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PANORAMA GENERAL

PRODUCCION

En los últimos años, el suministro de pescado ha aumentado con rapidez. Tal como se señala en la nueva edición de El estado mundial de la pesca y la acuicultura, en 1994 ascendió a 109,6 millones de toneladas, y las cifras preliminares para 1995 indicaban un nuevo nivel máximo de la producción total de 112,3 millones de toneladas. El aumento se debe sobre todo a un crecimiento continuado de la producción acuícola, particularmente en China, y la expansión de las poblaciones aprovechables muy fluctuantes de especies pelágicas frente a la costa occidental de América del Sur. Tanto la producción de harina de pescado como el suministro de pescado para consumo humano han alcanzado niveles sin precedentes.

En 1995, los desembarques de la pesca de captura ascendieron a unos 91 millones de toneladas. Alrededor del 70 por ciento del volumen correspondió a 10 países. La producción total de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) siguió el ritmo de crecimiento elevado que ha caracterizado los últimos años, mostrando una tasa anual media de crecimiento del 6,9 por ciento durante el período comprendido entre 1988 y 1994. En 1994, los PBIDA produjeron el 35 por ciento del total, en comparación con el 26 por ciento en 1988.

Las cifras provisionales de la producción de la maricultura y la acuicultura continental muestran un crecimiento estimado desde 18,6 millones de toneladas en 1994 hasta 21,3 millones de toneladas en 1995, contrarrestando con creces la muy ligera disminución (es decir, 0,02 millones de toneladas) de la pesca de captura marina y continental durante el mismo período.

PRODUCCION DE LA PESCA CONTINENTAL Y MARINA

El rápido crecimiento de la producción acuícola se debe al predominio cada vez mayor de la acuicultura asiática y de las especies de carpas. El 80 por ciento del volumen de la producción acuícola correspondió a cinco países asiáticos (China, India, Japón, República de Corea y Filipinas). En 1994, casi la mitad del volumen total de los productos derivados de la acuicultura (excluidas las plantas acuáticas) fue de carpas. Aunque el pescado y el marisco cultivados contribuyen considerablemente a la producción pesquera nacional total, la acuicultura de la mayoría de los países está dominada por un pequeño número de especies.

UTILIZACION MUNDIAL DE PESCADO

UTILIZACION

De la cifra preliminar de 112,3 millones de toneladas de la producción pesquera total en 1995, se calcula que alrededor de 31,5 millones de toneladas se utilizaron para la extracción de productos derivados. Se estima que la cantidad total de pescado disponible para el consumo humano directo en 1995 fue de 80 millones de toneladas, 3,4 millones más que en 1994, lo cual representa un aumento superior al crecimiento demográfico estimado del mismo año. Por consiguiente, la disponibilidad anual media de pescado para consumo humano por habitante aumentó a 14 kg.

COMERCIO

El valor del comercio pesquero internacional sigue aumentando. En 1985, el valor de las exportaciones internacionales de pescado fue de 17 000 millones de dólares EE.UU., mientras que en 1990 ascendió a 35 800 millones de dólares. En 1994 había alcanzado los 47 000 millones de dólares. El mayor volumen del comercio internacional de productos pesqueros en 1994 estuvo relacionado con un comercio superior de productos de escaso valor, como la harina de pescado, por lo que el valor de las exportaciones aumentó menos que el volumen. Las cifras preliminares para 1995 indicaban un aumento del valor del comercio debido a los precios más elevados. Sin embargo, el ritmo de crecimiento del valor del comercio pesquero internacional en los últimos años se ha reducido.

Los países desarrollados absorbieron alrededor del 85 por ciento de las importaciones totales de pescado de 1995, expresadas en valor. El Japón siguió siendo el mayor importador mundial de productos pesqueros, con alrededor del 30 por ciento del total mundial. En 1995 aumentaron las importaciones de pescado de los tres mayores importadores mundiales (Japón, la Unión Europea y los Estados Unidos).

Para muchos países en desarrollo, el comercio pesquero representa una fuente importante de ingresos de divisas. Las entradas netas de divisas de los países en desarrollo - calculadas mediante la deducción de sus importaciones del valor total de las exportaciones - registraron un considerable aumento, pasando de 5 100 millones de dólares EE.UU. en 1985 a 16 000 millones de dólares en 1994, y para 1995 se preveía un ulterior crecimiento.

CUESTIONES RELATIVAS A LA PESCA SOSTENIBLE

En la primera mitad de los años noventa, la comunidad internacional abordó varias de las cuestiones de ordenación relacionadas con la pesca sostenible:

· la manera de reducir la sobrepesca y controlar la capacidad pesquera;

· la manera de reducir las capturas incidentales y los descartes;

· la manera de reducir la degradación del medio ambiente de las zonas de captura y costeras;

· la manera de hacer frente a la incertidumbre y el riesgo.

Del debate surgió el concepto de pesca responsable, así como la elaboración y aprobación del Código de Conducta para la Pesca Responsable por la Conferencia de la FAO en Roma en octubre de 1995.

ESTIMACIONES EXPLORATORIAS: DEMANDA PER CAPITA Y TOTAL EN EL AÑO 2010 A PRECIOS REALES CONSTANTES

PERSPECTIVAS

Las perspectivas a plazo medio de la demanda mundial de pescado para consumo humano dependen en gran medida del crecimiento demográfico, los cambios en los ingresos por habitante y el ritmo de urbanización. La interacción entre estos factores se analizó en un examen preparado por la FAO para la Conferencia de Kioto sobre la contribución sostenible de la pesca a la seguridad alimentaria, celebrada en 1995. En el examen se dio una estimación prudente de la demanda de pescado para consumo humano en el año 2010 (a precios reales constantes de 1990) del orden de 110 a 120 millones de toneladas (peso vivo), en comparación con los 75-80 millones de toneladas de 1994/95.

Esta estimación se basa en las proyecciones por países de la demanda por habitante. Se estima que la oferta y la demanda de pescado para su transformación en productos derivados se mantendrá estable entre 30 y 33 millones de toneladas en los próximos años. (Hay que señalar que la demanda de harina de pescado es compleja, y esta proyección se ha hecho sin disponer de estudios detallados). La demanda proyectada de pescado para todos los usos es del orden de 140 a 150 millones de toneladas para el año 2010.

A lo largo de los últimos años, los gobiernos han adoptado medidas en relación con los problemas de la pesca de captura, tanto por separado como de manera concertada. Esta es una tendencia prometedora para el suministro futuro. La FAO estima que el potencial de explotación mundial mediante la pesca de captura es de unos 85 a 90 millones de toneladas con el régimen de pesca actual1 (es decir, con algunas poblaciones sometidas a sobrepesca y algunas infraaprovechadas, y con independencia del posible aumento del suministro gracias a una reducción de los descartes), y de 100 a 105 millones de toneladas si los sistemas de ordenación de la pesca de captura mejoran en todos los océanos y con cierta reducción positiva de los descartes.

1 La pesca continental contribuye con 6 millones de toneladas al año y, durante el período de 1986 a 1994, la producción pesquera marina de captura fluctuó entre 80 y 85 millones de toneladas.

Hay posibilidades de un ulterior crecimiento de la acuicultura. Se ha estimado que en condiciones favorables la producción (sin incluir las plantas acuáticas) podría ascender a 39 millones de toneladas para el año 2010.

El suministro total para consumo humano (calculado deduciendo el pescado que se va a utilizar para la extracción de productos derivados del suministro total de pescado) en las mejores circunstancias puede llegar a 114 millones de toneladas en el año 2010; si las circunstancias son menos favorables, esta cifra podría ser de 74 millones de toneladas. Por consiguiente, sólo en unas condiciones optimistas sería suficiente la oferta para satisfacer la demanda (a precios reales constantes de 1990) en el año 2010.

EXAMENES REGIONALES

AMERICA DEL NORTE

Con una producción total de 7,1 millones de toneladas en 1994, la región de América del Norte contribuyó a un 6 por ciento aproximadamente de las capturas pesqueras mundiales.

Es probable que el reconocimiento cada vez mayor del pescado como alimento sano estimule la demanda futura de alimentos de origen marino en América del Norte, mientras que tenderán a limitarla las preocupaciones sanitarias y ambientales. En conjunto, es difícil cuantificar los efectos exactos de los distintos elementos en las pautas del consumo. Sin embargo, es de prever que aumente la demanda de pescado y productos pesqueros. Cabe esperar asimismo que continúe la tendencia al consumo de alimentos de origen marino de valor más alto.

La pesca de captura marina de la región ha alcanzado prácticamente un máximo de producción en el que la mayoría de las especies ícticas comerciales están plenamente o excesivamente explotadas.

AMERICA LATINA Y EL CARIBE

En 1994, la producción de pescado de América Latina y el Caribe alcanzó un nivel sin precedentes de 24 millones de toneladas, equivalentes al 22 por ciento del total mundial. Los pequeños peces marinos pelágicos representan alrededor del 75 por ciento de las capturas totales.

El consumo de pescado ha aumentado progresivamente a lo largo de los 20 últimos años y probablemente seguirá creciendo en el futuro. Si se tiene en cuenta el crecimiento demográfico y económico, se estima que la demanda aumentará en unos 2 a 3 millones de toneladas para el año 2010.

El aumento del suministro podría derivarse de la reducción de los descartes y las pérdidas después de la extracción. Otro elemento fundamental para la región podría ser la mayor utilización de pequeños peces pelágicos en el consumo humano directo. La producción de pescado de la región seguirá fluctuando, en función de la variabilidad de la abundancia de las poblaciones de pequeños pelágicos.

La acuicultura industrial orientada a la exportación ha crecido considerablemente en la región y cuenta todavía con posibilidades de un crecimiento moderado. Otros tipos de acuicultura, como la cría de peces en embalses, la acuicultura de agua dulce y el cultivo de moluscos y plantas acuáticas, han aumentado menos de lo previsto.

Debido a la fuerte influencia de la demanda internacional, tanto en volumen como en valor, y a la orientación de la industria de la exportación regional hacia los mercados exteriores, es probable que siga subiendo el valor de las exportaciones de pescado.

EUROPA

La producción de pescado es importante para muchos países de la región (en la que está incluida la Federación de Rusia), en particular como generadora de divisas en los países en transición y como fuente de empleo en las comunidades costeras. La región es importadora neta, tanto en valor como en volumen.

Es probable que aumente en el futuro la demanda de pescado, debido al aprecio del pescado como producto alimenticio en la parte occidental de la región y a la recuperación de los niveles de consumo anteriores en la oriental. La producción de pescado en los países en transición, especialmente en la Federación de Rusia, debería dejar de disminuir pronto y comenzar a recuperarse con lentitud.

Las perspectivas futuras de la pesca de los países industrializados depende fundamentalmente de la eficacia de su ordenación en el Atlántico nordoriental. La eliminación del exceso de capacidad y un control más directo de la actividad pesquera podrían ser algunos de los componentes de un plan de mejora de la ordenación.

Con el fin de satisfacer la demanda futura, la región considerada en conjunto seguirá siendo importadora neta de pescado.

CERCANO ORIENTE Y AFRICA DEL NORTE

Ningún país de la región depende considerablemente del pescado y los productos pesqueros como un principal sostén de su economía. La actividad pesquera se halla diversificada, desde las pesquerías basadas en los recursos relativamente abundantes a la altura de las costas del Atlántico en Marruecos, hasta la pesca costera e intercontinental de recursos relativamente escasos.

Sería razonable esperar que, por lo menos hasta el año 2010, el incremento de los desembarques de pescado de la región pueda satisfacer el ligero aumento de la demanda. Es probable que en Marruecos se registre un incremento elevado del consumo de pescado en consonancia con la expansión de la economía y del sector pesquero. Se prevé que continuará en niveles relativamente bajos el consumo de pescado en los países del Cercano Oriente. El suministro de pescado no desempeña, ni es de prever que desempeñe, una función considerable en la seguridad alimentaria de la subregión, pero constituye una importante fuente alternativa de alimentos.

AFRICA SUBSAHARIANA

La pesca es importante en muchos países africanos por su aportación a los suministros de proteínas animales, a los ingresos en divisas y al empleo rural. Se estima que 8 millones de personas trabajan directa o indirectamente en el sector. La producción total de los países de la región (excluida la producción de las flotas extranjeras no desembarcada en la región) ascendió a 3,9 millones de toneladas en 1994. El consumo de pescado como alimento ha disminuido recientemente, de un promedio per cápita de 9 kg en 1990 a menos de 7 kg en 1994 (en equivalente del peso en vivo). La balanza comercial general de la región ha sido positiva (en valor) durante el pasado decenio, a pesar de que la región tiene un papel sólo marginal en el comercio internacional.

Según las proyecciones del crecimiento de la población hechas por las Naciones Unidas, la región tendrá 700 millones de habitantes en el año 2000 y 915 millones en el 2010. Con los actuales niveles de consumo de pescado per cápita, habría que disponer de un suministro total de 2 millones de toneladas para satisfacer la demanda en el 2010.

Las principales posibilidades de aumentar en el futuro los suministros de pescado como alimento en la región se basan en los programas de incremento de la productividad en pequeñas masas de agua, el desarrollo de la acuicultura, la utilización mejor de peces pelágicos pequeños, la redistribución de las flotas extranjeras y el incremento de las importaciones. Teniendo en cuenta los pronósticos de un crecimiento modesto del producto interno bruto en los próximos 15 años, las perspectivas son bastante sombrías. Entre las tendencias probables cabe señalar la limitación ulterior de las importaciones, la subida de los precios reales del pescado, la continuación de la demanda de especies de bajo valor y la exportación de la mayor parte de la producción de peces demersales. Al mismo tiempo, la reducción de las subvenciones públicas elevará los costos de producción, lo que mermará la competitividad en los mercados de exportación. Las repercusiones para la seguridad alimentaria y los suministros, así como los ingresos en di visas, son difíciles de cuantificar, pero podrían ser causa de preocupación en el futuro.

ASIA ORIENTAL

La producción de pescado es una actividad económica importante de los Estados costeros de Asia oriental. La región es una de las mayores zonas de producción de pescado del mundo, con un volumen total de 36,6 millones de toneladas en 1994.

El consumo de pescado de la región debería mantenerse en un nivel elevado, o incluso aumentar en algunas zonas (tanto en volumen como en cantidad por habitante), siguiendo los pasos del crecimiento demográfico y la mejora del poder adquisitivo de los consumidores. Una excepción puede ser el Japón, donde el consumo de pescado ya es alto y el crecimiento demográfico está próximo a cero. No es probable que la pesca japonesa crezca significativamente en los próximos decenios.

La República de Corea está liberalizando en la actualidad su reglamentación comercial sobre los productos pesqueros y cabe prever un aumento de las importaciones. Sin embargo, el país seguirá siendo al mismo tiempo un exportador destacado.

En China, el mantenimiento previsto del crecimiento económico rápido y el aumento de la producción de pescado permitirán conseguir una ulterior elevación del consumo por habitante. Existen posibilidades de un crecimiento considerable de la acuicultura de agua dulce, principalmente mediante la recuperación de estanques y la utilización de zonas anegadas, así como las grandes superficies de los arrozales.

ASIA MERIDIONAL Y SUDORIENTAL

En el Asia meridional y sudoriental se hallan algunos de los caladeros más productivos del mundo. La producción total de pescado de la región fue de 19,5 millones de toneladas en 1994, lo que representa el 27 por ciento de las capturas mundiales.

La población de la región crece rápidamente, y el pescado es la fuente tradicional de proteínas animales par a la mayoría de la gente. Los mercados internos deberían crecer en respuesta al aumento de los ingresos, mientras que las subidas de los precios en los mercados internacionales contribuirían a la expansión de las exportaciones de productos pesqueros de gran valor, tanto silvestres como cultivados. El aumento de los ingresos intensificará también el comercio intrarregional de productos tanto de valor elevado como de bajo precio. Para el 2010, los suministros de pescado tendrán que haber aumentado en 6 millones de toneladas sólo para mantener los actuales niveles del consumo per cápita. Sin embargo, se necesitarán volúmenes incluso mayores teniendo en cuenta los efectos del crecimiento económico en la demanda.

La mayoría de especies de peces pelágicos y demersales, así como de crustáceos, que se capturan en los caladeros del golfo de Tailandia, el golfo de Tonkin, el golfo de Bengala y el mar de China meridional se hallan plenamente explotados o agotados. Aunque hay algunas poblaciones moderadamente explotadas (por ejemplo, anchoas y atunes pequeños y cefalópodos en el Pacífico centro-occidental), no es probable que se pueda incrementar la producción pesquera marina en la medida necesaria para satisfacer la demanda futura.

La acuicultura y, en menor medida, la pesca continental ofrecen notables oportunidades de un desarrollo ulterior que permitiría incrementar la producción regional de pescado, particularmente en Bangladesh, Camboya, Filipinas, India, Indonesia, Laos, Malasia, Mianmar, Tailandia y Viet Nam. No obstante, la región dependerá cada vez más de las importaciones de productos pesqueros para satisfacer sus necesidades futuras.

PACIFICO MERIDIONAL

Aunque la pesca del Pacífico meridional (incluida la realizada por flotas extranjeras) proporciona sólo alrededor del 2 por ciento de la producción mundial total de pescado, el sector pesquero, junto con el turismo, desempeña una función decisiva en la economía de los Estados y territorios de la región.

Los recursos pesqueros de la región pueden probablemente satisfacer una demanda futura algo mayor de pescado, aunque parece que habrá que consumir mayores cantidades de especies pelágicas, sobre todo en las zonas urbanas y en otras con una concentración elevada de población. La promoción de la pesca sostenible y la aplicación de las disposiciones regionales y nacionales para asegurar la utilización racional de los recursos pesqueros son las principales cuestiones relativas a las políticas sociales y económicas del Pacífico meridional, y la mayoría de los Estados y territorios están tratando de hacer frente a la sobrepesca de los recursos de bajura.

En los pequeños Estados insulares en desarrollo, el pronóstico es de una disminución de las importaciones de pescado y un ligero crecimiento de las exportaciones, sobre todo de atún. Ya se envía por vía aérea atún fresco de calidad de sashimi al mercado japonés, pero la distancia y otros problemas logísticos continúan dificultando el acceso a este lucrativo mercado. Papua Nueva Guinea podría convertirse en un exportador importante de atún en conserva al mercado europeo una vez que comience a funcionar su industria conservera.

ESTUDIO ESPECIAL: CARACTERISTICAS ACTUALES Y POTENCIAL FUTURO DE LOS DESEMBARQUES PROCEDENTES DE LA PESCA MARINA

El estudio especial, tomado del documento técnico de pesca de la FAO Nº 359, Chronicles of marine fishery landing (1950-1994): Trend analysis and fisheries potential (1996), presenta un análisis inicial de las tendencias de los recursos marinos, con arreglo a las estadísticas de producción pesquera de la FAO correspondientes al período de 1950 a 1994. Durante dicho período, la producción marina de peces, crustáceos y moluscos aumentó de 18 a 90 millones de toneladas.

DESEMBARQUES MUNDIALES DE LAS PRINCIPALES ESPECIES PELAGICAS MARINAS Y TOTALES

DESEMBARQUES MUNDIALES DE LAS PRINCIPALES ESPECIES DEMERSALES MARINAS Y TOTAL

La FAO ofreció las primeras estimaciones de la producción pesquera mundial en 1945. Indicaban que la captura marina total ascendía a 39 000 millones de libras (17,7 millones de toneladas), de las cuales 37 000 millones correspondían a desembarques comerciales y el resto, a la pesca de subsistencia y recreativa. Ya entonces, un tercio de los desembarques totales se destinaba a la fabricación de aceite y harina. Sólo las pesquerías del Pacífico norte y del Atlántico norte se hallaban bien desarrolladas, y dichas zonas representaban el 47 y 46 por ciento, respectivamente, de las capturas comerciales totales, mientras que las zonas del sur de los océanos Pacífico y Atlántico representaban sólo el 1 por ciento cada una y el océano Indico, el 5 por ciento. En el informe donde se publicaron estas estimaciones, se señalaba que había notables posibilidades de expansión de la pesca, principalmente a la altura de las costas de América Central, Perú y Chile, en el Caribe, a la altura de las costas del Africa occidental, Australia y Nueva Zelandia, en las islas del Pacífico y en las Indias orientales. Sin embargo, se reconocía que algunas poblaciones estaban excesivamente explotadas y se pedía que los beneficios de la recuperación de las poblaciones en las aguas europeas durante la segunda guerra mundial no se perdieran cuando se reanudara la actividad pesquera normal. Se insistía asimismo en la necesidad de la conservación de los recursos pesqueros basándose en pruebas científicas, en particular a nivel regional, y se recomendaba que la FAO fomentara la compilación de datos pesqueros básicos y el análisis de los mismos.

En los 50 años transcurridos desde la preparación de dicho informe, la pesca se ha desarrollado rápidamente, haciendo que queden actualmente escasos recursos poco explotados y sea cada vez mayor el número de los explotados en exceso. La tarea de llevar a cabo una ordenación eficaz ha resultado mucho más difícil de lo que los autores del informe de la FAO de 1945 podían prever.

TENDENCIAS EN LOS DESEMBARQUES: PROPORCIONES RESPECTIVAS DE PECES PELAGICOS Y DEMERSALES

La producción obtenida de especies de peces marinos ha aumentado de unos 14 millones de toneladas en 1950 a alrededor de 73 millones en 1994. De este total, un 10 por ciento consiste en peces marinos sin especificar, que suelen desembarcarse sin clasificar y se destinan en parte a la producción de harina o de aceite. La proporción en peso de los desembarques de peces marinos consistente en peces pelágicos aumentó de un 50 por ciento en 1950 a más del 60 por ciento en 1994. La producción de peces pelágicos aumentó en general durante el período, registrándose grandes oscilaciones debidas a variaciones naturales en la productividad del recurso, así como a los éxitos y fracasos de las estrategias pesqueras. En valor, la producción de peces pelágicos es menos importante que la de demersales, pero la importancia relativa de los primeros ha ido aumentando con el tiempo. En 1993 la producción de peces pelágicos representaba un 40 por ciento del valor total de los desembarques de peces marinos, mientras que la de demersales representaba un 50 por ciento y la de peces marinos sin especificar, un 10 por ciento. La producción de peces demersales registró una tendencia al alza hasta mediados de los años setenta y en general se ha estabilizado desde entonces con algunas oscilaciones. La producción de peces sin especificar continuó creciendo dur todo el período examinado, lo que representa una importante deficiencia en la serie de datos.

POTENCIAL PESQUERO

La imagen general que se desprende del estado actual de la pesca mundial es coherente con la que se presentaba en el último examen de la FAO sobre el estado de la pesca marina mundial, pero teniendo en cuenta las numerosas salvedades, difiere algo en lo que respecta al potencial pesquero.

El estudio analiza la dinámica de los 200 recursos de peces marinos más pescados en el mundo, teniendo en cuenta el rápido incremento de la presión pesquera. Los resultados indican que en 1994 alrededor del 35 por ciento de dichos recursos se hallaban en fase senescente (con reducción de los desembarques), otro 25 por ciento estaba en fase de madurez con un alto nivel de explotación, y un 40 por ciento se hallaba todavía en desarrollo; no había ningún porcentaje en fase no desarrollada. (Estas cifras se refieren a recursos convencionales, ya que no hay ninguna serie cronológica de datos para analizar el estado de recursos no convencionales como el krill, los peces mesopelágicos y muchos calamares oceánicos que se suelen considerar en fase no desarrollada.) Ha aumentado gradualmente la cantidad de las poblaciones que se estima requieren una ordenación, desde casi ninguna en 1950 a más del 60 por ciento en 1994. Estos resultados ponen de relieve la necesidad de medidas eficaces para controlar y reducir la capacidad y esfuerzo pequeros.

CONSECUENCIAS PARA LA ORDENACION Y DESARROLLO

Los recursos que actualmente se hallan por debajo de sus niveles máximos históricos de producción podrían tal v ez volver a dichos niveles con una reducción del esfuerzo pesquero y, en la mayoría de los casos, mediante la mejora simultánea del rendimiento en relación con el reclutamiento. Puede conseguirse esto elevando notablemente la edad de la primera captura, prohibiendo la explotación de juveniles, aumentando el tamaño de malla y aplicando vedas temporales o permanentes en zonas de alta concentración de peces jóvenes.

Un sector que ofrece posibilidades de mejora es el de la reducción de las capturas incidentales, que constituyen un problema importante. Se ha estimado que cada año se descartan 27 millones de toneladas de pescado, consistentes en especies de bajo valor comercial, pero también en una gran proporción de juveniles.

Los aumentos de producción deberán proceder de la expansión ulterior de la pesca de recursos en desarrollo, es decir, aquellos cuya contribución a los desembarques mundiales está creciendo todavía.

Los datos disponibles indican que la producción pesquera mundial puede aumentar por lo menos en 10 millones de toneladas. Además, podrían obtenerse otros incrementos, de magnitud aún desconocida, gracias a la maricultura y al desarrollo pesquero. La FAO indicó en 1995, en El estado mundial de la pesca y la acuicultura, que se podrían aumentar los desembarques en otros 20 millones de toneladas. Los resultados del presente estudio ofrecen una base más sólida para considerar que puede lograrse este incremento si se rehabilitan los recursos degradados, se explotan más los recursos no desarrollados, evitando, no obstante, su sobrepesca o la de los recursos que han alcanzado ya el nivel más alto de explotación sostenible; y se reducen los descartes y desperdicios.

I/W4126S/1/3.97/500

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