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Industria y comercio asiático de paneles derivados de la madera

Harry Booth

Harry Booth es Consultor privado australiano de industrias forestales. Anteriormente trabajaba en la FAO como Oficial de Industrias Forestales.

Desde 1977 se han producido cambios espectaculares en los precios de las materias primas, en la disponibilidad de energía y en las tecnologías. Estos cambios empiezan a repercutir profundamente en la industria mundial de los paneles derivados de la madera. Sus efectos ya se manifiestan en la cuenca del Pacífico, especialmente en la zona del sudeste de Asia. Hoy día, los tres principales determinantes del cambio en la industria de los paneles derivados de la madera son: la disponibilidad de materias primas, la tecnología, y el costo y disponibilidad de energía. Es obvio que estos tres factores no han surgido repentinamente, sin causas previas. Hace ya muchos años que se deja sentir su presencia, y siempre han influido en el desarrollo. La situación actual se caracteriza porque estos factores han alcanzado una influencia dominadora en el desarrollo de la industria, especialmente en el sudeste de Asia.

Existen tres categorías principales de paneles derivados de la madera: los contrachapados, los tableros de partículas y los tableros de fibra. Los tres factores mencionados influyen en estos productos de forma diversa. Ello se debe a las diferentes propiedades intrínsecas de cada una de estas categorías de productos, y al papel especial que cada una de ellas desempeña en el comercio internacional.

El contrachapado es el producto de exportación más importante: es el de mayor precio unitario y, por consiguiente, puede soportar los elevados fletes mejor que los otros dos; es más exigente en cuanto a materia prima y, si ésta no se halla disponible en un país, habrá que importar el contrachapado que haga falta.

En el decenio anterior a 1973, la industria de los paneles derivados de la madera se hallaba en situación de firme crecimiento, tanto en producción como en comercio. Sin embargo, en 1973 el espectacular aumento de los precios del petróleo originó un período de gran inseguridad. A pesar de ello, la producción mundial de las tres categorías de productos ha aumentado, si bien el contrachapado alcanzó probablemente su cumbre en 1973, y no es fácil que pueda superarla.

Para comprender mejor los cambios que se producirán probablemente en la industria del sudeste de Asia habrá que considerar la historia de su desarrollo. La base de la materia prima para el crecimiento de la producción de contrachapados eran los bosques de dipterocarpáceas situados principalmente en Indonesia, Malasia y Filipinas. Las especies de este grupo se conocen, en general, con el nombre de Meranti o Lauán y pertenecen principalmente a los géneros Shorea y Parashorea.

Hasta los primeros años del decenio 1950-60, la industria tenía poca importancia. Se exportaban pequeñas cantidades de trozas para aserrío y contrachapados principalmente a Australia, y en Filipinas se producía cierta cantidad de contrachapados y de chapas. Durante este período, las maderas de Meranti se afirmaron, por derecho propio, como ideales para la manufactura de contrachapado utilizable. Hasta que no empezó a cobrar ritmo la recuperación económica de la postguerra no se inició la exportación en gran escala de trozas a Australia. Malasia y Filipinas fueron, al principio, los principales países proveedores de trozas. Indonesia tenía pocas cantidades disponibles hasta que en los últimos años del decenio de 1960 no cambió la política del Gobierno. Después, la producción de trozas en Indonesia aumentó rápidamente convirtiéndose dicho país en el más importante del grupo. La participación en el mercado de exportación de trozas en 1978 fue: Indonesia, 57%; Malasia (Sabah y Sarawak únicamente como expedidores), 33%; Filipinas, 8%, y Papua Nueva Guinea, 2%. El volumen total exportado fue ligeramente inferior a 40 millones de m³. No toda esta cantidad se utilizó para contrachapado, ya que alrededor del 40% lo absorbió la industria del aserrío.

El Japón absorbió el 49,5% de las exportaciones y, junto con la República de Corea, la provincia china de Taiwan, y Singapur absorbió el 98,4% de todas las exportaciones de Indonesia. Por lo que se refiere a los otros exportadores de madera en trozas la situación es análoga.

El negocio de importación de trozas y de exportación de contrachapado acabado, llamado elaboración «de tránsito», depende mucho de una buena tecnología de fabricación y refleja marcadamente los fletes. La cifra relativa a la recuperación de contrachapado acabado correspondiente a la industria coreana en 1979 puede dar una idea de la calidad de las trozas para desenrollo y de la tecnología de elaboración. Según el Japanese Lumber Journal (21 de marzo de 1979), la recuperación a partir de 1 m³ de trozas fue de 93 chapas de 4 mm, 2 m x 1 m, o sea el 61% expresado en volumen. Como pauta general de costos y beneficios, en la República de Corea se consideró en 1979 que, cuando el precio CIF de las trozas es de 120 dólares EE.UU. por m³, el precio de exportación FOB de contrachapado debe ser de unos 360 dólares EE.UU. por m³, lo que da un valor añadido de, aproximadamente, 100 dólares EE.UU. por m³ de trozas.

A principios de 1978 Asia aportaba el 31,6% de la producción mundial de contrachapado, pero solamente el 4,2% de la producción de tableros de partículas, y el 5,8% de la producción de tableros de fibra. Las exportaciones (en porcentaje de las exportaciones mundiales) eran las siguientes: contrachapados, 61,8%; tableros de partículas, 1,1%, y tableros de fibra, 1,0% solamente. Casi todo el contrachapado exportado se producía en la República de Corea, la provincia china de Taiwan, Singapur, Malasia y Filipinas. La materia prima era sobre todo Meranti de Indonesia, Malasia y Filipinas.

Los suministros de trozas procedían de las masas climáticas tropicales compuestas por una mezcla de especies, pero de las cuales se extraía casi exclusivamente las del grupo Meranti. El nivel de control de la extracción y de la ordenación de la regeneración ha sido casi siempre mínimo a lo largo de los años. Como consecuencia, después de más de 30 años de explotación en escala cada vez mayor, no es de sorprender que se plantearan problemas acerca de la capacidad de los bosques de mantener este nivel de producción de trozas durante mucho más tiempo.

Sin duda inspirados por la situación y el ejemplo de la OPEP, los productores de trozas lograron formar en 1977 una organización encargada de regular la exportación desde Indonesia, Malasia, Filipinas y Papua Nueva Guinea, que ha recibido el nombre de Southeast Asia Lumber Producers Association (SEALPA).

En 1978, las cantidades de trozas exportadas por los miembros de la SEALPA sumaron 39,3 millones de m³. Para 1979, se fijaron cupos de exportación 15% menores. Por consiguiente, no es de sorprender que los precios de exportación de las trozas empezaran a subir a principios de 1979, a medida que los países consumidores procuraron asegurarse las cantidades de trozas que, a su juicio, iban a necesitar. Los precios subieron marcadamente durante 1979, llegando en septiembre al nivel máximo por encima del cual la producción de contrachapados para la exportación a los Estados Unidos ya no resultaba rentable. Debido a la situación de depresión del mercado estadounidense, los compradores no estaban dispuestos a pagar los elevados precios que se cotizaban. Como resultado, la demanda de trozas se estancó y los precios bajaron ligeramente. Actualmente, el precio de las trozas se sostiene debido a dos factores principales: por una parte, la firmeza conseguida, gracias a los cupos de exportación de la SEALPA, hace que resulte más difícil que un proveedor suplante a otro, como ocurría anteriormente, y por otra, los problemas sumamente reales de mantener el suministro de un recurso en disminución, en un momento en que los costos de corta y de transporte son cada vez mayores.

FÁBRICA DE CONTRACHAPADOS EN FILIPINAS una industria que, lejos de desaparecer, registrará profundos cambios

Durante el mismo período también han aumentado los fletes oceánicos para las trozas, como consecuencia del creciente precio del combustible para los cargueros. Los fletes desde Balikpapan al Japón, a principios del año, eran de unos 16 dólares EE.UU., pero ya en septiembre habían llegado a 27 dólares EE.UU. por m³. El flete hasta la República de Corea es aproximadamente el mismo, pero hasta la provincia de Taiwan es algo más bajo.

Producción, suministro y utilización de trozas

Existen diferencias en la calidad de las trozas que cada país puede utilizar. La República de Corea necesita la mejor calidad, ya que produce principalmente paneles decorativos para los 'mercados de los Estados Unidos y de ,1a CEE. El Japón absorbe una calidad en general inferior, ya que dedica una proporción importante de su producción a contraventanas y ventanas para viviendas de hormigón y a la fabricación de contrachapados de uso general. La provincia de Taiwan absorbe también una mezcla de trozas de calidad inferior y puede aceptar un cierto volumen de otras especies ya que, principalmente, produce forros de puertas para la exportación y grandes cantidades de muebles para el mercado estadounidense.

Existe indudablemente cierta justificación para aumentar el suministro de trozas y reducir los costos gracias al mayor empleo de otras especies, pero, en la práctica, resulta sumamente difícil conseguir gran cosa. El Japón y la provincia de Taiwan son los importadores que se hallan en mejores condiciones de aceptar algunas otras especies. En general, existen motivos técnicos para no querer las otras especies, ya que suelen ser menos duraderas y no resisten bien el viaje, y además pueden tener una contracción mayor o más desigual. Pueden ser excesivamente densas o contener sílice que produce el desgaste de los instrumentos cortantes; su aspecto suele ser peor y su disponibilidad esporádica, lo que provoca dificultades de mercado. Para el explotador forestal, las otras especies más baratas son la opción que menos conviene, ya que el resultado es exclusivamente un flujo de fondos, beneficios menores y mayores dificultades de mercadeo. La extracción de otras especies de un bosque del que ya se han extraído las especies de mayor valor de exportación puede resultar una operación costosa. Puede desempeñar un papel importante para complementar los suministros, pero no es fácil que permita resolver los problemas de la industria dada su estructura actual; o sea que sin un aporte de tecnología no puede resolverse la crisis de materias primas.

En las exportaciones de trozas de coníferas al Japón desde la U.R.S.S. se ha observado en la evolución de los precios una tendencia similar a la registrada en el caso de las frondosas, aunque con un ligero retraso en cuanto a tiempo.

La producción de contrachapados no se halla próxima a desaparecer de la región, pero, al parecer, en la industria toda una serie de cambios de gran alcance conducirán pronto a la emergencia de nuevos productos; a una reubicación de las fábricas de contrachapado más cerca de los recursos de materias primas restantes, y a un cambio de preferencia por parte de las actuales fábricas, especialmente en el Japón, en favor de las trozas de coníferas tanto locales como importadas. En dicha zona la realineación de la industria permitirá nuevas soluciones, condicionadas por las materias primas, la energía y la tecnología.

Los productores tienen ahora que encontrar respuesta a determinadas cuestiones clave si es que quieren conservar el ritmo industrial. Los productores japoneses tendrán que decidir con qué base de materia prima pueden contar para la producción de contrachapados o paneles derivados de la madera en general, de las clases que exigirá el mercado interior del Japón, en un futuro inmediato y a largo plazo.

Para los productores de países tales como la República de Corea y la provincia de Taiwan el problema es el siguiente: como están disminuyendo las materias primas para el tipo actual de contrachapados de exportación, ¿qué otras materias primas o qué tipos de productos pueden producir y vender económicamente para reemplazar al contrachapado delgado y decorativo que ya no es posible obtener?

Los productores de trozas de tipo Meranti tienen que decidir cuál es la mejor estrategia que les conviene seguir como productores de un volumen de trozas en disminución, para mantener y tal vez aumentar sus ganancias generales de divisas y el nivel de empleo de su población.

En octubre de 1979, la Conferencia de Manufactureros Asiáticos de Contrachapados (APMC) celebró su sexta reunión en Yakarta bajo el significativo lema de «Perpetuación de la industria del contrachapado en Asia mediante una eficaz ordenación de los recursos y el desarrollo de mercados». Las ponencias presentadas a esta conferencia y las declaraciones de los participantes hablan de por sí.

La SEALPA subrayó la constante disminución de la disponibilidad de recursos para los años venideros. Las estimaciones de la demanda resultaban modestas en comparación con la expansión espectacular de la industria, casi inexistente a comienzos de los años cincuenta, que alcanzó su culminación a mediados de los años sesenta. Toda industria dinámica tiene que registrar un crecimiento continuo. La tradicional situación del suministro de trozas en la zona no corresponde ya a las necesidades de una industria dinámica, y por ello es inevitable un cambio profundo.

El estudio de las ponencias presentadas en la reunión de la APMC permite llegar a las conclusiones siguientes:

· El suministro de trozas está disminuyendo debido a las graves cortas excesivas practicadas en años anteriores.

· Los países que todavía poseen importantes recursos de trozas están decididos a limitar su producción, adaptándola a las posibilidades de un rendimiento sostenido de los recursos que aún conservan.

· La destrucción de los bosques por una agricultura basada en talas y quemas, originada por el crecimiento demográfico, reducirá todavía más los rendimientos de trozas y provocará la calda de la producción a un ritmo que incluso podrá superar las previsiones.

· Los productores de trozas están decididos a fijar sus precios a niveles correspondientes a la relación que existía antes de 1973, entre los precios de los artículos manufacturados y la maquinaria importada del mundo desarrollado y los precios de las trozas FOB. Es decir que se proponen interrumpir la venta de sus trozas como materia prima a precios inferiores a los paritarios, de acuerdo con los objetivos establecidos por el Grupo de los 77.

· Al mismo tiempo que elevan los precios de las trozas y restringen los volúmenes de exportación, los productores se proponen incrementar la elaboración en sus propios países. Se fomentará el aserrío inicial y la producción de contrachapados. Esta actividad probablemente conducirá a mayores niveles de consumo local de contrachapado per cápita, lo que reducirá aún más las exportaciones de contrachapados de la región considerada globalmente.

Cada grupo de países considera los problemas de la industria desde su propio punto de vista, lo que refleja las contradicciones existentes en la situación general. Para obtener una mejor noción acerca de la solución e estas contradicciones, habrá que analizar las opciones de todos los grupos.

Países productores de trozas

Para este grupo la mejor estrategia que conviene seguir consiste, casi seguramente, en aumentar la elaboración local de sus materias primas. Esta elaboración deberá basarse en una ordenación de rendimiento sostenido de los recursos forestales remanentes. La fuerte posición del mercado de las trozas de Meranti se basa principalmente en su gran adaptabilidad para la producción económica de contrachapados finos semidecorativos. Este mercado ya se ha desarrollado en los Estados Unidos, en el Japón y, hasta cierto punto, en los países de la CEE y en otras partes. Lo lógico, por consiguiente, es fabricar este producto junto con la madera aserrada de trozas de calidad apta para el desenrollo, y exportar la producción a los mercados existentes.

Estos países están en situación de obtener ventajas de fletes para sus trozas, y podrán utilizar más trozas de calidad inferior y algunas de especies actualmente no utilizadas por su poca durabilidad o porque no resisten bien el viaje en rollo. Ya se dispone de la tecnología para su elaboración, y no es complicada. Pueden también hacer que participen en las inversiones en empresas conjuntas los productores de la elaboración de tránsito. Estos inversionistas dispondrán de fábricas y pericia técnica transferible, ya que han sido los primeros que se han dado cuenta de la situación y adoptado las medidas apropiadas. En realidad, el proceso se ha iniciado ya, según datos comunicados por los países productores de trozas en la reunión de la APMC de Yakarta. En su declaración, Indonesia informó que su actual producción anual de contrachapados es de 525000 m³ con 18 fábricas en funcionamiento. Otras 11 fábricas más se hallan en construcción o han obtenido ya la licencia para iniciar la construcción, y se cree que a finales de 1983 su capacidad de producción de contrachapados, en dos turnos, será de 1,5 millones de m³ al año. Esta cifra puede compararse con la correspondiente a la producción de la República de Corea que, en 1977, era de 2 289 millones de m³.

Si fuera posible someter a una ordenación de rendimiento sostenido los bosques de dipterocarpáceas, la base probable de materia prima de la región bastaría para mantener una industria de una magnitud más o menos igual a la actual. Mucho dependerá de la orientación que adopte la industria japonesa, que es diferente a la de los otros productores, ya que se basa en el abastecimiento del mercado interior. Las opciones del Japón son algo diferentes en lo que se refiere a los elaboradores de tránsito. Si se toman en cuenta las trozas que absorbe actualmente la producción japonesa, habrá un margen considerable para que la industria basada en los países productores de trozas amplíe los mercados de exportación de contrachapados finos semidecorativos incluyendo a los Estados Unidos, la CEE y otros países.

Un factor que ha de pesar mucho en la limitación del crecimiento de la exportación será el desarrollo del mercado interno en los nuevos países productores. Esto es difícil de pronosticar cuando se trata de países donde se manufactura el producto en gran escala por primera vez. Sin embargo, si la producción se amplia para aprovechar al máximo las trozas que ahora se exportan, será fácil satisfacer las necesidades interiores sin disminuir mucho las existencias exportables. La mayor producción de tableros de partículas y de fibra es también una forma lógica de satisfacer, en gran parte, las necesidades de paneles del país.

Japón

El Japón tiene que hacer frente a una serie más compleja de problemas. El mercado interior para los contrachapados de todo tipo es amplio y, actualmente, se satisface casi enteramente con la producción interior basada en la importancia de las llamadas trozas de los Mares del Sur, principalmente de tipo Meranti. Pero la situación es precaria en lo que respecta a estas trozas.

Aunque es difícil reemplazar por completo las trozas de tipo Meranti, especialmente para la fabricación de contrachapados finos decorativos, la industria se orientará hacia las trozas de coníferas tanto locales como importadas, y se pronostica un marcado crecimiento de la producción de tableros de partículas y de tableros de fibra. Más o menos el 50% de las necesidades japonesas de contrachapados se refieren a contrachapados espesos estructurales para encofrados de hormigón y otros empleos. Las trozas de coníferas son muy adecuadas para este tipo de productos. Se pueden importar suministros de la U.R.S.S., Nueva Zelandia, islas Fiji o Chile, pero hay que contar con que estos países estén dispuestos a suministrar contrachapados más bien que exclusivamente trozas.

La tecnología de la fabricación de contrachapados estructurales con trozas de coníferas de pequeño diámetro está ya bien a punto, como lo demuestra la industria de contrachapados de pino amarillo del sur de los Estados Unidos. Por consiguiente, las trozas indígenas obtenidas de los programas de repoblación pueden servir de base para la expansión de la industria del contrachapado estructural.

Conjuntamente con estos cambios podría producirse una gran expansión de la fabricación de tableros de partículas y de tableros de fibra basada en los crecientes volúmenes obtenidos de las claras resultantes del programa de forestación japonés. Esto representa un cambio importante para el Japón, que antes producta sólo cantidades relativamente pequeñas de tableros de partículas. También puede producirse un crecimiento en la producción de tableros de fibra de densidad media para reemplazar en parte los paneles de contrachapado.

Tecnología

Los procedimientos de producción de contrachapado deben basarse en trozas de pequeño diámetro. Las mezclas de maderas de frondosas tropicales se someten a procesado húmedo para producir tableros de fibra. Existe amplio campo para las fábricas de pequeña escala. El acabado decorativo exige aún desarrollo.

En el mercado de los contrachapados estructurales puede también participar la producción de tableros de partículas en capas orientadas. La adquisición de una cantidad suficiente y constante de chapas decorativas y semidecorativas para caras de contrachapados puede ser una necesidad cada vez mayor, a medida que disminuyen los suministros de trozas de los Mares del Sur. La mayor parte de estas necesidades puede satisfacerse mediante el rebanado de la amplia gama de maderas disponibles en los bosques de la cuenca del Amazonas en América del Sur. Asimismo, aumentará probablemente el empleo de caras de papel impreso y de otros tipos.

Elaboradores «de tránsito»

Los problemas que enfrentan los países elaboradores de tránsito son más difíciles de resolver sin una extensa reestructuración de la industria. La dificultad se deriva de su gran dependencia en los mercados de exportación y de su mercado interior relativamente pequeño para el contrachapado. La disminución del suministro de trozas, la subida de los fletes oceánicos coincidente con la constante subida de los precios FOB de las trozas provocará una grave contracción de la industria y el cierre de muchas fábricas.

Al parecer, existen pocas posibilidades de un cambio hacia la producción de contrachapados espesos estructurales importando otras materias primas debido a dos motivos principales: la carencia de materia prima disponible en cantidad; y el hecho de que el precio del contrachapado estructural no es lo bastante elevado para compensar los costos de flete que implica la elaboración de tránsito. La República de Corea es tal vez más vulnerable que la provincia de Taiwan, ya que se orienta más hacia materiales de calidad para paneles finos y no ha desarrollado otros sectores tales como la mueblería en piezas sueltas y otras producciones parecidas, que exigen una mayor gama de especies y de calidades de trozas.

La menor disponibilidad de materias primas adecuadas para la fabricación de productos madereros exportables plantea indudablemente un grave problema. Sin embargo, los elaboradores de tránsito tienen dos ventajas que los elaboradores de los países productores de trozas necesitarán tiempo para igualar. La primera es disponer de mano de obra sumamente especializada y eficiente y la segunda el haber conseguido un aprovechamiento más completo de las trozas, lo que significa que pueden soportar más fácilmente el elevado costo FOB. Es el ahorro del costo de flete oceánico lo que el elaborador de un país productor de trozas busca para aventajar al productor de tránsito. Pero el hecho de que es incapaz de utilizar los despojos del desenrollo de trozas lo pone en situación de inferioridad. Todas estas ventajas pueden contribuir a que frene el ritmo de disminución de la industria de elaboración de tránsito.

Por estos y otros motivos, persistirá durante algún tiempo un fuerte incentivo para continuar exportando trozas para desenrollo de gran calidad y circunscribir la elaboración local a las trozas de calidad inferior y a las otras especies. Como resultado, un determinado sector de la industria de la elaboración de tránsito podrá sobrevivir durante un periodo indefinido.

La subida de los costos de energía representa un problema grave y cada: vez mayor para la industria de elaboración de tránsito, ya que se refleja especialmente en los fletes en todas las fases. Además, repercute incluso aún más en lo que respecta a los tableros de partículas y de fibra que tal vez pudieran fabricarse recurriendo a otras materias primas, ya que ambos productos necesitan para su fabricación más energía que el contrachapado.

Materias primas

Dificultad clave del fomento de la industria mundial de los paneles. El reducido suministro impone limitaciones que no autorizan siquiera una utilización per cápita modesta, aunque la tecnología permitiría satisfacer todos los requisitos habituales.

Por consiguiente, la única forma en que pueden sobrevivir los elaboradores de tránsito es orientándose a lograr el mayor valor añadido posible de sus productos, capitalizando la abundante y especializada mano de obra de que disponen. Es evidente que este mercado tiene sus limites, y una evaluación prudente de las posibilidades indica que, incluso en el caso de que el mercado interior de estos países se amplíe a ritmo rápido, las perspectivas de sus actuales industrias de paneles derivados de la madera son bastante sombrías.

Países consumidores

La reducción del volumen total de contrachapados de tipo Meranti en la cuenca del Pacifico repercutirá también en los países consumidores. Ya se ha mencionado el caso del Japón. Los Estados Unidos y la CEE tropezarán con déficits de disponibilidad y con un alza de los precios de estos artículos, consumo estadounidense consiste principalmente en contrachapados finos para paneles y revestimiento de puertas. La CEE absorbe una mayor proporción de contrachapados más espesos.

Este tipo de contrachapados se verá reemplazado cada vez más en el extremo inferior del mercado por los tableros finos de partículas y de fibra. Los tableros de capas orientadas de partículas reemplazarán en cierta cantidad a los contrachapados espesos y se producirá también un mayor empleo de contrachapados espesos fabricados con otras materias primas, como en el Japón. El contrachapado de Meranti disponible continuará utilizándose en el extremo superior del mercado, siempre que se disponga de un suministro regular y constante. En el período de reajuste, habrá que prestar estrecha consideración a este aspecto del suministro. De lo contrario, es fácil que se produzca una grave erosión en el mercado por otros paneles sucedáneos, y otros sistemas de construcción en detrimento de la industria naciente en los países en desarrollo productores de trozas.

El futuro de la industria de paneles derivados de la madera de la zona del Pacifico occidental puede registrar las tendencias siguientes:

· Una menor producción general de contrachapados en la región, con un fuerte incremento de la producción en los países productores de trozas y una disminución gradual de la producción en los actuales países productores de tránsito y en el Japón.

· Una mayor producción de tableros de partículas y de tableros de fibra en la región, en reemplazo de los déficits de contrachapados.

· Una nivelación de los tableros derivados de Meranti, de más o menos las dos terceras partes de la producción total, basada en el probable rendimiento sostenido de los bosques de dipterocarpáceas que se puede conseguir con una buena ordenación.

· La continua destrucción, y consiguiente disminución de la producción, de los bosques de dipterocarpáceas de la región a causa del aumento de la agricultura migratoria. Esto es una amenaza imponderable que exige esfuerzos constantes por parte de los gobiernos de la región y de los organismos internacionales. Si estos esfuerzos no tuvieran éxito, la velocidad de disminución de la producción podría más que duplicarse.

Dificultades clave

Resulta tentador sacar conclusiones de tipo general sobre el futuro de la industria de los paneles derivados de la madera, resumiendo la situación y atendiendo a los tres factores limitativos clave que, por orden inverso, serían primero la energía, luego la tecnología y por último las materias primas.

Energía

Los crecientes costos de la energía no han de limitar la producción de paneles derivados de la madera. En comparación con otros materiales, tales como el aluminio y el vidrio' los paneles siguen siendo una solución que exige poca energía.

Energía. La situación de la energía afecta a la industria en todas sus fases: en la corta, el transporte de la materia prima, su reducción, desecación y reconstitución en forma de chapas; la aplicación y costo de las resinas aglutinantes y su transporte hasta el lugar de empleo.

Para que el gasto de energía sea mínimo es necesario producir la materia prima en la forma más intensiva posible en plantaciones de gran rendimiento cerca del lugar de elaboración y utilización de los paneles acabados. El procedimiento elegido debe exigir un mínimo insumo de energía y permitir el máximo aprovechamiento del árbol.

La energía no debería limitar la producción de paneles derivados de la madera. Efectivamente, comparados con varios de los otros materiales que se emplean en la construcción, tales como el aluminio y el vidrio, los paneles derivados de la madera siguen siendo una solución que exige poca energía.

Tecnología. Se necesitará mejorar los procedimientos de producción de contrachapados basados en las trozas de plantación de pequeño diámetro, e intensificar los procedimientos para utilizar las mezclas de frondosas tropicales para fabricar tableros de fibra, con niveles de contaminación aceptables. En este campo hay probablemente más margen que en cualquier otro para introducir fábricas de producción de pequeña escala, como se explica detalladamente en el Portafolio FAO de Industrias Forestales de Pequeña Escala. Si bien no puede decirse que para la producción de tableros de fibra se utilice poca energía, medida como unidad de producto acabado, la energía necesaria puede obtenerse a poco costo quemando cortezas, aserrín y desperdicios de corta, y como no se necesitan resinas aglutinantes, los insumos importados son mínimos. El producto también es muy apropiado para el mercado de la vivienda tropical barata.

Los procedimientos de acabado decorativo exigen un ulterior desarrollo para encontrar métodos que simulen debidamente la madera natural y ofrezcan un acabado duradero que pueda utilizarse para todos los tipos de tableros de fibra y de tableros de partículas.

Materias primas. Este punto sigue siendo una dificultad clave para el desarrollo de la industria mundial de paneles derivados de la madera, limitándola tal vez a un nivel que ni siquiera permite la utilización per cápita más modesta. Los paneles con cara de madera natural verdaderamente decorativos no hacen falta para usos corrientes. La tecnología permite procedimientos para la producción de tableros de partículas y de tableros de fibra que pueden satisfacer todos los requisitos habituales.

La forma más prometedora de establecer, e incluso de aumentar, la base de materias primas es por medio de plantaciones de gran rendimiento. El problema principal es cómo establecer y ordenar estas masas, con un mínimo de fertilización y otros elevados insumos de energía, en las tierras tropicales y subtropicales que no pueden utilizarse o no hacen falta para la producción de alimentos.


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