Entre todas las especies tropicales de maderas duras -y tal vez entre todas las especies arbóreas- la teca produce una fascinación especial, algo como el oro entre los metales preciosos. Apreciada durante más de 2 000 años en su ámbito natural en Asia como madera de construcción extraordinariamente duradera, la teca es hoy codiciada en todo el mundo. Por su excelente estabilidad dimensional y sus cualidades estéticas se utiliza, por ejemplo, para construcciones navales, mobiliario fino y marcos de puertas y ventanas.
La teca, originaria de la India, Myanmar, la República Democrática Popular Lao y Tailandia, ha sido introducida en numerosos países tropicales de Asia, África y las Américas. Sin embargo, la explotación de los recursos no ha seguido el ritmo de la demanda, y los suministros de madera de teca de bosques naturales han menguado. Hoy día, la extracción de teca de bosques naturales está prohibida o severamente restringida en todos los países excepto en Myanmar.
Aunque las plantaciones de teca datan de hace 150 años en la India y Myanmar, el establecimiento de las mismas se ha acelerado en los últimos 20 años. Las plantaciones de teca han demostrado su buena potencialidad, pero subsisten algunas dudas, en particular sobre tasas viables de crecimiento y efectos sobre el medio ambiente (especialmente la erosión). Ello no obstante, es probable que en el futuro las plantaciones sean la más importante fuente de suministros de teca.
En este número de Unasylva se considera el futuro de la teca, con especial atención a las plantaciones. En el artículo inicial, D. Pandey y C. Brown ofrecen una visión general de los recursos mundiales de teca y de los problemas que condicionan sus perspectivas de futuro.
Al escasear la disponibilidad de la teca de bosques naturales, crece la importancia de las plantaciones como fuente de suministros para atender a la demanda. B. Krishnapillay examina el potencial de la teca como especie de plantación, deteniéndose en las estrategias de explotación, las exigencias ecológicas, el ritmo de crecimiento, la calidad de la madera y la disponibilidad de materiales de siembra, prestando especial atención a la experiencia de Malasia.
A medida que crece la demanda de teca de plantación, el sector privado se ha ido interesando más por el establecimiento de plantaciones. Los planes de inversiones se han basado a veces en proyecciones inverosímiles de crecimiento y rendimiento y en escenarios de precios carentes de realismo. K. Balooni examina la creciente importancia, en la India, de los programas de inversiones en la teca y el obstáculo que levanta la falta de escrúpulos de algunas compañías.
K.H. Schmincke presenta un ejemplo positivo de plantaciones llevado a cabo por el sector privado, iniciadas hace poco más de diez años en Costa Rica por la compañía Precious Woods.
El crecimiento de la demanda internacional ha ensanchado la base tradicional de la oferta de teca, que incluye ahora troncos de plantación de pequeño diámetro, especialmente de África y América Latina. Côte d'Ivoire ocupa el primer puesto entre los nuevos productores como país exportador. G. Maldonado y D. Louppe analizan las opciones de Côte d'Ivoire respecto a la producción de teca, con referencia a la política forestal nacional y al comercio internacional.
C.T.S. Nair y O. Souvannavong resumen las investigaciones en la industria de la teca, trazando la evolución de los temas preferentemente investigados en el contexto de los nuevos sistemas de explotación y de la mayor participación del sector privado. Los autores examinan también la regulación institucional, en especial en redes como TEAKNET y TEAK 2000.
Para corregir el conocimiento insuficiente de las tecnologías disponibles y de los rendimientos potenciales, TEAKNET y el Programa de apoyo a la investigación forestal para Asia y el Pacífico (FORSPA) de la FAO organizaron un seminario regional sobre Terrenos, Tecnología y Productividad de las Plantaciones de Teca en Asia Sudoriental, que tuvo lugar en Tailandia a principios de 1999. El seminario, resumido en un artículo de T. Enters, hizo el balance de la situación actual de las plantaciones y definió estrategias para su mejoramiento.
La teca puede cultivarse también en sistemas agrícolas integrados que ayudan a los agricultores a cubrir sus necesidades a corto y a largo plazo. A. Mittelman describe un proyecto del Fondo de Ayuda a la Infancia/Estados Unidos que facilitó la producción de teca por pequeños agricultores en el norte de Tailandia.
En el artículo final de este número, apartándose ligeramente de la teca, W. Killmann y L.T. Hong explican cómo, tras resolverse los problemas técnicos de elaboración y utilización y gracias a una buena comercialización, la madera de caucho se ha convertido en una historia de éxito en Asia.
Aunque este número se ocupa casi por completo de una sola especie, muchas de las enseñanzas que pueden extraerse de la teca son también pertinentes para otras especies de frondosas tropicales como caoba (Swietenia macrophylla), cedro colorado (Cedrela odorata) y palisandro (Dalbergia sissoo). Todas ellas tropiezan con análogas dificultades de competencia en mercados caros selectos, tienen ciclos de crecimiento más largos que muchas coníferas y suscitan las mismas inquietudes medioambientales en relación con su extracción de los bosques tropicales.
