Resumen de un documento de trabajo de
J.S. de Muckadell y P. Malim 1
Este informe, publicado en el marco del Proyecto FAO/PNUD MAL/78/009, contiene los resultados preliminares de una serie de estudios de arraigamiento con nueve especies de dipterocarpas. Los estudios se realizaron para conseguir un método alternativo viable frente a la producción normal de plantones, ante las dificultades ocasionadas por lo variable de las cosechas de semillas y su dificultad para germinar. Fueron suspendidos después de seis meses debido a la escasez de fondos. Los principales aspectos examinados son los medios de arraigamiento, plantas de origen, preparación y tipos de estacas, diferencias entre las especies, influencia de la edad y el tratamiento de la planta de procedencia, tratamiento con hormonas, tiempo necesario para arraigar y desarrollo después del trasplante.
Se utilizaron dos sistemas de arraigamiento con humedad abundante: un nebulizador intermitente controlado por un mecanismo electrónico, y una tienda de polietileno sobre un depósito lleno de grava. En el primero se obtuvo un porcentaje ligeramente superior de estacas y raíces mejor desarrolladas, aunque sus estacas necesitaron un período de adaptación antes de plantarlas en macetas, y las otras no. En el primer sistema, en el cual es fundamental el drenaje, sólo se utilizó arena gruesa. En el segundo se emplearon tres tipos de medios: arena gruesa, mediana y fina. La arena gruesa tendía a secarse; el anegamiento de agua de la arena fina era letal; los mejores resultados se obtuvieron con la arena mediana.
Las plantas de origen eran plantones de 8–12 meses de edad. Se utilizaron nueve tipos de estacas, una de ellas de dos nódulos y el resto de uno solo con hojas pequeñas.
Los porcentajes de arraigamiento variaron mucho entre las especies, haciéndolo algunas (Dryabalanops lanceolata, Shorea leprosula y S. parvifolia) bastante fácilmente, otras con grandes dificultades y otras de manera intermedia. Se observaron algunos indicios de que las estacas de un solo nódulo obtenidas dos nódulos por debajo de la punta eran las que arraigaban con mayor facilidad, y de que las estacas apicales de dos nódulos no eran mejores que las de uno solo. Las estacas pequeñas y débiles dieron malos resultados. Como promedio se obtuvo mayor porcentaje de arraigamiento con las estacas más jóvenes, incluso dentro de la estrecha gama de edades de los plantones disponibles. Se produjo una tendencia que no pudo explicarse de las plantas de procedencia tratadas previamente con fertilizantes a producir un número menor de estacas con buenos resultados que los plantones no tratados. No se produjo una respuesta apreciable al tratamiento hormonal de las estacas con 1500 ppm de NAA, aunque en la mayoría de las especies las estacas basales así tratadas dieron un porcentaje de arraigamiento mayor que las próximas al ápice. No se obtuvieron conclusiones de los estudios sobre el tiempo de formación de las raíces y sobre los distintos tiempos de transplante. Apenas se pudo estudiar el cultivo de material arraigado después del trasplante. Sin embargo, se puso de manifiesto la necesidad de prestar mucha atención a esta fase, puesto que el período de arraigamiento y las estacas recién arraigadas son extraordinariamente sensibles a los cambios del medio.
