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Editorial

La generación de ingresos mediante la ordenación sostenible de los productos forestales no madereros

A lo largo de la historia, los bosques han sido valorados en todas las partes del mundo por los numerosos productos y beneficios que proporcionan (alimentos, combustible, medicinas y fibras) y como fuente de ingresos procedentes del comercio de esos productos. Sólo recientemente, y durante un período de tiempo relativamente corto, los bosques han sido considerados como proveedores de un único producto, la madera. No parece erróneo atribuir a esta actitud de cortas miras - y a la utilización de los recursos madereros en detrimento del resto del ecosistema forestal e incluso provocando su destrucción - muchos de los problemas que actualmente afectan a los bosques y a quienes deben gestionarlos y dependen de ellos.

En los últimos años, los productos forestales no madereros (PFNM) - elementos de origen biológico diferente de la madera, que se obtienen en los bosques, otros espacios arbolados y los árboles fuera del bosque - han vuelto a ocupar acertadamente un lugar de primer orden en los esfuerzos orientados a la ordenación sostenible de los bosques del mundo. Se reconoce cada vez más su contribución a la economía familiar y a la seguridad alimentaria, a algunas economías nacionales y, en particular, a la consecución de objetivos medioambientales, especialmente la conservación de la diversidad biológica.

Son muchos los esfuerzos requeridos para aprovechar todas las posibilidades que ofrecen los PFNM. Las políticas forestales y de uso de la tierra deben ser evaluados y, en caso necesario, adaptados para asegurarse que tomen en cuenta los posibles efectos sobre los recursos y productos forestales no madereros. También es esencial intensificar la investigación sobre la cuantía de las existencias, distribución, biología y ecología de estos recursos, e investigar cómo se pueden potenciar las posibilidades de generación de ingresos y empleo de los PFNM, mejorando los sistemas de recolección, almacenamiento, transporte, elaboración, fabricación y comercialización. Los artículos de este número de Unasylva analizan diversas facetas del desafío que supone generar ingresos mediante la ordenación sostenible de los PFNM.

En el artículo introductorio, D. Taylor examina los requisitos necesarios para impulsar empresas rurales basadas en PFNM, utilizando experiencias positivas recientes para señalar los factores que favorecen su viabilidad económica y ambiental. Este artículo se complementa con un breve estudio de K. Dürbeck sobre las organizaciones de comercio verde, alianzas de productores y comerciantes firmemente decididos a alcanzar la sostenibilidad económica y social.

M. Ruiz Pérez, O. Ndoye y A. Eyebe presentan los principales resultados de los estudios realizados por el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR) para describir los resultados y el funcionamiento de los mercados de la zona forestal húmeda del Camerún en los que se venden PFNM.

Las políticas forestales y de uso de la tierra son la base de la ordenación de los recursos forestales y de los productos que proporcionan. El artículo de O. Saastamoinen examina las repercusiones actuales y posibles de las políticas forestales que aplican los países del norte de Europa sobre el desarrollo de los PFNM. El siguiente artículo, de S. Olmos, presenta información sobre la generación de ingresos a partir de los PFNM en tres países europeos: Finlandia, Lituania y la República Checa.

B. Barham, O. Coomes e Y. Takasaki examinan la relación entre los PFNM y la generación de riqueza e ingresos entre los habitantes de la selva tropical, con especial atención al Amazonas peruano. P. Van Damme y X. Scheldeman analizan las condiciones necesarias para hacer de la chirimoya (Annona cherimola Mill.), una fruta muy extendida en algunas partes de la zona subtropical de América Latina, un cultivo especializado que podría tener gran aceptación en los mercados internacionales.

Aunque la mayor parte de los PFNM se comercian localmente y en cantidades relativamente reducidas, algunos de ellos han alcanzado importancia en el escenario internacional. Destacan, entre todos, el bambú y el rotén. A. Kumar y C. Sastry siguen la evolución de la Red internacional del bambú y el rotén, desde sus inicios como una pequeña red de investigación hasta su condición actual de organización intergubernamental independiente.

A medida que se va reconociendo la importancia de los PFNM, los países tratan de realizar todo su potencial. En un artículo en el que se aborda este desafío, J. Anderson, K. Warner, L. Russo y H. Qwist-Hoffmann analizan los requisitos necesarios para fomentar los PFNM. En el último artículo de este número, R. Prasad ofrece datos que parecen indicar que, en la India, los monopolios estatales que controlan la recolección y comercio de PFNM no están dando los resultados positivos esperados, ni para los recolectores ni para los bosques.

Se señalan también a la atención del lector los breves artículos de la sección Actividades forestales de la FAO, en los que se reseñan las actividades específicas de la FAO orientadas al desarrollo de los PFNM.

Por último, en este número de Unasylva debemos reseñar con tristeza el fallecimiento, ocurrido en junio de 1999, del Sr. C. H. Murray, Subdirector General y Director del Departamento de Montes de la FAO desde 1988 hasta su jubilación, en 1994. Murray era colega y amigo y la influencia que ejerció en las actividades forestales de la FAO y en el contexto más amplio del sector forestal aún se siente con gran fuerza. La sección El mundo forestal dedica un breve recuerdo a su figura.


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