Página precedente Indice Página siguiente


Problemas forestales de la América Latina

Notas de viaje de dos técnicos forestales de la Dirección de Silvicultura y Productos Forestales

LOS recursos forestales de la América Latina son muy amplios y las extensas regiones de bosques inexplotados ofrecen una magnífica oportunidad para mejorar al bienestar económico y las condiciones de vida de sus habitantes. En la que respecta a los esfuerzos que se desarrollen para lograr esta mejoría, los países latinoamericanos pueden sacar provecho de la experiencia de otras naciones que ya han confrontado una situación similar. Muchos países con vastas regiones forestales necesitan comprender, si es que no lo han hecho todavía, que tales recursos no son inagotables; que los incendios provocados por el descuido y la agricultura nómada, deben ser reemplazados por prácticas silvícolas y agrícolas más cuidadosas, bajo la dirección de técnicos forestales preparados; y que en general debe ayudarse al pueblo a entender el significado de los trabajo de conservación, de modo que sea él quien respalde los esfuerzos tanto gubernamentales como de la industria privada.

Existe en la América Latina un interés, cada vez más creciente, por diagnosticar estos problemas y encontrarles una solución adecuada. Muchos de estos países tienen problemas comunes, y, debido a la experiencia de algunos de ellos en resolverlos, se presenta una verdadera oportunidad y, de hecho, la necesidad de abordarlos en una escala internacional, con el fin de cubrir todas sus necesidades de conservación y de un buen manejo silvícola. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación está colocada en una situación ideal para coordinar los esfuerzos combinados de los países latinoamericanos en el desarrollo racional de sus bosques y prácticas de conservación.

Estas son las impresiones recogidas por dos funcionarios de la Dirección de Silvicultura y Productos Forestales en una gira realizada por los países de la América Latina durante los meses de abril, mayo y junio de 1947. Estas impresiones están basadas en conversaciones sostenidas con funcionarios de los gobiernos, maestros, concesionarios de explotaciones forestales, productores de madera aserrada, comerciantes, exportadores, dirigentes de sindicatos obreros y sus miembros, y especialmente con técnicos forestales, agrícolas, y con ingenieros. Dichas impresiones están fundadas además en la inspección ocular de las operaciones de corte en las selvas y en las montañas aserraderos, fábricas de chapa y madera multilaminar, fábricas de pulpa y de papel, estaciones experimentales donde se hacen trabajos de investigación científica, y en visitas a los viveros y las plantaciones forestales.

SITUACIÓN DEL CONOCIMIENTO BÁSICO

Recursos Forestales

La mayor parte de la América del Sur, y una gran parte de la América Central, están cubiertas con bosques. En mucho casos proporción importante de la economía depende de la explotación de especies maderables de un alto valor. El conocimiento de la magnitud de estos recursos varía considerablemente de un país a otro. Chile, por ejemplo, ha terminado un inventario muy completo de sus recursos forestales, y rindió un informe sobre sus regiones boscosas, su volumen, su composición por especies y, en un grado muy considerable, de sus posibilidades industriales. Guatemala y Colombia están formulando sus inventarios forestales. En la Guayana Inglesa se han hecho estudios de reconocimiento muy detallados en las partes más accesibles de los bosques propiedad de la Corona, que pueden ser explotados dentro de los próximos 25 años. En la mayoría de los otros países es muy limitado el conocimiento que se tiene de sus recursos forestales, a excepción de los obtenidos como resultado de las expediciones botánicas que en algunos casos han descrito la vegetación forestal, y en otros han hecho estimaciones reales del número de árboles de ciertas especies de alto valor, tales como la caoba, el cedro español, y la balsa. Es tal el estado general del conocimiento, que habrá necesidad de realizar trabajos adicionales de consideración, para que pueda llevarse a cabo la explotación racional de los recursos forestales.

Aunque los laboratorios y las instituciones tecnológicas han estudiado un gran número de maderas con el fin de establecer sus características y sus posibilidades de aprovechamiento industrial, es mucho lo que ano queda por hacer. Muchas especies son todavía desconocidas, o poco familiares, aunque indudablemente tienen valor comercial. A menudo no son adquiridas por los comerciantes por la sencilla razón de que su nombre local no es familiar al comprador. Nosotros hemos visto que en un solo país, la misma variedad de madera es conocida con cinco o seis nombres diferentes.

En la mayoría de los países, se sabe con menos exactitud a quién corresponde la propiedad de los terrenos forestales que a quien pertenecen las tierras agrícolas. La distribución de la propiedad entre el gobierno nacional, los gobiernos estatales y locales, y los particulares, no es del todo clara en lo que hace a los terrenos forestales. En varios países esta situación presenta el problema de obtener un título de propiedad legal antes de poder iniciar las operaciones del corte. Tal información es también esencial en la formulación de los planes relativos al aprovechamiento de la tierra, con el propósito de asegurar que la apropiada para la agricultura sea dedicada únicamente a ese propósito, y que la que no lo sea se destine para fines de producción forestal.

Arbol de quebracho, base de la importante industria de la curtiduría en la Argentina.

La circunstancia de que no sepa a quién corresponde la propiedad de las tierras forestales y si éstas son adecuadas, afecta apreciablemente el conocimiento de la importancia que tienen los bosques para la protección de las cuencas, el control de la erosión del suelo, y otras manifestaciones de la influencia de los bosques. A su vez, por falta de una correcta apreciación, se han desmontado, equivocadamente, para la explotación agrícola tierras muy susceptibles a la erosión, se ha usado descuidadamente del fuego con el consiguiente daño de consideración para los recursos forestales, los pastos y la vegetación en general y, en realidad han sido convertidos en inservibles muchos millares de hectáreas de terrenos que tan esenciales son para el bienestar de la población rural. Esto es especialmente grave en países que tienen una elevada densidad de población, como en el caso de Puerto Rico, El Salvador, Haití y parte de Venezuela.

El técnico forestal que visita la América Latina se sorprenderá al darse cuenta de la importancia que tienen los problemas de la reforestación. La explotación desordenada de los bosques aunada al sobrepastoreo, ha puesto en peligro la estabilidad de los suelos y de las cuencas, y ha ocasionado además una escasez muy seria de madera aserrada en las grandes cuidades, debido al hecho de que los recursos forestales cercanos se han agotado, y a que las grandes extensiones de bosques que el país ano pueda poseer son tan inaccesibles que prácticamente son inaprovechables para satisfacer las necesidades inmediatas. Los incendios, va sean accidentales o provocados, son una causa adicional de la deforestación.

Industrias Forestales

En algunos países las dependencias gubernamentales que tienen incumbencia en los problemas de la agricultura y las industrias forestales han estado tratando de reunir información sobre las cantidades de madera requeridas, la producción actual de los aserraderos y de las fábricas que utilizan madera, y las posibilidades que presentan los mercados interiores y exteriores para los productos forestales. Tales estudios se han hecho en Chile, en Puerto Rico y en la República Dominicana, pero en la mayoría de los casos no se dispone de datos al respecto. En otras naciones ya se empieza a apreciar el valor de esta información como base necesaria para la formulación de los planes de expansión de sus industrias forestales. Los Gobiernos se han principiado a dar cuenta de que los recursos forestales pueden ser una fuente importante de divisas extranjeras, que tan necesarias son, y por esta causa están estableciendo servicios de estadística encargados de reunir esos datos.

En sus esfuerzos para obtener datos tanto sobre los recursos como sobre las industrias forestales, los gobierno tienen ante sí el serio problema de conseguir suficientes técnicos preparados para realizar la labor. Afortunadamente, muchos gobiernos se percatan cada día más de la importancia de proporcionar entrenamiento especial a jóvenes de talento, enviándolos al extranjero para que continúen sus estudios y confiándoles, a su regreso, cargos de responsabilidad. Estos jóvenes necesitarán toda la ayuda que puedan obtener de sus colegas en otros países y de organizaciones internacionales como la FAO.

INTERÉS Y LABOR DE LOS GOBIERNOS

Política y Legislación

La mayoría de los funcionarios gubernamentales que fueron consultados durante la gira, expresaron interés en la silvicultura y se mostraron optimistas acerca de la posibilidad de que sus gobiernos traduzcan este interés en acción práctica. Países tales como México y el Brasil y en menor escala otros, ya han formulado normas de política en cuanto al interés público en los recursos forestales, adoptando a continuación leyes especiales o códigos forestales para reglamentar los métodos de explotación. Desgraciadamente. en algunos ocasiones, la población no observa los decretos y leyes ya promulgados, en cuyo caso los Gobiernos deben hacer un esfuerzo muy serio para educar a los habitantes sobre la necesidad de observar tal legislación. Otras veces no se hace cumplir la ley por falta de personal adecuado. La mayor parte de los países expresaron su interés en recibir consejos de la FAO, referente a los principios básicos que deberán ser incluidos en la legislación sobre conservación de los recursos forestales.

Educación

En años recientes algunos Gobiernos han empezado, a incluir en los programas de las escuelas elementales la enseñanza sobre la conservación. Medidas de esta naturaleza son muy necesarias si se quiere que la nueva generación mejore los métodos seguidos por sus mayores. Existe un interés creciente por la enseñanza en general, y a medida que se construyen más escuelas y se dispone de mayor número de profesores, la inclusión de los estudios de conservación, cuando menos en las escuelas primarias, habrá de producir resultados positivos en la conservación de suelos, aguas y bosques.

Se están haciendo algunos esfuerzos, como en el caso de la Argentina, por educar al público en general a ser cuidadoso con el fuego. En otros países, mediante el sistema de parques y bosques nacionales, se enseña al público apreciar el valor de los bosques. Existe igualmente un buen número de asociaciones particulares que están interesadas en fomentar la conservación de los bosques, y se nota un interés creciente por este tipo de actividades. Por supuesto, esto es una empresa a largo plazo, pero por fortuna muchos países ya la han principiado.

En prácticamente todos los países, el más grave problema en el campo de la educación es el encontrar técnicos preparados, como ya se mencionó anteriormente. Existen muy pocos centros formales de educación y adiestramiento forestales en la América Central y del Sur. En muchos países los colegios de agricultura preparan agrónomos y proporcionan cursos en dendrología y tecnología de la madera, con el fin de preparar a los jóvenes que han de trabajar en los servicios gubernamentales de silvicultura. Recientemente, sin embargo, como en el caso de la Universidad de Buenos Aires, en la Argentina, y la Universidad de Río de Janeiro, en el Brasil, los técnicos forestales del gobierno, además de sus labores ordinarias, han empezado a impartir cursos avanzados sobre silvicultura a los estudiantes que están interesados en llegar a ser silvicultores. No obstante, en la actualidad. la mayoría de los técnicos forestales han recibido su preparación en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos, y en algunos casos en Italia, Alemania o Suecia. Existe un interés muy considerable por el establecimiento de escuelas locales de silvicultura. Cuba ya cuenta con una escuela de silvicultura, y Chile ha iniciado también una institución similar en Victoria. Los planes de estudio de las escuelas en Buenos Aires y en Río de Janeiro podrían ser ensanchados para conferir en ellas títulos en silvicultura. Sin embargo, mientras no se haga esto, la mayoría de los países probablemente desearán continuar enviando mayor número de jóvenes a estudiar al extranjero.

Un tipo de educación ligeramente diferente se encuentra en la etapa de elaboración en el Instituto de Ciencias Agrícolas de Turrialba, Costa Rica. Aquí el esfuerzo se centralizará en el desarrollo de un entrenamiento vocacional en silvicultura, con el fin de preparar a los estudiantes para una clase de trabajo general de guardabosques, operaciones de corte y transporte de trozas y aserrado, a diferencia del entrenamiento técnico o profesional descrito en párrafos anteriores. Se sabe que Venezuela tiene en proyecto mandar próximamente un grupo de estudiantes a Turrialba para que reciban ese entrenamiento en agricultura y silvicultura vocacionales. Un tipo similar le escuela vocacional fué iniciado recientemente en Temuco, Chile, para estudiantes chilenos; y una escuela más o menos de la misma índole está funcionando en Iquitos, Perú.

Toda clase de educación requiere indudablemente considerables erogaciones y algunas de las compañías particulares más emprendedoras, como en el caso de Chile y la Argentina, están enviando jóvenes al extranjero para que se preparen, con el entendimiento de que a su regreso al país de origen trabajarán para la empresa privada que les costeó sus estudios y su viaje. Se dispone también de un buen número de becas para entrenamiento en agricultura y silvicultura, suministradas mediante arreglos celebrados entre los Estados Unidos y los países de la América Latina. En general, los Gobiernos están ansiosos de aprovechar estas becas, seleccionando jóvenes que se comprometan a prestar sus servicios al Gobierno por períodos determinados, al terminar sus estudios en el extranjero.

Se observó un interés considerable en la formación de bibliotecas sobre silvicultura técnica, especialmente en los centros locales de entrenamiento. Tal esfuerzo debe merecer toda la ayuda posible de la FAO y de las organizaciones profesionales y científicas de todos los países.

Servicios Forestales

El estado de los servicios forestales gubernamentales ha fluctuado considerablemente en los países latinoamericanos, de acuerdo con el interés que le han otorgado las diferentes administraciones. Se han dado casos en que los servicios forestales han sido ensanchados por una administración, sólo para ser disueltos por la siguiente. Afortunadamente, el interés expresado en esta clase de labores por la gran mayoría de los funcionarios gubernamentales entrevistados durante el curso de estas giras, promete un futuro más estable para los servicios forestales en esos países. Por supuesto que en algunas naciones no existen Servicios Forestales y, desafortunadamente, es en ellas donde los bosques, si fueran atendidos adecuadamente, podrían prestar una contribución efectiva a la economía del país. Tanto Argentina como Brasil tienen servicios forestales comparativamente importantes, pero cuentan únicamente con un limitado número de silvicultores preparados. En otros países, el pequeño número de silvicultores preparados se encuentra dividido entre los diversos Ministerios, cuyas funciones no están íntimamente relacionadas en lo que respecta a la silvicultura del país. Consecuentemente, numerosos funcionarios gubernamentales expresaron la necesidad de reorganizar esos servicios de silvicultura y concentrar en esos países los servicios de los técnicos con que se cuenta en materia de silvicultura. En lugares donde los terrenos forestales del Estado han sido reservados como Bosques Nacionales o Estatales, la principal función del Servicio Forestal es la administración adecuada de dichos terrenos. En algunos casos, como en Puerto Rico, y las Guayanas Inglesa y Holandesa, los silvicultores son responsables de los métodos de corte que se emplean en las concesiones otorgadas a los explotadores particulares. En otros lugares, su función se limita simplemente a medir el volumen de los productos que se extraen de los bosques, como base para el cobro de los impuestos. No obstante, en la mayoría de los casos, no se dispone de personal suficiente ni aún para ejecutar esta función y, a juicio de los silvicultores locales, el control de los cortes de madera en los terrenos nacionales no es satisfactorio.

Vista panorámica de la región Nahuel Huapi, en Argentina. Los árboles son Nothofagus sp.

Un magnifico ejemplar de caoba en el sur de México. Los árboles de caoba se encuentran ampliamente diseminados en todo el bosque, pero con frecuencia no se encuentra más de un ejemplar como éste en cada hectárea.

Trabajos de Investigación en Materia de Silvicultura

Los trabajos de investigación en materia de silvicultura, como actividad gubernamental, no han progresado mucho en la mayoría de los países. En Puerto Rico, la Estación Experimental de Bosques Tropicales ejecuta trabajos en reforestación, silvicultura e inventarios forestales. En la Guayana Inglesa y en Trinidad, se han coleccionado muestras de maderas para su identificación y prueba y se han hecho estudios sobre plantaciones y prácticas forestales. En la República Argentina se ha iniciado algún trabajo de investigación sobre siembras forestales, y realizado una cantidad considerable de trabajo en relación a la tecnología de la madera. En Brasil se han probado muestras de madera en el Instituto de Tecnología de Sao Paulo, y se realizan trabajos experimentales sobre reforestación con el Pino de Paraná. Se están elaborando proyectos en varios países, notablemente en Chile, Argentina y Colombia, para el desarrollo de programas de investigación de gran alcance. En Tingo María, Perú, se ha establecido una estación agrícola experimental con este propósito. Este centro de investigación cuenta con un personal integrado por científicos peruanos y estadounidenses que, entre otras cosas, realiza estudios sobre los métodos de plantación, viveros forestales y cultivo de la quina. En Bolivia se encuentran en su etapa inicial actividades similares.

En varios de los países de la América Latina no se ha desarrollado en escala considerable, hasta el presente, el servicio de consulta, mediante el cual el personal técnico resuelve las dudas y los problemas de los concesionarios y de los propietarios particulares. Existe interés por este tipo de trabajo y varios Gobiernos han declarado que tienen el proyecto de aumentar su personal de técnicos forestales, para que esto sea una realidad. Un gran número de miembros de las industrias que utilizan madera estiman que esta ayuda sería sumamente útil, en especial para la resolución de los problemas que se presentan al aserrar y secar la madera. En la Guayana Inglesa, por ejemplo, se espera utilizar el servicio de un especialista en aserraderos para asesorar a los dueños de los aserraderos del país.

Trozas grandes de aguacatillo, Guayana Inglesa. Las trozas son frecuentemente desbastadas y escuadreadas para facilitar su transporte desde los bosques.

En Chile, los incendios en los bosques destruyen una cantidad de madera tres veces mayor que la que el país consume anualmente.

El problema de la protección contra incendios, insectos y enfermedades, ha sido objeto de diversa atención en los diferentes países. Afortunadamente, los insectos y las enfermedades que atacan los bosques no han alcanzado proporciones epidémicas en ninguna de las naciones que fueron visitadas, pero los incendios sí constituyen un problema muy serio. Esto es especialmente cierto en Chile, en donde se dice que los incendios destruyen más de tres veces y media el volumen de árboles maderables que se corta anualmente para la obtención de productos forestales. En otros casos la agricultura nómada, que se hace a base de limpias mediante el uso del fuego, ocasiona muy serios daños a los bosques. Este problema es especialmente grave en Puerto Rico y en algunas partes de la América Central.

El problema íntegro que presenta el proyecto del aprovechamiento de la tierra requiere, como se ha dicho en repetidas ocasiones, ser estudiado conjuntamente por agrónomos, agrólogos, ingenieros y técnicos forestales. Muy a menudo se han proyectado y puesto en práctica planes destinados a lograr un mejor aprovechamiento de las tierras, sin consultar el parecer de todas las partes interesadas. La mayoría de los funcionarios forestales estiman que pueden aportar alguna contribución al desarrollo de tales programas, y expresaron la esperanza de que en el futuro serían consultados.

INICIATIVA PRIVADA

En la mayoría de los países, los propietarios de aserraderos se han conformado con comprar las trozas en el aserradero o en los ríos y por lo tanto no se han interesado en las operaciones de corte y transporte de las mismas ni en los trabajos de reconocimiento. Una excepción ocurre en Brasil, Chile y Colombia, en donde los propietarios de aserraderos son al mismo tiempo dueños de los bosques y llevan a cabo las operaciones de corte y transporte de la madera. Estas operaciones podrían ser planeadas de manera más económica en todos los países, si se dispusiera de los informes obtenidos mediante exploraciones de reconocimiento. Actualmente, se está llevando a cabo en Chile esta labor de reconocimiento para que sirva de base a nuevas instalaciones de corte y de aserrado. Durante el período de 1941 a 1945, el Gobierno de los Estados Unidos cooperó con los países de la América Latina, enviando técnicos preparado a, localizar las fuentes potenciales de especies que se necesitaban con suma urgencia, como la balsa la quina Otros trabajos de esta naturaleza progresarían por sí solos si lis empresas industriales privadas pudieran obtener los servicios de técnicos adiestrados.

La construcción de caminos y senderos es un problema muy serio que ha empezado a recibir atención en algunos países, como el Perú y Bolivia.

El corte y transporte de trozas se ha venido haciendo, en la mayoría de los casos, sin tener en cuenta la productividad futura de los bosques. En el caso del Pino del Paraná en Brasil, por ejemplo, los árboles ,han sido cortados cuando su diámetro máximo es de 30 ó 35 centímetros, lo cual en muchos casos equivale a una tala total. En la cuenca del Amazonas, el corte se ha hecho a base de selección cuidadosa, removiendo simplemente los árboles de caoba y cedro que ocasionalmente se encuentran, los que en algunas casos solamente llegan a tres o cinco árboles por hectárea. En partes de Chile el método de corte a mano y el acarreo con bueyes imponen un tipo de corte selectivo, pues es necesario dejar sin cortar árboles demasiado grandes. Donde se emplean sistemas mecánicos, el bosque maderable ha sido arrasado y se ha causado un daño considerable a los árboles jóvenes. Es necesario asesorar a las empresas industriales privadas en los métodos apropiados de corte para prevenir los daños que se causan a los árboles jóvenes, y especialmente para evitar daños más serios a las cuencas. Los métodos primitivos de trabajo manual que se emplean, especialmente en la cuenca del Amazonas, aunque también en Surinam y la Guayana Inglesa, han requerido que se haga a mano el escuadreo y el achaflanado de las trozas, dando por resultado un gran desperdicio de madera útil que queda abandonada en los bosques. También la explotación de las especies más valiosas ha dado por resultado que las especies de menos valor que han quedado en los bosques no puedan ser explotadas con tanta utilidad como sería el caso si en las operaciones originales de explotación se hubieran cortado todas las especies vendibles. En virtud de la muy frecuente escasez de jornaleros, en casi todos los países se necesitan con suma urgencia equipos mecánicos para el corte y transporte de trozas.

Trozas de álamo, Populus nigra italica. Esta madera se emplea en la fabricación de fósforos en Chile.

La mayoría de los aserraderos instalados en toda la América Latina tienen maquinaria muy anticuada. Existen algunas sierras circulares fabricadas en los Estados Unidos, las cuales producen mejor madera con más rapidez pero con desperdicio mucho mayor. En la mayor parte de estos países, la necesidad de usar leña para combustible ha proporcionado un mercado apropiado para las tablas de desecho y otros desperdicios de los aserraderos. Se observa un interés creciente en la instalación de bordeadoras y desbastadoras, pero todavía es muy escasa esta clase de equipo. En numerosas instalaciones de la costa occidental de la América del Sur, las compañías madereras simplemente vuelven a aserrar y a cepillar las trozas de abeto Douglas procedentes de los Estados Unidos o del pino Araucaria que reciben de Chile. Hay muy pocos hornos de secar madera y hace falta mucha información sobre los procedimientos de secar al aire y mediante el uso de hornos. Se necesita también, urgentemente, equipo moderno para las aserraderos y los fabricantes que puedan prometer una pronta entrega encontrarán un amplio mercado.

Existen algunas plantas para la manufactura de madera multilaminar en Chile, Argentina y Brasil, que producen cantidades considerables de ese material para el consumo local. En la mayoría de los casos se utilizan métodos de compresión en frío, con pegamento de caseína. Algunas nuevas fábricas modernas están ya en operación o en vísperas de ser instaladas, especialmente en Chile y en Brasil. Serían de mucha utilidad en esos lugares los consejos de técnicos en la fabricación de madera multilaminar y en el uso de los pegamentos necesarios en este proceso de fabricación. Las fábricas de pulpa y de papel en Chile, Argentina y Brasil son bastante modernas y en la mayoría de los casos se han empleado técnicos muy bien preparados. Se tiene gran interés en las fábricas de transformación química de la madera y varios países, especialmente Chile, han elaborado proyectos para la instalación de las mismas.

El viejo método de transportar trozas con tiros de bueyes, en Honduras Británica (Belice). En algunos lugares el equipo mecánico moderno ha reemplazado estos métodos anacrónicos.

ASOCIACIONES INDUSTRIALES Y SINDICATOS OBREROS

En la mayoría de los países las industrias que preparan o utilizan la madera no se han organizado en asociaciones industriales. Se encuentran excepciones a esta regla entre los productores del Pino del Paraná en Brasil y en la Guayana Inglesa, pero hay mucho campo para la organización de esta clase de asociaciones, con el fin de uniformar las dimensiones y grados de prácticamente todos los tipos de productos forestales.

Las organizaciones obreras están tomando incremento en muchos países, especialmente en Chile. Sin embargo, los trabajadores que laboran en los bosques no se han organizado en la misma escala que los trabajadores de las minas o de las industrias de transportes La mayor parte de las organizaciones están integradas por obreros que trabajan en los aserraderos y en las fábricas de madera multilaminar, y en menor escala por las leñadores y acarreadores de trozas.

El movimiento sindical se ha desarrollado más en México, Chile, Venezuela y en menor grado en Argentina y Brasil. En la Guayana Inglesa, el Sindicato de Trabajadores Madereros logró, mediante negociaciones, mejores sueldos y condiciones de trabajo.

PROGRAMAS ESPECIALES

Un nuevo acontecimiento de importancia en varios países, principalmente en Chile, Venezuela, Bolivia, Colombia, Perú y Puerto Rico, ha sido la formación de Corporaciones de Fomento, como agencias gubernamentales independientes, que dependen directamente de los Presidentes de los países en cuestión. Estas organizaciones disponen de sus propios fondos o pueden solicitar préstamos de los bancos locales o extranjeros y de las organizaciones internacionales para financiar la preparación de planes, así como las labores de construcción y operación de toda clase de empresas agrícolas e industriales. Su propósito principal es iniciar nuevas industrias y, en algunos casos, procurar que éstas sean finalmente controladas y operadas por capital privado. En la mayoría de los casos los funcionarios de dichas corporaciones son técnicos jóvenes, de iniciativa y prometen realizar un ensanchamiento importante de las industrias forestales.

En años recientes la Oficina de Relaciones Agrícolas Exteriores del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ha iniciado programas cooperativos de investigación científica y de divulgación en colaboración con algunos de los países de la América Latina, con el fin de preparar técnicos para que se hagan cargo del trabajo de las estaciones experimentales que la propia oficina establezca. Ya existen dichas estaciones en varios países, incluyendo Brasil, Costa Rica, Perú y Bolivia. Sus programas son principalmente de cultivos agrícolas, pero también tienen especial interés en investigaciones científicas de carácter forestal, a los que esperan dedicar mayor atención.

Parte superior: Afilando una sierra de mano con lima en Trinidad. Con esta sierra operada por dos hombres, pueden obtenerse tablas de las trozas debastadas.

Parte inferior: Troza de roble siendo descortezada a machete, cerca de la Carretera Panamericana en Costa Rica. Las muestras obtenidas son enviadas a los laboratorios en los Estados Unidos para el examen de su contenido de tanino.

Una pequeña población alrededor de un aserradero carga vida económica depende de los bosques en las laderas próximas. La estabilidad de dicha comunidad requerirá el ajuste a un plan cuidadosamente elaborado en las operaciones de corte, para lograr un rendimiento permanente.

El Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de Turrialba, Costa Rica, que es sostenido por la mayoría de los países latinoamericanos, lleva a cabo trabajos de investigación agrícola y espera desarrollar también un programa vocacional y técnico de entrenamiento en silvicultura, así como realizar trabajos de investigación forestal.

La Comisión del Caribe está integrada por el Reino Unido, los Estados Unidos, Francia y los Países Bajos, que son los países que tienen posesiones en la región del Caribe. La Comisión trata de promover el intercambio de información técnica y el uso de las facilidades de la investigación científica entre las colonias y ha invitado a participar en estas labores a las repúblicas independientes de la zona del Caribe.

La Corporación Internacional de Economía Básica es una derivación del trabajo del Coordinador de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos y tiene como objetivo el promover nuevas empresas agrícolas e industriales para satisfacer las necesidades internas de los países, con la idea de que posteriormente pasen a la propiedad del capital del respectivo país. Actualmente ha establecido corporaciones locales en Venezuela y en Brasil. La Corporación de Venezuela está interesada en empresas forestales y coopera muy estrechamente con la Corporación de Fomento de Venezuela.

La Unión Panamericana está desarrollando una función muy valiosa al actuar como centro de recolección y de distribución de información entre las repúblicas latinoamericanas y está muy interesada, entre otras cosas, en los trabajos de conservación y en el mejoramiento de la agricultura y la silvicultura. Sus funcionarios que tienen a su cargo los servicios de agricultura y conservación han prestado muy valiosa cooperación a la FAO en la promoción de su trabajo.

Como resultado del interés mostrado por varias naciones de la América del Sur y de los esfuerzos de la Organización Educacional, Científica y Cultural de las Naciones Unidas (UNESCO), el Instituto Amazónico Hyleano está formulando un programa educativo y de investigación para la cuenca del río Amazonas.

Existen otras organizaciones interesadas en efectuar expediciones especiales de exploración a la América Latina entre las que se cuentan el Jardín Botánico de Nueva York y la Universidad de Yale, que lleva a cabo una expedición en la Guayana Inglesa y en Surinam para recolectar e identificar especies forestales y de otras plantas.

Es evidente que la solución de muchos de los problemas aquí mencionados requiere un esfuerzo mayor del que cada país podría realizar por sí solo. Es esencial considerarlos desde un punto de vista internacional y de estrecha colaboración entre las naciones interesadas. Siguiendo las recomendaciones del Subcomité de Bosques Inexplotados, la Dirección de Silvicultura y Productos Forestales de la FAO contribuirá a la solución de estos problemas, principiando por convocar a una Conferencia Latinoamericana de Silvicultura y Productos Forestales. Esta Conferencia tendrá que definir con claridad los problemas comunes tales como: el levantamiento de inventarios de los recursos forestales y su potencialidad industrial; pruebas de las especies manderables; análisis de los mercados; incremento de la explotación racional de los bosques; promulgación de una legislación adecuada; el mejoramiento de la enseñanza; y el fortalecimiento de la organización administrativa. Posteriormente, cuando se establezca la Oficina Regional Latinoamericana de la FAO, ella cooperará con las naciones respectivas en el estudio de aquellos problemas que durante la Conferencia se decidan como de más urgencia y más generalizados. La próxima Conferencia encierra, por lo tanto, la clave del trabajo futuro que la FAO pueda desarrollar en la América Latina, en favor de la Silvicultura y la Conservación.

Las fotografías que aparecen en este articulo se deben a la cortesía de la revista "El Ingeniero Militar"; del Servicio Forestal de los Estados Unidos de América; de la Embajada Argentina en Wáshington; del Sr. Tom Gill; y de los Sres. Eduardo Torricelli y Victor Bianchi, del Departamento Forestal de Chile.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente