RECUADRO 1 MEDICIÓN DEL TRABAJO DE LA MUJER Y EL HOMBRE EN LA AGRICULTURA |
Problemas de método En algunos países, la producción de cultivos comerciales determina el tamaño mínimo de las explotaciones agrícolas. Esto excluye a un número considerable de pequeñas explotaciones en las que la mujer produce alimentos. La información omitida es de gran importancia para una formulación de políticas y una planificación que mejoren las condiciones de vida y la seguridad alimentaria en las zonas rurales. La participación de la mujer en la agricultura no queda suficientemente recogida en gran parte de las encuestas y censos demográficos, pero algunos datos indican la magnitud del trabajo "invisible". Según el Censo de la India de 1991, el 73 por ciento de las mujeres rurales no eran económicamente activas (CESPAP, 1993). Pero una encuesta realizada por el Ministerio de la Planificación en 1987/88 mostró que, de las mujeres dedicadas a tareas domésticas y clasificadas como no económicamente activas, el 60 por ciento de las mujeres rurales y el 15 por ciento de las urbanas recogían leña, forraje o pienso, mantenían huertos o árboles frutales o criaban aves de corral o ganado. Además, el 52 por ciento de las mujeres rurales y el 9 por ciento de las urbanas preparaban tortas de estiércol de vaca para usarlas como combustible, y el 63 por ciento de las mujeres rurales y el 32 por ciento de las urbanas recogían agua fuera de los edificios (CESPAP, 1993; Cuadro 12, pág. 43). Todas estas tareas se consideran actividades económicas en el Sistema de Cuentas Nacionales y en las recomendaciones de la OIT. En Pakistán, la tasa oficial de participación económica de las mujeres varía entre un 3 por ciento (según su Censo demográfico de 1981) y un 12 por ciento (según la Encuesta sobre mano de obra de ese mismo año). Sin embargo, en el Censo agropecuario de 1980 se estimaba que el 73 por ciento de las mujeres de los hogares agrícolas eran económicamente activas (UNICEF, s.f.). La Encuesta sobre mano de obra de 1990/91 indicó unas tasas de actividad económica de las mujeres de un 7 por ciento cuando se utilizaba el cuestionario convencional y de un 31 por ciento cuando se incluían también preguntas sobre actividades específicas, como trasplantar arroz, recoger algodón, moler, secar semillas y cuidar del ganado (Naciones Unidas, 1992). En Bangladesh, la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo era del 10 por ciento según la Encuesta sobre mano de obra de 1985/86. Cuando, en 1989, la Encuesta sobre mano de obra incluyó en el cuestionario actividades específicas como trillar, preparar alimentos y criar aves de corral, la tasa de actividad económica subió al 63 por ciento (Oficina de Estadísticas de Bangladesh, 1991). Fuente: Naciones Unidas, 1995, pág. 114. |
RECUADRO 2 ALGUNAS ACTIVIDADES DE LA FAO EN MATERIA DE ESTADÍSTICAS RELACIONADAS CON EL GÉNERO |
A continuación se indican las iniciativas más importantes de la FAO para hacer que las estadísticas agrícolas reflejen mejor las cuestiones de género. Ponen de manifiesto la variedad de las medidas adoptadas para abordar esas cuestiones, que van de la promoción a actividades sobre el terreno. 1992 1995 1996 1997 1998 1999 Se publicaron una serie de estudios, directrices y manuales de capacitación pertinentes. Se iniciaron diversos proyectos piloto para realizar una evaluación regional acerca de la recopilación y tratamiento de datos desglosados por sexo sobre los recursos humanos en la agricultura; establecer vínculos entre censos agropecuarios y demográficos, incluidas encuestas sobre hogares y mano de obra; y promover y apoyar técnicamente el establecimiento de una red africana de estadísticos especializados en agricultura y ciencias sociales. Se llevó a cabo un proyecto en cuatro países del África austral (Zimbabwe, la República Unida de Tanzanía, Swazilandia y Mozambique) destinado a mejorar la comprensión y el intercambio de información sobre conocimientos y competencia tradicional en función del género respecto de la conservación y la diversidad biológica. |