1. Introducción

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El hombre necesita almacenar muchos de los productos vegetales como los granos que utiliza como alimento, porque en la mayoría de los casos su producción es estacional.

Para almacenarlos utiliza diferentes medios y tecnologías, algunas de ellas muy simples y otras más sofisticadas. En muchos casos los principios básicos son los mismos, pero la forma de utilizarlos puede variar de acuerdo a las condiciones ecológicas, culturales y tecnológicas de las diferentes regiones.

Una de las principales preocupaciones es que durante el almacenamiento, diversos factores deterioran y destruyen los alimentos que guarda con tanto celo y que tanto esfuerzo le costo obtener. Para evitarlo, desde tiempos remotos ha tratado de investigar las causas que ocasionaron este deterioro y la forma de prevenirlo. En esta búsqueda ha desarrollado teorias, conocimientos, metodologías y tecnologías que hacen del almacenamiento un campo cada vez más complejo y especializado.

De los factores que ocasionan el deterioro de los alimentos, los insectos ocupan un lugar muy importante: su tamaño, capacidad de reproducción y su gran facilidad de adaptación a los diferentes medios, determinan que los métodos para su control rara vez tengan el éxito deseado. Para aumentar la eficiencia de su control, primero es necesario identificarlos, ya que no todas las especies son dañinas y de éstas, algunas lo son más que otras; después, estudiar las condiciones que favorecen su proliferación y finalmente, recomendar la tecnología más apropiada la cual debe ser fácil de aplicar, segura, eficaz y de bajo costo.

Las especies de insectos que han sido descritas suman varios cientos de miles y se estima que aun quedan otros tantos sin identificar. Su número sobrepasa al de todas las especies restantes de animales juntas. Muchos insectos son beneficiosos para el hombre, pero otros son destructivos y causan enormes daños a los cultivos, granos almacenados, vestuario, muebles, edificios de madera y a la salud del hambre y sus animales domésticos.

Los insectos que atacan y dañan los granos y sus productos durante el almacenamiento, comenzaron a ser importantes después que el hambre aprendió que podía guardar sus cosechas para utilizarlas posteriormente como alimento o semilla.

Su dispersión en las diferentes reglones de nuestro planeta ha sido favorecida por los continuos viajes migratorios y de exploración realizados por el hambre, quien al transportar sus alimentos transportaba también los insectos ocultos entre sus provisiones. Al llegar a un nuevo medio, los insectos pasan por un periodo de adaptación antes de proliferar y si las condiciones les son favorables, pueden convertirse en una plaga de enorme importancia. En nuestros días es común ver cómo los insectos son transportados de un continente a otro, a través del comercio internacional.

Las bodegas y lugares de almacenamiento son lugares propicios para que los insectos se multipliquen. Si la humedad y temperatura le son favorables, tienen a su disposición una gran cantidad de alimento que asegura su multiplicación y sobrevivencia. Su actividad metabólica incrementa la humedad y temperatura del medio en que se desarrollan, creando las condiciones para la violenta proliferación de hongos que elevan aún más la temperatura, haciéndola intolerable para los insectos, que emigran hacia otras fuentes de alimento. El grano queda destruido, ocasionando graves pérdidas y disminuyendo su disponibilidad.

Algunas especies de insectos son capaces de sobrevivir por largos períodos de tiempo en estado de reposo, cuando no disponen de suficiente alimento o las condiciones del medio le son desfavorables; cuando las condiciones mejoran o con el advenimiento de las nuevas cosechas, dejan su estado de reposo para multiplicarse activamente.

Aproximadamente 250 especies de insectos atacan los granos y sus productos durante el almacenamiento y de éstas, alrededor de 20 son de capital importancia.

En base al daño que ocasionan, los insectos se han agrupado en especies primarias, que aunque relativamente pocas, son capaces de dañar granos enteros y tienen gran importancia económica. Las especies secundarias, son aquellas que atacan granos partidos o que previamente han sido dañados por las primarias y se multiplican con facilidad en los productos obtenidos de la molienda de granos. Por último, las especies terciarias se multiplican en granos y productos en avanzado estado de deterioración causado por otros insectos o por microorganismos.

Esta agrupación es algo arbitraria, pues algunas especies pueden ser secundarias para granos enteros y sanos, porque biológicamente no están capacitadas para dañarlos y necesitan que otros insectos inicien el daño, pero pueden ser primarias para los productos de la molienda.

Otro aspecto interesante está relacionado con los productos que atacan. Hay especies que son polifagias y se alimentan y multiplican en una gran variedad de productos; otras son específicas y sólo pueden reproducirse en un determinado grano o producto. Algunos insectos son específicas en cuanto a los requerimientos de humedad y temperatura; algunos no sobreviven en granos secos, y otros lo hacen solamente si las temperaturas son relativamente altas.

También es importante conocer la forma en que se dispersan, hay especies que tienen una gran capacidad de vuelo, otras lo hacen caminando y por ultimo, hay algunas que son más bien sedentarias.

Los insectos tienen hábitos propios. Cada generación responde al medio de manera similar a sus ancestros, así la oviposición, alimentación, migración y respuesta al medio, generalmente sigue un determinado patrón. Sin embargo, no todos los insectos de una misma especie son iguales. La influencia del medio puede inducir cambios para su mejor adaptacion y sobrevivencia; por ello aunque las especies de insectos que atacan los productos almacenados tienen varias características en común, otras son completamente diferentes.

Cuando se trata de prevenir y controlar la presencia de insectos que están dañando un producto durante su almacenamiento, es indispensable identificarlo, conocer las condiciones ecológicas para su multiplicación y sus características biológicas.

El control debe aplicarse de acuerdo a estas características, ya que de lo contrario los tratamientos resultan ineficaces, costosos, peligrosos y a la larga, facilitan la formación de individuos más y más resistentes a las prácticas comunes para su control.

El objetivo de esta publicación es poner a disposición de las personas relacionadas con el manejo de granos y sus productos, una información resumida sobre los principales insectos y ácaros que dañan granos y otros productos almacenados. Cuando se requiera mayor información sobre los insectos y ácaros aquí descritos o claves entomológicas más completas para la identificación de éstas u otras especies, deberá recurrirse a los numerosos libros y revistas que han sido publicadas al respecto. Al final se incluye una lista de referencias bibliográficas seleccionadas.


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