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4 Perspectivas del Sector Forestal al 2020

El conocimiento sobre las perspectivas y proyecciones es esencial para desarrollar sanas políticas forestales. Con este fin, uno de los elementos críticos para la planeación efectiva de largo plazo, es la información sobre niveles de demanda y fuentes de suministro. Lamentablemente este tipo de datos son difíciles de cuantificar y proyectar, ya que el país de una parte no tiene registros estadísticos históricos completos y consistentes para proyectar tendencias y de otra, carece de inventarios de sus recursos forestales productores y sus tasas de crecimiento.

Las perspectivas que se identifican más adelante se basan en las tendencias que muestran las fuerzas impulsoras analizadas y en las apreciaciones de personas de sectores públicos y privados, expresadas en documentos recientes o en entrevistas directas.

(i) Fuerzas impulsoras extra sectoriales

Las fuerzas analizadas pueden agruparse en dos tipos, que según sus tendencias tienen efectos diferentes sobre el sector forestal:

Un primer grupo que tiende a influenciar negativamente el desarrollo del sector, por lo menos a corto y mediano plazo, ya que en resumen llevan a caracterizar que estamos ante una economía sin crecimiento significativo, con un PIB nacional que muestra tasas de cambio negativas y un ingreso per. cápita que lleva al empobrecimiento de la población afectando su capacidad de demanda de bienes. Adicionalmente, con una deuda externa creciente que compromete la capacidad de inversión interna; una inversión externa con serias restricciones y un conflicto armado cuya solución no se ve a corto plazo.

El segundo grupo influencia positivamente la permanencia de la masa forestal, ya que conlleva a menos presión sobre los bosques para explotarlos irracionalmente y/o generar cambios de uso del suelo. Aquí se encuentran: baja tasa de crecimiento poblacional; baja densidad de población por hectárea en las regiones boscosas; tendencia creciente de procesos de concentración de población en los centros urbanos; e incremento de la energización de las zonas rurales con la consiguiente disminución de la demanda de madera para combustible.

De otra parte, la construcción y el mejoramiento de redes viales orientadas a mejorar las condiciones de competitividad de los productos colombianos y las acciones de exploración y explotación petrolera, serán acciones que facilitarán el acceso a zonas boscosas, generando cambios de uso del suelo forestal.

El optimista escenario de la solución del conflicto armado del país durante la presente década, generaría una significativa reacción de la economía y en la segunda década hacia el 2020. Siendo así, las fuerzas extra sectoriales del primer grupo tendrían impactos positivos para impulsar el desarrollo del sector.

(ii) Fuerzas impulsoras sectoriales

Estas fuerzas igualmente se pueden agrupar en dos, ya que presentan tendencias cuyos los efectos impactan al sector en dos sentidos:

Un primer grupo que no impulsa el desarrollo del sector productivo forestal y que se origina en falta de institucionalidad para la parte productiva, falta de políticas de Estado y de normatividad clara y estable, falta de un crédito específicamente diseñado para la actividad forestal, ausencia de manejo sostenible del bosque natural para producción de madera y de productos no madereros, falta de manejo en plantaciones con excepciones en la gran industria privada, y finalmente el estancamiento del crecimiento de la industria forestal.

Un segundo grupo de fuerzas que impulsa positivas tendencias para la protección de ecosistemas y en consecuencia un futuro optimista de conservación de la biodiversidad y la generación de servicios ambientales.

Las perspectivas aquí presentadas se mueven en un escenario de mucha incertidumbre, esperando la solución del conflicto armado hacia el año 2010 y unos significativos cambios de la economía hacia el 2020. Con su identificación se pretende tener elementos para generar discusiones sobre escenarios futuros del sector forestal, que pueden ser fortalecidos o modificados con políticas de Estado definidas ahora o en el corto plazo, buscando tener resultados en el característico horizonte de largo plazo en que se mueve la actividad económica forestal.

Las perspectivas se presentan enmarcadas bajo tres elementos: (i) el uso del suelo forestal; (ii) las demandas sobre el bosque; y (iii) la institucionalidad forestal productora.

4.1 El uso del suelo forestal

Las tendencias analizadas se refieren a los bosques naturales productores, las plantaciones forestales comerciales y protectoras, y las áreas para conservación de biodiversidad.

4.1.1 Bosques naturales

Las bajas tendencias de crecimiento poblacional nacional, la tasa de crecimiento natural y las tendencias periódicas decrecientes, conllevan a concluir que la necesidad de producir mayores cantidades de alimentos no será el factor que origine significativos cambios de uso del suelo forestal. Será la rentabilidad de otros cultivos la que genere alteraciones.

Una tasa realista de alteración de cobertura de bosques hacia el 2020, es considerar estática la tendencia actual reportada por el IDEAM, que implica la pérdida de unas 90.000 has./año y a su vez ganancias del orden de 37.000 has./año.

4.1.1.1 Bosques naturales productores

Hacia el 2020 aún no es posible para el país, que las plantaciones forestales le suministren la calidad y la cantidad de madera que actualmente se obtiene del bosque natural. La mayoría de las plantaciones han venido siendo manejadas en turnos cortos, con el fin de obtener materia prima para pulpa y astillas para tableros. Las plantaciones con maderas rojas requerirán turnos alrededor de los 25 años, para tener dimensiones aceptables por la industria de la madera aserrada. Similar turno requieren el Pinus y el Eucaliptus, si es que el manejo de la plantación es para madera aserrada o estructural de grandes dimensiones.

El país no puede depender de una política de importaciones, para facilitar que la demanda de materia prima para la industria del aserrío sea satisfecha, teniendo un recurso natural que puede ser manejado sosteniblemente para la producción de bienes que requiere la sociedad. Lo positivo es que hay tendencias que llevan a concluir que hacia el 2020, habrá una considerable extensión de bosque natural que será declarada como “áreas productoras”.

Inicialmente, se encuentran serios avances en aspectos metodológicos de criterios e indicadores para el manejo sostenible y guías para la certificación forestal aprobadas por la FSC; también hay la decisión en la autoridad ambiental nacional, para lograr la zonificación de 500.000 has. de bosques naturales productivos. Esto es fundamental para poder planificar un ordenamiento del bosque y buscar su aprovechamiento sostenible. La falta de un presupuesto asegurado para financiar los trabajos de zonificación requeridos podrá ser el factor que retrase la obtención de resultados a corto plazo.

Ante los indicios de posibilidades futuras de aprovechamiento sostenible en las áreas zonificadas, hay serias opiniones148 que consideran una utopía esa meta, ya que los bosques productivos no están accesibles y se requerirán grandes inversiones en carreteras y electrificación, que atraigan una inversión privada externa, hoy alejada por la situación socio política del país. Adicionalmente, el manejo sostenible de estos complejos ecosistemas es una actividad que debe basarse en investigación pura y aplicada, de la cual no dispone el país. Como de otra parte se ha planteado149, las tecnologías utilizadas en el pasado por el sector privado deben ser reinventadas, en el marco de los requerimientos ecológicos y sociales que hoy se hacen sobre los bosques naturales.

Las perspectivas de corto plazo son de una continuidad del esquema actual, en el cual por la vía legal de permisos de aprovechamiento y la ilegal, saldrán anualmente al mercado unos 2 millones de m3 de madera en rollo industrial, de diferentes especies y zonas del país.

Hacia el 2010 la perspectiva es contar con la zonificación de unas 500.000 has. de bosques naturales productores y el incremento de procesos de investigación básica y aplicada orientadas al manejo sostenible del recurso. Hacia el 2020 en el escenario de haberse terminado el conflicto armado y con una legislación específica que promueva el desarrollo productivo del bosque natural, será factible interesar inversionistas para consolidar procesos de aprovechamiento sostenible.

4.1.1.2 Bosques propiedad de las Comunidades negras

Para atender las demandas del mercado es bastante improbable en esta década, la participación formal del aprovechamiento de estos bosques dentro de procesos industriales ordenados, como la cadena forestal. Aparte de los problemas de orden público que alejan a los inversionistas, existe una limitante en la aplicación de la Ley 70 de 1993 que entregó los bosques a estas comunidades y es el hecho de que los Artículos relacionados con el aprovechamiento y manejo sostenible aun no están reglamentados. De otra parte, aún no es clara la complejidad del proceso para llegar a establecer alianzas estratégicas entre comunidades y sector privado, para el manejo sostenible de los bosques productores.

Una apreciación clara150 del problema es la informalidad del aprovechamiento a la cual están acostumbrados, la necesidad de fortalecer su capacidad de negociación y la cultura forestal requerida para hacer contratos de largo plazo con terceros; los arreglos a esta situación son de largo plazo. Adicionalmente151, un complicado aspecto para acordar compromisos, es que a estas comunidades las titula colectivamente el Estado, pero el Consejo Comunitario asigna áreas individualmente y cada cual decide como actuar; el concepto comunitario no es el mismo que tienen las culturas indígenas.

Adicionalmente, la posible sociedad: inversionista-comunidad, dependerá de la voluntad de la autoridad ambiental para otorgar permisos persistentes de aprovechamiento de muy largo plazo y sobre grandes extensiones, que den seguridad al inversionista en cuanto al abastecimiento de materia prima y al retorno a la inversión.

Si el Estado no está presente para apoyar a las comunidades en el proceso de búsqueda de alianzas estratégicas con inversionistas privados, es factible que las mejores tierras hoy cubiertas de bosques tengan cambio de uso por cultivos de corto plazo más rentables para las comunidades, como ha venido sucediendo con el avance de los cultivos de banano y palma africana en las regiones forestales del Chocó.152

4.1.2 Las plantaciones forestales

4.1.2.1 Plantaciones comerciales

Según apreciaciones del sector industrial153 a pesar de la baja tasa de anual de plantaciones forestales nuevas, el país ha logrado grandes avances en esta actividad económica y dispone de insumos con los cuales es perfectamente posible que el gobierno estructure un plan de acción forestal nacional, con metas medibles y cuantificables, observando que la reforestación comercial permitirá un mejor manejo y uso de los bosques naturales.

Desde 1995, año en el cual se inició el otorgamiento del incentivo del CIF, su participación en la reforestación ha sido muy irregular, mostrando un mínimo apoyo de 3.311 ha en 1995, hasta un máximo de 13.371 has. en el 2000, para un promedio de casi 8.000 ha/año entre 1995 y 2002, tendencia que se muestra en el Anexo 11.

Estos logros contrastan con la meta establecida en el Programa de Oferta Agropecuaria del Ministerio de Agricultura que era de 1.5 millones de ha en 15 años, iniciando con la plantación de 70.000 ha durante los años 2000 - 2001 y 2002. La citada meta también está presente en el Plan Nacional de Desarrollo Forestal, pero con un horizonte de 25 años.

Las limitaciones de recursos del presupuesto nacional para financiar el CIF generan desconcierto y están afectando negativamente el cumplimiento de las metas de reforestación en los núcleos forestales

Las perspectivas vista la situación económica del país y la capacidad de inversión del Estado, es que en la década al 2010 no se modificarán las tendencias actuales. Hacia el 2020 en el escenario de estar solucionado el conflicto armado del país, los cambios pueden ser significativos no por la acción del CIF, sino por las posibilidades de inversión externa y por fuentes internas identificadas154, como es la disponibilidad de capitales en los fondos de pensiones, todo acompañado con el diseño de nuevos incentivos.

Con insumos como los mencionados, es factible que el país se acerque a tener un millón de has. reforestadas en el 2020, siempre y cuando haya una política de Estado para las plantaciones forestales, con reglas justas, estables y concertadas, manteniendo por lo menos los incentivos vigentes y con el apoyo de nuevos mecanismos financieros.

4.1.2.2 Plantaciones protectoras

Este es un programa bandera del Ministerio de Ambiente realizado básicamente con recursos externos y el apoyo de las regiones y de los mismos beneficiarios. Según los reportes del Ministerio, durante el período 1995-2001 se plantaron 86.000 ha. Estos logros han sido cuestionados por la comunidad forestal. Según el Ministerio, con los recursos disponibles esperan plantar 120.000 ha adicionales hasta el 2006, en 17 microcuencas definidas con criterios de seguridad hídrica155.

La perspectiva, basada en los reportes mencionados, es que antes del 2020 ya estará cumplida la meta de 271.000 ha de plantaciones protectoras, que estableció el Plan Nacional de Desarrollo Forestal.

4.1.3 Conservación de ecosistemas naturales

Hay tendencias que llevan a concluir que hacia el 2020 el país tendrá una considerable área de ecosistemas de bosques naturales, dedicados a la conservación de la biodiversidad. La base son unos 16 millones de has. declaradas dentro de los grupos que se tratan a continuación, junto con las hectáreas que dentro de las reservas indígenas (44.3 millones has.) y los bosques de las comunidades negras (5.6 millones de has.) no sean declaradas bosques productores.

4.1.3.1 Sistema Nacional de Áreas Protegidas

Las perspectivas basadas en los avances de trabajos del Ministerio de Ambiente y las nuevas fuentes de financiamiento de largo plazo, son contar con un Sistema debidamente estructurado hacia el 2010, manejando los actuales 10.4 millones de ha, bajo un esquema administrativo regional de áreas protegidas, en el cual participen actores regionales y locales, bajo la coordinación desde el Ministerio, a través de la dependencia que reemplace a la del actual Sistema de Parques Nacionales Naturales. Vistas las actividades en proceso, hacia el 2020 la mayoría de las actuales 49 áreas deberán tener sus planes de manejo.

El Plan Nacional de Desarrollo Forestal, Subprograma de Conservación in Situ de Ecosistemas y Biodiversidad, estableció una meta de 500.000 ha de Corredores Biológicos para ser incorporados al Sistema. Esto significa que hacia el 2020 el Sistema administrará casi 11 millones de hectáreas, o sea un 10 % del territorio nacional continental.

Adicionalmente, se espera que hacia el 2010 esté funcionando el Sistema de Información de las Áreas Protegidas, el cual tendrá una red nacional para consulta sobre las características de éstas y sus servicios. Con ello se facilitará el desarrollo de la industria del ecoturismo, la cual para el 2020 se habrá beneficiado durante 20 años, del actual incentivo de exención de impuestos de renta para esta actividad económica.

4.1.3.2 Reservas Forestales protectoras de orden nacional

Con estas Reservas las perspectivas son que al 2020 la mayoría de las actuales 52 áreas, unas 357.000 ha, tengan su plan de manejo y que la implementación de varios planes esté ejecutándose bajo un esquema descentralizado de ejecución, según el cual las autoridades regionales y locales deben apropiarse de los Planes y apoyados por el Ministerio de Ambiente, concretar su financiamiento.

El Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006, tiene como meta declarar 1.0 millón de ha de reservas forestales y unidades de conservación, para ser incorporadas al Sistema de Áreas Protegidas.

4.1.3.3 Áreas de Reserva de la sociedad civil

La perspectiva con estas áreas, que relativamente cubren una poca extensión pero han tenido una tendencia creciente llegando actualmente a casi 33.000 ha, es que ante las dificultades económicas del país para otorgar incentivos directos monetarios, para pagar a los propietarios de la tierra por los servicios ambientales que ofrecen sus bosques, muchas de las actuales áreas cambien el uso actual del suelo.

4.2 Las demandas sobre el bosque

Las perspectivas analizadas se relacionan con las demandas de servicios ambientales; de madera y productos de madera; de madera para combustible; y de productos forestales no madereros.

4.2.1.1 Servicios ambientales del bosque

De acuerdo a las tasas de urbanización y a las relaciones urbano/rural, a la invasión de la actividad agrícola en suelos de vocación forestal, y a la conciencia ambientalista de la población colombiana, la perspectiva sobre los servicios ambientales es que el tema se moverá entre dos extremos:

El primero, en regiones en donde hay deforestación y degradación de bosques en zonas estratégicas ambientales (páramos, reservas, etc.), debido a la agricultura de subsistencia de grupos de desplazados de las mejores tierras agrícolas, sin que la situación pueda ser corregida por la autoridad ambiental. Esta realidad se reflejará en: incremento de costos sociales originados en la caída de la productividad agrícola; pérdida de nichos de biodiversidad y la consecuente pérdida de biodiversidad; daño a la calidad del agua; y alteración del régimen hídrico de las corrientes.

El segundo es el extremo positivo, en regiones en donde la autoridad controla la deforestación y la degradación, y con el apoyo ciudadano por el contrario amplía o estimula la ampliación de áreas forestales protectoras.

Aunque sobre los servicios ambientales hay un movimiento de opinión importante, la creación de mercados para transarlos es una tarea difícil y que tomará más tiempo del deseado. Cambiar la escala de principios de una sociedad, para convencerla de que ciertos servicios que antes los tomaba gratuitamente del entorno, ahora debe pagar por ellos, es un proceso de largo plazo, que en el país está acompañado de las restricciones económicas de la mayoría de la población.

Hacia el 2020, el apoyo de la mayoría urbana de la población será un factor de gran demanda por los servicios ambientales que generan los bosques. El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial a través de sus institutos de investigación, habrá concluido estudios de valoración de la biodiversidad y propuesto esquemas en busca de que se consoliden mercados para algunos servicios ambientales; allí, los esquemas flexibles y costo eficaces serán fundamentales. Se espera igualmente que en la década 2010-2020, proyectos forestales impulsados por la Oficina para la Mitigación del Cambio Climático, estén en plena ejecución.

4.2.2 Madera y productos de madera

4.2.2.1 Bosques naturales

La influencia combinada del crecimiento poblacional, la falta de crecimiento económico, el ingreso per. cápita decreciente, los niveles de pobreza, los índices de construcción de vivienda básicamente de ladrillo y cemento, no conllevan a pronosticar grandes crecimientos en el consumo nacional de madera y productos de madera, y la consecuente producción industrial.

En paralelo, la demanda por esta madera continuará sin posibilidad de ser sustituida por madera de plantaciones, debido a la inexistencia de calidades similares, dimensiones requeridas por la industria mecánica y volúmenes156.

Derivado de las tendencias de producción calculadas en estudio para el Ministerio del Medio Ambiente157 y ante las condiciones de crecimiento económico del país y su crecimiento poblacional, se considera que la demanda de madera del bosque natural continuará creciendo un 3% anual. Esto significa incrementos de unos 50.000 m3/año, respecto a la proyección existente de 1´640.000 m3 para 2004. Datos en un informe del Ministerio del Medio Ambiente158 indican una producción de madera en rollo industrial promedio de 1.9 millones de m3/año, período 1998 a 2001. Con el mencionado crecimiento de demanda del 3% anual, habrá crecimiento de unos 53.000 m3/año.

En promedio, lo anterior implica que hacia el 2020 la producción del bosque natural deberá estar alrededor de 3 millones de m3/año.

No hay información disponible de inventarios forestales, para estimar si hay posibilidades de aprovechamiento sostenible y extraer ese volumen anual, sin destruir los bosques, o si se deberá depender de importaciones de madera y productos de madera para atender las demandas futuras.

4.2.2.2 Plantaciones forestales

Como está sucediendo en el mundo, hay un cambio en las fuentes de suministro de madera del bosque natural a la de plantaciones, lo cual entre otras cosas disminuye la presión sobre los bosques naturales, permitiendo que estos puedan proveer otros bienes y servicios.

Las perspectivas basadas en las políticas del país, son igualmente que las plantaciones sean la alternativa del mercado colombiano para obtener su materia prima en el futuro. Lamentablemente la magnitud del suministro no tiene estimaciones, debido a la falta de estadísticas sobre especies, hectáreas plantadas, edades y sus incrementos anuales, que permitan estimar volúmenes de las futuras ofertas de madera industrial; no hay estudios sobre el particular.

Los núcleos forestales como elementos impulsadores del desarrollo forestal productivo del país son otra gran perspectiva hacia el 2020. Aunque 5 núcleos están en proceso de consolidación, el esquema aún no puede mostrar resultados de su real potencial y así como hay principios de optimismo, hay igual dudas, así como limitaciones a sus posibilidades en Colombia159. Hacia el 2010 el país podrá tener certeza del éxito relativo de la política de producción a través de núcleos forestales.

La situación económica del país y las limitaciones para la inversión externa en esta actividad de largo plazo, ponen en riesgo el cumplimiento de la meta de tener 1.5 millones de ha plantadas en 25 años. Se estima160 que bajo ciertas condiciones de especies a plantar, el costo para esa meta es del orden de $EE.UU.2.000 millones, incluyendo construcción de vías e infraestructura menor, pero no la compra de tierra.

Datos del anteriormente citado informe del Ministerio del Medio Ambiente indican para las plantaciones, una producción de madera en rollo industrial promedio de 462.000 m3/año, para período 1998 a 2001, con una tendencia decreciente de 541.000 m3 en 1998 a 392.000 m3 en el 2001.

Las perspectivas hacia el 2020 son muy inciertas en términos de volúmenes, pero se espera que la madera de plantaciones aporte un mayor porcentaje dentro de la demanda nacional de madera industrial, respecto al actual que es del orden del 20%.

4.2.2.3 La industria forestal

Estimaciones sobre la inversión requerida para industrializar la madera que se produciría de cumplirse la meta de 1.5 millones de hectáreas de plantaciones nuevas, indican necesidades del orden de $EE.UU.18.000 millones161

Otras inversiones no cuantificadas se requieren para modernizar la obsoleta industria del aserrío que trabaja la madera que sale de los bosques naturales, que es generadora de desperdicios superiores al 50%.

La industria de los tableros contrachapados y de partículas enfrenta una delicada competencia con los tableros MDF que no se producen en el país y son altamente demandados en el mercado nacional y en el internacional. Los tableros OSB tampoco se producen en el país y son productos de alta demanda en mercados internacionales. No hay indicios de planes de inversión para que el país ingrese a la producción de estos dos tipos de tableros.

La industria de pulpa de madera es la gran demandadora de la producción de las plantaciones. En el período 1997-2001 tuvo un nivel de producción promedio de 190.000 tn/año, con un mínimo de 174.736 TN en 1997 y un máximo de 211.212 TN en el 2000. Aunque el consumo aparente ha variado entre 258.284 TN en 1997 a 315.596 TN en el 2000, es dudoso que haya ampliaciones de capacidad de producción162, debido a una serie de factores que tocan con la estructura de costos de esta industria, monto de las inversiones requeridas y alternativas de suplementos de materia prima (desperdicios de papel y cartón), que no hacen atractiva la inversión. De otra parte debe tenerse en cuenta la total dependencia que esta industria tiene del comportamiento del mercado de los productos finales que son papeles y cartones. Mientras tanto, los productores nacionales de papeles y cartones continúan importando de Chile la pulpa requerida, para atender sus déficits de producción.

Perspectivas: Las perspectivas hacia el 2010 respecto a la industria forestal, son de un estancamiento de planes de expansión de capacidad instalada o construcción de plantas nuevas.

Hacia el 2020, dependiendo de la nueva situación de paz que viva el país y la consiguiente llegada de la inversión extranjera, nuevas industrias deberán aparecer alrededor de los núcleos forestales que se están consolidando y otras como la industria de pulpa y papel, podrá entrar a considerar una ampliación de capacidad que se beneficie de la demanda interna de una población mayor y de los encadenamientos con los núcleos, buscando bajar costos a través de la utilización de madera de entresacas de plantaciones y de desperdicios de los procesos industriales. Sin embargo, el nivel de incertidumbre del futuro de la industria forestal se incrementa al tener en cuenta el proceso de globalización y con él los tratados de libre comercio en proceso, como el TLC de Colombia con Estados Unidos, la fusión de la Comunidad Andina de Naciones (de la cual es miembro fundador Colombia) con el MERCOSUR, y el ALCA que es el mayor de todos y cuyo proceso de estructuración ya comenzó.

4.2.3 Madera para combustible

La carencia de información sobre este producto del bosque, lleva a revisar las tendencias internacionales regionales, según las cuales163 para América Latina en el 2000 unos 96 millones de personas dependieron de madera para cocinar y calentarse, población que será de 72 millones en el 2030. Sin embargo, en términos de volumen de consumo se pasará de 100.3 millones de m3 de leña en el 2000 a 114.9 en el 2020; el carbón vegetal pasará de 14.4 millones de m3 a 20 millones en el mismo período.

Los proyectos que se están desarrollando para energizar y gasificar zonas rurales del país, cercanas a las grandes regiones con bosque natural, pueden significar una reducción en la dependencia de la madera para combustible. Sin embargo, la tendencia del ingreso per. cápita afecta la capacidad de compra de las nuevas alternativas energéticas.

A futuro no se detectan posibilidades para establecer en Colombia las llamadas “plantaciones para combustible (woodfuel plantations)”, debido a los riesgos del largo plazo y a que por principio y si no hay suficientes incentivos, la actividad económica de las plantaciones forestales tiene problemas de baja rentabilidad.

Vistas las tendencias de crecimiento de la población, relación urbana-rural, densidades de población por hectárea en las zonas de bosques naturales y los proyectos de energización rural, las perspectivas hacia el 2020 son que el consumo de madera para leña y carbón vegetal se mantenga entre los 10 y 12 millones de m3/año, suministrados por un sector totalmente informal.

4.2.4 Productos no madereros

Los datos sobre estos productos son escasos e inconsistentes y por ello no dan base para hacer proyecciones futuras. Sin embargo, hay evidencia de que son social y comercialmente importantes para el país, especialmente para regiones de indígenas y campesinos que viven cerca al bosque. Adicionalmente, no hay datos de empleo para la colección, procesamiento y distribución de estos productos, pero se asume que son significativos y que se incrementarán en el futuro.

Las perspectivas, basadas en la inclusión de estos productos dentro del Plan Nacional de Desarrollo Forestal, para ser trabajados dentro del Subprograma de Manejo y Aprovechamiento del Bosque Natural, indican que hacia el 2020 estará más estructurada y dimensionada esta industria.

4.3 Institucionalidad para el sector forestal productor

4.3.1 La autoridad forestal

En las recientes reformas en las estructuras tanto del nuevo Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, así como en el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, no se creó estructura propia para el sector forestal productivo, a pesar de posiciones externas que presionaron por que ello sucediera.

De otra parte, en reciente evento164, el Ministerio de Agricultura presentó su Plan Forestal, el cual toca no solo con plantaciones forestales, sino con el bosque natural. El Ministerio de Ambiente presentó su Plan Cuatrienal con el componente de bosques, dentro del cual hay importantes actividades productivas.

Es de esperar que hacia el 2020 esté totalmente resuelta la situación de la responsabilidad institucional para la administración de las áreas de bosques naturales productores. El trabajo inicial de zonificación de 500.000 ha destinadas a producción está siendo diseñado por el Ministerio de Ambiente.

La actual falta de interpretación definitiva de la Ley 103/93, que otorga al Ministerio de Agricultura autoridad sobre la parte productiva forestal y la carencia que tiene de una estructura institucional central y descentralizada que atienda al sector forestal productivo, son grandes limitantes para un cambio de institucionalidad. la situación parece no la perspectiva a corto plazo es que la autoridad continúe siendo el Ministerio de Ambiente y las autoridades ambientales regionales (Corporaciones Autónomas Regionales y Corporaciones de Desarrollo Sostenible) en cuyas jurisdicciones queden finalmente ubicadas dichas áreas productoras.

Perspectivas: Las perspectivas de corto plazo son de una continuidad en el esquema actual, según el cual los dos Ministerios (Agricultura y Ambiente) tocan con la temática productiva del sector forestal. Hacia el 2010 es factible que el Ministerio de Agricultura haya asumido debidamente todo el espectro productivo del sector, no solo con las plantaciones forestales comerciales, para las cuales tiene que ver con incentivos y se involucra vía las cadenas forestales, sino también con los bosques naturales productores. Para el 2020, si sucede lo anterior, es de esperar que, como lo fue antes de la creación del Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural sea la autoridad en todo lo productivo forestal. En la actualidad debería hacerlo atendiendo las regulaciones ambientales que dicte el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

4.3.2 Crédito forestal e Incentivos

Las tendencias ya comentadas y el hecho de que en diferentes propuestas de leyes forestales se incluyan propuestas como la creación de un fondo de fomento forestal o la propuesta de reciente documento165 que propone la reactivación del Fondo Financiero Forestal, que dependiendo del Banco de la República ya tuvo el país en los años 70´s, indican que existen muchas inquietudes para estimular el desarrollo del sector.

Las perspectivas muestran la posibilidad de que hacia el 2020 se tenga un sistema consolidado de crédito forestal y que los incentivos existentes para la actividad de plantaciones no serán modificados negativamente. Respecto al manejo sostenible para el aprovechamiento del bosque natural, es factible que con la zonificación de áreas productoras y en la búsqueda de luchar contra la pobreza de las humildes poblaciones que viven en las zonas boscosas, hacia el 2020 se tenga algún incentivo que estimule la inversión interna y/o externa en dichas regiones, para buscar mejores condiciones de vida a través del manejo sostenible del recurso.

4.3.3 Investigación y desarrollo tecnológico

Vistas las tendencias anteriormente tratadas, la perspectiva más clara es que no hay posibilidades de que el Estado consolide una institución con carácter nacional, que teniendo laboratorios y su planta de profesionales especializados, coordine y ejecute la investigación forestal que se requiere para apoyar los programas del Plan nacional de Desarrollo Forestal.

Respecto a la parte productiva comercial, hacia el 2020 las perspectivas de la investigación se enfocan en un modelo dinámico que se desarrollaría a través de: (i) entes autónomos del aparato estatal, como la Cormagdalena; (ii) los núcleos forestales que se consoliden; y (iii) la estructura que se desarrollaría al crearse el Fondo Parafiscal Forestal, tema anteriormente tratado. Estos actores desarrollarían directamente su investigación y/o la contratarían con terceros, como CONIF y las Universidades.

En cuanto a la investigación orientada al conocimiento de la biodiversidad, los servicios ambientales y la conservación de ecosistemas forestales, la perspectiva hacia el 2020 es que estas actividades continúen en cabeza de las entidades científicas adscritas y vinculadas al Ministerio del Medio Ambiente166. Las Universidades estarían igualmente trabajando en estos temas.

4.4 Principales conclusiones

Dentro del mismo texto de este documento y también en el numeral 4., están planteadas las perspectivas sobre los diferentes elementos analizados. Las conclusiones que siguen tocan con asuntos envolventes que afectan el desarrollo del sector y sus proyecciones.

1. Un asunto que afecta significativamente al sector y muy especialmente a su componente primario de manejo de los bosques y plantaciones, es el conflicto armado que vive el país. El logro de los acuerdos de paz que se buscan con los diferentes grupos alzados en armas, será elemento fundamental no solo para consolidar las perspectivas planteadas, sino para excederlas totalmente.

2. La falta de estadísticas forestales consolidadas y actualizadas es un elemento que limita significativamente el proceso de análisis de tendencias. Aunque el país dispone de la institucionalidad para realizar el levantamiento y manejo de datos sobre el comportamiento de su economía forestal, diversas situaciones que tocan con: limitaciones presupuestales de los entes responsables, coordinación de la autoridad nacional con las autoridades ambientales descentralizadas, procesos de ilegalidad en el aprovechamiento de los bosques, temores de la industria para entregar estadísticas de su gestión, etc., son factores que han impedido un registro histórico y el adecuado manejo de los datos. Es claro que sin estadísticas y dependiendo mucho de estimaciones, la mayoría de agencias internacionales, se corren altos riesgos al tratar de pronosticar a mediano y largo plazo, ofertas, demandas y desarrollos del sector.

3. El gran potencial forestal que tiene el país ha sido un planteamiento utilizado por mucho tiempo en documentos y presentaciones sobre el sector. Sin embargo, ese potencial no se refleja en su participación dentro de la economía nacional la cual es totalmente marginal, ni en un esfuerzo del país para tener una planificación forestal nacional, basada en un una Ley con claros objetivos de desarrollo forestal. El país no tiene inventarios forestales que le permitan a la autoridad una evaluación periódica del crecimiento del recurso y las posibilidades de corta de madera bajo esquemas de manejo sostenible. La falta de legislación y planeamiento de largo plazo para el manejo de los recursos naturales renovables, impide lograr compromisos políticos que lleven a compromisos presupuestales también de largo plazo, lo cual evitaría los actuales esquemas de planeación y fondeo anuales o en el mejor de los casos de períodos de gobierno.

4. Aunque el país ha tenido políticas de gobierno, no hay una política forestal de Estado que sea integral, de largo plazo, que oriente, estimule y facilite la planificación de este sector, que está caracterizado por ciclos de vida de muchos años. La falta de tal planificación y la realidad de un mundo globalizado con próximos tratados comerciales bilaterales y multilaterales en los cuales participará Colombia, son amenazas para la débil industria forestal del país, la cual no solo puede enfrentar graves crisis de competitividad en los mercados internacionales, sino hasta la desaparición de algunas de sus unidades industriales, ante la imposibilidad de competir con los productos importados.

5. La debilidad institucional que tiene el sector, tanto en la parte pública pero especialmente en la privada, puede tener serias repercusiones sobre el futuro del sector forestal comercial. El país forestal debe entender que los mercados naturales que se están conformando por la vía de la integración de bloques económicos subregionales (CAN, MERCOSUR, próximos TLC con Estados Unidos y el ALCA, aparte de otros existentes o en proceso en Centro América y el Caribe), requerirán entre otras cosas de: (i) la confianza hacia un sector productivo que deberá demostrar que la madera procede de bosques certificados por su manejo sostenible; (ii) la capacidad de negocio basada en ventajas comparativas y competitivas; y (iii) un experimentado gremio productor privado, con gran capacidad para negociar y para invertir en la preparación de su entrada en dichos tratados. Actualmente no hay una estrategia concertada que lleve con posibilidades de éxito al sector forestal comercial, a enfrentar las realidades de la globalización.

6. Ante los niveles críticos de pobreza rural del país, no hay duda de que el potencial productivo que existe en los bosques naturales y el potencial de tierras de aptitud forestal para desarrollar plantaciones forestales, deben ser una base fundamental para apoyar prioridades del Estado en la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente. Dentro de este marco de acción, unas estrategias para las próximas décadas deberían ser:

La integración de beneficios económicos, sociales y ambientales deberá ser buscada a través de cada estrategia.

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149 Plan de Acción Forestal Nacional. Documento preparado por el Dr. Víctor Giraldo, Vicepresidente del Grupo Smurfit Cartón de Colombia. Agosto 2002.
150 Entrevista con el Ing. Forestal Rubén Darío Guerrero. Dirección de Ecosistemas. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
151 Entrevista con el Ing. Forestal Jorge Forero, Consultor de OIMT, FAO, DNP
152 Entrevista con Miguel Rodríguez, Director Forestal y de Recursos naturales. Empresa Pizano S.A.
153 Plan de Acción Forestal Nacional. Documento preparado por Víctor Giraldo, Vicepresidente del Grupo Smurfit Cartón de Colombia. Agosto 2002.
154 Entrevista con el Ing. Forestal Norberto Vélez, Director de Cormagdalena.
155 Entrevista con la Ing. Forestal Carmen Rosa Montes, Coordinadora del Grupo Forestal de la Dirección de Ecosistemas. Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
156 Entrevista con el Ing. Forestal Nicolás Zea. Presidente de Fedemadera – Federación Antioqueña de la Madera. A corto plazo habrá escasez para continuar sosteniendo los volúmenes de suministro de madera de plantaciones, por que hay vacíos en edades de corta, debido a que hubo épocas de no plantaciones.
157 Evaluación de la Oferta y Demanda Nacional de Productos Forestales Maderables y no Maderables. Tecniforest – Lozano Gerardo, Acosta Israel et al. 1999
158 Colombia. Informe Nacional de la Situación Forestal para el Período 2000-2001. 22ª. Reunión de la Comisión Forestal para América Latina. Buenos Aires – Argentina, Octubre 2002.
159 Forest Clusters: A competitive Model for Latin America. Bonita Manuel et al. Inter-American Development Bank. Washington2002. El estudio analiza los casos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.
160 Op. cit. 154
161 Proyecto de Estrategia Forestal Nacional. Documento preparado por un grupo de industriales colombianos a solicitud del Presiente de la República. Agosto 27 d 2002.
162 Entrevista con Magdalena Uribe, Directora de la Cámara de Pulpa, Papel y Cartón de la ANDI.
163 Fuel Revisited. What has changed in the last decade?. Arnold M. et al. CIFOR, Ocasional Paper No.39. 2003.
164 Encuentro Nacional Forestal. El Plan Nacional de Desarrollo y el Sector Forestal. Capitolio Nacional. Bogotá Mayo 16, 2003.
165 Proyecto de Estrategia Forestal Nacional. Documento de un grupo de directivos de empresas forestales, presentado al Presidente de la República. Agosto 27 de 2002.
166 La Ley 99 de 1993 que creó el Ministerio del Medio Ambiente, igualmente definió varias entidades adscritas y vinculadas a éste. De relevancia para el sector forestal son: (i) el IDEAM, responsable del levantamiento y manejo de la información científica y técnica sobre los ecosistemas, de establecer bases técnicas para clasificar y zonificar el uso del territorio nacional, y de dar seguimiento a los recursos biofísicos del país, entre otras cosas; (ii) el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos “Alexander von Humboldt” , responsable de la investigación básica y aplicada de los recursos genéticos de flora y fauna y del inventario científico de la biodiversidad, entre otras; (iii) el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas “SINCHI”, responsable de la investigación científica relacionada con la realidad biológica social y ecológica de la región amazónica; y (iv) el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico “John Von Neumann” para la investigación del medio ambiente del Litoral Pacífico y del Chocó Biogeográfico.

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