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5. INSTALACIONES PARA EL PASAJE DE PECES PROYECTADAS

5.1 Argentina

El proyecto de aprovechamiento del río Paraná Medio abarca la construcción de por lo menos dos represas cuyos embalses dejarían bajo las aguas gran parte del sistema de llanura de inundación (Fig. 2). La ubicada aguas abajo (Cierre Sur o Chapetón) se encuentra en etapa de proyecto ejecutivo. Para salvar una altura de aproximadamente 18 m se propusieron dos elevadores de peces de dos canales de acción selectiva cada uno del tipo Volvogrado HEP (Poddubnyi et al., 1981). El canal superior que conduce al elevador permitirá el pasaje de los characiformes que en sus desplazamientos se guían por los gradientes de velocidad de agua, y el canal inferior permitirá el pasaje de los siluriformes que se desplazan siguiendo los relieves del fondo. El funcionamiento de este tipo de elevador está descrito en Kipper y Mileiko (1967) y se lo considera adecuado con ciertos perfeccionamientos, para el pasaje de peces con distintas características y capacidades de orientación (Poddubnyi et al., 1981). La cámara vertical de cada elevador de peces tendrá un volumen de 289 m3, y los cuatro canales podrán realizar 800 esclusajes diarios. Las entradas de peces estarán ubicadas a ambos lados de las salidas de turbinas.

La propuesta del elevador de peces fue antecedida por un estudio relativamente intenso sobre acumulaciones y desplazamiento de peces en la zona de construcción de la futura represa. Fueron realizados con técnicas biotelemétricas y ecosondaje. También se determinó la existencia de áreas de desove y cría aguas arriba y se analizó la información existente sobre migraciones y desplazamientos de peces en el área (Poddubnyi et al., 1981; Espinach Ros et al., 1982).

Con anterioridad, en la fase de anteproyecto se había propuesto para esta represa una escala para peces del tipo en escalones-tanque (López y Castello, 1976). Esta propuesta fue criticada (Poddubnyi y Bonetto, 1980) basándose fundamentalmente en que la instalación para el pasaje de peces debía asegurar el transporte aguas arriba de un gran número de peces de especies que se diferencian en sus capacidades de desplazamiento y en la profundidad a la cual realizan tales desplazamientos. Además se estimó provisoriamente una biomasa de peces a transferir por año de casi 21,000 t (Poddubnyi y Bonetto, 1980). En el proyecto sólo se dejaron las escalas del tipo en escalones-tanque en represas auxiliares de regulación, de baja altura, en afluentes de la margen derecha del río Paraná (Poddubnyi et al., 1981).

Las migraciones y desplazamientos de las principlaes especies de peces han sido estudiadas con cierta intensidad (Bonetto, 1963; Bonetto y Pignalberi, 1964; Bonetto et al., 1971, 1981). Los stocks más abundantes corresponden a Prochilodus platensis. Con excepción de los desplazamientos realizados hacia el Río de la Plata (Bonetto et al., 1971; Espinach Ros et al., 1982) el grueso de las recapturas se obtuvo a poca distancia de los lugares de marcación (Poddubnyi y Bonetto, 1980). Para explicar este comportamiento en el río Paraná Medio se han presentado hipótesis de distinto nivel: (a) la presencia de stocks locales con dos categorías de individuos migradores activos y migradores pasivos, siendo los primeros relativamente escasos (Poddubnyi y Bonetto, 1980), y (b) la presencia de stocks locales con desplazamientos limitados con el objeto de mantener definidas sus áreas de alimentación, reproducción e invernación (Poddubnyi y Bonetto, 1980; Tablado y Oldani, 1984). Los desplazamientos de Prochilodus platensis desde el canal principal a la altura del Cierre Sur (futura represa de Chapetón) hacia y desde el Río de la Plata, parecen poseer características similares a las que normalmente realiza hacia La llanura de inundación en dirección transversal a la del canal principal. Ambos desplazamientos están ligados al ascenso y decenso del nivel de las aguas en el Paraná Medio (Quirós y Cuch, 1986).

Para calcular la numerosidad y biomasa de peces a transferir se utilizaron los resultados de las estimaciones de número de ecos realizadas con ecosonda, y las estimaciones de velocidad de crucero realizadas por marcación con marcas sónicas. La composición en especies migradoras se estimó a partir de la captura de la pesquería comercial, y el peso medio de los individuos a partir de la captura realizada experimentalmente con un arte similar a los utilizados por la pesquería comercial. Se supuso que el 100 por ciento de los ecos registrados en el canal principal y el 50 por ciento de los registrados en las zonas litorales y taludes, representaban peces migradores. Se supuso además que el 100 por ciento de dichos peces migradores se desplazaba en dirección ascendente. Finalmente se supuso que una numerosidad o biomasa por especie equivalente a la calculada en cada caso, se desplaza continuamente aguas arriba con una velocidad de crucero equivalente a la determinada por biotelemetría y durante un período de tiempo diario equivalente al de actividad diaria para esa especie. Los autores (Poddubnyi et al., 1981) justifican las sobre-estimaciones realizadas en función del logro de márgenes de seguridad aceptables. Se estima que durante los cinco meses de migraciones activas ascendentes se deberán transferir 111,600 t de peces.

Como durante algunos meses la capacidad de los elevadores (23,120 t/mes) no es suficiente para transferir las biomasas que se acumularían, se propone como mecanismo complementaria para el pasaje de peces una unidad flotante para acopio y transporte. Básicamente está constituida por un contenedor autopropulsado y un acopiador flotante. Se dirige hacia las zonas de mayor acumulación de peces, y produce por medio de bombas una corriente propia de llamada que induce a los peces a entrar al acopiador. Posteriormente estos son transferidos al estanque del contenedor, con ayuda de dispositivos mecánicos de acumulación. Seguidamente el contenedor se desacopla del acopiador y translada los peces hacia el embalse a través de las esclusas de navegación. Se prevee trabajar con dos contenedores, uno de los cuales se hallaría realizando su ciclo de trabajo acoplado al acopiador, mientras el otro estaría transportando peces hacia el embalse (Poddubnyi et al., 1981).

Se recomendó complementar las instalaciones y mecanismos para el pasaje de peces con estaciones de piscicultura de repoblamiento de especies migradoras (ver punto 8.0).

5.2 Brasil

La primera gran represa del sector eléctrico brasileño en tener una instalación para el pasaje de peces será la de Ilha Grande sobre el río Paraná (Fig. 2). Se ha propuesto una escala del tipo en escalones-tanque con un largo total de 194 m para salvar una altura de 20 m como máximo y 17.5 m como mínimo (Godoy, 1985). Los escalones-tanque tendrán un ancho de 10 m y la distancia entre un escalón y el siguiente será de 4 m. Los peces accederán a la escala por medio de un canal de 620 m de largo total cuya entrada se encuentra en la zona en que los peces son atraídos por las salidas de las turbinas (Godoy, 1985).

Los peces podrán realizar sus migraciones reproductivas en los ríos tributarios al futuro embalse (Godoy, 1985).

5.3 Colombia

La primera instalación se está construyendo en la represa de San Silvestre sobre el río Sogamoso, cuenca del río Magdalena. Es del tipo escala para peces y superará una altura aproximada de 4 m (Valderrama Barco, 1986).

5.4 Argentina - Brasil

Sobre el río Uruguay y prácticamente sobre la cola del embalse de Salto Grande (Fig. 2) se hallan inventariados tres aprovechamientos hidroeléctricos compartidos por Argentina y Brasil (OEA, 1985). En una de ellas, la represa de Garabí, la altura a salvar por los peces es superior a los 30 m. El río Uruguay tiene allí un caudal medio anual de 2,600 m3/s. El conocimiento sobre la bioecología de los peces en ese tramo del río es prácticamente inexistente. Sólo se dispone de información de marcaciones de peces realizadas aguas abajo, en el embalse de Salto Grande. De las especies de peces marcadas, Salminus maxillosus y Leporinus obtusidens alcanzan la zona de emplazamiento de la futura represa de Garabí (Delfino y Baigún, 1985). Los afluentes son mencionados como zonas de cría de las principales especies migradoras. Se menciona además frecuentes mortandades generalizadas de peces en los mismos, por efecto de la descarga de biocidas utilizados en la agricultura.

Se propuso un estudio basado en la determinación de los tamaños de los stocks migrantes y su dinámica en la zona (Boiry y Quirós, 1985). Finalmente y basándose únicamente en un análisis de la información existente se propuso la instalación de esclusas para peces tipo Borland diseñadas de manera acorde a las características hidrológicas del río Uruguay en la zona e incorporando las modificaciones propuestas para mejorar la eficiencia de las esclusas de Salto Grande (Boiry y Quirós, 1985) (Ver punto 4.4). Se complementarían con una estación de piscicultura de repoblamiento.

5.5 Argentina - Paraguay

Para la represa de Corpus, proyectada sobre el río Paraná (Fig. 2), se determinó que la cuenca de los afluentes al futuro embalse era zona de reproducción de las especies migradoras tales como Prochilodus platensis, Salminus maxillosus y Leporinus spp. y posiblemente de cría (Castello, 1982). La cola del futuro embalse se hallará sobre la represa brasileña de Itaipú que no posee instalaciones para el pasaje de peces, y sobre las cataratas del Iguazú, barrera natural a la migración de los peces. Tomando como base la experiencia brasileña se recomendó una escala de peces del tipo en escalones-tanque para superar una altura de unos 22 m. Para lograr un mayor caudal de agua de atracción y así aumentar el número de peces que entran al sistema se propuso el uso de bombas con difusor aguas abajo (Castello, 1982).

Cada una de las dos casas de máquinas, separadas por el vertedero, incluirá una escala con ranuras verticales y flujo por gravedad. Poseerán compuerta de cierre y cierres de emergencia. Operarán en todo momento desde una descarga mínima hasta un máximo de 95,000 m3/s. Se incluirán dos estructuras de entrada de peces por cada casa de máquinas y estarán ubicadas en los extremos. Los peces nadarán a través de los canales de transporte de peces hacia cada escala de peces que constituyen las estructuras de transferencia.

Las entradas serán verticales de tipo ranura permitiendo el acceso de peces que se desplazan en la columna de agua y los que siguen los relieves del fondo. Las entradas estarán ubicadas lo más cercanas posible al “paramento” aguas abajo de la casa de máquinas. Los flujos de agua en las entradas serán controlados por portones regulados por motor. La velocidad de agua en la entrada será variable entre 1.2 y 6.6 m/s. La velocidad óptima en la entrada se determinará durante la operación. El canal de transporte correrá transversalmente a lo largo de cada casa de máquinas. La velocidad media del agua en el canal de transporte será de 0.4 – 0.7 m/s.

Cada escala estará compuesta por 74 escalones elevados. Cada estanque tendrá una longitud mínima de 4 m incluyendo el espesor de pared y 4 m de ancho. La diferencia máxima de nivel de agua entre estanques será de 0.30 m. Las 75 paredes que dividen los estanques tendrán una ranura vertical de 0.75 m de ancho. Los flujos de descarga en la escala variarán entre 3.28 m3/s y 8.85 m3/s, con una media de 4.75 m3/s. Las ranuras verticales se colocarán de manera alternada para permitir la formación de áreas muertas y su posible uso por los peces como áreas de descanso. Se prevee dotar la estructura de iluminación artificial que simule las condiciones del río.

Sobre el río Paraná, se encuentra en construcción la represa de Yaciretá (Fig. 2). La cola del embalse llega a la zona de emplazamiento de la proyectada represa de Corpus. Para salvar un obstáculo de aproximadamente 20 m de altura se propuso un sistema combinado de escala para peces y elevador. La entrada a la escala tendría una fuente auxiliar de agua provista por bombas con tomas aguas abajo (Castello, 1982). Esta recomendación se realizó sin ningún tipo de estudio previo sobre el tipo de peces a pasar ni sobre la importancia de los stocks en la zona. Se prevee un área de entrada de peces en ambos extremos de la casa de máquinas y una en el centro. Los peces circularían por un canal que cruza la central a la altura de la casa de máquinas y entrarían a la escala. La velocidad de atracción podría ser regulada hasta 2.4 m/s. La escala sería del tipo con escalones inclinados y ranuras verticales colocadas de manera alternada. Desembocaría en un estanque de retención donde por medio de dispositivos mecánicos se concentraría a los peces y se los transferiría al elevador. Esta opción se consideró más eficiente que las otras para una ictiofauna con una bioecología prácticamente desconocida (Dudley, 1975). En la represa de regulación, que completa el cierre en otro brazo el río Paraná, no se contempla la inclusión de ninguna instalación para pasaje de peces. En épocas de bajo flujo del río las compuertas del vertedero se abrirían completamente y los peces podrían ascender (Dudley, 1975).

En sus desplazamientos hacia aguas abajo, los peces pequeños pasarían a través de las turbinas lo cual produciriá menos de un 10 por ciento de mortalidad. Los ejemplares mayores podrían descender a través del vertedero en aguas altas y a través de las esclusas de navegación (Dudley, 1975).

La capacidad del elevador propuesto es de aproximadamente 18 m3. La baja capacidad de pasaje de peces de la instalación propuesta podría causar acumulación y muerte de peces en el elevador (Castello, 1982). Un organismo internacional de financiación recomendó no construirla debido a la falta de estudios sobre la confiabilidad y eficiencia del sistema propuesto (Bienatti, com. pers.). Bonetto (1980) menciona que la falta de una de las dos etapas implicaría la falla del sistema total. Actualmente se evalua la factibilidad del uso de otras instalaciones para el transporte de peces pero hasta la fecha no se ha tomado ninguna decisión.

En los proyectos de Corpus y Yaciretá, con posterioridad a la instalación de estructuras para el pasaje de peces arriba mencionadas, se realizaron estimaciones de stocks migrantes (Biosonics Inc., 1985, 1985a). Tales estudios abarcaron el período octubre 1984 – Febrero 1985, en dos etapas, y con el río en creciente. Se trabajó con equipo hidroacústico de doble haz que permite discriminar el vigor del blanco, y con estaciones fijas y móviles. En ambos casos la densidad de flujo de peces que se desplazaba hacia aguas abajo fue mayor que la que lo hacía aguas arriba. Los valores medios de densidad de flujo aguas arriba fueron de aproximadamente 8 y 66 peces/m2 día y aguas abajo de 12 y 160 peces/m2 día respectivamente. En Corpus los peces estuvieron en general orientados hacia las costas y en Yaciretá los desplazamientos eran por el centro del canal y una de las costas (Biosonics Inc., 1985, 1985a). Si bien estos resultados son de importancia para conocer las biomasas y flujos de peces en las zonas de las futuras represas parece que no fueron realizados en la época de la migración ascendente dominante (Bienatti, com.pers.).


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