POSIBLES CONSECUENCIAS DE LA CRISIS FINANCIERA ASIATICA EN LOS MERCADOS MUNDIALES DE PRODUCTOS ALIMENTICIOS BASICOS

Sobre la base de las informaciones disponibles en enero de 1998, se prevé que la crisis financiera asiática tendrá, en conjunto, sólo consecuencias relativamente pequeñas en los mercados mundiales de alimentos, salvo algunas excepciones, pero en los mercados de la región tendría efectos considerables. En el plano mundial, las repercusiones de la crisis se sentirían principalmente por la disminución de la demanda de la región, por causa de la fuerte contracción de los ingresos y de los aumentos de los precios internos debidos a la devaluación de la moneda, y menos por el aumento de las exportaciones a raíz de la competitividad mayor de la región. En las secciones correspondientes a cereales, carnes y productos de semillas oleaginosas, se ofrecen mayores detalles sobre dichos productos. 

Entre los diversos productos alimenticios, las importaciones de la región más afectadas por la crisis serían las de productos cárnicos, sobre todo carne bovina, debido a los precios altos y las elasticidades de los ingresos. Las consecuencias para los mercados regionales de carne de aves y de cerdo son más complejas dado que se trata de dos sectores que cuentan con un grado mayor de autosuficiencia y dependen más de los piensos importados. En conjunto, el impacto de la crisis asiática en los mercados mundiales de carne no debería ser fuerte, debido en parte a que los exportadores tienen la posibilidad de desviar las ventas a otras regiones. 

La disminución de la demanda de piensos del sector ganadero de la región comportará algunas consecuencias para los cereales y los productos de semillas oleaginosas. Por consiguiente, deberían disminuir las importaciones de harinas oleaginosas y cereales forrajeros por parte de la región, mientras que no se prevén repercusiones en las importaciones de trigo, aceites vegetales y arroz, debido a su menor respuesta a los cambios que se producen en los precios y en los ingresos. Con respecto a los productos lácteos, las repercusiones se sentirían en la disminución de la demanda de importaciones de leche en polvo. En cuanto a otros productos, el impacto en el mercado de azúcar sería insignificante, ya que en general la demanda de azúcar en la región es insensible a los cambios que se registran en los precios y los ingresos. 

Por lo que se refiere a los productos exportados de la región, es improbable que la mayor competitividad se traduzca en un marcado aumento de las exportaciones en el caso de los aceites y tortas tropicales o del azúcar y yuca de Tailandia. Ello se debe principalmente a una disminución de las disponibilidades exportables a raíz de las repercusiones del fenómeno meteorológico de El Niño en la producción. Además, la drástica restricción del crédito agrícola y del capital de explotación debería también limitar los suministros, especialmente los de exportación. Sin embargo, las perspectivas de las exportaciones de Tailandia han mejorado para el arroz y las aves de corral, si bien las repercusiones en los mercados mundiales deberían ser relativamente pequeñas. 

En resumen, es probable que el impacto a corto plazo de la crisis asiática en los mercados mundiales de productos alimenticios sea pequeño. Sin embargo, mirando hacia el futuro, caben señalar algunas incógnitas relacionadas con dichas perspectivas. Primero, está la cuestión sobre cuánto tiempo se necesitará para una recuperación de los ingresos reales y la cuestión correlativa de los cambios en los tipos de cambio. Segundo, los gobiernos pueden responder a la crisis mediante medidas de política comercial, reduciendo por ejemplo los aranceles, facilitando las importaciones de productos alimenticios o materias primas utilizadas en la producción local, por ejemplo forrajes. Tercero, serán importantes las medidas que se adopten para aliviar la grave escasez de crédito, especialmente para productos que suponen elaboración, como la carne y las semillas oleaginosas.