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CONSERVACION DE LOS RECURSOS GENETICOS DE LAS ESPECIES FORESTALES AUTOCTONAS DE NIGERIA: POSIBILIDADES Y LIMITACIONES

Por
B.A. Ola-Adams
Instituto de Investigación Forestal de Nigeria
Ibadán

INTRODUCCION

En varias publicaciones se subraya la necesidad urgente de conservar los recursos genéticos de especies y ecosistemas, del mundo en general (UNEP 1975, Richardson 1970, Hedberg y Hedberg 1968, UNESCO 1973) y de Nigeria en particular (Charter 1968, Roche 1973, Okali 1975, Ola-Adams e Iyamabo 1977).

El desarrollo económico que acarrea el aumento de la población, la elevación del nivel de vida y la agricultura de mercado, es causa de la destrucción en gran escala de ecosistemas naturales.

Baykal (1975) estima que el consumo de madera aserrada en Nigeria era de alrededor de 1 millón de m3 en 1975 y opina que la tasa de aumento de la demanda probablemente se mantendrá al elevado nivel de 8 a 10 por ciento anual en los próximos cinco a diez años. Es probable que la corta intensiva aumente con el crecimiento rápido del mercado interno. Para satisfacer el aumento de la demanda, se están limpiando grandes superficies boscosas para hacer plantaciones de especies de crecimiento rápido, tanto autóctonas como exóticas. En el presente documento se examinan las consecuencias de esta tendencia, en relación con la conservación de los bosques.

SIGNIFICACION ACTUAL DE LAS ZONAS DE VEGETACION FORESTAL

Los manglares y otros tipos de vegetación ocupan una angosta faja a lo largo de la costa de Nigeria; cubren una superficie de 12 782 km2 (522 km2 de reservas) y contienen principalmente Rhizophora species (R. racemosa 1, R. mangle y R. harrisonii) y Avicennia africana.

Hacia el interior más allá de los manglares y de la vegetación costera, se encuentran pantanos de agua dulce que cubren una superficie de 25 600 km2 (600 km2 de reservas). Mitragyna ciliata, especie maderera de importancia económica, es típica de los montes de los pantanos.

Los manglares y los pantanos de agua dulce, cuya producción total de madera en Nigeria se estima en 609 630 000 kg/año, presentan graves problemas de utilización, a causa de su anegamiento. Todavía no hay operaciones de importancia, salvo la corta de leña y de postes.

El bosque cubre una superficie de 95 372 km2 (19 986) km2 de reservas) y es la fuente principal de madera del país. La composición y la densidad del bosque es muy variada, Hall (1977) opina que la variación puede estar relacionada con diferencias del suelo. Los bosques del subgrupo central de los suelos ferralíticos son sumamente heterogéneos, pero a pesar de contener la mayor parte de las principales especies madereras económicas éstas alcanzan su densidad máxima en los bosques del subgrupo de los suelos tropicales ferruginosos áridos (Hall 1977). En general, los bosques áridos y semi-decíduos son los más ricos en especies madereras comercialmente valiosas y muy conocidas, entre las que figuran: Triphochiton sclerosylon, Afzelia africana y Mansonia altissima (Redhead, 1971).

Dentro de la zona de los bosques de Nigeria solamente, se limpian anualmen te alrededor de 26 000 hectáreas, para plantar Entadrophragma spp., Gmelina arborea, Khaya spp., Lovoa trichilioides, Nauclea diderrichii, Terminalia ivorensis, T. superba, Tectona grandis y Triplochiton scleroxylon. Hasta 1974 se había limpiado el 3,83 por ciento de los bosques de las reservas; Umeh (1975) estima que el año 2000 la tasa de utilización del bosque será de 129 000 hectáreas/año. Además, se están limpiando extensiones considerables para desarrollo urbano y rural, caminos y producción de alimentos.

En su extremo norte, el bosque cede el paso a las sabanas derivadas y éstas, a su vez, a las sabanas verdaderas. Las sabanas derivadas y verdaderas, que cubren una superficie de 850 000 km2 (75 000 km2 de reservas), contienen árboles que se pueden usar principalmente para leña, postes y madera en bruto. Las especies de algún valor son: Pterocarpus erinaceus, Isoberlinia doka, Afrormosia laxiflora y Daniellia oliveri. Hasta 1971 se habían cortado al ras alrededor de 12 400 ha de sabana natural, para plantar Azadirachta indica, Cassia siamea, Acacia nilotica, var. nilotica y especies de Eucalyptus y Pinus.

CONSECUENCIAS DE LAS ACTUALES TENDENCIAS DE USO DE LA TIERRA

Como el rendimiento de los bosques naturales es sólo alrededor de un décimo del rendimiento que se puede obtener de las plantaciones, se tiende a cortarlos para hacer plantaciones en seguida.

La corta del manto boscoso puede dar lugar, o a un ecosistema estable, o a un desequilibrio ecológico. En el trópico generalmente la fertilidad del suelo suele estar vinculada al ecosistema forestal y ésta puede perderse rápidamente si se corta el manto boscoso. El manto boscoso protege el suelo de la intemperie y regula el flujo del agua, controlando la erosión.

El cultivo destruye muchas superficies boscosas; por e jemplo, anualmente se pierden alrededor de 260 hectáreas, a causa de la agricultura abusiva, en la reserva forestal de Akure solamente. Los agricultores se sienten atraidos por los terrenos boscosos, porque la fertilidad de la capa superior del suelo es mayor en éstos que en los terrenos cultivados recientemente. Esto refleja la eficacia del ciclo de los nutrientes, cuando predominan en la vegetación especies leñosas que suelen tener raíces más profundas que las plantas típicamente agrícolas. Pero no es conveniente por cierto seguir reduciendo aún más el patrimonio forestal actual, a medida que va aumentando la demanda de madera, sino que es preferible estudiar métodos alternativos para ofrecer a los agricultores terrenos que ellos consideren atrayentes. Cuando lo importante es el rendimiento se pueden cultivar, independientemente de los servicios forestales federal y estatales, especies pulpables de crecimiento rápido y rotación corta remunerativas, tales como Gmelina. Cuando lo importante es producir alimentos, se pueden intercalar en cultivos agrícolas alimenticios árboles de crecimiento rápido, convenientemente espaciados, a fin de que las raíces profundas de los árboles impidan el agotamiento excesivo de las reservas de nutrientes de la capa superior del suelo, gracias al retorno de la hojarasca a la superficie.

CONSECUENCIAS DE LA CORTA EXCESIVA

La corta intensiva y extensiva de los bosques naturales produce efectos negativos sobre las fuentes de semillas de muchas especies forestales necesarias para la regeneración natural y artificial, porque se dispersan las características y escasean los especímenes de algunas de estas especies. Con la presente tasa de utilización, muchas especies forestales de Nigeria, especialmen te las más raras, corren grave peligro de extinción.

La conservación de los recursos genéticos forestales, actual o potencialmente útiles, tiene por objeto permitir a las generaciones futuras utilizarlos con fines científicos, económicos, educacionales y culturales (Ola-Adams & Iyamabo, 1977). Conservando la vasta diversidad genética que hay en los bosques naturales, se logra obtener el máximo de posibilidades de selección, a medida que se van descubriendo nuevas aplicaciones de la madera. Aún más, es probable que con el tiempo cambien los criterios de selección de árboles forestales. Estos cambios pueden deberse a nueva tecnología, a diferente aceptación del público o a cambios biológicos tales como la búsqueda constante de árboles resistentes a nuevas razas de insectos y patógenos.

METODOS DE CONSERVACION

Actualmente hay muchos métodos que pueden utilizarse para conservar los recursos genéticos forestales y el más apropiado para cada especie dependerá de la índole del material y del objetivo y el alcance de la conservación prevista (Frankel, 1970). Además habrá que tomar en consideración factores económicos, técnicos y administrativos. Por ejemplo, cuando no se pueden conservar in situ poblaciones de especies en peligro (por ejemplo, individuos fuera de las reservas forestales o especies muy utilizadas), será necesario arbitrar métodos de conservación ex situ para lograr su perpetuación. Es claro que conviene elaborar métodos para la conservación ex situ de Afrormosia elata, Entandrophragma utile y otras caobas, Distemonanthus benthamianus y Gossweilerodendron balsamiferum. La experiencia adquirida en la conservación ex situ de pinos y eucaliptos exóticos en Nigeria (véase Anon. 1976) puede ser aplicable también a algunas especies autóctonas.

Pero si las especies en peligro de la vegetación climax no se regeneran naturalmente después de la corta y éstas no se pueden cultivar fácilmente con los actuales conocimientos, es sumamente probable que la conservación in situ se revele como la más apropiada (Roche, 1975). La conservación in situ es factible cuando la presión sobre las actuales reservas forestales es leve, como sucede cuando se hacen plantaciones fuera de las reservas forestales. En esta etapa es necesario considerar la experiencia de Nigeria a la fecha y los métodos empleados.

EXPERIENCIA A LA FECHA

En Nigeria ya se ha adquirido experiencia con seis métodos de conservación de genes. A continuación se dan a conocer brevemente:

i) Reservas naturales estrictas

Las reservas naturales estrictas son comunidades vegetales conservadas a perpetuidad en su estado natural por su valor económico, científico, educacional, cultural y estético.

Hace alrededor de 30 años en Nigeria se comprendió la importancia de conservar muestras representativas de los diversos ecosistemas forestales. Salvo muy pocas especies no están domesticadas en su mayoría las que constituyen la vegetación clímax de las zonas boscosas y por eso la continuación de su existencia depende del mantenimiento de la integridad de los ecosistemas en los que se encuentran. Por tal motivo el Departamento de Bosques de Nigeria delimitó en 1948 parcelas inviolables para conservar partes típicas de los bosques de Nigeria intactos para la posteridad. Desde 1954 el Instituto de Investigación Forestal de Nigeria (ex Departamento Federal de Investigación Forestal) ha transformado estas parcelas en reservas naturales estrictas, en virtud de la Convención de Londres de 1933 sobre la conservación de la flora y la fauna de Africa. En 1968 Nigeria suscribió la Convención Africana de Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales de la OUA, que define las reservas naturales estrictas (Artículo III Sección 4a) e insta a los estados contratantes a ocuparse de la conservación de las especies y comunidades vegetales que estén amenazadas y/o tengan especial valor científico o estético. Actualmente hay siete reservas de este tipo en Nigeria (Ola-Adams & Iyamabo, 1977).

ii) Reservas de caza

Las reservas de caza se hacen con el objeto de propagar, proteger, conservar y manejar la flora y la fauna.

La política de manejo de los recursos de muchos estados se aplica, entre otros diferentes tipos de ecosistemas protegidos, a terrenos denominados reservas de caza. La conservación y el manejo de la vegetación es un aspecto importantísimo del manejo de toda reserva de caza. Las reservas de caza se establecen y manejan principalmente para conservar especies vegetales y animales. En Nigeria hay varias reservas de caza oficiales que se encuentran principalmente en la sabana. Se protege casi exclusivamente la sabana, porque la caza mayor que se considera necesario proteger se encuentra sobre todo en esta zona. Con todo es igualmente necesario establecer reservas de caza en la zona de los bosques.

iii) Parques nacionales

Un parque nacional es una zona aislada exclusivamente para propagar, proteger, conservar y manejar la vegetación y la fauna, así como para proteger sitios, paisajes o formaciones biológicas de valor científico o estético particular, para que el público pueda disfrutar y gozar de ellos.

Están muy adelantados los planes destinados a transformar las actuales reservas de caza de Borgu y Zugurma en el Parque Nacional del Lago de Kainji. La formación de parques nacionales exige un gran sacrificio a la nación porque puede significar renunciar para siempre a la utilización de los recursos materiales de una zona. Es cierto que los valores culturales, económicos y recreativos son factores importantes que justifican la creación o el mantenimiento de parques nacionales, pero no es menos cierto que uno de los argumentos principales a su favor es su valor conservacional, a pesar de que éste es menos apreciado directamente por el público. Al crear nuevos parques nacionales hay que tener cuidado de proteger, no sólo los paisajes más hermosos o las áreas donde hay más caza, sino también una vasta gama de biotipos.

iv) Jardines botánicos y arboretos

Los jardines botánicos y arboretos son áreas aisladas para propagar y conservar plantas, con fines educacionales y científicos.

Los esfuerzos hechos por crear jardines botánicos han dado resultado parciales en este país. La antigua Estación Botánica de Lagos fue destruida cuando se construyó el ferrocarril en 1896. A comienzos de los cincuenta se destruyeron cuatro jardines botánicos, en Lagos, Calabar, Olokemeji y Onitsha, en aras del progreso del desarrollo urbano y de las comunicaciones. En 1958 sólo quedaban dos jardines botánicos: el jardín botánico de Victoria (actualmente en la República del Camerún) y el jardín botánico del Colegio Universitario de Ibadan. No se materializó un proyecto del Gobierno Federal a comienzos de los sesenta de crear jardines botánicos en Enugu, Jos, Olokemeji y Onitsha, principalmente como atractivo turístico. Pero hace poco la mayoría de las universidades y de los departamentos forestales han creado jardines botánicos y arboretos, para labores de educación, investigación, ensayos de especies y reposición de especies en peligro.

v) Almacenamiento de semilla

El almacenamiento de la semilla forestal es un método valioso para la conservación de los recursos genéticos de ciertas especies, en condiciones que garanticen la viabilidad del germoplasma por varios años. El objetivo principal del almacenamiento de semilla de valor genético por largos períodos es evitar tener que recurrir al rejuvenecimiento frecuente, con los gastos y los riesgos de contaminación genética que acarrea.

La bodega de semillas del Instituto de Investigación Forestal de Nigeria se construyó en 1959. Antes, las semillas de corta vida de los años semilleros se sembraban poco después de la recolección en viveros generalmente regados y, en los años sin semilla, se recolectaban plantitas silvestres para aumentar el número de plantitas del vivero (Olatoye 1968). Por lo general, las semillas se secan al aire y se colocan en latas herméticas, forradas con película de polietileno. Se almacenan semillas tanto autóctonas como exóticas. Las latas se colocan en una cámara fría que se mantiene a una temperatura de 0 a -5°C. Se ha demostrado que a esta temperatura se puede prolongar la vida normal de almacenamiento de las semillas de muchas especies forestales autóctonas.

vi) Bancos de clones

También se pueden conservar los recursos genéticos forestales empleando métodos de propagación vegetativa, tales como el injerto, las estacas y los mugrones aéreos. Esta técnica es particularmente apropiada para especies que producen semilla con poca frecuencia y para las “recalcitrantes”, o sea, aquellas en las que la semilla pierde la viabilidad con poca humedad (Roberts, 1973).

Ya se han obtenido algunos buenos resultados en la propagación vegetativa de algunos árboles forestales de Nigeria (Jones 1969, Okoro 1973, Howland 1975). Hace más de diez años se recurrió a la propagación vegetativa para hacer en varios lugares plantaciones de Terminalia ivorensis, T. superba, Nauclea diderichii y Triplochiton scleroxylon.

Las investigaciones sobre propagación vegetativa de T. scleroxylon han revelado que es posible su propagación clonal, especialmente con materiales jóvenes juveniles (Okoro 1973, Howland 1975, Leakey et al 1975). Además, se están haciendo ensayo de almacenamiento de estacas de T. scleroxylon (Howland, comunicación personal).

OTRAS POSIBILIDADES FUTURAS

Investigaciones hechas en otras partes del mundo revelan que hay otros métodos que también pueden tener valor para la conservación de los recursos genéticos forestales. A continuación se dan a conocer brevemente.

i) Cultivo de tejidos y de meristemas

Estas técnicas tienen valor sobre todo para conservar especies con semillas recalcitrantes que actualmente no se pueden guardar en bancos de semillas y en aquellos caos en los que son limitadas la viabilidad y la disponibilidad de las semillas e ineficaces las técnicas de reproducción vegetativa.

En algunos casos conviene conservar uno o varios genotipos particulares, que han sido ensayados suficientemente y han revelado tener características convenientes tales como la resistencia a las enfermedades o la adaptación a los factores climáticos y a la duración del día. Algunas de estas plantas se pueden reproducir sexualmente, pero generalmente se recurre a la vía vegetativa. Si en el cultivo de estas plantas se emplean semillas, la presión de la selección ambiental, la mutación, la hibridación e introgresión pueden cambiar el genotipo. El cultivo de tejidos y de meristemas permite salvar este obstáculo.

Otra ventaja importante de estas técnicas es que permiten liberar el material de infecciones y enfermedades. En las plantas cuya tasa de crecimiento es más rápida que la del virus, el meristema apical se puede cultivar fácilmente y así se libra de la infección.

La cultura de tejidos y de meristemas puede ser un medio muy útil de conservación ex situ, porque los meristemas se pueden almacenar por mucho tiempo, son pequeños y es fácil controlar su tasa de multiplicación y mantenerlos exentos de patógenos.

A pesar de que actualmente en Nigeria no se está haciendo nada en la materia, es muy conveniente que el Instituto de Investigación Forestal estudie la posibilidad de aplicar estas técnicas.

ii) Almacenamiento de polen

Actualmente no se almacena polen en Nigeria, pero es necesario almacenar polen a corto plazo para experimentos de hibridación de plantas que florecen en épocas diferentes o de poblaciones geográficamente distantes. Como medio de conservación de recursos genéticos vegetales, es muy útil poder almacenar polen de una temporada a otra, o por varios años. Las condiciones necesarias para mantener la viabilidad del polen son semejantes a las del almacenamiento de semillas, a pesar de que el período de viabilidad del polen es más breve. El polen se puede almacenar en aire líquido o se puede liofilizar y colocar en cápsulas de vidrio selladas al vacío o en nitrógeno gaseoso (Harrington, 1970). Es claro que conviene determinar qué condiciones prolongan por varios años la viabilidad del polen de especies madereras tropicales importantes. En efecto, ya se está considerando un proyecto de almacenamiento a corto plazo de polen de T. scleroxylon.

LIMITACIONES

Ninguno de los métodos esbozados anteriormente está totalmente exento de inconvenientes. Los métodos in situ probablemente son los más útiles para conservar especies tales como las caobas. En este caso, las reservas naturales estrictas, las reservas de caza, los parques nacionales, los jardines botánicos y los arboretos son el medio obvio de conservación de los recursos genéticos forestales, pero hay muchas trabas. Por lo general, se compite por otras formas de utilización de la tierra y el complejo sistema de tenencia del país constituye una traba formidable para establecer áreas de conservación suficientemente extensas como para abarcar todas las variaciones de un ecotipo en particular. Incluso dentro de las actuales reservas naturales estrictas se presentan problemas en Nigeria, porque éstas no tienen una condición jurídica que las distinga de las reservas forestales y de caza en las que se encuentran situadas. En dichas reservas forestales y de caza se otorgan a la población local y a contratistas madereros ciertos derechos como, por ejemplo, el derecho a cortar leña, a recolectar otros productos forestales y a cortar madera. No se extinguen estos derechos cuando se crean reservas naturales estrictas dentro de estas reservas. Por consiguiente, es imposible garantizar la inviolabilidad de las actuales reservas naturales estrictas, en las actuales circunstancias.

Otras trabas importantes son la falta de fondos, de personal profesional y técnico capacitado en conservación de genes y en manejo de recursos y de da os sobre la biología, las características silviculturales y la ecología de la mayoría de las especies forestales autóctonas.

La mayor parte de los jardines botánicos y arboretos se han creado por lo general como colecciones de árboles aislados, con limitados fines científicos educacionales o recreativos, o para hacer ensayos de especies. Se ha insistido demasiado poco en su rol de conservación y reposición de plantas en peligro. Se podría incorporar un número mucho mayor de especies en peligro para que éstas estén representadas en colecciones de las diferentes poblaciones que crecen en una variedad de hábitat o sitios en toda su área de distribución natural.

Otra grave desventaja de los jardines botánicos y de los arboretos es la falta de documentación apropiada y suficiente sobre el pasado. En algunos casos se han mezclado materiales y etiquetas. Con todo, ésta es una deficiencia administrativa que se puede remediar.

Las principales trabas para el almacenamiento de semilla en Nigeria son especialmente la pérdida a corto plazo de la viabilidad de la semilla de muchas especies forestales autóctonas y la falta de información sobre sus niveles óptimos de temperatura y humedad, en muchos casos (Olatoye 1968, Okoro y Deda 1971). Se necesitan decididamente más bodegas de semillas en el país. Actualmente parece que hay más posibilidades de almacenar semillas que polen, para la conservación a largo plazo de los recursos genéticos forestales. Son muy alentadores los resultados obtenidos en la reproducción vegetativa de algunas especies forestales autóctonas. Con todo, su aplicación se ve restringida por la incompatibilidad patrón/vástago en los injertos y porque las estacas de materiales adultos de algunas especies no conservan las hojas por un tiempo suficientemente largo para que arraiguen; por ejemplo, T. scleroxylon (Howland, 1975).

Incluso es probable que también tenga limitaciones la aplicación de aquellos métodos que todavía no se han introducido. El inconveniente más grave de la técnica del cultivo de tejidos es probablemente la inestabilidad genética. Puede haber cambios nucleares, tales como pequeñas pérdidas de genes y mutaciones de genes, que se acumulan con dicho cultivo (D'Amato, 1975). En esta materia se ha avanzado con mucha rapidez y es probable que estas limitaciones se superen pronto. Actualmente se puede aprovechar con buenos resultados la estabilidad genética del meristema, mediante el cultivo de meristemas. Esta técnica es de grandísimo valor para las plantas que se propagan vegetativamente, porque permite la conservación de un clon a largo plazo.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

1. El aumento de la demanda de madera y la competencia por otras formas de uso de la tierra están haciendo mucha presión sobre las reservas forestales de Nigeria.

2. Para aliviar la presión de la utilización y de la agricultura abusiva en las reservas forestales, conviene que los gobiernos federales y estatales fomenten la plantación intercalada de árboles en los cultivos agrícolas y los métodos agrisilvi-culturales, fuera de las reservas forestales.

3. Muchas de las dificultades con que se tropieza en la formulación de la metodología de la conservación de los recursos genéticos forestales se deben a falta de asistencia financiera y de personal profesional y técnico capacitado, así como de datos sobre la biología, las características silvícolas, la ecología y las condiciones de almacenamiento de las semillas de muchas especies forestales autóctonas.

4. Las reservas naturales estrictas, las reservas de caza, los parques nacionales, los jardines botánicos y los arboretos constituirán los medios adecuados de conservación de los recursos genéticos forestales, sólo si cumplen con ciertas condiciones. Conviene fomentar la enmienda de las normas que se aplican en estos bosques, a fin de intensificar y mejorar los métodos de conservación. Conviene crear más áreas de conservación que contengan muestras típicas de todos los principales tipos de vegetación de Nigeria.

RESUMEN

La explotación excesiva de los bosques naturales, el cultivo, los programas de desarrollo urbano y rural, se considera constituyen los factores más importantes del drenaje del acervo genético-forestal de Nigeria.

Para contrarrestar esta tendencia, se recomiendan diversos métodos posibles de conservación de los recursos genéticos forestales.

AGRADECIMIENTO

Deseo expresar mi agradecimiento por sus observaciones y críticas, al Dr. John B. Hall, Departamento de Manejo de Recursos Forestales, Universidad de Ibadán.

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1 La nomenclatura de las plantas se ajusta a Hutchison y Dalziel (1954–72).


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