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1/ Nota metodológica Casi
todo el volumen de los cultivos oleaginosos que se producen en el mundo se
moltura con el fin de obtener aceites y grasas para la nutrición humana
o para fines industriales, y tortas y harinas que se utilizan como ingredientes
en los piensos. Por lo tanto, en vez de hacer referencia a las semillas oleaginosas,
en el análisis de la situación del mercado se habla de aceites
y grasas, y de tortas y harinas. De ahí que los datos relativos a la
producción de aceites (tortas) derivados de las semillas oleaginosas
se refieren al equivalente de aceite (torta) de la producción actual
de las respectivas semillas oleaginosas, mientras que los datos sobre el comercio
y las existencias de aceites y tortas se refieren a la suma del comercio y
las existencias de aceites y tortas más el equivalente de aceites y
tortas del comercio y las existencias de las semillas oleaginosas.
Los precios internacionales de los productos de semillas oleaginosas estuvieron sujetos a una fuerte presión a la baja durante la campaña de 1998/99 (octubre/septiembre), a causa principalmente de la magnitud de las cosechas y la abundancia de las existencias. Aunque la disminución de los precios de las tortas y harinas oleaginosas se ha frenado al comienzo de la campaña actual de 1999/2000, los de los aceites y las grasas, medidos por el índice de precios de la FAO, siguieron disminuyendo hasta alcanzar su nivel más bajo desde 1992/93. La disminución de los precios de los aceites ha sido causada por los aumentos fuertes, pero temporales, de la producción de aceite de palma, debido a que las plantaciones asiáticas de palma de aceite se recuperaron de las anomalías meteorológicas de 1998. Sin embargo, hacia finales de año, los cambios en las condiciones del mercado hicieron aumentar los precios de la mayoría de las semillas oleaginosas y de sus productos, tendencia que debería continuar durante el resto de la campaña.
| Indices de la FAO de preciosdel mercado internacional | Promedio de precios del mecado internacional | |||||
| Grasas y aceites comestibles/ saponificables |
Tortas y harinas oleaginosas | Soja a/ |
Aceite de soja b/ | Aceite de palma c/ | Harina de soja d/ | |
| Octubre/septiembre | (. . . 1990-92=100 . . .) | (. . . . . . . $EE.UU./ tonelada . . . . . . .) | ||||
| 1993/94 | 127 | 93 | 259 | 582 | 452 | 202 |
| 1994/95 | 153 | 94 | 247 | 641 | 645 | 184 |
| 1995/96 | 140 | 128 | 303 | 574 | 544 | 257 |
| 1996/97 | 134 | 133 | 298 | 537 | 545 | 279 |
| 1997/98 - oct.-marzo | 150 | 130 | 277 | 638 | 605 | 238 |
| - abril-sept. | 157 | 103 | 236 | 631 | 677 | 155 |
| 1998/99 - oct.-marzo | 141 | 90 | 219 | 548 | 621 | 153 |
| - abril-sept. | 109 | 74 | 199 | 418 | 407 | 146 |
| 1999/2000 - oct.-dic. - abril-sept. |
102 | 86 | 199 | 384 | 368 | 170 |
Por término medio, se prevé que los precios interna-cionales de los aceites y las grasas aumentarán mo-deradamente durante 1999/2000, ya que es probable que la situación de la oferta y la demanda se vuelva difícil durante este año. Se prevé que el aumento de la producción total de aceite vegetal será considerable-mente inferior al de 1999, mientras que la demanda mundial ha crecido notablemente y podría superar la producción; por tanto, es probable que desciendan las existencias totales de fin de temporada así como la relación entre las existencias y la utilización, lo cual ejercerá una presión al alza sobre los precios.
Después de la baja registrada durante las dos últimas campañas, los precios internacionales de las tortas y harinas oleaginosas deberían recuperarse durante 1999/2000. Las perspectivas de una situación difícil de la oferta y la demanda de harina de soja constituirán el factor determinante de la recuperación general de los precios. Se pronostica que el aumento de la demanda de harina de soja será inferior al de los últimos años, pero se prevé que la producción mundial será inferior a la demanda, de manera que se invertirá la situación registrada en las dos últimas campañas. En particular, se prevé que contribuirán al desequilibrio previsto de la oferta y la demanda las perspectivas de una disminución de los suministros y las disponibilidades exportables en América del Sur y de una demanda continua de harina en algunos países importadores de Asia, así como en México. En esta coyuntura, se prevé un descenso de las existencias mundiales de harina de soja y de otras tortas y harinas oleaginosas (incluida la harina contenida en las semillas almacenadas), que ejercerá una presión al alza sobre los precios. Sin embargo, los cambios previstos en las condiciones del mercado no serán tan determinantes como para hacer que los precios alcancen los altos niveles registrados durante los años 1995-1998, debido principalmente al estancamiento previsto de la demanda de importaciones en China y la CE y a las perspectivas de una abundancia de suministros y disponibilidades exportables de harina de colza y de harina de pescado.
Tras dos campañas en las que la producción mundial de semillas oleaginosas ha experimentado una notable expansión, se pronostica que en 1999/2000 la produc-ción de los siete principales cultivos oleaginosos au-mentará a 299 millones de toneladas, volumen sólo ligeramente superior al de la última campaña. El incre-mento previsto obedecería principalmente a la produc-ción sin precedente de colza (por segundo año conse-cutivo) y a una recuperación de la producción mundial de algodón y de copra. En conjunto, estos aumentos compensarían con creces la disminución prevista de la producción mundial de soja, girasol y maní. Se supone que el aumento de la producción de colza tendrá lugar en los principales países productores tradicionales, es decir la CE, el Canadá, China y la India, así como en Australia, donde la producción aumentó sólo última-mente. La recuperación de la producción de algodón se concentrará en los Estados Unidos y el Pakistán, mientras que en Filipinas e Indonesia la producción de copra debería recuperarse de los efectos del mal tiem-po imperante en los dos últimos años. Según los pronósticos, la producción mundial de soja descenderá más del 3 por ciento respecto al nivel del año pasado debido a una disminución de la producción de todos los principales países productores. La producción de-bería disminuir, a pesar de que la superficie plantada seguirá aumentando, debido al descenso del nivel me-dio de los rendimientos. La disminución de la produc-ción mundial de girasol se debería a la merma de las cosechas de la CE y la Argentina, mientras que la de maní disminuiría debido a los déficit registrados en China y la India. En la India, se prevé que la produc-ción total de semillas oleaginosas será nuevamente muy inferior a la cosecha sin precedente obtenida en 1996/97. La contracción actual de la producción - tras un decenio de constante expansión - se debe a la dis-minución de los niveles de rendimiento (causada en parte por el mal tiempo y en parte por la escasa utiliza-ción de insumos), así como a una significativa erosión de los precios internos de los cultivos oleaginosos.
| 1997/98 | 1998/99 | 1999/2000 pronóstico |
||||
| (. . . . . .millones de toneladas . . .) | ||||||
| Soja | 158.5 | 159.4 | 154.2 | |||
| Semillas de algodón | 36.0 | 33.4 | 34.9 | |||
| Maní (cáscara) | 29.5 | 31.9 | 30.6 | |||
| Semillas de girasól | 24.4 | 27.3 | 26.4 | |||
| Semillas de colza | 33.8 | 36.3 | 41.9 | |||
| Almendras de palma | 5.1 | 5.7 | 5.8 | |||
| Copra | 5.1 | 4.1 | 5.2 | |||
| Total | 292.4 | 298.1 | 299.0 | |||
En base a las estimaciones indicadas anteriormente, se pronostica que la producción mundial de aceites y grasas comestibles/saponificables en 1999/2000 superará el nivel de la última campaña en alrededor de un 3 por ciento (es decir, en un porcentaje cercano al registrado en las cuatro últimas campañas), hasta al-canzar un nivel récord de 114 millones de toneladas. La expansión de la producción total se debería princi-palmente al fuerte incremento de la producción mun-dial de aceite de colza, pero también se pronostica que la producción total de aceites tropicales se acer-cará a los niveles máximos (en el caso del aceite de coco) o los alcanzará (en el caso del aceite de palma), ya que las plantaciones se han estado recuperando de los efectos de las condiciones atmosféricas negativas de los dos últimos años. Como en los años anteriores, se estima que los aceites blandos 1/ representan apro-ximadamente el 54 por ciento de la producción total de aceites y grasas comestibles/saponificables (de los cuales el aceite de soja representa un 41 por ciento), mientras es probable que la parte correspondiente al aceite de palma aumente a 19 por ciento. El aumento de la producción total y los inventarios superiores a la media existentes al comienzo de la campaña harían subir los suministros mundiales de aceites y grasas más de un 3 por ciento a 127 millones de toneladas. Según los pronósticos, la producción mundial total de tortas y harinas oleaginosas en equivalente de pro-teínas, situada en 75,8 millones de toneladas, será in-ferior al nivel récord de la última campaña. Mientras se prevé la disminución de la producción de harina de soja, girasol y maní, debería aumentar la de harina de colza, algodón, copra y pescado. Los suministros mun-diales de harinas y tortas deberían aumentar marginal-mente en 1999/2000 respecto a la última campaña, debido a un aumento de los inventarios existentes al comienzo de la campaña actual.
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1/ Este grupo de aceites comprende los aceites de soja, colza, girasol, algodón, maní y oliva.
Según los pronósticos, la utilización total de aceites y grasas seguirá aumentando en 1999/2000 hasta alcanzar los 114 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 4 por ciento respecto a la campaña anterior. Es probable que los precios internacionales relativamente bajos (en comparación con el promedio de los años anteriores), combinados con la reanudación del crecimiento económico de la región asiática y el aumento de los ingresos per cápita en todo el mundo, contribuyan al incremento de la demanda mundial. Con respecto a la composición del consumo mundial, los porcentajes del aceite de palma y del aceite de colza deberían seguir aumentando en la presente campaña, mientras que debería descender ligeramente el del aceite de soja, que en términos absolutos sigue siendo el mayor. Aunque la mayor parte del aumento de la utilización debería registrarse en Asia, es probable que también aumente el consumo en América del Norte y en los países de Europa oriental. Se prevé que en 1999/2000 se desacelerará el crecimiento de la utilización de tortas y harinas oleaginosas. Expresado en equivalentes de proteínas, se pronostica que el consumo mundial crecerá en un 2 por ciento a 77 millones de toneladas. Entre los factores que contribuyen al crecimiento limitado de la demanda en la presente campaña figura la disminución de la producción mundial de harinas y las perspectivas de un alza de los precios. La mayor parte del incremento se producirá en la harina de colza, cuyos suministros deberían ser abundantes y sus precios, atractivos. En los Estados Unidos y la CE, que en conjunto representan casi la mitad del consumo mundial, la demanda de tortas y harinas oleaginosas debería estancarse debido a la desaceleración prevista de la producción pecuaria y a los precios competitivos de los piensos. En la CE, es probable que aumente el consumo de la harina de colza y de otras harinas, a expensas de la harina de soja importada. En los países de Asia oriental, las tasas de crecimiento del consumo deberían volver a los niveles registrados antes de la crisis económica.
En base a los pronósticos anteriores relativos a la oferta y la demanda para la campaña de 1999/2000, se prevé que las existencias de aceites y grasas de fin de campaña descenderán ligeramente respecto al nivel de la última campaña ya que el nivel de la utilización debería superar al de la producción. Es probable que la relación entre la existencias y la utilización descienda un poco respecto al año anterior, lo cual contribuirá a ejercer una presión al alza sobre los precios internacionales de los aceites y las grasas. También se prevé una ligera disminución de las existencias mundiales de las tortas y harinas oleaginosas durante 1999/2000 , ya que la demanda mundial debería superar a la producción mundial. La relación entre las existencias y la utilización de tortas y harinas oleaginosas debería descender al final de la campaña, contribuyendo a una recuperación de los precios internacionales de dichos productos. Con respecto a los productos tomados individualmente, la situación prevista de la oferta y la demanda debería dar lugar a una disminución de las existencias de soja y de los productos derivados, mientras que podrían aumentar los inventarios de colza y de sus productos.
Se prevé que en 1999/2000 el comercio mundial de aceites y grasas (incluido el aceite contenido en las semillas oleaginosas comercializadas) aumentará ulteriormente a 48,5 millones de toneladas, superando en un 4 por ciento el nivel de la última campaña. Los precios internacionales relativamente bajos de los aceites y grasas, junto con el aumento de la demanda en las principales regiones importadoras, deberían estimular el comercio de dichos productos. La modalidad de las importaciones debería ser semejante a la de los años anteriores, originándose en Asia tres cuartas partes de la expansión. Se pronostica que las importaciones de aceites y grasas (incluido el aceite contenido en las semillas importadas) de China y la India seguirán subiendo hasta alcanzar los 5,2 millo-nes de toneladas y 4,9 millones de toneladas, respecti-vamente. Se supone que China continuará su política de cubrir una parte cada vez mayor de sus necesi-dades de aceite importando semillas oleaginosas más bien que aceites. También en la India, donde el grueso de la demanda de importaciones continúa satisfacién-dose mediante las compras de aceite, el Gobierno introdujo últimamente medidas encaminadas a alentar la importación de semillas, en un esfuerzo por ayudar a los fabricantes de aceite internos. Puede que otros países de la región sigan esta tendencia. En América del Sur, así como en los países de la CEI, el volumen de las importaciones debería ser ligeramente inferior a la media, mientras es probable que las compras de Europa occidental y América del Norte se recuperen del bajo nivel de la última campaña. Con respecto a las exportaciones, se prevé que la mayor parte del incremento tendrá lugar en Asia. Es probable que continúe este año la recuperación de los envíos de aceite de palma, almendra de palma y coco (tras las disminuciones, relacionadas con el tiempo, de los suministros totales y de las exportaciones registradas en el año 1998).
Según los pronósticos, las exportaciones combinadas de los tres aceites tropicales realizadas por Malasia, Indonesia y Filipinas superarán los 15 millones de toneladas, lo que representa cerca de una tercera parte de los envíos mundiales de aceites y grasas de la presente campaña. Con respecto a los aceites blandos, los envíos de aceite de soja deberían descender en 1999/2000 ya que es probable que la demanda de importaciones se desplace a la colza y su aceite, debido en parte a la tendencia mencionada anteriormente de que algunos de los grandes importadores prefieren importar semillas antes que comprar el aceite que necesitan. Además, se prevé que el volumen grande de suministros de aceite de colza y las consiguientes rebajas con respecto a los aceites competidores contribuirán a aumentar a niveles sin precedentes los envíos de los tres principales proveedores, Canadá, la CE y Australia. Aunque es improbable que comporte cambios signi-ficativos en la estructura general del comercio, es pro-bable que algunos países exportadores continúen des-plegando esfuerzos para ofrecer aceites oleaginosos y productos derivados exentos de organismos modifi-cados genéticamente (OMG). En Australia, por ejem-plo, parece que se presta particular atención a la pro-ducción y exportación de colza sin OMG.
El comercio mundial de tortas y harinas oleaginosas (incluida la harina contenida en las semillas olea-ginosas comercializadas) debería crecer en 1999/2000 a una tasa reducida de 2 por ciento, frente a un promedio de aumento del 6 por ciento registrado en las tres campañas precedentes. Entre los factores que contribuyen a esta desaceleración cabe mencionar el escaso crecimiento de la utilización mundial, incluso en algunos de los principales países importadores, causado por la evolución de los precios en los respectivos mercados, especialmente el aumento previsto de los precios internacionales de las tortas y harinas oleaginosas. Se pronostica que las importaciones totales de tortas y harinas oleaginosas excederán de 89 millones de toneladas. Es probable que en la presente campaña se frene el aumento del comercio de harina de soja registrado el año pasado, mientras se pronostica que los envíos de harina de colza ascenderán a un nivel sin precedentes. Según los pronósticos, las compras de la CE, el mercado de importaciones más grande del mundo, descenderán debido al estancamiento de la producción pecuaria y a la abundancia de harinas (en particular harina de colza) y de otros cereales forrajeros de origen local. Los países asiáticos deberían representar el grueso del aumento de las importaciones mundiales, ya que la reanudación del crecimiento económico en la región ha estimulado la producción pecuaria y, por ende, la demanda de harinas. Con respecto a las exportaciones, no debería repetirse en 1999/2000 el auge de los envíos de soja y harina de América del Sur realizados el año pasado a expensas de las exportaciones de los Estados Unidos. De hecho, se prevé que los envíos sudamericanos disminuirán en más de 1 millón de toneladas respecto al nivel sin precedente de la última campaña. La disminución de las disponibilidades exportables se relaciona principalmente con la disminución prevista de la producción. En el Brasil, se añaden otros factores, entre los cuales una demanda interna continua de tortas y harinas oleaginosas y el hecho de que, después de haber aumentado las exportaciones en 1998/99, la devaluación de la moneda realizada el año pasado ha dado lugar a un aumento de los costos de producción de la campaña actual. También se prevé una disminución de las disponibilidades exportables en la India, que se enfrenta con una disminución de la producción y un aumento de la demanda interna. En cambio, se prevé una recuperación de los envíos de harina de soja (incluida la harina contenida en las exportaciones de soja) en los Estados Unidos, donde el volumen grande de los inventarios debería permitir a los exportadores recuperar partes del mercado perdidas el año pasado.