Una grave catástrofe humanitaria tiene lugar en la provincia de Kosovo, de la República Federal de Yugoslavia, y en los alrededores, donde una reciente escalada de violencia ha provocado el desplazamiento masivo de la población y un grave deterioro de la seguridad alimentaria. Se sigue necesitando ayuda urgente de alimentos y medicamentos para un número creciente de refugiados ubicados en los países vecinos. La situación alimentaria y sanitaria de las numerosas personas desplazadas en el interior de Kosovo es también motivo de gran preocupación. La FAO está estudiando la posibilidad de impulsar la producción agrícola en Albania y en la ex República Yugoslava de Macedonia que acoge a un número grande de refugiados.
Persisten las dificultades alimentarias en algunas partes del Africa oriental pese a la buena producción obtenida en 1998/99. La situación alimentaria es particularmente grave en Somalia, tras seis malas cosechas consecutivas. En Kenya, siguen escaseando los alimentos en las provincias orientales, mientras que en Tanzanía hay una grave escasez de alimentos en Dodoma, Singida y Morogoro. Sigue siendo también difícil la situación alimentaria en el sur del Sudán, el noroeste de Rwanda y el norte de Uganda, zonas afectadas por disturbios civiles.
Nada prometedoras las perspectivas alimentarias en Angola, pero en general las proyecciones para la cosecha son favorables en el Africa austral. La producción agrícola de 1999 en Angola debería descender de forma pronunciada debido a la reanudación de los disturbios civiles. En otras partes del Africa austral, las perspectivas de las cosechas son buenas como consecuencia de unas precipitaciones en general favorables recibidas en la mayoría de los países.
Las perspectivas alimentarias siguen siendo horribles en Sierra Leona debido a la inseguridad y a los problemas de transporte. Aunque la situación de seguridad ha mejorado en Freetown, sigue habiendo inseguridad y violencia en las zonas rurales y desplazamiento de las familias agrícolas. En el vecino país de Liberia las perspectivas alimentarias están mejorando gracias a la ejecución de programas de rehabilitación, pero el país sigue dependiendo fundamentalmente de la ayuda alimentaria. En los países sahelianos la situación de los suministros alimentarios es en general satisfactoria tras las cosechas sin precedentes obtenidas en 1998, pero sigue siendo difícil en Guinea-Bissau debido a los disturbios civiles.
En Asia, las perspectivas para los cereales de invierno de 1999 son variadas. En China, una grave sequía y algunas plagas han causado graves daños al trigo de invierno, pero en la India se pronostica una cosecha sin precedentes. Las lluvias caídas últimamente han mejorado las condiciones para el trigo en el Pakistán y para la segunda cosecha de arroz en Tailandia. Una sequía prolongada en Bangladesh ha afectado al arroz boro en algunas zonas, mientras que las perspectivas para la cosecha principal de arroz en Indonesia son favorables.
En el Cercano Oriente, es posible que el bajo nivel de las precipitaciones reduzca las cosechas de cereales en algunas partes. El país más afectado es Jordania, donde crece la preocupación por problemas inminentes de suministros alimentarios. Muchos embalses de agua están agotados, lo que aumenta la preocupación por la escasez de agua más avanzado el año. Una misión de la FAO y el PMA visitará el país a principios de mayo para hacer una evaluación de la situación sobre el terreno.
En el Caribe, un tiempo excepcionalmente seco sigue afectando a los cultivos de Cuba, particularmente en las zonas gravemente perjudicadas el año pasado por efectos de El Niño. En América del Sur, se prevé que la producción de maíz de 1999 descenderá significativamente en Chile debido al tiempo extremadamente seco registrado durante varios meses.
En la CEI, se prevé que la producción de cereales y legumbres de 1999 se recuperará respecto a la mala cosecha del año pasado, pero se mantendrá por debajo de la media. Las perspectivas para el trigo y el centeno de invierno han mejorado, pero la destrucción invernal ha causado daños considerables en la Federación de Rusia donde también disminuyó la superficie sembrada.
En los Estados Unidos, se prevé un descenso del 15 por ciento de la producción de trigo como consecuencia de la disminución de la superficie plantada con cultivos de invierno al nivel más bajo desde 1972/73. Ya ha comenzado la siembra de los cereales secundarios en las partes meridionales, previéndose una disminución de la superficie sembrada con maíz y sorgo. En el Canadá, se prevén pocos cambios en la superficie sembrada con cereales de primavera, que se plantarán dentro de poco.
En Australia, las perspectivas para la pequeña cosecha de cereales secundarios de verano de 1999 son buenas. Todo parece indicar que habrá pocos cambios en la superficie que se sembrará dentro de poco con cereales de invierno.