AUSTRALIA (20 de febrero)
La última estimación oficial de la cosecha de trigo de invierno de 1997, dada a conocer al final de noviembre, cifró la producción en cerca de 18 millones de toneladas, frente al volumen récord de 23,7 millones de toneladas del año pasado. Además de una disminución del 4 por ciento de la superficie, los rendimientos de los cultivos se vieron afectados por unas condiciones atmosféricas irregulares registradas en algunas partes. Sin embargo, el actual fenómeno meteorológico fuerte de El Niño no afectó a la producción de los cereales de invierno de 1997 tanto como se había previsto anteriormente. La producción total de cereales secundarios de 1997 (incluida la cosecha secundaria de verano de sorgo y maíz recogida a principios de 1997) se pronostica ahora en 8,9 millones de toneladas, 2,2 millones de toneladas menos que en 1996. Las perspectivas son en general favorables para la cosecha de verano de 1998, que se está sembrando o ya desarrollando en algunas partes, gracias a unas lluvias suficientes caídas en las principales zonas productoras. Se pronostica que la producción de sorgo aumentará en alrededor del 15 por ciento con respecto a 1997, a alrededor de 1,6 millones de toneladas.
La producción arrocera de 1997 en Australia se estima en alrededor de 1,4 millones de toneladas, frente a las 951 000 toneladas producidas en 1996. El aumento espectacular de la producción se debe a un incremento del 10 por ciento de la superficie, a 166 000 hectáreas, y a unos suministros de agua notablemente mejorados en Nueva Gales del Sur, donde se produce la mayor parte del arroz de Australia. Para la campaña de 1998, la superficie sembrada con arroz se calcula en 140 000 hectáreas, 16 por ciento menos que en 1996 debido a una disponibilidad de agua notablemente menor en Nueva Gales del Sur y, en consecuencia, la producción debería descender.
ISLAS COOK (10 de febrero)
Las Islas Cook recibieron el impacto del ciclón tropical Martín el 1 de noviembre de 1997. Los informes señalan que las cosechas resultaron destruidas en las tres islas del norte de Cook (Pukpuka, Manihiki y Rakahanga), siendo Manihiki la más afectada. La degradación del lago de Manihiki no sólo constituye una amenaza para la pesca sino también para el cultivo de la perla negra, la principal actividad generadora de ingresos y una exportación importante de las islas.
ISLAS SALOMON (10 de febrero)
Las precipitaciones caídas a partir de junio han sido inferiores a la media. En consecuencia, la mayoría de las zonas de las islas están experimentando una grave sequía. Según informes extraoficiales procedentes de las zonas rurales, especialmente en las provincias occidental, Choiseul, Central e Isabel, los cultivos se han visto gravemente afectados. Los efectos son evidentes ya que los cultivos muestran señales de marchitamiento y retraso en el crecimiento de resultas de la falta de agua. El suelo se ha endurecido y ha empezado a resquebrajarse en algunas partes.
Se señala que en la isla Bellona (provincia de Rendel) ya escasean los alimentos y el agua. Un consejo nacional para casos de desastres (SND) está supervisando la situación a través de comités provinciales para casos de desastres, gobiernos provinciales y ministerios pertinentes.
PAPUA NUEVA GUINEA (10 de febrero)
Las perspectivas para las cosechas de 1998 son en general desfavorables, debido a una sequía prolongada que ha afectado gravemente a muchas partes del país. Algunas zonas han recibido precipitaciones de poca importancia desde mayo/junio y en algunas no ha llovido nada en todo el año. Se estima que en 1997 la producción de alimentos disminuirá en un 50 por ciento con respecto al año anterior como consecuencia del tiempo desfavorable. La situación alimentaria sigue siendo muy difícil en el país, donde han quedado afectados alrededor de 1,2 millones de personas. Se necesita con urgencia ayuda de socorro.
El 11 de diciembre de 1997, las Naciones Unidas lanzaron un llamamiento para la prestación de asistencia internacional por un total de 4 186 000 dólares EE.UU. para cubrir las necesidades de socorro de urgencia en los sectores de la gestión de emergencias, el suministro de agua para las zonas rurales, la salud, la nutrición y la agricultura, durante un período de hasta doce meses. Además del llamamiento, el Gobierno ha estimado que se necesitarán 4 120 000 dólares EE.UU. mensuales para alimentos de socorro y la logística necesaria para ayudar a la población afectada.