1. El presente documento condensa una selección de experiencias habidas en el campo de la cooperación internacional en el sector de la acuicultura, y contiene una serie de consideraciones que pueden ser de utilidad para una enfoque correcto de los programas nacionales e internacionales de desarrollo del sector.
2. Las indicaciones y recomendaciones que aqui se dan, pretenden establecer algunos principios y directrices básicos que convendría tomar en consideración a la hora de hacer converger los esfuerzos comunes, para darle un impulso decisivo al desarrollo de la acuicultura, en función del aporte que esta actividad puede dar a la resolución de los problemas socio-económicos de los países del Tercer Mundo.
3. La estrategia aqui presentada surge como una continuación lógica de la acción desarrollada por el Proyecto Regional de FAO en América Latina (AQUILA), y constituye una premisa para la ejecución de su segunda fase. En el apéndice 1 se ha resumido la información sobre la aplicación de esta estrategia durante la primera fase del proyecto AQUILA. Se dan también algunos indicadores del impacto que éste ha tenido sobre el sector.
4. No es aventurado afirmar sin embargo, que muchas de las circunstancias que se dan en America Latina y que substancian las conclusiones a que se ha llegado, se repiten en otras regiones del mundo como, por ejemplo, en aquellos países en vias de desarrollo de Africa y de algunas zonas del Pacífico que se caracterizan por:
Un sector económico y financiero deficitario.
Acuicultura incipiente o casi, acompañada de algunas ventajas comparativas para el desarrollo del sector o de algunos de sus componentes, que han sido oportunamente identificadas.
Características y problemas (geográficos-físicos-bio-tecnológicos-culturales y políticos) similares.
Diferente grado de desarrollo de la acuicultura entre estos países
5. De todo lo anterior se deduce que el contenido de este documento puede ser también utilizable en estas regiones. Desde este punto de vista, la presente propuesta puede ser entendida como un nucleo inicial que, al ser integrado a experiencias similares en otras areas geográficas, hará posible la formulación de una estrategia inter-regional para el desarrollo de la acuicultura. Dicha estrategia deberá servir esencialmente para orientar las políticas de desarrollo del sector en los países y las regiones anteriormente caracterizados, asi como los programas de intervención de las agencias de cooperación internacional.
6. La formulación de lineas estratégicas para el desarrollo de actividades productivas comprendidas en el sector agrícola-alimentario, forma parte de las funciones de la FAO, tal como ha sido rehiterado recientemente durante la XXV Reunión de la Conferencia (Noviembre, 1989). En realidad, esto no constituye en si ninguna novedad con respecto a la acuicultura. La mayor parte de las acciones emprendidas por FAO en este sector durante los últimos 15 años han estado encuadradas en la llamada estrategia de Kyoto que se formuló en 1976 durante la conferencia mundial que se celebró en esta ciudad sobre el estado y las perspectivas de desarrollo del sector. Dicha estrategia se basaba en programas de entrenamiento, investigación e información ejecutados en una red de Centros Regionales de cobertura mundial, coordinada por el Programa de Explotación y Coordinación de la Acuicultura (ADCP) financiado y ejecutado por el UNDP y la FAO respectivamente.
7. Posteriormente, a partir de 1986, una serie de eventos han cambiado significativamente el panorama. Los Centros Regionales se han transformado desde el punto de vista institucional o han desaparecido y el Programa de coordinación ADCP ha llegado a su término. Puede decirse que de la estrategia original, quedan muy pocas cosas en operación, a pesar de los meritorios aportes que este programa dió a la evolución del sector durante el período en que estuvo vigente.
8. En forma simultanea a este proceso, se dió durante estos años un interes creciente en el sector en algunos países, consecuencia del éxito alcanzado en algunas actividades de acuicultura comercial. Los Gobiernos aumentaron consecuentemente su interes en la actividad y creció en términos globales la demanda de cooperación técnica internacional. La respuesta de las diferentes agencias de desarrollo a esta demanda, no ha contado hasta ahora con elementos bien fundamentados de referencia que permitan la adopción de lineas de ayuda acordes con las modalidades y prioridades que cada una de estas organizaciones pueda tener.
9. Parece por lo tanto oportuno en esta coyuntura, trazar un marco de referencia que pueda ser utilizado tanto por los países potencialmente beneficiarios como por las agencias de cooperación internacional.
