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Terrenos, tecnología y productividad de las plantaciones de teca en Asia sudoriental

T. Enters

Thomas Enters es un especialista en ordenación de
recursos naturales que trabaja para Tan &
Associates, Penang, Malasia.

Conclusiones y recomendaciones de un seminario regional organizado por TEAKNET y el Programa de apoyo a la investigación forestal para Asia y el Pacífico (FORSPA) de la FAO, en Tailandia a principios de 1999.

La teca (Tectona grandis), espe-cie frondosa nativa de la India, Myanmar, la República Democrática Popular Lao y Tailandia, tiene una larga historia de ordenación sistemática. Se introdujo en Indonesia (Java) hace cientos de años y las más antiguas plantaciones de teca en Sri Lanka se han documentado a fines del siglo XVII. Los primeros sistemas intensivos de ordenación de los bosques naturales se desarrollaron hace unos 150 años en Myanmar, desde donde la ordenación activa de la especie pasó a la India y Tailandia durante un período de unos 40 años. Hoy día se encuentra la teca en muchos otros países asiáticos, y extensas plantaciones se han establecido también en África y América Central y del Sur. Se ha hecho evidente que la explotación de los bosques naturales no puede seguir respondiendo a la demanda de madera de teca, y la insuficiencia previsible de este material ha avivado el interés por las plantaciones de teca.

Plantación de teca en Myanmar

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

El cultivo de la teca, practicado en el pasado principalmente por los departamentos forestales de los gobiernos, atrae hoy también el interés del sector privado. Paralelamente a la participación de los agricultores en esta actividad, puede observarse una transición de las grandes plantaciones a las pequeñas y de rotaciones largas a más cortas. Los adelantos en la mejora genética de los árboles y en las técnicas de multiplicación en masa permiten producir materiales de siembra sanos y uniformes en gran escala. Muchas compañías privadas han aprovechado los más recientes progresos técnicos, los incentivos ofrecidos por varios gobiernos y el creciente interés por la teca, anunciando unos atractivos réditos potenciales de las inversiones en la producción de teca. No obstante, en varios países las políticas y la legislación res-trictivas de la extracción y el transporte de teca, concebidas para proteger los bosques naturales pero aplicables incluso a la teca de plantaciones, actúan como desincentivos para las inversiones del sector privado.

La «fiebre de la teca» se origina a veces en un conocimiento insuficiente y una mala comprensión de las tecnologías disponibles y los rendimientos potenciales. Además, el optimismo de algunos promotores al prometer elevados niveles de productividad y tasas de rendimiento a los inversores en plantaciones de teca ha inducido a error al público y a las instituciones de inversión. En consecuencia, se ha observado un retroceso del interés de los inversores. Para remediar estas deficiencias, TEAKNET (red de instituciones y personas de la región de Asia y el Pacífico que se interesan por la conservación, la ordenación, el uso y el comercio de la teca; véase el recuadro, pág. 52) y el Programa de apoyo a la investigación forestal para Asia y el Pacífico (FORSPA) organizaron el Seminario regional sobre terrenos, tecnología y productividad de las plantaciones de teca, que tuvo lugar en Chiang Mai, Tailandia, del 26 al 29 de enero de 1999. El seminario se proponía hacer un balance de la ordenación actual de las plantaciones, analizar los vínculos entre terrenos, tecnología y productividad, definir estrategias para mejorar la ordenación de las plantaciones y desarrollar un marco de colaboración para los estudios y el mejoramiento de la tecnología.

En este artículo se resumen las principales conclusiones y recomendaciones del seminario1.

TECNOLOGÍA Y PRODUCTIVIDAD

Estado de la tecnología de las plantaciones de teca

En muchas plantaciones de teca se prescinde de los conocimientos actuales; a menudo los cultivadores no tienen acceso a la información pertinente y no aprovechan los resultados de la investigación ni aplican debidamente las tecnologías conocidas. Los pequeños agricultores están en particular desventaja a este respecto. Falta información sobre la difusión de tecnologías y sus efectos sobre la productividad. La mayoría de las plantaciones de teca del sector público son explotaciones de baja intensidad y bajas inversiones y utilizan tecnologías baratas. Las inversiones del sector público en el establecimiento de plantaciones varían ampliamente desde 100 hasta más de 1 000 dólares EE.UU. por hectárea, en función sobre todo de las condiciones del terreno y los niveles de insumos. El sector privado, por su parte, suele poner más afán en alcanzar beneficios máximos utilizando terrenos fértiles, aplicando nuevas tecnologías y reduciendo los costos.

Selección de terrenos y ordenación de plantaciones

Las diferencias en los objetivos de la ordenación, el nivel de inversiones y las variaciones en las condiciones ambientales explican la variabilidad de los sistemas de producción y las tecnologías adoptadas. Puede producirse teca en diversas condiciones, pero sólo cabe esperar una alta productividad en terrenos buenos y accesibles por los que compiten intensamente varios cultivos comerciales como palma de aceite, frutales y hortalizas. En muchos países se está plantando teca en tierras degradadas, lo que explica, al menos en parte, el bajo rendimiento.

Mejora genética

El trabajo de mejora genética está produciendo en la teca, como en muchas otras especies, notables resultados, aunque adolece de discontinuidad y tropieza con obstáculos por la escasez de recursos financieros y la alta movilidad del personal.

Los países productores de teca y las instituciones de apoyo deberían definir una estrategia a largo plazo de mejora genética en todos sus aspectos, como conservación de bosques naturales, identificación y evaluación de procedencias y especies nativas, genealogía y pruebas clónicas. Los medios escogidos (por ejemplo, propagación en masa mediante semilleros, propagación por esquejes, cultivo de tejidos) deberían desarrollarse de manera integrada para facilitar la continuidad y los vínculos con otros sectores.

Los resultados obtenidos de genealogías conocidas y de pruebas clónicas deberían ser analizados y comparados para sopesar las ventajas potenciales de cada opción de mejora genética. Deberían hacerse pruebas clónicas (y de genealogía) en varios lugares para cuantificar parámetros genéticos de manera que se puedan calcular las ventajas potenciales y se pueda comprobar la adaptación de diversos genotipos a diversos terrenos.

La protección de los rodales naturales de teca es esencial para la sostenibilidad a largo plazo de la mejora genética y el desarrollo de un programa vigoroso de plantación. Hay que profundizar en la comprensión de los sistemas de cultivo y mejorar la administración de los semilleros y las zonas de producción. Los trabajos fitogenéticos deben integrarse con los esfuerzos de propagación en masa y conservación (lo que incluye conservación in situ de los bosques naturales, determinación de la variabilidad en diferentes características y desarrollo de clones mejorados y adaptación del clon al terreno), pues de otro modo los beneficios no serán duraderos.

Producción y difusión de materiales de siembra

La producción de materiales de siembra en semilleros ha sido escasa y merece atención. La introducción del cultivo de tejidos y otras técnicas de multiplicación en masa han promovido la capacidad para producir materiales de siembra uniformes con atributos deseables (crecimiento rápido, mejor forma del tronco) en gran escala.

Para una mejor ordenación de los semilleros clónicos productores de semillas, habría que prestar atención al potencial de polinizadores más eficientes; al estudio intensivo de la fenología y la biología reproductiva de las especies y los clones, y al mejoramiento del trazado y el diseño de los semilleros.

Fenotipos de teca llamados superiores se producen y se venden ya a escala comercial. Debería facilitarse a los usuarios finales una información fiable sobre los beneficios y los riesgos potenciales de la utilización en gran escala de materiales genéticamente idénticos o muy próximos, así como sobre la manera de diluir los riesgos potenciales mediante la combinación de clones y terrenos.

Convendría formular directrices para la transferencia internacional de ger-moplasma de teca, teniendo en cuenta la normativa internacional y nacional y las exigencias fitosanitarias. Los compradores de estos materiales han de ser asesorados sobre la necesidad de ensayar el germoplasma transferido en su nuevo terreno y de anotar debidamente la fuente del material. Los organismos que se ocupan de recolectar, distribuir y utilizar semillas deberían adoptar un sistema para identificar y registrar la fuente de los materiales reproductivos (semillas, esquejes, polen, germoplasma, etc.). A falta de cualquier otro sistema fiable de diferenciación, debería adoptarse una clasificación de semillas por zonas basada en información sobre genes.

Conservación de recursos genéticos

Es preciso formular estrategias de conservación in situ y ex situ. Debería estudiarse la base genética de las poblaciones plantadas o secundarias y de las presuntas variedades nativas a partir de documentos históricos y utilizando técnicas modernas (por ejemplo, marcadores genéticos). Convendría realizar estudios basados en una combinación de parámetros relativos a los genes, experimentos sobre el terreno y verificadores moleculares con miras a obtener información coherente sobre la magnitud y las formas de variación genética en rodales naturales y plantaciones.

Semillas de teca (las de la derecha están expuestas a la intemperie para alcanzar una alta tasa de germinación)

- FAO/13545/I. DE BORHEGYI

Productividad

La mayoría de las estimaciones de que se dispone sobre crecimiento y rendimiento proceden de parcelas experimentales. Hay pocos datos de plantaciones actuales que abarquen múltiples condiciones ambientales y regímenes de gestión. Por añadidura, el uso ambiguo de los conceptos de productividad e incremento anual medio (IAM) dificulta las comparaciones. El IAM se refiere a veces al volumen total y otras al volumen comercial obtenido de los aclareos y de la tala final en el período de rotación. Además, muchas estimaciones no especifican si se refieren a árboles con corteza o descortezados, en pie en el bosque o entregados a la serrería.

El IAM (del volumen comercial) obtenido en plantaciones estatales se sitúa entre 2 y 5 m3 por hectárea y está a menudo por debajo del rendimiento potencial del terreno. El magro resultado se debe sobre todo a la insuficiencia de insumos y a una administración insatisfactoria, junto con factores que reducen el rendimiento como extracciones ilícitas, incendios, plagas y epidemias.

Combinando una rigurosa selección de terrenos con la aplicación de tecnologías conocidas, buenos materiales de siembra adaptados al lugar, prácticas silvícolas adecuadas y una mejor protección, podría elevarse el IAM hasta 8 a 12 m3 por hectárea. Unos rendimientos de 15 a 20 m3 por hectárea y año en una rotación corta de 20 años debe considerarse como el límite máximo con las tecnologías actuales. Las pretensiones de niveles más altos de rendimiento deben mirarse con precaución.

Visto el papel crítico que corresponde al terreno en la productividad, deben afinarse, armonizarse y difundirse ampliamente los criterios de selección de tierras para plantaciones de teca. Habría que componer y difundir mejores resúmenes nacionales que presenten estimaciones de crecimiento y rendimiento en función de las condiciones del terreno y del tratamiento. Convendría establecer y vigilar regularmente una red de parcelas permanentes de muestra que abarquen toda la gama de condiciones de crecimiento e intensidades de explotación, con normas y definiciones comunes para facilitar la comparación.

Posibles campos de investigación para la ordenación de los cultivos

Todavía no se han evaluado sistemáticamente los efectos de las rotaciones sucesivas sobre el medio ambiente y sobre la producción. Aunque se han reunido algunos datos sobre cambios en el terreno que podrían derivar de las plantaciones de teca, las causas del descenso de la productividad siguen siendo mal conocidas.

Las evaluaciones actuales de la calidad de un terreno se basan sobre todo en los parámetros de crecimiento. Esto es pertinente a efectos de producción de madera, pero debería concebirse un sistema de vigilancia para detectar cambios en parámetros de lugar críticos (especialmente características biofísicas y químicas).

Se precisa con urgencia un análisis de la información disponible respecto a la gama de condiciones y tecnologías de cultivo de la teca en rotaciones sucesivas. La ordenación de los terrenos para mantener la productividad puede suponer, entre otras cosas, cambios en las prácticas de silvicultura, en las medidas de conservación del suelo y en la aplicación de fertilizantes.

Para luchar contra plagas y enfermedades hay que proseguir las investigaciones sobre medidas biológicas de control (por ejemplo, Bacillus thuringiensis y virus de la poliedrosis nuclear), en especial para facilitar la aplicación en gran escala y para vencer la resistencia; sobre manejo integrado de las plagas; y sobre el impacto de las difusiones de plagas, para poder diseñar prácticas económicamente viables. Se dice que los rodales mixtos actúan como barreras a la propagación de plagas, pero esta función (así como la forma de ordenar tales rodales) tiene que ser estudiada en más profundidad.

Impacto sobre el terreno y sostenibilidad a largo plazo

Convendría iniciar acciones coordinadas mediante una red de parcelas permanentes de muestra para medir el impacto sobre el terreno a largo plazo de varios clones y rotaciones de plantaciones de teca, por ejemplo sobre el contenido de nutrientes, la estructura del suelo, la erosión, la cubierta vegetal y el balance hídrico. Habría que señalar los factores importantes para mantener el potencial de crecimiento, y habría que desarrollar prescripciones silvícolas más apropiadas.

UTILIZACIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y ECONOMÍA

Mercados y precios de la madera de teca

Dado el descenso de los suministros de bosques naturales, las perspectivas a largo plazo de la teca de plantación parecen prometedoras, pero faltan datos sobre precios. Los escasos estudios sobre precios históricos de la madera de teca (sobre todo de bosques naturales) apuntan a una tendencia ascendente. No obstante, hay que emprender estudios mundiales, regionales y nacionales para determinar las tendencias a largo plazo de la demanda, la oferta y los precios de la teca (así como de otras maderas de frondosas de calidad). Estos estudios deberán tener en cuenta la índole fragmentada del mercado y la variación en la calidad y las dimensiones de la madera.

Los sistemas nacionales actuales de clasificación de la madera de teca necesitan ser revisados y cambiados en función de la calidad y las dimensiones que pueden obtenerse de las plantaciones y de los bosques naturales.

Rotaciones cortas y madera de pequeñas dimensiones

A los inversores en plantaciones de teca les interesan los mercados y los precios de la madera de pequeño diámetro obtenida de los aclareos. La rentabilidad está muy condicionada por la alta proporción de sámago (madera sin duramen), la variabilidad de las propiedades físicas y mecánicas, el aspecto de la madera en comparación con los troncos de gran diámetro de los bosques naturales y de las plantaciones de larga rotación, y la viabilidad de procesar y comercializar dimensiones pequeñas. En las zonas con una vieja tradición de plantaciones, las rotaciones breves y las pequeñas dimensiones parecen menos problemáticas, ya que con el tiempo han aparecido diversas estructuras de la demanda. Las tecnologías utilizadas han progresado considerablemente, facilitando el uso de dimensiones menores. Es conveniente evaluar los usos actuales y potenciales de la madera de pequeñas dimensiones en las plantaciones de teca y promover las tasas de conversión.

Análisis de costo-beneficio

Con un IAM de 3 m3 por hectárea (volumen total de aclareos y tala final), las plantaciones en régimen de rotación larga (más de 50 años) dan una tasa de rendimiento de más del 15 por ciento. Esta elevada tasa es atribuible en gran medida a las presunciones sobre las bajas inversiones iniciales; a la exclusión del costo de oportunidad para el terreno; a la posibilidad de comercializar los productos desde los primeros aclareos, facilitando la recuperación de las inversiones iniciales; y al alto precio de la madera.

Según los estudios publicados las plantaciones de teca, debidamente administradas, podrían generar atractivos réditos para los inversores. No obstante, las evaluaciones financieras fiables son muy limitadas. Hay que realizar y difundir análisis rigurosos de costo-beneficio que consideren las diferentes condiciones ambientales, los regímenes de gestión y los mercados, para impedir inversiones especulativas basadas en pretensiones erróneas. Tales estudios deberían definir y describir claramente los insumos de trabajo y de material y deberían tener en cuenta los costos de oportunidad del terreno y las variaciones posibles en los costos del insumo y los precios del producto.

Certificación

Los sectores público y privado deberían tener en cuenta la certificación y las medidas que deben tomarse para cumplir con la normativa sobre el medio ambiente. La posibilidad de obtener precios más altos en mercados selectos en los que los consumidores están dispuestos a pagar un sobreprecio por la madera extraída de zonas explotadas con criterios sostenibles puede ser un incentivo para producir madera certificada. No obstante, las oportunidades de obtener precios más altos pueden ser limitadas, y los costos adicionales derivados de la certificación pueden actuar como desincentivos, en particular para los pequeños productores. Por otra parte, puede requerirse mucho tiempo para que se generalice entre los consumidores la preferencia por la madera certificada. Deben sopesarse los pros y los contras de la certificación, dándose a conocer los resultados.

Otros beneficios

Las plantaciones en explotación intensiva pueden aportar empleo e ingresos a la economía rural. Hay pocos estudios, no obstante, sobre los beneficios socioeco-nómicos de las plantaciones de teca.

Las plantaciones de teca podrían servir para retener el carbono, pero esta función debe ser cuantificada y comparada con la de otras especies plantadas. Los estudios sobre la capacidad de las plantaciones de teca para fijar el carbono podrían ayudarlas a obtener los fondos de contrapartida de las emisiones de carbono de que pueda disponerse en el contexto del Protocolo de Kyoto.

Los organismos nacionales e internacionales deberían esforzarse en promover las mejores prácticas en la explotación de la teca, en particular para que quienes cultivan plantaciones en pequeña escala lo hagan de manera sostenible.

POLÍTICAS E INSTITUCIONES

Políticas que promuevan la inversión

Las políticas y la legislación actuales en varios países no estimulan la participación del sector privado en el cultivo de la teca. La inseguridad en la posesión de la tierra y las restricciones sobre la tala y el transporte de madera, concebidas para proteger las plantaciones del sector público y los bosques naturales, pueden actuar cono desincentivos.

Deberían revisarse las políticas nacionales actuales sobre régimen de tenencia de la tierra, cánones, impuestos y normas aplicables a la extracción y el transporte de madera de teca y sus efectos sobre las inversiones. Convendría encontrar incentivos positivos y facilitar los oportunos cambios de políticas. Deberían evaluarse los actuales sistemas de financiación de inversiones y establecerse mecanismos de aportación de fondos que promocionen la teca como inversión a largo plazo.

Incentivos directos, incluidos préstamos

Los actuales sistemas de financiación son a menudo inadecuados. Están sin desarrollar además unos mecanismos que pongan a los inversores potenciales en contacto con los cultivadores, en particular los pequeños agricultores, cuyo acceso a la financiación institucional es limitado. Incentivos financieros y fiscales podrían promover notablemente la inversión en el negocio de la teca como «inversión verde». Los esfuerzos en este sentido podrían facilitar una mayor inversión para establecer y administrar plantaciones de teca sobre una base de larga rotación.

Investigación y extensión

La vinculación entre la investigación en los sectores público y privado y los cultivadores de teca es muy débil, y no hay un mecanismo efectivo para facilitar el flujo recíproco de información. Está mal definido el papel de las partes, y unos intereses rivales imponen a menudo un secretismo innecesario e impiden que se comparta la información en beneficio mutuo.

La investigación más reciente es fragmentaria y promovida por los proveedores. Se presta escasa atención a las necesidades de los cultivadores. Sectores que requieren una investigación más intensa son la sostenibilidad de las plantaciones a largo plazo, las plantaciones mixtas y los sistemas agroforestales.

MECANISMOS REGIONALES E INTERNACIONALES DE APOYO COLABORACIÓN REGIONAL E INTERREGIONAL

Los vacíos existentes en materia de conservación, sostenibilidad, mejora gené-tica y promoción de recursos genéticos de la teca requieren una coordinación de esfuerzos que evite su duplicación. Debería fomentarse la colaboración internacional en cuestiones como conservación in situ y ex situ, identificación y pruebas de procedencia, normalización del registro y la descripción de clones y formulación de metodologías y procedimientos comunes para facilitar la comparación de los resultados entre países. La colaboración regional y mundial es particularmente importante para las pruebas de clones en diversos terrenos y distintas condiciones y para establecer directrices técnicas para el intercambio de materiales genéticos.

La recopilación de datos nacionales de crecimiento y rendimiento podría completarse con una red de parcelas permanentes de muestra. Hay además una apremiante necesidad de colaboración en productos y mercados y de normalización de definiciones para el acopio y la difusión de información, en especial respecto a tecnología, mercados y precios. La colaboración regional es importante en particular para la normalización de la clasificación de la madera de teca y para realizar estudios de perspectiva sobre la demanda, la oferta y los precios.

Se precisan mecanismos de apoyo para superar problemas comunes como la falta de acceso a la tecnología moderna y lo anticuado del equipo, como en esta serrería de la Myanmar Timber Enterprise

- OFICINA REGIONAL DE LA FAO PARA ASIA Y EL PACÍFICO/M. KASHIO

Mecanismo de apoyo para pequeños agricultores

Si se considera el papel que pueden asumir los agricultores en el cuidado de las plantaciones, es importante establecer dispositivos institucionales adecuados y servicios de apoyo, tales como servicios de extensión. Convendría estudiar el establecimiento de mecanismos internacionales de apoyo en problemas comunes como acceso a la tecnología, disponibilidad de insumos y elaboración y comercialización de la madera de teca y sus productos.

Colaboración de los sectores público y privado

Deberían promoverse acuerdos de asociación como cooperativas y consorcios con participación de los sectores público y privado, especialmente en problemas que no pueden resolverse eficazmente con el esfuerzo individual. Sectores posibles de colaboración son la conservación de los recursos genéticos de la teca y la vigilancia y eliminación de plagas y enfermedades transfronterizas. TEAKNET y TEAK 2000 (iniciativa internacional para promover las plantaciones de frondosas de calidad socialmente aceptables y respetuosas del medio ambiente para satisfacer de manera sostenible la demanda futura de madera de primera; véase el recuadro, pág. 53 ) deberían facilitar estas iniciativas a nivel regional y mundial.

Redes y asociaciones

Las actuales redes de contactos como TEAKNET, TEAK 2000 y la unidad de trabajo sobre la teca (Unidad 5.06.02, Madera de calidad de teca de plantación) de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) pueden prestar un fuerte apoyo a las actividades de conservación y de explotación científica. Por ejemplo, la unidad de trabajo de la IUFRO debería promover la colaboración entre instituciones de investigación e industrias en el estudio de las tecnologías de uso.

TEAKNET puede también desempeñar un papel positivo como foro para el intercambio de información y para facilitar la colaboración en lo tocante al cultivo, la extracción, la utilización y el comercio de la teca. Sería conveniente extender las actividades de TEAKNET a otras regiones como América Latina y África.

Se necesita un marco mundial para facilitar el diálogo entre inversores y cultivadores y para definir normas de prácticas mejores. Debería hacerse de TEAK 2000 un mecanismo para facilitar la interacción mundial entre cultivadores, inversores y expertos. Asociaciones y cooperativas podrían aportar el apoyo técnico necesario a los pequeños agricultores y ayudar a comercializar la madera de teca.

También se precisa un mecanismo para asesorar a los inversores; la mayoría de ellos tienen actualmente poca información fidedigna sobre los aspectos técnicos, financieros, económicos y ecoló-gicos de la teca. Conviene revisar los dispositivos institucionales de promoción de la inversión en otros sectores, adaptándolos cuando proceda a las necesidades de los productores.

Debe estudiarse la viabilidad de un órgano destinado a apoyar en todo el mundo las iniciativas para la conservación y la ordenación de la teca, y en particular a movilizar recursos materiales y humanos para el establecimiento de plantaciones.

MEJOR ACCESO A LA INFORMACIÓN

Se precisan esfuerzos sistemáticos en los planos nacional, regional y mundial para evaluar las actuales superficies de plantaciones y bosques naturales de teca. También interesan las tendencias en la extensión de las plantaciones y la medida en que se adoptan tecnologías diferentes, así como sus efectos sobre el crecimiento y el rendimiento. Habría que establecer bases de datos regionales y mundiales mediante la colaboración de redes como TEAKNET y TEAK 2000 y organizaciones internacionales como la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) y la FAO (en especial la Evaluación de recursos forestales mundiales, de la FAO). Convendría crear un sitio Web (o una red de sitios conexos) que facilite el rápido acceso a la información con sus vínculos, para la mayor comodidad del usuario.

Sería bueno que los países con muchos años de experiencia en la investigación científica sobre el cultivo y la utilización de la teca revisaran sus trabajos y sus materiales de archivo y ofrecieran un resumen de información sobre los problemas que hoy se plantean.

CONCLUSIONES

Después de más de un siglo de experiencia en el cultivo de la teca, se da por supuesto a menudo que se ha llegado a comprender bien todo lo que se refiere a terrenos, tecnología y productividad de las plantaciones. Sin embargo, casi todos los conocimientos se refieren a situaciones y terrenos específicos. Es fundamental preguntarse en qué medida los conocimientos actuales (y accesibles) son suficientes para enfrentarse con los problemas presentes y futuros.

La pregunta es importante, porque la teca atrae cada vez más el interés del sector privado. Los adelantos en las técnicas de selección genética y multiplicación en masa han permitido producir materiales de siembra sanos y uniformes en gran escala. El sector privado se ha beneficiado ya del progreso técnico y de los incentivos fiscales y ha conseguido atraer hacia la teca a inversores particulares.

No hace mucho algunos de los «planes de teca» se han venido abajo o su reputación ha descendido por haber prometido réditos financieros injustificablemente altos. Estos hechos negativos movieron a los organizadores del seminario regional sobre la teca a definir estrategias para mejorar la explotación de las plantaciones y a establecer un marco para la colaboración en los estudios y para el mejoramiento de la tecnología. El seminario congregó a personas con conocimientos muy variados. No obstante, las comunicaciones presentadas apenas permitieron entrever lo que hoy se sabe sobre los terrenos, la tecnología y la productividad de las plantaciones. Se pone así de manifiesto la importancia de las tres últimas recomendaciones del seminario: la necesidad de anudar lazos de asociación entre los sectores público y privado, el desarrollo de redes y asociaciones para facilitar interacciones mundiales entre cultivadores, inversores y expertos, y el mejoramiento del acceso a la información disponible. La teca tiene un futuro brillante; de lo contrario, la especie podría llegar a ser considerada como otra moda que pasó antes de poder demostrar su valor. 

1 FORSPA y TEAKNET pueden facilitar un resumen más detallado del seminario. Las actas completas del seminario están en preparación.


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