficiente para llevar a cabo una labor auténticamente participativa y de un número adecuado de expertos que tengan la capacidad para emprender esa labor. La participación, aun en los casos en que está claramente definida como principio u objetivo, con frecuencia no logra llevarse a la práctica satisfactoriamente. Dicho de otro modo, suele limitarse únicamente al acopio de información o a un proceso de consulta.


[1] El Programa de Apoyo a los Modos de Vida (LSP) es una iniciativa interdepartamental financiada por el Departamento de Desarrollo Internacional (DDI), que se propone aumentar el impacto de las intervenciones de la FAO en los países mediante a una aplicación eficaz de los enfoques de modos de vida sostenibles.
[2] A los fines del presente estudio, los enfoques centrados en las personas y aquéllos basados en los modos de vida se utilizan indistintamente.
[3] Más concretamente, el "ordenamiento territorial".

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