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4. EL SIMPOSIO INTERNACIONAL SOBRE GRANDES RIOS (LARS) Y LOS GRANDES RIOS DE AMERICA LATINA

Una de las conclusiones más importantes del LARS es el reconocimiento de la presente inevitabilidad del desarrollo de los grandes ríos en función del beneficio social que ello produce, por lo menos a escala nacional. Otra de sus conclusiones de importancia, no por lo desconocida sino por lo frecuentemente olvidada, es el reconocimiento de que el desarrollo produce inevitables efectos negativos sobre el medio ambiente y sobre los grandes ríos en particular. En términos muy generales y también a un nivel general de análisis, el problema se limitaría a no desarrollar el río o a cómo y a dónde derivamos los efectos negativos (mayor generación de entropía y de sustancias tóxicas para la vida) de construir nuevas estructuras, degradar más energía e interferir en los fenómenos básicos de los procesos físicos, químicos y biológicos de nuestros ríos.

El destino de los grandes ríos de América Latina y de sus comunidades de peces se inscribe en el marco del desarrollo de la región. Los argumentos de carácter social o sobre los beneficios a largo plazo de conservar los recursos vivos y su variabilidad genética (FAO-PNUMA, 1984) es muy difícil que sean totalmente aceptados y reciban apoyo considerable en una región en desarrollo, frente al argumento de corto plazo de los beneficios económicos del desarrollo.

Los grandes ríos son utilizados de múltiples maneras; para los países latinoamericanos, su utilización como fuente de alimentos no es el menos importante de sus usos. Su potencial pesquero está actualmente subexplotado y la región sería una de las pocas en el mundo de las que es posible esperar un aumento de las capturas en ambientes naturales (Welcomme y Henderson, 1977). Los esfuerzos provocados por los procesos de desarrollo pueden modificar la composición de las capturas y, en casos extremos, conducir al colapso de las mismas (Welcomme, 1985); en alguna etapa del desarrollo del río, los peces pueden dejar de ser aptos para consumo humano debido a la acumulación de sustancias tóxicas para la vida.

Para los especialistas en pesquerías de grandes ríos de una región en desarrollo, una opción inteligente, y utilitaria a corto plazo, sería la de acercarse al desarrollo de los grandes ríos con una visión crítica del mismo. Algunos de los resultados más generales del LARS pueden ayudar en ese cometido, según indicado a continuación:

LARS 1: “… el desarrollo de los grandes ríos es inevitable.”

¿Es ello válido para el estado actual de desarrollo de América Latina? ¿Es una de las opciones o es la única opción para la Región?

LARS 2: “… el desarrollo produce el deterioro del río y de sus poblaciones de peces.”

¿El estado actual de los grandes ríos en regiones desarrolladas del planeta, puede servir como “ejemplos” con los cuales comparar el estado futuro de los grandes ríos de esta región, en caso de que no se incorporara el conocimiento necesario para el desarrollo planificado de los mismos? ¿Posee actualmente esta región los medios materiales y humanos para incorporar o obtener ese conocimiento?

LARS 3: “… ciertos aspectos del desarrollo del río son predecibles.”

¿Existen actualmente las herramientas conceptuales para predecir el estado del río, de sus poblaciones de peces y de sus pesquerías, para distintas opciones y grados de desarrollo de los grandes ríos de América Latina? iquest;Son aplicables directamente o necesitan ser adaptadas? ¿Son generalizaciones válidas para todos los sistemas de ríos con llanura de inundación? ¿Son aplicables a los “casos” de América Latina con un grado de precisión aceptable?

LARS 4: “las consecuencias negatives del desarrollo son difíciles y costosas de corregir.” “… es indispensable planificar el desarrollo con el fin de implementar las medidas de protección…”

Algunas de las preguntas planteadas arriba también son válidas en este caso. Una planificación racional del desarrollo necesita una definición clara de los estados finales deseables del sistema. Poder predecir los estados futuros del río involucra conocer el estado presente del mismo, los posibles estados futuros y las posibles trayectorias para arribar a ellos. Planificar racionalmente el desarrollo implica conocer cuál de las posibles trayectorias es la que producirá un menor deterioro sobre el río para un dado beneficio social. definida la trayectoria, quedan identificadas las necesidades de aplicación de medidas de protección en cada etapa de la misma.

¿Poseemos actualmente un modelo conceptual sobre el cual ordenar nuestro conocimiento sobre la estructura y funcionamiento de los sistemas de ríos con llanura de inundación? ¿Es el “concepto del continuo del río”, o una modificación del mismo, ese modelo conceptual? ¿Es posible estructurarlo para poder predecir cuantitativemnete los cambios de estado dentro de un sistema? ¿Y para cuantificar las diferencias de estado entre sistemas? (Ver intentos en 3.5.1 del presente trabajo.) ¿Son de utilidad los modelos conceptuales que reconocen el carácter abierto de los ríos, tales como los conceptos del “continuo del río” y de “espiralado de nutrientes”? ¿Pueden los “estudios comparativos” entre ríos ser de ayuda en ese sentido?

¿Poseemos actualmente el conocimiento suficiente para planificar el desarrollo de las pesquerías de un río? ¿Podemos predecir su “oferta sostenible”? (Ver intentos en 3.5.2.) ¿Es aceptable el grado de precisión actual? ¿En qué etapa del desarrollo? ¿Es adaptable un enfoque de este tipo para predecir la variación de la producción pesquera de un río por modificación de algunas de las variables del modelo? ¿Es la variable “importancia de la llanura de inundación” de tanta relevancia para analizar las diferencias de producción entre ríos (ver 3.5.2), entre tramos fisiográficamente diferentes del mismo río (ver 3.5.1), y las diferencias de abundancia y composición de la comunidad de peces en un dado río (LARS, trabajos sobre ríos de América Latina), como surge de los resultados del LARS? ¿Es la variable “grado de conexión del canal principal con la llanura de inundación” de importancia similar? ¿Podrían ser englobadas en una única variable?

¿Puede ser de ayuda en el desarrollo del modelo conceptual, y en su adaptación para predecir los estados finales de los distintos procesos de cambios (distintas trayectorias), la siguiente recomendación?:

LARS 5: “Debido a que los ríos presentan muchas facetas diferentes…, los estudios deberán ser enfocados desde un punto de vista multidisciplinario que considere al ecosistema como una unidad.”

¿Son todas estas facetas jerárquicamente equivalentes? ¿Es posible realizar una ordenación jerárquica de los procesos en un sistema de río-llanura de inundación, y caracterizarlos según sus respectivas constantes de tiempo? ¿Cómo serían afectadas las constantes de tiempo por los procesos de desarrollo? ¿Tal ordenación jerárquica podría ser de utilidad para avanzar en el conocimiento de los factores que determinan la producción de peces en un dado sistema, por ejemplo la determinación del rendimiento pesquero por el régimen hidrológico del río?

LARS 6: “Los recursos, el agua y los peces, y los efectos de las perturbaciones provocadas en el río, cruzan las fronteras jurisdiccionales…”

¿En América Latina, la planificación del desarrollo de un río es realizada a nivel de la cuenca como un todo? ¿Cómo los especialistas en pesquerías fluviales pueden contribuir a ello? ¿Es la planificación realizada de manera interdisciplinaria? ¿La “dimensión ambiental” es incluida en las etapas tempranas de la “identificación de proyectos”? ¿Para cada proyecto en particular, son incluidos los especialistas en calidad del agua y en pesquerías en las etapas de prefactibilidad? ¿Deben limitarse a completar “protocolos” preestablecidos o su participación es también de carácter crítico?

LARS 7: “… [los] problemas a escala amplia deben solucionarse previamente, o no ser limitantes, para que las medidas de manejo del habitat puedan ser efectivas.”

A medida que avanza el desarrollo del río y de su cuenca de drenaje se producen alteraciones en la calidad de sus aguas, en los caudales y en los regímenes de flujo, y en el habitat de los peces. Ello se refleja en modificaciones a nivel de la comunidad de peces. La escala espacial no es la misma para todos esos esfuerzos (ver 3.5.3). ¿Es común en América Latina el tratamiento de los problemas ambientales proyecto por proyecto? ¿Es común el trater de aplicar medidas de manejo del habitat (por ejemplo, instalar una facilidad para pasaje de peces hacia aguas arriba) sin evaluar la actuación de otros esfuerzos a escala amplia (por ejemplo, evitar el deterioro en la calidad del agua) que harían ineficaces las medidas a aplicar? ¿Es la planificación a nivel de cuenca la única solución para eficientizar la aplicación de medidas de protección del habitat y del río?

LARS 8: “… para realizar un manejo adecuado de los grandes ríos y proteger sus recursos … es necesario influenciar positivamente a los niveles de decisión y al público.”

¿Existe en América Latina una comunicación y organización adecuadas para actuar como “grupo de presión” sobre los niveles de decisión? ¿Es posible actualmente ese mecanisme de comunicación para difundir los temores sobre el destino del río a la sociedad en general?

¿Es el nivel de conocimiento sobre los grandes ríos de América Latina, con respecto a la media mundial, adecuado para fundamentar la defensa del río y de su llanura de inundación? Por ejemplo, ¿se puede defenderlo frente al argumento económico clásico de que el valor recreativo del futuro embalse será superior al del tramo de río al cual reemplaza? De la categorización de valores sociales resultante del LARS, ¿cuáles son relevantes para los recursos fluviales de América Latina?

¿Es el nivel de conocimiento en la región adecuado para realizar o asesorar en el manejo de pesquerías fluviales? ¿Se han recopilado las técnicas de manejo utilizadas, el grado de aplicación y los resultados de las mismas? ¿Se es siempre consciente de las decisiones políticas, explícitas e implícitas, que preceden a la aplicación de esas normas? ¿Se tiene capacidad para influir sobre tales decisiones? ¿Posee la región capacidad para generar conocimiento sobre el manejo de pesquerías para distintos tipos y grados de desarrollo del río, a ser aplicado a tiempo oportuno?

¿De qué manera es posible aumentar el nivel de conocimientos sobre los ecosistemas fluviales de esta región? ¿Son suficientes los recursos humanos con formación especializada en tales ecosistemas? ¿Son adecuados los niveles de comunicación? ¿Es posible utilizar o adaptar algunos de los mecanismos propuestos por el LARS?

LARS 9: “… que el manejo de los ríos sea realizado en tal forma que los efectos adversos puedan ser minimizados. Ello sólo puede lograrse a través de bancos de datos amplios y extendidos en el tiempo.”

Tal como ha sido reiteradamente expresado en el LARS, los ríos son sistemas sumamente complejos en sus dimensiones espacio-temporales. Las actividades humanas interrumpen los patrones temporales que estructuraron el ecosistema fluvial y sus comunidades de peces. Estos patrones operan sobre varias escalas de tiempo (Ward y Stanford, 1986). Para evaluar los efectos de las actividades de desarrollo sobre los ecosistemas fluviales es necesario conocer previamente el comportamiento de sus variables impulsoras (por ejemplo, la intensidad de inundación), las restricciones espaciales (por ejemplo, la importancia relativa de la llanura de inundación) y el comportamiento de las variables de mayor importancia para el hombre (por ejemplo, rendimiento pesquero y composición de la comunidad). Como un ejemplo: ¿se verá alterada la dependencia de la captura total del régimen de inundación, si se modifican los regímenes de flujo? (Welcomme, 1986a)

¿Es posible lograr de los niveles de decisión en América Latina, financiación a largo plazo para obtener tales bancos de datos extendidos en el tiempo? ¿Cuáles serían las variables a monitorear?

LARS 10: “Los objetivos determinan lo que es necesario muestrear y el grado de precisión y seguridad requeridos, definiendo los métodos a utilizar.”

¿Es un objetivo válido el de evaluar el comportamiento temporal de las variables abundancia de peces, composición y estructura de la captura, para tramos de río fisiográficamente distintos? ¿Sería este objetivo útil para evaluar los efectos del desarrollo (incluido un aumento de la explotación pesquera) sobre las comunidades de peces?

¿Permitirían las similtudes entre los grandes ríos de América Latina (ver 2.1 y 2.2) obtener generalizaciones válidas (ver 5.3.3) para el manejo, adaptado al desarrollo, de sus comunidades de peces? ¿Es posible lograrlo, a bajo costo relativo, con estimaciones de cpue en puertos de desembarco representativos de distintos tramos del sistema río-llanura de inundación, para períodos de tiempo amplios? ¿Monitoreo continuo? ¿Es posible disponer de un banco de datos similar sobre parámetros de calidad del agua?

¿Es posible prioritar esa tarea frente a la de evaluar el rendimiento pesquero para las pesquerías actuales? ¿Qué es más urgente en América Latina, obtener elementos para desarrollar el recurso en función de la producción de alimentos o para protegerlo del desarrollo? ¿Son compatibles ambas tareas? ¿En cuáles aspectos? Las medidas de manejo, protección y rehabilitación, aplicadas en otras regiones, ¿serían directamente aplicables a los grandes ríos de América Latina? ¿Son las distintas realidades socioeconómicas de los países latinoamericanos tan diferentes que impidan generalizar a este nivel?

Para los próximos años es posible prever que en los grandes ríos de la región se producirá un aumento de los niveles de esfuerzo provocado por el desarrollo así como un aumento de los niveles de explotación sobre los stocks de peces. Si bien el Grupo de Información del LARS no llegó a sintetizar sobre las necesidades de información para el manejo efectivo de las pesquerías en grandes ríos, es conveniente que en la región se avance en la identificación de esas necesidades, bajo la previsión de mayores niveles de esfuerzo pesquero y ambiental. Algunas de esas necesidades podrían ser:

  1. estudios selectivos de patrones de migración (Bayley y Petrere, 1986);

  2. determinación de stocks o poblaciones (Bayley y Petrere, 1986);

  3. estimaciones fidedignas de las capturas y el esfuerzo total para cada tramo de río fisiográficamente distinto;

  4. monitoreo permanente de la cpue en puertos de desembarco representativos de tramos fisiográficamente distintos del río;

  5. estudios selectivos de fisiología de la natación;

  6. estudios selectivos sobre los efectos de sustancias contaminantes en las distintas etapas del ciclo de vida de los peces;

  7. estimaciones del valor social de la pesquería y de los otros usos del río ligados a ellas.

Parte de los resultados del LARS son directamente aplicables al manejo de las pesquerías de los grandes ríos de América Latina. Otros sirven para aumentar nuestra comprensión del funcionamiento de los ecosistemas fluviales, en condiciones prístinas y bajo distintos esfuerzos. La necesidad de avanzar en una visión global del río y su llanura de inundación se ve reflejada en la realización del LARS. Se espera que sus futuras actividades contribuyan a promover mayores esfuerzos en la investigación y entrenamiento sobre pesquerías en grandes ríos, y a incrementar los niveles de comunicación entre los científicos y administradores con interés en sistemas fluviales. Las actividades de desarrollo racional, conservación y rehabilitación de los grandes ríos del planeta se verán beneficiadas, incluidas, por supuesto, las que se realicen en los grandes ríos de América Latina.


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