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Tendencias actuales en el desarrollo de las organizaciones cooperativas


Las economías de muchos países están actualmente experimentando transformación hacia ajustar reformas orientadas al mercado. La implicancia de gobiernos y paraestatales en las economías nacionales ha sido tan perjudicial, en muchas maneras y respecto al resultado, que son requeridos a intervenir menos y a dejar funcionar los mercados. En no pocos países la política gubernamental ha dado consistencia a enfoques que acabaron en una menor actuación efectiva de las organizaciones cooperativas, en vez de una mayor.

Cuando las organizaciones cooperativas han sido creadas desde arriba, ha faltado la participación genuina de los asociados. Como consecuencia y con frecuencia, éstos llegan a ser extraños a sus propias organizaciones, con poca o ninguna influencia sobre cuestiones que conciernen directamente a ellos, tales como comercializar y fijar el precio de sus productos. El potencial de las genuinas organizaciones cooperativas para contribuir al desarrollo rural basado en la participación popular, en gran parte se ha derrochado y el verdadero concepto de cooperativa autónoma ha caído en un amplio descrédito. De esta manera, en muchos países es necesario revisar la política concerniente a las cooperativas con un enfoque rectificado, más sobre la base de los principios de participación, y de consulta que de intervención. Esto no significa que, por necesidad, las políticas actuales deban ser completamente abandonadas; en muchos casos, pueden adaptarse para afrontar un enfoque más participativo y orientado al mercado.

El impacto de los cambios económicos y políticos sobre las cooperativas ha sido diverso, con algunos efectos positivos y otros negativos. El que las cooperativas, con frecuencia, se beneficien de la retirada de las instituciones paraestatales, por medio de alcanzar una relación más sostenible entre los asociados y su ambiente, es un efecto positivo. También las cooperativas pueden contribuir más a la sociedad como "escuelas para la democracia" sin el subsidio y el apoyo estatal.

La tendencia creciente es hacia privatización, descentralización y participación, en la cual la gente asume mucha más responsabilidad en su propio desarrollo. Esto implicará acentuar más la ayuda mutua y la confianza en los propios recursos, y mermar la expectativa de intervención gubernativa con asistencialismo. Muchos gobiernos han acabado por aceptar este enfoque.

No obstante, poner esto en práctica es un proceso a largo plazo que requiere capacitación y crecimiento organizativo hasta desarrollar los talentos empresariales necesarios en una economía de mercado.

Mientras el proceso de reestructuración que ocurre en muchos países resulta en un ambiente más favorable al desarrollo de las organizaciones cooperativas, al mismo tiempo quedan expuestas a las condiciones más duras de libre empresa y a la competencia con otras firmas comerciales.

Por medio de la mutua ayuda en áreas de interés común, las organizaciones cooperativas pueden lograr fuerza en el mercado. Y por medio de actividades participativas es posible movilizar recursos y conocimientos locales para un desarrollo contando con ellos mismos. Esta es la via para desarrollar un movimiento cooperativo genuino, un agricultor en pequeña escala participando en la propiedad de una organización empresarial, la que fue adoptada satisfactoriamente por los agricultores de muchos países en todo el mundo.


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