Un examen de la investigación forestal en los países en desarrollo lleva inevitablemente a la conclusión de que, en general, sus progresos y resultados han sido insuficientes. Esto no quiere decir que no existan ejemplos notables de investigación de alta calidad en el sector forestal, sino que, en su mayor parte, la investigación forestal en los países en desarrollo no ha sido capaz de ofrecer información, ni respuestas suficientes a los problemas del desarrollo forestal sostenible en un mundo que evoluciona rápidamente.
El principal obstáculo para una investigación forestal más eficaz en los países en desarrollo ha sido la falta de apoyo político, tanto a nivel nacional como internacional. A su vez, esto ha dado lugar a una larga lista de carencias en cuanto a insuficiente dirección, bajos sueldos, pocas perspectivas de carrera, limitada capacitación, insuficiencia de fondos y servicios.
Además, a menudo la tendencia era suponer que la investigación nacional se podía suplantar con la tecnología importada. El hecho de que la asistencia internacional se centrara en el suministro a corto plazo de servicios de expertos externos ha hecho brecha entre las autoridades competentes de los países en desarrollo. En efecto, la transferencia de tecnología es importante y puede evitar una duplicación de esfuerzos innecesaria, pero para que siga siendo útil será necesario adaptarla y actualizarla continuamente; y esto solamente podrá realizarlo un cuadro de expertos nacionales en investigación forestal.
Salleh Mohammed Nor, Director del Instituto de Investigación Forestal de Malasia (FRIM), señala acertadamente en un documento preparado para el 10° Congreso Forestal Mundial: «Los países en desarrollo cometen un grave error ignorando la importancia de la inversión a largo plazo en investigación y desarrollo para la edificación del potencial nacional. Un país sin capacidades científicas es una sociedad estéril que no podrá nunca sostener la competencia y siempre dependerá de los demás. Si bien dichos países son independientes políticamente, económicamente serán colonias de los países científicamente desarrollados. Por lo tanto, la inversión en el sector de la investigación es una inversión para la construcción nacional...»
En el presente número de Unasylva se examinan diversas facetas de la investigación forestal, prestando especial atención a la necesidad de fortalecer la capacidad de los países en desarrollo y los esfuerzos realizados en este sentido. En el primer artículo, RN. Sall examina la necesidad urgente de mantener el apoyo (tanto político como financiero) a la investigación forestal. La falta de personal capacitado y de administradores competentes es uno de los problemas más graves con que se enfrentan las instituciones de investigación forestal. En el artículo de M.N. Salleh y W.C. Wong se estudian las experiencias del FRIM para superar este obstáculo.
Un modo de impulsar la investigación forestal consiste en adoptar un enfoque más orientado hacia la demanda, que incluya entre los objetivos prioritarios de la investigación la participación de los usuarios finales de ésta. J.B. Raintree examina la participación de los agricultores en el establecimiento de las prioridades de la investigación agroforestal.
En el contexto de la preocupación mundial por el medio ambiente y el uso sostenible de los recursos renovables, la situación de la investigación forestal (especialmente en los países en desarrollo) se ha convertido en objeto de la atención internacional. Se han adoptado iniciativas nuevas e importantes, tres de las cuales el Programa especial para los países en desarrollo de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal; el Programa de apoyo a la investigación forestal para Asia y el Pacífico de la FAO; y la inclusión de la investigación forestal en el mandato del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional - son descritas por L.F. Riley, Y.S. Rao (fallecido prematuramente en marzo de 1993) y J.A. Sayer, respectivamente, en artículos publicados en el presente número de Unasylva. Es digno de mención el hecho que, a largo plazo, el éxito de estos programas se medirá más por su contribución al fortalecimiento de la capacidad nacional que por la calidad o cantidad de las investigaciones que hayan realizado directamente.
Otros dos artículos completan el análisis de la investigación forestal en el mundo en desarrollo con el examen de los esfuerzos realizados por los países industrializados en este sector. R.L. Youngs analiza las tendencias de la investigación sobre productos forestales a base de madera y fibra, concentrando su estudio en la labor llevada a cabo en los Estados Unidos. En su artículo se pone de manifiesto la importancia de la colaboración entre los sectores público y privado. El artículo de R.J. Haines proporciona un resumen del estado actual de la investigación sobre las aplicaciones de la biotecnología al mejoramiento de especies arbóreas forestales.
En toda la historia de la silvicultura no ha habido nunca tantos debates sobre la investigación forestal como en la actualidad. El profundo interés mundial por este tema brinda la oportunidad de mejorar la situación de la investigación forestal en los países en desarrollo. Es indudable que las nuevas iniciativas internacionales desempeñarán una función importante al respecto; sin embargo, la obligación primordial de crear un cuadro de expertos forestales nacionales con un fuerte apoyo institucional recae sobre cada uno de los países en desarrollo.
