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Recursos forestales del mundo

La FAO llevó a cabo en 1953 el segundo inventario forestal mundial. En este artículo se consignan los resultados preliminares en forma resumida, haciendo también referencia al alcance y las limitaciones del inventario, así como a algunos de los principales problemas encontrados. Las cifras desglosadas se publicarán en breve plazo bajo el titulo de «Inventario Forestal Mundial de 1953». Los datos definitivos contendrán ligeras modificaciones a los que a continuación se presentan puesto que todavía están por recibirse algunos importantes, por lo cual la información disponible acerca de varios países es aún incompleta.

Toda política forestal nacional bien estudiada propende a la explotación y aprovechamiento racionales de la riqueza silvícola, basándose en el principio de la mayor utilidad para el mayor número de beneficiarios. La formulación de tal política requiere un conocimiento tan exacto de los recursos madereros del país como las circunstancias lo permitan Corresponde al inventario forestal suministrar los datos, pero con el objeto de que todos los elementos necesarios estén contenidos en él, debe consignar las informaciones pertinentes sobre superficie boscosa, composición y regímenes de propiedad y de administración, a la vez que estimaciones del volumen de madera en pie, crecimiento anual, apeos y sacas.

Dos consideraciones imponen el deber de preparar inventarios mundiales. En primer lugar, la población de la tierra aumenta sin cesar a razón del 1 por ciento anual en conjunto, al paso que los recursos forestales varían muy poco en períodos cortos, a lo menos en extensión. La situación reclama que en todo el mundo se hagan esfuerzos encaminados a asegurar que la producción forestal se intensifique a medida de las exigencias. En segundo término, los recursos forestales de ningún modo existen siempre en los países donde se hace sentir la necesidad de sus productos, puesto que los agentes naturales que determinan la distribución de los bosques no se subordinan a las fronteras políticas. Por consiguiente, es indispensable coordinar las políticas forestales nacionales. En otras palabras, los pueblos de todas las naciones y regiones se dan cuenta, cada vez más clara, de su interdependencia, de que no hay más que «un mundo».

Estos hechos interesan a la FAO no sólo porque los montes son un almacén de importantes materias primas, sino porque al propio tiempo desempeñan un papel decisivo en la economía agrícola, ya que sirven de protección a los campos de cultivo y regulan el régimen de las aguas. Así pues, el conocimiento de los recursos forestales del mundo tiene carácter de vital importancia para la ejecución del programa de la Organización en sus aspectos más amplios, y no atañe simplemente a su Dirección de Silvicultura. Estas fueron las razones que impulsaron a la FAO, durante el Segundo Periodo de Sesiones de su Conferencia en 1946, a acometer la tarea de levantar un inventario de la riqueza forestal del globo terráqueo, habiendo invitado a todos los Estados Miembros a que suministrasen los datos más recientes de que dispusieran. Los resultados de aquella encuesta se publicaron en la revista UNASYLVA1.

(1 Véanse los artículos «Recursos Forestales del Mundo», UNASYLVA, Vol. II, N° 4, y Vol. V, N° 2. )

Es evidente que esta labor tiene que repetirse a intervalos, porque con el tiempo cambian la superficie de bosques y el rendimiento, las condiciones económicas de la explotación a consecuencia de la mejora de los medios de transporte, los progresos técnicos de extracción y aprovechamiento: además, se introducen especies nuevas que antes no se habían comercializado, a fin de ensanchar la población y los métodos estadísticos nacionales mejoran constantemente. Por tanto, ocurren incesantes modificaciones que no se limitan a la extensión arbolada, al crecimiento de los rodales y a los apeos, sino que también tienen que ver con la exactitud de las operaciones dendrométricas. De aquí que sean precisos los recuentos periódicos, circunstancia que indujo a la Conferencia de la FAO, en su Sexto Período de Sesiones, en 1951, a recomendar que la Organización recopilase y publicase, cada 5 años, los datos disponibles sobre los recursos forestales del mundo, debiendo practicar el inventario siguiente en 1953.

En virtud de esta resolución, los especialistas se reunieron en Ginebra en 1952, para estudiar la terminología y definir la amplitud del inventario de 1953. Se prepararon los modelos de cuestionarios acordados entre los concurrentes y se enviaron a todos los Estados Miembros, incluidos los territorios dependientes. Al mismo tiempo, el personal de la FAO recogió informaciones oficiales y extraoficiales relativas a los recursos de los Estados que no son miembros.

De los 212 países y territorios dependientes que pueden distinguirse, la extensión territorial de 12 es menor de 10.000 hectáreas y 44 tienen una superficie de bosques que no pasa de esa cifra.

Conjuntamente, las respuestas al cuestionario de 1953, los resultados del primer inventario y la información complementaria obtenido con la ayuda de las autoridades de los países miembros, mediante informes oficiales y de los especialistas en misiones de Asistencia Técnica de la FAO, se han podido reunir datos que se refieren en particular a la superficie forestal de 198 países. En los restantes 14 países y territorios, los bosques no existen o son de tamaño insignificante. Gracias a ello, el inventario de 1953 constituye la exposición más completa, publicada hasta ahora, de la extensión de los montes del mundo. Las fuentes de la información dada aparecen en el Cuadro 1.

No se ha tratado de confrontar los inventarios de 1947 y 1953, puesto que ninguna comparación tendría validez estadística. Aparte de los cambios hechos a la terminología2 hay muchos otros elementos que invalidan la comparabilidad. Para cada inventario mundial, los países consignan los resultados de sus inventarios nacionales más recientes. Entre ellos, algunos que poseen importantes zonas boscosas no han vuelto a levantar otro inventario desde 1947, y por eso no se han registrado todavía los cambios ocurridos en los pasados 7 años. Además, diversas naciones azotadas por la guerra no pudieron estimar exactamente en 1947 los efectos de la corta abusiva y de la devastación de sus montes, y sólo enviaron datos provisionales; la mayor precisión de las cifras recabadas a últimas fechas eclipsa la significación de los cambios acaecidos. Los servicios estadísticos de varios países, sobre todo de las regiones menos desarrolladas, ha mejorado tanto en estos años, que no se parecen a los antiguos.

(2 Más adelante en este artículo se citan sucintamente las modificaciones principales: en el Inventario Forestal Mundial de 1953 se hará la exposición completa. )

CUADRO 1. - FUENTES DE INFORMACIÓN

Origen de los datos

Número de países

Tanto por ciento de la superficie forestal del mundo

Respuestas al cuestionario de 1953

109

69

Respuestas al cuestionario de 1947

12

3

Estadísticas oficiales

71

27

Informes extraoficiales

6

1

Finalmente, en la inmensa mayoría de las naciones no se han hecho inventarios completos hasta ahora, sino estimaciones basadas en recuentos parciales. Así pues, para el mundo en conjunto y en casi todos los países por separado, las diferencias entre los datos comunicados en 1947 y 1953 demuestran en primer lugar que han mejorado la amplitud y la precisión estadísticas ticas. Por eso es poco menos que imposible llegar a conclusiones definitivas acerca de los verdaderos acontecimientos dasonómicos. Ciertos estados son pasajeros y se deben a las dificultades especiales experimentadas poco después de la guerra. Los progresos constantes que se logran actualmente, unidos a la mayor uniformidad de los métodos puestos en práctica y a la claridad terminológica, permiten esperar que se podrá analizar la situación y llegar a importantes conclusiones cuando los resultados del inventario de 1958 se comparen con los del presente. El inventario mundial de 1947 fué, ante todo, de carácter experimental. No es probable que la modalidad de los futuros sea muy diferente de la adoptada para el de 1953.

El inventario mundial no resuelve todas las cuestiones que plantean los nacionales. Indica la amplitud de la cubierta forestal del mundo y la riqueza de los recursos que encierra. No determina si los bosques están bien distribuidos para desempeñar su papel productivo y protector; no puede ofrecer una descripción pormenorizada de la distribución por edades y especies o dar a conocer los efectos de la silvicultura sobre la calidad de los productos. De estos aspectos y de multitud de otros se ocupa un inventario nacional, pero no son materia del mundial, que ha de constreñirse a poner de manifiesto un número limitado de hechos principales.

Lo que se quiere saber

Los técnicos que prepararon el cuestionario de 1953 tuvieron que avenirse a la necesidad de encontrar un vínculo satisfactorio que, sin destruir la continuidad del inventario anterior, permitiera ejecutar los trabajos del actual introduciendo las modificaciones que la experiencia pasada hacía indispensables para adaptarse e los excelentes adelantos que los métodos nacionales da estadística forestal habían conseguido en los últimos años.

El inventario de 1947 demostró plenamente que la diferencia en él establecida entre montes productivos e improductivos era arbitraria, tanto que muchos países no pudieron presentar datos fidedignos clasificados de esta manera. Con tal motivo, la distinción principal en el inventario de 1953 se hace entre rodales accesibles e inaccesibles, incluyéndose en la primera categoría, aunque distinguiéndolos como separados, los rodales «accesibles inexplotados». Por razones análogas, los datos más concretos solicitados en 1953 se refieren sólo a «bosques en aprovechamiento»; en 1947 se referían a todas las selvas productivas accesibles.

Dado que el inventario de 1953 destaca los bosques aprovechados, de que existe amplia documentación, y en vista de los grandes progresos de la estadística forestal posteriores a 1947, se decidió recoger varias clases importantes de información que no figuraron en el inventario anterior; por ejemplo: la relativa al actual régimen de administración forestal (superficie arbolada sometida a planes de ordenación, sistemas de corta, cortas admisibles). Para establecer una diferencia clara entre apeos y sacas, se hicieron preguntas sobre pérdidas en las operaciones de madereo y transporte por flotación. Una sección separada se destina al suministro de madera rolliza de árboles situados fuera de los bosques, el cual alcanza apreciables proporciones en muchos países, particularmente en Europa y en la cuenca del Mediterráneo. Otra sección nueva trata de las alteraciones de la superficie poblada (bosques inaccesibles que pasan a ser accesibles, plantación, pérdidas de extensión forestal por destinarse el terreno a otros usos), elementos todos que influyen en el suministro futuro de madera rolliza. Así pues, el inventario de 1953 incluye información dividida en los siguientes grupos principales:

superficie forestal en relación con otras categorías de las tierras;

bosques en aprovechamiento: ordenación, madera en pie, crecimiento, apeos y sacas;

montes accesibles: rendimiento y régimen de propiedad;

otras fuentes de madera rolliza;

cambios de los recursos forestales.1

(1 No mencionados en este articulo. )

Las definiciones adoptadas en el cuestionario de 1947 se apoyaban preponderantemente en las condiciones de los países adelantados, donde la distinción entre zonas agrícolas y forestales es bien clara, y casi todos los bosques, desde hace mucho tiempo, han sido objeto de ordenación racional. No siempre eran adaptables a los países menos desarrollados ni tomaban en cuenta algunas diferencias importantes de concepto existentes aun en los países avanzados. En consecuencia, el de 1953 contenía definiciones enmendadas y brindaba le oportunidad de que los países explicasen en detalle las discrepancias entre sus propias denotaciones y las que se les ofrecían.2

(2 Por falta de espacio no se exponen en este breve articulo las limitaciones estadísticas aplicables a las cifras absolutas y resúmenes dados a continuación. En el Inventario Forestal Mundial de 1953 se anotan todos los datos detalladamente. )

Sin embargo, se presentaron algunas dificultades, y no estará por demás apuntar en relación sucinta algunas de las más importantes, puesto que ponen de relieve los problemas con que se tropieza en la elaboración de un inventario forestal mundial.

Se define el bosque o selva como el sitio donde crecen asociaciones vegetativas, en que predominan los árboles, de cualquier tamaño. Pero en muchas partes del mundo, en Africa por ejemplo, la selva espesa se va desvaneciendo hasta terminar en monte abierto con un tapiz herbáceo continuo que remata en formaciones arbustivas y espinosas. ¿Dónde acaba el bosque y comienza el matorral? La respuesta a esta pregunta depende muchas voces de la conveniencia administrativa local, de modo que las zonas clasificadas como bosques pueden en realidad contener sólo unos cuantos arbolillos defectuosos por hectárea, con espinos acá y allá diseminados y carentes de valor económico. Es bastante común que las tierras de pastoreo se incluyan en la clasificación de bosques, va sea que en ellas se apacienten los animales salvajes o los domésticos, si forman parte de la zona forestal, por quedar normalmente bajo la vigilancia de la administración de montes. Por esa circunstancia, el término «bosque» en este inventario comprende rodales de densidades muy disímiles. La agricultura migratoria - el uso alterno del suelo para monte y cosechas agrícolas - presenta otro problema; algunos países clasifican estas tierras (sometidas a una interminable rotación de quema y desmonte) entre los bosques, otros como matorrales y otros más en la categoría de tierras agrícolas. Dada la importancia de la agricultura migratoria en muchas partes del mundo, este problema tendrá que merecer especial atención en los inventarios futuros.

Se entiende por bosque accesible el que está apto para la ordenación y explotación económicas. Mas la accesibilidad de un monte no sólo depende de los medios de transporte y de las vías de comunicación, sino también de los sistemas de corta y de los productos que se busquen. Un bosque puede ser accesible a los habitantes de una aldea distante que quieran sacar leña, pero inaccesible para la explotación de cierta magnitud de la madera industrial. Un aserrador puede trabajar con sierra de mano en lugares donde no penetra el material mecánico moderno. Así pues, la accesibilidad es un concepto arbitrario y provisional (aunque ofrece menos dificultades prácticas a los cálculos estimatorios que el epígrafe anterior de «bosque productivo»), y se debe tener presente este hecho al interpretar los resultados del inventario.

Quizá las divergencias más notables que se advierten en los sistemas nacionales establecidos, sean las relativas al método de calcular el volumen de la madera en pie de los bosques en explotación. Por supuesto, estas diferencias existen lo mismo en cuanto a las estimaciones del crecimiento que a las de corta permisible. En casos extremos sólo se consideraron los árboles cuya edad era mayor de 40 años o su diámetro superior a 40 cm. a la altura del pecho. Algunos países incluyen los raberones, tocones y ramas, que otros excluyen. En el Cuadro 2 se indica el procedimiento seguido por los 57 países que dieron pormenores completos.

Algunos ejemplos demostrarán las divergencias en la práctica. En el volumen de los rodales en crecimiento Bélgica excluye la picea y el falso abeto o pinabete (abeto Douglas) de menos de 30 años y otras coníferas si no llegan a los 20; Sarawak hace la cuenta de todos los árboles para leña, pero omite los maderables con diámetro menor de 4 cm.; en Sierra Leona no se toman en consideración las ramas de los árboles que dan madera industrial, pero sí las de árboles empleados para combustible. Estos ejemplos ponen de manifiesto el peligro de intentar comparaciones internacionales usando los datos comunicados, sin tener presente su significado exacto. Otra complicación ocurre con las estadísticas de apeo y saca en que se incluyen con frecuencia árboles enteros o partes de ellos aunque se omitan en los cálculos de la madera en pie y de incremento, lo cual falsea cualquiera comparación entre el crecimiento neto y los apeos, que es una relación fundamental en la ordenación encaminada al rendimiento constante.

CUADRO 2. - ESTIMACIONES DEL MATERIAL EN CRECIMIENTO

Material

Número de países que informaron

Incluyendo

No incluyendo

Todas las categorías de arboles

30

27

Ramas

10

47

Raberones más arriba del diámetro comercial

23

34

Aunque en Europa, en la América del Norte y en determinados países de otras regiones se concede un valor comercial a todas las especies forestales, sólo un corto número de las que se hallan en muchos bosques tropicales y subtropicales pueden comercializarse, por lo cual las operaciones de corta y extracción son muy selectivas, dejándose en el monte la mayoría del material en crecimiento a fin de usar ulteriormente una parte como leña, pero casi todo queda destinado a pudrirse. Es frecuente que las especies que hoy en día no tienen salida en los mercados, tampoco se tomen para nada en cuenta al hacer las estimaciones nacionales de masas en desarrollo, crecimiento anual y corta permisible. He aquí otro caso de insubstancialidad de una comparación internacional, pues resulta carente de sentido la relación entre crecimiento y saca, sobre todo si se considera que la leña empleada localmente puede aparecer en las estadísticas de corta, habiendo sido excluida de los datos de crecimiento. Así se explica que en Liberia, por ejemplo, los apeos equivalgan más o menos al doble del crecimiento neto, sin que esto constituya una prueba irrefutable de sobrecorta, puesto que las dos clases de datos no admiten una comparación estadística.

La corteza presenta otro problema, ya que también a este respecto los procedimientos varían mucho. La diferencia entre incluir o excluir la corteza se apreciará cuando se comprenda que según las especies y el diámetro, puede representar del 5 al 50 por ciento del volumen de la madera en pie. Basándose en los datos comunicados por los países o recogidos por el personal de la Organización en diversos lugares, se ha tratado de dar algunas de las cifras publicadas en forma tal que sea posible establecer comparaciones internacionales. Por esa circunstancia, los datos referentes al material en crecimiento, al incremento broto, a las pérdidas naturales, al crecimiento neto y a las cortas permisibles se presentan con la corteza incluida, pero ésta no figura en las de corta anual, en las de pérdidas de madereo y de transporte por flotación, ni en las de saca. Sin embargo, en el Cuadro 19, que muestra las relaciones entre crecimiento neto, corta admisible y apeos, las cifras presentadas se refieren a madera descortezada. Los procedimientos que se adoptan para conseguir la comparabilidad se exponen con todo pormenor en el Inventario Forestal Mundial de 1953.

Finalmente, no debe olvidarse que hay muchos países donde los servicios forestales no están muy perfeccionados, y en ellos las estadísticas oficiales sólo se refieren a los apeos declarados. Estos quizás no representan más que una fracción de los totales, incluidos los ilícitos. Con frecuencia se han hecho estimaciones de los apeos no registrados, basándose en encuestas de tanteo; cuando se disponía de esos cálculos, se han tomado en cuenta. No obstante, en el caso de muchos países, no hubo otro remedio que dejarlos excluidos por falta de información. En este aspecto, los datos publicados tienen una importancia que apreciarán los que comprenden que las cortas no declaradas o ilegales son la causa principal de la destrucción implacable de los montes en el pasado.

Esta relación concisa, y de ninguna manera cabal, acerca de los problemas encontrados en la preparación del inventario forestal mundial de 1953, nos lleva a dos importantes conclusiones: primera, que es necesario ejercitar el mayor cuidado al interpretar los datos publicados, especialmente al hacer comparaciones internacionales y al establecer una relación entre el crecimiento y la merma de un bosque; y segunda, que estamos todavía muy lejos de alcanzar la meta en materia de estadísticas completas, sistemáticas y comparables de los recursos forestales del mundo, a pasar de los grandes adelantos logrados durante los siete últimos años.

Análisis de las contestaciones al cuestionario

El alcance de nuestros conocimientos actuales sobre los recursos forestales nacionales se aprecia claramente por el análisis de las respuestas de los países, expuesto en el Cuadro 3.

Todos o casi todos los 110 países que llenaron el cuestionario de 1953 suministraron datos relativos a la superficie forestal, plantaciones y sacas; unas dos terceras partes presentaron cifras respecto al material en crecimiento, apeos y superficies sustraídas a los montes para destinarlas a otros usos; menos de la mitad pudo dar las correspondientes a crecimiento neto. En cuanto a posibilidad de los montes (corta permisible), dato de suma importancia para la ordenación forestal conforme a los principios de producción continua, sólo de 42 países se recibieron estimaciones.

Conviene tener presente que los inventarios forestales nacionales son una innovación bastante reciente, aunque los de determinados bosques, como fundamento aceptado de la ordenación forestal, se han estado levantando en varios países desde hace casi un siglo. Así pues, aunque muchos no tienen datos básicos nacionales, poseen información completa acerca de algunos de sus bosques más importantes. Por lo contrario, aun en ciertos países que cuentan con estadísticas pormenorizadas de amplitud nacional, la significación de las cifras es incierta en ocasiones, por dimanar de inventarios parciales y encuestas de tanteo cuya amplitud ha sido limitada por la escasez de recursos económicos. Muy pocas naciones han conseguido tomar datos precisos basados, por ejemplo, en una combinación de las técnicas modernas de reconocimientos aéreos y terrestres.

Además, el Cuadro 3 manifiesta solamente el número de países informantes que respondieron ciertas preguntas fundamentales relacionadas con los bosques en aprovechamiento. Es mucho menos lo que se sabe de los montes inaccesibles y de los accesibles todavía inexplotados.

Algunas de las consecuencias de la desigual ejecución del inventario de 1953 se mencionan al final de este artículo, en los párrafos bajo el encabezamiento de Conclusiones. En los apartados que siguen inmediatamente, se ha procurado hacer una recapitulación de las cifras disponibles sobre ciertos epígrafes o categorías más importantes del cuestionario. En cada apartado se indica el coeficiente de información aplicable, según la eficacia de las respuestas a las preguntas correspondientes. Cabe advertir que este coeficiente se ha computado no sólo tomando en cuenta los países que completaron el recuento forestal de 1953, sino todos aquellos (incluídos algunos que no son miembros) de los cuales se tenían datos oficiales o extraoficiales fidedignos, relativos al concepto o determinada categoría de información, sin que obstara la falta de contestación a los cuestionarios.

Superficies forestales

La distribución regional de los bosques del mundo se presenta resumida en el Cuadro 4. En el Apéndice I: Clasificación de las tierras, se dan detalles correspondientes a más de 100 países y territorios.

La superficie de bosques abarca cerca del 30 por ciento de la extensión terrestre del mundo; otro 22 por ciento se dedica a la agricultura. El resto, o sea casi la mitad, consiste en matorrales y tierras improductivas.

Más de las dos quintas partes de la superficie territorial de la América Latina son montuosas; un tercio o más lo es en la U.R.S.S. y Norteamérica; un poco menos en Europa y Africa; y no llega a una décima en la zona del Pacífico.

La superficie arbolada por habitante varía, de 6,5 Ha. en la región del Pacífico, a 0,3 Ha. en Europa.

El hecho de que los montes (si se agregan los matorrales a los bosques) cubran más de la tercera parte de la superficie terrestre del globo, podría hacernos suponer que bastan en extensión para desempeñar su papel protector y cumplir las necesidades mundiales de productos forestales. La realidad es que en cada una de las regiones principales antes citadas existen importantes zonas demasiado desnudas de montes. En general, los países de la América del Norte y de la Latina están bien dotados, siendo el Uruguay la única excepción notable; pero los 8,5 millones de hectáreas boscosas del norte de Africa representan solamente el 1,5 por ciento de la extensión territorial y 0,19 Ha. por habitante. En la región del Cercano Oriente hay nada más 0,9 por ciento de tierra forestal, equivalente a 0,12 Ha. por morador. A pesar de que la India y el Pakistán juntos tienen 73,5 millones de hectáreas selváticas, correspondiendo al 17,3 por ciento de la superficie territorial, sólo tocan 0,17 Ha. a cada habitante. Si se dispusiese de estadísticas desglosadas, el centro y el sur de la Rusia europea y el centro de China darían cifras reveladoras de igual pobreza de bosques. Incluso en el sur de Europa, la superficie forestal apenas alcanza a 0,26 Ha. por persona.

Es bien sabido que muchas de estas zonas ahora convertidas en páramos desiertos o semidesérticos, estuvieron antaño bien arboladas y eran verdes y feraces. La abusiva devastación de los bosques redundó en la degradación y esterilidad del suelo, en ciertos casos en época muy reciente. El inventario de 1963 da indicios de las precauciones que se toman hoy en día para conservar los bosques existentes y contener o invertir la inexorable marcha del desierto.

CUADRO 3. - ESTIMACIONES NACIONALES DE LOS RECURSOS FORESTALES

El 55 por ciento de las selvas del mundo, es decir, 2.140 millones de hectáreas, se clasifican actualmente como inaccesibles. De los bosques accesibles, al presente se aprovechan sólo dos tercios, o sea un 29 por ciento todos los que existen. Se puede tener una idea de la inmensidad de los recursos que todavía no se aprovechan, considerando que, aparte de los 1.130 millones de hectáreas en explotación, queda una primera reserva de 640 millones de hectáreas accesibles, pero todavía no explotadas, y una segunda reserva de 2.140 millones de hectáreas ano no accesibles. Hay además enormes superficies denudadas de árboles, más adecuadas a la silvicultura que a otros aprovechamientos.

Esta exposición, sin embargo, exagera la riqueza potencial del mundo, puesto que algunos de los bosques accesibles no explotados, así como otros de los inaccesibles, desempeñan ante todo un papel protector y no debe contarse con ellos como fuentes futuras de productos forestales. Según el inventario de 1947, es probable que tales masas lleguen a unos 1.400 millones de hectáreas. Pero aun descontado esas superficies, quedan todavía ea reserva alrededor de 1.400 millones de hectáreas potencialmente explotables, extensión muy superior a la total que ya está aprovechándose.

Las principales selvas accesibles donde no ha entrado el hacha están situadas en el Canadá, la América Latina y Africa. El Cuadro 5 muestra la magnitud aproximada de los montes inexplotados en ciertos países.

Los bosques inaccesibles se encuentran ea zonas remotas, como es natural: en las partes más frías de Alaska, el Canadá y la U.R.S.S., y en las mayores alturas del Asia y la América Latina. El ensanchamiento de las vías de comunicación que acompaña al desarrollo económico general aumenta cada vez más la superficie explotable de bosques, al paso que los perfeccionamientos en las técnicas modernas de madereo obligan a modificar con frecuencia el concepto de accesibilidad.

CUADRO 4. - DISTRIBUCIÓN DE LOS BOSQUES DEL MUNDO

CUADRO 5. - BOSQUES ACCESIBLES EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN

País

Bosques accesibles

Actualmente en aprovechamiento

Aún inexplotados

(Miles de hectáreas)

Canadá

66 580

63 590

Argentina

10 000

50 000

Brasil

30 010

90 040

Colombia

410

61 590

Ecuador

500

2 000

México

4 500

20 060

Perú

5 000

10 000

Congo Belga

5 300

9 700

Africa Ecuatorial Fr.

12 030

15 020

Africa Occidental Fr.

10 500

3 500

Se ha indicado ya que sólo un 29 por ciento de las selvas del mundo se explotan al presente, pero en tanto que casi todos los bosques de Europa están explotándose, en América Latina se aprovecha menos de la décima parte de la superficie forestal. Quizá parezca extraño que en Norteamérica la extensión boscosa que se explota no pase de un tercio de la total, pero debe tenerse presente, como se ha mencionado antes, que los bosques protectores forman una proporción considerable de los recursos inexplotados.

Por consiguiente, casi todas las regiones del mundo cuentan con enormes reservas de madera que podrían utilizarse para colmar las necesidades de las poblaciones locales. Empero, algunas de las regiones mejor dotadas siguen acudiendo a Europa y a Norteamérica en busca de suministros para una parte de sus abastecimientos, como lo demuestra el Cuadro 6 que sigue:

CUADRO 6. - BOSQUES ACCESIBLES Y BALANZA COMERCIAL

Región

Bosques accesibles

Comercio neto en productos forestales (promedio de 1950-52)1

Aprovechados

Inexplotados

(Millones de hectáreas)

Europa

130

3

+ 3

U.R.S.S.

350

75

+ *

América del Norte

220

92

+ 6

América Latina

90

253

- 2

Africa

115

167

- 2

Asia

205

54

- 2

Región del Pacifico

17

3

- 3

1 (+) exportaciones netas; (-) importaciones netas. Las cifras indican el equivalente a madera rolliza en millones de metros cúbicos.
* Insignificante.

El desarrollo económico en Europa y en la América del Norte ha sido favorable a la silvicultura intensiva y al establecimiento de industrias muy perfeccionadas de elaboración de la madera. En las regiones menos desarrolladas del mundo han faltado hasta ahora las condiciones necesarias para este progreso, pero con los adelantos de la cultura y de la economía el mayor consumo de madera se sujeta a mejores normas, a la vez que se crean circunstancias propicias a un mayor aprovechamiento de los recursos forestales indígenas.

Bosques estatales y particulares

En el Cuadro 7 se presenta un resumen de las diferentes formas del régimen de propiedad de los bosques accesibles en las diversas regiones:

CUADRO 7. - RÉGIMEN DE PROPIEDAD DE LOS BOSQUES ACCESIBLES

Región

Coeficiente de información1

Régimen de propiedad

Bosques estatales

Bosques comunales2

Bosques pertenecientes a instituciones

Bosques particulares

(Tanto por ciento del total accesible)

Europa

100

32

13

1

54

U.R.S.S.

100

1003

-

-

-

Norteamérica

100

49

2

*

49

América Latina

43

62

1

1

36

Africa

85

74

22

*

4

Asia

84

86

2

*

12

Región del Pacífico

82

76

*

-

24

PROMEDIO

93

73

5

*

22

1 Superficie de bosques accesibles a la cual se refieren los datos de propiedad recibidos dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región expresando cl cociente en tanto por ciento.
2 Incluye los bosques reservados para las tribus aborígenes.
3 Infórmase que se incluyeron 41,2 millones de hectáreas distribuidos entre las granjas colectivas (kolkhos).
* Insignificante.
- Nada.

La eficacia informativa obtenido en las respuestas a esta pregunta fué completa en las regiones del hemisferio norte, muy baja en la América Latina, y mucho le faltó para ser cabal en otras regiones. Sin embargo, conviene recordar que al paso que en Europa, en la U.R.S.S. y Norteamérica la propiedad forestal se ha consolidado progresivamente bajo el apremio de las necesidades políticas, económicas y sociales, en otros ámbitos del mundo comenzó hace muy poco su delimitación sistemática. En las regiones menos adelantadas sobre todo tratándose de las zonas más aisladas, existen enormes masas forestales de que no hay mapas ni se han hecho reconocimientos, y los derechos de propiedad no están bien definidos. El registro de tales derechos se acepta cada vez más en la conciencia pública y privada, como corolario del valor y la amplitud de esos recursos; con frecuencia es el precursor y por lo regular el requisito previo de la aplicación general de los métodos dasocráticos.

Cerca de las tres cuartas partes de los bosques accesibles del mundo son de propiedad pública y casi todo el resto está en manos de particulares. Los bosques particulares tienen importancia preponderante en Europa, donde comprenden más de la mitad de la superficie forestal accesible. También son de propiedad particular cerca de la mitad de los bosques de Norteamérica. Sólo en Africa y en Europa resultan muy importantes los bosques comunales, explicándose la gran proporción que constituyen en la primera de estas dos regiones por el hecho de que los montes reservados para uso de las tribus aborígenes se incluyen en esta categoría.

Aunque cualquier régimen de propiedad se presta para la ordenación forestal, es evidente que en la práctica se facilita más la aplicación de los buenos principios dasonómicos a los bosques del Estado que a los particulares. En todo caso, así sucede cuando existe una multitud de propietarios particulares, cada uno en posesión de diminutos predios; no acontece lo mismo con los latifundios forestales pertenecientes, por ejemplo, a corporaciones industriales. Algunas interesantes cifras de distribución de los montes según el tamaño de la finca aparecen en el siguiente cuadro:

CUADRO 8. - DISTRIBUCIÓN DE LOS BOSQUES ACCESIBLES PARTICULARES SEGÚN EL TAMAÑO DEL PREDIO EN DETERMINADOS PAÍSES

País

Proporción en que se divide el total de bosques particulares accesibles en propiedades de varios tamaños

Menores de 5 hectáreas

De 5 a 100 hectáreas

De 100 a 1.000 hectáreas

Mayores de 1.000 hectáreas

(Tanto por ciento)

Austria1

15

51

13

21

Finlandia2

1

64

34

1

Irlanda

25

60

15

-

Alemania Occid.3

42

28

15

15

Camerún Francés

-

-

60

40

Perú

-

-

20

80

Turquía

1

24

46

29

1 Se incluyen los bosques inaccesibles censo de 1935.
2 Excluidos los bosques pertenecientes a corporaciones industriales.
3 Hasta de 10 hectáreas.
- Nada.

El 42 por ciento de la superficie forestal de la Alemania Occidental consiste en fincas menores de 10 hectáreas. En Austria, Finlandia e Irlanda las propiedades de menos de 100 hectáreas representan las dos terceras partes, o más, de la superficie de bosques particulares. Por el otro extremo, el 80 por ciento de los montes particulares del Perú se compone de propiedades mayores de 1.000 hectáreas.

La abundancia de pequeños bosques particulares Constituye en muchos países un grave obstáculo a la atinada ordenación forestal, inconveniente que en ciertos casos se subsana alentando la formación de cooperativas forestales.

Composición de los bosques en aprovechamiento

La distribución de coníferas, no coníferas y especies mixtas en los bosques explotados del mundo, puede verse en el Cuadro 9.

Poco más de la mitad de la extensión forestal explotada actualmente en el mundo entero consiste en especies coníferas, pero éstas tienen una distribución desigual, pues en la U.R.S.S. se halla mayor número de rodales que en el resto de la tierra, y menos de la décima parte en el hemisferio sur. La existencia natural de casi todas las especies coníferas está determinada por un clima templado frío, de manera que se encuentran en una ancha zona que circunda la tierra a menor latitud que la de las tundras desarboladas de la región ártica. Su presencia en los continentes del hemisferio sur es limitada porque allí las masas de terreno van estrechándose hacia el sur y apenas llegan a las zonas templadas.

CUADRO 9. - COMPOSICIÓN DE LOS BOSQUES DEL MUNDO EN APROVECHAMIENTO

Región

Coeficiente de información1

Superficie de los bosques en explotación

Proporción estimada de coníferas3

Total

Coníferas

No coníferas

Bosques mixtos2

Zonas abiertas2

%

(Millones de hectáreas)

%

Europa

100

130

66

49

12

3

59

U.R.S.S.

100

*350

*300

*50

-

-

*85

Norteamérica

100

*220

*140

*80

-

-

*65

América Latina

94

85

8

73

1

3

9

Africa

93

107

2

104

1

-

2

Asia

86

177

38

101

34

4

25

Región del Pacifico

94

16

2

14

-

-

13

TOTAL

96

1085

556

471

48

10

53

1 Superficie de bosques en aprovechamiento a la cual se refieren los datos de composición recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Los bosques mixtos y las zonas abiertas se incluyen con frecuencia en la superficie de coníferas paras y no coníferas. Por tanto, el total de los rodales puros esté sobreestimado, y subestimado el de los bosques mixtos y zonas abiertas.
3 Incluye un margen para las coníferas de los bosques mixtos.
* Estimaciones extraoficiales.

Debe recalcarse, y de hecho los cuadros subsiguientes pondrán bien de manifiesto, que la superficie boscosa no constituye una medida muy satisfactoria de la riqueza forestal. Las áreas indicadas en el cuadro precedente, tanto de coníferas como de especies frondosas, incluyen rodales de densidades muy diversas, donde la rapidez del desarrollo es bastante variable. El volumen de la madera en pie y el crecimiento por hectárea en los lugares septentrionales de la U.R.S.S. son sólo una fracción de los que se observan, por ejemplo, en Chile. Incluso entre el norte y el sur de Suecia hay grandes contrastes.

Los rodales de frondosas tienen una distribución mucho más uniforme, excediendo de un tercio de su población arbórea la que vegeta en las regiones del hemisferio norte. En Europa, Norteamérica y la U.R.S.S. constan casi por completo de maderas duras de zona templada; en otras partes predominan las maderas duras tropicales, ya que las especies de clima templado se dan únicamente en las mayores alturas y en latitudes alejadas del Ecuador.

El inventario de 1947 apuntaba (con las limitaciones estadísticas antes mencionadas) que era de coníferas el 36 por ciento de los bosques productivos del mundo, cuya proporción de accesible se consignaba nada más como el 38 por ciento. Sin embargo, en el Cuadro 9 se ve que a las coníferas corresponde un 53 por ciento de todos los bosques explotados hoy en día. La diferencia entre estos datos demuestra que hasta ahora, los bosques de coníferas se han adaptado mejor, sea por la calidad o con motivo de su situación, a satisfacer la demanda de productos forestales. En el pasado, las especies de frondosas, excepto las maderas duras de zona templada y algunas tropicales preciosas, se utilizaron principalmente como combustible y en la fabricación de carbón de leña; a las coníferas ha tocado cumplir una variedad mucho mayor de necesidades humanas, sobre todo para la construcción, el transporte y la elaboración de artículos de madera y pasta. Los progresos en materia de economía y cultura logrados en las regiones poco adelantadas intensifican cada día la demanda de productos forestales y estimulan el aprovechamiento de los recursos indígenas. A la larga, esto aumentará sin duda la importancia relativa de la explotación de bosques de especies frondosas.

Reservas forestales, planas de ordenación y sistemas de corta

La conservación y el aprovechamiento racional de los recursos naturales exige la preparación de planes completos para el uso de la tierra. Los bosques forman parte indispensable de tales planes, tanto considerando sus funciones protectoras como las productivas. Esto se aplica por igual a todos los países, ora cuenten con bosques en abundancia o su escasez sea grande. En el último caso, se harán reservas de terreno para plantación; en el primero, quizá sólo se destine cierta porción de los montes a constituir reservas forestales.

La clasificación de los bosques en acotados y libres es, de hecho, el primer paso hacia la ordenación racional, puesto que la administración de montes concentrará su atención en los rodales de reserva. El Cuadro 10 muestra hasta qué punto se ha llegado en diversas regiones por lo que concierne al señalamiento de rodales reservados entre los montes accesibles:

CUADRO 10. - BOSQUES ACOTADOS Y LIBRES

Región

Coeficiente de información1

Superficie de bosques accesibles

Acotada

Libre o aun no clasificada

(Millones de hectáreas)

Europa

93

123

-

Norteamérica

100

312

-

América Latina

49

1

162

Africa

61

77

95

Asia

56

84

60

Región del Pacifico

80

8

8

TOTAL

53

605

325

1 Superficie de bosques accesibles a la cual se refieren los datos de acotamiento recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.

Las respuestas a esta pregunta del cuestionario se refieren a 930 millones de hectáreas de bosques accesibles; de esta superficie, cerca de dos tercios se han señalado hasta la fecha como bosques permanentes. En Europa y Norteamérica, están acotados todos los rodales accesibles. En Asia y Africa, alrededor de la mitad de éstos se ha declarado ya en reserva, al paso que en la América Latina los adelantos en dicho sentido son insignificantes.

Toda política forestal nacional debe inspirarse en la ordenación de los bosques, bien que estén acotados o aun no clasificados, de acuerdo con el principio del máximo rendimiento continuo. Esta finalidad se consigue por lo regular formulando planes de ordenación para las unidades forestales de menor tamaño, sentando los principios dasocráticos y decidiendo sobre la posibilidad (corta permisible) y las prácticas silvícolas. El siguiente Cuadro 11 da a conocer los progresos realizados en varias regiones respecto a la formulación de planes de ordenación; las tres últimas columnas indican la calidad de los actuales sistemas de corta.

CUADRO 11. - RÉGIMEN DASOCRÁTICO Y SISTEMAS DE CORTA EN LOS BOSQUES EXPLOTADOS

Región

Coeficiente de información1

Régimen de administración

Superficie sometida a sistemas de corta considerados:

Superficie de bosques administrados con arreglo a planes de ordenación

Superficie de otros bosques aprovechamiento

Proporción entre los bosques administrados con planes de ordenación y todos los existentes en explotación

Buenos

Medianos

Malos o destructivos

(Millones de hectáreas)

(Tanto por ciento)

Europa

76

41

58

42

65

30

5

Norteamérica2

30

36

31

54

..

..

..

América Latina

94

2

83

2

10

30

60

Africa

78

11

79

13

30

30

40

Asia

72

58

89

40

30

40

30

Región del Pacífico

94

9

7

54

40

30

30

TOTAL

45

157

347

31

35

30

35

1 Superficie de bosques en aprovechamiento, a la cual se refieren los datos de régimen dasocrático recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Canadá solamente.
.. No se dispone de datos.

De los 500 millones de hectáreas, aproximadamente, de bosques en explotación a los cuales se concretó la información comunicada, menos de la tercera parte estaba sometida a planes de ordenación. En cuanto a proporciones, se trataba de más de la mitad en la región del Pacífico, donde la eficacia informativa de las respuestas a la pregunta fué elevada, y en el Canadá. A continuación viene Europa, con el 42 por ciento, seguida de Asia y Africa; en las respuestas de las tres regiones están comprendidas tres cuartas partes, más o menos, de los bosques en explotación. De la América Latina se recibió un buen número de contestaciones, pero indicaban una proporción insignificante de bosques administrados con planes de ordenación.

Los siguientes datos de ciertos países africanos y latinoamericanos son ejemplo del estado rudimentario de ordenación forestal hasta ahora introducida en esas regiones:

CUADRO 12. - RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN FORESTAL EN DETERMINADOS PAÍSES

País

Bosques en aprovechamiento

Total

Administrados con planes de ordenación

Otros

(Miles de hectáreas)

Argentina

10 000

1 300

8 700

Brasil

30 010

400

29 610

Chile

6 695

-

6 595

Paraguay

5 020

-

5 020

Perú

5 000

-

5 000

Africa Ecuatorial Francesa

12 030

1 875

10 155

Congo Belga

5 300

200

5 100

Costa del Oro

2 910

105

2 805

- Nada.

Estas condiciones presentan un panorama tanto más lamentable, cuanto que los bosques públicos de la América Latina y del Africa constituyen el 64 y el 96 por ciento, respectivamente, de los accesibles; por consiguiente, al parecer sería más fácil explotar estos bosques con arreglo a planes de ordenación, que en otras regiones, como Europa, donde es bastante reducida la superficie de montes de propiedad pública y el total de los particulares está dividido con mucha frecuencia entre un gran número de pequeños propietarios.

Aun en las regiones cuyos bosques se explotan mediante planes de ordenación, llegando al 50 por ciento o más del total en aprovechamiento, todavía quedan por realizar enormes adelantos. No cabe duda que sería esperar demasiado que cada montecillo fuese sometido a un minucioso plan de ordenación; y no obstante, es inconcuso que los pequeños propietarios obtentrían muchas ventajas si regulasen la corta en sus bosques guardando cierta proporción con el crecimiento, y pusiesen en práctica la silvicultura sistemática. Aunque los métodos silvícolas, buenos o medianos, llegaran a beneficiar un 50 por ciento de la zona forestal del país, la circunstancia de que el resto no se ordenase para aprovechar su posibilidad de crecimiento y cultivo de material joven, podría menoscabar con graves consecuencias la continuidad y eficacia de cualquier política forestal nacional.

El Cuadro 11 da asimismo una idea de los sistemas corrientes de corta,1 cuya calificación depende, en esencia, de los «juicios» emitidos por las autoridades forestales nacionales; las opiniones acerca de lo que constituye una buena práctica de corta varían de un país a otro, y los términos medios regionales poco o ningún significado tienen. Sin embargo, los datos presentados son muy interesantes porque revelan las opiniones de las autoridades forestales que han informado sobre la situación actual de la dasocracia en sus naciones. El cuadro aludido indica que, según el criterio de las propias autoridades citadas, a lo sumo la tercera parte de los bosques se explota con la debida consideración a las normas de la buena silvicultura, y que en cambio, más del otro tercio está expuesto a prácticas corrientes muy inferiores al patrón deseado, que podrían conducir a la destrucción de los montes. Los datos, por supuesto, están sujetos a las mismas limitaciones estadísticas mencionadas con respecto a los planes de ordenación. Los dos juegos de datos son, en cualquier caso, interdependientes. La implantación de dicho plan requiere que se adapten sistemas mejorados de silvicultura, aunque naturalmente un tratamiento silvícola de alta categoría puede preceder al establecimiento de un plan de ordenación como lo demuestran los siguientes ejemplos:

(1 Designados como sigue: Buenos: los apeos se practican de conformidad con los requisitos de la buena silvicultura se realizan en forma adecuada las plantaciones, cuidados, aclareos, protección contra incendios y veda de ramoneo. Medianos: siguen la misma orientación que los buenos pero la plantación, los aclareos, etc., no se ejecutan con el mismo esmero. Malos o destructivos: ni se hacen las cortas conforme a las buenas prácticas silvícolas ni se acostumbran las repoblaciones, aclareos o protección contra los incendios y el ramoneo. )

CUADRO 13. - SISTEMAS DE CORTA EN DETERMINADOS PAÍSES

País

Proporción de bosques en aprovechamiento administrados con arreglo a planes de ordenación

Proporción de bosques en aprovechamiento sometidos a sistemas de corta considerados:

Buenos

Medianos

Malos o destructivos

(Tanto por ciento)

Dinamarca

76

87

13

-

Alemania Occid.

67

85

10

5

Suecia

60

90

10

-

Suiza

71

90

10

-

Argentina

13

13

50

37

Brasil

1

10

20

70

Chile

-

5

5

90

Costa del Oro

4

3

22

75

Perú

-

-

90

l0

Filipinas

1

-

30

70

España

6

15

70

15

- Nada.

La ordenación racional, con la cual tiene estrechos vínculos el sistema silvícola vigente, trata de crear rodales capaces de producir continuamente el máximo volumen de madera rolliza en el menor tiempo posible. En Europa hay tres tipos característicos de bosques: monte alto, tallar compuesto y tallar simple. El tallar simple, formado por entero de vástagos acodados y estolones de especies frondosas, produce ante todo leña y madera para hacer carbón. El tallar compuesto, casi siempre con maderas duras en el piso superior, rinde un tanto por ciento bajo de madera industrial. El mayor rendimiento en madera industrial se obtiene del monte alto, compuesto en su totalidad de árboles provenientes de plántalas. Para aumentar la producción de madera industrial, la tendencia de la silvicultura es transformar el tallar simple, bien directamente mediante la replantación o por medios indirectos, de corta selectiva. De los bosques europeos en aprovechamiento mencionados en el inventario (un 85 por ciento del total), 86 millones de hectáreas (el 79 por ciento), eran de monte alto; 8 millones de hectáreas (un 7 por ciento) de tallar compuesto; y 15 millones de hectáreas (el 14 por ciento) de tallar simple. Los dos últimos sistemas fueron los más extensos y en ocasiones los predominantes en el sur de Europa, como lo demuestra el Cuadro 14:

CUADRO 14. - TIPOS DE. SILVICULTURA EN EL SUR DE EUROPA

País

Proporción de los montes en aprovechamiento bajo diversos sistemas silvícolas

Monte alto

Tallar compuesto

Tallar simple

(Tanto por ciento)

Bulgaria

41

(...................59)

Francia

43

31

26

Grecia

42

40

18

Italia

39

21

40

España

64

14

22

Yugoeslavia

64

-

36

- Nada.

Material en crecimiento de los bosques explotados

Los datos comunicados relativos al volumen de la madera en pie de los bosques explotados se resumen en el Cuadro 15:

CUADRO 15. MATERIAL EN CRECIMIENTO EN LOS BOSQUES EXPLOTADOS

Región

Coeficiente de información1

Material en crecimiento

Material en crecimiento, por hectárea

Total

Coníferas

No Coníferas

Total

Coníferas

No Coníferas

(Millones de m3 con corteza)

(Metros cúbicos, con corteza)

Europa

80

7 700

5 000

2 700

74

77

70

U.R.S.S.2

100

58 700

50 000

8 700

93

102

64

Norteamérica3

100

23 000

16 500

6 500

70

80

54

América Latina

23

2 700

200

2 500

129

272

124

Africa

69

5 900

100

5 800

74

41

75

Asia

68

12 500

3 800

8 700

89

120

80

Región del Pacífico

95

900

200

700

56

74

53

1 Superficie de bosques explotados a la cual se refieren los datos de material en crecimiento recibidos; dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Todos los bosques
3 Todos los bosques accesibles productivos en Alaska y el Canadá; todos los bosques productivos, accesibles e inaccesibles, en los Estados Unidos de América.

En dos regiones importantes, Norteamérica y la U.R.S.S., los datos de la madera en pie no se refieren sólo a los bosques en aprovechamiento. Por lo contrario, ni siquiera los montes en explotación figuran todos en las cifras comunicadas por otras regiones; en el caso de la América Latina, por ejemplo, la extensión reseñada es menos de la cuarta parte. Por tanto, el cuadro anterior no da una idea clara de la distribución real del material en crecimiento, aunque la información se refiere al 81 por ciento, más o menos, de los bosques explotados del mundo.

Si suponemos que los bosques de cada región que entraron en la cuenta, según los datos recibidos, así correspondan a mayor o menor superficie que la ocupada por los rodales en aprovechamiento, son representativos1 en lo que concierne al material en crecimiento por hectárea, tanto en los montes de coníferas como en los de especies frondosas, puede entonces estimarse que el total de árboles en desarrollo de todos los bosques explotados del mundo se eleva a unos 96.000 millones de metros cúbicos (con corteza), de los cuales el 59 por ciento está formado por especies coníferas. El promedio de la madera en pie por hectárea en todos los bosques explotados del mundo es de 95 metros cúbicos en los montes de coníferas y de 75 metros cúbicos en los de frondosas, lo que da un promedio mundial de 85 metros cúbicos por hectárea para todas las especies. En un cuadro de los Apéndices de este artículos se dan pormenores de las estimaciones anotadas.

(1 Es decir: que la amplitud del recuento fué grande. Cuando la superficie reseñada era insuficiente y los datos comunicados evidentemente no representativos, se recurrió a otros arbitrios. )

No obstante que, por las razones explicadas, las cifras regionales de material en crecimiento no son comparables, pueden formularse algunas conclusiones provisionales basadas en las estadísticas que consignan el crecimiento por hectárea. En ningún lugar excede de 100 metros cúbicos, excepto en la América Latina, y es posible que los datos comunicados de esta región no sean representativos. En general, los bosques de coníferas son más espesos que los rodales de frondosas y contienen más madera por hectárea. La única excepción es Africa, donde las coníferas ocupan sobre todo las comarcas secas y rinden poca madera por hectárea. La elevada cifra de la U.R.S.S., en comparación con las de Europa y Norteamérica, se debe a que los bosques de la Union Soviética se componen en gran proporción de árboles maduros o próximos a madurar.

El material en crecimiento por hectárea está en función del tratamiento silvícola y de la distribución por edad, pero sobre todo, del clima. En las selvas higrófitas tropicales (verbigracia, las del Congo Belga, Madagascar y del Africa Ecuatorial Francesa) quizá llegue a 400 metros cúbicos; en las zonas templadas (Suiza, Austria, Chile) no es raro que registre 200 metros cúbicos; de 50 a 60 metros cúbicos por hectárea es lo normal en países como Finlandia, Noruega y el Canadá; en los montes de las sabanas del Africa Central tal vez baje la cifra hasta 20 ó 30 metros cúbicos.

Finalmente, acaso convenga recordar la advertencia hecha al principio de este artículo acerca de los datos sobre la madera en pie. Aparte de las deficiencias sobre los datos geográficos a que se acaba de aludir, existen notables diferencias en cuanto a prácticas dasométricas; a saber: qué partes del árbol se consideran para el cómputo. A mayores dificultades todavía da lugar el hecho de que muchos países concretan sus estimaciones a las especies comerciales nada más, haciendo caso omiso de las otras. Así se explica que hayan comunicado cifras tan bajas de material en crecimiento por hectárea, Bechuanaland (2 metros cúbicos), Rhodesia del Norte (12), Tanganyika (14) y Sierra Leona (27). En todos estos ejemplos los datos transmitidos representan solamente una fracción del crecimiento real de las masas forestales.

Crecimiento y cortas permisibles en los bosques explotados

En el Cuadro 16 se resumen, por regiones, los datos comunicados por los países, relativos al incremento bruto:

CUADRO 16. - INCREMENTO BRUTO ANUAL DE LOS BOSQUES EN APROVECHAMIENTO

Región

Coeficientes de información1

Incremento bruto

Incremento bruto por hectárea

Total

Coníferas

No Coníferas

Total

Coníferas

No Coníferas

(Millones de m3 con corteza)

(Metros cúbicos, con corteza)

Europa

100

284

183

101

2,5

2,5

2,4

U.R.S.S.2

100

750

590

160

1,2

1,2

1,2

Norteamérica3

100

536

300

236

1,8

1,8

1,9

América Latina

20

53

5

48

3,1

6,4

2,9

Africa

20

56

4

52

2,4

2,0

2,5

Asia

46

125

42

83

1,4

1,9

1,2

Región del Pacífico

88

19

2

17

1,3

1,8

1,2

1 Superficie de bosques explotados A la cual se refieren los datos de crecimiento broto recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Todos los bosques.
3 Todos los bosques accesibles productivos en Alaska y el Canadá; todos los bosques comerciales en los Estados Unidos de América: en las cifras correspondientes a los Estados Unidos se omiten las pérdidas naturales causadas por mortalidad «normal».

Los datos transmitidos se refieren a cosa de las tres cuartas partes de los bosques explotados del mundo. Comprenden toda la zona forestal del hemisferio norte, casi completa la de Oceanía, medianamente la del Asia, pero las superficies reseñadas del Africa y la América Latina son tan parciales, que no es posible llegar a conclusiones precisas. Además, como sucede con el material en crecimiento, las cifras remitidas por Norteamérica y la U.R.S.S. no se circunscriben a los bosques en explotación. Por eso, el cuadro anterior no sólo no refleja la distribución real del crecimiento anual en los bosques explotados del mundo, sino que deben aceptarse con especial reserva los cálculos de crecimiento por hectárea.

Basándose en la información disponible, se ha tratado de estimar el incremento bruto de los montes explotados de todo el mundo. Este cálculo, del que se hace un desglose en el Apéndice II, indica que tal vez el incremento bruto llegue a unos 2.300 millones de metros cúbicos, 1.000 millones de los cuales, es decir, el 46 por ciento, se componen de especies coníferas. Es probable que el crecimiento por hectárea represente alrededor de 1,8 metros cúbicos en bosques de coníferas y 2,4 en los de especies frondosas, arrojando un promedio de 2,1 metros cúbicos para todas las especies del mundo entero.

El crecimiento anual neto equivale al incremento bruto menos las pérdidas naturales, esto es, la madera inutilizada cada año por incendios, plagas de insectos, enfermedades de los árboles, nieve, aludes, huracanes, etc. El informe sobre el inventario de 1947 atribuía un valor aproximado del 10 por ciento del incremento bruto a las pérdidas naturales en los bosques de coníferas del mundo. Las estadísticas presentadas para el actual inventario se recapitulan en el Cuadro 17:

CUADRO 17.- INCREMENTO BRUTO, PÉRDIDAS NATURALES CRECIMIENTO NETO

Región

Coeficiente de información1

Incremento bruto

Pérdidas naturales

Crecimiento neto

Incremento bruto

Crecimiento neto

Totales

En proporción al incremento bruto

(Millones de m3)

Millones de m3

m3 por hectárea

Europa

89

284

13

4,6

271

2,5

2,4

Norteamérica2

100

536

90

16,8

446

1,8

1,5

Africa

16

19

1

6,8

18

1,1

1,0

Asia

46

125

14

10,9

111

1,3

1,2

Región del Pacífico

88

19

13

69,6

6

1,3

0,4

1 Superficie de bosques explotados a la cual se refieren los datos recibidos sobre incremento bruto, perdidas naturales y crecimiento neto, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Todos los bosques accesibles productivos en Alaska y el Canadá: todos los bosques comerciales en los Estados de América: en las cifras correspondientes a los Estados Unidos se omiten las pérdidas naturales causadas por mortalidad «normal».

El desproporcionado coeficiente de información (y en ciertos casos la naturaleza poco representativa de los datos comunicados) impide que se hagan estimaciones mundiales. En realidad, ningún cálculo de pérdidas naturales tiene cabal sentido a menos que exprese el promedio de un período adecuado, en vista de que ciertos elementos son eventuales (incendios, epífitotias, huracanes violentos) y varían mucho de un año a otro. Por eso la elevada cifra de la región del Pacífico carece de valor representativo, pues refleja los efectos de muchos incendios forestales ocurridos en 1950, año del inventario dasonómico australiano.

El concepto de pérdidas naturales como la diferencia entre el incremento bruto y el neto, ocupa un importante lugar teórico, pero su definición y medida están rodeadas de graves problemas. Una cosa sola se desprende con toda claridad de los datos remitidos: en Europa, donde las condiciones climáticas ayudan y las normas de ordenación forestal son altas, las pérdidas naturales se elevan a cosa del 5 por ciento del incremento bruto. Son tan rudimentarios los conocimientos sobre pérdidas naturales en todas las demás regiones o se definen las mismas con tal serie de condiciones, que resultaría osado formular cualquier conclusión.

En virtud de esto, las estimaciones de crecimiento neto dadas en el Cuadro 17 deben tomarse con las mayores reservas, excepto, acaso, las referentes a Europa. En ésta, el promedio del crecimiento neto es de 2,4 metros cúbicos por hectárea en el caso de las coníferas y un poco menos en el de las especies frondosas. En el crecimiento neto no es el clima el único que influye! sino también la composición del bosque en cuanto a edades y especies. Puedo variar desde menos de 0,5 metros cúbicos por hectárea en las latitudes extremas (Alaska) o zonas áridas (Rhodesia) hasta 5 o más metros cúbicos si el clima es favorable.

El rendimiento a perpetuidad es una de las metas que persiguen las políticas forestales nacionales; su expresión la da el concepto de cortas permisibles, que a corto plazo pueden ser mayores o menores que el incremento neto, según la distribución por edades, la composición específica y el crecimiento. Solamente en un bosque en equilibrio igualan las cortas permisibles al crecimiento neto. La corta admisible es un dato fundamental para la administración forestal y todo plan de ordenación indica su magnitud para el bosque sometido al plan En un sentido estricto, por lo común la corta permisible en los bosques de una nación se determina (mediante una simple suma) para los montes administrados con arreglo a planes de ordenación. Se recordará que no pasa de un tercio la proporción de los bosques explotados del mundo que se administran de conformidad con dichos planes. Sin embargo, todos los países tratan de tasar el volumen de madera rolliza que puede extraerse anualmente de acuerdo al principio del rendimiento continuo Este volumen, también denominado corta admisible, lo estiman las autoridades forestales o los institutos de investigaciones de loe Estados. Es evidente que sólo puede computarse si se dispone de ciertas informaciones fundamentales respecto a los bosques de la nación. El siguiente cuadro, en que se recopila la información suministrada bajo este epígrafe, exhibe los puntos esenciales del progreso alcanzado hasta ahora en materia de estadística y administración forestales.

CUADRO 18. - CRECIMIENTO NETO Y CORTA ADMISIBLE EN LOS BOSQUES EXPLOTADOS

Región

Coeficiente de información1

Crecimiento neto

Corta admisible

Crecimiento neto

Corta admisible

(Millones de m3)

(m3 por hectárea)

Europa

87

269

244

2,4

2,2

Africa

8

13

9

1,4

1,0

Asia

38

74

73

1,0

1,0

1 Superficie de bosques explotados a la cual se refieren los datos de crecimiento neto y cortó permisible recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes cerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.

Este dato tan esencial para la política forestal no se tiene más que para un 18 por ciento aproximado de la superficie total de los bosques explotados del mundo, y únicamente en Europa se puede hacer una comparación adecuada del crecimiento neto con la corta admisible. Como esta última no se evalúa sino en las nueve décimas del primero, el hecho demuestra que la composición de los bosques europeos, a juicio de los silvicultores de Europa, no permite que se hagan cortas hasta el límite del crecimiento neto. Es más, fuera de un caso excepcional, la corta admisible anda baja en relación con el incremento neto en todas las naciones europeas, y fueron consideraciones ajenas a la conservación de los montes las decisivas en la única excepción: Yugoeslavia.

En los países asiáticos informantes, la corta permisible equivale más o menos al crecimiento neto. En los países africanos que remitieron datos, por término medio llega a unas dos terceras partes del crecimiento neto, aunque la proporción se reduce a la mitad en la Unión Sudafricana, donde hay preponderancia de rodales jóvenes.

Apeos y sacas

La escasez de información disponible acerca del crecimiento neto y las cortas permisibles en los bosques explotados del mundo no basta para establecer la correlación entre estos datos fundamentales y los apeos, como no sea en una pequeña porción de dichos montes. La superficie de bosques en aprovechamiento representada en las respuestas recibidas, comprende casi toda la europea, un tercio de la asiática y una fracción de la africana. La situación es apenas un poco más dúctil tratándose de comparaciones entre los apeos y el crecimiento neto, dado que a este propósito puede extenderse algo el análisis estadístico respecto a la región del Pacífico, pero se recordará que las cifras de crecimiento neto comunicadas por los países de la región no son representativas.

CUADRO 19. - CRECIMIENTO NETO, CORTA ADMISIBLE Y APEOS EN LOS BOSQUES EXPLOTADOS

Región

Coeficiente de información1

Crecimiento neto

Corta admisible

Apeos

Coeficiente de información1

Crecimiento neto

Apeos

(Millones de m3 sin corteza)

(Millones de m3 sin corteza)

Europa

75

210

191

224

75

210

224

Africa

5

8

5

5

10

11

9

Asia

36

63

63

77

36

64

78

Región del Pacifico

..

..

..

..

92

9

15

1 y 2 Superficies de bosques explotados a las anales se refieren los datos recibidos sobre: (a) crecimiento neto, corta admisible y apeos; y (b) crecimiento neto y apeos, divididas por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando los cocientes en tantos por ciento.

En el Cuadro 19 se aprecia el grado que alcanzó la sobreexplotación (sobrecorta) en los bosques de los países europeos informantes; los apeos excedieron el crecimiento neto en un 6 por ciento y las cortas permisibles en el 17 por ciento. Se ha mencionado el caso de Yugoeslavia, pero de ninguna manera es ésta la única nación europea que rebasa la cifra establecida por el régimen dasocrático para las extracciones de madera con miras al rendimiento a perpetuidad. Por lo que hace a otras regiones, la omisión de especies no comerciales y la inclusión de matorrales en los datos de selvas introducen una situación confusa, pero los informes de algunos países (por ejemplo Birmania, Chile, Etiopía, Turquía y el Japón) ponen de relieve que nada de raro tiene la corta excesiva.

Las informaciones relativas a las pérdidas de madereo (explotación) y de transporte por flotación son exiguas y de dudosa exactitud. En el siguiente Cuadro 20 se exponen en resumen los datos comunicados por cada región; representan menos de las dos quintas partes de los bosques explotados del mundo.

Las cifras permiten deducir que, en todo el mundo, las pérdidas de madereo y de transporte por flotación se elevan a casi el 4 por ciento de los apeos. Sin embargo, este dato es irreal, porque no existe ninguna probabilidad de que las pérdidas africanas y asiáticas sean inferiores al 8 por ciento registrado para Europa, donde las operaciones forestales están atendidas por un excelente servicio de comunicaciones. Sin duda, a la insuficiencia estadística de los apeos y a la omisión de las especies no comerciales en los datos, debe atribuirse que las cifras comunicadas sean tan bajas; las pérdidas reales en el hemisferio sur bien pueden llegar al 10 por ciento y aun excederlo. Los informes de ciertos países indican que las pérdidas pasan de la cuarta parte de los apeos totales, como en Ceilán, Chile y Madagascar; de un quinto en el Paraguay y Corea meridional; y de una décima parte en el Brasil, el Ecuador, Francia, Nueva Zelandia, España, Siria y Viet-Nam.

CUADRO 20. - APEOS DE LOS BOSQUES EN EXPLOTACIÓN

Región

Coeficiente de información1

Apeos totales2

Pérdidas de madereo y por flotación

Sacas

Totales2

En proporción a los apeos

Totales2

Por hectárea3

Europa

75

224

18

8

206

2,2

Norteamérica

78

288

..

..

288

2,0

América Latina

55

118

13

11

105

2,1

Africa

11

22

*

1

22

1,8

Asia

50

103

1

1

102

1,2

Región del Pacífico

93

15

1

4

14

0,9

1 Superficie de basquea en explotación a la cual se refieren los datos de apeos y pérdidas recibidos, dividida por la extensión total de los mismos según informes acerca de la región, expresando el cociente en tanto por ciento.
2 Millones de metros cúbicos sin corteza.
3 Metros cúbicos, sin corteza.
* Insignificantes.
.. No se dispone de datos.

La FAO recoge y publica todos los años las estadísticas de sacas de los bosques en explotación de todos los Estados Miembros y sus posesiones1. Estos datos, de los cuales se han calculado los promedios correspondientes a los últimos años (de 1950-52 en casi todos los casos), se han complementado con otras informaciones disponibles y se presentan en el Cuadro 21.

(1 Yearbook of Forest Statistics, cuya séptimo edición es de 1953. )

Estas cifras excluyen las sacas no declaradas y los apeos ilegales ocurridos en los países de que no se han hecho estimaciones oficiales. Así, pues, de los bosques explotados del mundo se extraen todos los años unos 1.400 millones de metros cúbicos. La proporción de madera industrial, alrededor de la mitad de la que en total produce el mundo, varia de una región a otra de acuerdo con la distribución de las especies (industrialmente se usa en mayor cantidad la de coníferas) y con las necesidades de combustible de las poblaciones locales. En los países poco poblados y bien dotados de montes, casi toda la madera que sólo sirve para combustible se deja en el bosque. En otras partes del mundo donde la leña es escasa y otros combustibles caros o inobtenibles, se saca toda la madera para combustible. Por consiguiente, un elevado tanto por ciento de leña no significa siempre que la explotación sea irracional.

Para el mundo en conjunto, el promedio de las sacas da un poco más de medio metro cúbico por habitante al año. También esta cifra varia de una región a otra y demuestra, por lo demás, el grado de adelanto a que han llegado las industrias que elaboran la madera, y la cuantía de las exportaciones. Entre las cifras más altas registradas pueden mencionarse la de 10 m3 en Finlandia, 6 en el Canadá y 3 en Noruega, al paso que en los países muy escasos de montes, la cantidad baja a una fracción, muy pequeña de metro cúbico.

CUADRO 21. - SACAS DE LOS BOSQUES DEL MUNDO EN EXPLOTACIÓN, PROMEDIO DE 1950-52

Otros suministros de madera rolliza

Las reservas mundiales de madera rolliza no se circunscriben a los montes arbolados; están enriquecidas por los árboles aislados y las arboledas que se plantan en parques y jardines, o los plantados separadamente, en filas o en grupos, como cortavientos, a la vera de los ríos, canales y carreteras, así como por los frutales, álamos y otras especies aprovechables en terrenos labrantíos a fin de acrecentar la renta obtenido de la tierra, y los bosquecillos formados en zonas de regadío, dispersos en todas las regiones áridas.

Los suministros de madera rolliza cortada fuera de las zonas forestales se utilizan principalmente como combustible para consumo local; a voces abastecen a las industrias madereras de especies preciosas no cultivadas en bosques (por ejemplo, frutales, y sobre todo cerezos, manzanos y perales); en ocasiones constituye este material una importante provisión de madera de construcción, trozas para chapas y pasta de papel.

Casi siempre son deficientes las estadísticas de árboles situados fuera de los bosques, que por lo regular pertenecen a multitud de pequeños propietarios y escapan a la vigilancia de los servicios forestales, sin que su corta esté regulada. Sin embargo, los datos presentados por los 33 países que pudieron hacer estimaciones de los suministros de madera rolliza de este origen, hacen patente que en lo pasado se ha estado menospreciando la importancia de esta fuente de abastecimientos.

Los países informantes dan razón de unos 33 millones de m3 de madera rolliza proveniente de árboles situados fuera de los bosques, lo que representa el 14,5 por ciento de la provisión total de madera rolliza nacional. Toda esta madera, excepto el 8 por ciento, se usó como combustible, de modo que el producto obtenido de este origen equivalía al 4,5 y al 26 por ciento, respectivamente, de los suministros totales de madera industrial y de leña. Los datos demuestran que al preparar una política forestal basada en los recursos madereros íntegros de la nación, no debe hacerse caso omiso de los árboles que no forman parte de los bosques.

A manera de ejemplo, se anotan en el Cuadro 22 las cifras correspondientes a algunos países europeos y del Cercano Oriente:

CUADRO 22. - SUMINISTROS DE MADERA ROLLIZA CORTADA FUERA DE LAS ZONAS
FORESTALES

País

Corta de árboles situados fuera de los bosques

Total

Relación centesimal con respecto a las sacas de

Toda la madera rolliza

Madera industrial solamente

Leña solamente

Miles de m3

(Tantos por ciento)

Francia

3 640

12

3

19

Gran Bretaña

230

13

..

..

Italia

9 238

41

18

47

Jordania

2

5

40

..

Israel

1

10

17

..

Países Bajos

1 58

20

20

20

Siria

1 585

38

66

38

.. No se dispone de datos.

Los montes de Italia y Siria suministran nada más las tres quintas partes del abastecimiento de madera rolliza indígena. Tanto en Francia como en la Gran Bretaña los árboles situados fuera de los bosques dan la octava parte de la provisión nativa total. Es evidente que los futuros inventarios forestales nacionales, en particular los de las naciones mal dotadas de bosques, tendrán que ampliarse considerando la necesidad de evaluar con mayor exactitud el posible suministro de madera de que son capaces las superficies no boscosas.

Conclusiones

El inventario forestal mundial de 1953 demuestra que los bosques de la tierra tienen la aptitud potencial de suministrar productos forestales en abundancia para un número de habitantes muy superior al actual. Hoy en día se explota menos de la tercera parte de las selvas, que ocupan 3.900 millones de hectáreas. De las inmensas reservas inexplotadas de madera en pie que hay en el planeta, más de 600 millones de hectáreas son accesibles en los momentos actuales.

El inventario vuelve a poner de relieve el contraste entre los montes explotados de coníferas, donde el crecimiento y la merma están aproximadamente equilibrados, y las selvas en aprovechamiento, pero subexplotadas, de especies frondosas. Las tres regiones en que predominan las coníferas: Europa, la U.R.S.S. y Norteamérica, sostienen una tercera parte de la población del mundo y cuentan con menos de dos quintos de los bosques; sin embargo, contribuyen con el 70 por ciento de las sacas de los montes del globo.

Es cuestión fundamental precisar a punto fijo si las pérdidas naturales y los apeos exceden en rapidez a la producción de madera. ¿Exista la sobrecorta? Tampoco a este respecto permite dar el actual inventario una respuesta categórica y exacta. Quizá pueda decirse, como un cálculo aproximado, basándose en las sacas comunicadas y haciendo varias suposiciones sobre la proporción de corteza, pérdidas de madereo y transporte por flotación, pérdidas naturales e incremento bruto, que en los 600 millones de hectáreas de bosques de coníferas explotados en el mundo, el crecimiento y la merma más o menos se equilibran en cosa de 1.100 millones de metros cúbicos, con corteza. Que esta conclusión es muy imprecisa, se desprende de las alusiones anteriores a las muchas deficiencias de los datos recibidos. En los 500 millones de hectáreas de bosques de frondosas en explotación, el incremento bruto puede computarse en unos 1.300 millones de m3, de los que acaso la merma por apeos o pérdidas naturales llegue a las tres cuartas partes. Esta subexplotación se debe, sobre todo, a que no se comercializan por ahora muchas de las especies que crecen en los bosques tropicales y subtropicales, y sólo una fracción de las especies no comerciales se utiliza como combustible.

Por fortuna, los montes constituyen recursos renovables. Sometidos a una administración hábil, es posible recoger cosechas anuales a perpetuidad. En cambio, estos inestimables bienes se pueden destruir con demasiada facilidad, y como la historia lo ha demostrado, el abuso irreflexivo de los montes no consiste únicamente en el agotamiento del caudal forestal, pues lleva aparejadas catastróficas consecuencias para el clima, el suelo y el régimen de las aguas. Empero, en vastas regiones de la tierra la ordenación forestal no ha alcanzado la fase del rendimiento continuo. Incluso la clasificación básica de los bosques acotados, apenas se inicia en algunas regiones. Todavía es relativamente pequeña la superficie poblada de árboles sometida a planes de ordenación, a la vez que en verdad son pocos los países donde las prácticas corrientes de corta no dejen mucho que desear. Las providencias que deben tomarse hoy en día para llegar a la meta de una ordenación racional varían en cada país. En algunos es preciso despertar la conciencia pública acerca de la importancia del bosque y establecer una legislación forestal básica; en otros el mayor apremio es la ampliación de los servicios forestales. Hasta en los países más adelantados, son casi incalculables los progresos que podrían lograrse con el simple expediente de generalizar el empleo de los mejores sistemas actuales.

Toda la información que se pedía para este segundo inventario forestal mundial de la FAO consistía en datos que deberían considerarse como puntos esenciales en la formación de las políticas forestales nacionales. Comparado con la eficacia informativa obtenido en el primer inventario, este recuento registra un avance alentador, casi asombroso. Sin embargo, el material recogido no permite aun hacer una descripción completa y fiel de los recursos forestales del mundo, por los motivos que pasamos a explicar.

Primera consideración: a pesar de los apreciables adelantos en el sentido de la comparabilidad internacional, las estadísticas nacionales todavía exhiben diferencias notables en cuanto a amplitud, contenido y seguridad. La distinción fundamental entre bosques accesibles e inaccesibles no es ni universal ni uniforme; tampoco se conceptúa de igual manera en todos los países la división de los bosques accesibles en bosques en aprovechamiento e inexplotados; varían mucho los métodos de calcular la madera en pie, crecimiento y merma; los apeos registrados a menudo no se refieren sino a una parte de la cosecha forestal.

Segunda consideración: muchas naciones no recogen todavía todos los datos necesarios para la formulación de una política forestal. En realidad, la recopilación de diversos datos de esa índole, verbigracia, de material en crecimiento, desarrollo, merma y apeos, no sólo exige un alto grado de pericia técnica y la aplicación correcta de los métodos estadísticos, sino también un servicio forestal muy bien organizado, con medios adecuados para las reseñas estadísticas locales. Por consiguiente, los adelantos ulteriores dependen de la adopción más general de un programa mínimo de estadística, de llegar a un acuerdo acerca de los conceptos y definiciones que se propongan de antemano, y de la creación o ampliación de los servicios estadísticos en cada país. Ahora bien, aunque este inventario nos enseña algunas cosas, mucho más de lo que se sabía antes sobre los bosques del mundo, no deja de representar una especie de memoria de las labores en curso, que indica los avances que se han hecho en los últimos años en materia de conocimientos forestales, ordenación de montes y estadística dasonómica.

La acogida al inventario de 1953 es a la vez un estimulo y una requisitoria; estímulo, porque demuestra los importantes adelantos que se han conseguido después de la guerra; y una requisitoria porque al poner de manifiesto lo mucho que queda por hacer, incita a buscar los medios de utilizar racionalmente los recursos forestales del mundo.

APENDICE 1. - CLASIFICACION DE LAS TIERRAS

APENDICE 1. - CLASIFICACION DE LAS BERRAS (fin)

APENDICE II - ALGUNAS ESTIMACIONES MUNDIALES

En los 4 Cuadros siguientes se ha procurado presentar estimaciones de los totales mundiales que se refieren a algunos de los elementos más importantes del inventario. Por cuanto se basan principalmente en los datos comunicados, adolecen de todos los defectos de la información recibida, a los cuates ya se hizo alusión. También es posible que se hayan cometido errares al redondear las cifras correspondientes a los países y regiones cuya eficacia informativa resultó baja, a pesar de los ajustes hechos en ciertos casos en que, a todas luces, los datos remitidos no eran representativos. Sin embargo, se cree que estas cifras serán interesantes, porque indican órdenes de magnitud.

CUADRO A. - DISTRIBUCIÓN DE LOS BOSQUES DEL MUNDO

(Estimaciones de la FAO)

CUADRO B. - MATERIAL EN CRECIMIENTO EN LOS BOSQUES EXPLOTADOS DEL MUNDO

(Estimaciones de la FAO)

CUADRO C. - SACAS Y AUMENTO BRUTO DE LOS BOSQUES DEL
MUNDO EN APROVECHAMIENTO

(Estimaciones de la FAO)

CUADRO D. - DISTRIBUCIÓN CENTESIMAL DE LOS BOSQUES, MATERIAL EN CRECIMIENTO, CRECIMIENTO BRUTO Y BACAS EN LAS DISTINTAS REGIONES
(Estimaciones de la FAO)

Región

Superficie forestal

Bosques accesibles

Bosques en aprovechamiento

Material en crecimiento

Incremento bruto

Sacas

(Tantos por ciento)

Europa

3

7

12

10

14

19

U.R.S.S.

19

24

31

35

19

24

Norteamérica

17

18

19

17

20

27

SUBTOTAL A

39

49

62

62

53

70

América Latina

24

19

8

10

12

11

Africa

20

16

10

8

12

7

Asia

15

15

18

19

22

11

Región del Pacífico

2

1

2

1

1

1

SUBTOTAL B

61

51

38

38

47

30

LISTA PROVISIONAL DE DIRECCIONES DE LOS SERVICIOS FORESTALES DE ALGUNOS PAÍSES MIEMBROS

Argentina

Administrador General de Bosques, Pueyrredón 2446, Buenos Aires.

Bolivia

Director General Forestal, Dirección Forestal de Caza y Conservación de Suelos, Casilla 874, La Paz.

Brasil

Chefe do Serviço Florestal, Rua Jardim Botanico 1008, Río de Janeiro.

Canadá

Director, Forestry Branch, Department of Northern Affairs and National Resources, Ottawa, Ontario.

Chile

Director del Departamento de Bosques, Ministerio de Tierras y Colonización, Santiago.

Colombia

Director de Recursos Naturales, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Bogotá.

Costa Rica

Jefe del Departamento Forestal, Ministerio de Agricultura e Industria, San José.

Cuba

Jefe de la Dirección de Montes, Minas y Fauna, Ministerio de Agricultura, La Habana.

Ecuador

Director del Departamento de Forestas, Ministerio de Economía, Quito.

El Salvador

Director de Agricultura, Ministerio de Agricultura y Ganadería, San Salvador.

E.U.A.

Chief, Forest Service, U.S. Department of Agriculture, Wáshington 25, D.C.

España

Director General de Montes, Caza y Pesca Fluvial, Ministerio de Agricultura, Madrid.

Guatemala

Director General Forestal, Ministerio de Agricultura, Palacio Nacional, Guatemala (Capital).

Haití

Chef de la Division des Eaux et Forêts, Damien.

Honduras

Director Forestal, Ministerio de Agricultura, Tegucigalpa.

México

Sub-Secretario de Recursos Forestales, Ministerio de Agricultura, México, D.F.

Nicaragua

Jefe del Departamento Forestal, Ministerio de Agricultura, Managua.

Panamá

Jefe de la Sección de Tierras, Bosques e Ingeniería, Ministerio de Hacienda y Tesoro, Panamá (Capital).

Paraguay

Jefe del Departamento Forestal, Ministerio de Agricultura, Asunción

Perú

Jefe de la División Forestal, Ministerio de Agricultura, Lima.

Portugal

Direcção Geral dos Serviços Florestais e Agrícolas, Rua das Amoreiras 124, Lisboa.

Puerto Rico

Director, Tropical Forest Experiment Station, P. O. Box 577, Río Piedras.

Republica Dominicana

Encargado Sección de Floresta y Conservación de Suelos, Secretaría de Estado de Agricultura, Pecuaria y Colonización, San Cristóbal.

Territorios franceses de ultramar

Directeur de l'Agriculture de l'Elevage et des Forêts, Ministère de la France d'Outre-Mer, Rue Oudinot 27, Paris VIIème.

Territorios británicos de ultramar

Forestry Adviser of the Secretary of State for the Colonies, Whitehall, Londres S.W. 1.

Uruguay

Jefe de la Sección Forestal, Ministerio de Ganadería y Agricultura, Montevideo.

Venezuela

Director Forestal, Ministerio de Ganadería y Agricultura, Caracas.

ESTUDIOS SOBRE SILVICULTURA Y PRODUCTOS FORESTALES PUBLICADOS POR LA FAO

N°. 1. Planeamiento de un inventario forestal nacional

Libro de consulta que trata de los métodos modernos de preparar inventarios forestales nacionales con capítulos dedicados al trazado de mapas, clasificación de los bosques, fotografía aérea y reconocimientos por muestreo, etc. En español, francés e inglés. 1 dólar.

N°. 2 Político, Legislación y Administración forestales

Estudio básico sobre los principios de una política forestal, de los medios legislativos precisos para poner en práctica la política y de la organización y procedimientos administrativos adecuados. En español, francés e inglés. 2 dólares.

N°. 3. Tropical Woods and Agricultural Residues as Sources of Pulp
(Las maderas tropicales y los residuos agrícolas como materias primas para la fabricación de pasta)

Documentos presentados a la 5a Reunión del Comité Técnico de la FAO sobre Química de la Madera celebrada en Appleton, Wisconsin (E.U.A.) en septiembre de 1951. Solamente en inglés. 2 dólares.

N°. 4. El pastoreo y los montes

Estudio de las políticas relativas al pastoreo en los montes y pastizales naturales semejantes y de los sistemas de ordenación en las regiones templadas, tropicales y áridas. Sirve de complemento al Estudio Agropecuario número 16, titulado Mejora de los Pastos del Mundo. En español, francés e inglés. 2 dólares.

N°. 5. Métodos de lucho contra los incendios forestales

Describe el planeamiento y la organización necesarios en un plano nacional para prevenir y luchar contra los incendios forestales. En español, francés e inglés. 1 dólar.

N°. 6. Raw Materials for More Paper
(Materias primas para aumentar la producción de papel)

Breve manual que expone los procedimientos para la fabricación de pasta y los métodos de ensayo basados en las recomendaciones de la Reunión Consultiva sobre la Pasta y el Papel celebrada en Roma bajo los auspicios de la FAO en diciembre de 1952. En inglés, solamente. 2 dólares.

N°. 7. Forestry Abstracts Coverage List
(Catálogo de extractos de silvicultura)

Lista de las publicaciones de todo el mundo que tratan de asuntos de interés para la silvicultura. Preparada por el Commonwealth Forestry Bureau, en Oxford, (Inglaterra) sirviéndose del fichero bibliográfico que constituye la base de su publicación Forestry Abstracts. En inglés solamente con notas aclaratorias en francés y español. 1,50 dólares.

N°. 8. National Forest Policies in Europe
(Las políticas forestales de los países europeas)

Obra de consulta que da a conocer en líneas generales las actuales políticas forestales de los gobiernos miembros de la Comisión Europea de Silvicultura de la FAO. En inglés y francés. 3 dólares.

N°. 9. Research in Forestry and Forest Products
(La investigación en materia forestal y de productos forestales)

Esta guía mundial de las instituciones de investigación ofrece un resumen de los programas de investigación y actividades que desarrollan actualmente. Solamente en inglés. 3 dólares.

CUADERNOS DE FOMENTO FORESTAL

N° 1. Du Choix de Tracteurs pour le Débardage
(Fractures para explotación forestal)

Este trabajo sirve para orientar en la elección de los tipos de tractores convenientes para la extracción y saca de madera en condiciones diversas. También figuran en él métodos para determinar los costos de producción por unidad. En francés (edición inglesa en preparación). 2 dólares.

N°. 2. Lo Fiesta Mundial del Arbol

Breve reseña de la forma en que se organizan las Fiestas del Arbol y los Días del Arbol en los distintos países, que contiene algunas sugerencias para celebrar la Fiesta Mundial del Arbol recomendada por la Conferencia de la FAO en su Sexto Periodo de Sesiones. En inglés. (Ediciones francesa y española en preparación). 0,75 dólares.

N°. 3. Forest Plantation Protection against Diseases and Insect Pests
(Protección de las plantaciones forestales contra las enfermedades y plagas de insectos)

Consideraciones generales sobre elección de asiento, creación, aclareo y regeneración de rodales; se ocupa de la introducción de árboles exóticos y de la extensión de las posibilidades de las especies nativas e incluye secciones dedicadas a la procedencia de semillas, propagación de agentes patógenos y prevención de enfermedades. En inglés solamente. 0,50 dólares.

DOS IMPORTANTES ESTUDIOS SOBRE ECONOMIA

EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION - 1954

Análisis y perspectivas

Este análisis actual de la situación mundial y de las perspectivas de la agricultura, la pesca y la silvicultura, constituye el informe anual más reciente que la FAO ha dirigido a los 71 Estados Miembros que integran la Organización. A un análisis de índole general de la presente situación en el mundo, siguen estudios individuales de cada región y producto. $ 1,50

COLOCACION DE EXCEDENTES AGRICOLAS

No solamente en América del Norte sino también en algunos países de Europa y del Extremo Oriente hay excedentes de ciertos productos agrícolas. ¿Que significa esto? ¿ Qué política permitirá la colocación de excedentes y causará menores alteraciones en los niveles nacionales e internacionales de precios? El Comité de Problemas de Productos Esenciales de la FAO ha examinado estas cuestiones y sus conclusiones se publican en este Estudio No. 5 de la serie Políticas de Productos Esenciales. $ 0,50

PUBLICACIONES SOBRE ECONOMIA FORESTAL

ANUARIO DE ESTADISTICAS SOBRE PRODUCTOS FORESTALES, 1954

Texto en español, inglés y francés. Cuadros en inglés y francés. 2,50 dólares.

Este anuario, que constituye el octavo de la serie contiene información oficial procedente de mas de un centenar de países y territorios sobre producción y comercio de madera rolliza madera elaborada, pulpa de madera, papel de periódico papel y cartón y planchas de fibra, así como un resumen del comercio mundial.

EL INVENTARIO FORESTAL MUNDIAL PARA 1953

En preparación, en español, inglés y francés.

Contiene los resultados de la encuesta relativa a los recursos forestales del mundo realizada por la FAO en 1953 y abarca más de 190 países y territorios.

WORLD PULP AND PAPER RESOURCES AND PROSPECTS

En preparación en español, inglés y francés.

Presenta un amplio estudio de las tendencias de la producción y el consumo y hace un examen de las perspectivas de fabricación de todo el mundo.

TIMBER STATISTICS FOR EUROPE
(Estadísticas madereras para Europa)

Boletín trimestral. Bilingüe: inglés-francés. Solo se puede adquirir pidiéndolo a la Sección de Ventas de las Naciones Unidas, Ginebra (Suiza). Ejemplar suelto 0,50 dólares. Subscripción anual 2 dólares.

Boletín preparado conjuntamente por la FAO y la Comisión Económica para Europa, que contiene datos estadísticos acumulativos por trimestres para el año actual y el precedente e informes sobre el mercado maderero de la mayor parte de los países de Europa.

EUROPEAN TIMBER TRENDS AND PROSPECTS
(Tendencias y perspectivas de la madera en Europa)

1953. En inglés, francés y ruso. Sólo se puede adquirir solicitándolo de los agentes de ventas de las Naciones Unidas. 3,50 dólares.

Este estudio conjunto de la FAO/CEE analiza las tendencias de la oferta y la demanda de productos forestales desde 1913 hasta 1950 y hace una evaluación de las posibles necesidades del consumo alrededor del año 1960.

POSIBILIDADES DE DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE PAPEL Y CELULOSA EN LA AMERICA

1954. En español e inglés. Se puede adquirir solamente de los agentes de ventas de las publicaciones de las Naciones Unidas. 1,50 dólares.

Este estudio, realizado conjuntamente por la Comisión Económica para América Latina y la FAO analiza las demandas actual y futura de papel, celulosa y pasta mecánica de la región y hace un examen de la suficiencia de los recursos de materias primas y de la capacidad de fabricación.


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