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Clasificación de terrenos para la explotación de bosques tropicales

D. Mazier, F Baumgartner y C. Lepitre.

D. MAZIER, F. BAUMGARTNER Y C. LEPITRE colaboraron con el Centre technique forestier tropical (CTFT) de Nogent-sur-Marne. Este articulo, escrito originalmente para Unasylva, aparece en versión más amplia y detallada en la publicación del CTFT Bois et forêts des tropiques, N° 162.

La clasificación de los terrenos está relacionada con la accesibilidad de los recursos forestales y, por tanto, interesa a investigadores, planificadores y gestores forestales.

Se han propuesto numerosos sistemas de clasificación, pero la mayoría están ideados para aplicarlos en zonas templadas y sirven fundamentalmente de base para decidir los métodos más adecuados de explotación maderera.

No resultan muy útiles en los bosques tropicales, en zonas no sometidas a explotación forestal, donde la clasificación debe tener en cuenta no sólo las dificultades de la realización de las operaciones de recogida en cuanto tal (extracción), sino también las de crear la infraestructura necesaria (carreteras).

Se ha hecho en Gabón un importante inventario forestal que comprende una zona de 3 millones de ha en una región situada al norte, este y sur de Booué, que dispondrá del proyectado ferrocarril trans-gabonés (Figura 1). Lo realizó el Centre technique forestier tropical, que actuó en representación de la FAO, como organismo de ejecución del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La región posee una gran variedad de tipos de terreno, desde zonas bastante llanas a otras en que la topografía complica enormemente las operaciones de extracción. Se consideró, por ello, imprescindible completar el inventario con un estudio del terreno que permitiera caracterizar las distintas zonas mediante métodos diferentes de las evaluaciones meramente cualitativas. Para ello era necesario preparar rápidamente método práctico, adaptado a las condiciones, y que permitiera obtener una clasificación fidedigna y homogénea del terreno.

FIGURA 1.- REGIÓN DE GABÓN CUBIERTA POR EL INVENTARIO ARIO

Se estudiaron distintas posibilidades, incluido el método basado en la geomorfología estructural. Finalmente, se elaboró una metodología original adaptada a las condiciones de los bosques de Gabón y a los datos disponibles. En este articulo se hace una descripción concisa de esta metodología.

Clasificación del terreno en Gabón

Existen dos diferencias esenciales entre la explotación forestal en Gabón y la que se realiza en zonas templadas: los rendimientos por hectárea y la falta de infraestructura. Por consiguiente, lo primero que debe hacerse en las operaciones de explotación es crear en la zona una red de carreteras y vías de saca. Por esta razón, la topografía de la zona influye en los dos factores de costo más importantes de la producción maderera: creación de la infraestructura y extracción.

Es necesario disponer de ciertos datos sobre las características físicas de la región forestal para entender mejor el estudio.

Clima Aunque el clima no constituye en realidad una característica del terreno, es demasiado importante para no tomarlo en consideración.

Gabón, país atravesado por el ecuador, tiene un clima ecuatorial húmedo. En la zona que nos interesa hay poca variación de clima, y la pluviosidad anual oscila entre 1,6 y 2 m, distribuida en las cuatro estaciones. Las formaciones geológicas (precambriano inferior y medio) son relativamente homogéneas, siendo los movimientos tectónicos los que influyen en el relieve de la tierra.

El sotobosque, cuya densidad varia mucho, difícilmente puede representar un obstáculo para las operaciones de saca. En cuanto a los derribos por el viento, están distribuidos uniformemente y estorban poco la explotación. Por consiguiente, la vegetación no constituye un impedimento, pero no ocurre lo mismo con las rocas que puede haber en el terreno. Se trata a veces de losas, pero con mayor frecuencia de grandes bloques de piedra que, si son numerosos y están agrupados, impiden el acceso para la extracción. Sin embargo, hay que matizar esta afirmación. Cuando se trate de construir cambios forestales, se hará lo posible para evitar que se atraviesen zonas rocosas, y una zona forestal, aunque tenga cierto potencial, quedará sin explotar, si está cubierta de rocas hasta el punto que no puedan pasar los tractores oruga. En Gabón, las zonas inutilizables de este tipo están normalmente dispersas y no son muy extensas. Las rocas son más numerosas donde el declive del terreno es mayor y son particularmente frecuentes en las pendientes de las montañas.

Calidad riel suelo. En la construcción de carreteras tiene gran importancia la calidad del suelo. Hay que echar el firme en las capas superficiales del suelo, que a menudo son bastante uniformes en una determinada zona. Lo más interesante es la cantidad de laterita y demás material granulométrico disponible para construir el firme. El número de sondeos realizados durante el inventario normal es demasiado escaso para que pueda servir de base para una localización sistemática de los depósitos de grava: este tipo de estudio supera los medios del inventario tradicional. Se señalarán únicamente los indicios claramente visibles sin ningún trabajo suplementario. La presencia de laterita puede detectarse en lechos de arroyos, grietas en taludes, sistemas de raíces de árboles arrancados, etc. En cualquier operación de reconocimiento forestal es conveniente prever la localización y el registro sistemático de estos indicios.

La mayoría de los factores citados no se examinarán en mas detalle, bien porque son homogéneos en toda la zona estudiada, bien debido a la imposibilidad de determinar objetivamente con qué frecuencia y dónde aparecen. A continuación nos ocuparemos solamente de un estudio detallado de los terrenos. Hay dos modos de realizarlo:

EL ESTUDIO DE FOTOS AÉREAS ES PARTE DE UN RECONOCIMIENTO hay que familiarizarse con el terreno

· Una microdescripción del terreno basada en los datos tomados por los equipos de campo.

· Una macrodescripción del terreno basada en el material fotográfico y los mapas disponibles: de los 3 millones de ha en estudio, alrededor de la mitad tiene mapas a escala de 1:50 000, con una distancia de 20 m entre las curvas de nivel, y de casi toda la mitad restante se dispone de fotografías aéreas a una escala más o menos igual.

Microdescripción del terreno

La microdescripción del terreno puede definirse como la descripción de la microtopografía, es decir, del terreno tal como se presenta a quien camina por el bosque. Se limita a la topografía local, pero es esta la que condiciona la construcción de las carreteras y el funcionamiento de la maquinaria de extracción. Esta microdescripción del terreno se hace basándose en los datos obtenidos con los cuestionarios completados por los equipos de inventariación. La intensidad de la muestra es, por tanto, la misma que la correspondiente a la evaluación del potencial forestal.

Para el inventario hecho en Gabón, se contaron y midieron los árboles en fajas de 25 m de ancho trazadas cruzando la línea de transacción. La zona de las unidades de registro era normalmente de 1 ha (400 m de largo por 25 m de ancho). El formulario de registro, además de datos sobre los árboles, incluía también información, tomada cada 50 m siguiendo la línea de transacción, sobre los cuatro declives, es decir, los dos longitudinales en la dirección de la línea (declive medio de mas de 25 m) y los dos situados en los ángulos rectos con respecto a la línea a cada lado (declive medio de más de 12,50 m).

Aunque estaba ideada en principio para ayudar a calcular la superficie de las unidades de registro en una proyección horizontal, esta información sirvió también para describir la microtopografía.

Pudo determinarse así, cada 50 m, siguiendo la línea de transacción, el mayor declive en cada uno de los cuatro cuadrantes de 25 m × 12,5 m de la unidad de registro situada alrededor de este punto, aplicando la fórmula

siendo P1 y P2 los declives de las dos direcciones que determinaban el cuadrante. Para una unidad de registro de 1 ha, con una longitud de 400 m, se obtuvieron así 32 valores de P, agrupados en las clases siguientes:

0 a 20%
20 a 30%
30 a 40%
40 a 50%
50 a 60%
más de 60%

Los declives así clasificados se reagruparon después para cada uno de los cuadrados de 6 x 6 km que habían de inventariarse (fueron éstas las «unidades primarias», distribuidas sistemáticamente, de un diseño de muestreo en dos etapas en el que el muestreo de la segunda estaba formado, en cada cuadrado, por dos fajas paralelas continuas de 6 km de largo por 25 m de ancho, cada una de las cuales contenía 15 unidades de registro de 1 ha).

Para facilitar la comparación entre unidades primarias, el declive medio ponderado puede calcularse ponderando los valores medios para cada clase de declive en función de los porcentajes respectivos que se indican en el cuadro precedente.

En la Figura 2 aparecen en forma de diagramas los declives medios ponderados calculados por unidad primaria para una gran parte de la zona inventariada donde se aplicó un diseño homogéneo de inventario. De él se deduce que, en términos generales, la dirección de los declives es de este a oeste.

Resumiendo, el análisis de los documentos de campo (formularios de registro) ofrece algunas ventajas: permite hacer comparaciones generales entre concesiones y da una idea del declive real del terreno, que es muy interesante, si se compara con la información obtenida de fotografías aéreas y mapas; como la cubierta forestal oculta los detalles del relieve del terreno, no se puede obtener una idea exacta de la topografía examinando las fotografías. Sin embargo, es recomendable completar el muestreo de campo con un estudio de los datos fotográficos y de los mapas para obtener una visión de conjunto (macrodescripción del terreno).

Macrodescripción del terreno

La macrodescripción del terreno indica solamente las características topográficas visibles en fotografías aéreas, y no tiene en cuenta las de pequeña escala ni los detalles que oculta la vegetación. Además de las fotografías aéreas, pueden utilizarse también mapas de curvas de nivel a escala de 1:50000, que pueden sustituirse con minutas fotogramétricas o estereominutas. Los mapas basados en fotografías facilitan el análisis, pero omiten algunos detalles. Pueden prepararse para la mayor parte de Gabón, porque se dispone por lo menos de fotografías.

DISTRIBUCION EN PORCENTAJE POR CLASES DE DECLIVES PUNTUALES

Unidad primaria (cuadrado de 6 km2)


Clases en porcentaje



Menos de 20

20 a 30

30 a 40

40 a 50

50 a 60

Más de 60

E

2

95,3

2,6

1,2

0,7

0,2

-

E

3

90,0

6,9

1,7

1,4

-

-

F

5

72,8

15,3

6,4

4,3

1,0

0,2

G

5

26,7

23,1

18,1

15,1

9,6

7,4

V

12

7,8

8,6

15,5

18,8

18,1

31,2

Y

15

20,8

15,3

12,8

16,0

12,7

22,4

Z

16

15,5

7,1

17,6

14,3

14,3

31,2

En varias etapas, que se describen a continuación, se elaboró un método para obtener una macrodescripción del terreno.

· Primavera etapa: reunión de datos. La primera fase consistió en reunir cierta cantidad de datos sobre mapas y estereominutas a escala de 1:50 000 (con una distancia de 2 m entre las curvas de nivel), que cubrían la mitad de la zona inventariada. Se decidió empezar por utilizar estereominutas.

En cada mapa, que cubría una superficie de unas 75 000 ha, se prepararon 9 unidades de muestreo de forma que se obtuviera un diseño homogéneo en las hojas que se añadieran. Las pocas zonas que se estaban explotando ya, se cubrieron con diseños de muestreo de intensidad variable, pero mucho mayor.

La unidad de muestreo era un cuadrado de 2 × 2 km (400 ha) o 4 cm en el mapa. Se eligió un cuadrado porque es la figura geométrica más regular y, por tanto, permitía cubrir por yuxtaposición toda la zona estudiada (los lados del cuadrado estaban orientados en dirección norte-sur y este-oeste). La elección de las dimensiones del cuadrado representaba una conciliación entre una unidad demasiado pequeña, que proporcionaría solamente una información muy especifica sobre una zona limitada, y una unidad demasiado grande, que podría cubrir distintos tipos de relieve, pero ocultaría la heterogeneidad de la zona, ofreciendo únicamente información sobre promedios.

En estos cuadrados se midieron algunos parámetros seleccionados para representar el máximo posible de variaciones del terreno:

x1: declive con una pendiente inferior al 20%,
x2: declive con una pendiente superior al 40%.

Se eligieron estos limites del 20 al 40% por dos razones principales: en primer lugar, cuando la pendiente es inferior al 20%, la saca es muy fácil y, cuando es superior al 40%, la ex tracción con tractor es difícil; la segunda razón es de carácter práctico: las pendientes del 20 y 40 % corresponden a las distancias entre las curvas de nivel de 2 mm y 1 mm, respectivamente. La zona de estas pendientes se determina mediante una cuadricula de puntos.

x3: número de cambios en la dirección del declive a lo largo de las dos líneas medianas del cuadrado.

x4: número de cambios en la dirección del declive a lo largo de los lados del cuadrado: se supone que cada una de las líneas, mediana y lateral son descritas por el observador, que cuenta el número de veces que cambia la dirección del declive,

x5: número de ríos intersecados por las líneas medianas,

x6: número de ríos intersecados por los lados del cuadrado.

El número de cambios de declive y la densidad de la red hidrográfica determinan el grado de fragmentación del relieve. La distinción entre los lados y las líneas medianas del cuadrado corresponde a diferentes modelos de muestreo, ya que estas líneas fueron seleccionadas porque eran fáciles de representar gráficamente. Hay que señalar que los parámetros x3 y x4, son precisos y más sensibles que los parámetros x5 y x6. Cada cruce de un río indicado en el mapa corresponde a un cambio en el declive, pero no a la inversa. Además, los detalles de la red hidrográfica dependen de la precisión de los autores del registro y del tipo de relieve.

x7: número de curvas de nivel intersecadas por líneas medianas,

x8: número de curvas de nivel intersecadas por los lados del cuadrado (estos dos parámetros dan el cambio total de nivel).

x9: variación máxima de nivel dentro del cuadrado, en metros.

x10: longitud total de los ríos dentro del cuadrado (determinado por opisómetro con una precisión de ±100 m)

FIGURA 2. - DECLIVE MEDIO PONDERADO POR UNIDAD PRIMARIA

El diseño de muestreo aparece en la parte inferior del diagrama. Cada unidad primaria tiene una superficie de 6 km2 y su zona de extensión es de 12 km2. En la parte superior cada unidad primaria está representada por su zona de extensión.

INVENTARIADOR FORESTAL se buscar resultados prácticos

Estos diez primeros parámetros constituyen una transcripción directa de la información proporcionada por el mapa. Los siguientes parámetros resultan de una elaboración ulterior de estos datos primarios.

x11: longitud de la carretera que hay que recorrer, partiendo del centro del cuadrado para salir del circulo inscrito alrededor de este centro, sin encontrar ningún declive longitudinal superior al 10%.

x12: suma de los declives transversales expresados en porcentaje, medidos cada 100 m a lo largo de la carretera.

Estos dos últimos parámetros representan el grado de dificultad del terreno. A estos 12 parámetros, medidos sobre las estereominutas, se añadieron otros dos valores formados por la combinación de algunos de los parámetros precedentes: x13: x7/x3, es decir, el número de curvas dividido por el número de cambios de declive, medidos todos ellos a lo largo de las líneas medianas.

x14: x8/x4 (lo mismo que x13, pero medidos a lo largo de los lados del cuadrado).

Por último, cada cuadrado de muestreo fue codificado del 1 al 5, de acuerdo con su grado de dificultad:

Clase 1: terreno bastante llano,
Clase 3: terreno moderadamente accidentado,
Clase 5: terreno muy accidentado, siendo las clases 2 y 4 intermedias.

Esta primera serie de mediciones se aplicó en la zona inventariada a 124 unidades sin explotar y a unas 30 unidades que se explotaban ya.

· Segunda etapa: análisis estadístico. Cada unidad de muestreo puede representarse mediante un punto en el espacio de 14 dimensiones, siendo las coordenadas de los 14 ejes los valores que toman en esta unidad los 14 parámetros precedentes. La disposición geométrica de los puntos no puede ser representada gráficamente. El mejor método estadístico para dar una idea del conjunto de puntos que representa la unidad de muestreo es «el análisis en componentes principales», que consiste, entre otras cosas, en proyectar el conjunto de puntos en aquellos planos del espacio total que se aproximan más al mayor número de puntos, para obtener así los diagramas más representativos posibles.

FIGURA 3. - UNIDADES DE MUESTREO

La indicación «puntos en la región de. . .» muestra el emplazamiento de algunos puntos tomarlos de distintas partes de Gabón. Los puntos «Monts de Cristal» están muy dispersos: el índice «i» varía enormemente según el observador se halle en el valle o en una colina.

(En lo que sigue, nos limitaremos al plano determinado por el primer componente principal [C1] - una línea recta tal que la suma de los cuadrados de las distancias de los puntos a sus proyecciones en dicha línea sea la mínima - y por el segundo componente [C2], perpendicular a C1 y tal que la suma de los cuadrados de las distancias de los puntos a sus proyecciones en el plano de estas dos líneas rectas sea la mínima.)

Este método de análisis se aplicó a los 156 puntos de muestreo estudiados y permitió obtener los resultados siguientes:

- Correlación entre las 14 variables, por pares.

- Correlación entre cada una de las variables y cada uno de los cuatro primeros componentes principales.

- Un histograma de la frecuencia de las variables.

- Una gráfica que representaba la posición de los 156 puntos en el plano de los dos primeros componentes principales C1 y C2.

· Tercera etapa: Las correlaciones entre las 14 variables y los componentes principales demuestran que hay una buena correlación entre los parámetros x1, x2, x7, x8 y x9 y el componente C1, y entre los parámetros x3, x4, x5, x6 y x10 y el componente C2. En cuanto a los parámetros restantes, hay un cierto grado de correlación entre los parámetros x2 y x14 y C1, pero no hay ninguna correlación clara para los parámetros x11 y x13.

Parece que el componente C1 corresponde al declive del terreno: hay una estrecha correlación con x1 y x2. El componente C2 correspondería así a la fragmentación del relieve.

Una de las finalidades del análisis realizado era ver si era posible clasificar los tipos de terreno en un diagrama utilizando solamente dos variables seleccionadas como las mejores por medio de este análisis. Estos parámetros deben satisfacer dos criterios:

1. Deben estar bien correlacionados con los resultados del análisis.

2. Deben poder ser medidos no sólo en mapas de curvas de nivel, sino también en fotografías aéreas, de forma que se pueda trabajar incluso cuando no se dispone de mapas.

La clasificación del terreno por medio de los dos parámetros permitiría trabajar con rapidez, mientras que el empleo de 12 parámetros, no puede adoptarse para el estudio de grandes regiones.

a) Según el primer componente (C1): x1 y x2 satisfacen las condiciones citadas; x2 presenta el inconveniente de que da muchos valores 0, lo que disminuye mucho su interés; x1 tiene una aplicación mucho más amplia, pero, en caso de terrenos muy accidentados, carecerá de precisión, ya que daría también muchos valores 0.

FIGURA 4. CLASES DE DIFICULTAD
Escala: 1 : 50 000

Por consiguiente, se decidió intentar una combinación de estos dos parámetros que permitiera hacer una descripción completa del terreno, tanto en zonas intermedias donde ambos parámetros dan resultados válidos, como en zonas extremas, donde el empleo de x1 para terrenos muy accidentados y de x2 para terrenos llanos carece de precisión. Esta combinación se expresa en la ecuación siguiente, por medio del índice «i»:

(x1 y x2 expresados en porcentaje en un determinado cuadrado); «i» se expresa en grados:

i = 0 en terreno llano
i = 100 si todo el terreno tiene una pendiente superior al 40%

El ángulo «i», expresado en grados, se referirá en adelante al índice de pendiente.

b) Según el segundo componente (C2): x3, x4, x5 x6 y x10 satisfacen el criterio de correlación con el segundo componente. Además, son muy independientes de x1 y x2; x4 (número de cambios en la pendiente a lo largo de los lados del cuadrado) presenta algunas ventajas con respecto a x10 (longitud total de los ríos). De hecho, la densidad de la red hidrográfica representada en el mapa depende del autor de mapa.

Este inconveniente atribuido a x10, es ano mayor cuando se trata de fotografías en las que no se ve claramente donde acaban los ríos; por ello, nos quedamos con x4. Para mejorar la calidad del parámetro vinculado al segundo componente, puede añadirse x3. La variable resultante, el número de cambios en el declive a lo largo de los lados y de las líneas medianas del cuadrado, se denominará «f» (índice de fragmentación).

La Figura 3 muestra la posición de cada una de las 156 unidades de muestreo en una gráfica cuya abscisa es el índice de pendiente «i» y cuya ordenada es el índice de fragmentación «f», mostrándose la clase de dificultad para cada punto. La gráfica indica que el nivel de dificultad subjetivamente estimado corresponde, a pesar de alguna sobreposición, a las variaciones en el índice de pendiente. Los valores (i < 1, f < 15) en la parte izquierda más baja de la gráfica representan unidades en la región de Daloa, Costa de Marfil, donde la explotación forestal se considera fácil; el área de Gabón cercana a este punto óptimo (i = 2,5, f = 18) representa una zona llana, pantanosa, al norte de Kounameyong. La gráfica muestra también la gran variabilidad del índice de fragmentación «f».

· Cuarta etapa: aplicación práctica. Las clases de dificultad (Figura 4) se elaboraron teniendo en cuenta, por una parte, los grados precedentes de dificultad y, por otra, la necesidad de mantener aproximadamente el mismo número de clases. Además, el examen del diagrama y de los mapas de curvas de nivel, a escala de 1:50 000, de zonas con terreno muy accidentado, demostró la necesidad de establecer más clases para terrenos difíciles.

La clasificación final adoptada para el índice de pendiente «i» fue:

0 a 12: terreno fácil
13 a 24: terreno medio
25 a 38: terreno moderadamente difícil 39 a 54: terreno difícil
55 a 69: terreno muy difícil
70+: terreno extremadamente difícil.

Para el índice de fragmentación se emplearon solamente dos clases: terreno con poca fragmentación, «f», hasta 40, inclusive, y terreno muy fragmentado, «f» de 41 o más. Esta clasificación corresponde a las condiciones de Gabón, con la excepción de la llanura costera, donde el valor principal de «f» es alrededor de 40-41. Para estudiar otras zonas, será útil distinguir un número mayor de clases dentro del índice de fragmentación.

Dentro de una unidad de muestreo, «i» se mide de la forma siguiente: el cuadrado de 4 cm, tomado de un mapa a escala de 1:50000, con distancias de 20 m entre las curvas de nivel, está cubierto por una cuadricula de 64 puntos; el número de puntos donde la pendiente es inferior al 20 % - distancia de más de 2 mm - y donde es superior al 40 % - distancia inferior a 1 mm - se determina con un doble decímetro transparente graduado en la cara inferior, en contacto con la cuadricula y utilizando, cuando sea necesario, una lupa (basta una ampliación relativamente pequeña). Si y, es la primera cifra obtenido y y2, es la segunda, el índice de pendiente «i» es igual al valor de «i»en grados, como

Se cuenta después el número de cambios de pendiente a lo largo de los lados del cuadrado y a lo largo de las dos líneas medianas representadas en la cuadricula. Se toman distintas mediciones en las mismas unidades para determinar la precisión: el error relativo entre mediciones puede alcanzar el 15% pero no exceder el 5% si se utiliza una lupa.

Se hicieron varios ensayos en una sección que cubría 60 000 ha, siempre a una escala de 1:50 000, con objeto de perfeccionar el diseño práctico de muestreo. Utilizando la cuadricula Universal Transverse Mercator, se experimentó un diseño sistemático de muestreo aplicando progresivamente i intensidades de muestreo más elevadas. Para una determinada intensidad, se trazaron en el mapa las curvas de nivel de las zonas de igual dificultad (según el índice de pendiente); después, se determinaron los limites de las clases de índice de pendiente mediante un estudio exhaustivo de todos los cuadrados del mapa. Esto demostró que podían obtenerse resultados excelentes utilizando un diseño de muestreo en que la distancia entre dos cuadrados contados es igual a dos cuadrados, tanto en dirección latitudinal como longitudinal, es decir, una intensidad mínima de muestreo de 1/9 = 11,1%. Este diseño sistemático se completó con el estudio de unos cuantos cuadrados suplementarios para los cuales la clase del índice de pendiente no aparecía claramente. En regiones con relieve muy heterogéneo, estos puntos suplementarios de muestreo serán más numerosos que en casos en que el relieve es relativamente homogéneo. Por último, la intensidad general de muestreo que se adoptó fue de alrededor de 14 % El diseño práctico realizado por el estudio de muestreo fijó el límite de las zonas de igual dificultad fundándose solamente en el índice de pendiente. El índice de fragmentación, que comprendía menos clases y era mucho más fácil de discernir, se mantuvo en segundo lugar.

OBRERO DERRIBANDO UN ÁRBOL CON UNA SIERRA ELÉCTRICA el inventariador forestal tiene que tener también en cuenta a esta persona

CARGA DE MADERA EN UN BOSQUE DE AFRICA los técnicos forestales conocen la solidez fiel suelo

El examen simultáneo, pero rápido, de fotografías aéreas resultó interesante, e incluso esencial, cuando el terreno era fácil: «i» entre 1 y 12. De hecho, pueden plantearse dos casos típicos:

- los documentos a escala de 1:50 000 no son mapas completos, sino estereominutas que no indican las formaciones pantanosas;

- las curvas de nivel indicadas en los mapas están separadas entre si por una distancia de 20 m, por lo que no pueden verse pequeñas variaciones de relieve; por otra parte, en las fotografías aéreas son claramente visibles las pendientes cortas, pero pronunciadas (relieve de «piel de naranja»).

APLICACIÓN A FOTOGRAFÍAS AÉREAS

Hacia finales de 1973, se había cubierto alrededor de la mitad de la zona inventariada en Gabón mediante estereominutas a escala de 1:50000. La otra mitad se había cubierto solamente con fotografías aéreas. En esta última mitad, una forma de clasificar el terreno seria transferir a las fotografías aéreas el método empleado para las estereominutas. El índice de pendiente podría determinarse aplicando una cuadricula de puntos de la zona seleccionada a un par estereográfico de fotografías y determinando, por medio del estereoscopio, los puntos donde la pendiente es inferior al 20%, y donde es superior al 40 % Se supone que el observador tiene experiencia en estimar inclinaciones a partir de fotografías aéreas y que controla periódicamente la precisión de su instrumento. En teoría, la única dificultad reside en la variación de escala de las fotografías. Por consiguiente, para ser precisos es conveniente determinar la escala exacta de las fotografías y tenerlo en cuenta al establecer el tamaño de la unidad de muestreo.

Otro método seria proceder por analogía. En la parte cubierta por estereominutas existe una cobertura aérea a escala aproximadamente igual a la del resto de la zona por inventariar. Se podría, por tanto, en esta primera etapa, preparar una muestra testigo de estereogramas representativos de los distintos tipos de terreno y clasificar después la zona por estudiar haciendo referencia a esta muestra.

Las fotografías aéreas se examinan con el estereoscopio; utilizando estereogramas testigo, los limites de las distintas clases de índice de pendiente se pasan a las fotos de una misma tira. Se comparan las fotos de esta tira, y después las de otras tiras, y se verifica la homogeneidad de los limites trazados. A menudo los limites no corresponden exactamente entre una tira y otra; esto se debe a la mala calidad de las fotografías en sus bordes y es necesario ajustarlos mediante examen estereoscópico de tira a tira - con un ligero traslapo del 10 al 20% - o incluso mediante un nuevo examen con el estereoscopio de las fotos de una misma tira.

ATASCAMIENTO EN EL BARRIZAL hay que conocer la calidad del suelo después de construir un camino

Como el índice de fragmentación «f»se divide en clases mucho menos precisas, en el caso de Gabón, no se mostraron detalladamente en los mapas sus distintos valores, particularmente porque hay poca variación en zonas bastante extensas; algunas regiones tienen poca fragmentación, mientras que otras ofrecen una topografía uniformemente ondulada.

Conclusiones

En general, la correlación entre los resultados obtenidos con ambos métodos de descripción fue bastante buena. Pero la macrodescripción del terreno utilizando mapas no da una imagen realmente exacta de los declives. Sin embargo, presenta la ventaja de ofrecer una visión completa del conjunto del terreno, mientras que las indicaciones facilitadas por la microdescripción, basada en observaciones sobre el terreno, tienen un ámbito limitado por la intensidad del muestreo utilizado para el inventario.

Aparte de esto, es necesario establecer los resultados de la naturaleza general del relieve (uniformidad o variabilidad). Por ejemplo, una colina con pendientes difíciles, pero situada en medio de una zona fácil, no presentará obstáculos graves para las operaciones de extracción; siempre podrán construirse las carreteras de acceso imprescindibles. Pero si las colinas de este tipo son frecuentes, sin amplios valles entre ellas, las operaciones de extracción serán difíciles, aunque sólo sea por los gastos de penetración en la zona montañosa. En la península de Azuero, en Panamá, donde se aplicó este método de macrodescripción, las dificultades del terreno están indicadas sin duda alguna por los elevados índices de pendiente, pero derivan también del hecho de que el relieve es en todas partes el mismo, sin valles de acceso. Las dificultades observadas en Gabón, en la región oriental de Mouila, deben evaluarse también teniendo en cuenta que el relieve se mantiene igual en vastas zonas (hay sólo un valle grande).

Por último, el estudio realizado, que no se pretende que sea aplicable a todos los casos, permite extraer algunas conclusiones. En primer lugar, es importante que, además de los datos usuales (sobre árboles, declives, etc.), el equipo de inventario sobre el terreno registre también otra información útil para futuras operaciones de extracción, por ejemplo, índices de material adecuado para emplearlo en construcción de carreteras o la presencia de losas o bloques de piedra. Por otra parte, la macrodescripción del terreno, basada en mapas y fotografías aéreas, debe realizarse en conjunción con los estudios de fotointerpretación necesarios para el trabajo de inventario forestal en cuanto tal. Aparte de que los datos serán utilizados simultáneamente por los mismos intérpretes, este procedimiento permitirá también demostrar interesantes correlaciones entre tipos de bosques y tipos de relieve.


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