Página precedente Indice Página siguiente


Los productos forestales de Yugoeslavia

por C. W. SCOTT

Afecto últimamente al Laboratorio de Productos Forestales, Princes Risborough, Inglaterra

Yugoeslavia tiene motivos sobrados para enorgullecerse de sus productos forestales, ya que éstos constituyen uno de sus principales capitales realizables, tanto para el consumo interior como para la exportación. Después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial estos productos eran inapreciables para la reconstrucción del país, bien sea directamente para la construcción de viviendas o como combustible, traviesas de vía y otros bienes de carácter nacional, o como exportaciones a otros países que sienten gran necesidad de madera y que están dispuestos a pagarla con fondos que Yugoeslavia precisa urgentemente. Antes de la guerra la madera de construcción representaba solamente el 15 por ciento de las exportaciones totales del país, pero en 1950 se había elevado a un 33 por ciento en cuanto a su valor. Además, la madera de construcción y los productos derivados de la madera fueron los componentes principales del total de las exportaciones de Yugoeslavia a su mejor cliente, el Reino Unido, durante los años críticos de 194951, representando el 78 por ciento del valor total en 1949, el 74 por ciento en 1950 y el 66,5 por ciento en 1951.

Principales clases de madera

Las maderas yugoeslavas de especies frondosas han gozado de gran fama durante mucho tiempo, sobre todo el roble de Eslavonia de la llanura del Danubio, que posee cualidades de valor especial para las mejores clases de construcción decorativa. Los árboles y trozas suelen ser de magnífico tamaño y forma, y de ellos puede sacarse madera laminada de gran valor decorativo, así como tableros, planchas y entarimados. También el haya yugoeslava goza de merecida fama, tanto por su calidad como por lo sano de su madera y es muy estimada por las variadas aplicaciones a que esta excelente especie se presta. El fresno y el nogal son también otras maderas valiosas, y el álamo, que crece libremente y con rapidez, es asimismo una especie útil.

Las coníferas de Yugoeslavia constituyen una novedad en la Europa Occidental, pero han tenido gran importancia en los últimos años, cuando no era posible abastecerse en las fuentes tradicionales. El abeto del Norte (Abies alba) es la especie principal y alcanza un enorme tamaño, proporcionando tablas anchas de primera calidad y con un número relativamente pequeño de nudos. Otra de las coníferas principales es la picea común de buena calidad, y también existen considerables especies de pino, tanto del grupo nigra, al que pertenece el pino austríaco y el pino corso, y entre las especies ordinarias, sylvestris, el pino Scots o madera roja del Norte de Europa. Las crecientes necesidades de la Europa Meridional y del Oriente Medio, que en su mayor parte son pobres en bosques de coníferas, seguramente absorberán toda la madera blanda que Yugoeslavia pueda reservales durante muchos años.

Distribución de la producción total de madera en el país

Yugoeslavia es una federación de seis repúblicas muy diferentes entre sí por su topografía, así como por su clima y recursos forestales. A continuación se dan cifras aproximadas del volumen actual de producción maderera para cada una de las repúblicas, como porcentaje de la producción total.

Porcentaje de la producción total por volumen
Bosnia Croacia Eslovenia Servia Crna-Gora Macedonia (Montenegro)

Frondosas

30

30

9

16

9

6

100

Coníferas

43

13

25

5

11

3

100

Total

36

24

13

12

8

7

100

Algunas características de las principales zonas productoras

Las cifras anteriores muestran que Bosnia y Croacia juntas producen cerca de un 60 por ciento del total de madera y que Bosnia por sí sola contribuye con más del 40 por ciento al total de coníferas. En el centro y en el sur de Bosnia existen grandes bosques de coníferas hasta ahora no explotadas y en los que comienzan a practicarse las primeras extracciones. Algunos de estos bosques se hallan en montañas muy escarpadas y presentan enormes problemas en cuanto a la corta y acarreo de trozas. Crna Gora (Montenegro) tiene un carácter general muy parecido, pero su extensión es mucho menor.

Croacia tradicionalmente ha explotado con intensidad sus bosques de especies frondosas, especialmente los del soberbio roble de Eslavonia, de las llanuras del noroeste, mientras que las regiones montañosas occidentales cuentan con gran cantidad de coníferas y hayas en terrenos escarpados análogos a los de Bosnia. La república de Eslovenia, en el extremo noroeste de Yugoeslavia, lindante con Austria, es una región alpina de gran belleza, que puede confundirse con aquella parte de la llanura del Danubio conocida como Eslavonia, de donde procede el mejor roble de Croacia, pero que no es una unidad política. Eslovenia ocupa el segundo lugar después de Bosnia en cuanto a la producción de coníferas, pero el tamaño medio de sus árboles es menor que el de los pertenecientes a los bosques vírgenes de esta última.

Los montes de Servia y Macedonia se han venido explotando y pastoreando abusivamente durante siglos, bajo el dominio de una potencia extranjera, pero sin embargo contribuyen materialmente a la producción total maderera de Yugoeslavia, sobre todo Servia, a causa de su gran extensión. Su potencial futuro, contando con una vigilancia diestra y con mejoramientos, es muy grande.

Construcción de carreteras forestales

El informe anual de Yugoeslavia para 1950 sobre su silvicultura y sus productos forestales, redactado para la FAO, proporciona algunas cifras que reflejan la activa construcción de carreteras forestales en el país. Antes de 1939-45 existían 2.500 Km. (1.550 millas) de líneas férreas ligeras y sólo 750 Km. (465 millas) de carreteras de tráfico pesado en los bosques. Después de 1939-45 las cifras son 1.500 Km. (930 millas) de líneas férreas ligeras y 3.500 Km. (2.170 millas) de carreteras de tráfico pesado.

La tendencia apreciable en muchos de los terrenos calizos a formar hoyas o depresiones abruptas aboga más bien en favor de las carreteras que de los ferrocarriles, si bien éstos últimos tienen sus aplicaciones particulares. En el informe se calcula que aún se precisan 4.000 Km. (2.480 millas) más de vías de comunicación en los bosques; y resulta evidente que en las zonas montañosas, tales como la Bosnia Meridional, existe una urgente necesidad de instalar vías de saca por cablevías u otros medios mecánicos y económicos de manipular grandes trozas en las laderas escarpadas. Actualmente, la extracción hasta el ferrocarril de transporte de trozas o hasta la carretera se hace principalmente por arrastre, mediante caballos, tractores o cabrestantes, empleándose también deslizaderos y cablevías.

Elaboración de productos forestales utilizando trozas

Antes de la Segunda Guerra Mundial, la elaboración de productos forestales yugoeslavos utilizando trozas se limitaba principalmente al aserrío, incluso cuando las trozas se trabajaban y no se vendían como madera rolliza. Desde el final de la guerra se ha producido un notable cambio que aún continúa, y esto es tanto más digno de alabanza por cuanto durante 1941-45, casi el 67 por ciento de la capacidad de fabricación de la industria maderera quedó gravemente deteriorada o destruida. En tales circunstancias la improvisación ha sido inevitable, habiéndose registrado algunos errores que ahora se comienza a rectificar.

Una excepción de este estado general de cosas, hasta 1939, eran los bosques de roble y haya de Eslovenia, situados en la Croacia Oriental, en la llanura del Danubio. En esta rica y valiosa región han existido durante muchas décadas varios e importantes centros fabriles de producción coordinada, que usualmente comprendían un buen aserradero en que se utilizaban sierras de arco, lentas pero seguras; una fábrica de entarimados, una tonelería, una fábrica de tanino para elaborar extracto de tanino de roble y una instalación para la destilación seca, en que se producen todos los usuales y útiles productos químicos que se extraen del roble y del haya.

En algunos casos se utilizaban hornos de desecación con gran éxito; pero el ritmo de trabajo más moderado que anteriormente era posible seguir permitía que gran parte del secado de la madera se hiciese satisfactoriamente al aire. Por supuesto, la desecación en horno proporciona resultados más rápidos y de igual calidad, o aún mejores, con tal de que se practique con acierto y en hornos apropiados para el tipo de madera que ha de secarse, bajo la vigilancia de operarios competentes.

Hoy en día, en Yugoeslavia como en otros países, se están realizando grandes esfuerzos para ampliar lo más posible la fabricación de productos forestales en el país de origen, de forma que se obtengan los beneficios máximos de las trozas, a la par que se proporcione más trabajo especializado en el país productor. Esta transformación requiere tiempo, tanto para obtener la experiencia necesaria como para capacitar a los obreros especializados; pero la corriente de opinión en favor de esta tendencia es tan fuerte que ya es difícil contenerla o invertirla.

Se están creando un cierto número de centros de fabricación coordinada, con mejor maquinaria que la que poseían los antiguos y emplazados más cerca de las especies utilizadas en montes hasta ahora sin explotar o, al menos, no exhaustos. Estos nuevos centros comprenden fábricas de muebles, en las que se presta una gran atención al empleo de madera curvada, tableros, contrachapados y madera laminada. También es grande el interés que existe por la construcción de casas prefabricadas. Además, en Rijeka (la antigua Fiume), en la costa del Adriático, existen dos fábricas de contrachapado de haya de calidad excelente, tanto para atender la demanda interior como para la exportación, empleándose colas de resinas sintéticas o de caseína, según los casos. En una gran fábrica de Eslovenia se elaboran tableros de madera dura, y en Bosnia esta en marcha la construcción de otra fábrica análoga. En el importante aspecto del aprovechamiento de la madera sobrante o de desecho, para convertirla en tableros de fibra, combustibles prensados u otro artículo cualquiera, Yugoeslavia cuenta con el asesoramiento de uno de los principales técnicos canadienses.1

1 Este técnico desempeña sus funciones en virtud del acuerdo concertado entre Yugoeslavia y la FAO, que estipula que nueve técnicos visiten el país (cinco de los cuales para ocuparse de productos forestales), y se envíen al extranjero veintiséis técnicos yugoeslavos con becas de estudios concedidas por la FAO.

En la zona del roble de Eslavonia emplazada en Croacia, existe un centro muy antiguo y especializado en la fabricación de madera laminada. A pesar de lo anticuado de su maquinaria, este centro elabora madera laminada muy valiosa, sirviéndose de robles de soberbia calidad. Cuando se disponga de mejor maquinaria se obtendrán seguramente mejores resultados y se podrá utilizar también el nogal del país, tanto para las fábricas de muebles yugoeslavos, como para la exportación.

De toda la madera cortada en 1949, solamente un 3,6 por ciento se transformó en pasta de papel o en entarimados. Se calcula que las propias necesidades de Yugoeslavia en cuanto a papel, exigen que esta cifra se eleve hasta un 20 por ciento si la economía de tal producción lo justifica, asunto que resulta complicado por muchos factores.

Provisión continua de árboles para los aserraderos e industrias de transformación de la madera.

La provisión continua, o el rendimiento continuo como lo llaman los silvicultores, tiene la misma importancia vital para la industria de la madera y el mantenimiento de exportaciones lucrativas que para los forestales encargados de una eficaz ordenación de montes. Las autoridades yugoeslavas no pierden de vista por un momento esta cuestión. Los efectos del abandono en que anteriormente se tenía a la silvicultura y de la ausencia de medidas de sentido común padecida durante muchas décadas, o incluso siglos en algunos de los países que ahora integran Yugoeslavia, no pueden remediarse con rapidez ni facilidad. Además, después de la guerra de 1939-45 era esencial reconstruir el país y asentarle de nuevo, sin que pudiera importar los árboles que para ello habría que apear. Esto se reconoce ahora, y se están haciendo grandes esfuerzos para mejorar la situación y conseguir una base de rendimiento continuo.

El Informe dirigido a la FAO en 1950, al que ya nos hemos referido, proporciona amplia información sobre este tema. El inventario forestal de 1946-48 daba los resultados principales siguientes: 8,7 millones de hectáreas (33.500 millas cuadradas) se encontraban cubiertas de bosques, extensión que significa un 33 por ciento de la superficie total del país. De esta zona forestal, 5,7 millones de hectáreas (22.000 millas cuadradas) las constituían montes productivos, 1,5 millones de hectáreas (5.900 millas cuadradas) estaban cubiertas de tallares muy precarios, en los que se imponía la rehabilitación por medio de vigilancia, y 1,5 millones de hectáreas (5.900 millas cuadradas) los formaban terrenos denudados que exigían repoblación por plantación o siembra. El problema silvícola de las zonas denudadas ofrece las mayores dificultades en las zonas calcáreas pobres, con una precipitación pluvial escasa e incierta, sometidas además a la presión del pastoreo y a los efectos de otras condiciones adversas, y tal problema recibe ahora una atención particular. Todo lo contrario ocurre en otras zonas más favorecidas, en las que solamente se precisa proteger la abundante regeneración natural.

Un mejor aprovechamiento podría contribuir igualmente hacia el mismo objetivo del rendimiento continuo o provisión continua de árboles, ya que tal aprovechamiento significa menos desperdicio, posibilidad de emplear árboles de calidad inferior o de menor tamaño, y mayor duración de las traviesas de vías, postes, puntales y construcciones de madera en general, por medio de una eficaz preservación de la madera.

La investigación sobre productos forestales para fomentar un mejor aprovechamiento de la madera

Yugoeslavia, desde muy antiguo, ha contado con notables investigadores de silvicultura y productos forestales, especialmente en sus universidades. Desde 1945, los medios para la investigación en estas materias han venido aumentando rápidamente, tanto en las universidades como en los institutos especiales establecidos por el Estado. En 1949 se creó en Zagreb, capital de Croacia, un centro de investigación sobre productos forestales o «Institut du Bois», principalmente para servir a dicha república. Ya se han realizado investigaciones muy dignas de elogio, sobre todo en cuanto a clasificación de maderas, pero por fuerza ha dedicado mucho tiempo hasta ahora a trabajos oficiales o semioficiales efectuados para el Gobierno de Croacia, en relación con la corta y acarreo de trozas, aserrío y maquinaria de diversas clases.

Se propone actualmente que este Instituto adquiera un nuevo carácter, convirtiéndolo en el principal o único centro de investigación de productos forestales para toda Yugoeslavia, con secciones y funcionarios de enlace en otras partes del país, si es necesario. A tal respecto se ha pedido el asesoramiento de la FAO, formulando tal solicitud en un detallado informe, actualmente en estudio. Sin que constituya revelar anticipadamente el contenido de este Informe ni las decisiones que Yugoeslavia ha de tomar según el mismo, se pueden exponer en líneas generales algunos de los problemas prácticos, respecto a los cuales es evidente la necesidad de emprender la labor.

Problemas prácticos que requieren solución

En cuanto a la desecación de la madera en hornos existe la necesidad de medios para la capacitación de operarios especializados y para la construcción de hornos perfeccionados. En lo referente a mecánica de la madera y a sus relaciones silvícolas (tal como se entienden en los Estados Unidos), existe una gran necesidad de aparatos de ensayo capaces de proporcionar datos sobre resistencia de materiales que puedan aceptarse y compararse en el comercio internacional y en los trabajos de investigación. Ya que el haya es una de las principales frondosas del país, y al mismo tiempo constituye una especie muy alterable al aire libre o por la humedad, se impone una labor de vital importancia sobre preservación de la madera, con lo que se contribuirá a un mejor aprovechamiento de las existencias actuales de haya, aumentando la vida útil de la madera, bien en forma de traviesas para vías, puntales de ademe o madera de construcción. Respecto a la explotación forestal se plantean problemas urgentes para la extracción económica en montañas escarpadas, sirviéndose de maquinaria apropiada. El mantenimiento de sierras de banda y la mayor mecanización de los aserraderos tienen mucha importancia en carpintería como también la maquinaria y los métodos de curvar madera de haya, roble y fresno para fabricar muebles u otros productos. El contrachapado, la madera laminada y los tableros de fibra van adquiriendo una importancia cada vez mayor, tanto para las necesidades interiores como para la exportación, y los muchos perfeccionamientos alcanzados en la fabricación y empleo de estos productos en todo el mundo exigen que estos se ensayen en Yugoeslavia.

Importancia de la labor de documentación y enlace

Por último, la documentación es de importancia vital, aunque sólo sea para mantenerse al tanto de las numerosísimas investigaciones en marcha en otras partes del mundo, y evitar la pérdida de tiempo y dinero en Zagreb estudiando problemas ya resueltos en otros sitios. La economía y la estadística, en sus campos respectivos, son también actividades esenciales en un centro moderno de investigaciones como el que se propone.

La experiencia indica que, en Yugoeslavia, como en otros países, no hay nada tan necesario como un enlace adecuado, y que éste conviene que abarque los siguientes campos: enlace entre la investigación y la industria, o entre el laboratorio y la fábrica; entre la silvicultura y los productos forestales, o entre el crecimiento y aprovechamiento de los árboles; entre los investigadores universitarios y el personal de los centros de investigación del Estado, tales como el «Institut du Bois». Finalmente, debe existir una estrecha relación entre la Nación entera y aquellos otros países donde la investigación está adelantada, sirviéndose de los contactos que proporcionan o recomiendan los organismos internacionales oficialmente reconocidos.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente