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En una nota reciente 1, J.L. Venero, del Instituto Nacional Forestal y de Fauna de Lima, Perú, informa de la presencia de una pequeña masa relicta de Prosopis laevigata var. andicola en un lugar arqueológico de 2 926 m s.n.m. en Calca (Cusco, Perú). Según la bibliografía, esta especie (sobre la cual ha existido cierta confusión taxonómica en el pasado) aparece también a 2 000 – 2 100 m en Arequipa, Perú, hasta una altitud de 2 650 m en Bolivia, a 2 700 m en Argentina y a 2 900 m en México. La masa cubre una superficie aproximada de 1 ha y está formada por 78 arbustos de una altura media de 1,6 m, siendo la máxima de 2,9 m. |
La especie no es popular, por estar provista de numerosas espinas de hasta 9 cm de largo, que causan daños a las personas, el ganado y los neumáticos de los vehículos de motor. No obstante, una presencia de esta índole es importante, puesto que la especie es una de las pocas que son capaces de crecer en medios tan duros de la región, a gran altitud. Es una fuente potencial de alimentos y de protección para el hombre, su ganado y la fauna natural. Puede proporcionar leña, setos que impiden el paso del ganado, cobijo y protección del suelo. Los frutos pueden utilizarse para el consumo humano o de los animales, y elaborados producen una bebida dulce, la “algarrobina”. Deben tomarse medidas para conservar ésta y otras masas de una variedad con un valor potencial, pero que se encuentran en peligro. |
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