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1. INTRODUCCION

La información biologica sobre pesquerias comerciales ha sido obtenida tradicionalmente por téecnicos a partir de peces en los lugares de desembarco y a partir de datos de captura y esfuerzo anotados en cuadernos de pesca. Estos datos, en particular los valores de captura y esfuerzo, distan a menudo de ser precisos. Información más detallada y objetiva puede ser obtenida por observadores formados e independientes instalados a bordo de buques durante las operaciones de pesca. Dos Programas de Observación fueron llevados a cabo en Canada oriental (Scotia-Fundy y Regiones de Newfoundland) a finales de los años setenta, con finalidades tanto cientificas como legales. En 1980 más de la mitad de la actividad extranjera fue cubierta por observadores y los programas fueron también extendidos a una porción de la flota nacional de altura. El objetivo de estos programas consiste en proveer un sistema de observación y recogida de datos para colaborar en la gestión de la pesqueria en las nuevas zonas de jurisdicción ampliadas y en proveer un método efectivo en costos de control del cumplimiento de las regulaciones vigentes por parte de las flotas nacionales y extranjeras.

En el contexto canadiense, el Programa de Observación fue aceptado inicialmente por la administración de las pesquerias principalmente como una disuasión para el incumplimiento de la ley, tanto por parte nacional como extranjera. El observador se transformó en los “ojos y oidos” del departamento para determinar cómo las grandes flotas de altura estaban explotando los recursos que tenían asignados. La incapacidad de los inspectores de las pesquerías al llevar a término inspecciones en el mar para cuantificar áreas problemáticas, tales como capturas incidentales, descartes o la retención de peces juveniles, se reconoció tempranamente y reveló aún más la necesidad y el valor del Programa de Observación. Con estas inquietudes en primer plano, el programa opera con igual énfasis en ambas funciones, cientifica y de vigilancia.

Una de las mayores inquietudes de los administradores de las pesquerias efectuadas por flotas extranjeras ha sido la validez de las capturas reportadas. Es extremamente dudoso que los administradores reciban informes precisos de capturas de pesquerias no controladas por parte de naciones extranjeras. Se sabe por experiencia que se suele subinformar sobre las capturas realizadas y que incluso ahora, después de años de persistente aplicación de la ley, las discrepancias entre las capturas reales y las reportadas pueden ser tan altas como un 20–25 % para las especies objetivo, hacia las que la pesca va dirigida, y de dos a diez veces mayor para especies accesorias reguladas. En ausencia del cubrimiento al 100 % de las flotas extranjeras, los informes de captura de los buques son a menudo corregidos basándose en los datos suministrados por los observadores, llegándose a cerrar pesquerías, basándose en estas estadisticas de capturas corregidas. Este uso de los datos obtenidos por los observadores constituye un mecanismo de control para los administradores encargados de la regulación de las pesquerias realizadas por de flotas extranjeras.

En muchas partes del mundo la captura de determinadas especies o tamaños de peces está prohibida o no es fomentada, y Canada no constituye una excepción. La mayor parte de pesquerias extranjeras a lo largo de nuestra costa son reguladas por limites incidentales (o de captura adicional) del 1 al 10 % para especies que el buque no está autorizado a pescar. Los administradores precisan conocer las cantidades de especies que son capturadas incidentalmente y las áreas y épocas en que éstas son capturadas. El objetivo de la recogida de estos datos consiste en formular, evaluar y adoptar medidas reguladoras para reducir y controlar capturas incidentales.

Las responsabilidades del observador en la recogida de datos cientificos pueden variar en función de la pesqueria y tipo de buque. En general, los observadores deben obtener los datos de base, los cuales se usarán para establecer pautas de distribución del stock, examinar los efectos de distintos tipos de arte sobre los stocks explotados de peces, anotar la captura asociada y tasas de descarte, recolectar información sobre las pautas de pesca de la flota y obtener datos detallados de producción. La serie de datos obtenidos por el observador se considera ahora un importante complemento a los datos proporcionados por campañas de investigación y a los datos de muestreo en puertos, ya que proporciona una fuente de información por área, época y especies no cubierta a menudo por el último grupo. Datos de talla, edad y captura por unidad de esfuerzo, todos ellos obtenidos por observadores, son usados hoy en dia regularmente en estudios de evaluación de stocks.

El observador no posee la autoridad legislativa para hacer cumplir las regulaciones de la pesqueria. Esta autoridad la posee el inspector de la pesqueria y es considerada incompatible con la tarea del observador, la cual consiste en observar, tomar nota e informar. No obstante, el observador se encuentra completamente formado en todos los aspectos de las regulaciones de la pesqueria y en la detección de violaciones. Es a menudo debido a la fuerza de la evidencia que un inspector de la pesqueria es capaz de emprender acciones legales. La documentación preparada por observadores ha constituido la base para acciones legales contra capitanes por una variedad de infracciones que incluyen: fallo en el mantenimiento y sumisión de informes precisos de capturas, descarte de una porción de la captura, uso de accesorios inadecuados en el arte, pesca en una zona vedada, pesca dirigida a especies de las que no se posee permiso, retención de especies prohibidas, exceso en los limites de captura acompañante, no evitar artes fijos o calados dejando una distancia de media milla náutica e interferencia con la capacidad de un observador para llevar a cabo sus faenas. La eficiencia del equipo de vigilancia inspector/buque patrulla para mantener un nivel verosímil de cumplimiento de las normas por parte de la flota de altura se vería comprometida si no fuera por la información proporcionada por los observadores.

El Programa de Observación ha sido uno de los programas de pesquerias con más exito en la administración de la actividad extranjera en las aguas del Canadá oriental. El programa ha sido responsable de la recogida de una amplia variedad de datos pesqueros, los cuales son de utilidad para el cumplimiento de la ley, gestión de la pesqueria, aplicaciones biológicas y desarrollo de la pesqueria nacional.

Los administradores de pesquerias en paises en vias de desarrollo encargados con la faena de proveer valoraciones verosimiles de recursos se encuentran a menudo rápidamente enfrentados con datos insuficientes para la mayoria de stocks que se explotan en la región. A medida que las presiones sobre los recursos aumentan, la cuestión de una regulación efectiva del esfuerzo pesquero, incluyendo cuotas y capturas máximas permisibles, resulta ser de importancia capital.

En países en vias de desarrollo, un tema que se repite en el intento de definir una base cientifica para la administración de recursos, es la falta de adecuación de las estadisticas pesqueras. Generalmente, los datos sobre esfuerzo han sido descritos como inadecuados para la administración de recursos. En una fecha tan reciente como 1980, los problemas con las estadisticas de capturas en la región de CECAF “se referian no tanto a la disponibilidad y partición por grandes divisiones, sino más bien a la calidad, fiabilidad y división por Zonas Económicas Exclusivas” (Poinsard 1984). Mientras que las estadisticas de captura y esfuerzo son los datos científicos básicos necesarios para formular politicas de gestión, la mejora en su credibilidad dependerá ampliamente en el nivel de control que los paises costeros sean capaces de ejercer sobre la explotación de recursos y en las fuentes estadisticas.

Mediante los esfuerzos de organizaciones internacionales como la FAO, el problema de la disponibilidad de estadisticas ha sido ampliamente solucionado, mientras que el problema de la fiabilidad persiste. Ello es debido al vinculo directo que existe entre la calidad de las estadisticas y la vigilancia y control efectivos de las pesquerias extranjeras.

A finales de los años setenta, la mayoria si no todos los estados costeros habia extendido sus zonas territoriales, pesqueras o económicas al limite de las 200 millas. La Tercera Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley del Mar (UNCLOS III) fue el foro en el que tuvieron lugar las discusiones sobre la extensión de la jurisdicción nacional. El resultado alteró radicalmente la aproximación al problema de la regulación del esfuerzo pesquero. Cada pais es ahora responsable del nivel de esfuerzo que ha autorizado sobre los recursos que le pertenecen, y la limitación del esfuerzo pesquero debe ser llevada “en el interior de la infrastructura de la administración nacional y planes de desarrollo” (Poinsard 1984). La Parte V de la UNCLOS III trata de las ZEEs y dos de las secciones pertinentes a esta discusión son reproducidas a continuación:

Artículo 61: El estado costero determinará la captura máxima permisible de los recursos vivientes en su ZEE y deberá asegurar que los recursos vivientes no sean puestos en peligro por sobreexplotación mediante medidas adecuadas de conservación y administración. Tales medidas deberán ser diseñadas para mantener o devolver las poblaciones en explotación a niveles que puedan producir la captura máxima sostenible, calificada por factores ambientales y económicos pertinentes, incluyendo las necesidades económicas del estado costero y tomando en cuenta las pautas pesqueras y la interdependencia de los stocks.

Artículo 62: El estado costero deberá promover el objetivo de una utilización óptima de los recursos vivientes mediante a) la determinación de su capacidad para obtener las capturas permisibles y b) cuando no posea dicha capacidad, deberá dar a otros estados acceso al excedente de la captura permisible. El estado costero podrá controlar las actividades de otros estados a los que se ha permitido acceso a la ZEE mediante regulaciones sobre:

(1) otorgación de licencias a pescadores, buques y equipamiento,

(2) determinación de las especies que pueden ser capturadas y fijación de cuotas,

(3) periodos y áreas de pesca; tipos, tamaños y cantidad de artes, y tamaños y tipos de buques pesqueros,

(4) edad y talla de peces que pueden ser capturados,

(5) información especifica requerida de los buques pesqueros,

(6) emplazamiento de observadores a bordo de buques de pesca,

(7) desembarco de toda o parte de la captura en puertos del estado costero,

(8) términos y condiciones referentes a acciones conjuntas u otros acuerdos cooperativos, y

(9) formación de personal y transferencia de tecnologia pesquera.

UNCLOS III dio a los estados costeros jurisdicción sobre sus zonas exclusivas. También estableció una infraestructura de responsabilidades para conservar y administrar los recursos vivientes con el objetivo de prevenir la sobreexplotación y promover la óptima utilización de los recursos. Si el estado costero no está capacitado para capturar sus recursos, entonces está obligado a permitir el acceso a naciones extranjeras. Como se indica en el Articulo 62, el estado costero posee una amplia gama de poderes para regular los términos y condiciones de la captura, incluyendo “el emplazamiento de observadores a bordo de buques pesqueros”. El problema del control del esfuerzo pesquero y de la alocación de recursos es hoy en dia la piedra angular de la administración pesquerias en estados costeros.

La experiencia canadiense ha demostrado que un programa de observación es una de las soluciones menos costosas y más efectivas para lograr un mayor control del esfuerzo y una mejora en las series de datos biológicos y estadisticos. Aunque no deberia ser considerado una panacea para los problemas a los que se enfrentan los administradores de pesquerias, es el primer paso lógico para abordar los resultados, en particular en países en vias de desarrollo en los que la disponibilidad de complejos sistemas cientificos y de vigilancia es limitada, pero en los que los recursos humanos son abundantes. Todo lo que se requiere para iniciar un programa es un grupo de gente adecuada, lápiz, papel y un conjunto de instrucciones. Es erróneo pensar que es posible inducir artificialmente sofisticación en un sistema de gestión sin empezar primero por el nivel básico de obtención de datos en bruto. Asi es como empezaron los Programas de Observación canadienses, y sólo con el tiempo, al tratar con problemas más complejos y edificando sobre la experiencia, llegaron los Programas a desarrollar sus niveles presentes de aptitud.

El presente manual está pensado para servir como una base para establecer o revitalizar programas existentes de observación. Ha sido diseñado para proporcionar el texto básico para el establecimiento de los parámetros cientificos precisos para la observación, perfilar los aspectos de vigilancia del trabajo ý servir como una amplia referencia de campo. La descripción exhaustiva de los deberes, responsabilidades y actividades del observador ha sido situada en el contexto del entorno de trabajo local. Aunque este enfoque limitará de alguna manera la aplicabilidad de este manual a condiciones fuera del Canadá, sirve para ilustrar cómo este programa ha respondido a los retos a los que se enfrenta, y se espera que estimule al lector hacia nuevas ideas y diferentes soluciones a medida que adopte este manual a su propia situación regional.


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