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XI Congreso Forestal Mundial - Dossier

Antalya, 1997

El XI congreso forestal mundial tuvo lugar del 13 al 22 de octubre de 1997 en Antalya, Turquía. El tema general del Congreso era «La actividad forestal para un desarrollo sostenible: hacia el siglo XXI.» Asistieron al Congreso más de 4400 participantes de 145 países, que representaban a la comunidad científica, gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y el sector privado. Durante nueve días, los delegados asistieron a echo reuniones plenarias y a 43 reuniones técnicas.

Las reuniones técnicas se organizaron en torno a echo principales ámbitos del programa: recursos forestales y arbóreos; diversidad biológica forestal y el mantenimiento del patrimonio natural; función protectora y ambiental de los recursos forestales; función productiva de los bosques; la contribución económica de la actividad forestal al desarrollo sostenible; dimensiones sociales de la contribución forestal al desarrollo sostenible; políticas, instituciones y medios para el desarrollo forestal sostenible; examen par ecorregiones.

Además de estas reuniones, tuvieron lugar en relación con el Congreso tres sesiones auxiliares previas, una sesión ministerial oficiosa y alrededor de 30 sesiones complementarias y otros actos especiales. El Congreso aprobó recomendaciones y conclusiones en coda reunión técnica y respecto a coda ámbito del programa, así como la Declaración de Antalya del XI Congreso Forestal Mundial.

El tema general del XI Congreso, «La actividad forestal para un desarrollo sostenible: hacia el siglo XXI», se decidió en vista de la oportunidad de emprender iniciativas como continuación de los debates sobre cuestiones forestales mundiales en el Grupo Intergubernamental sobre Bosques y en el 19° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El objetivo del Congreso ha sido ofrecer un foro al sector forestal para debatir sobre las respuestas técnicas, identificar las medidas convenientes y recapitular la situación de la silvicultura en los planos interregional, regional y nacional para hacer frente a los problemas y considerar nuevas orientaciones de la silvicultura hacia el desarrollo sostenible en el siglo XXI.

Fue un éxito reunir a un número tan elevado de participantes para debatir sobre una amplia gama de temas relacionados con los bosques, aunque a juicio de algunos participantes hubo escasas oportunidades para la síntesis y el análisis de algunos de los problemas básicos no resueltos en el debate sobre la silvicultura. En conjunto, no obstante, el Congreso hizo posible un diálogo muy necesario entre expertos forestales, científicos y planificadores y reunió a un número sin precedentes de participantes para compartir un acervo impresionante de investigaciones e ideas sobre la práctica de la gestión forestal sostenible. Estos intercambios tendrán indudablemente como fruto nuevas investigaciones y colaboraciones y una mejor comprensión de los ecosistemas y las técnicas de silvicultura para el desarrollo sostenible en el siglo XXI.

Este resumen está tomado de una edición especial de Sustainable Dimensions, boletín publicado par el Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible, financiado par la FAO. Puede accederse a todo el texto del boletín en Internet: http://www.iisd.ca/linkages/sd/antalya/sdvol10no4e.html

El presente número de Unasylva contiene el texto íntegro de la Declaración de Antalya, más los discursos inaugurales del Sr. Ersin Taranoglu, Ministro turco de Silvicultura y Presidente del Congreso, el Sr. Jacques Diouf, Director General de la FAO y el Sr. Süleyman Demirel, Presidente de Turquía. Los textos completes de las actas del Congreso pueden obtenerse en Internet (http://www.fao.org/waicent/faoinfo/forestry/wforcong/publi/default.htm#top) o comprarse en el Ministerio Turco de Silvicultura, T.C. Orman Bakanligi, Disiliskiler ve AT Dairesi Baskanligi, Ataturk Bulvari 153, 06100 Bakanliklar, Ankara, Turquía.

Declaración de Antalya

La actividad forestal para el desarrollo sostenible: hacia el siglo XXI

Nosotros, los 4417 participantes de 149 países, reunidos en Antalya, Turquía, del 13 al 22 de octubre de 1997, desde ministros hasta técnicos de campo, provenientes de numerosas disciplinas y campos de actividad, de organismos gubernamentales y no gubernamentales y de otros grupos principales, preocupados por la situación y por el futuro de los bosques del mundo y por la necesidad de mejorar su manejo para beneficio de los pueblos:

Destacando que todos los tipos de bosque proveen para los pueblos del mundo bienes y servicios esenciales, sociales, económicos y ambientales, y contribuyen a la seguridad alimentaria, agua y aire limpios y protección del suelo, y que su manejo sostenible es fundamental para lograr el desarrollo sostenible;

Recordando que la Declaración de Principios Forestales y los capítulos relativos a bosques del Programa 21, adoptados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) en junio de 1992 en Rio de Janeiro;

Reconociendo el significativo progreso que se ha hecho desde la CNUMAD a través de iniciativas nacionales, regionales e internacionales para evaluar la situación de los bosques del mundo y para entender mejore impulsar el manejo forestal sostenible, pero reconociendo igualmente la urgente necesidad de acción adicional tanto dentro como fuera del sector forestal, incluyendo agricultura, energía, agua y población;

Observando con alarma el ritmo continuo y rápido de pérdida y degradación de bosques en muchas regiones del mundo y enfatizando que para invertir esta tendencia y lograr el desarrollo forestal sostenible en todo el mundo se requiere primeramente y de manera especial una mayor voluntad política por parte de todos los países al más alto nivel;

Tomando nota de las propuestas de acción del Panel Intergubernamental sobre Bosques de la Comisión de Desarrollo Sostenible de febrero de 1997, que reflejan un enfoque equilibrado, exhaustivo e integrado para sustentar los múltiples beneficios de los bosques;

Acogiendo la decisión de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas en junio de 1997 («Rio más cinco») de establecer el Foro Intergubernamental sobre Bosques para promover la ejecución de las propuestas del panel y proseguir el diálogo internacional;

Reconociendo la reunión informal de ministros responsables por los bosques auspiciada por el Gobierno de Turquía en Antalya el 13 de octubre de 1997;

Hacemos un llamado:

A los países a demostrar una mayor voluntad política para superar los obstáculos y lograr el desarrollo forestal sostenible;

A los profesionales forestales para que respondan a las necesidades cambiantes y desafíos del desarrollo forestal sostenible y tomen el liderazgo en crear conciencia ambiental, social y económica, ajustando el currículum educativo, promoviendo procesos participativos de planificación y toma de decisiones por parte de todos los interesados, y ampliando el adiestramiento de los profesionales forestales y de los cuadros de campo, dando particular atención al papel de la mujer y de la juventud;

A los países, organismos internacionales y grupos principales para trabajar juntos en la ejecución de las propuestas de acción acordadas por el Panel Intergubernamental sobre Bosques y para asegurar que la continuación del diálogo internacional sobre políticas forestales y las acciones asociadas al mismo, dentro del Foro Intergubernamental sobre Bosques y otros foros políticos, siga siendo fundado en la apertura y la transparencia;

A los países y a la comunidad internacional de donantes, especialmente a las instituciones financieras internacionales, para que hagan una contribución mas efectiva y expandan la movilización de recursos financieros y la transferencia de tecnología ambientalmente adaptada y apropiada, en términos preferenciales como concordado mutuamente, para desarrollar la capacidad de los países en desarrollo y de los países con economías en transición, con el fin de mejorar el inventario, la evaluación y el monitoreo y manejar sus bosques en forma equilibrada y sostenible logrando múltiples beneficios, incluyendo el amplio uso de empresas conjuntas y de coparticipación pública y privada, especialmente programas de ejecución conjunta;

A los países y las organizaciones internacionales para la adopción de un enfoque transectorial en las políticas nacionales sobre bosques, agricultura, energía, agua, suelos, minería, transporte y desarrollo rural, las cuales reconozcan que muchas de las causas de la deforestación y la degradación de bosques, y por consiguiente las soluciones a estos problemas, se sitúan fuera del sector forestal;

A los países, los organismos internacionales y los profesionales forestales, de trabajar dentro de una consociación abierta y participativa con todas las partes interesadas, incluyendo las organizaciones no gubernamentales, el sector privado, las comunidades locales, los pueblos indígenas, los pobladores del bosque, los propietarios forestales y todos aquellos afectados por políticas y decisiones forestales y de otros usos de la tierra;

A los países y a los organismos internacionales para que desarrollen metodologías y mecanismos de evaluación de los bienes y servicios del bosque y que faciliten la integración de los beneficios no comercializables de los bosques en lo s mercados y en lo s procesos de toma de decisión pública, dando consideración a la distribución equitativa de costos y beneficios, así como a las metodologías y mecanismos que permitan incluir cambios en las existencias de riqueza forestal en los sistemas de cuentas nacionales;

A los países y a los organismos internacionales, regionales y nacionales de investigación para que identifiquen y emprendan actividades de investigación prioritarias en respuesta a las necesidades de la sociedad, que estén fundadas en el conocimiento científico y tradicional existente, dando énfasis a la necesidad de investigación aplicada, y que diseminen ampliamente los resultados a todas las partes interesadas de manera oportuna;

A los países para que desarrollen y apliquen criterios e indicadores de manejo forestal sostenible a nivel nacional, con el fin de evaluar el estado de sus bosques y desarrollar sistemas nacionales de inventario y monitoreo, que tengan en cuenta estos criterios e indicadores, así como para suministrar datos para mejorar el programa de evaluación global de recursos forestales de la FAO más allá del año 2000;

A los países, los organismos internacionales, los grupos pincipales, el sector privado y otras partes interesadas para que promuevan una mayor conciencia de la función vital de los bosques para la sociedad, sobre los problemas que afectan los bosques del mundo y sobre la urgente necesidad de trabajar juntos para poner en marcha soluciones prácticas para mejorar el manejo de los bosques;

A los países y los organismos internacionales para que estimulen programas forestales comunitarios y agroforestales y amplíen. Los servicios de extensión a los propietarios y usuarios forestales con el fin de atender de manera más efectiva las necesidades de individuos y de comunidades dependientes del bosque y de promover inversiones en el desarrollo forestal sostenible;

A los países y a los organismos internacionales para que reconozcan que en muchas regiones del mundo las plantaciones de rápido crecimiento pueden contribuir al de s arrollo forestal sostenible, satisfaciendo las necesidades de subsistencia y pueden complementar y/o reducir la presión sobre los bosques naturales, a través del suministro de bienes y servicios forestales;

A los países para que desarrollen, ejecuten y revisen las políticas, los planes y las prácticas de manejo destinadas a minimizar las características destructivas y la extensión de los incendios que afectan a las tierras forestales;

A los países para que preparen y pongan en marcha planes nacionales forestales como medio para establecer prioridades nacionales y para identificar acciones tendientes al manejo sostenible de los bosques, de manera participativa y transparente, salvaguardando los derechos de propiedad y los derechos tradicionales;

A los países y la comunidad internacional de donantes para que se dé una mayor atención a la rehabilitación de tierras forestales degradadas y acometan los problemas de desertificación a través de la elaboración y la puesta en marcha de planes nacionales de lucha contra la desertificación, dando particular atención a los problemas de dunas y a las zonas áridas y semiáridas, con el fin de responder mejor a las necesidades de subsistencia de poblaciones que dependen de los bosques para la alimentación, la leña y el forraje;

A los países, los organismos internacionales, las instituciones académicas y los profesionales forestales para que despierten conciencia en todos los niveles sobre la importancia de la diversidad biológica, incluyendo la conservación, el incremento y la utilización sostenible de los recursos genéticos forestales, los cuales suministran beneficios a las presentes y las futuras generaciones;

A las industrias forestales para que adopten y establezcan códigos de conducta voluntarios que contribuyan al manejo forestal sostenible a través de sus operaciones domésticas e internacionales, incluyendo prácticas de manejo, transferencia. de tecnología, educación e inversión;

Extendemos nuestro caluroso reconocimiento al Gobierno de la República de Turquía por hospedar, con el apoyo de la FAO, el XI Congreso Forestal Mundial, y solicitamos que se diseminen en forma amplia las conclusiones y recomendaciones del Congreso, incluyendo esta Declaración, a los gobiernos, los organismos internacionales y todas las partes interesadas.

Antalya, Turquía
22 de octubre de 1997

Discurso del Sr. Ersin Taranoglu

Ministro de Asuntos Forestales de Turquía, Presidente del XI Congreso Forestal Mundial

Excmo. Sr. Presidente de Turquía, honorable Primer Ministro de Turquía, estimado Director General de la FAO, estimados Ministros, distinguidas señoras, distinguidos invitados, distinguidos miembros de la prensa

Es para mí una gran satisfacción estar aquí con ustedes en Antalya, cuando va a comenzar el último Congreso Forestal Mundial del presente siglo, cuya organización le fue confiada a mi país par el 108° Consejo de la FAO, después del Décimo Congreso celebrado en París. Quisiera darles la bienvenida y saludarles con el mayor respeto.

Deseo darles las gracias par haberme designado Presidente del Congreso. En nombre de mis 18 amigos que han sido designados Vicepresidentes les doy también las gracias par confiar en nosotros y par su amable atención.

Les invite a todos ustedes a ser nuestros huéspedes cuando sus tareas técnicas no absorban todo su tiempo. Estoy seguro de que durante su estancia disfrutarán de la hospitalidad turca en toda su expresión.

Aparte de los trayectos diarios en torno a Antalya, tendrán la ocasión de contemplar la riqueza cultural e histórica de nuestro país en las visitas al palacio de Topkapi, a Santa Sofía en Estambul, Sumela, en Trabzon, Efes en Izmir, Pamukkale en Denizli y Capadocia en Nevsehir.

Tengo la convicción de que el XI Congreso Forestal Mundial será un hito en el camino hacia el desarrollo sostenible, dada que se celebra después de la Cumbre de Rio de Janeiro, de la que dimanan los principios forestales y el Programa 21, el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques, la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible y el período de sesiones extraordinario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y teniendo en cuenta que su lema es «La actividad forestal para el desarrollo sostenible: hacia el siglo XXI».

De acuerdo con nuestra convicción de que el desarrollo sostenible sólo se podrá conseguir con la participación de la población, este Congreso Forestal celebrará sesiones especiales sobre la función de la mujer y de los jóvenes.

Uno de los principales factores que amenazan la consecución de la ordenación forestal sostenible en el siglo XXI es el desequilibrio entre el crecimiento de la población y el consumo de productos forestales, una presión que puede desencadenar la destrucción de los bosques. Para reducir esa presión es necesario adoptar políticas que propicien la participación de los productores y los consumidores en las actividades forestales sostenibles. Esas políticas deben enmarcarse en un enfoque que tenga en cuenta las estructuras socioeconómicas, culturales y ecológicas y que indique la manera de movilizar la capacidad aún no utilizada de la economía.

Los incendios forestales siguen siendo una grave amenaza para la ordenación forestal sostenible en muchos países, particularmente los países mediterráneos. El conocimiento más adecuado de los valores funcionales de los bosques les ha atribuido una gran importancia en todos los países y ha hecho necesaria su protección mediante la cooperación regional e internacional.

No es posible analizar par separado la sostenibilidad de los bosques, que contienen la mayor parte de la biodiversidad, y la sostenibilidad del desarrollo agrícola y rural. Teniendo en cuenta este hecho, y para realzar la importancia del Día Mundial de la Alimentación (el 16 de octubre), tendrá lugar una ceremonia de plantación de árboles para establecer el arboreto y parque conmemorativo del XI Congreso Forestal Mundial. Cuando crezca, este bosque se convertirá en un símbolo de los bosques como bien indispensable de todos los países del mundo.

En el curse de la reunión informal de ministros a la que hemos asistido hoy, mis colegas y yo hemos mantenido un fructífero intercambio de pareceres sobre los principales problemas que es necesario abordar para conseguir la ordenación forestal sostenible, así como sobre las soluciones para esos problemas y sobre la función de las organizaciones internacionales para mejorar la aplicación de la ordenación forestal sostenible. También hemos subrayado la importancia de la cooperación internacional, y así se refleja en nuestro comunicado de prensa.

Creo firmemente que gracias a su esfuerzo y su contribución, el XI Congreso Forestal Mundial dará frutos importantes para las generaciones venideras. Quiero terminar mi intervención expresando mis mejores deseos a todos ustedes.

Antes de invitar al Director General de la FAO, Sr. Jacques Diouf, a tomar la palabra, quisiera presentarle un pequeño recuerdo, en nombre de todos los países miembros, par habernos brindado en todas las fases de la preparación el apoyo y la experiencia de la FAO para asegurar el éxito de este Congreso.

Alocución del Sr. Jacques Diouf

Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

Sr. Presidente, Sr. Presidente de la República de Turquía, Su Excelencia Ersin Taranoglu, Ministro de Bosques, excelencias, distinguidos participantes, señoras y señores:

Es un placer para mí estar con ustedes aquí, en Antalya. No es difícil entender par qué, en el primer siglo d.C., Attalus, rey de Pérgamo y fundador de esta ciudad, eligió para ella un nombre que significa «paraíso en la Tierra». En los más de 2000 años transcurridos desde entonces, el Gobierno turco y su pueblo nunca han olvidado el papal crucial que los bosques desempeñan para preservar la belleza y la productividad de los recursos naturales de su país.

Sr. Presidente:

Permítame que rinda un homenaje especial al evidente amor que este país tiene par los bosques, los propios y los de toda la humanidad. Incurriría en omisión si no añadiera un agradecimiento especial por su compromiso personal y su interés en la organización de este Congreso, particularmente en la preparación de tan extraordinarias instalaciones.

Señoras y señores:

Hago llegar mis cálidos saludos a todos ustedes, los más de 3000 participantes en este congreso. Es un privilegio hablar ante ustedes, que contribuyen con sus conocimientos, experiencia y devoción a la causa de los bosques del mundo.

Será el último de estos importantes encuentros antes de fin de siglo. Me produce un gran placer destacar que el tema del Congreso - «La actividad forestal para el desarrollo sostenible: hacia el siglo XXI» - refleja la perspectiva y amplitud de miras que deben ser adoptadas por la comunidad forestal si queremos asegurar que los bosques del mundo sobrevivan y, lo que es más importante, que aporten su pleno potencial al desarrollo socioeconómico en su conjunto.

Ustedes, que tienen a su cargo los bosques del mundo, están reunidos aquí para discutir como avanzar hacia el logro de un manejo forestal sostenible, y para ayudar a definir y dar forma a su trabajo para el futuro. Al tiempo que abordan su tarea, tan compleja como esencial, quisiera exhortarles a recordar a los más de 800 millones de personas que, en el mundo actual, no tienen acceso a una alimentación y nutrición adecuadas, y a considerar cómo pueden los bosques contribuir a aliviar este sufrimiento inaceptable e innecesario.

Hace ahora once meses, los líderes mundiales se reunieron en otra antigua ciudad - Roma - en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. En esta Cumbre, de la que la FAO tuvo el privilegio de ser anfitriona, se adoptó un renovado compromiso de alto nivel para erradicar el hambre y alcanzar una perdurable seguridad alimentaria para todos.

Los participantes en la Cumbre aprobaron en Roma una Declaración y un Plan de Acción para conseguir la seguridad alimentaria. Estos dos documentos consagran un plan de siete puntos que estipulan acciones concretas y prácticas. De estos documentos surge claramente el importante papel que los bosques y el sector forestal juegan en la seguridad alimentaria del mundo.

Hay un antiguo proverbio de Cachemira que, traducido libremente, dice: «El alimento durará tanto como duren los bosques». No quiere esto decir que los bosques y los forestales puedan por sí solos resolver el problema de la seguridad alimentaria. Pero los árboles, los bosques y el sector forestal pueden hacer una contribución fundamental para avanzar hacia la seguridad alimentaria. Si bien esta audiencia lo comprende muy bien, creo que el papel de la actividad forestal merece ser subrayado, especialmente en el contexto de su contribución al desarrollo sostenible.

EL PAPEL DE LA ACTIVIDAD FORESTAL EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

Acceso directo

En primer lugar, los árboles y los bosques producen directamente alimentos. En algunas zonas, son una fuente primaria de alimento, y casi en todas partes proveen un suplemento regular a la dieta. Los alimentos procedentes del bosque son consumidos cuando los suministros cultivados escasean, como ocurre entre cosechas, o durante períodos de emergencia, como las hambres y las guerras.

Sostén de la producción agrícola

Más allá de la contribución alimentaria directa, los árboles y los bosques desempeñan un papel crítico para asegurar la producción agrícola, incluyendo la pecuaria y, en algunos casos, la pesca.

Los árboles y los bosques mantienen la base de recursos de suelo y agua y el equilibrio ecológico esencial para la producción agrícola y de alimentos. Forman parte o rodean sistemas agrícolas y protegen sus límites. Soportan la cría de ganado suministrando forraje, especialmente durante las carencias estacionales en zonas áridas y semiáridas. En circunstancias especiales, por ejemplo en los sistemas costeros de manglares, los árboles cumplen un papel como soportes de la actividad pesquera, sirviendo así como garantía de una importante fuente de alimentos.

A este respecto, es curioso e inquietante observar cómo la agricultura y la actividad forestal han sido con frecuencia, y a veces aún lo son, vistas como si estuvieran en oposición. Esta falsa dicotomía está, quizás, basada sobre el anacrónico punto de vista de que la actividad forestal se reduce a gestionar los bosques para la producción maderera, y que la agricultura no es otra cosa que cultivar campos abiertos para obtener cosechas. En realidad, actividad forestal y agricultura se benefician mutuamente, e incluso son interdependientes.

Por otra parte, es un hecho reconocido que la deforestación es causada muchas veces par la conversión de tierras forestales a la producción agrícola. Sólo puede reducirse la destrucción de los bosques para tener acceso físico a la tierra mediante un incremento en el uso sostenible y económicamente viable de los recursos forestales, con la intensificación de la producción agrícola en las tierras ya desmontadas, y en estrecha armonía entre la actividad forestal y otras formas de uso de la tierra, particularmente la agricultura.

Bosques y energía

Sin embargo, tener alimentos no es suficiente. Muchos de los alimentos que forman la dieta corriente no son sabrosos o digeribles sin cocerlos. Y en la mayor parte del mundo en desarrollo, hervir el agua es virtualmente el único media de que sea potable. La leña es todavía, de lejos, la principal fuente de energía doméstica para un 40 par ciento de la población mundial. Y para muchas de esas personas, la perspectiva de cambiarla par combustibles fósiles es insostenible y está fuera del alcance de sus medios económicos.

Diversidad biológica

Quisiera hacer notar, asimismo, que los bosques son el más importante banco de recursos genéticos terrestres que existe. Muchos de los alimentos que hay consumimos, especialmente algunos como el arroz, tienen su origen en cosechas silvestres en los bosques. Y el bosque continúa sirviendo como reservorio genético para las cosechas alimentarias presentes y futuras.

Acceso económico a los alimentos

Más allá de su contribución a la seguridad de acceso físico al suministro de alimentos, las actividades relacionadas con el bosque también aportan un empleo sustancial e ingresos monetarios. Esto es cierto para las actividades industriales a gran escala, así como para las individuales o comunitarias. La FAO estima que el valor anual que la leña y otros productos madereros representan para la economía global supera los 400000 millones de dólares, lo que equivale al 2 por ciento del producto interior bruto. Si se añade el valor de los productos forestales no madereros, la cifra engrosaría considerablemente.

Por lo tanto, los árboles y los bosques desempeñan un papal inequívoco como soportes de la seguridad alimentaria. Y si han de continuar prestando éstas y otras muchas funciones, los árboles y los bosques del mundo deben ser manejados; y manejados de manera sostenible.

La complejidad de la cuestión del manejo forestal sostenible se pone claramente en evidencia en la intensa y articulada agenda que ustedes tienen par delante. No soy forestal de profesión, y no sería apropiado que yo entrara en los méritos técnicos de sus discusiones. Sin embargo, hay un tema de discusión que quisiera resaltar como de importancia particular, el que trata de la movilización de recursos para una explotación forestal sostenible. Sin suficientes inversiones, simplemente no hay ningún modo de que los bosques del mundo puedan hacer su justa contribución al desarrollo sostenible. Y a pesar de las buenas palabras dichas en la Cumbre para la Tierra, el documento que tienen ante ustedes sobre la movilización de recursos indica que la asistencia oficial para el desarrollo destinada hay a la actividad forestal es de sólo el 20 par ciento del monto sugerido en el Programa 21 de la CNUMAD.

DIA MUNDIAL DE LA ALIMENTACION: «INVERTIR EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA»

El Día Mundial de la Alimentación, que marca el 52° aniversario de la fundación de la FAO, se celebrará el jueves 16 de octubre. El tema del Día Mundial de la Alimentación de este año - «Invertir en la seguridad alimentaria» - está directamente vinculado a uno de los siete compromisos asumidos par los líderes mundiales en la Cumbre Mundial para la Alimentación, en noviembre de 1996. Ese compromiso declare:

«Promoveremos la asignación y utilización óptimos de las inversiones públicas y privadas para fortalecer los recursos humanos, la alimentación sostenible, la agricultura, la pesca y los sistemas forestales y el desarrollo rural, en las zonas de alto y bajo potencial.»

En un esfuerzo par elevar la conciencia y par movilizar los recursos, con ocasión del Día Mundial de la Alimentación de este año, la FAO ha lanzado TeleFood, el primer programa global de televisión que inter alia convoca al público en general a donar fondos para proyectos y actividades de seguridad alimentaria. El papal potencial de la actividad forestal aparece claramente en la campaña de TeleFood.

Hoy es una de esas ocasionas en que tango la oportunidad de dirigirme a expertos y responsables de decisiones de una comunidad relativamente homogénea. Con su indulgencia, quisiera dedicar algunos minutos a hablar del trabajo que hace la FAO para ayudar a los países a alcanzar un de s arrollo forestal sostenible.

EL PAPEL DE LA FAO

Desde su creación en 1945, la FAO ha evolucionado hasta ser la mayor organización del mundo dedicada a la agricultura y a la actividad forestal. Hoy en día, la FAO cuenta con 174 Estados Miembros, una estructura regional muy extensa, una presencia física en más de 100 países, y un experimentado cuadro de especialistas en agricultura, pesca, silvicultura y otras disciplines conexas. La FAO se encuentra en una posición única para perseguir el desarrollo sostenible, especialmente si se considera la necesidad vincular a distintos sectores.

El Departamento de Montes de la FAO es la mayor y más antigua unidad internacional dedicada al sector forestal, con un cometido amplio y global que se ocupa de todos los bosques. Un mensaje que suena alto y claro desde la Cumbre para la Tierra, y que fue repetido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, nos dice que el Norte y el Sur deben abordar juntas los problemas mundiales y que deben hacerlo de una manera interdisciplinar y transversal a los sectores, reconociendo que la protección del media ambiente y el desarrollo económico son mutuamente dependientes. En el sector forestal, pienso que no hay otra organización mejor equipada para hacerlo.

Como en todos los aspectos de su trabajo, los roles primarios de la FAO en materia forestal son los de servir como un foro político neutral, una fuente de información y consejo, y un proveedor de asistencia técnica.

Cada uno de estos roles ofrece una amplia oportunidad para hacer avanzar el manejo forestal sostenible.

Un foro político neutral

El diálogo político es un importante papal de la FAO. Primero, entre los medios que la FAO pone a disposición de sus miembros está el Comité Forestal. Responsables de servicios forestales y otros altos funcionarios gubernamentales se reúnen en la sede de la FAO coda dos años (junta con representantes de otras organizaciones internacionales y no gubernamentales) para identificar las cuestiones políticas y técnicas, para buscar soluciones y aconsejar sobre las acciones adecuadas. Seis comisiones forestales regionales complementan el trabajo del Comité Forestal.

Otro ejemplo del trabajo de la FAO para facilitar el diálogo político y la toma de decisiones es el relativo a los programas forestales nacionales: esfuerzos de los países para planificar el desarrollo sostenible del sector forestal y coordinar la implementación local con el apoyo de la comunidad de donantes.

Un ejemplo particularmente bueno del trabajo de la FAO en el apoyo al diálogo a escala internacional es el papal que juega en la organización de este Congreso Forestal Mundial. Si bien los congresos forestales mundiales son anteriores a la existencia de la FAO, pares el primero tuvo lugar en 1926, desde su creación la FAO siempre ha prestado un apoyo fundamental al país anfitrión.

Una fuente de información y consejo

Una sensata toma de decisiones en materia forestal requiere información precise y actualizada y estadísticas; la FAO es líder mundial en su recogida, difusión y análisis.

El Estado de los bosques del mundo, que publica la FAO con periodicidad bienal, es una relevante compilación de datos y cuestiones relacionadas con el estado y pendencies de los recursos forestales, la producción y comercio y el desarrollo industrial.

Según el Estado de los bosques del mundo 1997, entre 1990 y 1995 se ha producido una pérdida neta de 56,3 millones de hectáreas de bosques (naturales y de plantación) en todo el mundo, lo que representa una disminución de 65,1 millones de hectáreas en los países en desarrollo, parcialmente compensada par un incremento de 8,8 millones de hectáreas en los países desarrollados. Mientras que la pérdida de bosques naturales se mantiene elevada en los países en desarrollo, hay signos de que el ritmo de la pérdida se desacelera. Los bosques naturales en los países en desarrollo disminuyeron 13,7 millones de hectáreas anuales durante el período 1990-1995, comparadas con los 15,5 millones de hectáreas par año durante el período 1980-1990.

Cooperación técnica

La experiencia técnica de la FAO en asuntos forestales está directamente a disposición de los países miembros, a través de su Programa de campo, financiado par una combinación de recursos extra - presupuestarios. En 1996, el Programa de campo forestal abarcó un total de 179 proyectos, con un gusto anual de 60 millones de dólares. Un rasgo clave del Programa de campo es su interrelación con el trabajo normativo emprendido par el equipo de la sede de la FAO y, crecientemente, a través de nuestra red de oficinas regionales y subregionales, lo que asegura un intercambio en ambos sentidos de conocimientos y experiencias.

Otro importante aspecto de nuestro trabajo de cooperación incluye el prestar asistencia técnica para movilizar inversiones en el desarrollo forestal y para incrementar el rendimiento de las inversiones.

De este modo, sirviendo como foro político, como fuente de información y de asistencia a los países para dotarse de su propia capacidad a través de la cooperación técnica, la FAO ayuda a todos los países a proteger y desarrollar sus bosques a la vez que obtienen de ellos beneficios económicos sostenibles.

Aunque muchos de ustedes sin duda son conscientes de las series dificultades financieras que enfrenta el sistema de las Naciones Unidas, incluida la FAO, quiero que sepan de mi compromiso personal para que la FAO mantenga el programa forestal más vigoroso y dinámico que nuestros países miembros puedan permitirse.

SOCIOS

Al enfatizar el compromiso de la FAO con la actividad forestal sostenible, como una parte integrante del desarrollo socioeconómico en su totalidad, no quiero dejarles con la impresión de que la FAO puede hacerlo todo. En la FAO reconocemos que los retos a los que se enfrenta la actividad forestal son más de lo que cualquier organización puede tomar en sus manos de manera apropiada. Por lo tanto, consideramos esencial buscar activamente socios para llevar adelante nuestro trabajo.

El auge del interés mundial en la actividad forestal en los años recientes ha sido paralelo al interés e implicación de muchas organizaciones internacionales en este sector, dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas. Estas organizaciones tienen necesidad de complementarse más que de competir entre sí. De otro modo, corremos el riesgo de dispersar recursos escasos haciéndolos más débiles. Sería apropiado que este Congreso reafirmara el compromiso de la comunidad forestal con formas de colaboración que respondan a los retos del manejo forestal sostenible.

CONCLUSION

Sr. Presidente:

Estoy convencido de que las deliberaciones de este congreso, como sus predecesores, pueden ser de capital importancia para delinear el futuro de los bosques del mundo, incentivando el compromiso político y las iniciativas prácticas que permitirán al sector forestal hacer su máxima contribución al desarrollo sostenible.

Deseo que tengan éxito en sus discusiones y les doy las gracias par su atención.

Discurso del Sr. Süleyman Demirel

Presidente de Turquía

Sr. Director General, distinguidos representantes, señoras y señores:

Constituye para mí una gran satisfacción dirigirme al XI Congreso Forestal Mundial. Les doy mi bienvenida a Turquía, punto mundial de encuentro de civilizaciones, culturas y pueblos. El pueblo de Antalya se siente orgulloso y honrado de albergar par primera vez en esta sala una conferencia de tanta importancia y magnitud. Ha erigido esta pirámide transparente como encarnación de sus sentimientos tradicionales de hospitalidad y amistad.

Vivimos en una época en la que afrontamos problemas y desafíos de alcance mundial. La degradación del media ambiente, la contaminación, la erosión del suelo, la desertificación y la deforestación son algunos de esos desafíos, que par su misma naturaleza no conocen fronteras y que ningún país puede superar par sí solo. Sólo con amplitud de mires y de forma solidaria podrá la humanidad hacer frente a estos retos. Su presencia aquí demuestra que coda vez existe una conciencia más clara de que los problemas a escala mundial requieren soluciones de carácter global. Desde este punto de vista, este congreso es un acontecimiento positivo y oportuno y la asistencia de todos ustedes es sumamente valiosa.

Debemos prepararnos para el siglo XXI con un sentimiento de responsabilidad respecto del bienestar de la humanidad y de la Tierra. Nuestro objetivo debe ser crear nuevos entornos ecológicamente racionales y sostenibles desde el punto de vista económico. Se trata de un desafío que de no afrontarlo podría poner en peligro las vidas de las generaciones futuras en este planeta. Recordemos que la Tierra es el único planeta azul de nuestro sistema solar y el único en el que existe vida. Todos estamos interesados par el futuro de este planeta. Por consiguiente, el concepto de desarrollo sostenible guarda una relación directa con la sostenibilidad de la vida. Tiene una influencia directa en el crecimiento de la población del mundo. Sólo durante este siglo la población mundial se ha triplicado, ejerciendo una fuerte presión sobre los recursos que nos proporciona la naturaleza. La sostenibilidad implica que no podemos pedir a la naturaleza más de lo que puede ofrecer.

La humanidad ha hecho un progreso extraordinario a lo largo del siglo XX. Pero al mismo tiempo, y esta es la otra cara de la moneda, guerras mundiales sin precedentes y la destrucción masiva de los sistemas básicos que sustentan la vida del planeta son también producto de este siglo. La reducción de la capa de ozono y la emisión de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero a la atmósfera amenazan gravemente a la humanidad y a otras formas de vida. Las especies de plantas y animales de s aparecen a un ritmo alarmante y la pérdida de diversidad biológica y de la cubierta forestal está modificando el equilibrio esencial y los sistemas de recursos vitales para la vida y el bienestar de los seres humanos.

En Turquía, la cubierta forestal constituye el 26 par ciento del país, que tiene una superficie de unos 20 millones de hectáreas. Turquía cuenta con 584 especies leñosas, 76 de ellas endémicas. Los bosques y humedales de Turquía acogen también a una gran variedad de especies, algunas de las cuales están incluidas en las categorías más amenazadas. Turquía está firmemente decidida a resistir a las presiones que se ejercen sobre la integridad biológica de sus ecosistemas forestales y a preservar esta gran diversidad de sus recursos florísticos y faunísticos.

Las instituciones de la sociedad civil cooperan con el Gobierno turco en el intento de conseguir un media ambiente más verde. Cuando hice un llamamiento a la población turca para alcanzar este objetivo, casi todo el mundo respondió favorablemente. Tanto los organismos oficiales, como los miembros de la sociedad civil han participado en la movilización general en pro de la forestación. Desearía extender mi gratitud al parlamento par haber aprobado la ley de movilización en pro de la forestación nacional y de la lucha contra la erosión del suelo y al Ministro de Asuntos Forestales par el importante papal que ha desempeñado en la aplicación de esta ley. Mi agradecimiento también, entre otros, a los miembros de las fundaciones TEMA y ÇEKÜL par su lucha incesante contra la erosión del suelo. Todos ellos son conscientes de que conservar los bosques es proteger la tierra y, a su vez, esto supone preservar el mundo para las generaciones futuras.

El crecimiento ininterrumpido de la población, sumado a la expansión de la agricultura, la urbanización y las tasas más elevadas de crecimiento económico mundial son tendencias importantes que tienen efectos negativos sobre los bosques. Según las estimaciones de la FAO, en el año 2010 se habrán puesto en cultivo 90 millones de hectáreas adicionales en los países en desarrollo. El crecimiento demográfico y económico estimula la demanda de productos forestales industriales, y el impacto del desarrollo acelerado de las infraestructuras y la urbanización en el uso de la tierra, la cubierta vegetal y el media ambiente, evidente en muchas zonas del mundo, exige formular programas para el desarrollo forestal en los núcleos urbanos.

La conciencia ecológica y las presiones de la opinión pública han llamado la atención hacia el futuro de los bosques del mundo. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) supuso un compromiso para centrar la actividad internacional en los bosques del mundo. La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible que se ha creado para efectuar el seguimiento de la aplicación de los acuerdos de la CNUMAD, estableció el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques. El Capítulo 11 del Programa 21 y la declaración que se ha dada en denominar «Principios forestales» son otras contribuciones importantes de la Cumbre de Rio de Janeiro para conseguir un consenso internacional sobre las actividades forestales sostenibles. Estas iniciativas son la expresión de una atención sin precedentes de la comunidad internacional hacia el sector forestal.

La Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 es otro hito decisivo en esta dirección. Ha hecho un llamamiento a los gobiernos, a todas las instancias de la sociedad civil y a las instituciones internacionales para establecer mecanismos jurídicos y de otra índole que propicien la conservación y utilización sostenible de recursos naturales como la tierra, el agua y los bosques. Esta cumbre demostró una vez más que existe una estrecha relación entre el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria. Sin duda, la seguridad para el ser humane no es otra cosa que garantizar la satisfacción de las necesidades básicas: la alimentación, la vivienda y un media ambiente idóneo.

Este congreso se enmarca en los esfuerzos dirigidos a formular criterios y directrices científicos racionales para la ordenación, conservación y desarrollo sostenible de todos los tipos de bosques. El reto consiste en satisfacer la demanda creciente de productos forestales, salvaguardando al mismo tiempo la capacidad de los bosques para contribuir a conservar la diversidad biológica, la mitigación del cambio climático mundial, la lucha contra la desertificación y la protección de los recursos de suelos y aguas.

Tengo la convicción de que este congreso alcanzará un éxito notable y será un foro excepcional en el que los políticos, gestores, expertos, académicos, representantes de ONG y otros participantes procedentes del mundo entero intercambiarán experiencias, conocimientos e innovaciones en el ámbito de la ordenación sostenible de los recursos forestales mundiales.

Aunemos nuestras fuerzas para promover la solidaridad internacional que permita conseguir un mundo más verde. Dos son los ámbitos en los que ha de centrarse nuestra atención de forma prioritaria: la lucha y prevención de los incendios forestales y la movilización en favor de la reforestación.

Los incendios forestales son un problema especialmente grave en la región mediterránea. Hago un llamamiento a todos los países del mundo para que intercambien su experiencia en este campo.

Por otro lado, es necesario intensificar la plantación de especies arbóreas de crecimiento rápido. En el ámbito de la reforestación, la biotecnología ofrece nuevas oportunidades que es necesario aprovechar de manera eficaz.

Antes de inaugurar el congreso quisiera expresar mi más profundo agradecimiento a los miembros del comité organizador y a las instituciones turcas que han participado, par el esfuerzo que han realizado para que éste sea un congreso memorable. Agradezco también a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación su inapreciable apoyo y cooperación, que garantizan el éxito del congreso.

Invito a todos los países y pueblos del mundo a renovar su compromiso de cooperación mundial y a formular políticas que permitan atender las necesidades del presente sin poner en peligro los sueños de las generaciones futuras.

La tradición turca está inmortalizada en los siguientes versos del poeta turco Mehmet Emin Yurdakul:

«Amigo, no tales los árboles;
maldita sea la mano que corte un árbol;
deja que los dulces pájaros se posen en sus
ramas,
no lo cortes,
deja que el campesino fatigado descanse bajo
su sombra,
no lo cortes,
deja que esta bella aldea disfrute su presencia,
no lo cortes,
deja que nuestro amado país sea feliz.»


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