I. Introduccion

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Durante el "Seminario/Taller Regional para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Agroindustria en el Medio Rural", que se realizó en mayo de 1992 en Roque, Celaya (G.to), México, organizado por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe (RLC) bajo los auspicios de la Red de Cooperación Técnica en Procesamiento de Frutas y Hortalizas, con la colaboración de la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA) de la Secretaria de Educación Pública de México, los participantes presentaron, las siguientes recomendaciones:

• Que se implementen proyectos regionales y nacionales de capacitación presencial y a distancia para procesar frutas y hortalizas a mediana y pequeña escala, como la realización de un taller itinerante, para capacitar a técnicos de los paises en la planificación y tecnología de agroindustrias rurales (AIR).
• Que se desarrollen, a corto y mediano plazo, programas nacionales conjuntos entre organizaciones públicas y privadas, para fomentar la agroindustria rural de productos perecederos de la Región, concientizando a los gobiernos acerca del efecto que tiene la agroindustria en el desarrollo socioeconómico del sector rural.
• Que se orienten las investigaciones aplicadas a la generación de tecnologías apropiadas en el procesamiento de frutas y hortalizas, adaptando y modernizando las tecnologías tradicionales, teniendo en cuenta la conservación del medio ambiente.
• Que la FAO ponga más énfasis en apoyar la creación de pequeñas agroindustrias comerciales en sus programas de desarrollo rural.

Estas recomendaciones concuerdan con el objetivo principal del Plan de Acción de la FAO para América Latina y el Caribe, o sea la promoción del desarrollo de las industrias y servicios en las áreas rurales de los países, con el fin de mejorar la calidad de vida.

Dentro del marco de este objetivo principal, la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe ha realizado durante los últimos años un esfuerzo importante para apoyar el desarrollo del sector microempresarial (ver Anexo I). Más de 670 personas participaron en las diferentes actividades realizadas sobre la pequeña agroindustria, de las cuales, 52 % se capacitó a través de los cursos prácticos, realizados a nivel subnacional, nacional y subregional.

El desarrollo de la microempresa agroindustrial ofrece una buena alternativa para el desarrollo socio-económico de la población rural. Los beneficios que tiene el desarrollo de la pequeña empresa agroindustrial son:

• Proporcionar un valor agregado a la materia prima;
• Reducción de pérdidas poscosecha. Esta reducción es aún mayor cuando las actividades se realizan en las zonas de producción;
• Generar empleo;
• Disponibilidad de productos fuera de temporada;
• Mejorar el nivel de nutrición de las poblaciones;
• Integración de actividades rurales en la economía de mercado.
• Otras ventajas directas e indirectas de la creación de microempresas son:
• Sustitución de importaciones y exportación potencial de productos "gourmet" y naturales (es decir, sin preservantes ni aditivos), que son muy apetecidos en los paises desarrollados;
• Mejoramiento de la calidad de los productos procesados en forma tradicional;
• Aumento de los ingresos y mejoramiento de los niveles de vida;
• Contribución directa a la seguridad alimentaria de la población involucrada, a través del aumento de la eficiencia en el uso de las materias primas disponibles y la flexibilidad en su consumo, a través de su procesamiento y conservación.

Una de las acciones más importantes iniciada por FAO en la promoción de la microompresa agroindustrial en esta Región, es la organización de cursos prácticos en procesamiento de frutas y hortalizas a pequeña escala. Estos se organizan bajo el auspicio de la Red de Cooperación Técnica en Pensamiento de Frutas y Hortalizas.

Los cursos se realizan a nivel subregional, nacional y subnacional, con la participación de 30 a 35 personas. Están dirigidos principalmente a mujeres y jóvenes de los sectores rural y urbano (ver el Anexo I). Hasta la fecha, se han realizado cursos en Chile (Isla de Pascua en 1992, Punta Arenas en 1993, Angol en 1994 y Arica en 1995), Perú (Lima en 1993), Ecuador (Cuenca en 1994), Venezuela (San Felipe en 1994) y El Salvador (julio de 1995). En el último trimestre de 1995 se realizaron cursos en Brasil (octubre) y en República Dominicana (noviembre).

El objetivo general de los cursos es demostrar a los participantes la metodología y tecnología necesarias para procesar frutas y hortalizas a pequeña escala. Esto permite demostrar la factibilidad técnica de procesar frutas y hortalizas a pequeña escala, principalmente por mujeres y jóvenes de los sectores rural y urbano, pero también por hortifruticultores, extensionistas gubernamentales y no gubernamentales y ONGs. Los objetivos específicos de los cursos son:

• Utilización de materias primas producidas en la Región para disminuir las pérdidas poscosecha;
• Demostrar la rentabilidad del procesamiento a pequeña escala;
• Demostrar la factibilidad técnica de crear microempresas agroindustriales rurales;
• Demostrar la posibilidad de elaborar una gran variedad de productos procesados de buena calidad, sin preservantes ni aditivos para el autoconsumo y mercado;
• Demostrar el uso de envases de vidrio no retornables y/o reciclables para abaratar costos de producción y contribuir a la preservación del medio ambiente;
• Demostrar la posibilidad de utilizar equipos y materiales efectivos, pero simples y baratos para la elaboración de productos de calidad.

Los cursos, de cinco a ocho días de duración, se dividen de la siguiente forma:

• Componente teórico sobre equipos, locales e higiene en el procesamiento artesanal;
• Componente audiovisual;
• Componente de prácticas de elaboración de frutas y hortalizas locales.

Cada curso teórico y práctico imparte los principios básicos de higiene, sanidad y manejo de calidad de frutas y hortalizas locales y demuestra los métodos del procesamiento a pequeña escala de frutas y hortalizas cultivadas y silvestres. En cada curso se prepara una cantidad suficiente de productos para ver su aceptación en el mercado. Durante los cursos ya realizados la calidad de los productos terminados y la relativa simplicidad del procesamiento despertó mucho interés y una activa participación de parte de los asistentes. Los participantes, al término de cada curso, solicitaron fondos para crear microempresas.

En el Anexo II se encuentra más información sobre este tipo de curso y sobre los requerimientos para realizarlo. Analizando la experiencia adquirida durante los cursos, se llega a las siguientes conclusiones:

• Todos los cursos realizados han despertado mucho interés;
• En la mayoría de los cursos, más del 50% de los participantes fueron mujeres;
• Los limitados recursos financieros no han permitido realizar cursos más largos (petición de los participantes);
• Debido a la limitada duración de los cursos, no fue posible demostrar el procesamiento de todas las materias primas producidas y/o disponibles;
• No fue posible demostrar la deshidratación de frutas y hortalizas mediante secadoras solares por falta de equipo y por el tiempo que este proceso requiere;
• No se demostró el procesamiento del enlatado de hortalizas de baja acidez, por no disponer de un autoclave portátil para la esterilización a baja presión;
• Hay dificultad para conseguir recursos financieros para crear microompresas. Esto se debe a la falta de una política gubernamental sobre el tema y a las elevadas tasas de interés para préstamos normales.

El desarrollo de microempresas puede realizarse a través de un programa que incluiría las siguientes fases:

I Fase

Organización y ejecución de un curso teórico-práctico de capacitación sobre procesamiento a pequeña escala de frutas y hortalizas. El objetivo es despertar el interés de los pequeños agricultores y sus asociaciones, de mujeres, jóvenes rurales y sus organizaciones gubernamentales y ONGs en la creación de microempresas agroindustriales rurales. El curso puede induir también entrenamiento en gestión empresarial, comercialización y financiamiento. Durante el curso sobre procesamiento, se elaboran productos en suficiente cantidad para ver su aceptación en el mercado.

II Fase

Hacer un estudio de factibilidad económica que permita preparar un perfil de proyecto para la creación de una microempresa modelo, a nivel de cada país participante.

III Fase

Establecimiento físico de la microempresa modelo en cada país, con fondos nacionales e internacionales.

IV Fase

Puesta en marcha, desde el punto de vista tecnológico, administrativo y comercial de la microempresa.

V Fase

Seminario-curso regional/subregional sobre la creación de otras microempresas modelo a nivel nacional, basándose en los resultados de la microempresa modelo.

Otras actividades importantes realizadas por esta Oficina Regional de la FAO en el desarrollo de la microempresa agroindustrial, son los seminarios y otros eventos similares (ver Anexo I). En cada seminario se discutió el estado y limitaciones actuales y futuro desarrollo de microempresas agroindustriales rurales en los países participantes, para crear planes de acción a nivel regional o subregional. Además, se discutieron los avances, limitaciones y estrategias a seguir para desarrollar la pequeña agroindustria de frutas y hortalizas en el medio rural. Se puso especial éntasis en el papel de las mujeres y jóvenes del medio rural y en las necesidades de entrenamiento, intercambio de cooperación técnica y planificación de una estrategia común, de acuerdo con los objetivos de la Red de Cooperación Técnica en Procesamiento de Frutas y Hortalizas.

Como seguimiento a las recomendaciones del evento en México antes mencionado, la Oficina Regional de la FAO (RLC) organizó en Lima, Perú, del 12 al 20 de agosto de 1993, con la colaboración y el coauspicio del Instituto de Desarrollo Agroindustrial - INDDA del Perú el "Semanario Subregional y Curso para el Desarrollo de Microempresas Agroindustriales Rurales y Talleres Itinerantes sobre Procesamiento de Frutas y Hortalizas". Fueron invitados representantes de: Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú. El representante de Brasil no concurrió al evento. El representante de Ecuador participó solamente en el Curso.

Como seguimiento a las recomendaciones anteriores, RLC decidió organizar otro Seminario Subregional para el Desarrollo de Microempresas Agroindustriales Rurales, a través de la Red de Cooperación Técnica en Procesamiento de Frutas y Hortalizas. Este se realizó en San Felipe, Venezuela, el 19 y 20 de septiembre de 1994, con la colaboración y auspicio del Centro de Investigaciones del Estado para la Producción Experimental Agroindustrial (Fundación CIEPE). Al evento fueron invitados representantes de: Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Venezuela.

En el Capítulo 2 se encuentran los informes por país e información sobre el Seminario en Lima, Perú. El Capítulo 3 contiene información sobre el evento de San Felipe, Venezuela. Finalmente, en el Capítulo 4 están las conclusiones y recomendaciones generales, que pretenden contribuir a un mejor entendimiento del estado actual de la pequeña agroindustria en América Latina y del camino para lograr un desarrollo exitoso de este sector tan importante, para un buen desarrollo socio económico de las zonas rurales en la Región.

Gaetaeno Paltrinieri, Oficial Regional de Tecnología de Alimentos y Agroindustrias

Jurgen Jansen, Profesional Asociado en Tecnología de Alimentos y Agroindustrias

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