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Crítica Bibliográfica

Road to Survival (La Ruta Hacia la Supervivencia), por William Vogt. 325 paginas. 4.00 dólares. William Sloan Associates, New York, 1948.

Este libro trata de las "relaciones del hombre con el medio ambiente, el que ha determinado poderosamente muchos de los dilemas e incertidumbres que se presentan hoy día y que, si no es objeto de nuestra atención, destruirá casi con toda certeza nuestra civilización". Como lo imaginarán los lectores del artículo anterior del Sr. Vogt que apareció publicado en el Vol. II Núm. 1 de UNASYLVA, el tema es tratado enérgica, dramática y directamente, con un candor sin precedente. Es un amplio y poderoso relato de lo que el hombre ha hecho y está haciendo en contra suya al continuar dañando o destruyendo los últimos recursos que le quedan para poder sobrevivir: el suelo y los productos útiles que el mismo rinde.

La alteración del equilibrio ecológico, tan ampliamente extendida y en aumento, ha sido originada por diversos factores, entre otros el corte imprevisor y los incendios de los bosques, el pastoreo excesivo, la quema de pastizales y la labranza de los terrenos inclinados. La práctica de usar los terrenos con fines a que no han sido naturalmente destinados ha tenido un efecto contraproducente de gran trascendencia. Todavía prevalece en una escala muy generalizada la práctica de la agricultura nómada, que implica el des monte de bosques situados en terrenos inclinados para dedicar la tierra a labores agrícolas, las que necesariamente sólo podrán tener corta duración. Tales sistemas de destinar la tierra a usos temporales y perjudiciales han dado por resultado que se reduzca la capacidad de la misma para proporcionar sustento al hombre y en consecuencia que se aumente la resistencia del medio ambiente al esfuerzo del hombre en ciertas zonas. En las regiones poco pobladas se podrían dejar los terrenos dañados en descanso durante un período de tiempo lo suficientemente largo para rehabilitar el suelo; pero en un mundo en que la población ha aumentado tan excesivamente durante el último siglo, el número de países en que ya no se podrá seguir este procedimiento es cada vez mayor; el ajuste defectuoso del hombre al medio ambiente es ya desesperante, y el único remedio radica en la pronta adopción de medidas enérgicas de conservación. A los ejemplos ya familiares que se presentan en China y la India, el autor agrega algunos menos conocidos que se observan en varios países de la América Latina que están en situación igualmente crítica. Llama poderosamente la atención el aumento de los habitantes, especialmente en las regiones donde es mayor el desequilibrio entre la población que se multiplica y los recursos que disminuyen rápidamente. ¿Cuál es la razón para que se continúen poniendo en práctica métodos que evidentemente mantienen en marcha ascendente la espiral de la autoexterminación? Parece que el autor opina que la respuesta radica fundamentalmente en el concepto erróneo y egoísta que se tiene de la tierra como una fuente de riqueza explotable para beneficio del individuo más bien que como la fuente permanente de riqueza efectiva para todos. Los varios grupos que siguen manteniendo esta actitud son objeto de una vigorosa censura de parte del autor.

¿Queda alguna esperanza? La respuesta es afirmativa, aunque el camino del restablecimiento del equilibrio ecológico será lento, arduo y costoso. "El programa de conservación deberá estar basado en tres puntos: la investigación, la educación y la aplicación práctica de medidas en el terreno. Todas estas actividades deben ser llevadas a cabo simultáneamente". Apenas se sugiere ligeramente el contenido y método de estos programas, tanto en lo que se refiere a la acción nacional como a la internacional. Varias naciones han resuelto en cierta medida el problema de la relación entre el hombre y la tierra, especialmente Francia, y su ejemplo y los detalles de los progresos alcanzados constituyen el otro aspecto del problema. La destrucción y la ruina son considerables, pero el mundo necesita también del estímulo que pueden proporcionar los programas nacionales de conservación efectivos. Queda para otro libro la tarea de realizar un estudio sobre los remedios, que sea tan profundo como el que el autor ha hecho del diagnóstico.

Los silvicultores encontrarán que las ideas y conceptos fundamentales que ellos sustentan constituyen la base del pensamiento del Sr. Vogt. En el adiestramiento de los silvicultores se espera que éstos hayan de adquirir cierto conocimiento acerca del rendimiento permanente el rendimiento normal, la capacidad de la tierra, el valor de los bosques como elementos protectores en el mantenimiento del control del medio ambiente, la sensibilidad de los tipos naturales a las alteraciones violentas la dura realidad de las leyes biológicas fundamentales y especialmente acerca de la unidad y la indivisibilidad de los problemas de la tierra y su conservación. El interés muy singularizado en sólo ciertos aspectos particulares del problema, bien en los bosques, los pastizales o las tierras de labranza, conduce casi con seguridad a la deplorable situación actual en que se ha descuidado el panorama general. El autor tiene la esperanza de que muchas otras personas, los elementos dirigentes, legisladores y educadores, los que explotan la tierra, así como la población urbana que sin saberlo depende de la tierra, comprenderán estas verdades esenciales y harán que se pongan en práctica las medidas necesarias ahora que todavía hay tiempo.

Este es en síntesis, el contenido de un libro escrito con una misión: la de despertar el interés en las personas responsables para que reconozcan inteligentemente y con conocimiento de causa la gravedad y urgencia del problema y tomen medidas efectivas en defensa de sus propios intereses.

Aerial Photographs in Forestry (Las Fotografías Aéreas y la Silvicultura) por Stephen H. Spurr, 327 páginas 6.00 dólares. The Ronald Press Company, New York, 1948.

El propósito del autor, según él mismo lo expresa, ha sido reunir en una sola obra la información existente acerca del uso de la fotografía en el levantamiento de mapas e inventarios forestales, así como en otras fases de la administración silvícola. Aunque el uso de la fotografía aérea en la silvicultura se desarrolló durante el período comprendido entre las dos guerras mundiales, fué sólo en los últimos años que la nueva técnica de levantar mapas y calcular la madera ha merecido la aceptación universal de los silvicultores en la América del Norte. En la obra se trata de los diferentes tipos de fotografías aéreas, las clases de películas y filtros que deben ser empleados para obtener las mejores clases de fotografías aéreas para uso forestal, la época más adecuada para tomar las vistas, así como los asuntos relativos a la escala y los métodos de tomar en la práctica las fotografías. También se consideran los problemas que se presentan en el reconocimiento y la composición de mapas con base en las fotografías tomadas desde el aire. Se discute en detalle el uso del estereoscopio y otros instrumentos empleados para trasladar los datos planimétricos y topográficos de las fotografías a los mapas. Se reseñan varias técnicas y principios de la interpretación fotográfica así como los métodos para la identificación de diversas clases de información de particular interés para los técnicos forestales. Algunos capítulos separados se refieren a la localización, las especies de árboles, la densidad del bosque y el diámetro de copa, la altura de los árboles y las superficies.

La parte final se refiere a las aplicaciones silvícolas, incluyendo el mapeo forestal y la estimación del volumen de madera hecha directamente de la fotografía, y contiene discusiones acerca del uso de las fotografías y de los mapas preparados con las mismas en el control del inventario forestal que se está levantando en el campo.

Entre las ilustraciones se incluyen numerosos ejemplos de diferentes tipos de fotografías aéreas así como figuras de instrumentos y equipo modernos. El libro servirá como un valioso texto para estudiantes de la materia y contiene mucho material de interés para el profesional experimentado en esta técnica relativamente nueva.

Forest Protection (La Protección del Bosque), por Ralph C. Hawley y otros, 355 páginas, 4.00 dólares, John Wiley and Sons, Inc., New York.

Se acaba de publicar la segunda edición de este libro, escrito por los señores Ralph C. Hawley, Morris K. Jesup, profesor de Silvicultura de la Universidad de Yale, y Paul W. Stickel, profesor asistente de Silvicultura de la Universidad de Massachusetts. Es un libro de texto corriente.

Soil and Water Conservation in the Punjab (Conservación del Suelo y del Agua en Punjab), por R. Maclagan Gorrie, D.S.C., F.R.S.E., Indian Forest Service. 290 páginas, publicado por el autor, 1946.

Este libro, escrito por un autor cuyos trabajos anteriores sobre la misma materia son bien conocidos, es más que un estudio limitado a ciertos problemas de esa región de la India. Es una relación de los diferentes métodos que el hombre ha ideado para obtener el máximo uso y beneficio del agua que se precipita sobre su tierra, así como de las medidas tomadas para reparar el daño causado por estas aguas al arrastrar el suelo mismo. Aunque la propia experiencia del autor en Punjab - donde todos estos problemas, junto con la erosión del viento, son vitales - constituye la base principal de su obra, también ha obtenido él mucha información de la bibliografía norteamericana sobre la materia, así como de la experiencia adquirida por él mismo durante los viajes de estudio que realizó en los Estados Unidos.

Después de una breve reseña de las características generales de la erosión y una clasificación sumaria de los métodos de control, los primeros capítulos del libro están destinados a describir el cultivo que se hace siguiendo las curvas de un mismo nivel y en terrazas, la aplicación de estos métodos a las tierras cubiertas de bosques y de pastoreo y la administración de los terrenos de pastos para protegerlos de la erosión. Luego sigue un capítulo notable en el cual el autor estudia el ciclo natural de la evolución del agua en el suelo, en el aire y sobre la superficie del terreno, prestando particular atención a la nieve. Un capítulo breve y claro ofrece información muy útil sobre el costo y sobre el equipo mecánico moderno empleado en las labores de restauración del suelo, así como un estudio detallado de los diferentes métodos de obtener el máximo aprovechamiento del agua en las regiones áridas, mediante el almacenamiento o la desviación del curso natural para el riego.

Al leer las primeras páginas el lector se sentirá defraudado al ver que el autor no adopta una posición más firme acerca de la primacía que debe concederse a las obras de restauración y estabilización en las cabeceras de las corrientes de agua. En las regiones montañosas de Europa, tales como Suiza, Italia, Austria y Francia, donde este asunto es a menudo apremiante, existe la opinión casi unánime de que los trabajos realizados en las partes bajas de los torrentes y ríos para proteger los caminos, ferrocarriles, aldeas o grandes extensiones cultivadas, constituyen un desperdicio de dinero mientras la causa no sea controlada en su origen, es decir, en las vertientes.

Sin embargo, en el último capítulo, que con mucha certeza ha titulado "Coordinación", y que es realmente la clave de todo el libro, el señor Gorrie corrige esta impresión y fija todos los elementos del libro dentro de su propia perspectiva. Aboga porque se adopten planes lógicos basados en un conocimiento detallado y exacto, asegurando la coordinación de todos los esfuerzos tendientes a conservar esos dos recursos esenciales para el hombre - el suelo y el agua - que a menudo accionan el uno contra el otro. Es esencial hacer planes básicos para una zona de drenaje completa. Esto sería difícil de lograr en los países que tienen una densa población y una civilización avanzada, circunstancias que sin lugar a dudas requerirían que los planes de esta naturaleza se limiten a depósitos más pequeños, tributarios o subtributarios de los valles más grandes. Pero esto es también difícil de realizar cuando estos valles mayores forman parte de varios países, y aquí quizás las organizaciones internacionales tienen un papel que desempeñar, como el autor lo declara al aludir a la FAO. No obstante, el principio que él sustenta tiene sin duda fundamento y es el único con que puede lograrse algún adelanto en los problemas vitales considerados en este libro.

Las circunstancias han obligado a los técnicos forestales de la India a interesarse directamente en estos problemas, y aun en muchos casos a convertirse en el alma de las actividades de la rehabilitación agrícola, pastoral y silvícola, pero muchos técnicos forestales en otras regiones y países todavía no reconocen el papel que corresponde a los bosques en la economía general. En un momento en que el desenvolvimiento de los países tropicales y la transformación económica de otras naciones están acentuando la importancia del estudio del aprovechamiento de la tierra, es esencial que los técnicos forestales se den cuenta de la trascendencia del problema y no se queden enmarcados por las fronteras de sus bosques.

Instability of Forest Land Ownership in Western Oregon and Washington. 1932-41 (Inestabilidad de la Propiedad Forestal en el Occidente de Oregón y Wáshington), por Sinclair A. Wilson y Paul E. Malone. Pacific North-west Forest and Range Experiment Station, Portland, Oregon.

La buena administración forestal por parte de los propietarios de bosques privados se ve grandemente afectada, entre otras cosas, por la continuidad de la propiedad. En este informe los autores tratan de la restitución al estado de los bosques privados que ha tenido lugar a causa de la falta de pago de los impuestos, especialmente durante el cuarto decenio, en una importante región forestal de los Estados Unidos Entre los factores analizados por los investigadores que parecen haber ejercido una influencia importante en la inestabilidad de la propiedad durante la depresión económica de los períodos anteriores a la Segunda Guerra Mundial y posteriores a 1941 se encuentran las siguientes: (a) los propósitos de la propiedad (incluso un análisis de la campaña en pro de la finca forestal); (b) el poco cuidado de hacer los cortes de manera que se conserve la capacidad de producción, (c) los incendios y riesgos de incendio, (d) la pequeñez de la unidad de explotación (la inestabilidad es mayor en unidades menores de 2,000 hectáreas), (5,000 acres); (e) el grado de desarrollo industrial (el desenvolvimiento en gran escala vino después de 1940), (f) avalúo excesivo de la propiedad para los efectos del cobro de impuestos (la causa principal), (g) la imposición indebida de una pesada carga de impuestos para el sostenimiento de los servicios proporcionados por los gobiernos locales; (h) diferencias entre el sistema de financiación estatal y el de los condados (i) las prácticas defectuosas de recolección de productos.

Entre las medidas propuestas se considera la formulación de planes más completos acerca del aprovechamiento de la tierra, el mejoramiento de las prácticas de corta, un control más efectivo de los incendios, la disminución de los desperdicios, la simplificación de la estructura del gobierno local, la modificación de los sistemas locales de rentas fiscales, una mejor administración de los impuestos sobre la propiedad, el desenvolvimiento de las facilidades de crédito forestal, disposiciones acerca del seguro de los bosques maderables y la extensión de la ayuda técnica prestada por el gobierno a los propietarios y explotadores de terrenos forestales.

Annual Report for 1947 of the Pacific Forest and Range Experiment Station (Informe Anual Correspondiente a 1947 de la Estación Experimental de Bosques y Praderas del Pacífico). U.S. Department of Agriculture, Forest Service.

Con base en el cuadro que presenta la administración forestal en los estados de Oregón y Wáshington, se reseñan el trabajo y las realizaciones de la Estación Experimental en tal forma que se acentúa su contribución potencial al mejoramiento de las industrias forestales y a la administración adecuada de los bosques, praderas y vertientes. En una región que abarca considerables extensiones de madera virgen que necesitan caminos de acceso, hay también ejemplos notables de centros industriales madereros donde la capacidad de los aserraderos es excesiva, no sólo para la madera en crecimiento sino también para el volumen a que se tiene acceso. Según el informe "los recursos madereros de la parte occidental de Wáshington y del noroeste de Oregón han sido superexplotados durante años. Esta extracción excesiva está ahora siendo reemplazada parcialmente por la explotación inmoderada del suroeste de Oregón . . . (es alarmante notar) la naturaleza migratoria y transitoria de una gran parte de la capacidad de los aserraderos actualmente instalados".

Es alentador el aumento del número de ingenieros forestales de consultas así como el empleo por parte de las compañías privadas de un número mayor de técnicos forestales, y es de esperarse que "esta tendencia hacia una buena administración llegue a persistir más allá de la prosperidad de que ahora disfrutan las industrias forestales". Como una ayuda en este sentido, la estación ha realizado estudios que demuestran la importancia de la estabilidad de la propiedad de los terrenos forestales y de la estabilidad económica en las operaciones de aprovechamiento, así como de una política de administración maderera que promueva la permanencia de las empresas de utilización integradas.

Se ha dado considerable énfasis a los estudios sobre el costo del transporte de trozas en camiones y vagonetas; la madera secada en estufas; las cajas para el embarque de frutas, la expansión de la industria del enchapado de maderas suaves mediante el uso de chapas procedentes de trozas de baja calidad; el desenvolvimiento de una industria de recortes con objeto de aprovechar los desperdicios del aserradero; fabricación de productos madereros de construcción laminar engomada; el uso de las maderas duras locales para pasta, madera de construcción y chapas; el mayor uso de los desperdicios de los aserraderos, de los desperdicios del corte y transporte de trozas y de las entresacas de segundo crecimiento, en la fabricación de pasta; la utilización de la llamada madera de desperdicio para las plantas de fabricación de materiales de aislación y láminas de cartón grueso empleadas en construcción; la producción de alcohol, melazas y levadura de los desperdicios de la madera y el ensayo de melazas y levaduras de la madera para alimento del ganado en las Estaciones Experimentales Agrícolas de Wáshington y Oregón.

Se continúa el estudio forestal con la recolección de la información estadística requerida por las industrias que emplean madera.

Se lleva adelante la encuesta sobre la administración forestal con el estudio de la corta parcial del abeto Douglas de edad muy avanzada, la administración del abeto Douglas de segundo crecimiento y la silvicultura del pino amarillo (Pinus ponderosa). Se ha establecido en este campo una nueva línea de trabajo con el propósito de que los resultados obtenidos de pequeñas áreas boscosas se traduzcan en operaciones forestales prácticas y se puedan comprobar los resultados de estudios silvícolas, de medición, de control de incendios y económicos a las operaciones de corte y transporte de trozas realizadas en escala comercial. Se está realizando en cuatro bosques experimentales, y se han hecho los arreglos para que se efectúen estudios experimentales de esta clase en otros dos centros.

Notre Forêt (Nuestros Bosques). Por Frank Aubert y Robert-Ch. Gut. 156 páginas, 6 francos suizos. La Librairie Payot, Lausana, Suiza.

En este tratado condensado sobre la silvicultura elemental, los autores hacen una breve reseña histórica de las relaciones de la humanidad con los bosques y describen los efectos de éstos sobre las condiciones económicas y climáticas, los fundamentos del cultivo de los árboles y los elementos básicos de la protección, administración y explotación forestales. Uno de los capítulos está dedicado a la tecnología forestal, pero los que tratan de la política forestal y de las asociaciones comerciales merecen atención especial. En el primero los autores tratan de demostrar qué métodos son los más apropiados en Suiza para la administración racional de los bosques, el desarrollo económico de la producción y la utilización racional y completa de todos los productos obtenidos de los bosques. También se cita el papel digno de mención que ha realizado la Asociación Suiza de Economía Forestal. En el breve capítulo sobre las asociaciones comerciales se hace referencia al movimiento suizo de cooperativas, lamentándose de que este movimiento no haya adquirido todavía la importancia que le corresponde en la economía forestal del país. Los autores creen que un futuro cercano traerá inevitablemente el establecimiento de las cooperativas, agrupando a los propietarios forestales, al personal técnico y administrativo, a los trabajadores forestales, y a los obreros fabriles y tronquistas de las empresas forestales, y consideran que estas cooperativas ejercerán una poderosa influencia para la protección de los bosques suizos.

Tree Management and Marking Rules. Second Growth Douglas Fir. (Normas de Administración y Marqueo de Arboles. Abeto Douglas de Segundo Crecimiento). Por William A. Tinney y Donald B. Malmberg.

Las conclusiones a que han llegados los autores y que han publicado bajo los auspicios del Colegio de Silvicultura de la Universidad de Wáshington y del Consejo Forestal de Skagit, se basan en las investigaciones realizadas en diez parcelas experimentales separadas, localizadas en los condados de Snohomish y Skagit, en el Estado de Wáshington. Merecen especial atención desde el punto de vista práctico los métodos de raleo aplicados a estos crecimientos. Es evidente que, con el agotamiento rápido de los bosques vírgenes del abeto Douglas, las industrias del oeste de los Estados Unidos habrán de descansar cada vez en mayor escala en los bosques de segundo crecimiento. Numerosas extensiones boscosas de las granjas, que a menudo se encuentran situadas sobre suelos excelentes, tienen manchones muy ricos de este tipo. Los propietarios y los técnicos forestales que tienen a su cargo grandes superficies podrán aprovechar claras indicaciones dadas en este libro.

***

Las naciones que aceptan esta Constitución, decididas a promover el bienestar común fomentando de su parte la acción individual y colectiva con el fin de:

elevar los niveles de nutrición y las normas de vida de los pueblos bajo su respectiva jurisdicción;

lograr una mayor eficiencia en la producción y distribución de todos los productos alimenticios y agrícolas;

mejorar las condiciones de la población rural,

y de este modo contribuir a la expansión económica mundial,

establecen por la presente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación..., por cuyo conducto los miembros se informarán recíprocamente sobre las medidas que adopten y el progreso que se alcance en las actividades expuestas en este Preámbulo.

Preámbulo de la Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

Miembros de la FAO

AUSTRALIA
AUSTRIA
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