Las perspectivas iniciales para 1999 indican alguna disminución de la producción mundial de cereales. En base a la situación de los cultivos ya sembrados y a las intenciones de siembra relativas a los que se cultivarán más avanzado el año, y suponiendo un tiempo normal durante el resto de las campañas agrícolas de 1999, el primer pronóstico de la FAO cifra la producción mundial de este año en 1 850 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), alrededor del 1,5 por ciento menos que en 1998 pero todavía superior a la media de los últimos cinco años. Si se concretizan los pronósticos actuales, la producción de cereales no será suficiente para satisfacer las necesidades de consumo previstas para 1999/2000 y las existencias mundiales de cereales acumuladas en las dos últimas campañas descenderían por debajo de los niveles de seguridad. Cabe señalar, sin embargo, que estos pronósticos son muy provisionales y que se confirmarán sólo después de algunos meses, ya que muchos de los cultivos de 1999 todavía no se han sembrado y otros se encuentran en las fases iniciales de su desarrollo.
1997/98 | 1998/99 estim. |
1999/00 pronóst. |
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(. . millones de toneladas . .) | |||
Producción 1/ | 1 906 | 1 877 | 1 850 |
Trigo | 614 | 596 | 580 |
Cereales secundarios | 905 | 906 | 890 |
Arroz (elabor.) | 387 | 375 | 380 |
Suministros 2/ | 2 208 | 2 211 | . . . |
Utilización | 1 871 | 1 881 | . . . |
Comercio 3/ | 213 | 206 | . . . |
Existencias | |||
finales 4/ | 333 | 330 | . . . |
Como ya se ha indicado, el primer pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de cereales en 1999 es de 1 850 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), frente a la estimación revisada de 1 877 millones de toneladas de 1998. La producción de trigo se pronostica provisionalmente en 580 millones de toneladas, alrededor del 3 por ciento menos que en 1998 y un nivel inferior a la tendencia por primera vez desde 1995. Se prevé un descenso de la producción en Asia, América del Norte y Europa debido a las condiciones adversas y/o la disminución de la superficie plantada. Aunque se espera una recuperación de la producción de la CEI con respecto al nivel marcadamente reducido por la sequía del año pasado, es probable que sea inferior a la media de los últimos cinco años. En otras partes del hemisferio norte, se prevé que la producción de trigo en Asia y América Central se mantendrá en gran parte inalterada respecto al año anterior. En el hemisferio sur, los primeros informes respecto a los cultivos que se sembrarán más avanzado el año indican una recuperación de la producción en la Argentina tras la menguada cosecha de 1998, y otra cosecha buena semejante a la del año pasado en Australia. Con respecto a los cereales secundarios, el primer pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de 1999 es de 890 millones de toneladas, alrededor del 2 por ciento menos que en 1998 y apenas inferior a la tendencia después de tres años de cosechas superiores. Según los primeros indicios, el nivel de producción disminuirá en todas las regiones, salvo en la CEI donde se espera una recuperación con respecto a las cosechas gravemente reducidas de 1998. Sin embargo, como todavía no se han sembrado en el hemisferio norte las principales cosechas de cereales secundarios, este pronóstico inicial es muy provisional. Con respecto a la campaña del arroz, en la mayor parte de Asia donde se cultiva el grueso de este producto todavía no ha empezado, en espera de la llegada de las lluvias monzónicas. La FAO prevé provisionalmente una recuperación de la producción arrocera mundial en 1999 a 380 millones de toneladas (equivalentes a 570 millones de toneladas de arroz cáscara), frente a la estimación revisada de 375 millones de toneladas en 1998 (equivalentes a 560 millones de toneladas de arroz cáscara). Esto se basa en informes iniciales favorables sobre las primeras cosechas de 1999 ya plantadas en el hemisferio sur y en la zona ecuatorial, y en las intenciones de siembra que existen en algunos de los principales países productores del hemisferio norte. |
Desde el último informe, el pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de cereales en 1998/99 (julio/junio) se ha revisado al alza en 1,6 millones de toneladas, situándose en 205,6 millones de toneladas, volumen todavía inferior en alrededor de 7 millones de toneladas al del año anterior. Toda la revisión atañe a los cereales secundarios y al arroz. El último pronóstico de las importaciones mundiales de trigo en 1998/99 se mantiene en 93,3 millones de toneladas, alrededor de 3 millones de toneladas menos que el año anterior. Ahora se pronostica que las importaciones mundiales de cereales secundarios aumentarán marginalmente respecto al año anterior a 90,7 millones de toneladas, tras la última revisión al alza relacionada con el aumento de las importaciones previstas en algunos países de Africa y Europa. El pronóstico relativo al comercio de arroz en 1999 también ha aumentado ligeramente desde el último informe para cifrarse ahora en 21,6 millones de toneladas, volumen todavía inferior en alrededor de 6 millones de toneladas al nivel récord estimado en 1998.
El último pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial de cereales en 1998/99 se mantiene prácticamente inalterado desde el último informe en 1 881 millones de toneladas, un nivel marginalmente superior al del año pasado y cercano a la tendencia a largo plazo. Se pronostica un aumento de la utilización de trigo de alrededor del 1 por ciento, y aumentos de poca monta de la de arroz y cereales secundarios. Este crecimiento limitado puede atribuirse principalmente a la previsión de un empleo menor de cereales para piensos debido principalmente a las dificultades económicas por las que atraviesan Asia y la CEI. En cambio, se pronostica un aumento del 1,7 por ciento del consumo humano de cereales, con un consumo mundial per cápita de 162 kilogramos, igual que el año pasado. En los países en desarrollo en su conjunto, y en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), en particular, dicho consumo podría mejorar ligeramente debido sobre todo al aumento de la producción de 1998 registrado en muchas zonas.
El pronóstico de la FAO relativo a los envíos mundiales de ayuda alimentaria en 1998/99 (julio/junio) se mantiene en 9 millones de toneladas, alrededor de 3 millones de toneladas más que el año anterior, debido a una mayor disponibilidad de suministros de cereales en los principales países donantes combinada con el aumento de las necesidades de ayuda alimentaria, particularmente en Asia, América Central y la CEI. El incremento se explica, en gran parte, por los programas de ayuda alimentaria acordados por la Federación de Rusia con la CE y los Estados Unidos. Es posible, sin embargo, que debido a los retrasos en la ejecución de los acuerdos no se expidan todos los volúmenes este año. Del volumen total pronosticado para 1998/99, se supone que los PBIDA recibirán alre-dedor de 5,6 millones de toneladas, 300 000 tonela-das más que el año anterior, lo que representa el 8,3 por ciento de sus importaciones totales de cereales calculadas en 1998/99.
La característica del mercado internacional del trigo sigue siendo la demanda mundial floja de importaciones y la existencia de una cantidad grande de inventarios de trigo, lo cual hizo que los precios se debilitaran ulteriormente en febrero y principios de marzo. Al final de marzo, sin embargo, se recuperaron ligeramente en respuesta a las previsiones de un aumento de las ventas de exportación en los Estados Unidos. En la última semana de marzo, el trigo No.2 de los Estados Unidos (fob, rojo duro de invierno) se cotizó a 119 dólares EE.UU. por tonelada, 5 dólares EE.UU. más por tonelada que al principio del mes, pero 6 dólares EE.UU. menos que al final de enero y mucho menos que hace un año. Los precios en la Argentina también aumentaron ligeramente en las últimas semanas debido a la última cosecha que fue mucho más reducida de lo previsto, pero fueron mucho más bajos que el año anterior. Con respecto a los cereales secundarios, los precios aumentaron ligeramente desde el último informe bajo la presión ejercida por los indicios de carestía. Al final de marzo, el maíz de los Estados Unidos se cotizó a 101 dólares EE.UU. por tonelada, 3 dólares EE.UU. más por tonelada que en enero pero todavía 10 dólares EE.UU. menos por tonelada que hace un año. Los precios interna-cionales del arroz siguen estando bajo una presión a la baja ejercida por la gran cantidad de suministros exportables y una demanda de importaciones relativamente limitada. El índice de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982-84=100) promedió en 110 puntos durante el mes de marzo, 4 puntos menos que en febrero, 8 puntos menos que hace un año y el nivel más bajo desde abril de 1995.
El pronóstico de la FAO relativo a las existencias mundiales de cereales al final de las campañas de 1998/99 se cifra ahora en 330 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que el informe anterior, pero todavía 3,6 millones de toneladas menos que sus niveles de apertura. La mayor parte de la reducción de este año se prevé en las existencias arroceras, que han disminuido de forma pronunciada en varios países asiáticos para compensar los efectos perjudiciales de las anomalías meteorológicas en la producción de 1998. Se pronostica que las existencias de arroz descenderán de forma pronunciada, en 5 millones de toneladas, a alrededor de 50 millones de toneladas. Según los s actuales, las existencias mundiales de trigo se mantendrán prácticamente inalteradas respecto a sus niveles relativamente altos de apertura, mientras que los inventarios de cereales secundarios podrían registrar un ligero aumento. En su conjunto, la relación mundial entre las existencias de cereales de fin de temporada de 1999 y la utilización tendencial en 1999/2000, situada en 17,4 por ciento, estaría dentro del margen de 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera como el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, si se concretizan los actuales pronósticos relativos a la producción de los cultivos de cereales de 1999, en la campaña comercial de 1999/2000 se tendrá que recurrir a las existencias remanentes para cubrir el consumo previsto.