Página precedente Indice Página siguiente


El manifiesto de México

EL NOVENO CONGRESO FORESTAL MUNDIAL

Habiéndose reunido del 1° al 10 de julio de 1985 en México, D.F., México,

Recordando que el VIII Congreso Forestal Mundial de Yakarta, Indonesia, en 1978, reconoció que el bosque debería estar al servicio de la colectividad y tomó conciencia de sus aportes al mejoramiento de la sociedad y en particular de los sectores más pobres,

Recordando que posteriormente se han adoptado estrategias mundiales sobre reforma agraria y desarrollo rural, conservación de la naturaleza y fuentes energéticas que han permitido comprender y enfrentar mejor las demandas sociales, la dependencia entre el hombre y los recursos forestales y la necesidad de aplicar soluciones integrales para el desarrollo,

Tomando nota que la 86a reunión del Consejo de la FAO recomendó que el Noveno Congreso Forestal Mundial otorgara especial prioridad a la conservación y uso apropiado de los recursos forestales,

Considerando que el Año Internacional del Bosque, declarado como tal por el Consejo de la FAO, es una oportunidad singular para examinar los grandes problemas forestales mundiales,

Tomando en cuenta el contenido del plan de acción aprobado por el Comité de la FAO de Desarrollo Forestal en los Trópicos,

Recordando que la contribución de las formaciones forestales a la sociedad consiste en bienes y servicios que contribuyen al desarrollo rural e industrial, a la protección del ambiente y a la seguridad alimentaria,

Considerando que el futuro de la humanidad está amenazado por la degradación de los ecosistemas forestales, por la pérdida de germoplasma, la extinción de especies; las adversas alteraciones ecológicas, hidrológicas y climáticas, por el agotamiento de los suelos, la reducción de la productividad, la insuficiente renovación del recurso forestal y su mal aprovechamiento,

Considerando la íntima relación existente entre la miseria social y el desequilibrio ecológico, en donde el atraso de la población rural, la falta de infraestructura adecuada, el retraso tecnológico y la baja productividad y competitividad de las actividades forestales son causas básicas y efectos de la destrucción de los bosques,

Aceptando que las causas determinantes de la degradación de los recursos forestales obedecen, sobre todo, al mal uso de los recursos y a estructuras institucionales, industriales y comerciales inadecuadas que agravan las condiciones socioecológicas con el consiguiente detrimento del recurso,

Considerando que la mayoría de la población de los países en desarrollo sigue dependiendo del recurso forestal como fuente principal de energía para su subsistencia y que en ciertos países, debido al crecimiento demográfico, la escasez de leña se hace cada vez más aguda con las consiguientes implicaciones económicas, sociales y ambientales,

Reconociendo la gravedad de las consecuencias de la deforestación en las zonas azotadas por la sequía y el efecto de la desertificación que perjudica la situación alimentaria y la propia supervivencia de las poblaciones afectadas, especialmente en Africa,

Considerando el hecho de que en un número creciente de países los bosques están cada vez más afectados, entre otros factores como los incendios forestales, las plagas y enfermedades, por los danos ocasionados por la contaminación atmosférica, lo que demuestra el peligro de futuros nuevos daños a la calidad de la vida y a ciertos sectores de las actividades humanas como la agricultura, la producción de alimentos, el mantenimiento de la calidad del agua y la conservación de la fauna silvestre y de los recursos pesqueros,

Considerando que la actual crisis internacional ha puesto en evidencia la estrecha interdependencia y desigualdad de las naciones y el impacto de los factores económicos y políticos sobre la conservación y utilización de los recursos naturales,

Considerando la diversidad de expectativas y soluciones que ofrece en cada país el sector forestal, de acuerdo con su desarrollo social, con las características de sus recursos y de las demandas predominantes,

Reconociendo que en la mayoría de los países desarrollados los recursos forestales son fuente de crecimiento económico y mejora de la calidad de vida, mientras que para la mayoría de los países en desarrollo representan un potencial mal aprovechado y una oportunidad singular para mejorar el bienestar socioeconómico de las áreas rurales,

Convencido de que el impulso de las actividades forestales ha de contribuir al desarrollo de las comunidades rurales, con los consiguientes beneficios para las naciones en su conjunto,

Teniendo en cuenta las grandes perspectivas de desarrollo de las industrias basadas en la madera, desde las pequeñas unidades familiares hasta los grandes complejos industriales integrados, para producir numerosos bienes que sirvan a una amplia gama de necesidades de la sociedad,

Reconociendo la frecuencia con que se trata el sector forestal mediante enfoques parciales o excesivamente especializados - silvícolas, ecológicos, productivos o sociales - en aislamiento respecto a otros sectores, con enfoques y estrategias conflictivas que dificultan el logro de un planteamiento integral,

Teniendo en cuenta el progresivo agotamiento de los recursos naturales no renovables y su sustitución por los renovables, de modo especial por los recursos forestales, cuando ello sea posible,

Teniendo en cuenta que la situación económica mundial durante los últimos años se ha traducido en la insuficiencia de recursos económicos dedicados a proteger y desarrollar los recursos forestales en la medida deseada,

Considerando la insuficiencia de los recursos que se vienen destinando a la investigación para hacer frente a los desafíos tecnológicos y científicos que representan las nuevas dimensiones y responsabilidades del sector,

Manifiesta que deben llevarse a la práctica nuevas políticas y estrategias forestales basadas en los siguientes principios y directrices:

1. que la paz mundial, el crecimiento económico, el bienestar social, la calidad del medio ambiente y el trato justo entre las naciones, deben ser los principales pilares de un desarrollo equitativo, racional y a largo plazo,

2. que el sector forestal debe ser parte del desarrollo integral de la sociedad, contribuyendo al bienestar de las comunidades rurales y las urbanas, aprovechando para ello plenamente sus potencialidades productivas, protectoras y sociales,

3. que es necesario definir políticas y poner en práctica estrategias basadas en la corresponsabilidad y la coparticipación de todos los componentes de la sociedad,

4. que el ser humano debe ser el protagonista del desarrollo y su beneficio el principal objetivo, siendo el progreso de las poblaciones que viven en las áreas forestales y en sus proximidades, su propósito preferente,

5. que la situación cambiante del mundo requiere una nueva definición de las relaciones entre los recursos forestales y la sociedad, armonizando los seres humanos con el medio natural, mediante una conciencia más clara sobre los cambios técnicos, sociales, económicos y políticos que se requieren dentro de una nueva estrategia forestal,

6. que es urgente adoptar las acciones apropiadas para mejorar los sistemas de comunicación entre el sector forestal, de una parte, y de otra, los niveles políticos, las instituciones financieras y otros sectores profesionales y la sociedad en general,

7. que es necesario promover la confianza e iniciativa de la población a fin de conseguir su cooperación y desarrollar los recursos humanos locales para su participación efectiva, y que con el objeto de garantizar una coordinación adecuada de las acciones de los gobiernos centrales y regionales y de las organizaciones privadas y sociales, deben promulgarse o enmendarse las leyes, según proceda y adaptar las instituciones en la forma adecuada,

8. que es imprescindible y urgente, especialmente en los países en desarrollo, que los recursos forestales sean una alternativa rentable de ingresos para la población rural, que responda a sus necesidades. Para ello deben promoverse organizaciones auténticas, con autogestión, que se incorporen como protagonistas efectivas a las actividades forestales y actúen como interlocutores legítimos con la sociedad, el gobierno y la industria. En tales organizaciones deben tener cabida los campesinos sin tierra, las mujeres y los jóvenes,

9. que la formación de las nuevas generaciones de profesionales, técnicos, especialistas y trabajadores forestales debe mejorarse y ampliarse para que sean capaces de enfrentar con eficacia los nuevos retos del sector forestal,

10. que sólo a través del marco del desarrollo rural integral, incluyendo el manejo y aprovechamiento forestal en armonía con las actividades agropecuarias e hidrológicas y con los aspectos ecológicos, se podrá contribuir simultáneamente al progreso social y a la conservación de los recursos naturales,

11. que es urgente desarrollar en forma sostenida acciones forestales para la restauración de cuencas degradadas y la lucha contra la desertificación, especialmente en Africa, dirigidas simultáneamente a restaurar y mantener el equilibrio ecológico, a incorporar estas áreas a los procesos productivos nacionales y a atender las necesidades de las poblaciones que viven en las zonas áridas y semiáridas,

12. que es necesario incrementar y reconducir los recursos financieros disponibles para intensificar las acciones de conservación, protección, bienestar social e industrialización, recursos que procederán, por una parte, de una mayor productividad y, por otra, de instituciones financieras nacionales e internacionales, incluidas las organizaciones no gubernamentales,

13. que es necesario planificar el desarrollo industrial forestal, adaptándolo a las características del bosque y a los sistemas de producción de materia prima, en el marco de un aprovechamiento integral y sostenido, y reconocer que la industrialización forestal es un elemento esencial de los programas de desarrollo rural, como fuente de ingresos y empleo y como garantía de la conservación del propio recurso,

14. que como las empresas forestales con frecuencia demandan inversiones de bajos niveles de rentabilidad económica, es necesario diseñar mejores tecnologías para lograr un uso más eficiente de los recursos invertidos al alcance del mayor número de beneficiarios,

15. que es necesario dar un mayor énfasis al concepto de las soluciones y tecnologías apropiadas para la conservación y aprovechamiento del recurso forestal, incluyendo para ello los conocimientos tradicionales de la población rural y los de las antiguas culturas de las zonas forestales,

16. que debe favorecerse la transición de los sistemas económicos actuales hacia una utilización más eficiente de las fuentes renovables de energía, de tal modo que conduzca a una utilización más completa de la biomasa forestal, no sólo como fuente de energía de subsistencia sino también para la promoción de actividades industriales, electrificación de las áreas rurales, desarrollo de las instalaciones de riego y para la sustitución de combustibles fósiles,

17. que es preciso adoptar medidas concretas de carácter nacional e internacional para disminuir los niveles de emisión industrial que ocasionan graves contaminaciones atmosféricas dañinas a los bosques y a la propia vida humana, sobre todo en las regiones industrializadas,

18. que es preciso reforzar la lucha contra los factores destructores del bosque, en especial los incendios, las enfermedades y las plagas, lo que requiere la adopción de acciones más amplias de apoyo y coordinación en los ámbitos nacional e internacional,

19. que es preciso otorgar una alta prioridad a la investigación y difusión tecnológicas en el sector forestal, con especial atención a las áreas críticas como los bosques tropicales, las zonas áridas, y las fuertemente erosionadas, las áreas donde se conjugan las actividades agrosilvopastorales y los bosques afectados por la contaminación industrial,

20. que el desarrollo social y el equilibrio ecológico del mundo exigen la cooperación internacional con un pleno sentido de responsabilidad hacia las próximas generaciones y fundamentado, sobre todo, en el propio esfuerzo de los países,

21. que la profesión forestal, como agente del desarrollo económico, debe reconocer y aceptar sus responsabilidades para adaptarse a los nuevos desafíos que se plantean al sector como parte de los numerosos cambios que afronta la humanidad. Por ello, los expertos forestales de todos los países deben esforzarse por intercambiar sus conocimientos y experiencias, desarrollar la cooperación internacional y promover de ese modo la paz y la amistad de las naciones del mundo,

22. que la contribución efectiva y el gran potencial de la participación de la mujer deben ser reconocidos para lograr su integración en todos los niveles de las actividades forestales,

23. que debe destacarse el gran valor, cada vez mayor, de los recursos forestales en los países desarrollados, tanto por sus beneficios para el medio ambiente como por su contribución a la producción industrial.

El Congreso

Insta a los gobiernos a apoyar los objetivos del Año Internacional del Bosque, cuyo éxito depende esencialmente de las iniciativas nacionales y locales.

Destaca la importancia y la urgencia del plan de acción sobre los bosques tropicales adoptado por el Comité de la FAO de Desarrollo Forestal en los Trópicos, y apoya decididamente todas las iniciativas tendientes a acelerar la ejecución de las acciones definidas en las siguientes cinco áreas prioritarias: «lo forestal y el uso del suelo», «leña y emergía», «conservación de los ecosistemas forestales tropicales», «desarrollo de las industrias forestales» e «instituciones».

Respalda la creación de un fondo mundial para el desarrollo y la protección ambiental forestales, particularmente para asistir a los países en desarrollo. 1

1 La República Federal de Alemania es de la opinión de que los principios y medidas relativos a un fondo deben examinarse en primer término antes de poder respaldarlos.

EL NOVENO CONGRESO FORESTAL MUNDIAL

Enfatiza su convicción de que es posible vencer la pobreza, suplir la falta de productos forestales que persisten en amplias regiones del mundo, y revertir el proceso de destrucción forestal a través del uso sostenido, fomento y cuidado de los bosques; y,

Reconoce que con la amplia participación de la sociedad, la conservación y el uso racional del potencial forestal puede promover el desarrollo de las economías nacionales, conduciendo finalmente al mejoramiento de los niveles de vida en beneficio de la humanidad y, por lo tanto;

Exhorta a todos los seres humanos de todos los pueblos y a sus gobiernos, dentro del marco de su soberanía, a tomar conciencia de la importancia de los recursos forestales para la biosfera y la supervivencia de la humanidad y a que se comprometan en la lucha por la salvación y fomento del recurso que ha de proporcionar a la humanidad alimentos, materias primas, energía, bienestar rural, protección ecológica y mejora de la calidad de vida..

ESTUDIOS FAO: MONTES

29 (1982) Productos forestales: oferta y demanda mundial 1990 y 2000 (disponible en español, francés o inglés)

32 (1982) Classification and definition of forest products Classification et définition des produits forestiers Classificación y definiciones de los productos forestales (en árabe. español, francés e inglés)

38 (1982) Forest productos prices Prix des produit forestiers Precios de productos forestales 1962-1981 (en español, francés e inglés)


Página precedente Inicìo de página Página siguiente