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10. Guatemala

10.1. 108 889 km2 es la superficie de este país que en 1990 tenía 9 197 000 habitantes. Alrededor de 43 por ciento de la población vive en el Altiplano Central y Occidental, áreas caracterizadas por el predominio del minifundio, alto analfabetismo, fuerte disminución de la superficie boscosa en razón del avance de la frontera agrícola y uso tradicional de la LE en la cocción de alimentos en casi la totalidad de los hogares. De la población total del país 60,7 por ciento vive en áreas rurales. La PEA total constituye actualmente 29,9 por ciento de la población total, que crece a una tasa promedio anual de 2,9 por ciento.

10.2. Guatemala forma parte de las ocho regiones del mundo en tanto origen de mayor diversidad vegetal. A la fecha no existe un inventario forestal pero se estima en 41 753 km2 la superficie cubierta con bosques, con una existencia aproximada a 350 106 de m3 de madera, en el contexto de un proceso de deforestación que avanza a una tasa acumulativa anual de 2,5 a 3 por ciento. El Instituto Nacional Forestal es la institución responsable del manejo de los recursos forestales con jurisdicción sobre 73 035 km2, ya que sobre los restantes 35 854 km2 el control es ejercido por la Empresa Fomento y Desarrollo del Petén. El 65 por ciento de los bosques está situado en el departamento Petén, de muy baja densidad de habitantes por km2.

10.3. La Institución rectora en el área energética es el Ministerio de Energía y Minas, en cuya órbita actúa la Dirección General de Fuentes Nuevas y Renovables de Energía, a cuyo cargo se encuentran acciones tales como el fomento de las estufas mejoradas, el fomento de los bosques energéticos, etc. A la vez, esta Dirección creó el Grupo Nacional de Bosques Energéticos, integrado por la Facultad de Agronomía de la Universidad San Carlos, el Instituto Nacional Forestal, la Municipalidad de Guatemala, el Centro de Estudios Mesoamericano de Tecnología Apropiada, y el Proyecto MADELEÑA INAFOR-CATIE/ROCAP. Este último es un Proyecto Multinacional de Cooperación Agroenergética del IICA y la Secretaría General del Consejo de Planificación Económica. El objetivo fundamental del citado grupo fue la elaboración del marco general del Programa Nacional de Bosques Energéticos.

10.4. El Censo Nacional de 1964 informó que 89,6 por ciento del total de hogares guatemaltecos consumió LE (84,9 por ciento LE como tal y 4,7 por ciento bajo forma de CV). De este total de hogares 64,5 por ciento estaban localizados en el medio rural y 25,1 por ciento en el urbano. El Censo Nacional de 1973 informó que 82,6 por ciento de los hogares consumió LE (80,6 por ciento LE y 2 por ciento CV), y que de este total de hogares 61,3 por ciento era rural y 21,3 por ciento urbano. La disminución de la proporción de hogares consumidores de LE fue atribuida tanto al proceso de urbanización, con sustituciones entre fuentes, como a una cierta escasez en el abastecimiento de LE.

10.5. Los esfuerzos nacionales para solucionar los problemas de abastecimiento de LE se iniciaron ordenadamente en 1978 como parte del Plan para el Desarrollo del Recurso Forestal (1976-1986). A comienzos de 1980 el PNUD y el Consejo de Planificación Económica investigaron la demanda de LE y otros combustibles domésticos, realizando para ello unas 1 000 entrevistas. Los resultados fueron semejantes a los obtenidos posteriormente mediante el Censo Nacional de 1983: 80 por ciento de los hogares consumían LE, sea como único combustible o combinada con otros.

También en 1980, INAFOR y CATIE (Turrialba, Costa Rica) firmaron un acuerdo para la ejecución de investigaciones cuyos resultados posibilitarán aumentar la producción de LE y CV. En el marco de este acuerdo se instrumentó el Proyecto LE. Como parte de este se aplicaron 1 317 encuestas a hogares, 711 a pequeñas industrias y 368 a distribuidores de LE. De esta encuesta resultó que el 85 por ciento de los hogares del medio rural usaban LE en la cocción de alimentos, reduciéndose la proporción a 52 por ciento en el medio urbano. El 79 por ciento de las industrias usaba LE, principalmente en las caleras, paneleras y alfareros, en las que el 100 por ciento de los establecimientos consumía LE.

10.6. Como parte de los estudios realizados en 1980, se estimó que de 7,9 106 de ha consideradas con aptitud forestal, o sea 72,5 por ciento de la superficie nacional, sólo 3,7 106 estaban cubiertas por bosques y concentradas en el norte del país (principalmente en el departamento Petén como ya se explicitó), mientras que las zonas más pobladas y consumidoras de LE están localizadas en el sur, disponiendo de una pequeña superficie arbórea. La OLADE (SIEE, 1992) estima que el potencial bioenergético en el año 1990 estaba constituido por 4,9 106 t de LE; 0,5 106 t de BZ y 518,5 106 t de Residuos.

10.7. En 1981 se puso en marcha del Programa de Bosques Comunales para LE en diferentes áreas, sin que los resultados hayan sido los esperados. En el marco de la Política Forestal a mediano plazo (1983-1986) se estableció como objetivo fundamental "ampliar la superficie de bosque a través de la forestación ordenada y de la regeneración natural", orientada a la creación de bosques con fines energéticos, combinada con la divulgación y construcción de estufas y hornos ahorradores de LE y otros sistemas apropiados de ahorro de energía y, en 1984, se formuló el primer borrador del Programa Nacional de Bosques Energéticos con la Asistencia Técnica del Proyecto Multinacional de Cooperación Agroenergética del IICA.

10.8. El citado Programa preveía la realización de una encuesta sobre consumo de LE y CV, la determinación de la disponibilidad de recursos forestales con fines industriales y dendroenergéticos a través del Inventario Forestal Nacional, la promoción y difusión de hornos y estufas mejoradas para el uso eficiente de LE y CV, y la disminución del consumo de PE y derivados en establecimientos industriales mediante la sustitución por LE y CV.

En la actualidad (1988), los objetivos específicos del Programa son: asegurar el suministro de LE promocionando las plantaciones energéticas, fomentar el manejo de bosques naturales aptos para uso energético, promocionar el establecimiento de áreas de manejo agroforestal y promocionar el aprovechamiento racional del recurso biomásico (CV, gasificación y otros). El Programa cuenta con 28 Proyectos de áreas comunales o municipales bajo condiciones criticas en cuanto al abastecimiento de LE.

10.9. En el contexto del citado Programa se desarrolla el Proyecto "Uso Racional de Energía de Origen Forestal", orientado en la fase actual al estudio de las industrias consumidoras de combustibles y a las industrias generadoras de grandes cantidades de residuos, utilicen o no combustibles. El estudio, a la vez, forma parte del Proyecto Energético del Istmo Centroamericano-Comunidad Económica Europea-PEICCE (Programa Regional de Desarrollo de la demanda y uso racional de energía en actividades productivas del sector rural y marginal, para los seis países del Istmo). Está referido al año 1987 y abarca un universo de 131 aserraderos, los que ocupan alrededor de 3 200 personas, su producción constituye 6,8 por ciento del PIB industrial y 1,1 por ciento del PIB nacional y su consumo energético es de unos 5 400 Tep (85 por ciento DO y 15 por ciento EE). El estudio destaca que el secado, que posibilitaría la obtención de derivados de calidad adecuada, se encuentra ausente, no obstante que en esta operación podrían ser Utilizados residuos para la generación de calor. Además, señala que el secado se realiza en la industria secundaria, la que por no disponer de grandes volúmenes de residuos energéticos debe recurrir a otras fuentes (combustibles fósiles o EE) pagando precios altos.

10.10. Hasta 1975 la oferta total de energía primaria estaba compuesta por PE importado, HE, LE y BZ (exclusivamente BZ) como fuentes de producción nacional. La participación de las citadas fuentes en la oferta total en 1970 fue 31,5 por ciento, 1,0 por ciento, 64,5 por ciento y 2,9 por ciento respectivamente, aportando los bioenergéticos 67,4 por ciento.

En el consumo energético final la LE satisfizo 67,4 por ciento de los requerimientos, los RV 2,6 por ciento; GL 1 por ciento; Gasolinas 7,8 por ciento; KE 4 por ciento; DO y GO 6,8 por ciento; combustibles pesados 6,3 por ciento; EE 2,1 por ciento y CV 2,0 por ciento.

En el consumo energético final el sector Residencial, Comercial y Público explicó 61,7 por ciento (90,5 por ciento LE; 1,2 por ciento GL; 2,4 por ciento KE; 0,7 por ciento DO y FO; 3,2 por ciento CV y 2,0 por ciento EE) del consumo total; el sector Industrial 24,0 por ciento (LE 48,4 por ciento; BZ 11,0 por ciento; GL y derivados del PE 36,7 por ciento y EE 3,9 por ciento), pudiendo observarse el predominio de la LE + BZ en ambos sectores, principalmente en el Residencial; el sector Agro-Pes-Min 0,6 por ciento y el resto corresponde al sector Transporte con 13,7 por ciento sobre el total, consumiendo exclusivamente derivados del PE.

10.11. La oferta total de energía primaria en 1975 resultó 29,4 por ciento superior a la del año 1970, basada fundamentalmente en el incremento de las ofertas de LE y BZ ya que la de petróleo (importado) disminuyó 2,6 por ciento. Por consiguiente, la participación de las fuentes en la oferta total fue: PE 23,7 por ciento; HE 1,0 por ciento; LE 69,7 por ciento y BZ 5,6 por ciento, elevando los bioenergéticos su participación respecto a la de 1970 (67,4 por ciento); 75,3 por ciento.

Dada la poca diversidad de fuentes energéticas utilizadas, el incremento de la participación de la LE y el BZ se manifestó también en el consumo energético final. En cuanto a éste, por sectores, se registró un aumento de la participación del sector Residencial, Comercial y Público que pasó a explicar 68,6 por ciento (LE 91,5 por ciento; GL 1,5 por ciento; KE 2,0 por ciento; EE 2,4 por ciento; CV 2,4 por ciento y 0,2 por ciento DO y GO), o sea alrededor de 11,2 por ciento más que en 1970; el sector Industrial decayó en su participación alcanzando 14,8 por ciento (54 por ciento LE + RV por partes casi iguales, 6,9 por ciento EE y 39,1 por ciento compuesto por derivados de PE y GL en pequeña proporción); el sector Transporte 14,2 por ciento y el Resto 2,4 por ciento. Como puede observarse, además del incremento del consumo de LE y BZ se destaca el de EE en los dos primeros sectores.

10.12. A partir de 1976, en la Oferta Total de energía primaria aparece la producción nacional de PE y GN (incipientes ambos), mientras continuó aumentando la oferta de HE, LE y BZ. A partir de 1980 la producción nacional de PE alcanzó aproximadamente su nivel actual y el volumen de importación se mantuvo en niveles aproximadamente iguales a los de comienzos de la década de los años 70. En 1990 la producción nacional de PE constituyó 33,8 por ciento de la oferta total de esta fuente en tanto energía primaria.

En lo referente a la oferta total de energía primaria su estructura fue la siguiente: PE 15,9 por ciento; HE 5,0 por ciento; LE 71,9 por ciento y BZ y Otras 7,1 por ciento (Otras, alrededor de 0,1 por ciento).

A nivel de consumo energético total, el sector Residencial, Comercial y Público explicó 70,4 por ciento (86,1 por ciento LE; GL 3,1 por ciento; EE 3,7 por ciento, CV 0,7 por ciento y derivados de PE 6,4 por ciento), el sector Industrial 11,9 por ciento (10,0 por ciento LE; 23,1 por ciento BZ; 13,3 por ciento EE y 53,6 GL y derivados del PE), el sector Transporte 17,1 por ciento y Agropecuario, Pesca y Minería 0,6 por ciento (se registró consumo recién a partir de 1975, casi exclusivamente de derivados del PE para fuerza motriz móvil). El consumo de Otros carece de significación. Como puede observarse, se mantuvo la significativa participación de la LE y el BZ a lo largo de todo el período histórico considerado.

10.13. La participación creciente de la LE y el BZ implicó que el consumo de LE en t aumentara entre 1970 y 1990 aproximadamente 65 por ciento, pasando de 4 451 103 t a 7.342 103 t y el de BZ 83,0 por ciento. La producción de carbón vegetal entre ambos extremos de la serie decreció 57,4 por ciento, similar al decrecimiento en el consumo, lo que se manifestó de manera constante a partir de comienzos de los años 80. En taladas, la producción de CV pasó de 68 000 a 28 000.

10.14. En el BE, a lo largo del período considerado la LE, en promedio, representó alrededor de 67 por ciento del consumo final total de energéticos y con el CV + BZ totalizó alrededor de 75 por ciento, lo que puso de manifiesto la importancia de los bioenergéticos en el consumo. El mantenimiento de la participación a lo largo del periodo cobra mayor significación frente al 80,3 por ciento de crecimiento del consumo energético final entre ambos extremos de la serie.

10.15. Según la OLADE, la producción y el consumo de LE, CV y BZ (en 103) evolucionaron según las magnitudes siguientes:

ANO

EE

CV

BZ

PRODUCCION

CONSUMO

PRODUCCION

CONSUMO

PRODUCCION

CONSUMO

1970

1602

1602

46,6

46,6

72,3

62,9

1975

2240

2043

50,7

50,0

180,8

114,1

1980

2147

2089

15,8

15,8

167,2

89,5

1985

2400

2334

17,8

17,8

169,6

99,9

1990

2643

2643

19,8

19,8

259,9

115,2

Tasa Promedio a.a. 1990/70 (%)

2,53

2,53

6,61

3,07

-4,19

4,19

10.16. En cuanto a la política forestal, en agosto de 1976 fue dictada la primer Política con tres objetivos fundamentales: conservar la superficie boscosa, ampliar la misma a través de la reforestación y propiciar el surgimiento de la industria forestal. La política forestal para el mediano plazo 1983-86 expresa que para la ampliación de áreas boscosas, la creación de bosques con fines energéticos jugará un papel muy importante y combinará esta actividad con la divulgación y construcción de estufas y hornos ahorradores de LE y otros sistemas apropiados de ahorro de energía. Con anterioridad, el Congreso de la República dictó el Decreto N° 113/79 estableciendo que las Municipalidades están obligadas a la creación y fomento de viveros forestales, a la forestación y reforestación de sus propiedades, así como a su mantenimiento, dando prioridad a especies forestales cuya madera sea aprovechada como LE. En 1984, mediante Decreto Ley N° 113 se dictó la Ley Forestal que tipifica, entre otras medidas, cinco tipos de aprovechamiento:

. de consumo familiar, hasta 15 m3 de madera
. científico, con fines de investigación, sin medida
. de transformación, cuando se modifique el uso de la tierra
. de protección y saneamiento
. comercial.

Esta Ley establece, además, que previo a cualquier aprovechamiento forestal, excepto el de consumo familiar, deberá obtenerse licencia extendida por INAFOR, que la otorgará exclusivamente al propietario del terreno, poseedor legítimo o su representante.

BIBLIOGRAFIA

* MINISTERIO DE ENERGIA Y MINAS. INSTITUTO NACIONAL FORESTAL. "Programa Nacional de Bosques Energéticos. Marco General para su Elaboración". Guatemala, 1984. 46 págs.

* BERNAL CATALAN, Sergio. "Dendroenergía en Guatemala. Generación, formas de utilización, fuentes productoras, entidades rectoras e identificación de los temas prioritarios de cooperación internacional a nivel del Istmo". Trabajo presentado en la mesa redonda de Dendroenergía. Panamá 24 al 28 de noviembre de 1986. Instituto Nacional Forestal. Guatemala, 1986. 8 págs.

* NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL/CEPAL. "Estudio Económico de América Latina y el Caribe". Guatemala, 1989.


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