Tema 5.3 del programa GF 02/12

segundo foro mundial fao/oms de autoridades de reglamentación
sobre inocuidad de los alimentos

Bangkok, Tailandia, 12-14 de octubre de 2004

LOS RIESGOS EMERGENTES RELACIONADOS CON EL MEDIO AMBIENTE
Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

(Preparado por la Secretaría Mixta FAO/OMS)

1. Riesgos ambientales relacionados con la agricultura convencional

La agricultura y la naturaleza ejercen una fuerte influencia mutua. Durante siglos, la agricultura ha contribuido a crear y conservar una variedad de hábitat seminaturales de gran valor, que han dado forma a buena parte de los paisajes existentes en el mundo y que acogen una gran proporción de su riqueza zoológica. Además, la agricultura sustenta una variada comunidad rural, que no sólo es un archivo fundamental de la cultura internacional, sino que también desempeña una función básica en la conservación del medio ambiente.

La agricultura es una actividad cuya importancia no se reduce a la simple producción de alimentos. A lo largo de la cadena de producción, se dan procesos que pueden afectar al entorno natural y, por consiguiente, de forma directa o indirecta, a la salud y al desarrollo humanos. Por ejemplo, un uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes, prácticas incorrectas de drenaje o de riego, un alto grado de mecanización o una utilización inadecuada de la tierra pueden provocar una degradación ambiental. No obstante, el abandono de las actividades agrarias también puede poner en peligro el patrimonio ambiental, debido a la pérdida de hábitat seminaturales, así como de la biodiversidad y de los paisajes asociados a dichas actividades. De igual forma, las repercusiones de los sistemas de producción agrícola en la salud humana, ya sea de forma directa (salud laboral de los agricultores) o indirecta (salud de los consumidores a través de los alimentos) son consideradas cada vez más como un elemento que forma parte de la evaluación global de los riesgos ambientales relacionados con la agricultura.

Los vínculos entre la riqueza del entorno natural y las prácticas agrícolas son complejos. Aunque muchos hábitats valiosos se mantienen gracias a la agricultura extensiva y una gran variedad de especies silvestres dependen de ella para su supervivencia, la agricultura también puede provocar la pérdida de fauna y flora silvestres debido a prácticas agrícolas inadecuadas o a una utilización inapropiada de la tierra.

Los debates sobre los posibles efectos medioambientales futuros de las nuevas tecnologías en el ámbito de la producción alimentaria deberán partir necesariamente de la actual situación de las repercusiones de la agricultura en el medio ambiente, incluidos los efectos en la salud humana que se derivan de éstas, teniendo en cuenta que las actuales tendencias de la agricultura convencional se reflejarán probablemente en los objetivos de la producción alimentaria moderna.

1.1 Aspectos fundamentales de la contaminación ambiental y del agotamiento de los recursos1

La agricultura contribuye al problema de los gases de efecto invernadero. Las tres fuentes principales de emisión de gases de efecto invernadero en la agricultura son las siguientes: las emisiones de N2O (óxido nitroso) procedentes del suelo, principalmente debidas al uso de abonos nitrogenados; las emisiones de CH4 (metano) procedentes de la fermentación intestinal y las emisiones de CH4 y N2O procedentes de la gestión del estiércol. Entre las medidas que se están estudiando a este respecto cabe destacar las siguientes: el fomento de una aplicación más eficiente de los abonos para reducir el uso total de estos últimos, el compostaje y la mejora de los sistemas de digestión anacróbica (por ejemplo, para la producción de biogás) para tratar los residuos y los subproductos biodegradables; y un nuevo hincapié en la producción de biomasa, la labranza de conservación y la agricultura ecológica. Un mayor desarrollo de la biomasa agrícola renovable podría contribuir a reducir las emisiones de los sectores de la energía y el transporte, lo cual beneficiaría al mismo tiempo al sector agrario.

Contaminación del agua por nitratos de origen agrícola: la mejora de las prácticas agrarias está destinada a reducir la contaminación.

Plaguicidas: se ha demostrado que su uso tiene repercusiones en el medio ambiente y en los ecosistemas al reducir la biodiversidad, especialmente mediante la reducción de la presencia de malas hierbas, insectos, que suelen ser elementos importantes de la cadena alimentaria (por ejemplo, para los pájaros). Además, la salud humana puede verse perjudicada por el contacto directo o indirecto con los plaguicidas (por ejemplo, a través de los residuos que dejan en los productos agrícolas y el agua potable). Se están investigando, tanto en el ámbito nacional como internacional, diversos sistemas para reducir la necesidad del uso de plaguicidas, especialmente la lucha integrada contra las plagas, la agricultura ecológica o, en algunos casos, los cultivos modificados genéticamente2.

Los procesos de degradación del suelo, como la desertización, la erosión, la disminución de materia orgánica, la contaminación (por ejemplo, por metales pesados), el sellado, la compactación, la pérdida de biodiversidad y la salinización, pueden privar al suelo de su capacidad para realizar sus principales funciones. Tales procesos de degradación pueden ser el resultado de prácticas agrarias inadecuadas, como una fertilización desequilibrada, una captación excesiva de aguas subterráneas para regadío, un uso incorrecto de los plaguicidas, una utilización de maquinaria pesada o un sobrepastoreo. Las medidas destinadas a prevenir la degradación del suelo comprenden las ayudas a la agricultura ecológica, la labranza de conservación, la protección y el mantenimiento de las terrazas, una utilización más segura de los plaguicidas, la gestión integrada de cultivos, la gestión de sistemas de pastoreo de baja intensidad, la reducción de la densidad de ganado y la utilización de compost certificado.

El regadío también puede originar problemas medioambientales, como el exceso de extracción de agua de los acuíferos subterráneos, la erosión, la salinización del suelo y la alteración de los hábitat seminaturales preexistentes, así como otros efectos indirectos derivados de la intensificación de la producción agrícola que posibilita el regadío.

Conservación de la biodiversidad: En los últimos decenios, se ha acelerado en todo el mundo el declive (e incluso desaparición) de especies, así como de los hábitat, ecosistemas y genes relacionados (es decir, la biodiversidad). Las pérdidas de biodiversidad tienen consecuencias directas en la seguridad alimentaria cuando éstas afectan a los organismos relacionados con la alimentación y a variedades empleadas en la selección. Además, las prácticas de la agricultura intensiva, incluidos los sistemas modernos de mejoramiento genético, han conllevado una notable reducción de las variedades locales, adaptadas a las especificidades locales, así como de los conocimientos tradicionales.

La evaluación de las repercusiones de la agricultura en el medio ambiente requiere el uso de modelos globales que permitan integrar múltiples fuentes de información3. Los debates científicos que se han celebrado con anterioridad han concluido que las soluciones utilizadas en el ámbito de las explotaciones agrícolas han contribuido a resolver algunos problemas ambientales, pero no son suficientes para alcanzar objetivos medioambientales a largo plazo. Para ello, se requieren innovaciones en el sistema con mayores niveles de integración, en las que, por ejemplo, se busquen oportunidades para negociar sistemas de reciclaje mediante la vinculación de sectores dentro de la agricultura y de otros ámbitos que inciden en el medio ambiente, como los sistemas de transporte4.

A raíz del debate público, se han formulado nuevos conceptos para las políticas de interacción entre la agricultura y el medio ambiente en muchos países, incluida una mejora del sistema de supervisión pública y de responsabilidad con respecto a la sostenibilidad5 6.

La Evaluación de ecosistemas del Milenio es un programa de trabajo internacional que el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, presentó en junio de 2001 y que pretende satisfacer las necesidades de las instancias decisorias y del público en general en materia de información científica sobre las consecuencias de los cambios en el ecosistema para el bienestar de los seres humanos y las opciones existentes para afrontar esos cambios. Esta Evaluación se centra en los servicios de los ecosistemas (esto es, los beneficios que la población obtiene de los ecosistemas), el modo en que los cambios en dichos servicios han afectado al bienestar de los seres humanos, el modo en que los cambios en los ecosistemas pueden afectar a la población en los próximos decenios así como en las posibles medidas que podrían adoptarse a nivel local, nacional, o mundial para mejorar la ordenación de los ecosistemas y contribuir, de este modo, al bienestar de los seres humanos y a la mitigación de la pobreza7.

Los trabajos relativos a los indicadores agroambientales han proporcionado información sobre la situación actual y los cambios en las condiciones del medio ambiente en la agricultura. También han permitido una mejor comprensión de los vínculos entre las causas y las repercusiones de la agricultura en el medio ambiente, mediante el estudio de la reforma de las políticas agrarias, la liberalización del comercio y las medidas ambientales. Todo ello contribuye a la supervisión y evaluación de la eficacia de las políticas destinadas a solucionar los problemas agroambientales.8 La OCDE ha realizado un examen de la labor empírica sobre las repercusiones en el medio ambiente de las políticas y prácticas agrarias en los países de la OCDE9. Los indicadores sobre la salud ambiental apuntan a que varias prácticas agrarias tienen repercusiones directas o indirectas en la salud humana, a través de sus efectos ambientales. Los peligros pueden adoptar muy diversas formas, completamente naturales en principio o derivadas de actividades e intervenciones humanas10.

1.2 Enfoques sobre la protección ambiental y valores que deben protegerse

En 1992, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB, ratificado por 188 países), definió un instrumento jurídicamente vinculante para la protección de la biodiversidad y la utilización sostenible de los recursos biológicos11. De conformidad con este Convenio, el término biodiversidad significa “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte” (CDB, 199212). Los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica son “la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos”. El tratado reconoce el gran valor de la diversidad genética y biológica.

La diversidad biológica está estrechamente relacionada con los intereses humanos. La biodiversidad es sumamente importante por muy distintas razones: los valores intrínsecos de las especies en la naturaleza, la gran variedad de plantas, animales y microorganismos utilizados en todo el mundo en la agricultura y otras actividades humanas, como recurso genético para el cuidado de la salud, la agricultura y la producción de alimentos. Además, es una fuente importante de beneficios económicos, estéticos y culturales. El bienestar y la prosperidad del equilibrio ecológico de la tierra, así como de la sociedad humana, dependen directamente del nivel y de la situación de la diversidad biológica13.

El naturalismo y la protección de la naturaleza: algunas de las dificultades relacionadas con la protección ambiental proceden de la diversidad de interpretaciones y connotaciones de la idea de naturaleza. Especialmente en el debate de los consumidores sobre la creación de los organismos modificados genéticamente, la idea de la necesidad de proteger la naturaleza no se suele definir de forma precisa, sobre todo debido a las diferencias en la comprensión del concepto de naturaleza, que va desde el concepto de medio silvestre hasta el de entorno humano, pasando por la flexibilidad de los sistemas naturales14 y las ideas sobre el naturalismo15. En la actualidad, especialistas de ética intentan aclarar la situación utilizando definiciones claras, independientemente de la escuela de la que procedan (informe de Nuffield).16

Los niveles de protección pueden variar en función de los objetivos perseguidos, que abarcan desde el mantenimiento de los servicios que prestan los ecosistemas hasta la plena conservación de las especies en peligro de extinción o de las áreas frágiles protegidas. La homogeneización biótica, que disminuye las biotas regionales y la diversidad funcional, disminuiría la capacidad de recuperación al reducir la variedad disponible de respuestas específicas de las especies a los cambios ambientales, como las sequías, los contaminantes o las especies invasivas17. Por ello, se precisan diferentes criterios de protección para los distintos objetivos de gestión y contextos socioecológicos. Los vínculos entre la protección ambiental y la salud humana, a través del control de los efectos directos e indirectos del deterioro ambiental en la salud, son factores que se deben integrar en estas ecuaciones, siendo la seguridad alimentaria en particular uno de los indicadores directos.

2. Las nuevas tecnologías emergentes en la producción alimentaria

Tras la adopción de tecnologías de mejoramiento de híbridos, los nuevos objetivos en materia de mejoramiento genético incluyeron métodos para la introducción de una mayor variabilidad genética mediante distintos sistemas de mutagénesis, tales como la mutagénesis química o la irradiación, y distintas formas de cultivos de tejidos. Los progresos logrados en dicho ámbito dieron lugar a los métodos actuales más avanzados de las biotecnologías modernas: la producción de organismos a través de la modificación genética, mediante la introducción de un material genético definido, recombinante o nuevo, mediante vectores y métodos de transformación. Dichos organismos reciben normalmente el nombre de organismos modificados genéticamente (OMG). La mejora de la metodología para el desarrollo de los OMG mediante la recombinación homóloga podría terminar reduciendo las posibilidades de la aparición de efectos no deseados (incluido en la salud) derivados de la inclusión al azar de nuevos genes en el genoma mediante tecnologías modernas. De igual forma, la mejora de los métodos para la contención molecular de los genes recombinantes puede reducir los problemas de dispersión no deseada de los genes.

Las evaluaciones contradictorias y una comprobación incompleta de los beneficios, riesgos y limitaciones de los alimentos modificados genéticamente, realizadas por distintos organismos científicos, comerciales, públicos y de consumidores, han dado lugar a controversias nacionales e internacionales con respecto a su uso inocuo para el consumo humano y a la seguridad de su liberación en el medio ambiente. Un ejemplo de ello es el reciente debate sobre la ayuda alimentaria proporcionada a varios países del África austral que contenía material modificado genéticamente en 2002. Este debate internacional se ha centrado a menudo en la salud humana y en la seguridad ambiental de estos nuevos productos.

En la actualidad, sólo se han autorizado algunos cultivos alimentarios para su consumo humano y su comercialización en los mercados internacionales de piensos y alimentos. Se trata del maíz resistente a los herbicidas e insectos (maíz Bt), la soja resistente a los herbicidas, el aceite de colza (de nabina) y el algodón resistente a los insectos y herbicidas (principalmente un cultivo de fibra, aunque el aceite de semillas de algodón refinado también se utiliza para el consumo humano). Además, la administración de varios Estados ha aprobado diversas variedades de papaya, patata, arroz, calabaza, remolacha azucarera y tomate para el consumo humano y su liberación en el medio ambiente. Los nuevos progresos en el ámbito de los cultivos modificados genéticamente producirán probablemente una gama de cultivos con unos perfiles nutricionales enriquecidos18. En la actualidad, se está experimentando con diversos rasgos nuevos en laboratorios y en ensayos sobre el terreno en varios países, pero es improbable que éstos se introduzcan en el mercado en los próximos años. Buena parte de dichos rasgos está directamente relacionada con la salud humana, y tiene en el “arroz dorado”, rico en beta-caroteno (precursor de la vitamina A), su ejemplo más conocido. Otros ejemplos con repercusiones en la salud humana son aquellos rasgos que permiten eliminar alérgenos y antinutrientes, así como alterar los perfiles de los ácidos grasos y aumentar el contenido antioxidante. Todos los productos nuevos relacionados con estos posibles beneficios para la salud deberán ser examinados naturalmente mediante rigurosas evaluaciones de los riesgos ambientales y de la inocuidad de los alimentos.

Un análisis de los riesgos y repercusiones de las prácticas de producción alimentaria resultantes de la utilización de métodos modernos de biotecnología debe reflejar todos los avances realizados en dicho ámbito, basándose en los conocimientos de la biología moderna y teniendo en cuenta que la definición de biotecnología moderna no suele estar estandarizada.

La lucha integrada contra las plagas debe examinarse en el contexto de la biotecnología moderna, debido al uso de métodos biotecnológicos avanzados. Las definiciones de lucha integrada contra las plagas abarcan una gran variedad de planteamientos: desde el uso inocuo de los plaguicidas hasta la eliminación del uso de prácticamente todos los plaguicidas. Los métodos adecuados a este respecto deberían utilizarse de una forma integrada y sólo se debería recurrir a los plaguicidas “cuando sea necesario” y como último recurso dentro de una estrategia de lucha integrada contra las plagas. En ese tipo de estrategia, deberían considerarse detenidamente las repercusiones de los plaguicidas en la salud humana, el medio ambiente, la sostenibilidad del sistema agrario y la economía. Según la FAO, los programas de lucha integrada contra las plagas tienen por finalidad lograr una mayor independencia, ingresos más elevados para los agricultores, así como ahorros en las importaciones del extranjero para los Estados. Dichos programas también permiten que los agricultores puedan tomar decisiones fundamentadas con respecto a la gestión de sus cultivos19.

En ocasiones también se percibe la agricultura ecológica como una tecnología moderna de la producción alimentaria, en la que los agricultores que suscriben esta idea persiguen objetivos similares a los de la lucha integrada contra las plagas, pero se pronuncian más claramente a favor de la integridad, la autodeterminación y la coevolución20. Aunque la agricultura ecológica afecte de forma intrínseca a la utilización de productos químicos agrícolas, las consideraciones con respecto a la inocuidad de los alimentos derivadas de estas prácticas no aportan una contribución exclusivamente positiva a la ecuación general de la salud.

2.1 Riesgos ambientales relacionados con la producción alimentaria basada en tecnologías de modificación genética

Principios de la evaluación de los riesgos ambientales (ERA): En muchas legislaciones nacionales, los componentes de la evaluación de los riesgos ambientales de los organismos alimentarios modificados genéticamente incluyen las caracterizaciones biológicas y moleculares de la inserción genética, la naturaleza y el contexto ambiental del organismo receptor, la importancia para el medio ambiente de los nuevos rasgos de los organismos modificados genéticamente y la información sobre las características geográficas y ecológicas del entorno en el que se produce su introducción. La evaluación de los riesgos se centra especialmente en las posibles consecuencias en la estabilidad y diversidad de los ecosistemas, lo que también incluye la capacidad supuesta de invasión, los flujos verticales u horizontales de genes, otras repercusiones ecológicas, los efectos en la biodiversidad, y la repercusión de la presencia de material modificado genéticamente en otros productos21.

El concepto de familiaridad también se ha introducido a nivel internacional en el contexto de la inocuidad ambiental de las plantas transgénicas. Dicho concepto facilita las evaluaciones de riesgos y de inocuidad, ya que estar familiarizado significa disponer de la información suficiente para poder emitir un juicio sobre la inocuidad o los riesgos (U.S. NAS, 1989). El concepto de familiaridad también puede utilizarse para señalar las prácticas de gestión adecuadas, incluso para decidir si las prácticas agrarias normales son apropiadas o si deberían adoptarse otras prácticas para gestionar los riesgos (OCDE, 1993). El Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIIGB) ha realizado un resumen cronológico de la labor realizada por las organizaciones internacionales en materia de seguridad de la biotecnología22.

En la actualidad, el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica es el único instrumento normativo internacional que trata específicamente los posibles efectos negativos en el medio ambiente de los organismos modificados genéticamente (conocidos como organismos vivos modificados (OVM) en el marco del Protocolo). El Protocolo sobre Seguridad de la Biotecnología abarca los movimientos transfronterizos de cualquier alimento modificado genéticamente que se ajuste a la definición de OVM. EL Anexo III del Protocolo especifica los principios generales y la metodología para la evaluación de los riesgos de los OVM. El Protocolo establece un conjunto de normas y procedimientos internacionales armonizados destinados a asegurar que los países cuentan con la información necesaria, a través del sistema de intercambio de información denominado “Centro de Intercambio de Información de la Biotecnología”. Dicho sistema de información, alojado en Internet, permite que los países puedan adoptar decisiones fundamentadas antes de autorizar la importación de OVM. El Protocolo también vela por que los envíos de dichos organismos vayan acompañados de la debida documentación de identificación. Aunque este Protocolo es la base fundamental de la reglamentación internacional sobre los OVM, no trata específicamente la cuestión de los alimentos modificados genéticamente, y su ámbito de aplicación no abarca los alimentos modificados genéticamente que no se ajustan a la definición de un OVM. Además, las consideraciones sobre cuestiones relacionadas con la salud humana que en él se incluyen son limitadas, debido a que su tema central es la biodiversidad, de conformidad con el ámbito de aplicación del propio Convenio.

Posibles efectos no deseados de los OMG en organismos no objetivo, en los ecosistemas y en la biodiversidad: los posibles riesgos para el medio ambiente incluyen los efectos no deseados en organismos no objetivo, en los ecosistemas y en la biodiversidad. Se han desarrollado cultivos modificados genéticamente resistentes a los insectos, mediante una variedad de toxinas insecticidas procedentes de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt). Los efectos perjudiciales para los insectos beneficiosos o una inducción más rápida de los insectos resistentes (dependiendo de las características específicas de las proteínas Bt, de la expresión en polen y de las áreas de cultivo) han sido estudiados en el marco de la evaluación de los riesgos ambientales (ERA) de varios cultivos modificados genéticamente protegidos contra los insectos. Estas cuestiones se estudian dentro del marco de las estrategias de supervisión y en la gestión mejorada de la resistencia frente a las plagas, que pueden afectar de forma intrínseca a la inocuidad de los alimentos a más largo plazo. Según un documento elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional para la Protección del Medio Ambiente (ANPA) de Italia de 200023, se pueden aplicar mayores dosis de herbicidas después de una situación de emergencia en los cultivos tolerantes a los herbicidas, con objeto de evitar las aplicaciones periódicas que preceden a las situaciones de emergencia y reducir el número de aplicaciones de herbicida necesarias. En determinadas situaciones agroecológicas, tales como una alta concentración de malas hierbas, la utilización de cultivos tolerantes a los herbicidas ha conllevado una reducción cuantitativa de los herbicidas utilizados, en otros casos no se ha notificado ninguna reducción de herbicidas o ni siquiera la necesidad de aumentar el uso de éstos24.

Cruce de genes: se ha señalado la incidencia de cruces de transgenes en campos donde se cultivan plantas modificadas genéticamente para ser comercializadas, incluidas la colza y la remolacha azucarera; y ello también ha quedado probado en la liberación experimental de algunos de estos cultivos, incluidos el arroz y el maíz. El cruce de genes podría provocar la transferencia no deseada de genes, tales como los genes resistentes a los herbicidas, a cultivos no objetivo o a malas hierbas, lo que generaría nuevos problemas en la lucha contra las malas hierbas. Las consecuencias resultantes de este cruce de genes pueden producirse previsiblemente en regiones en las que un cultivo modificado genéticamente tenga una distribución simpátrica y un período de afloración sincronizado, con un alto grado de compatibilidad con una variedad de malas hierbas o especie silvestre afín a las plantas cultivadas, como se ha demostrado por ejemplo con el arroz25. En vista de las posibles consecuencias del flujo de genes procedentes de los OMG, se está estudiando la utilización de técnicas moleculares para inhibir el flujo de genes y éstas se están desarrollando.

Animales modificados genéticamente: La posibilidad de que algunos peces y otros animales modificados genéticamente puedan escapar, reproducirse en el entorno natural e introducir genes recombinantes en las poblaciones silvestres es la cuestión que se aborda en el informe de un estudio reciente de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de América26. Los insectos, mariscos, peces y otros animales modificados genéticamente que pueden escapar fácilmente se desplazan con rapidez y forman poblaciones silvestres muy pronto. Por ello, despiertan cierta preocupación, sobre todo si logran mejores resultados reproductivos que sus homólogos naturales. Por ejemplo, es posible que los salmones transgénicos con genes modificados para acelerar su crecimiento, que hayan sido liberados en el entorno natural, puedan competir con mayor fortuna por la comida y el apareamiento que los salmones silvestres, lo que pondría en peligro las poblaciones silvestres. La utilización de una población entera de peces hembra estériles modificadas genéticamente podría reducir el entrecruzamiento entre las poblaciones nativas y las de criaderos, un problema usual en la utilización de peces no modificados genéticamente en los criaderos en jaulas y redes en el océano. La esterilidad elimina la posibilidad de que se propaguen los transgenes en el entorno, pero no elimina todos los posibles daños ecológicos. La triploidía monosexual es el mejor método existente de esterilización de peces y mariscos, aunque es imprescindible disponer de procedimientos estrictos de verificación de la triploidía27.

Microorganismos modificados genéticamente: se ha comprobado la transferencia de genes entre bacterias pertenecientes a distintas especies, géneros o incluso familias en el suelo y en otros sistemas. Tales transferencias de genes se producen entre microorganismos corrientes en todos los ecosistemas, y también se han demostrado entre microorganismos modificados genéticamente y otros microorganismos, por ejemplo con los genes resistentes a los antibióticos. La transferencia de genes antibióticos a microorganismos presentes en los alimentos y a microorganismos de importancia clínica es un efecto no deseado que afecta a la inocuidad de los alimentos, aunque debido a la bajísima frecuencia de tales transferencias la preocupación que ello pueda suscitar será muy escasa. Sólo se ha autorizado una limitada liberación de microorganismos modificados genéticamente (por ejemplo, Pseudomonas y Rhizobia), principalmente con el objetivo de investigar la propagación y destino de los microorganismos en la naturaleza. En algunos casos se ha comprobado que ciertas poblaciones bacterianas modificadas genéticamente liberadas han persistido en el suelo durante años. Se están investigando las posibles consecuencias de ello para las comunidades naturales de microorganismos del suelo. Varios factores obstaculizan la evaluación de los riesgos en esos ámbitos, como por ejemplo la escasez de conocimientos sobre los microorganismos autóctonos en el entorno (en la actualidad, sólo un 1% aproximado de las bacterias del suelo cuentan con una descripción taxonómica), la existencia de mecanismos de transferencia naturales entre microorganismos y las dificultades para controlar su propagación (Consulta FAO/OMS de expertos sobre alergenicidad de los alimentos obtenidos por medios biotecnológicos, 2001)28.

Especificidad regional en las evaluaciones de inocuidad: La obtención de resultados contradictorios con respecto a los beneficios o desventajas de un mismo cultivo modificado genéticamente puede ser debida a distintas condiciones agroecológicas en distintas regiones. Por ejemplo, la utilización de cultivos resistentes a los herbicidas y el consiguiente empleo de herbicidas podría ser perjudicial en una explotación agrícola de pequeñas dimensiones con una rotación de cultivos extensiva y una baja incidencia de plagas. Sin embargo, el moderado empleo de herbicidas asociado a esas plantas modificadas genéticamente podría ser beneficioso en otros contextos agrícolas, en los que puede suponer una disminución del uso de herbicidas. En la actualidad, no hay pruebas concluyentes sobre las ventajas o costos ambientales derivados de dichos cultivos que puedan generalizarse para todos los cultivos modificados genéticamente. Las consecuencias pueden variar notablemente entre los distintos rasgos modificados genéticamente, los diferentes tipos de cultivos y los distintos contextos locales, incluidas las características ecológicas y agroecológicas.

En 1999, el Gobierno del Reino Unido solicitó a un consorcio independiente de investigadores que investigara cómo podía afectar la explotación de cultivos modificados genéticamente a la abundancia y diversidad de las variedades silvestres cultivadas, en comparación con la explotación de las variedades convencionales de esos mismos cultivos29. El grupo de investigación concluyó que existían diferencias para la abundancia de las variedades silvestres entre los campos de cultivos modificados genéticamente y los campos de cultivos convencionales, dependiendo de la especificidad del cultivo modificado genéticamente y del lugar del análisis; pero no había una tendencia general a favor o en contra de los cultivos modificados genéticamente. Los investigadores hicieron hincapié en que las diferencias halladas no se debían únicamente al hecho de que los cultivos habían sido modificados genéticamente, sino a que dichos cultivos modificados genéticamente ofrecían nuevas posibilidades a los agricultores para luchar contra las malas hierbas, ya que utilizaban otros herbicidas y los aplicaban de forma distinta.

Vigilancia de la salud humana y de la seguridad ambiental: En el futuro, cabe que se apruebe la producción generalizada de determinados organismos modificados genéticamente, aunque puede que ello no siempre incluya la posibilidad de introducirlos también en la cadena de suministro de alimentos para el consumo humano. Ejemplos de ello podrían ser las plantas o animales utilizados para la producción de medicamentos. En dichas situaciones, será importante estudiar si deben aplicarse o no medidas de supervisión después de la comercialización, ante la posibilidad de una propagación ambiental no deseada de los animales modificados genéticamente o de sus transgenes, en el caso de que ello pudiera representar algún peligro para la inocuidad de los alimentos.

Un requisito previo para cualquier tipo de sistema de supervisión son los instrumentos de identificación o rastreo de los OMG o de los productos derivados de OMG en el medio ambiente o en la cadena de alimentación. En algunos países se están utilizando técnicas de detección (tales como la reacción en cadena de polimerasa) para controlar la presencia de OMG en los productos alimentarios, con objeto de facilitar la aplicación de los requisitos de etiquetado de los productos modificados genéticamente y vigilar los efectos de éstos en el medio ambiente. Ya se han realizado algunos intentos para estandarizar métodos analíticos de rastreo de los OMG, por ejemplo para utilizarlos en las normas de la ISO.

En la Consulta mixta de expertos OMS/FAO sobre la evaluación de la inocuidad de los alimentos derivados de animales modificados genéticamente, incluidos los peces, que se celebró en el año 2003, se señaló la necesidad de la Vigilancia después de la comercialización y, por lo tanto, de sistemas de rastreo de los productos en casos específicos.

Pre-market risk assessment: Evaluación de los riesgos antes de la comercialización
Post-market monitoring: Supervisión después de la comercialización
Surveillance before GMP Commercialisation: Vigilancia antes de la comercialización del producto
(e.g. biodiversity monitoring) modificado genéticamente (p. ej., control de la biodiversidad)
General surveillance: Vigilancia general
Contained use: Utilización confinada
Decision based on ERA I: Decisión basada en la ERA I
Limited release: Liberación limitada
Decision based on ERA II: Decisión basada en la ERA II
Case-specific monitoring: Supervisión de casos concretos
Decision based on ERA III: Decisión basada en la ERA III
Risk assessment if needed: Evaluación de los riesgos en caso necesario
Lab/Greenhouse: Laboratorios/Invernaderos
Field trials Ensayos sobre el terreno
Commercial cultivation: Cultivo para su comercialización
Approval for limited release: Autorización para la liberación limitada
Approval for placing on the market: Autorización para la comercialización
Renewal of consent: Renovación del consentimiento
Time: Tiempo

2.3 Posibles efectos de los OMG en la salud humana por medio de su impacto ambiental

Muchos países han subrayado la necesidad de evaluar los efectos indirectos de la utilización de OMG en la producción de alimentos. En un informe de la OMS y del ANPA se examinan los posibles peligros para la salud ambiental resultantes de la liberación de OMG en el medio ambiente. En dicho informe se indica que los efectos en la salud son "un índice integral de la sostenibilidad ecológica y social"30. Por ejemplo, la producción de sustancias químicas o de enzimas por microorganismos modificados genéticamente confinados (como aditivos químicos, farmacéuticos o alimentarios) ha contribuido notablemente a la disminución del uso de energía, así como de los residuos tóxicos y sólidos en el medio ambiente, lo que ha permitido una importante mejora de la salud y desarrollo humanos. Otro ejemplo de los resultados beneficiosos para el entorno humano de la utilización de cultivos modificados genéticamente es la reducción del empleo y contaminación ambiental de los plaguicidas, así como de la exposición humana a los mismos, que se ha comprobado en algunas áreas. Ello ha quedado demostrado especialmente mediante la utilización del algodón Bt resistente a los plaguicidas, al quedar probado que disminuye la intoxicación por plaguicidas en los trabajadores agrícolas31. El cruce de plantas modificadas genéticamente con cultivos convencionales o parientes silvestres, así como la contaminación de los cultivos convencionales con material modificado genéticamente, pueden tener un efecto indirecto en la inocuidad y seguridad de los alimentos mediante la contaminación de los recursos genéticos32. Las Directrices del Codex para la evaluación de la seguridad de los alimentos modificados genéticamente incluyen el análisis de posibles efectos no deseados, teniendo en cuenta que los efectos en el medio ambiente pueden provocar efectos indirectos no deseados en la salud humana33.

2.4 Métodos fitogenéticos modernos y efectos en la diversidad

Las estrategias de mejoramiento genético de los cultivos dependen en gran medida de la conservación de la diversidad de los cultivos y de los parientes silvestres. Muchos métodos de biotecnología convencional y moderna pueden interferir en la diversidad de los organismos que tienen importancia para los avances en el mejoramiento genético. En los cultivos, esos métodos pueden concentrarse a menudo en el posterior desarrollo de un número reducido de líneas selectas únicamente. La mayoría de las variedades autóctonas adaptadas al entorno local no seguirán propagándose. El sistema de protección de los derechos de propiedad intelectual también interfiere en la diversidad de los cultivos. Hay una creciente preocupación pública y científica ante la posibilidad de que se produzca una rápida disminución de la diversidad, por ejemplo, de las variedades locales. Por otro lado, los métodos modernos de biotecnología pueden propiciar la diversidad en situaciones en que las posibilidades de cría convencional son difíciles, debido a la esterilidad y las plagas, como en el ejemplo estudiado sobre los bananos34.

Leyenda:  
Ordenadas: Diversidad genética
Abcisas: Inicio de domesticación
  Fitogenética moderna (Asia 1900)
  Antes de la agricultura
Curvas
de arriba a bajo:
Poblaciones silvestres
  Variedades locales
  Líneas modernas
  Colecciones ex situ

Históricamente, los países en desarrollo han proporcionado recursos fitogenéticos de forma gratuita a los bancos de genes de todo el mundo. En la actualidad, las políticas internacionales atribuyen una gran importancia a la propiedad nacional de tales recursos. Un aspecto importante para el potencial de la investigación agrícola en el futuro es el acceso de los investigadores a los recursos genéticos, de forma que se reconozcan las contribuciones de los agricultores a la conservación y utilización sostenible de dichos recursos.

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, aprobado en una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en noviembre de 2001, constituye el marco jurídico que regula los recursos de los que dependen la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible. El Tratado establece una directiva sobre la conservación y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y dispone la distribución justa y equitativa de los beneficios que se deriven de su utilización, en consonancia con el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas. El Tratado también regula los derechos de los agricultores.

El Tratado establece un Sistema multilateral de acceso y distribución de los beneficios para los cultivos fundamentales, y subraya la interdependencia de los países con respecto a los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Asimismo, alienta a los países en desarrollo ricos en recursos genéticos a colocar germoplasma en el Sistema multilateral de acceso y distribución de los beneficios. Los usuarios del material firmarán un Acuerdo de transferencia de material, que recogerá las condiciones de acceso y de distribución de los beneficios mediante un fondo establecido en el marco del Tratado. A cambio, los propietarios de los recursos genéticos obtendrán una parte de los beneficios derivados de la utilización y desarrollo de los mismos en forma de información, transferencia de tecnología y creación de capacidad.

3. Interacción entre riesgos ambientales, riesgos alimentarios y aspectos socioeconómicos

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha informado de que, entre los años 1975 y 2000, el mundo perdió el 22 por ciento de sus tierras con alto potencial agrícola. Ello equivale a 600 000 millas cuadradas, superficie equivalente a la de Alaska. Dicha pérdida resulta alarmante ya que, con el aumento de la presión demográfica, la producción agrícola tendrá que extenderse a tierras con un potencial medio y bajo, que no sólo son menos productivas sino también más frágiles y propensas a degradarse. La degradación del suelo se produce principalmente debido a la deforestación, las actividades agrarias, el sobrepastoreo y la sobreexplotación. Las manifestaciones biofísicas incluyen la erosión y la pérdida de la capacidad de retención de agua. Pero lo más importante (y lo más complejo) son los aspectos sociales y económicos. De hecho, algunas personas consideran que la degradación del suelo es un problema socioeconómico, más que biofísico. Por ejemplo, el aumento de la población incrementa la demanda de tierras de cultivo, lo que suele conllevar deforestación, períodos de barbecho más cortos y un cultivo ininterrumpido. Las políticas económicas a muy corto plazo suelen empeorar la situación al alentar a los agricultores a adecuar nuevas tierras para el cultivo, en lugar de proteger las tierras que ya se cultivan. Los acuerdos que no aseguran la tenencia de la tierra disuaden a los agricultores de realizar inversiones a largo plazo, que son necesarias para la conservación de los recursos35.

Las consecuencias de la liberalización del comercio: La aplicación o reforma de las políticas agrarias y comerciales acarrea un complejo conjunto de efectos ambientales (algunos de ellos negativos, otros positivos, y que a veces se reflejan en las cuestiones de inocuidad de los alimentos). Las repercusiones de un comercio agrícola más liberalizado en la calidad ambiental dependen de una serie de factores, como la combinación de los productos básicos después de la reforma, el nivel de producción, los cambios en los insumos de producción, el aprovechamiento de la tierra, los cambios técnicos y la capacidad de la base de recursos naturales para asimilar los efectos de la producción. El efecto adicional de esos cambios con respecto a la inocuidad de los alimentos dependerá, en muchos casos, de la existencia de sistemas de inocuidad de los alimentos, así como de la experiencia relativa a la nueva o mayor producción de alimentos básicos.

Una mayor liberalización del comercio permite mejorar el acceso a los mercados para los productos que estaban sujetos anteriormente a restricciones cuantitativas (tales como los contingentes u otros obstáculos no arancelarios), así como aproximar los precios a los precios mundiales. Los recursos se redistribuyen a medida que los precios se ajustan a las condiciones del mercado y reflejan la disponibilidad de recursos tales como la tierra cultivable, la mano de obra y otros insumos agrícolas. A medida que los precios varían, los agricultores responden modificando su combinación de cultivos y su utilización de insumos, así como comprando o vendiendo tierras e invirtiendo en nueva maquinaria. En aquellos países donde las reformas provoquen un aumento en los precios fijados por los productores, los agricultores responderán aumentando la producción, intensificando el aprovechamiento de la tierra y/o incrementando la utilización de los insumos químicos36.

Además, las consideraciones de orden comercial y sanitario están estrechamente relacionadas entre sí. La utilización de normas internacionales para los alimentos comercializados, centradas en la inocuidad de los alimentos, pero también muy probablemente en las cuestiones ambientales en un futuro, podrán mejorar no sólo los alimentos comercializados a nivel internacional, sino también los alimentos locales y, por consiguiente, la salud de los consumidores locales. Ello, a su vez, favorecerá tanto la salud como el desarrollo social y económico (situación en la que todos salen ganando). La cooperación entre los organismos internacionales, con el objeto de centrar el desarrollo en dichos ámbitos, queda ilustrada con la creación del Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio37, que representa un esfuerzo conjunto de la OMS, la FAO, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) y el Banco Mundial. Se espera que dicho Servicio proporcione los medios necesarios para que los países en desarrollo refuercen sus sistemas cumpliendo con las normas internacionales, en beneficio tanto de los alimentos para la exportación como para el consumo local.

4. Aspectos éticos de la evaluación de los riesgos ambientales

En un informe de la FAO sobre las cuestiones éticas relacionadas con la agricultura y la alimentación se recapitulan los acuerdos internacionales relativos a la naturaleza y a la producción de alimentos. Entre dichas cuestiones éticas se incluyen el valor de los alimentos, el valor de un mejor bienestar, el valor de la salud humana, el valor de los recursos naturales y el valor de la naturaleza, mientras que el Convenio sobre la Diversidad Biológica reconoce que la propia naturaleza debe ser valorada como tal. El resumen de estos objetivos muestra que todos los argumentos fundamentales que se suelen estudiar en una evaluación de riesgos y beneficios de la biotecnología alimentaria, sobre todo la mejora de la productividad para aumentar la producción alimentaria, la equidad, la salud y la protección de la naturaleza, se entrecruzan e interfieren entre sí, por lo que se requiere una fuerte consideración ética38,39.

Se reconoce a nivel internacional que la evaluación, gestión y comunicación de los riesgos son elementos fundamentales de la gestión de los posibles riesgos emergentes relacionados con las nuevas tecnologías de producción alimentaria, en la que debe llevarse a cabo la evaluación de riesgos sobre la base de “su fundamentación científica”. Sin embargo los debates sobre el empleo de la precaución (denominada por algunos países “principio cautelar”) y la necesidad de respetar otros factores legítimos alejados de la evaluación científica de los riesgos han sido objeto de controversias40.

En la Consulta de Expertos de la FAO sobre inocuidad de los alimentos, bromatología y cuestiones éticas conexas, que se celebró en Roma en el año 2002, se lograron progresos científicos en dichas cuestiones. En aquella ocasión, los expertos convinieron en que la evaluación de riesgos se basaba en la ciencia, pero las pruebas y los análisis científicos no siempre podían dar respuestas inmediatas a las cuestiones planteadas. Muchas de las pruebas científicas son provisionales, ya que los procesos científicos establecidos incluyen la verificación y reverificación de los resultados con el fin de obtener el nivel de seguridad requerido. Normalmente las decisiones adoptadas se defienden amparándose en bases “científicas”, y algunas veces también en costos y beneficios económicos, los cuales ofrecen aparentemente una prueba objetiva y comprobable de que la elección es “correcta”. Las decisiones que se basan explícitamente en principios y valores éticos pueden ser, sin embargo, igualmente defendibles, si la sociedad acepta ampliamente los supuestos éticos utilizados para fijar las políticas. El énfasis en la ciencia y la exclusión de los argumentos éticos para fundamentar las decisiones pueden polarizar el debate científico.

Un grupo formado por científicos y representantes de ONG y de la industria, procedentes de varios sectores, formularon el primer planteamiento en materia de inocuidad que reclamaba una negociación interactiva entre investigadores, miembros de la industria, representantes de los poderes públicos y consumidores para formular las normas sobre inocuidad. Dichas normas harían de la inocuidad un criterio presente en los debates sobre desarrollo desde el principio y no al final, justo antes de la notificación del producto, e incluirían la supervisión después de la comercialización, la capacitación y la administración41.

La dependencia de factores de importancia directa para la evaluación de los riesgos de los productos resultantes de las nuevas tecnologías con respecto a los factores socioeconómicos o éticos será tratada en las tentativas de lograr una evaluación integral de las posibles consecuencias, en el marco de un proyecto que la OMS está llevando a cabo en la actualidad42. Además, en la Consulta mixta de expertos OMS/FAO sobre la evaluación de la inocuidad de los alimentos derivados de animales modificados genéticamente, incluidos los peces, que se celebró en el año 2003, se propuso un análisis que incluía criterios éticos utilizando una matriz ética43; y recientemente se ha propuesto la utilización de principios de beneficencia y de no maleficencia, de justicia y de imparcialidad, así como de elección y de autonomía en la toma de decisiones, con vistas a una evaluación metodológica estructurada44.

5. La función de las organizaciones internacionales, la creación de capacidad y la coordinación

Los productos obtenidos mediante distintos métodos de biotecnología moderna ya se comercializan en los mercados locales o internacionales. Se han mejorado los cultivos, animales o microorganismos en función de los objetivos agrícolas, en los casos en que dichos organismos podían manifestar características específicas con respecto a su inocuidad o utilidad en diferentes ámbitos agroecológicos, socioeconómicos o culturales. En un mercado de producción agrícola globalizado es muy probable que se comercialicen a nivel internacional los productos derivados de estos organismos, por lo que las medidas de seguridad del Protocolo sobre Seguridad de la Biotecnología serán importantes para prevenir riesgos. No obstante, las posibilidades del protocolo se limitan a los movimientos transfronterizos de los OVM y a sus efectos directos en la diversidad. Además, puede ser difícil lograr la suficiente capacidad técnica para llevar a cabo análisis exhaustivos en muchos países en desarrollo. Por otro lado, la necesidad de intercambiar de forma coordinada información local, así como internacional, con respecto a parámetros complejos requiere unos medios técnicos y científicos sofisticados. La capacidad de la Comisión del Codex Alimentarius para proseguir su labor sobre los principios y directrices acordados a nivel internacional para establecer un marco de análisis de los riesgos de inocuidad de los alimentos será fundamental para lograr un verdadero avance mundial en este ámbito, integrar los distintos aspectos de la evaluación de las nuevas tecnologías agrarias y asegurar que las consideraciones sobre la salud humana siguen siendo prioritarias. Todo ello precisará, en último término, la adopción de medidas para la creación de capacidad en algunos países, así como una intensa participación de los organismos internacionales en actividades de supervisión coordinadas, en la recogida de datos y en el análisis de los mismos. Para avanzar con éxito y equidad en esa dirección será esencial una cooperación decidida de las organizaciones internacionales, especialmente de los organismos de las Naciones Unidas, será esencial.


1 CE, La agricultura y el medio ambiente, 2003

2 CE, La agricultura y el medio ambiente, 2003

3 Levitan, L., Merwin, I. y Kovach, J., 1995. Assessing the relative environmental impacts of agricultural pesticides: the quest for a holistic method. Agriculture, Ecosystems and Environment. 55 (1995).p 153-158

4 National Council for Agricultural Research, The Netherlands, http://www.agro.nl/nrlo/english/pdf/9804e.pdf

5 Ervin et al., Environment 1998. http://www.findarticles.com/p/articles/mi_m1076/is_n6_v40/ai_20979662

6 Baldock et al., environmental integration and the CAP, a report of the E.C.

7 http://www.millenniumassessment.org/en/about.overview.aspx

8 Indicadores agroambientales de la OCDE http://www.oecd.org/document/6/0,2340,en_2649_33791_1842886_1_1_1_1,00.html

9 OCDE 2002, COM/AGR/CA/ENV/EPOC(2001)60/FINAL

10 von Schirnding YE. Health-and-environment indicators in the context of sustainable development. Can J Public Health. 2002 Sep-Oct; 93 Suppl 1: S9-15

11 http://www.biodiv.org/world/parties.asp

12 www.biodiv.org/convention/articles.asp

13 Federación Europea de Biotecnología: Biodiversidad: el impacto de la biotecnología, boletín, 2001

14 http://www.nature.com/nature/journal/v405/n6783/pdf/405228.pdf

15 http://debate.uvm.edu/NFL/rostrumlib/policy200305bauschard.pdf

16 http://www.nuffieldbioethics.org/go/browseablepublications/gmcrops/report_238.htr

17 Olden, J.D. et al., 2004. Ecological and evolutionary consequences of biotic homogenization. Trends in Ecology and Evolution 19:18-24.

18 The Pew Initiative on Food and Biotechnology, ‘Harvest on the horizon: Future uses of agricultural biotechnology', septiembre de 2001: http://pewagbiotech.org/research/harvest/harvest.pdf

19 FAO, lucha integrada contra las plagas: http://www.fao.org/ag/AGP/AGPP/IPM/gipmf/index_es.htm

20 Organic: is it the future of farming? Nature, 2004: 428; http://www.nature.com/cgi-taf/DynaPage.taf?file=/nature/journal/v428/n6985/full/428792a_fs.html

21 Anthony J. Conner, Travis R. Glare, Jan-Peter Nap . The release of genetically modified crops into the environment. Part II. Overview of ecological risk assessment. The Plant Journal (2003) 33, 19–46

22 http://www.icgeb.org/~bsafesrv/bsflib.htm

23 OMS, ANPA, 2000 http://www.euro.who.int/foodsafety/Otherissues/20020402_5

24 9 Duke SO. Weed Management: Implications of Herbicide Resistant Crops . 2001.

25 LI JUAN CHEN y BAO-RONG LU*,3 Gene Flow from Cultivated Rice (Oryza sativa) to its Weedy and Wild Relatives Annals of Botany 93: 67-73, 2004

26 National Academy, Animal Biotechnology: Science based concerns, 2002; The Royal Society, 2000. http://www.nap.edu/catalog/10418.html?onpi_topnews082002

27 Consulta mixta de expertos OMS/FAO sobre la evaluación de la inocuidad de los alimentos derivados de animales modificados genéticamente, incluidos los peces, 2003

28 http://www.who.int/foodsafety/publications/biotech/ec_sept2001/en/

29 Reino Unido, Acre; www.defra.gov.uk/environment/gm/fse/results/fse-summary.pdf

30 Organización Mundial de la Salud/Agencia Nacional para la Protección del Medio Ambiente. Release of Genetically Modified Organisms in the Environment: Is it a Health Hazard? Informe del Seminario conjunto OMS/EURO-ANPA (OMS, Roma, Italia) http://www.euro.who.int/document/fos/Fin_rep.pdf (7-9 de septiembre de 2000).

31 Prey CE, Huang J, Hu R, y Rozelle S. 2002. Five years of BT cotton in China- the benefits continue. Plant J.31 31:423-430.

32 Alvarez-Morales, A. Transgenes in maize landraces in Oaxaca: official report on the extent and implications.
Documento presentado en el 7º Simposio Internacional sobre la Seguridad de la Biotecnología de los Organismos Modificados Genéticamente. http:// www.worldbiosafety.net/paper

33 Haslberger A., 2003 Nature Biotechnology , 21:739, http://www.alexander-haslberger.at/pdf/CODEX,%20NB.pdf

34 http://cooltech.iafrica.com/technews/201934.htm

35 USAID Program and Operations, Assessment Report No. 18

36 USDA, Agricultural outlook, Dec. 1996

37 http://www.standardsfacility.org/sp/index.htm

38 FAO, http://www.fao.org/DOCREP/003/X9601E/X9601E00.htm

39 Center for agriculture, bio- and environmental ethics, http://www.kuleuven.ac.be/cabme/index.php?LAN=E

40 http://www.consumersinternational.org/document_store/Doc604.pdf

41 Kapuscinski AR, Goodman RM, Hann SD, Jacobs LR, Pullins EE, Johnson CS, Kinsey JD, Krall RL, La Vina AG, Mellon MG, Ruttan VW., Minnesota Nat Biotechnol. 2003 Jun;21(6):599-601.

42 OMS, descripción de un estudio de la OMS sobre la biotecnología alimentaria moderna, la salud humana y el desarrollo
http://www.who.int/foodsafety/biotech/who_study/en/

43 Kaiser, M., http://www.ccels.cardiff.ac.uk/pubs/kaiserpaper.pdf

44 Gesche A. et al., Towards a global code of ethics for modern foods and agricultural biotechnology. En: Tavernier, J. y Aerts S., 2004. Eurosafe, 2004, Science ethics and society, p 125-128. http://www.alexander-haslberger.at/pdf/Food%20ethics.PDF