FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 1/2, febrero 1998

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CEREALES




RESUMEN DE LA SITUACION DE LA OFERTA Y LA DEMANDA

Las perspectivas para los suministros mundiales de cereales han mejorado algo desde el último informe. Al contarse actualmente con informa-ciones más seguras acerca de las últimas cosechas de cereales de 1997, la estimación de la FAO sobre la producción mundial de cereales se ha revisado ligera-mente al alza, e indica un aumento respecto a 1996 mayor de lo que se había previsto anteriormente y una reposición moderada de las existencias remanen-tes totales. No obstante, pese al incremento, se pro-nostica que las existencias remanentes mundiales seguirán siendo también este año inferiores a los niveles mínimos de seguridad. Por consiguiente, en la próxima campaña de 1998/99 la seguridad alimentaria mundial seguirá dependiendo de que la cosecha de 1998 sea otra vez, por tercer año consecutivo, buena y superior a la tendencia, lo que no ha sido habitual en los últimos veinte años. Hasta el momento, la situación de los cultivos ya sembrados es normal pero, contrariamente a lo que se había previsto, la superficie sembrada con trigo de invierno en los Estados Unidos y la CEI es menor que el año pasado y se prevé una disminución de la producción de trigo en China. Lo positivo es que los daños causados por El Niño a la producción de cereales secundarios en el Africa austral han sido menores de lo previsto y en el Africa del Norte la producción debería recuperarse.


PRODUCCION, SUMINISTROS, COMERCIO Y EXISTENCIAS MUNDIALES DE CEREALES
 
1995/96  1996/97 
estim. 
1997/98 
pronóst.
(. . millones de toneladas . .) 
Producción 1 1 729  1 890  1 901
Trigo  548  592  611
Cereales secundarios  810  917  908
Arroz (elabor.)  371  382  383
Suministros 2 2 049  2 151  2 191
Utilización  1 796  1 856  1 891
Comercio 3 206  198  201
Existencias finales 4 261  290  295
  Habida cuenta de que el margen de seguridad propor-cionado por las existencias de reserva se encuentra actualmente por debajo de los niveles convenientes, en los meses venideros tendrá que seguirse de cerca la situación ya que un empeoramiento de las perspec-tivas para las cosechas de 1998 podría redundar en un aumento de los precios, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, particularmente los que dependen de las importaciones para satisfa-cer una gran parte de sus necesidades alimentarias.

La última estimación de la FAO cifra la producción mundial de cereales de 1997 en 1 901 millones de toneladas (incluido el arroz en equivalente de elaborado), 13 millones de toneladas más que el pronóstico anterior, debido principalmente a las revi-siones al alza de las estimaciones de la producción de la CEI y de Europa. Según los pronósticos, la produc-ción mundial de cereales de 1997 sería ligeramente superior a la del año anterior y superior a la tendencia por segundo año consecutivo, con un aumento signi-ficativo de la producción de trigo que compensa con creces la disminución de los cereales secundarios. La producción mundial de trigo se cifra ahora en 611 millones de toneladas, unos 19 millones de toneladas más que el pronóstico anterior y un 3,2 por ciento más que en 1996. La producción aumentó tanto en los paí-ses desarrollados como en los países desarrollados. La última estimación de la producción de cereales se-cundarios es de 908 millones de toneladas, alrededor de 8 millones de toneladas más que los informes an-teriores, pero todavía inferior en un 1 por ciento al año anterior. La última revisión se debe principalmente a los ajustes al alza de las estimaciones correspon-dientes a Europa y la CEI. Con respecto al arroz, ya ha terminado la recolección de la cosecha principal de 1997, y ahora la FAO pronostica la producción mundial de arroz de 1997 en un volumen sin precedentes de 571 millones de toneladas, 3 millones de toneladas más que el nivel anterior.

Las perspectivas iniciales para las cosechas de trigo de 1998 son variadas. En los Estados Unidos, contrariamente a lo que se había previsto, la superficie sembrada con trigo de invierno disminuyó en un 4 por ciento, lo que representa el nivel más bajo desde 1973, pero la situación de los cultivos es favo-rable hasta el momento. En Asia, las perspectivas para el trigo de invierno son desfavorables en China, debido a las condiciones secas, y en el Pakistán, mientras que en la India se espera otra cosecha bue-na. En Europa, se señala que la superficie sembrada con trigo de invierno ha vuelto a aumentar en los prin-cipales países productores de la CE, pero en los de Europa oriental el resultado de la temporada de siem-bra de invierno es todavía muy incierto ya que en algunos países disminuyó la superficie sembrada y un tiempo caluroso fuera de estación ha reducido la cu-bierta protectora de nieve. En la CEI, según los pri-meros indicios la producción disminuirá. Las siembras de trigo de invierno descendieron y una racha fría ha causado algunos daños a los cultivos a finales de di-ciembre; la destrucción de la siembra durante el in-vierno podría ser mayor que el año pasado. En Africa del Norte, en cambio, las condiciones han sido en ge-neral favorables hasta ahora y la producción debería recuperarse de las cosechas malas del año pasado.

Con respecto a los cereales secundarios de 1998, ya se han sembrado las cosechas en algunos de los principales países productores del hemisferio sur. En el Africa austral, los efectos negativos de El Niño han sido menores de lo que se preveía y las perspectivas para las cosechas son mucho más favo-rables de lo previsto, si bien el resultado final sigue siendo una incógnita. Asimismo, en América del Sur las condiciones atmosféricas han favorecido el desa-rrollo de los cultivos. En la Argentina se espera una producción récord de maíz, pese a la disminución de la superficie sembrada, y en el Brasil una cosecha su-perior a la media, aunque menor que el año pasado. En el hemisferio norte, ya se han sembrado algunos cereales secundarios de invierno, pero la mayor parte se sembrará en abril/mayo. En los Estados Unidos, según los primeros indicios aumentará la superficie sembrada con maíz debido a que sus perspectivas de mercado son más favorables que las del trigo. En Europa, donde la mayor parte de la cosecha de ce-reales secundarios se sembrará recién en primavera, es improbable que la producción de 1998 alcance el nivel sin precedentes del año pasado. En la zona ecuatorial y el hemisferio sur, la situación de los culti-vos tempranos de arroz de 1998 son desfavorables en Indonesia y Filipinas debido a una sequía atribuida a El Niño que ha mermado las siembras y los rendi-mientos previstos.

El pronóstico de la FAO relativo a las impor-taciones mundiales de cereales en 1997/98 (julio/ju-nio) se ha rebajado en alrededor de 700 000 tonela-das desde el último informe a 201 000 toneladas, lo que representaría un aumento de 3 millones de tone-ladas, o sea el 1,5 por ciento, respecto al escaso volu-men del año anterior. La última revisión se debe a una fuerte disminución de las importaciones de cereales secundarios de Asia, compensada sólo en parte por el aumento del pronóstico relativo a las importaciones de arroz de la misma región, mientras que el pronós-tico de las importaciones mundiales de trigo en 1997/98 se ha mantenido casi invariado en alrededor de 93 millones de toneladas. Las importaciones mun-diales de cereales secundarios en 1997/98 (julio/junio) se pronostican ahora en 89 millones de toneladas, 1,3 millones de toneladas menos que el pronóstico ante-rior y sólo 1,6 millones de toneladas más que el vo-lumen del año anterior. Con respecto al arroz, ahora se pronostica que las importaciones mundiales de 1998 aumentarán a alrededor de 20 millones de tone-ladas con respecto a los 18,2 millones de toneladas comercializados en 1997, debido a una disminución de las existencias de apertura de ejercicio en algunos de los principales países importadores y a una merma de los rendimientos prevista en algunos de los países productores del hemisferio sur.

Los precios internacionales de exportación de todos los cereales principales, salvo el arroz, se han debilitado considerablemente desde octubre de 1997, debido a la situación mejorada de la oferta de trigo y a las repercusiones de la crisis financiera de Asia en la de maíz. Por el contrario, los precios del arroz se han visto sostenidos por la fuerte demanda de importaciones de algunos países asiáticos. A finales de enero de 1998, el trigo No.2 de los Estados Unidos (rojo duro de invierno, fob) se cotizó en 145 dólares EE.UU. por tonelada, 8 dólares EE.UU. menos por tonelada que hace un año. También han bajado los precios internacionales del maíz, que a fines de enero se cotizó en 116 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 2 dólares EE.UU. menos por tonelada que en octubre, pero igual que el año pasado. En cambio, los precios internacionales del arroz han subido en los últimos meses debido a un repunte de la demanda de importaciones, especialmente de Indonesia y Filipinas. El índice de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982-84=100) promedió en 123 puntos en enero, ligeramente superior al nivel de octubre. A finales de enero, las cotizaciones del arroz Thai 100B aumentaron a 310 dólares EE.UU. por tonelada, 40 dólares EE.UU. más por tonelada que en octubre, mientras que los precios de las calidades inferiores se debilitaron. A pesar del fortalecimiento registrado últimamente, los precios del arroz son más bajos que hace un año.

El pronóstico de la FAO relativo a las existencias de cereales para las campañas agrícolas que terminan en 1998 se ha aumentando desde el último informe a alrededor de 295 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 1,5 por ciento respecto a los niveles de apertura del ejercicio, debido principalmente a una mejora de las perspectivas para la oferta de cereales secundarios en el hemisferio sur unida a una disminución de la demanda prevista en Asia. El incremento de las existencias mundiales de cereales respecto al año anterior se debe íntegramente al aumento previsto de las existencias remanentes de trigo mientras que las de arroz y cereales secundarios deberían descender en alrededor del 5 por ciento cada una. Aunque los inventarios de trigo aumentarán, según los pronósticos, por segundo año consecutivo, principalmente entre los países importadores, se mantendrían muy por debajo de los niveles de principios de los años noventa. En el plano mundial, la relación entre las existencias de fin de temporada de 1998 y la utilización tendencial en 1998/99 se pronostica ahora en 15,7 por ciento, poco más que el año anterior pero todavía muy por debajo del margen del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial.


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